Domingo Savio, un joven gigante

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Domingo Savio, un joven gigante
Ya andan por aquí. Sí, las reliquias de un joven santo. Sus cenizas no fueron esparcidas.
Su espíritu sí se ha esparcido por el universo mundo. ¡Y de qué manera!
Domingo Savio murió con tan solo 15 años, en el Piamonte de Italia, en 1857. Guiado
por el gran maestro y educador, San Juan Bosco, logró unos niveles de calidad humana
y espiritual, que alguien le llamó el “pequeño gigante del espíritu”. En tan pocos años,
llenó su vida y sembró un estilo de joven creyente que convence y se expande por el
mundo.
Don Bosco escribió un libro sobre este su alumno y se lo dio a los compañeros que lo
conocían bien. Contaba su vida y lo ponía de modelo. Evidentemente en ese contexto no
cabían invenciones ni engañifas.
La Iglesia lo canonizó en 1954. Se celebran los 50 años. Estos jóvenes de hoy quieren
revivir lo que sus padres vivieron cuando la canonización.
La pregunta no es: qué tendrán esos huesos para que congreguen a tantos jóvenes de
Andalucía y Extremadura durante los días del 25 de abril al 22 de mayo. La pregunta es:
qué tendrá ese espíritu para movilizar en el mundo tanta energía positiva, tanto apoyo a
su mensaje humano y cristiano.
Era feliz como nadie sin recurrir a sucedáneos como es esa “felicidad” que algunos
hacen radicar en el instinto, en el cuerpo o en el ahora. Domingo la fundaba en la
manera de ser, de mirar, de vibrar ante la vida, ante Dios, ante los demás. “Nosotros,
decía a sus compañeros, hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”.
Por eso, en estas fechas se movilizan miles de jóvenes andaluces y extremeños. Por eso
han escrito dos nuevas biografías dos salesianos de Sevilla. Por eso los jóvenes preparan
un precioso musical y protagonizan otras múltiples iniciativas . El señor cardenal de
Sevilla ha escrito una interesante carta pastoral para el evento. Y otra el inspector
salesiano. Por eso habrá celebraciones en varias ciudades, presencia en los medios de
comunicación y una magna concentración en la catedral de Sevilla el próximo domingo
día 8.
En la página web: www.salesianos-sevilla.com encontrará quien lo desee abundante y
precisa información.
La alegría, camino de santidad
“Aquí nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”, decía Domingo
Savio, alumno de San Juan Bosco a los compañeros de su colegio. Murió en Italia tan
solo a los 15 años en 1857.
Era un niño abierto, avispado, ansiosos de aprender, enamorado de la vida, de las cosas
de cada día.” Como decía Pemán: La virtud más eminente es hacer sencillamente lo que
tenemos que hacer”. Nada de rarezas, ñoñeces o penitencias llamativas o perjudiciales
para la salud...Su guía y maestro, don Bosco, se lo prohibía. Es que de tal palo, tal
astilla. Al gran santo de la alegría, al gran pedagogo, la “obra” le salió genial: un santo
joven, con una espiritualidad moderna, asequible, contagiosa entre sus compañeros. Con
espíritu emprendedor, opciones muy humanas y cristianas, gran capacidad de aglutinar
y de liderazgo, sentido asociativo y el equilibrio entre la vida y la acción. Su intensa
vida de oración y la vivencia de los sacramentos eran momentos de gran felicidad y de
fuerza para desvivirse por la felicidad de los otros.
Don Bosco estaba tan seguro de su santidad que se atrevió a escribir su vida y dársela a
los alumnos, compañeros de Domingo, poniéndolo como modelo. No cabían engaños,
ni exageraciones, ni milagritos sacados de la manga. La vida de Domingo había estado a
la intemperie y era perfectamente fotografiable.
Canonizado en 1954, ha seguido congregando a jóvenes, admiradores e imitadores, en
todo lugar y tiempo, dentro y fuera del ámbito salesiano.
Los Amigos de Domingo Savio ha sido siempre un banderín de enganche para los
jóvenes que optan por vivir los valores humanos, religiosos y salesianos como su joven
ídolo del tirón.
El poder de convocatoria de sus reliquias que visitan Andalucía y Extremadura del 25
de abril al 22 de mayo están siendo y serán nada más que una pequeña muestra de su
poder de arrastrar hacia los mismos ideales.
El día 8 de mayo, los jóvenes quieren y esperan llenar la catedral de Sevilla.
El corazón joven tiene también los dos movimientos del corazón: en la sístole se
congregan, en la diástole se lanzan a la vida para transformarla.
Miles de jóvenes lo siguen
No queda mucho de su cuerpo. Ha ido a menos. Su espíritu queda completo y se
agranda y extiende.
Fue tal el éxito habido en Italia de pasear las reliquias del joven santo Domingo Savio
que en España se intentó repetir.
¿Pasear reliquias por Andalucía y Extremadura de un joven, muerto a los 15 años,
italiano del siglo XIX?
¿Qué puede representar para los jóvenes de hoy, de la botellona, del rock, del
alcoholismo, del sexo, de la droga, del gamberrismo?
Es profundamente injusto y desilusionante pensar que todos los jóvenes son así. Y que
los que lo son no cambiarán. También es profundamente injusto pensar que la santidad
es cosa de adultos, de gente seria, de otros tiempos.
La Iglesia lo canonizó en 1954.
Porque nuestro joven santo era lo más vivaracho, alegre y entusiasta por toda noble
causa que imaginarse pueda. Hasta repetía: Nosotros hacemos consistir la santidad en
estar siempre alegres...
Era el tipo de santidad aparentemente más fácil : Feliz por ser excelente persona, por ser
normal; feliz cumpliendo el deber, ayudando, viviendo el día a día con la máxima
calidad humana y desde su fe en Dios. Feliz hasta el grado máximo que se pueda. Dios
quiere felices a los suyos. Ya aquí.
Es una santidad moderna y muy humana, la más asequible, al alcance de todos los
bolsillos, la que genera más felicidad y más arrastra.
Ahí están los miles y miles de jóvenes que lo aclaman por todo el mundo. Aquí en
Andalucía y Extremadura ese clamor se hará más visible pues las reliquias de Domingo
Savio van a estar en nuestra tierra del 25 de abril al 22 de mayo.
No congrega su cuerpo, congrega su espíritu. Los Amigos de Domingo Savio, sus
admiradores y seguidores, tienen una gran implantación en el sur de nuestro país.
Quien quiera ver jóvenes de hoy, con el mejor de los espíritus de siempre, que vaya a
los actos que se organizan en distintas ciudades con motivo de la venida de las reliquias
del joven santo. Y si es en Sevilla, que vaya a la catedral el próximo día 8. Los jóvenes
piensan llenarla.
Por alegre...¡ a los altares!
Las reliquias de Domingo Savio, santo de 15 años, congrega a miles de jóvenes
entusiasmados de Andalucía y Extremadura.
Las reliquias venidas de Italia pasean (del 25 de abril al 22 de mayo) por distintas
ciudades del sur de España.
No pocos se hacen esta pregunta: ¿Pueden los jóvenes ser felices sin alcohol, droga,
sexo, modas caras, gamberrismo...? Efectivamente son legión los jóvenes que beben y
viven en esas fuentes de placer más que de felicidad. Intentan sentirse bien, estar bien,
aparecer bien, integrarse en la pandilla, lucir carnet de modernidad, bañarse en la
piscina de la noche...Unos buscan... ¿Exactamente qué? Otros huyen...¿Exactamente de
qué y por qué? ¿Llegan a donde buscan? ¿Llegan a escapar de donde quieren?
Son legión pero no mayoría. ¿Dónde están, dónde se esconden los jóvenes que no viven
así? ¿También escapan y se esconden? La gran masa de jóvenes está integrada en la
familia, la escuela, el trabajo y la sociedad. No pocos en asociaciones y grupos de
Iglesia. Son responsables a medida de su madurez y del rasero que se utiliza hoy. Están
satisfechos con lo bueno que tienen, e insatisfechos por lo que piensan que les falta. Es
decir, un poco como todos. Y también, como todos –lamentablemente-, son muy poco
luchadores.
Los jóvenes que más falta hacen, son los jóvenes que destaquen por su personalidad
humana y espiritual, que ejerzan un liderazgo positivo y eficaz en su mundo. Jóvenes
con valores y con el valor de confesarlos y proyectarlos.
Vislumbro como cercano el día en que nuestra sociedad empiece a añorar ciertos
valores de antaño desterrados, perdidos o enterrados. La historia se construye tomando
del pasado lo mejor y abriéndose a los avances más humanizadores de cada momento. Y
en vez de ridiculizar, infravalorar o ignorar los valores llamados cristianos, se acabarán
viendo como mil veces preferibles a los que se siembran inconscientemente o se
inoculan conscientemente en las mentes y vidas de las generaciones jóvenes.
¿Cómo se va a comparar la calidad humana y espiritual de tantos jóvenes de hoy con la
del joven santo Domingo Savio? Todos los padres quisieran tener un hijo así, los
educadores un alumno así, y los jóvenes, un amigo así.
Domingo Savio, llenó su vida, y su entorno, de bondad, belleza y felicidad. Era chico
avispado, de ingenio despierto, dispuesto a aprender, a crear sinergias entre los
compañeros a los que hacía amigos, a los que estimulaba para ser mejores personas,
mejores estudiantes, solidarios, atentos a las necesidades de los otros.
“Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”, repetía con gracia y
convicción, seguro de convencer a sus compañeros y amigos. La frase, como se ve,
dice más que lo que tantas veces hemos oído y repetido: “un santo triste es un triste
santo”.
Para este santo de 15 años, la santidad es y se expresa en la alegría. La que nace del ser,
llena el ser y se proyecta en la vida. Todos entendemos-también los jóvenes- que esto es
posible, sin recurrir al alcohol, a la droga, al sexo, a la violencia, al libertinaje...
Decía Pemán: “La virtud más eminente es hacer sencillamente lo que tenemos que
hacer”.
La felicidad mayor nace del bien hecho, mejor, del bien ser, de una conciencia
tranquila, de la responsabilidad y el servicio, de la ayuda al necesitado, del no desear
más que lo bueno, lo bello, lo verdadero, lo que está al alcance. Saber disfrutar de lo
cotidiano, de los detalles, de lo insignificante.
Eso se puede vivir sin fe, desde un ateísmo auténtico y constructivo. Pero se puede vivir
mejor, con un tinte particular, desde el plus que da la fe, desde la convicción y felicidad
que da saber que Dios ama a cada uno y saber que la felicidad crece al amar a Dios y
amar a los demás. En ese contexto, surge como necesidad, como gozo, la oración, la
vivencia de los sacramentos, el seguimiento de Cristo y la preocupación por los
hermanos.
Los que saben algo más de Domingo Savio, dicen, no sin cierta razón, que la materia
prima era excelente pero, claro, en manos de un educador artista como san Juan Bosco,
de lo más valorado en la pedagogía de todos los tiempos, es menos difícil llegar a tal
grado de santidad. Porque Domingo se puso en sus manos “para que hiciera de él un
buen traje para el Señor”.
La santa Madre de don Bosco, “Mamá Margarita”, como todos la llamaban, mujer de
campo, con una intuición y un sentido común nada común, que conocía muy bien a
todos los alumnos porque estaba con ellos y les atendía, dijo a su hijo Juan: “Hijo, hay
excelentes muchachos en el colegio, pero sin duda el mejor es Domingo Savio”.
Si el amor, la lucha por la libertad, la justicia y la igualdad. Si la responsabilidad, la
profesionalidad...son tan exigentes. ¿Por qué los padres, los educadores, la Iglesia bajan
tanto el listón de los ideales y exigencias? ¿No creen en la calidad del mensaje? ¿No
creen en la capacidad de los jóvenes? ¿De quién es el pecado?
Su categoría humana y su talla espiritual de joven cristiano, le hacían admirable,
admirado. Arrastraba.
Murió con 15 años recién cumplidos. Don Bosco mismo escribió una preciosa vida del
joven santo, que puso en manos de los compañeros alumnos. Quiere decir que no pudo
inventar bondades ni milagros.
Había nacido en Riva de Chieri, Piamonte italiano, en 1842. Murió en 1857, con una
muerte prevista, preparada y admirable.
Su nombre e influencia han estado siempre vivos entre los miles de jóvenes del mundo
salesiano. Y por joven, presente en la Iglesia universal.
¡Qué gran servicio a la sociedad si se les propusiera a los jóvenes como amigo a conocer
e imitar al menos en alguna de sus muchas facetas!
La Iglesia lo puso como modelo e intercesor de los jóvenes al canonizarlo en 1954.
Aquí y allí han surgido los Amigos de Domingo Savio que mantienen su espíritu, que se
encomiendan a él, lo celebran, le cantan y lo imitan. Son felices en ese camino y
empeño. Que nadie les discuta su felicidad y que nadie intente robársela. Saben que han
elegido lo mejor.
Ahora están que vibran porque las reliquias de Domingo Savio han venido a Andalucía
y Extremadura. Casi un mes. Del 25 de abril al 22 de mayo. En Italia fue un exitazo.
Superó con mucho las expectativas.
El día 8 de mayo, se espera un lleno total de jóvenes en la catedral de Sevilla en una
celebración presidida por el cardenal Carlos Amigo, que ha escrito con tal motivo, una
carta pastoral.
Y, ya se sabe, cuando los jóvenes dicen sí, nadie los para. En la urna que llega se podrán
ver sus restos, en la gran urna de la catedral se verá su espíritu. En el templo de la vida,
se seguirá viendo la vivencia de tantos jóvenes seguidores.
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