TRABAJO SOBRE HUME Y PLUS DE KANT

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TRABAJO SOBRE HUME Y PLUS DE KANT
DISTINCION ENTRE IMPRESIONES E IDEAS
Uno de los pilares más importantes que sustentan el sistema de Hume, y que sin el cual no podríamos
comprender ningún escrito del autor, es la relación que existe entre percepción − impresión − idea.
Por lo que respecta a la percepción, hemos de saber que percibir es tener información que nos proporcionan
nuestros sentidos, y que de ésta información se tiene una impresión de un objeto. Esta impresión es fuerte y
vivaz, porque lo estamos sintiendo en ese momento, y por lo tanto, de esta impresión se deriva una idea o
impresión débil. Para mejor entendimiento nada más fácil que distinguir entre impresión (sentir) e idea
(pensar).
Una vez entendido qué significan cada cosa por separado, hay que hacer hincapié en la importancia que tiene
dentro del método instrumental que utiliza Hume: Para que se produzca una idea o tengamos conciencia de
ella, tiene que haber existido anteriormente una impresión que se derive en ella, y por lo tanto, si ha existido
una impresión es porque has tenido una percepción del objeto, por lo que, concluyendo, para que una cosa
exista ha de haber una percepción que produzca una impresión y que concluya en una idea, esto quiere decir
que si no hay percepción no hay impresión luego no hay idea y por consiguiente no existe.
Este método es importante debido a que es el que Hume utiliza para hacer sus críticas, bases de sus escritos.
Posteriormente, otro dato a destacar es la distinción que hace Hume de las impresiones e ideas, en las que
asegura que pueden ser simples (o básicas) o complejas (más concretas).
Las ideas complejas están compuestas de varias ideas simples, por ejemplo: una idea simple es el color verde,
la cual no se puede descomponer en más ideas, mientras que una idea compleja es una manzana, la cual la
podemos descomponer en la idea del gusto, del color, del tacto, etc....
Con esto concluimos la tesis sobre las percepciones del alma.
RELACIONES DE IDEAS Y DATOS DE HECHO.
Hasta ahora hemos visto la distinción entre impresiones e ideas, que es una distinción que se refiere a los
elementos del conocimiento. Pero no conocemos la validez de las ideas complejas. Hume distingue también
dos tipos o modos de conocimiento, dos formas de hacer ciencia.
• Por relación entre ideas. Aunque todas las ideas tienen su fundamento en impresiones, podemos
tener conocimiento de las ideas sin necesidad de recurrir a las impresiones. Es por ejemplo, el
conocimiento seguro y necesario propio de la Lógica y las Matemáticas, prescindiendo de la realidad
sus proposiciones son siempre verdaderas, son conocidas a priori (la suma de los ángulos de un
triángulo es 180º). Dan lugar a las formulaciones analíticas y necesarias (aquellas proposiciones en las
que su negación implica contradicción), esto quiere decir que su contrario no existe, es improbable.
• Por cuestiones de hecho. Además del conocimiento que tenemos como relación entre las ideas,
tenemos otro conocimiento de hecho basado en las impresiones. Es el conocimiento que tengo de las
cosas que me rodean. La evidencia de verdad de estas cuestiones no es de la misma naturaleza que el
anterior. Es un conocimiento imperfecto, creencia, probable, pero que otorga el conocimiento práctico
suficiente para la vida. Este conocimiento sólo puede tener justificación en la experiencia, en las
impresiones y sólo pueden ser conocidas a posteriori, su justificación se fundamenta en las relaciones
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de causa y efecto que estudiaremos a continuación. Al basarse en la experiencia, su contrario no
implica contradicción, y por lo tanto es posible− Por ejemplo, si una persona tira penaltis y hasta
ahora los ha metido todos, el próximo que tire tú creerás que lo va a meter, pero como no es seguro
100% puede resultar que lo falle (hay contrario).
CRITICA AL PRINCIPIO CAUSA − EFECTO.
El principio antológico causa efecto lo podemos definir de la siguiente manera: Para todo efecto tiene que
haber una causa que lo produzca, por ejemplo, estamos de acuerdo que un hijo es el efecto de sus padres, que
son la causa.
De otro modo: veamos una bola de billar dirigirse hacia éste principio, al igual que hace críticas de la mayoría
de las cosas, hasta de la propia libertad. Hume define la causa como energía, es decir, para que la bola
segunda se haya movido, la primera le ha tenido que transmitir una energía. Pero he aquí la gran proposición
de Hume siguiendo su sistema: La energía no la podemos percibir, no podemos ver, ni sentir como pasa la
energía de una bola a otra, y por lo tanto no hay impresión y como resultado no hay idea, no existe. Hume
llega a la conclusión de que no existe el principio antológico causa−efecto porque no existe percepción.
Una vez criticado y afirmado que no existe, Hume va más allá y asegura que aunque no exista la necesitamos
para vivir, se tiene que utilizar para explicar las cosas del día a día y los sucesos que ocurren, por lo que a
nivel de la mente es bueno, en cuanto a funcionamiento. El hombre busca certeza, seguridad, y por lo tanto se
necesita.
El ser humano está acostumbrado a las cosas, a ver cómo ocurren los sucesos en la naturaleza, por lo que
puede hacer proposiciones manteniendo éste principio, tema que trataremos en la siguiente tesis, en la que
veremos la piedra que sostiene el muro de Hume.
EXPERIENCIA O COSTUMBRE; CREENCIA
Llegamos a la conclusión más importante a la que llega Hume, la experiencia. Hume asegura que todos
nuestros racionamientos se deben a ella, es decir, que si no hemos experimentado una cosa, no podemos saber
cómo va a reaccionar. Además asegura que hay que basar únicamente el conocimiento en la experiencia y en
la observación; el ámbito del conocimiento debe estar limitado a la experiencia humana.
Un claro ejemplo que da Hume para el mejor entendimiento de ésta teoría, es la de las bolas de billar:
imagínate sobre un tapete dos bolas de billar, la una se dirige hacia la otra, la toca, y ésta última se desplaza en
una dirección. Ahora volvamos a hacer el experimento en unas circunstancias semejantes, y vemos que se
repite la misma operación. Por tanto, la próxima vez que veamos en una conjunción constante la misma
situación, de haberlo experimentado, nuestra mente se anticipará a nuestra vista y deducirá que la acción en un
lugar y tiempo semejante tendrá unos resultados similares, a esto último se le llamará creencia
Hume asegura que el ser humano no puede explicar el mundo desde la razón, sino que todo conocimiento se
deriva de la experiencia o costumbre; todo se produce por el principio de causa− efecto, aunque hayamos
visto que no exista, por tanto si la causa reúne: contigüidad (espacio y tiempo), prioridad (antes la causa que el
efecto) y conjunción constante (en unas condiciones semejantes obtendremos resultados similares), si reúne
éstas tres características, podremos decir que se trata de la experiencia.
Otra cuestión a la que le tenemos que hacer más hincapié es en la de la creencia. Como hemos podido
observar con el ejemplo de las bolas de billar, la creencia surge de la experiencia, es un conocimiento, pero la
creencia no aporta más conocimiento, sino que tan sólo se limita a lo que hemos presenciado con anterioridad
con las tres características mencionadas. La cualidad de la que dispone la creencia es el convencimiento o
certeza de que el pasado se va a volver a repetir, pero también hemos de tener cuidado con las proposiciones
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de datos de hecho (admiten contrario), ya que podemos estar convencidos de que una cosa va a pasar de una
manera y frente a nuestro asombro ocurre totalmente lo contrario; por ejemplo, puedo meter todos los penltis
que he tirado hasta ahora, y por lo tanto nuestra experiencia crea la certeza de que el próximo penalti que voy
a tirar lo voy a marcar, pero cabe la posibilidad de que no sea gol y lo falle (poco probable, pero la hay), y por
lo tanto hemos de jugar con ese doble sentido.
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