Lineamientos Estratégicos para el Desarrollo Hidráulico de las

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Lineamientos Estratégicos para el Desarrollo Hidráulico
de las Regiones Hidrológicas Pertenecientes a la
Región Administrativa IV Balsas
Desde que se elaboró el Plan Nacional Hidráulico 1975, como un instrumento de planeación sobre el
cual se basaría el desarrollo del país hacia el fin del siglo, se advirtió sobre la importancia de atender
los problemas relacionados a los recursos hidráulicos en el corto, mediano y largo plazo.
La Comisión Nacional del Agua, en su carácter de agente técnico y normativo, conjuntamente con
las autoridades estatales, municipales y los propios usuarios de aguas nacionales y bajo el contexto
de los principios básicos del Plan Nacional de Desarrollo 1995 - 2000 que rigen al Programa
Hidráulico 1995 - 2000, tiene el propósito de remontar de manera expedita el rezago que existe en el
sector hidráulico.
Actualmente la Comisión Nacional del Agua ha iniciado un proceso de reestructuración dentro de su
organización al interior del país, con la formación de 13 regiones administrativas. Estas regiones
están definidas por los límites hidrológicos considerando a la cuenca como unidad básica. De
acuerdo a lo previsto en la Ley de Aguas Nacionales, se contempla formar para la región, cuando
menos un Consejo de Cuenca, el cual tendrá funciones de coordinación entre autoridades y usuarios.
Como primera etapa en la formación de las regiones administrativas y sus respectivos Consejos de
Cuenca, se han realizado diagnósticos para cada una de las 13 regiones. Sobre la base de estos
diagnósticos se ha iniciado la segunda etapa en el proceso de planeación, la cual consiste en la
elaboración de los Lineamientos Estratégicos para el Desarrollo Hidráulico de las Regiones
Hidrológicas.
La Región Administrativa IV Balsas, tiene una superficie hidrológica de 117,405 km2, distribuidos
en tres subregiones de la siguiente manera: Alto Balsas 50,409 km2; Medio Balsas 31,951 km2 y
Bajo Balsas 35,045 km2.
Administrativamente está constituida por 421 municipios pertenecientes a ocho entidades
federativas, de los cuales 332 se ubican en la subregión Alto Balsas, 51 más en la subregión Medio
Balsas y los restantes 38 en la subregión Bajo Balsas. La población en la región para 1995 de
acuerdo con el conteo realizado por el INEGI fue de 1'247,780 habitantes, con una densidad de
población de 75 habitantes por km2.
La cuenca del río Balsas hidrológicamente esta conformada por doce subcuencas: Alto Atoyac, Bajo
Atoyac, Nexapa, Mixteco, Tlapaneco, Amacuzac, cutzamala, Medio Balsas, Tacámbaro,
Tepalcatepec, Cupatitzio y Bajo Balsas.
Figura. Principales Subcuencas
Las aguas superficiales están constituidas por un escurrimiento virgen total de 23,454.20 Mm 3
anuales, correspondiente a la totalidad del río Balsas generado por una precipitación media anual en
la región de 924 mm, que representan un volumen de lluvia de 108,780 Mm3 por año; más un
volumen de 161.00 Mm3/año correspondiente a retornos, dando una oferta potencial de 23,615.20
Mm3/año. De este volumen que escurre en la cuenca del río Balsas, se extraen entre usos
consuntivos, exportaciones a otras cuencas (sistema cutzamala) y pérdidas por evaporación
(2,203.00 Mm3) un volumen iguala 8,786.34 Mm3/año, de manera que queda un volumen excedente
de aguas superficiales de 14,828.86 Mm3/año, que se descarga al mar por la desembocadura del
Balsas, que vierte al Océano Pacífico.
Figura. Agua superficial
Para la generación de energía eléctrica en la región existen nueve plantas hidroeléctricas destacando
Infiernillo y La Villita, que opera con un volumen de 29,566.74 Mm3/anuales de aguas superficiales
en uso que no es consuntivo; Otros usos como son acuacultura, pesca, recreación, turismo,
navegación y reservas para la conservación de ecosistemas acuáticos, utilizan sin consumir y sin
producir contaminantes de consideración, volúmenes diversos de agua que no se tienen
cuantificados.
Aunque en primera instancia, en el ámbito general el balance de aguas superficiales es positivo, la
disponibilidad relativa del recurso en la región es bajo, lo que se traduce en fuertes problemas de
escasez.
Con respecto a las aguas subterráneas, dentro de sus límites territoriales, la Región Balsas incluye
38 acuíferos que captan como recarga renovable un volumen de 3,385.00 Mm3/año, frente a una
extracción, que se realiza por medio de 10,848 obras de alumbramiento, de 1,854.12 Mm3/año, de
los cuales se utilizan 1,228.92 Mm3/año para riego agrícola, 514.99 Mm3/año para suministro de
agua potable a centros de población y 110.21 Mm3/año para satisfacer las demandas de actividad
industrial, de donde se obtiene una diferencia, que representa la reserva o disponibilidad de 1,530.89
Mm3/año. Este volumen equivale al 45 % de la recarga renovable total, es decir, que el volumen
anual que captan los acuíferos de la región, se extrae actualmente el 55 %, lo cual conduce a
calificar la Región Balsas, desde el punto de vista geohidrológico cuantitativo, como una zona en
condiciones generales de subexplotación con algunas áreas o valles sobreexplotados.
Figura. Acuíferos
Sumando las ofertas de agua superficial y subterránea se tiene un volumen total de 27,000.20
Mm3/año; y un total consumido de 10,640.40 Mm3 generando una diferencia o reserva excedente
bruta anual del orden del orden de 16,359.74 Mm3 de aguas superficiales y subterráneas.
Cuando se analiza de manera puntual la situación de algunos de los acuíferos ubicados en la región y
en particular de aquellos en donde se han asentado y desarrollado ciudades importantes, se puede
observar que la escasez de agua subterránea que acusan estos acuíferos, es provocada en buena
medida por el rápido crecimiento de la población, la cual demanda cada vez mayores volúmenes de
agua.
Las principales zonas de explotación corresponden a las mayores concentraciones urbanas de
Puebla, Tlaxcala y Cuernavaca de la subregión Alto Balsas y Lázaro Cárdenas en la subregión Bajo
Balsas. La industria regional se concentra en tres zonas principalmente: los corredores industriales
de las ciudades de Puebla y Tlaxcala; la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (CIVAC) y la
región de Lázaro Cárdenas.
Bajo este marco, se da el problema de la competencia entre los diferentes usos, principalmente entre
el uso público - urbano y el agrícola. La creciente demanda de nuevos aprovechamientos para uso
agrícola, el crecimiento de la población en los centros urbanos, el déficit que existe en la cobertura
del servicio de agua potable, entre otros factores, genera el problema de la competencia, que por otro
lado trae como consecuencia la sobreexplotación de los acuíferos, restringe el crecimiento de la
superficie bajo riego y crea conflictos sociales entre los sistemas de usuarios.
La problemática de la cuenca en una versión sintética.
Para conocer la situación actual del recurso en sus diferentes usos y contextos, se diseñó una
metodología que bajo un esquema de planeación estratégica, permite examinar de manera integral
sus manifestaciones e interrelaciones en lo estructural y no estructural. En la Región Balsas se
identifican 22 problemas relevantes que se integran en función de los objetivos definidos y que son
presentadas en una forma sintética por seis problemáticas centrales articuladas en un sistema
complejo de relaciones multicausales en el que concurren factores ambientales, técnicos, sociales,
políticas, organizativas, productivas, de operación/gestión, de planeación/programación, y
económicas/financieras:
1. Disminución de la disponibilidad del agua en los ríos de la zona de influencia de la cuenca
del Balsas.
Disminución de la disponibilidad de agua en los ríos Apatlaco, Cuautla, Chalma, Tepalcingo,
Yautepec, Amatzinac, Nexapa y Cupatitzio, como producto de la disminución de la aportación
de manantiales y ríos, tanto por concesiones de explotación en el caso de los primeros y por
contaminación en los segundos, así como a la ineficiente y deteriorada infraestructura por la
conducción, distribución y manejo del agua, situación que se complica dada la incipiente
organización de los usuarios generando la no-existencia de sistemas de control de riego que
entre dispendios. Ubicándose como factores que permiten su reproducción, fundamentalmente
los de carácter técnico, operativos y de gestión.
2. Baja eficiencia en el aprovechamiento del agua y la infraestructura en distritos de riego.
La baja eficiencia en el aprovechamiento del agua y la infraestructura en los distritos de riego de
la zona de influencia de la cuenca se origina en el deterioro de la infraestructura de riego, la baja
eficiencia en la conducción y distribución del agua calculándose esta en 44 %, así como
desarrollo de procesos organizativos incipientes, fundamentados en prácticas paternalistas por
parte de las instituciones gubernamentales, que generan el no pago de cuotas para la
autosuficiencia y el establecimiento de mecanismos de vigilancia y control en el manejo del
agua. Bajo esta perspectiva los factores que contribuyen al mantenimiento y reproducción de la
problemática se ubican en técnicos, organizativos, normativos y ambientales.
3. Competencia, sobreexplotación y presión sobre el recurso agua.
La disponibilidad de aguas subterráneas y superficiales en el conjunto de la cuenca expresa un
balance positivo, sin embargo la sobreexplotación de acuíferos cercanos a zonas urbanas con
crecimiento acelerado, el incremento de las dotaciones de agua, así como la contaminación de
ríos, presas y mantos acuíferos han generado competencia, sobreexplotación, presión y
equilibrios precarios fundamentalmente en la subregión del Alto Balsas (Puebla, Tlaxcala y
Cuernavaca) y Lázaro Cárdenas en el Bajo Balsas. Detectándose una alta complejidad en la
concurrencia de los factores técnicos, sociales, políticos, normativos, operativos y de gestión.
Así como de planeación y programación en la reproducción y mantenimiento de la problemática.
4. Deficientes niveles de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y deficiente
aplicación de la normatividad.
No eficientes y suficientes mecanismos y espacios de comunicación y coordinación entre los
gobiernos estatal, federal y municipal que permita el desarrollo de proyectos, acciones
concertadas, duplicidad de funciones, violaciones a la normatividad y problemas sociales.
5. Problemas ambientales.
Los problemas de contaminación encuentran su expresión más significativa en las aguas
superficiales fundamentalmente en los ríos Nexapa, Atoyac, Alseseca, Zahuapan, Apatlaco,
Cuautla, Chalma, Tepalcingo, Yautepec y Amatzinac, así como las presas de Valsequillo y Valle
de Bravo, originadas por descargas de aguas residuales, escasas posibilidades de tratamiento de
dichas aguas, altos niveles de explotación y deficientes mecanismos de vigilancia, supervisión y
control.
6. Deficiencia en el servicio de agua potable en zonas urbanas y rurales pertenecientes a la
cuenca.
Deficiencia en el servicio de agua potable por limitaciones financieras, técnicas y de planeación,
que aunadas al crecimiento poblacional sostenido de los últimos 20 años, su concentración en las
ciudades y la autorización, limitan la posibilidad de operar estrategias de atención a corto,
mediano y largo plazo.
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