T.M. N° 103 - Enfermedades GI Frecuentes

TEMA MÉDICO Nº 103
ALTERACIONES FRECUENTES DEL APARATO DIGESTIVO. 2° SECCIÓN.
EL SISTEMA DIGESTIVO
Continuando con nuestra última comunicación, donde se explicaron algunas
generalidades del sistema digestivo y las enfermedades más comunes que
afectan su parte alta (esófago y estómago), en este artículo, se abordarán las
que comprometen al denominado sistema digestivo bajo, integrado por el
intestino delgado (yeyuno e ileon), intestino grueso (colon ascendente, transverso
y descendente), recto y ano.
SÍNDROME DE INTESTINO IRRITABLE.
El síndrome del intestino irritable (SII) o síndrome de colon irritable, es un problema
digestivo que afecta hasta el 15% de los adultos a lo largo de la vida. Es más
frecuente en las mujeres y se estima que en el 50% de los casos, su comienzo es
antes de los 35 años, siendo muy poco frecuente que se inicie más allá de los 50
años.
Este síndrome es un trastorno funcional por lo que, los resultados de los
exámenes practicados, no revelan una causa en la estructura del intestino. Las
personas afectadas por este síndrome, no corren un mayor riesgo de desarrollar
otras enfermedades, tales como el cáncer de colon.
El SII se caracteriza por:
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Distensión abdominal.
Dolor abdominal (cólicos intestinales, espasmos, retortijones).
Constipación.
Diarrea (generalmente posterior a una ingesta).
Necesidad urgente de evacuar, después de haberlo hecho.
Cambios en las deposiciones (cambios en la forma, consistencia y
expulsión de moco junto con las heces).
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En la actualidad, se desconocen las causas exactas que originan este síndrome,
pero se cree que existe cierta predisposición genética asociada a factores
psico-sociales y ambientales.
Algunos factores desencadenantes como el estrés, las comidas abundantes, las
ricas en grasas o fibras, pueden empeorar la sintomatología del SII. En las mujeres,
el cuadro puede empeorar durante el período menstrual.
La mayoría de las veces, el médico puede diagnosticar el SII guiándose por los
síntomas, con pocos o ningún examen.
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas. Los cambios en el estilo de vida,
pueden ser útiles en algunos casos de SII. Por ejemplo, el ejercicio regular, el
mejoramiento en los hábitos de sueño y las técnicas de relajación, pueden
reducir la ansiedad y ayudar a aliviar la sintomatología.
Los cambios en la alimentación pueden ayudar a su mejoría; sin embargo, en
general, no se puede recomendar una dieta específica para este síndrome,
debido a que la afección difiere de una persona a otra. Los siguientes cambios
pueden aportar mejoría:
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Evitar el alcohol, el café, y las bebidas colas.
Evitar las comidas abundantes. Puede ser beneficioso hacer 5 comidas al
día, de raciones más pequeñas, en lugar de 3 copiosas.
Disminuir la ingesta de trigo, centeno, chocolate, y productos lácteos.
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De acuerdo con cada caso, el médico puede prescribir algún medicamento
para aliviar los síntomas. Por ejemplo:
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Antiespasmódicos como la hioscina para aliviar los cólicos y los dolores
abdominales.
Antidiarreicos como la loperamida, cuando el síntoma predominante es la
diarrea.
Laxantes, cuando el síntoma predominante es la constipación.
Medicamentos específicos para el manejo de los síntomas como la
trimebutina y el tegaserod.
Para tener en cuenta
La aparición de deposiciones con sangre y/o perdida sostenida en el peso son
motivos evidentes para una nueva consulta con su médico.
CONSTIPACION.
Se define constipación cuando una persona tiene 3 o menos evacuaciones en
una semana. Algunas personas, con un ritmo evacuatorio habitual, inferior a 3
deposiciones por semana, pueden presentar constipación cuando su ritmo
evacuatorio habitual disminuye.
Todas las personas tienen constipación alguna vez en su vida. La mayoría de los
casos, dura poco tiempo y no requiere ningún tratamiento específico.
La constipación requiere tratamiento cuando genera malestar abdominal,
distensión, esfuerzo evacuatorio o evacuación dolorosa.
Algunas condiciones médicas como el embarazo o el consumo de algunos
medicamentos pueden generar constipación. Las personas con hipotiroidismo, y
diabetes mellitus son propensas a sufrir constipación.
Existen algunas pautas para prevenir el estreñimiento. Incluyen estas:
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Comer más frutas, verduras y granos, que son ricos en fibra.
Beber abundante agua y otros líquidos (2 litros por día).
Hacer ejercicio físico.
Tomarse el tiempo para evacuar cuando lo necesite.
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Para el tratamiento médico existen varios tipos de laxantes, que actúan por
diferentes mecanismos, algunos son similares a las fibras aumentando el volumen
de heces y haciendo que éstas sean más blandas. Otros aumentan la
concentración de líquido en el tracto intestinal, favoreciendo la evacuación y
otros aumentan la motilidad intestinal.
Para tener en cuenta
Consulte con el médico antes de tomar medicamentos de venta libre.
El tratamiento con laxantes debe ser indicado y supervisado por un médico,
dado que éstos pueden generar dependencia y empeorar la constipación a
largo plazo.
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