El rendimiento de los cultivos cayó en un 15 por ciento, indica la CAO La sequía causa alarma entre agropecuarios de Santa Cruz La Prensa www.laprensa.com.bo La Paz - Bolivia 04 de agosto de 2005 Santa Cruz / El Deber La sequía por la falta de lluvias en julio en Santa Cruz azota a los cultivos de soya, girasol, trigo, sorgo, frejol y maíz, cuyo rendimiento promedio cayó un 15 por ciento. Además, una brusca reducción de pastura y agua afecta a 2,1 millones cabezas de ganado del departamento. La base de datos de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) presenta un panorama de alto riesgo: no se salvó ni un cultivo de la caída en su rendimiento por hectárea: el trigo cayó de dos a 1,7 (15 por ciento) de toneladas métricas por hectárea, el girasol de 1,5 a 1,2 (20 por ciento), el sorgo de 3,14 a 2,5, el frejol de 1,4 a 1,2 y el maíz de 4,5 a 3,6 toneladas por hectárea, afirmó el gerente del organismo, Edilberto Osinaga. Respecto del efecto en el hato ganadero, se informó que las pasturas se secan rápidamente y las lagunas y atajados también, poniendo en serio riesgo el abastecimiento de carne al mercado regional y nacional. El vicepresidente de la CAO, Mauricio Roca, alertó que falta agua en todo el departamento y que si se prolonga la sequía, en tres semanas, puede haber pérdidas para el sector. Las provincias Chiquitos, Guarayos, Núflo de Chávez y Cordillera son las más afectadas. En cambio, en Santistevan, Ichilo, Sara y Warnes, además de Vallegrande, Florida y Caballero, hasta el momento no hay efectos negativos. La lluvia, según la Administración Autónoma de Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA), apenas asomará a Santa Cruz el sábado por la tarde con una probable precipitación pluvial de 3 a 5 milímetros. En la comunidad Jhaanaiwa, ubicada a 30 kilómetros al sur de San Julián, hay preocupación en los agricultores porque las plantas de girasol, soya y sorgo se mueren por falta de agua. “Según algunos datos preliminares, la zona de Jhaanaiwa es la más afectada por la falta de humedad y se perderán aproximadamente 400 hectáreas de girasol y 500 de sorgo. Aunque el girasol contrarresta con el precio que oscila entre los 200 dólares la tonelada”, indicó José Luis Ávila, técnico de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo. El problema de la sequía también se siente en las aguas de los ríos del Beni, cuyo nivel marca uno de los más bajos registrados hasta el momento, lo que hace difícil la navegación de embarcaciones grandes, especialmente en la cuenca del Ichilo, manifestó Luis Philips, hidrólogo del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica. En el norte y el valle, sin líos Santa Cruz / El Deber En la zona productora de las provincias del norte integrado (Warnes, Sara, Santistevan e Ichilo) no hay problemas de falta de agua. Los afluentes cuyas aguas riegan los cultivos son el Piraí, Guendá, Surutú, Grande, Yapacaní y varios más. También hay sistemas de riego y atajados, y pozos comunitarios y de los productores. En los valles del departamento, la consolidación de proyectos de riego ha minimizado hasta ahora, en las provincias Florida, Vallegrande y Caballero, los efectos de la sequía. En esa zona se han optimizado los sistemas de riego, tanto en la represa de Comarapa y de Saipina como en Vallegrande, así como los atajados comunitarios. Los efectos de la sequía empiezan a llegar al país Clima. La CAO alerta sobre los cultivos de invierno y el hato ganadero cruceño. En el río Beni se registró el nivel más bajo de aguas. El reporte de Searpi asegura que en el Piraí y Río Grande hay normalidad La sequía por la falta de lluvias en julio pasado, como todos los años, azota a los cultivos de soya, girasol, trigo, sorgo, frejol y maíz, cuyo rendimiento promedio cayó un 15% además de una brusca reducción de pastura y agua para los 2,1 millones de bovinos del departamento. La base de datos de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), a decir de su gerente, Edilberto Osinaga, refleja un panorama de alto riesgo: No se salvó ni un cultivo de la caída en su rendimiento por hectárea; el trigo cayó de 2 a 1,7 (15%) de toneladas métricas por hectárea, el girasol de 1,5 a 1,2 (20%), el sorgo de 3,14 a 2,5, el frejol de 1,4 a 1,2 y el maíz de 4,5 a 3,6 toneladas por hectárea. Respecto al efecto en el hato ganadero, se Impacto. Una parte de los cultivos de San Julián informó de que las pasturas se secan comienzan a morirse por falta de agua. Hay rápidamente y las lagunas y atajados también alerta en los agricultores ponen en serio riesgo el abastecimiento de EL DEBER carne al mercado regional y nacional. El vicepresidente de la CAO, Mauricio Roca, alertó que falta agua en todo el departamento y que si se prolonga la sequía, en tres semanas podría haber pérdidas para el sector. Las provincias Chiquitos, Guarayos, Ñúflo de Chávez y Cordillera son las más afectadas. En cambio, en Santistevan, Ichilo, Sara y Warnes, además de Vallegrande, Florida y Caballero hasta el momento no hay efectos negativos. La lluvia, según la Administración Autónoma de Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana), apenas asomará a Santa Cruz el sábado por la tarde con una probable precipitación fluvial de 3 a 5 milímetros. En la comunidad Jhaanaiwa ubicada a 30 kilómetros al sur de San Julián, hay preocupación en los agricultores porque las plantas de girasol, soya y sorgo se mueren por falta de agua. Germán Willer, un menonita de Jhaanaiwa, exteriorizó su desazón al decir que para la próxima campaña no piensa sembrar ni un grano y que debe más de $us 10.000. "Según algunos datos preliminares, la zona de Jhaanaiwa es la más afectada por la falta de humedad y se perderán aproximadamente 400 hectáreas de girasol y 500 de sorgo. Aunque el girasol contrarresta con el precio que oscila entre los $us 200 la tonelada", indicó José Luis Ávila, técnico de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo). El problema de la sequía también se deja sentir con fuerza en las aguas de los ríos del Beni cuyo nivel marca uno de los más bajos registrados hasta el momento, lo que hace difícil la navegación de embarcaciones grandes, especialmente en la cuenca del Ichilo que sólo permite medio calado. Esta afirmación corresponde al hidrólogo del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica (Semena), Luis Philips. Las embarcaciones parten de Puerto Villarroel hasta la desembocadura del río Chapare y deben hacerlo con media carga porque no pueden desplazarse con normalidad debido a los peligros que pueden enfrentar en caso de arriesgarse un poco más. En consulta efectuada al director del Searpi, Wálter Noé Angus, el nivel de aguas es considerado normal. También da cuenta de que en Colorado el nivel alcanza a 13 centímetros, en la Angostura 10, Espejos 22 y La Bélgica 68. En el Río Grande también mantiene los mismos niveles de 2004 alcanzando a 1,96 metros. Situación de las regiones Cordillera Hay acciones estructuradas Aunque la zona chaqueña aún no ha sido declarada oficialmente zona de desastre por la sequía, este fenómeno afecta a casi la mayoría de las comunidades que no tiene un sistema de dotación de agua o si algunas lo tienen es muy precario. Con el apoyo de Unicef y Caritas, se encaran labores para combatir la sequía. / TB Ñuflo de Chávez Pide auxilio a la Prefectura Para evitar que las comunidades campesinas sufran por la sequía, la Subprefectura de Ñuflo de Chávez pidió a la Prefectura la dotación de camiones cisterna para el traslado de agua a las zonas afectadas. El subprefecto, Jorge Oyola, dijo que la mayoría de las comunidades se provee de agua de atajados y norias que dependen de las lluvias. / CH Chiquitos En San José hay escasez En Chiquitos, la sequía no sólo está afectando a más de 35 comunidades sino también a la población urbana donde hace una semana hay racionamiento de agua.La cuenca del Sutó, que es la que provee a los josesanos está casi seca y los atajados, de las que se abastecen las comunidades indígenas, están por secarse. / RG Guarayos Río Blanco está casi seco En Guarayos existe alarma porque tal como van las cosas, la sequía de este año parece que será la peor de la historia en la región. Hasta ahora, las comunidades más afectadas son las de Limoncito y Los Chacos. También los cantones de Cureré y Salvatierra en Urubichá. Sus pobladores se proveen del río Blanco,que está casi seco. / DA Valles El riego minimiza los efectos En la zona de los valles, la consolidación de proyectos de riego ha minimizado hasta ahora, en las provincias Florida, Vallegrande y Caballero, los efectos de la sequía. En esa zona se han optimizado los sistemas de riego, tanto en la represa de Comarapa y Saipina como en Vallegrande y los atajados comunitarios. / JCA Norte No se siente la sequía En la zona productora de las provincias del norte integrado (Warnes, Sara, Santistevan e Ichilo), no hay problemas por falta de agua. Los proveedores son los ríos Piraí, Guendá, Surutú, Río Grande, Yapacaní y varios más. También hay sistemas de riego, atajados y pozos comunitarios y de los productores. / el norte