FISCAL VIANA PRIMERA DENUNCIA

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DEMANDA.-
Sr.
JUEZ
LETRADO
DE
PRIMERA
INSTANCIA
EN
LO
CIVIL
DE
SEGUNDO TURNO.El Ministerio Público - Fiscalía Letrada de la República, Nacional, en lo Civil de Tercer Turno, en los
autos caratulados "FISCALIA LETRADA EN LO CIVIL DE 3º TURNO
Contra PODER EJECUTIVO - M.V.O.T.M.A.", ficha 2-1507/2005,
DICE:
Deduce demanda de juicio contencioso-ordinario,
anticipatorio o preventivo de daños contra el medio ambiente, -pretensión de protección del medio ambiente-, contra el ESTADO, PODER EJECUTIVO - MINISTERIO DE VIVIENDA, ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE, con domicilio constituido en los obrados, para que se lo declare responsable por la omisión en el cumplimiento de su deber
fundamental de protección del medio ambiente, y para que, consecuentemente, se lo condene a su observancia en los
términos
que
se
expresarán;
-todo,
en
virtud
de
las
siguientes consideraciones.LOS ANTECEDENTES.
1. Estas actuaciones se iniciaron con sendas peticiones
de
diligencias
preparatorias
con
las
cuales
se
persiguió que el demandado P.E.- M.V.O.T.M.A., informara en
relación
a
la
instalación
de
1
la
industria
de
celulosa
denominada
"BOTNIA",
y
además
con la agregación de los
antecedentes administrativos que poseyera a su respecto.
Los
consecuentes
requerimientos
judiciales
fueron
desobedecidos. La Administración requerida, y ahora, demandada se negó a hacerlo. Nada informó a la Justicia acerca
del referido emprendimiento industrial, siquiera se animó a
hacerlo someramente. Ni agregó los antecedentes reclamados;
ni siquiera se dignó en aportar un simple testimonio a la Justicia.
Mientras la actual Directora Nacional de Medio Ambiente, Ing. Agr. ALICIA TORRES expresaba: "Esta gestión será más transparente y participativa porque habrá mayor comunicación hacia afuera de la Dinama" (Semanario
de
abril
de
2005),
"BUSQUEDA", de 28
días después, en comentario, para con el
requerimiento de la Justicia, el Subsecretario del M.V.
O.T.M.A., Arq. JAIME IGORRA, decía: "cualquiera que quiera
verlo, aunque tengo dudas que se pueda sacar (...) sea
quien sea se lo puede llevar. Si Agapito Menecucho viene
acá,
y
me
pide
para
ver
el
expediente,
lo
hace,
fiscal, que es un personaje, ¿ cómo no va a poder ?"
este
["Ultimas
Noticias", del 17 de mayo de 2005].
Más adelante se describirán las consecuencias jurídicas que tendrá, en la presente causa, la acreditada negativa de cooperación.
2
No obstante, va de suyo que tal contumaz falta de
colaboración con la Justicia no puede constituir una obstrucción
hábil
imposibilitado
para
el
que
esta
ejercicio
de
Fiscalía
la
Letrada
defensa
del
vea
medio
ambiente que le corresponde por deber.
Sabido es que la Administración Pública demandada,
encontrándose constitucionalmente obligada a impedir que se
realicen actos que ocasionen una contaminación grave al medio ambiente, sin embargo, ha consentido y promovido la instalación de sendas industrias de celulosa dentro del territorio nacional, cada una de las cuales ocasionará la
reconocida verificación de una serie de impactos negativos
y de gran entidad para cierto hábitat del país. Como se explicará-, si -ya de por sí- el asentamiento en el país del
emprendimiento
industrial
de
BOTNIA
deviene
incompatible
con los exigentes mandatos de Derecho Ambiental uruguayo,
más aún lo es ante la inhabilidad para su control que la
propia Administración demandada ha confesado, públicamente.
A ello, se une que las mencionadas conductas de la Administración, de consentimiento y de promoción de ese emprendimiento industrial, transgreden, de modo flagrante, aquel su
deber
fundamental
de
protección
del
medio
ambiente.
Justamente, al deducirse la presente demanda, lo que se
procura es el pleno acatamiento de ese deber público y por
parte del Sujeto de Derecho constitucionalmente obligado.
3
LOS HECHOS.
2. En el predio correspondiente al padrón Nº 1569,
de la 1ª Sección Catastral del Departamento de Río Negro,
adyacente a la costa del Río Uruguay, y a corta distancia
de la ciudad de Fray Bentos, se ha empezado a construir una
fábrica de celulosa Kraft, tipo ECF.
A nivel científico mundial es plenamente reconocido
que la denominada industria de pasta para papel es la industria que en el planeta más agua utiliza por tonelada producida, asimismo, es la quinta consumidora de energía, y
se ubica entre las mayores contaminantes del aire y del
agua, y también del suelo, asi como es responsable de los
gases que causan el cambio climático.
2.1. El citado emprendimiento está a cargo de las
firmas BOTNIA S.A. y BOTNIA FRAY BENTOS S.A., -conjunto
económico filial de una empresa industrial proveniente de
Finlandia, OY METSA BOTNIA AB. En el Uruguay el domicilio
de su administración se ubica en la calle 25 de Mayo Nº
455, piso 4, en la ciudad de Montevideo.
En concreto, se trata de una industria que se dedicará a la producción de pulpa o pasta (celulosa), como materia prima a partir de la madera (forestación) destinada
a
la
elaboración
sofisticados
materia
de
procesos
forestal,
y
papel.
químicos
de
los
4
Entrañará,
para
el
cuales,
en
esencia,
blanqueo
de
la
reconocida
y
manifiestamente, no se tiene experiencia ni conocimiento en
el país. Para colmo, se indica que será la de mayor volumen
de producción de celulosa en el mundo, que no hay otra
igual, o sea, que ni siquiera la empresa privada posee
antecedentes sobre su futura operativa y gestión ambiental,
y
menos
aún
en
un
entorno
como
el
que
supone
su
emplazamiento geográfico en el Uruguay, bastante diverso al
de la nórdica Finlandia.
En la fábrica cuestionada el proceso industrial es
el denominado Kraft (pasta química al sulfato), tipo ECF
que supone para la cocción y el blanqueo de las astillas de
madera la utilización de importantes cantidades de substancias
químicas
de
alta
toxicidad
y
actuando
sobre
los
citados elementos vegetales; entre otras, y a saber: dióxido
de
cloro,
soda
cáustica,
oxígeno,
peróxido
de
hidrógeno, ácido sulfúrico, metanol, urea, etc.. La sigla
ECF, -"Elemental Chlorine Free"-, libre de cloro elemental,
significa que, en el proceso, si bien no se utiliza el
cloro en su estado molecular o gaseoso, sin embargo, sí se
emplea dióxido de cloro.
La empresa ha desestimado la adopción del procedimiento TCF, "Total Chlorine Free", -totalmente libre de cloro-, o de un proceso o tecnología de fábrica cerrada,
TEF, "Total Efluent Free", -totalmente libre de efluentes-.
Así, ha descartado la aplicación de, -cualquiera de las dos
5
antes
mencionadas-,
tecnologías
menos
contaminantes.
Ni
ella ni la parte demandada han explicitado argumentos a ese
respecto.
2.1.1. La motivación esencial del por qué se verifica la instalación de una industria de celulosa como BOTNIA en el Uruguay se compone, en realidad, de una cadena de
razones
que
gira
entorno
al
poderoso
atractivo
de
la
generosa existencia del clamado recurso natural agua dulce
en el territorio del Uruguay. Es el agua dulce presente en
la
humedad
de
los
suelos
ricos
del
país
y
en
las
provisiones hídricas superficiales y subterráneas, y que
alimentan
a
los
eucaliptos,
preparados
genéticamente
y
plantados para consumirla con ferocidad y así crecer de
mejor modo y en menor tiempo. Es el agua dulce del Río
Uruguay.
Río
aprovisionador
Uruguay,
de
tal
que
insumo
servirá
clave
cual
en
todo
notable
proceso
industrial de celulosa y que todavía le será concedido en
forma gratuita. Y es, también, el Río Uruguay como muy propicia vía de escape para los efluentes líquidos contaminados, que, inevitablemente, se generan en el mismo. Se
da la trágica peculiaridad de que el hoy más escaso en el
mundo,
y
por
ello
estimado,
recurso
agua
dulce
será
empleado en grandes cantidades por estas dos industrias de
celulosa (por día llegarán a consumir lo que la ciudad de
Fray
Bentos
consume
de
agua
6
potable
en
un
mes),
y,
enseguida,
devolverán
al
Río,
un alto
porcentaje de lo
consumido, pero no en el mismo estado, sino que desmejorado.
Ya
no
será
agua
dulce,
sino
un
líquido
tóxico,
envenenado, en un estado ambientalmente inferior.
Y no olvidar: que el Río y sus aguas son, por obra
de la Naturaleza, a esa altura geográfica, bienes comunes o
compartidos con la República Argentina.
Puede decirse que, de múltiples maneras, la industria
de
celulosa
contribuye
a
la
degradación
y
el
agotamiento del recurso natural más abundante de la región
y más escaso y preciado, hoy, en el planeta.
Obviamente, el agua dulce ya no abunda en Europa;
precisamente, las industrias de la pulpa y del papel son algunas
de
las
responsables
principales
para
que
ello
acontezca. Y no abunda siquiera para el consumo humano.
Sólo habría que preguntarse si en Finlandia y en España se
bebe tranquilamente el agua de la canilla, como aquí en el
Uruguay puede todavía cualquier habitante de la República.
Un suministro seguro y abundante de agua dulce es un
componente esencial para cualquier operación convencional
del proceso de fabricación de pasta para papel.
Así ha sido reconocido por el apoderado de BOTNIA,
CARLOS FAROPPA, quien ha señalado como motivaciones para la
instalación de su mandante en estas tierras: "La calidad de
sus buenos ríos, agua en abundancia (...)"
7
(Diario "La República",
de 30 de junio de 2005).
Mas recientemente ante Senadores de la
República indicó: "(...) no se elige Finlandia porque sus
recursos forestales están acotados y, además el recurso
eucalipto es imposible de generar como vegetal porque no
crece en países fríos (...) Por otra parte, la empresa hizo
un
proceso
transfiriéndola
transparente
a
todos
y
los
serio
partidos
de
información,
políticos
(...)
Algunos de ustedes recordarán que fui visitando cada uno de
los despachos de los señores Legisladores, simplemente para
informarlos sobre el proyecto"
[Versión Taquigráfica - Distribuido Nº
369/2005, de 23 de agosto de 2005, Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores].
En su momento FERNANDO GARCIA RIVERO, Director General de Celulosas MBOPICUA-ENCE, lo expresó, con mayor claridad:
"(...) Europa representa el 50 % del mercado mundial
de la celulosa y España es deficitaria en eucaliptos. Llegó
el momento en que nos preguntamos cuánto iban a durar las
fábricas españolas con mano de obra cara y escasa materia
prima. Se nos acababa la cuerda. Miramos el planeta para
ver donde coños plantábamos una fábrica de celulosa. La
opción era Tasmania o el Río de la Plata. Existen como 600
especies de eucaliptos a nivel mundial, pero para hacer
celulosa de buena calidad no hay mejor lugar que esta zona
y este país tiene una bendición biológica de la que no se
8
han
dado
cuenta
todavía
(...)
el
gobierno
uruguayo
da
cabida a los eucaliptos y éste es un privilegio en el planeta (...)"
["Búsqueda", de 28 de octubre de 2004].
Y, todavía remarcó el interés por la citada bendición biológica. Al ser preguntado acerca de "Por qué Ence
ha aportado dinero a los partidos políticos", respondió:
"Hemos
ayudado
económicamente
porque
entendemos
que
así
ellos se consolidan y se refuerza la democracia de este
país. Eso es algo que nos viene muy bien y queremos que
ocurra
(...)
Le
hemos
dado
10.000
dólares
a
cada
uno"
["Búsqueda", idem anterior].
2.1.2. Otra causa concomitante, tan esencial, como
la antes descripta, y que se explicará más adelante, se refiere a un fenómeno global de diversidad en las exigencias
o requerimientos ambientales y que algunos califican de
"dumping
ecológico".
(1)
Por
un
lado,
al
"apriete
am-
biental" que la industria de la celulosa, -como una entre
las
del
elenco
de
las
consideradas
más
contaminantes-,
viene padeciendo en Europa, lo que provoca, (2) por otro, y
ante la capacidad de producir más, la fuga o el simple
traslado
de
la
misma
hacia
estos
lares,
donde
se
les
asegura su recepción con una mayor "flexibilidad ambiental"
más otras ventajas comparativas. Se aclara no se trata de
una
emigración
instalaciones
total.
No
existentes,
se
para
9
expulsa
las
que
y
emigran
todavía
se
las
les
conserva
un
nicho.
Bajo
el
conveniente
rótulo
de
in-
versiones-, en la Europa contaminada la estrategia consiste
en fomentar su salida hacia una América del Sur menos desarrollada,
y
ergo,
tenciales
nuevas
menos
contaminada,
instalaciones,
ya
de
no
aquellas
po-
ambientalmente
aceptables en el Viejo Continente y porque contribuirán a
superar los límites de tolerancia. Y con este fenómeno, se
conjuga,
asimismo,
la
siguiente
realidad.
El
proceso
histórico del agotamiento de los recursos naturales en Europa ocasionado por parte de la industria ha alcanzado los
umbrales de la no tolerancia. No ocurre lo mismo en América
del Sur donde se perciben márgenes diferentes para repetir,
sin
costos,
igual
proceso,
huyendo
de,
burlando
a
o
empujados por los rigores del Norte. Y Europa no solo se
contenta con empujar; también favorece o facilita la emigración
de
las
indeseables
industrias
que
polucionan;
acepta en parte la contaminación que ya tiene, pero no
quiere más. De allí, los tratados de inversión con los
países de América del Sur, para que las mismas sean amparadas y con las seguridades jurídicas del caso.
La ecuación es trágica. El Uruguay es un país poco
industrializado, por tanto, poco contaminado, ergo, apto para
serlo
o
con
margen
comparativo
para
ello,
en
definitiva, con margen todavía para acercarse a la nefasta
realidad ambiental europea. En consecuencia se propicia el
10
abandono
del
"País
Natural".
Es el "adiós" al
"Uruguay
Natural".
Refiriéndose a BOTNIA, lo explicó el Subsecretario
del
Ministerio
de
Industria,
Ing. MARTIN PONCE DE LEON
dijo: "De lo malo que ha sido no industrializarnos en la
segunda mitad de este siglo XX hemos logrado la condición
de <<Uruguay Natural>> que vamos a cuidar>>
["El País", de 30 de
julio de 2005].
Y más ilustrativa fue la Ing. Agr. ALICIA TORRES, Directora
Nacional
de
Medio
Ambiente,
en
elocuente
entrevista que le realizara el periodista Sr. VICTOR L.
BARCHETTA:
"(...) Primero,
el país tiene bajas emisio-
nes, porque comparativamente sufrió un desdesarrollo, una desindustrialización, en la que pasamos a
los mínimos, mínimos. Nos tenemos que dar un nivel
de
tolerancia.
Si
va
a
haber
desarrollo
indus-
trial, vamos a tener que aceptar un determinado nivel de emisión de COP (...)"
[Entrevista para Semanario "Brecha",
de 29 de julio de 2005].
Consecuencia de esto es que el P.E., M.V.O.T.M.A.,
parte demandada de autos, en lugar de un Ministerio para la
protección
del
Medio
Ambiente,
se
ha
transformado
ilegítimamente en un expedidor de licencias, patentes o
salvoconductos
para
contaminar.
11
Se
confunden
(o
se
subrogan) sus roles: en vez de anticipar o prevenir para
que
los
daños
Ministerio
de
ambientales
Estado
se
no
se
verifiquen,
predispone
para
dejar
dicho
que
sí
acontezcan. Abdica de su obligación constitucional.
2.1.3. A partir del emplazamiento geográfico de la
fábrica de BOTNIA, con el mencionado proceso industrial, se
verificará
la
configuración
de
una
serie
de
impactos
ambientales nocivos y de significación, y antes no ocurrida
ni conocida en el Uruguay.
Entre otros, -sin un orden de relevancia-, los que
siguen resultan los de mayor entidad.
Se violentará la faja de defensa en la ribera del
Río Uruguay, desfigurándose completamente una las zonas paisajísticamente
más
hermosas
del
país,
donde
el
Río
Uruguay y su entorno típico se manifiestan en su mayor
esplendor. (No en vano la República Oriental hace honor a
su nombre).
La industria en cuestión absorberá enormes cantidades de agua dulce (casi un centenar de millones de litros
de agua por día).
Consumirá,
también,
grandes
cantidades
de energía
como fuerza motriz.
Se
transportarán,
producirán
químicos de gran toxicidad.
12
y
utilizarán insumos
Generará,
diariamente,
una
inigualada
cantidad de
efluentes líquidos tóxicos (equivalente a entre un 70 % y
un 80 % del agua dulce absorbida), y que serán devueltos y
descargados al Río Uruguay "aguas arriba" de las demasiado
cercanas ciudad de Fray Bentos, de la toma de agua potable
de O.S.E. que la abastece, y de la playa y balneario Las
Cañas.
Generará, además, otro volumen inusitado de residuos
sólidos
o
semisólidos
contaminantes
(lodos,
arenas,
ce-
nizas, etc.), a ser depositados en el lugar cual ataúd como
relleno industrial.
Existirán emisiones gaseosas de igual índole (dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno) y se provocará mal
olor (compuestos de azufre: TRS).
También habrá una variada propagación de ruido.
Y, por efecto de todo lo anterior-, se pondrán en peligro, inmediato y mediato, a la biología del Río Uruguay
y
del
ecosistema,
superficiales
y
a
las
subterráneas,
calidades
de
de
las
aguas
la atmósfera y de los
suelos, a la salud colectiva de los habitantes de ambas
márgenes del Río, a la pesca artesanal, a la agricultura y
ganadería
circundantes,
a
la
misma
existencia
de
bal-
nearios, al turismo de la región, a todos los recursos
ambientales comunes con la República Argentina. etc..
13
La ubicación de la planta, con más los sistemas de
extracción del agua dulce y de descarga del efluente contaminado,
implicará
protegida
ribera
tomar
este
del
por
Río
asalto
la
Uruguay;
especialmente
constituirá
una
irrupción o una invasión territorial abrupta en una suerte
de gran balcón o bastión, apostado y extendido sobre la
misma faja costera.
La planta industrial empleará 150.000 toneladas al
año de insumos químicos, cifra no conocida en el Uruguay,
la
mayoría
de
gran
toxicidad
y
peligrosidad.
Algunos
necesariamente se elaboraran en el mismo lugar, como p.e.,
el dióxido de cloro, que no puede ser transportado por
razones
físico-
interdependiente,
químicas.
una
Por
tanto,
industria
operará,
química
en
del
forma
cloro,
industria del cloro cuestionada a nivel mundial por sus
emisiones
contaminantes.
Para
colmo,
otros
productos
químicos tóxicos serán transportados por el Río Uruguay en
barcazas, o por vía terrestre, -todo, con los consabidos peligros.
Por otro lado, el agua residual contaminada de la
fábrica de pasta ocasionará la muerte de organismos acuáticos, determinará la bioacumulación de compuestos tóxicos en
los peces, afectará el sabor del agua potable corriente abajo, etc.. Esos vertidos se caracterizan, según criterios
14
físicos, químicos y biológicos, por ser los más importantes
en contenido de sedimentos, demanda de oxígeno y toxicidad.
En relación con los residuos líquidos tóxicos, halogenados orgánicos u organoclorados, que se producen a consecuencia
de
la
operación
de
la
planta,
una
vez
"tratados", se prevé su descarga, mediante el vertimiento
de los mismos al Río Uruguay, y a través de una tubería,
ducto
o
caño
colector
con
difusores,
que
correrá
transversalmente en el lecho del río, y se ubicara aguas
abajo del sitio por el cual tal industria se surtirá de
agua. Además el efluente líquido contaminado es "devuelto"
con una temperatura superior a la normal.
Se configurará así un claro impacto en todo el medio
acuático vecino, con la potencial afectación de la salud de
las poblaciones que a ambas márgenes aprovechan las aguas
del Río Uruguay. A manera de ejemplos: la toma de agua potable de Fray Bentos (O.S.E.), que se ubica a sólo 3 kms.
de distancia, y la playa de "Las Cañas" que está a 13 kms.,
serán receptoras inmediatas de las corrientes de un curso hídrico contaminado por los vertimientos de la fábrica de celulosa. Otro tanto ocurrirá con los balnearios y ciudades
de
la
margen
de
la
República
Argentina:
Gualeguaychú,
Ñandubaysal, etc. .
La biología de la madera y el proceso del pulpeado
tienen como resultado efluentes complejos, que contienen
15
una gran cantidad de sustancias orgánicas e inorgánicas
disueltas
líquido
y
sólidos
procede
substancias
en
del
suspensión.
proceso
químicas,
de
El
mayor
blanqueado
principalmente
que
lignina
efluente
contiene
(substancia
resinosa), y genera turbidez, color, sabor y olor derivados
de
la
presencia
substancias
de
materias
orgánicas
e
en
suspensión
inorgánicas
insolubles,
solubles
y
aditivos
tóxicos. El blanqueado es la principal fuente de procesos
químicos
naturales,
llamados
DBO
-Demanda
Biológica
de
Oxígeno-, DQB -Demanda Química de Oxígeno-, y de ciertos
compuestos
organoclorados,
Halógenos
como
Orgánicos
COP
también
Absorbibles-
-Contaminantes
y
denominados
que
Orgánicos
son
AOX
--
clasificados
Persistentes.
Los
derivados de la madera disueltos en los licores de preparación de la pasta son los principales contribuyentes de
la
demanda
biológica
de
oxígeno
como
de
la
demanda
de
oxígeno químico. Todo gira alrededor de una substancia muy
reactiva: el cloro. Y sus compuestos, como el dióxido de
cloro, se usan para deslignificar, remover la lignina, y
así blanquear las pastas madereras con un bajo coste y un
mínimo impacto sobre la resistencia de la pasta. El dióxido
de
cloro
reactivo,
es
un
tóxico
gas,
y
amarillo
corrosivo,
verdoso,
extremadamente
-que se debe preparar en
forma de gas diluido y almacenar como disolución diluida,
lo que impide su transporte en vehículos. En su aplicación,
16
el dióxido de cloro termina reaccionando con las moléculas
orgánicas de la madera, generando el llamado licor negro
(la lignina químicamente removida), constituida por halogenados u organoclorados, que no es reciclado in integrum,
y que pasa a los vertidos o efluentes de la fábrica. Fue,
justamente con el descubrimiento de dioxinas en los efluentes de las fábricas Kraft que se identificó al uso de cloro
como la causa de la toxicidad de los susodichos vertidos.
Las plantas industriales utilizan tratamientos biológicos
para
los
efluentes,
destrucción
de
los
pero
no
son
organoclorados
eficaces
que,
en
un
para
alto
la
-
porcentaje, permanecen. Entre los organoclorados se identifican dioxinas (dibenzo-para-dioxinas-policloradas, DDPCs)
y furanos (dibenzofuranos policlorados, DFPCs, son mezclas
de compuestos formados a partir de los procesos que generan
las dioxinas).
Las dioxinas son substancias microcontaminantes. Y
se producen a partir de la unión de uno o más átomos de
cloro a un compuesto orgánico, dando como resultados moléculas aromáticas tricíclicas, tetracíclicas, etc., y que
se
diferencian
posición
entre
respecto
de
si
por
la
el
número
molécula.
de
Son
cloros
y
incapaces
su
de
sintetizarse en forma natural. Al mismo tiempo, resisten la
degradación natural. Y son muy tóxicas. Son liposolubles
(solubles en grasas). Por consiguiente, se acumulan en los
17
tejidos vivos. Pueden viajar largas distancias (vía aérea y
acuática). Son estables; pueden durar cientos de años. Y
cuando se liberan en aguas residuales, se adhieren a partículas y se hunden como sedimentos en el fondo del
curso hídrico. Así, los mencionados organoclorados a ser
vertidos
al
Río
Uruguay
afectarán su vida acuática. Se
almacenarán en los tejidos grasos de los organismos, bioacumulándose
(creciendo)
a
lo
largo
de
la
cadena
-
alimenticia. Reconocido es que determinan en el hombre trastornos
de
los
sistemas
inmunológico,
nervioso
y
reproductor. Y, además, están sindicados como cancerígenos
y mutagénicos.
La descarga del efluente aún tratado tiene un impacto biocida en la fauna y flora acuática, contribuyendo a
la eutrofización del Río.
Si bien el empleo de dióxido de cloro, en lugar de
cloro gas, disminuye las emisiones de dioxinas, no las elimina. En el año 1990, la Organización Mundial de la Salud
ya
recomendaba
métodos
de
que
se
blanqueo
hicieran
que
no
disponibles
utilicen
y
cloro.
emplearan
Hoy
hay
tecnologías disponibles totalmente libres de cloro (TCF),
que
evitan
o
impiden
la
conformación
de
compuestos
organoclorados, o dioxinas. Y, además, la aplicación de
nuevas
tecnologías,
permite
a
su
vez,
cerrar
el
ciclo
industrial del agua en las plantas de blanqueo, con lo que
18
se
minimizan
las
emisiones
de
todas
las
clases
de
las
sustancias nocivas al medio acuático.
La industria de la pasta para papel es una de las principales que contribuye significativamente a la contaminación atmosférica cuando se la compara con otros sectores
industriales.
Toda
fábrica
Kraft
es
responsable
de
la
emisión de partículas y gases sulfurosos, originados en la
cocción
de
astillas
o
chips
de
madera
en
hidróxido
de
sodio, químico que se regenera usando sulfato de sodio. Con
la operativa en la planta industrial de las llamadas Calderas de Recuperación y de Biomasa y el Horno de Cal se prevén
diversas
emisiones
gaseosas
a
la
atmósfera,
en
especial, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, también
conteniendo material particulado. El susodicho dióxido de
azufre, que es una emisión característica en el proceso
Kraft, es uno de los principales agentes provocadores de la
llamada
"lluvia
regiones
ácida".
considerada
Ello
con
las
ocurrirá
mejores
en
una
tierras
de
las
para
la
actividad agrícola del país.
Debido a la cocción de la madera, en el denominado
proceso de producción de Celulosa Kraft, se generará muy
mal olor (similar al de "huevo podrido"), provocado por el
Total
Reduced
Sulphur,
(metil-mercaptano,
compuestos
sulfuro
de
reducidos
dimetilo,
de
azufre
disulfuro
de
dimetilo y sulfuro de hidrógeno). Se trata de un problema
19
insoluble.
Aún
de
creerse
en
una
hipótesis
de
"olores
levemente perceptibles", valórese lo que ello implica para
una ciudad tan vecina como Fray Bentos, y por sobretodo
para
una
zona
dedicada
esparcimientos.
En
a turismo: balneario, camping y
otras
zonas
del
mundo,
donde
no
se
conocen la brisa y los vientos característicos de litoral
uruguayo,
la
percepción
de
los citados
malos olores
se
verifica en un radio de cincuenta kilómetros a la redonda.
Además las emisiones al aire de compuestos de azufre
reducido causan daños a la vegetación, problemas respiratorios especialmente en niños, irritación de la mucosa, náuseas, vómitos, cefaleas.
También se prevé que en el interior de la planta, se
construirá un enorme "relleno sanitario o vertedero", para
la disposición final de residuos sólidos (cenizas y lodos
especialmente). Se depositarán en el mismo 50.000 toneladas
por año. Y la industria piensa estar instalada cuarenta
años en el Uruguay. Compréndase así lo que ello importa: la
aceptación por los tiempos de los tiempos de un inmenso
ataúd, albergando venenos tóxicos en hasta ahora una de las
regiones agrícolas más ricas del país, al borde del Río
Uruguay, sus cuencas y las del Río Negro. No solo se inutiliza el lugar seleccionado para ello, sino que, además,
por los eventuales escurrimientos, se coloca en peligro
permanente al suelo de toda el área circundante, otra vez
20
al
Río
Uruguay
y
a
la
zona
de
recarga
de
las
aguas
subterráneas, incluido el Acuífero Guaraní.
Por otro lado, obrarán variadas fuentes de presión sonora: por la operativa de los llamados Digestores, la
Caldera de Recuperación y el Horno de Cal.
Y, nuevamente, téngase presente que todo ello ocurrirá en una de las regiones geográficas de mayor riqueza
natural
y
agrícola
del
territorio
nacional
y
a
su
vez
puerta de entrada de gran parte del turismo argentino. Si
el Uruguay es un "País Natural" lo es por lugares como Fray
Bentos, el Río Uruguay y su entorno.
2.2. La actuación de la Administración Pública demandada, con relación a la industria de celulosa recién descripta
ha
sido,
condescendiente,
y
por
un
lado,
transigente,
y,
de
tolerancia,
por
otro,
de
facilitamiento y gestionamiento, y de promoción.
Sobre el comportamiento funcional ha quedado manifiesta constancia en autos de que la demandada se ha resistido a informar a la Justicia, y esto oportunamente deberá
ser juzgado como presunción en su contra. De por sí, tal
comportamiento se explica a la luz de las actitudes más
generales,
patentes,
ut
y,
supra
mencionadas.
entonces,
parece
que
Las
no
vuelve
a
informar
hacer
a
la
Justicia, obedece, también, no a una política de protección
21
del medio ambiente, sino de asociación con la industria de
la celulosa y de amparo de la misma.
Sin perjuicio de ello, otras fuentes permiten conocer lo que la Administración Pública ha hecho y dejado de
hacer.
Por ejemplo, la conducta de la Administración difiere en poco de lo realizado en ocasión de tratar al
primer emprendimiento pastero anunciado en el país, que se
proyecta instalar a escasa distancia del cuestionado en
estos autos, a cargo de Celulosas de M'bopicuá S.A., filial
de la española Empresa Nacional de Celulosa (ENCE), y que
motivara
que
el
16
de
diciembre
de
2003
esta
Fiscalía
dedujera pretensión de protección de similar índole a la
presente, en los autos seguidos en el Juzgado Letrado de
Primera Instancia en lo Civil de Décimo Segundo Turno y
caratulados "FISCALIA LETRADA NACIONAL EN LO CIVIL DE 3º
TURNO c/ M.V.O.T.M.A. - MEDIDAS PREPARATORIAS", ficha 25430/2004.
2.2.1. Conocido es que la misma demandada inicialmente ha calificado a las citadas industrias de celulosa como:
"actividad
cuya
ejecución
puede
producir
impactos ambientales negativos de significación cuantitativa
o
cualitativa,
se
encuentren
previstas medidas de prevención o mitigación”.
22
o
no
A pesar de este nivel extremo de riesgo admitido-,
la conducta de la demandada en nada se ha compadecido con
la entidad del mismo.
Inclusive, recientemente las autoridades de la demandada de modo antagónico con la clasificación antes señalada, y como mensaje publicitario tenaz para justificar su
establecimiento en el país, han dicho que la industria cuestionada, directamente, "no contamina"; lo que, además,
se
da
de
bruces
con
toda
la
bibliografía
científica
mundial, y hasta con lo que no tienen más remedio que
reconocer las mismísimas industrias pasteras.
2.2.1.1. Cual estudio científico de impacto ambiental, la demandada únicamente tomó en consideración aquel
que le proporcionó la propia industria interesada. En el
caso de BOTNIA, estuvo a cargo de un grupo de profesionales
subordinados a la dirección de los Sres. CARLOS FAROPPA y
KAISU ANNALA, -ambos reconocidos empleados del citado conjunto económico. Se trata, entonces, de un informe de parte
interesada, que, -de por sí-, carece de una mínima garantía
de
objetividad
o
imparcialidad
exigible.
Deviene
inconfiable o sospechable de subjetividad o parcialidad.
Pese a esa tacha, igualmente, así fue aceptado por
la
demandada,
sin
objeciones
al
respecto
y
requerimiento alguno de terceras e idóneas opiniones.
23
sin
2.2.1.2. La demandada no evaluó, en forma y por sí
misma, los múltiples impactos ambientales que ocasionan estas industrias.
En primer lugar, no lo hizo porque, en el momento en
que debió ponderar, administrativa y técnicamente, al emprendimiento
industrial
BOTNIA,
carecía
de
los
-
conocimientos científicos y empíricos para hacerlo.
Aún hoy no los posee.
Al respecto, ha llegado a decir tenemos mucho que
aprender y que para ello necesita de la venida de los
expertos finlandeses.
Por tanto, en puridad y en sustancia: RESPECTO DE
BOTNIA, LA DEMANDADA NO HIZO EVALUACION DE IMPACTOS AMBIENTALES ALGUNA. En su lugar, emitió un acto de fe ciega; a
tapas cerradas, aprobó lo que se decía en el informe de la
interesada, y sólo por lo que en él se decía, -nada más.
2.2.1.3. Como consecuencia de lo recién expresado,
sintomáticamente,
entonces,
la
demandada
no
siguió
el
debido procedimiento administrativo, establecido en la Ley,
para la evaluación previa del impacto ambiental.
En efecto, en patente demostración de su conciencia
sobre su falta de aptitud técnica para evaluar, aquellos
análisis
ambiental,
o
estudios
de
ambientales
disposición
de
(planes
residuos
de
gestión
sólidos,
de
implementación de medidas de mitigación y compensación, de
24
contingencias, de monitoreo y seguimiento, de abandono, de
prevención
de
accidentes,
etc.),
que
debió
exigir
se
hicieran en forma previa, -como es de rigor en toda autorización ambiental previa-, sin embargo, en un acto de arbitrario otorgamiento de un privilegio o prebenda, los estipuló como compromisos, y a ser cumplidos a posteriori, o
sea, con la fábrica de celulosa ya construida.
Es decir: el visto bueno ambiental al proyecto industrial
fue
otorgado
"sin
conocimiento"
y
"a
las
apuradas". Sin siquiera tiempo para exigir los análisis
debidos, ni para estudiarlos, trastocándose ex profeso, el
iter legal respectivo.
Y, razónese: fecha la inversión, ¿ quien clausurará
a la industria instalada si tales omitidos estudios previos, una vez realizados arrojan la inadmisión de la misma
o que son necesarias mudanzas radicales para que pueda empezar a operar ?. O, peor aún: ¿ qué confiabilidad puede
esperarse en la objetividad o imparcialidad del análisis
que la demandada hará acerca de esos estudios y ante la por
demás lógica presión empresarial de tener la inversión ya
efectuada y la fábrica ya construida ?.
Y todo esto reafirma que no hubo autorización previa, sino que lo que existió fue un aval sometido a condiciones
a
ser
identificadas
ulteriormente,
en
etapas
subsiguientes y por lo que la industria le fuese aportando
25
después;
en
pocas
improvisación
es
palabras:
antónimo
de
hubo
improvisación,
seriedad,
es
e
decir,
de
responsabilidad.
Esta grave circunstancia fue recientemente confesada
por el actual Ministro del Medio Ambiente, Arq. MARIANO
ARANA:
"(...)
fueron
aceptaciones
condicionadas
a
una cantidad de elementos que nuestro gobierno -y
particularmente
nuestro
Ministerio-
ha
determinado; y las ulteriores formas de análisis
tendrán
que
ver
con
los
distintos
planes
de
gestión que (de) cada una de (...) estas empresas
de
celulosa
(...)
los
condicionamientos
y
subsiguientes análisis se harán de acuerdo a los
resultados
de
lo
que
vayan
presentando,
como
planes de gestión para una cantidad de etapas, de
ambas
empresas;
que
como
ustedes
saben,
son
emprendimientos verdaderamente significativos, de
porcentajes inusuales para todo el territorio nacional (...)"
[Cfrme. página digital de la Presidencia de la República, de 25
de julio de 2005: http:// www.presidencia.gub.uy].
2.2.1.4. Y la administración demandada no hizo ni un
estudio propio. Tampoco lo encomendó a terceros idóneos e
imparciales. Sabiéndose técnicamente inhábil, no vio la necesidad de entrecruzar información y conocimientos cientí-
26
ficos con otras dependencias especializadas del Estado que
debieron tener ingerencia en el asunto, -como ser la Dirección
Nacional
hídrica
número
Química
o
Medicina,
de
uno
en
Hidrografía,
el
la
Cátedra
de
el
Ministerio
país,
reconocida
O.S.E.,
Toxicología
de
Turismo,
de
el
autoridad
la
Facultad
de
la
Facultad
de
Ministerio
de
Relaciones Exteriores, la Comisión Administradora del Río
Uruguay, etc..
Sabiéndose ignorante absoluta de lo que una industria de la celulosa significa, no hizo ningún ensayo por munirse previamente de aquellos conocimientos y aptitudes necesarios. No le interesó hacerlo.
Cuando se indica que la demandada no hizo estudios
propios, se expresa que ni siquiera efectuó meras comprobaciones in situ acerca de si la información científica aportada
en
sospechoso
informe
de
parte
interesada
se
correspondía con la realidad del entorno a ser afectado.
Y tampoco procuró consultas o estudios en el exterior del país a entidades de control ambiental imparciales
y con experiencia en materia de la industria de la celulosa.
A ello, además, hay que adunar que no prestó atención a la participación de técnicos y científicos nacionales, por supuesto, ajenos al emprendimiento en cuestión.
27
2.2.1.5. La Administración Pública demandada carece,
por ejemplo, de aquella infraestructura científica en el
país para siquiera identificar y medir la existencia de dioxinas en los efluentes líquidos o en las emisiones atmosféricas.
Igual amparó una industria que las genera.
2.2.1.6. La demandada omitió exigir y hacer un estudio
previo
acerca
de
la
acumulación
de
los
impactos
resultantes por efecto de la instalación de dos fábricas de
celulosas en un mismo hábitat y a poca distancia. Hasta un
niño sabe que dos no es lo mismo que uno.
Ni siquiera en el citado informe de parte interesada
de BOTNIA se incluye uno.
La demandada, quien no puede alegar desconocimiento,
pues, ya había autorizado MBOPICUA-ENCE, unos kilómetros
aguas arriba de donde se asentara BOTNIA, no exigió ni articuló nada al respecto.
Igual autorizó. La incuria en su máxima expresión.
Y, después, esgrimió: la decisión es firme, ya está tomada,
no hay marcha atrás.
2.2.1.7. Tampoco resolvió de manera previa al amparo
de BOTNIA, qué sucede con el agua potable de O.S.E. que se
suministra a la ciudad de Fray Bentos.
En
diversas
cavilaciones,
BOTNIA,
no
el
M.V.O.T.M.A., ni O.S.E., ha mencionado que debería mudarse
28
la locación de la toma, o que debería instalarse otra, de
alternativa
o
Significativamente
de
emergencia
(por
algo),
se
en
otro
propone
su
lugar.
ubicación
aguas arriba del sitio donde se verterán los efluentes con
organoclorados. Ahora bien, ello supone que será colocada
aguas abajo del lugar donde su semejante, MBOPICUA-ENCE,
verterá los propios. Ultimamente allegados a BOTNIA hablan
de que la ciudad de Fray Bentos y para el consumo humano se
deberá surtir de agua del Acuífero.
Hace pocos días lo dijo la Ing. Agr. TORRES: "Esto
lo
estamos
discutiendo
con
el directorio de ose" (sic)
[Entrevista de Barchetta, cit.].
Ambas circunstancias: la preocupación de BOTNIA y la
preocupación y no resolución del M.V.O.T.M.A., son sintomáticas: por un lado, de los peligros en que se emplaza
al medio ambiente y a la salud colectiva con la instalación
de industrias de celulosa, y, por otro, de la concomitante
falta
de
responsabilidad
con
que
la
demandada
los
ha
encarado.
2.2.1.8. La demandada no ha exigido un seguro ambiental.
Al emprendimiento celulósico más grande del mundo,
es decir, a una industria de un tamaño y producción sin referencia
en
el
Orbe,
-cuya
ejecución
puede
producir
impactos ambientales negativos de significación cuantita-
29
tiva o cualitativa, se encuentren o no previstas medidas de
prevención
o
mitigación-,
la
demandada
no
le
exige
un
seguro ambiental, ya no por la contaminación gradual, sino
que ni siquiera por siniestros eventuales o accidentes.
Y hay que ser claros: no lo hace porque de hacerlo
el emprendimiento industrial no se instala en el territorio
nacional. Dicho directamente: se instala en el Uruguay, porque la demandada no le exige tales seguros ambientales.
Pocas empresas reaseguran los siniestros ambientales
provocados por industrias de celulosa. Y si lo hacen, lo
hacen con primas elevadas. Pregúntese: ¿ por qué ?.
Y, cómo será el síndrome de no exigir para que se instale,
que
la
demandada
siquiera
se
ha
aventurado
a
prever cuáles garantías (otras, y sin ser el mentado seguro
ambiental) irá a exigir.
2.2.1.9. La demandada nada ha previsto respecto a la
importación, producción o transporte de sustancias químicas
tóxicas, que un emprendimiento como el de una fábrica de
celulosa
necesita
como
insumos
y
que
entrañaran
un
multiplicado aumento de impactos ambientales en el país.
Anuncia que les requerirá las respectivas autorizaciones ambientales, pero, razónese que, p.e., tratándose de
una industria ECF obviamente necesita de dióxido de cloro y
que la producción del mismo, -por razones físico-químicas-,
tiene que hacerse en el lugar, entonces, a no engañarse: -
30
admitir BOTNIA también resulta admitir la industria química
de
la
producción
de
compuestos
del
cloro,
altamente
polucionante, en especial de la atmósfera. Por ende, la
interdependencia entre ambas industrias es absoluta. No hay
un "sí" para una y "no" para la otra.
2.2.1.10. Pero, la demandada ha previsto, -eso sí,
que BOTNIA, como medida de compensación general, deberá adquirir y gestionar un área de conservación ubicada fuera
del área inmediata al predio de la industria, que será
integrada al Sistema Nacional de Areas Protegidas.
Vale decir: la demandada arbitra una suerte de museo
ambiental, que servirá para mostrar en el futuro lo que tal
hábitat fue antes de la fábrica de celulosa, y que ya no
será más después de su puesta en funcionamiento.
Y, atiéndase: a las expresiones "medida de compensación
general"
y
"área
de
conservación".
Luego,
reflexiónese. Acerca de qué es lo que se está compensando
en forma general. Y que si se dispone de la "conservación"
de una muestra de un todo, es porque ese todo desaparecerá
o ya no será como era antes.
No solo se reconoce y se tolera el futuro daño ambiental. Desde ya la parte demandada consiente que BOTNIA
lo compensa con una pequeña reserva (área de conservación).
Algo así como una isla en un océano de depredación. Algo parecido a un cheque de pago diferido o de pago a cuentas.
31
Y recuérdese la ecuación trágica antes comentada.
2.2.1.11. En este orden de circunstancias, la parte
demandada, a sabiendas, no exigió a BOTNIA que se instalara: o con la tecnología TCF, absolutamente libre de cloro o
con una tecnología de ciclo o circuito cerrado, CLB (Closed
Loop Breaching), con proceso TEF (Total Efluent Free) - totalmente libre de efluentes.
Y la propia BOTNIA tiene una planta TCF en Finlandia.
Entonces: ¿ por qué la demandada no exige las tecnologías
absolutamente
libres
de
cloro
o
de
fábrica
cerrada, que son menos contaminantes para el medio ambiente
?.
No lo hizo ni lo hará, porque, de igual forma que lo
ocurre con el seguro ambiental, si así lo hiciera, la citada industria, directamente, no se instala en el país.
Otra
vez:
BOTNIA
se
instala en el territorio nacional,
porque la parte demandada no le exige dichas tecnologías
menos contaminantes. Condición sine qua non en su interés
en la inversión es no verse forzada a tener que aplicar
tales tecnologías.
Resulta falso, por lo tanto, que BOTNIA se instalará
con "las más modernas tecnologías de última generación".
2.2.1.12. Hoy, en la Unión Europea no se toleraría
la
instalación
de
una
fábrica
32
de
celulosa
como
la
que
BOTNIA pretende asentar en el Uruguay. A partir de octubre
del año 2007, será imposible.
Y ello, porque el rigor de las regulaciones de la
Comisión
Europea
de
la
CEE,
más
las
legislaciones
nacionales que las han ido incorporando, en Finlandia en el
año 2000, y en España recién en el año 2002 (Ley 16/2002,
de 1 de julio de 2002), torna inviable toda posibilidad al
respecto.
El "apriete general", el "de aquí en adelante" ambiental en la Unión Europea tiene su momento crucial con la
Directiva 96/61/CEE, de 24 de setiembre de 1996, relativa a
la prevención y al control integrados de la contaminación,
bajo la sigla en inglés IPPC (Integrated Pollution Prevention and Control)-, y que, a su vez, reconoce como antecedentes, -entre otras-, a las Directivas 76/464/CEE, de 4 de
mayo
de
1976
determinadas
acerca
sustancias
de
la
contaminación
peligrosas
vertidas
causada
en
el
por
medio
acuático, y 84/360/CEE, de 28 de junio de 1984, sobre contaminación atmosférica procedente de las instalaciones
industriales. Se trata de un mecanismo oblicuo por el cual,
sin
llegar
a
prohibir
aquellas
industrias
con
un
alto
cuestionamiento ambiental, mediante un sistema integrado, o
sea, de protección del medio ambiente considerado como un
conjunto, se señalan condiciones a las mismas para evitar,
o, al menos reducir, sus emisiones en atmósfera, agua y
33
suelo, e incluidos los residuos. Esas condiciones se prevé
se vayan cumpliendo en sucesivos términos (3 + 8 = 11
años), y con su punto culminante en octubre del año 2007.
El sistema gira entorno al concepto de mejores técnicas disponibles, MTD, o sea, en inglés BAT (Best Available Techniques). Y estas son definidas como la face más eficaz
y avanzada de desarrollo de las actividades y modalidades
de explotación, que demuestran la capacidad de determinadas
técnicas para constituir, en principio, la base de los valores límite de emisión destinados a evitar o cuando ello
no sea practicable, reducir en general las emisiones y el
impacto conjunto del medio ambiente. Una de las preocupaciones centrales de la Directiva es resolver el problema
de "la contaminación transfronteriza". Sin prescribir técnicas
concretas
constantemente,
y
específicas,
la
estrategia
pues
éstas
consiste
en
evolucionan
establecer
valores límites a aquellas emisiones más perjudiciales para
el ambiente, para, así, obtener su eliminación o reducción.
Previene que, para ello, se toman en consideración: las
características de las instalaciones de que se trate, su implantación geográfica, más las condiciones locales del
medio ambiente. Edicta, entonces, que los Estados miembros
no podrán permitir la explotación de nuevas instalaciones
sin el cabal cumplimiento de la esta Directiva y que las existentes, en un plazo a cumplirse en octubre del 2007,
34
deberán ser actualizadas para ser explotadas con arreglo a
la misma. Entre sus múltiples propósitos-, se procura obrar
contra la acidificación provocada por las emisiones a la
atmósfera,
el
agotamiento
del
oxígeno
en
el
agua,
el
recalentamiento del globo terráqueo, la liberación en el
agua
y
en
el
suelo
de
los
agentes
contaminantes
-
persistentes, bioacumulativos y tóxicos, ruidos y olores,
el excesivo consumo de agua, etc.. Y en el elenco de las
industrias sometidas a la misma, se incluyen a la de la
pasta de papel a partir de madera, y en lo relativo a la
fijación de valores límites de emisiones, en el caso de las
atmosféricas, al cloro y sus compuestos, a las dioxinas y furanos, y en el caso de las acuáticas, a los compuestos organohalogenados y a aquellas sustancias que determinan
una influencia negativa sobre el balance del oxígeno en el
medio (DBO).
Y luego vino la Decisión de la Comisión Europea de
17 de julio de 2000, en cuanto al Inventario Europeo de
Emisiones Contaminantes, EPER, y en donde se establecen
valores límite umbrales de emisiones, -entre otras-, para
sustancias
orgánicas
cloradas,
compuestos
orgánicos
halogenados y dioxinas y furanos. En el año 2001, el EPER,
dió cuenta de que Finlandia se ubicaba en el primer lugar
del
ranking
de
países
comunitarios
que
vulneraban
los
umbrales de contaminación previstos por la Unión Europea en
35
cuanto a la contaminación de aguas por vertido de orgánicos
halogenados u organoclorados y provenientes de las fábricas
de pulpa para papel. Y que le seguían Francia, Suecia y España.
A mismo tiempo, se fueron acordando los denominados
BREFs ("BAT References Documents"), documentos sobre las
Mejores Técnicas Disponibles para cada sector industrial sometido a la Directiva 96/61/CEE. Y, en especial, interesa
el referido a las Mejores Tecnologías Disponibles en la
Industria de la Pulpa y del Papel, de diciembre de 2001. No
es
un
documento
vinculante.
Supone
un
documento
de
transacción entre la Unión Europea y las industrias, que en
términos
generales
entraña
un
ajuste
ambiental
de
las
industrias existentes, es decir, las ya instaladas, y una
prohibición, indirecta, para las que se quisieran instalar.
Y atiéndase: no hay fábrica en Europa, y hoy no se
toleraría, que tenga un volumen de producción como la que
propone BOTNIA en Fray Bentos; sin olvidar lo evidente: que
a mayor producción, mayor contaminación.
Asimismo la demanda hídrica europea es importantísima y la industria de la celulosa ejerce gran presión sobre los menguados recursos hídricos.
Y a todo ello, se unen otros fenómenos que empujan a
estas industrias hacia el Sur.
36
Está el Protocolo de Kyoto, de 11 de diciembre de
1997, (Protocolo de la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático, de 9 de mayo de 1992), y
en cuanto refiere a la reducción de emisiones de gases
responsables
del
efecto
invernadero.
Allí
se
incluyen
conceptos tales como los de "tecnologías ecológicamente racionales", "desarrollo limpio", etc.. A partir del mismo,
se
han
previsto
mecanismos
de
sanciones
directos
e
indirectos: multas por excesos de emisiones, el mercado del
comercio de derechos o bonos de emisiones, etc..
Los industrias de la celulosa europeas se han quejado. "El Protocolo de Kioto acarreará graves perjuicios al
crecimiento
del
sector",
dijo
FRANCISCO
RUDILLA,
-
presidente de ASPAPEL, Asociación Española de Fabricantes
de Pasta, Papel y Cartón.
Y, también el Convenio de Naciones Unidas de Estocolmo, de 22 de mayo de 2001, sobre Contaminantes Orgánicos
Persistentes, ha ejercido una indudable presión sobre la industria de la celulosa. Allí se hace un reconocimiento
sobre las propiedades tóxicas de los COPs., su resistencia
a
la
degradación,
su
bioacumulación,
su
transporte
transfronterizo, su acumulación en ecosistemas terrestres y
acuáticos, sus efectos sobre las generaciones futuras. Se
enuncian
los
conceptos
mejores
prácticas
de
mejores
ambientales,
37
técnicas
adopción
disponibles,
de
sistemas
cerrados, y en el marco de la reducción y eliminación de
dioxinas y furanos generados por las industrias químicas,
incluidas las celulosas.
2.2.1.13. Por contaminantes y porque no contaminar
es más costoso, las llamadas industrias del cloro, entre
las que se incluye las de la celulosa, han comenzado su "destierro
forzado"
desde
Europa,
desplazándose
por
consecuencia a América del Sur, en donde tal "apriete",
realidad, no existe, y, por el contrario, todavía, se les conceden
otras
ventajas
o
beneficios
(privilegios
o
prebendas) adicionales para conseguir su asentamiento.
Así Uruguay, bajo el rótulo de inversión extranjera
y mayores fuentes de trabajo, en puridad, está importando contaminación. Recepciona amistosamente dicha inversión contaminante, sacrificando, a cambio, sus bastantes intactos recursos naturales.
Y la situación fue bien resumida por el Editor de Economía OSCAR VILAS, del Diario "El País": "(...) se da
por
cierto
que
los
Gobiernos
de
Finlandia
y
España
-
nacionalidad de Botnia y ENCE, las compañías cuestionadasse encolumnarán detrás de sus empresas para que consigan
instalarse en el Sur. En Washington se da por seguro que
ambos gobiernos recurrirán al apoyo del G7, los países más
ricos del mundo, en el Directorio del Banco Mundial para
que éste otorgue los préstamos solicitados. Con ello los
38
dos países se asegurarían la expansión de sus compañías más
allá del océano, evitando también que las polémicas plantas
se
radiquen
en
desembocaría
en
su
territorio
enfrentamientos
ecologistas europeos"
lo
con
que
los
seguramente
fuertes
grupos
["El País", de 16 de julio de 2005].
A lo mismo se refirió la citada Ministra del Medio
Ambiente español, CRISTINA NARBONA:
"Lo importante es que Uruguay no repita los
errores que los países más desarrollados ya cometimos. Por
ejemplo,
que
normativos
aproveche
de
la
autorizaciones
UE
instrumentos
relacionados
ambientales
de
con
legislativos
los
proyectos
y
controles
de
y
inversión
previos a la instalación de la empresa, para que no tengan
que
corregir
los
problemas
de
contaminación
cuando
la
planta ya está operando. Si no es más fácil que exista ese
chantaje de los empresarios que dicen que para reducir la
contaminación tienen que despedir trabajadores. Lo bueno es
condicionar
decisiones"
desde
el
primer
momento
cualquier
toma
de
["Búsqueda", de 16 de diciembre de 2005].
El citado consejo no fue seguido.
Oportunamente, también así lo advirtió quien luego
sería
el
Sr.
Presidente
de
la
República,
Dr.
TABARE
VAZQUEZ, el 5 de junio de 2004, en la localidad de Minas de
Corrales: "(...) la peor agresión que hay al medio
ambiente
es
la
riqueza
39
extrema
(...)
ese
ultraconsumismo
de
los
poderosos
que
también
producen destrucción del medio ambiente (...) o la
producción de determinados elementos que el mundo
desarrollado
medio
sabe
ambiente
y
que
produce
entonces
destrucción
para
no
destruir
del
su
medio ambiente y sabiendo de las necesidades de
los países más pobres con su gente empobrecida nos
traen acá inversiones en industrias que destruyen
el medio ambiente que es nuestro porque ellos no
quieren destruir su medio ambiente (...)
["www.
radio
36.com.uy.".].
Similar reflexión había realizado el actual Senador
de la República, Sr. VICTOR VAILLANT, al referirse en su
oportunidad
a
la
instalación
de
MBOPICUA-ENCE,
pero
análogamente trasladable a la situación de BOTNIA:
"(...) Presenciamos un espectáculo casi circense en
el que la consultora en el estudio de riesgos ambientales,
contratada por la empresa que está instalando el complejo,
hizo una presentación menospreciadora de la inteligencia de
los
presentes,
ante
el
silencio
de
las
autoridades
ministeriales correspondientes y la protesta militante de
un
reducido
número
de
ambientalistas
(...)
No
es
la
intención de esta nota manifestar una oposición, que no
tenemos,
en
contra
la
instalación
de
las
plantas
de
celulosa (...) La intención de esta nota (...) viene a
40
renglón seguido. Cuando en una encuesta realizada entre la
población
de
Fray
Bentos
le
preguntaban
a
la
gente
si
estaba a favor o en contra de la instalación de la planta
de celulosa, varias respuestas coincidieron en frases que
decían más o menos así: <<Entre morirme de hambre o morir
contaminado, preferimos morir contaminados>>. Este es el
país que debemos cambiar. El país donde la indignidad de no
tener trabajo ha generado tanta impotencia y desesperanza
que la gente siente que la alternativa no es vivir mejor
sino la de morir o morir"
["Búsqueda", de 6 de noviembre de 2003].
Las precedentes advertencias no han sido seguidas,
en los hechos, por la Administración Pública demandada.
2.2.1.14. La parte demandada tampoco ha tenido en
consideración aquellas experiencias, internacionales, previas, archiconocidas y vinculadas a la instalación de emprendimientos celulósicos similares.
No consultó, ni verificó lo que sucede con industrias semejantes en el Alto Paraná, Misiones, República Argentina.
Y
tampoco
lo
hizo
con
relación
a
lo
que
ha
ocurrido en Valdivia, Chile, ni en Pontevedra, España.
En Chile, CELCO (Celulosa Arauco y Constitución),
con idéntico proceso industrial al de BOTNIA, ha sido clausurada y por la afectación de un santuario con la mortandad
de cisnes de cuello, aguas abajo del vertimiento de sus efluentes líquidos sobre el Río Cruces. De 6000 cisnes de
41
cuello negro se pasó a 1000. Al presente, la solución (?)
propuesta es un ducto para que los vertimientos se hagan al
Océano Pacífico. En el Uruguay, un ducto para evacuarlos en
el Atlántico, p.e., a la altura de Punta del Este, José
Ignacio o La Paloma, parece inverosímil. Y CELCO-ARAUCO ha
llegado a producir 850.000 toneladas anuales de celulosa,
mientras BOTNIA anuncia 1.000.000 toneladas Adt (secas al
aire) anuales.
Las fábricas de celulosa de ENCE registran antecedentes criminales por contaminación ambiental en el Reino
de España. Y también el Estado español inició un drástico
plan de reducción de emisiones que vincula directamente a
las industrias de celulosa.
En Alemania el profeso Kraft ha sido prohibido totalmente: ¿ por qué ?.
En Suecia se comenzó a prohibir las descargas tóxicas provenientes de pasteras y papeleras, ¿ por qué ?.
Lo mismo ha ocurrido en los Estados de los Grandes
Lagos en la frontera entre Estados Unidos y el Canadá.
2.2.1.15. La instalación de la industria de celulosa
de BOTNIA, a su vez, conlleva el acaecimiento de un antecedente nefasto para el futuro de país.
A partir de MBOPICUA-ENCE y de BOTNIA, ningún pretexto
posible
emprendimiento
existirá
para
industrial,
de
42
que
igual
cualquier
o
otro
semejante
peligrosidad
territorio
para
el
medio
nacional.
Ya
ambiente,
ocurrió
con
se
instale
DIROX
S.A.,
en
el
que,
ilegítimamente tolerado, hoy "funciona como justificante"
de las fábricas de celulosa.
De aquí en más-, habrá que esperar más fábricas de
celulosa, plantas de fabricación de químicos de alta peligrosidad, vertederos de residuos nucleares, etc..
Las puertas se han abierto.
También habrá que preguntarse a quién sirve que en
las escuelas públicas y privadas se enseñe a cuidar del medio
ambiente
población
o
que
qué
valor
tiene
tiene
que
que
se
clasificar
indique
los
a
la
residuos
domiciliarios, cuando, por otro lado, se tolera el masivo
vertimiento de efluentes contaminados sobre el Río Uruguay.
Es que en todas estas cuestiones, los ejemplos valen, los buenos y los malos. Y cuando los malos ejemplos
los dan quienes tienen que reclamar a otros los buenos, lo
inevitable es la pérdida de autoridad de los primeros y por
la pérdida de confianza de los otros.
2.2.1.16. Para aumento de todos los riesgos que ha
tolerado, la demandada ha reconocido, de modo reiterado, y
a través de altos jerarcas especializados de la misma, su absoluta
incapacidad
física,
vale
decir,
técnica
y
presupuestal, para controlar o vigilar un emprendimiento de
las
características
del
descripto.
43
Obviamente,
esta
inhabilidad para el control aparece como un consecuente
segundo capítulo de la antes referida incapacidad en la
evaluación.
Si
no
se
tienen
los
conocimientos
y
la
infraestructura funcional para evaluar científicamente a estas
industrias,
obvio
tampoco
se
los
tiene
para
su
fiscalización.
El M.V.O.T.M.A. constituye una entidad más burocrática que técnica. Tiene una escasa especialización técnica
y una nula experiencia en el control de emprendimientos industriales de la envergadura de industrias de celulosas. En
el
pasado,
evaluación
ha
y
incurrido
en
la
en
errores
vigilancia
de
de
gravedad
otras
en
la
industrias
de
parecido grado de peligrosidad ambiental. Así el ejemplo de
DIROX S.A., en el Departamento San José es muy reciente, y
aún
sin
solución
de
su
parte.
Allí
el
M.V.O.T.M.A.,
denotando la misma ausencia de conocimientos y la misma
indolencia frente a tal ausencia, como viene ocurriendo con
los emprendimientos celulósicos, habilitó la instalación de
una fábrica de Vitamina K, a base de cromo y sobre el
Acuífero Raigón, creyendo que en su proceso productivo no
se
generaban
residuos
sólidos
industriales,
cuando,
enseguida, la realidad se encargó de demostrar todo lo contrario. La citada industria produce un gran volumen de residuos que, hasta el día de hoy, son amontonados en su predio, con los consabidos riesgos para el preciado acuífero.
44
El hecho fue denunciado hace más de tres años. La Administración Pública demandada no ha sabido solucionarlo.
No clausuró la industria y aunque hoy lo hiciera -de seguro- tendrá que hacerse cargo de los residuos (transporte
y disposición final). Valorar la conducta de la Administración
demandada
en
el
caso
DIROX
S.A.
es
ver
el
comportamiento futuro ante las industrias de celulosa. En
definitiva: el caso DIROX S.A. es un claro ejemplo de que
la Administración Pública demandada no ha sido capaz de
actuar con "seriedad", o sea, con responsabilidad.
El M.V.O.T.M.A. siquiera tiene un cuerpo inspectivo
propio
como
ocurre,
por
ejemplo
en
el
M.T.O.P.,
en
el
M.G.A.P., en el M.S.P. o en el M.T.S.S., o en el Banco de Seguros. Es decir: no tiene una repartición que cumpla con
la
policía
ambiental.
Tampoco
tiene
experiencia
en
la
difícil tarea de inspeccionar. Y lejos está de poder desenvolverla. Torpemente, y con poca confiabilidad en la
independencia
de
sus
criterios,
las
esporádicas
inspecciones que efectúa las hacen aquellos mismos técnicos
que
evaluaron
vigilado.
el
Sabido
emprendimiento
lo
difícil
que
que
es
luego
que
debiera
quien
ser
evaluó,
llegado el momento de inspeccionar, admita que se equivocó
o que fue inducido en error en la evaluación. Otra vez, el
ejemplo de DIROX S.A. deviene lamentablemente ilustrativo.
45
Y los reconocimientos directos a toda esta realidad
han sido varios y calificados.
Luego de afirmar que con la planta de celulosa de
MBOPICUA-ENCE se había generado "un show mediático (...) un
show completamente absurdo", el entonces Director Nacional
de Medio Ambiente, Lic. ARAMIS LATCHINIAN, ante la interrogante de si la DI.NA.M.A. tendría capacidad de controlar
que la planta de celulosa de Río Negro cumpla con las
disposiciones a las que se han comprometido, sin embargo,
contestó:
"Tendrá que tener esa capacidad. No podemos
decir: como la Dinama no tiene los recursos, no
podemos permitir que haya industrias en Uruguay y
(...) no sé, cerramos el país. Lo que hay que
hacer es asignar los recursos al Estado para que
pueda hacer los controles ambientales adecuados y
así promover el desarrollo. Parece obvio que lo
que
hay
que
hacer
es
desarrollar
buenas
capacidades de gestión, de control y de evaluación
y promover el desarrollo (...) En el caso de las
plantas de celulosa, esos recursos deberán estar
en
su
momento.
Para
hacer
un
poco
más
de
dramatismo, digo que nada indica que ésta vaya a
ser la única planta de celulosa que se vaya a
presentar. Entonces el país tiene que obligarse a
46
desarrollar las capacidades técnicas para ejercer
el control (...)"
["El País", de 10 de octubre de 2003].
Más recientemente, el citado LATCHINIAN, conformando
un panel de expositores sobre la instalación de BOTNIA en
el país, sentenció: "que estamos 30 años atrasados en
materia de gestión ambiental (...) se sigue con la
vieja tendencia de evaluar impactos ambientales no
controlables"
["BRECHA", de 5 de agosto de 2005].
Y el actual Sr. Ministro del Medio Ambiente, Arq.
MARIANO ARANA, lo ha confirmado:
"(...) Otro punto tiene que ver con la atención de
los impactos de las actividades productivas, -que ojalá
sean cada vez más numerosas (...) Otro punto refiere a
iniciar
el
proceso
de
renovación
institucional
de
la
DINAMA. Creo que hay que fortalecer estos organismos (...)
se trata de iniciar un proceso de renovación institucional
enfocando la dicotomía de competencias versus capacidades
(...) Es absolutamente imposible para la DINAMA cumplir con
la
agenda
ambiental
existentes (...)"
nacional
con
los
recursos
humanos
[Versión Taquigráfica Nº 98 de 2005 - Comisión de Vivienda
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente - Cámara de Diputados, Sesión de 18 de mayo de
2005].
A su vez, en ocasión de concurrir a la Comisión de
Medio Ambiente de la Cámara de Senadores para hablar de las
fábricas de celulosa, la actual Directora de la DINAMA,
47
Ing. Agr. ALICIA TORRES, al ser interrogada por el Senador
Dr. ALBERTO CID, acerca de "si el Uruguay está preparado técnicamente, desde el punto de vista del equipamiento, de
recursos
técnicos
y
de
personal
suficientes
como
para
llevar a cabo los controles de estas plantas. (La decisión
es irreversible y las plantas se van a instalar, pero me
preocupa si estamos en condiciones de controlar las derivaciones de su instalación)", contestó:
"(...)
beremos
entiendo
reforzar
que
esos
en
el
aspectos
presupuesto
de
la
de-
DINAMA.
Entonces, en el proceso de dos años que lleva la puesta en operación de la planta, tendremos que llegar con la fuerza necesaria para realizar los
controles
correspondientes.
Por
lo
tanto,
si
mañana comienza a funcionar la planta, considero
que vamos a estar en déficit, pero este es un
proceso en el que todos tenemos que construir para
llegar en tiempo y forma, en el correspondiente
plazo"
[Distribuido Nº 228 - Versión Taquigráfica, de 4 de julio de 2005].
Y luego, agregó:
"(...) creo que lo que todo el mundo percibe
-y es un diagnóstico real- es que la DINAMA no
parece
suficientemente
fuerte
y
potente
en
el
accionar de todo el territorio nacional. Eso es lo
que habría que revertir"
[idem ant.].
48
Días después, en una nota periodística, dijo:
De
"(...)
la
DINAMA
diagnóstico
de
este
encontramos
un
Estado
actual,
ministerio
que
nuestro
(...)
muchas
veces
es
que
ha
ido
reduciendo su capacidad de operación y gestión en
el
territorio
(...)
Sin
duda
tenemos
mucho
que
aprender. Lo que nos damos en este proceso son
plazos (...)"
[Entrevista del periodista Víctor L. Barchetta para Semanario
"Brecha", de 29 de julio de 2005].
Lo expresado hace recordar al popular proverbio de
que jamás se debe colocar la carreta delante de los bueyes:
En
verdad:
conocimientos,
primero,
después,
deberían
desarrollarse
aprehenderse
las
los
capacidades de
control, para, recién, entonces decir que quizás se estaría
en condiciones de evaluar científicamente y controlar con
eficacia industrias de tal nocividad para el ambiente. Los
plazos del aprendizaje debieron ser anteriores a los de la
evaluación y del control, ya que no existe evaluación ni
control válidos, sin el previo conocimiento científico para
ello. Lo que se hace sin poseerlo, es otra cosa, pero no es
evaluación o control.
Y esto es lo que está pasando con la DINAMA y las
industrias de la celulosa.
Otra reflexión: si, por lo menos desde octubre del
2003, y hasta el presente, la citada DINAMA, sabiendo per-
49
fectamente
continúa
lo
en
que
se
similares
avecinaba
con
condiciones,
esas
industrias,
sin
mejorar
su
paupérrima situación: ¿ qué cabe esperar del futuro ?.
Y para corroborar lo que es notorio en el Uruguay,
desde hace tiempo, a continuación se transcribe un significativo editorial del Diario "EL PAIS", de 8 de agosto
de
2005,
que,
-bajo
el
título
"En
plena
ciudad"-,
se
comporta como un inmejorable baño de realidad para cuando
del cuidado y control ambiental, en el país, se habla.
"A pesar de las políticas ambientales que ha llevado
adelante la Intendencia de Montevideo durante los últimos
años, casi nada se ha avanzado en la mejora de la situación
de arroyos contaminados, como por ejemplo el Pantanoso. Su
longitud es de solo 15 kilómetros y su cuenca abarca 66
kilómetros cuadrados y alberga una población estimada en
unas 60 mil personas. Registra índices pocos creíbles de sustancias
extremadamente
peligrosas
para
la
salud;
200
veces más de cromo y 60 veces más plomo de los límites
permitidos. Sus aguas están calificadas de <<muy tóxicas>>.
Cada día una veintena de industrias vierten más de mil
metros cúbicos de desechos directamente a sus aguas. A ello
se le agrega las aguas servidas y la basura tirada por las
personas de un asentamiento y viviendas cercanas. Ni la
intendencia,
ni
el
Ministerio
de Medio Ambiente, ni la
Cámara de Industrias han logrado revertir una situación
50
grave.
Enfermedades
padecidas
por
muchas
personas
--
especialmente niños--, y el riesgo sanitario que corren
miles de ellas, no lograron hasta ahora la aplicación de
medidas correctivas de fondo. Lo cierto es que, al igual
que
otras
cuencas
del
departamento,
siguen
esperando
soluciones reales a una situación de catástrofe ambiental
que pocos parecen querer ver".
Reflexiónese: si "En plena ciudad", en plena capital
del país, con todos los recursos y autoridades centralizados, se vive esta realidad, -de catástrofe sanitaria y ambiental y sin reacción ante la misma-, frente a la contaminación de sus arroyos (Pantanoso, Miguelete, Toledo
y Carrasco): ¿ qué o quién puede asegurar que se controlará
o que se podrá precaver o remediar la contaminación del
gran Río Uruguay a merced de dos fábricas de celulosa,
industria incluida en todas las listas técnicas del orbe en
el rubro de las más contaminantes, y todavía, una de ellas,
BOTNIA, que autoproclama que instalará la de mayor porte y
producción del planeta ?.
Frente a todo esto, la actitud de la demandada se
resume en un acto de fe dogmática, o en creer en el altar
de “un escenario positivo", -como bien lo definió el Subsecretario de M.V.O.T.M.A., Arq. JAIME IGORRA: "Hay dos
escenarios a configurar: uno es el peor de los
escenarios que vienen manejando quienes reprueban
51
la instalación de estas plantas (...) se preguntan
que sucedería si las cosas marchan mal. El otro
escenario es el positivo, de los que piensan que
sucedería si las cosas marchan bien. Este fue el
escenario por el que transitó el gobierno (...) no
cabía otra alternativa más que habilitar que las
plantas
se
instalen
para
procesar
la
enorme
cantidad de producción de madera del país y vender
material con valor agregado para que los uruguayos
puedan trabajar en el país y atendiendo a un escenario positivo de que estas plantas van a tener minimizados
o
anulados
cualquier
tipo
de
con-
taminantes, con los debidos controles (...) La decisión está tomada (...)"
["La Juventud", de 3 de mayo de 2005].
2.2.1.17. Y en la desesperación por la instalación
de estas industrias y con conciencia en la ausencia de capacidad para su control, se ha llegado ha plantear lo absurdo.
Una modalidad de admisión de la falta de la capacidad física para el control ambiental de la industria de
la celulosa, y con una implicancia extra de mayor gravedad
aún, ha sido el comportamiento, anunciado y ejecutado, de
la Administración demandada de ir a buscar dicha capacidad,
ergo, el poder de control, que aquí no existe, a aquellos
52
Estados
extranjeros
desde
donde
provienen
los
empren-
dimientos celulósicos.
Primero fue con España.
En su visita al Uruguay, lo corroboró la Ministra
del Medio Ambiente del Reino de España, CRISTINA NARBONA:
"(...) analizamos cuestiones como las plantas de celulosa
(...) El gobierno nacional nos solicitó un convenio de colaboración para reducir al mínimo su incidencia ambiental
(...)"
["Búsqueda", de 16 de diciembre de 2004].
En el caso BOTNIA, el mencionado poder de control,
del
que
carece
el
Uruguay,
lo
proporcionará
el
propio
Estado finés, o, peor aún, el propio conjunto económico de
BOTNIA.
Muy recientemente, el Ministro del Medio Ambiente,
Arq. MARIANO ARANA, dijo:
"(...) en la reunión que mantuvimos en Punta del
Este (...) hubo un compromiso formal con Finlandia en el
sentido
de
asegurar
que
las
empresas
que
habrán
de
instalarse en Fray Bentos cumplan estrictamente las mismas
condiciones que el propio Gobierno finlandés les obliga a
cumplir a las empresas instaladas en su propio territorio
(...)"
[Versión
Taquigráfica
Nº
98
de
2005
- Comisión de Vivienda Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente - Cámara de Diputados, Sesión de 18 de mayo de 2005].
"(...) Vamos a firmar un convenio de colaboración
técnica con Botnia, que se hará cargo de los costos de
53
controles e inspección sobre el tema del medio ambiente,
pero
que
serán
hechos
por
técnicos
uruguayos
(...)"
["Observa.com.uy", de 18 de junio de 2005 // "El País", de 19 de junio de 2005].
"(...) que el país está preparando técnicos para el
control de las plantas. Gente nuestra, porque la empresa ya
está
entrenando
cinco
técnicos
en
Finlandia,
pero
obviamente no ponemos en duda su idoneidad ni ética, pero
estarán a sueldo de la empresa (...)"
["La República", de 16 de julio
de 2005].
"(...)
el
gobierno
controlarlas (...)"
de
Finlandia
nos
ayudará
a
("La Juventud", de 28 de julio de 2005).
Y la citada Ing. TORRES de la DINAMA, lo confirmó:
"(...) Tanto las autoridades españolas como las finlandesas se comprometieron a que los negocios de empresarios
de
su
país
en
Uruguay
cumplan
con
las
mismas
exigencias ambientales que existen en la Unión Europea, lo
que descarta el tema de una posible mayor flexibilidad de
nuestro país para la instalación de esas plantas (...)"
["El
País", de 5 de mayo de 2005].
"(...) A través del Ministerio del Medio Ambiente de
Finlandia conseguimos la cooperación de quienes trabajan en
la evaluación ambiental de las empresas de la industria
forestal. Van a venir dos técnicos finlandeses a colaborar
con nosotros en el diseño de esos controles, cuáles son, -
54
donde se aplican, qué tipo de instrumental (...)"
[Entrevista de
Barchetta, cit.].
Preguntada por la independencia de esos controles,
contestó:
"(...) Sí, sí, es del ministerio de Finlandia al
ministerio del Uruguay, para generar nuestra capacidad técnica. A su vez se le va exigir a las empresas que hagan sus
propios controles. Deben realizar el control de sus parámetros ambientales, del tipo de trabajo (...)"
[idem ant.].
Por tanto, la flexibilidad de la demandada ha llegado
al
grado
de
decidirse
a
confiar
la
vigilancia
ambiental de BOTNIA al país extranjero desde donde esta
industria
proviene
y
a
la
idoneidad
y
ética
de
los
profesionales uruguayos que trabajarán y serán asalariados
por la misma.
Inaudito.
Y si dicha confianza se deposita en ese Estado extranjero
con
comprometido
sendos
el
que
mediante
Uruguay,
un
cuestionamientos.
por
otra
parte,
tratado
de
inversiones,
Primera:
la
concesión
se
ha
surgen
(por
in-
capacidad o por lo que sea) de la policía ambiental, y aun
parcial, a un Estado extranjero entraña una inadmisible
hipótesis
de
delegación
de
soberanía.
Segunda:
resulta
demasiado patente la inconfiabilidad, por la carencia de imparcialidad
u
objetividad,
55
de
ese
control
ambiental,
obviamente, subordinado a los intereses de Finlandia, y no
a los intereses generales de la República Oriental del Uruguay.
2.2.2. Mas la conducta de la Administración demandada no ha sido sólo imprudente y en cuanto a la asunción
de los riesgos ambientales. Junto a ello se conjuga "su
interés
propio"
para
que
la
industria
cuestionada
se
instale y opere en el territorio nacional, con la pérdida,
así,
de
toda
objetividad
o
imparcialidad
propia
en
la
valoración ambiental de la misma; circunstancia que suma a
la
denunciada
incapacidad
física
de
control,
una
concurrente inhabilidad jurídica.
Es más. Si se conjugan la ya descripta conducta de
tolerancia,
mientos
más
la
incuria
científicos
subsiguiente,
con
por
necesarios
este
no adquirir los
y
notorio
conoci-
la
improvisación
y
contemporáneo
comportamiento de promoción industrial o de gestión de inversiones, se concluye que aquellas primeras actitudes operaron
perturbadas
por
esta
segunda.
No
ha
preocupado
carecer de los conocimientos y de las capacidades de evaluación y control, porque lo que, en realidad, ha sido
el primer interés es que la industria de la celulosa se instale en el territorio nacional y sin importar los costes
ambientales para el país.
56
2.2.2.1. Varios hechos ejemplifican el favoritismo
de estos últimos años para con esta industria de la celulosa.
Entre los privilegios o prebendas se han articulado:
tratados de inversión, zonas francas, puertos, etc..
El Uruguay ha firmado sendos tratados de inversiones
con el Reino de España, suscripto el 7 de abril de 1992 y
ratificado por la Ley 16.444, de 15 de diciembre de 1993, y
con la República de Finlandia, suscripto el 21 de marzo de
2002, y ratificado por la Ley 17.759, de 12 de mayo de
2004. En el mensaje del Poder Ejecutivo de 20 de mayo de
2003, del respectivo proyecto de ley referido a este último
tratado
se
inversiones
indicaba:
realizadas
"El
acuerdo
(...)
el
proporciona
marco
a
jurídico
las
e
institucional adecuado, con reglas que otorgan una total y
constante protección y seguridad jurídica a las inversiones
realizadas por inversores de un Parte en el territorio de
la otra".
¿ Y qué significa esto ?.
Hace pocos días, el citado Arq. IGORRA lo dijo con
todas las letras: "Las plantas siguen (...) estamos
actuando en el marco de un acuerdo con el gobierno
de Finlandia, en el tratado de inversores (...) y
el Estado garantiza la prosecución de las obras"
["La República", de 24 de agosto de 2005].
57
Se han otorgado dos zonas francas privadas específicas. Por Resolución del P.E., de 15 de octubre de 2004, a
BOTNIA; por Resolución del P.E., de 27 de octubre de 2004,
a
MBOPICUA-ENCE.
Amén
de
las
exenciones
tributarias
respectivas, se constituyen así verdaderos enclaves extranjeros privados: "áreas cercadas y aisladas eficientemente",
según definición el artículo 2º de la Ley 15.921, de 17 de
diciembre de 1987.
Se ha permitido la construcción de un par de puertos
sobre el Río Uruguay. Y, entonces, habrá 4 en pocos kilómetros (Mbopicuá, Botnia, Fray Bentos y Anglo). Otro cercano está siendo ampliado especialmente para la operativa
de BOTNIA (Nueva Palmira).
Además ha habido una especial preocupación por la
marcha y gestión de préstamos internacionales.
Asimismo ha habido inusuales manifestaciones a favor
de las celulosas.
Justificándolas, el Viceministro del Medio Ambiente,
Arq. IGORRA, había reflexionado: "(...) todo lo que la
industria
contaminó,
dos
guerras
mundiales,
la
primera y la segunda, gasificando, bombardeando,
40 años de pruebas atómicas en todo el mundo, dos
bombas atómicas lanzadas contra las ciudades de
Hiroshima y Nagasaki y ¿ la salud del planeta en
cuanto desmejoró ? mínimo (...)"
58
[Semanario "Caras y Caretas", de
22 de julio de 2005, "La Juventud", de 20, 24 y 26 de julio de 2005, "El País", de 30 de
julio de 2005].
Manifestaciones de esta índole muestran otra faceta
de la actuación de la Administración demandada: la publicitaria. Se ha practicado el denominado "maquillaje verde".
O, en términos más criollos, la "mano de pintura verde" que
se da a industrias químicas como la de la celulosa reconocidamente
contaminantes,
y
a
las
que
se
quiere
hacer
aparecer como "preocupadas" por el medio ambiente, para,
así, hábilmente disminuir la resistencia de la ciudadanía.
Industrias, que, no casualmente, vienen corridas desde sus
lugares de procedencia donde están siendo sindicadas por
haber agotado los recursos naturales existentes.
Descriptivamente,
el
Diario
"El
Observador", tras
reunión de autoridades de la demandada con representantes
de la firma BOTNIA, -en su edición el día 31 de julio de
2005-, tituló: "Gobierno y empresas cierran filas en
torno a las plantas de celulosa".
Un día antes, el Subsecretario del Ministerio demandado,
Arq.
IGORRA,
al
respecto de la instalación de
BOTNIA y en un cónclave con representantes de la misma, sentenció: "No estamos frente a una situación capri-
chosa sino que estamos frente a una política de Estado
["El País", de 30 de julio de 2005].
59
De otra forma, lo dijo el ex Ministro de Industria
JOSE
VILLAR:
"Tenemos que reivindicar el proyecto
del cual tenemos una directa responsabilidad de
haberlo evaluado y haberlo considerado de primer
interés"
["El Observador", de 20 de agosto de 2005].
O, como lo explicó el apoderado de BOTNIA, el citado
FAROPPA: "(...) en Brasil se está instalando una planta que
está
siendo
Uruguay,
sin
financiada
bien
por
puede
el
Gobierno
brindar
un
de
ese
marco
país,
y
estable
o
condiciones parecidas, obviamente, no puede otorgar dinero.
Por eso cabe resaltar que a nivel nacional el proyecto no
tiene ningún requerimiento, salvo los marcos jurídicos y
económicos (...)"
[Versión Taquigráfica de la Comisión de Ciencia y Tecnología
de la Cámara de Senadores, de 22 de agosto de 2005].
2.2.2.2. La conjunción o confusión de roles en la
Administración demandada se ha tornado patente. Quien tiene
el deber de evaluar y controlar ambientalmente a una industria, se ha dedicado a co-gestionarla, a facilitar y a promocionar su instalación en el país. Peor aún: garantiza tal
instalación,
la
ha
adoptado
nada
menos
que
como
una
política de Estado. Ello determina una inevitable ausencia
de
confiabilidad
en
las
primeras
y
fundamentales
actividades.
La demandada se ha convertido en socia de hecho de
quien está obligada a controlar. Ha estado co-operando,
60
gestando y facilitando el establecimiento y la actividad industrial de BOTNIA en el país. Ha abandonado así aquella
imparcialidad u objetividad, conditio sine qua non para
fiscalizarla
habitantes
en
de
incompatible
forma.
la
o
Ante
República,
inconciliable
dicha
se ha
doble
industria
y
los
autoemplazado en una
calidad:
de
Juez
y
Parte.
Y en su momento, quien fue muy sincero al respecto
resultó ser el, entonces, Ministro del Medio Ambiente, Arq.
SAUL IRURETA:
"lo que se ha hecho es culminar un proceso
que es prácticamente de un año (...) Durante ese
año (...) se negoció con la empresa, se hizo una audiencia pública presentando el proyecto y el estado de negociación con la empresa (...) Como resultado final de todo el proceso, se acuerda con
la empresa la autorización ambiental previa, que,
como fue expresado en alguna otra oportunidad por
mi, a mi modo de ver, es como un contrato entre el
gobierno de Uruguay y la empresa, sobre las condiciones en que esa empresa debe implantarse y las
condiciones para el funcionamiento de la misma"
País", de 18 de febrero de 2005].
También la Ing. Agr. TORRES lo ha dicho:
61
["El
"(...) nosotros tenemos la estrategia de trabajar
asociados (...)"
[Entrevista de Barchetta, cit.].
LA PRUEBA.
3. Se propone como prueba de las precedentes afirmaciones, la siguiente:
3.1. (RESULTANCIAS DE AUTOS Y PRESUNCION).
En primer término, se tendrán como prueba
todas las resultancias ya obrantes en estos autos. En especial,
resulta
un
hecho
plenamente probado en las
ac-
tuaciones preliminares desarrolladas que la Administración
Pública demandada se negó a informar a la Sede Judicial y a
incorporar siquiera facsímil de la documentación que, en
dos oportunidades, le fuera judicialmente requerida. Y ello
habrá
de
valorarse
como
presunción
a
favor
de
lo
ya
aseverado y en su momento por esta Fiscalía, -de acuerdo a
lo que prevé la Ley Procesal (§ 21, § 191, § 189, § 166 y §
168 C.G.P.).
3.2. (DOCUMENTAL).
3.2.1. Se requiera al PODER LEGISLATIVO CAMARA DE SENADORES - COMISION DE MEDIO AMBIENTE, a que, en
un plazo de veinte días y bajo apercibimiento, remita las Versiones Taquigráficas de las Sesiones de tal Comisión contenidas en los Distribuidos Nºs. 228, 4 de julio, 250,
11 de julio y 292. de 1º de agosto de 2005, oficiándose;
62
3.2.2. Se requiera al PODER LEGISLATIVO CAMARA DE SENADORES - COMISION DE CIENCIA Y TECNOLOGIA, a
que, en un plazo de veinte días y bajo apercibimiento, remita la Versión Taquigráfica de la Sesión de tal Comisión
de 22 de agosto de 2005, contenida en el Distribuido Nºs.
369 de 23 de agosto de 2005, oficiándose;
3.2.3. Se requiera al PODER LEGISLATIVO CAMARA DE REPRESENTANTES - COMISION DE VIVIENDA, TERRITORIO
Y MEDIO AMBIENTE, a que, en un plazo de veinte días y bajo
apercibimiento, remita la Versión Taquigráfica de la Sesión
de tal Comisión contenida en el Distribuido Nºs. 98 de 18
de mayo de 2005, oficiándose;
3.2.4. Se requiera a la parte demandada,
que, en un plazo de diez días y bajo apercibimiento, incorpore en autos un ejemplar de la obra impresa denominada:
"Ecología del Paisaje en Uruguay", y que, conjuntamente con
la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Junta
de Andalucía, patrocinara, intimándosele en audiencia;
3.2.5. Se requiera a la INTENDENCIA MUNICIPAL DE MONTEVIDEO que, en un plazo de veinte días y
bajo apercibimiento, incorpore a la causa la obra realizada
para la misma denominada "Efectividad en el Control de los
Efluentes Industriales (...)" de agosto de 2004, cuyo autor
es el Economista MARCELO CAFFERA, oficiándose;
63
3.2.6. Se requiera a la COMISION ADMINISTRADORA DEL RIO URUGUAY (C.A.R.U.), con oficinas en Avda.
de las Américas y Río Uruguay, en la ciudad de Paysandú,
Departamento de Paysandú, a que, en un plazo de veinte días
y
bajo
apercibimiento,
incorpore
en
autos
una
copia
certificada de todos los antecedentes administrativos que
posea
vinculados
denominado
al
BOTNIA,
emprendimiento
cometiéndose,
industrial celulósico
mediante
exhorto,
el
diligenciamiento de tal intimación al Juzgado Letrado de Primera Instancia de Paysandú que corresponda;
3.2.7. Se requiera a la entidad "Proyecto
SAG -Sistema Acuífero Guaraní", con domicilio en la calle
Luis Piera Nº 1992, piso 2 (Edificio Mercosur), documentación que refiera al Acuífero Guaraní y que contenga una descripción
del
caracterización,
mismo,
geología
e
ubicación
hidrogeología,
geográfica,
modelación
numérica, volumen estimado de agua, la identificación de
sus zonas de recarga, estudios y cartas de vulnerabilidad,
instrumentos de protección jurídica, etc., oficiándose;
3.2.8. Se requiera al SERVICIO GEOGRAFICO
MILITAR (MINISTERIO DE DEFENSA), sito en Avda. 8 de Octubre
Nº 3255, a que, en un plazo de treinta días y bajo apercibimiento, incorpore en autos copia de las fotografías aéreas que posea de la costa oriental del Río Uruguay, frente
al
Departamento
de
Río
Negro
64
y
comprendida
desde
la
desembocadura
del
Arroyo
Mbopicuá
y hasta la
Playa Las
Cañas inclusive (aclarándose que de ser necesario Fiscalía
se hará cargo del costo de las mismas), oficiándose.
3.3. (POR INFORMES).
Se peticiona que se requiera a las instituciones públicas que se pasa a mencionar, a que, en un plazo de
veinte días y bajo apercibimiento, informen acerca de si
han sido consultadas o han intercambiado información con el
M.V.O.T.M.A.
o
alguna
de
sus
dependencias,
o
terceros,
respecto del emprendimiento industrial llamado Celulosas Mbopicuá,
Negro,
y
y
a
con
ser
instalado
remisión
en
de
el
copia
Departamento
certificada
de
de
Río
los
antecedentes administrativos respectivos, oficiándose:
3.3.1.
O.S.E.,
ubicado
en
la calle
Carlos Roxlo Nº 1275;
3.3.2. MINISTERIO DE SALUD PUBLICA,
sito en Avda. 18 de Julio Nº 1892;
3.3.3.
MINISTERIO
DE
TRANSPORTE
Y
OBRAS PUBLICAS - DIRECCION NACIONAL DE HIDROGRAFIA, ubicada
en la calle Rincón Nº 565;
3.3.4.
MINISTERIO
DE
GANADERIA,
-
AGRICULTURA Y PESCA - DIRECCION GENERAL DE RECURSOS NATURALES RENOVABLES, sita en la calle Cerrito Nº 322;
3.3.5. M.G.A.P. - DIRECCION DE SUELOS
Y AGUAS, ubicada en la Avda. Garzón Nº 456;
65
3.3.6. M.T.S.S. - INSPECCION GENERAL
DE TRABAJO Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL, con sede en la calle Juncal Nº 1511;
3.3.7.
ENERGIA
Y
MINERIA
-
MINISTERIO
DI.NA.TEN.
DE
(Dirección
INDUSTRIA,
-
Nacional
de
Tecnología Nuclear), con oficinas en la calle Mercedes Nº
1041;
3.3.8.
MINISTERIO
DE
TURISMO,
con
oficinas en la Rambla 25 de Agosto s/ Nº (esq. Yacaré);
3.3.9. BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO,
con sede en la calle Mercedes Nº 1051;
3.3.10. FACULTAD DE QUIMICA, sita en
la Avda. Gral Flores Nº 2124;
3.3.11. FACULTAD DE MEDICINA, en la
Avda. Gral Flores Nº 2125;
3.3.12. FACULTAD DE AGRONOMIA; en la
Avda. Garzón Nº 780;
3.3.13. FACULTAD DE INGENIERIA, en la
Avda. Julio Herrera y Reissig Nº 565;
3.3.14. FACULTAD DE CIENCIAS, en la
calle Iguá Nº 4225.
3.4. (TESTIMONIAL).
Se peticiona se cite a declarar en audiencia,
en calidad de TESTIGOS y bajo apercibimiento de ser conducidos por la fuerza pública, a las siguientes personas:
66
3.4.1. Lic. ARAMIS LATCHINIAN, domiciliado
en la calle Gonzalo Ramírez Nº 2133, of. 602, y quien depondrá sobre las fábricas de celulosa y sus propias declaraciones transcriptas más arriba;
3.4.2. Arq. SAUL IRURETA, domiciliado en
la calle Rafael Pastoriza Nº 1451, y quien depondrá sobre
las fábricas de celulosa y sus propias declaraciones transcriptas más arriba;
3.4.3. Sr. JOSÉ VILLAR, con domicilio en
la calle Mariano Moreno Nº 2512 ("El Maestro Cubano S.A.")
y
quien
depondrá
sobre
las
fábricas
de
celulosa
y
sus
propias declaraciones transcriptas más arriba;
3.4.4. Ing. Agr. ALICIA TORRES quien será
citada con notificación personal en el M.V.O.T.M.A. donde
cumple funciones, calle Zabala Nº 1432, y quien depondrá sobre BOTNIA y sus declaraciones transcriptas;
3.4.5.
será
citado
en
el
Sr.
FERNANDO
domicilio
de
la
GARCIA
RIVERO,
que
firma
CELULOSAS
DE
M'BOPICUA, de la calle Paraguay Nº 1470, piso 7º, y quien
será interrogado sobre las manifestaciones transcriptas;
3.4.6. Prof. DANIEL PANARIO, de la Cátedra
de Geomorfología de la Facultad de Ciencias (Universidad de
la República), que será citado en calle Iguá 4225 (Facultad
de Ciencias), quien responderá acerca de la industria de la
celulosa y sus impactos respecto del medio ambiente;
67
3.4.7. Sr. RICARDO CARRERE, con domicilio
en la calle Maldonado Nº 1858, esq. Frugoni, y quien declarará sobre la industria de la celulosa y sus impactos ambientales;
3.4.8. Dr. Ing. Quím. IGNACIO STOLKIN, con
domicilio en la calle Paullier Nº 962, y quien depondrá
sobre
la
industria
de
la
celulosa
y
la
actuación
de
Administración demandada;
3.4.9. Sr. OSCAR VILAS, quien será citado
en calle Zelmar Michellini Nº 1287 (Diario "El País"), y
quien depondrá sobre el artículo periodístico referido más
arriba.
3.5. (INTERROGATORIO DE LA PARTE DEMANDADA).
Se solicita se disponga el interrogatorio de la
parte demandada en audiencia, indicándosele que, previamente, deberá designar en autos a aquella persona física
que habrá de comparecer a sus efectos, y para declarar
sobre su actuación respecto de BOTNIA.
3.6. (PERICIAL).
3.6.1. Se solicita se decrete la realización de una pericia a cargo de la FACULTAD DE QUIMICA, en
la Avda. Gral Flores Nº 2124, a la que se requerirá que elabore un informe, determinando, detalladamente, sobre a
qué se denominan organoclorados u orgánicos halogenados o
Halógenos Orgánicos Absorbibles (AOX), dioxinas y furanos,
68
qué son el DBO -Demanda Biológica de Oxígeno- y el DQB Demanda
Química
acuático,
de
cuáles
verificación,
en
aguas,
son
qué
Oxígeno-,
qué
son
las
qué
consiste
los
causas
COP
suponen
y
la
en
un
medio
consecuencias
eutrofización
-Contaminantes
de
de
su
las
Orgánicos
Persistentes-, y
cuáles son sus causas y consecuencias, a
qué
TRS,
se
denomina
y
cuáles
son
las
características
químico-físicas del dióxido de cloro, oficiándose, y autorizándose
a
los
profesionales
de
la
Facultad
para
consultar estos obrados.
3.6.2. Se peticiona se decrete la realización de una pericia a cargo de la CATEDRA Y DEPARTAMENTO
DE TOXICOLOGIA de la FACULTAD DE MEDICINA de la UNIVERSIDAD
DE LA REPUBLICA - C.I.A.T., con sede en el Hospital de Clínicas Dr. Manuel Quintela, a la que se requerirá que elabore un informe, determinando, detalladamente, acerca de a
qué se denominan organoclorados, dioxinas y furanos, y cuáles
son
los
efectos
de
los
mismos
sobre
la
salud
del
hombre, oficiándose, y autorizándose a los profesionales de
la Cátedra para consultar estos obrados.
Fiscalía se ofrece para el diligenciamiento de todos
los oficios.
EL DERECHO APLICABLE:
LA NORMATIVA VIGENTE.
69
4. Ab initio, se hace imprescindible enunciar todo
el elenco normativo que la Administración Pública demandada
está vulnerando con los comportamientos descriptos en el segundo capítulo de este escrito. Ello porque el Derecho aplicable en el caso vale, en primer su lugar, por su
contundente tenor literal.
4.1. El artículo 47 de la Constitución de la República dice que "La protección del medio ambiente es
de
interés
abstenerse
general" y que "Las
de
cualquier
personas
acto
deberán
que
cause
depredación, destrucción o contaminación graves al
medio
ambiente.
posición
y
La
podrá
ley
reglamentará
prever
sanciones
esta
dis-
para
los
transgresores".
Y a partir del 31 de octubre de 2004, también preceptúa: "El agua es un recurso natural esencial para
la vida. El acceso al agua potable y el acceso al
saneamiento,
constituyen
derechos
humanos
fundamentales. 1) La política nacional de Aguas y
Saneamiento estará basada en: a) el ordenamiento
del territorio, conservación y protección del Medio Ambiente y la restauración de la naturaleza.
b)
la
gestión
sustentable,
solidaria
con
las
generaciones futuras, de los recursos hídricos y
la
preservación
del
ciclo
70
hidrológico
que
constituyen asuntos de interés general. Los usuarios
y la sociedad civil, participarán en todas las instancias
de planificación, gestión y control de recursos hídricos; estableciéndose
las
cuencas
hidrográficas
como
unidades
básicas. c) el
establecimiento de prioridades para
el uso de agua por regiones, cuencas o partes de
ellas,
siendo
la
primera
prioridad
el
abastecimiento de agua potable a poblaciones. d) el
principio por el cual la prestación del servicio
de
agua
potable
y
saneamiento,
deberá
hacerse
anteponiendo las razones de orden social a las de
orden
económico.
Toda
autorización,
concesión
o
permiso que de cualquier manera vulnere las disposiciones anteriores deberá ser dejada sin efecto.
2)
Las
aguas
subterráneas,
con
superficiales,
excepción
de
así
las
como
las
pluviales,
integradas en el ciclo hidrológico, constituyen un
recurso unitario, subordinado al interés general,
que forma parte del dominio público estatal, como
dominio público hidráulico (...)".
Todo lo expresado es sin perjuicio de lo preceptuado
respecto del bien constitucionalmente protegido de la salud
e higiene públicas (§ 44).
4.2. Por la Ley de Protección del Medio Ambiente, se
reglamentó el mandato constitucional, y además de la pro-
71
tección del medio ambiente, específicamente, entre otros,
se declaran de interés general: (I) la protección de la
calidad del aire, del suelo, del agua y de los recursos
ambientales compartidos, (II) la configuración y estructura
de la costa, (III) la protección del ambiente contra toda
afectación que pudiera derivarse del uso o manejo de substancias químicas tóxicas o peligrosas, o de la disposición
de los residuos cualquiera sea su tipo, y (IV) la prevención, la eliminación y la mitigación de los impactos
ambientales negativos [§ 1º, § 20 y § 21 L. 17.283, de
28/XI/2000].
Edicta además:
Es deber fundamental del Estado proteger
el ambiente [§ 4º, § 6º y § 14 L. 17.283].
4.3. En términos similares, también, ya se expresa
la Ley de Impacto Ambiental [§ 1º, § 2º, § 3º, § 4º, § 5º,
§ 6º y ss., y § 16 L. 16.466, de 19/I/1994], la que, en
especial,
declara
de
interés
general
la
prevención
de
impacto ambiental negativo o nocivo, entendiendo por tal: a
toda
alteración
de
las
propiedades
físicas,
químicas
o
biológicas del medio ambiente causada por cualquier forma
de materia o energía resultantes de las actividades humanas
que indirecta o directamente perjudiquen o dañen la salud,
la
seguridad
o
calidad
de
72
vida
de
la
población,
la
configuración,
calidad
y
diversidad
de
los
recursos
naturales, etc..
Establece que actividades que refieran a productos
químicos, emisarios de líquidos residuales, disposición final de residuos tóxicos o peligrosos, a la explotación re
recurso hídricos, complejos industriales que puedan causar
un impacto ambiental grave, o aquellos que se proyectan en
la faja costera definida en el art. 153 del Código de
Aguas, etc., quedan sometidas a la realización previa de un
estudio de impacto ambiental [§ 6º L.I.A.].
De aquí en más
EsIA.
También es pertinente tener en consideración que el
decreto reglamentario de esta Ley de I. Ambiental estipula
que el EsIA "deberá contener como mínimo" una "Identificación
y
evaluación
de
impactos",
"las
medidas
de
mitigación", "los planes de prevención de riesgos y contingencia", "plan de seguimiento, vigilancia y auditoría",
entre otros [§ 12].
Si el impacto ambiental negativo o nocivo es superior a los mínimos admisibles el M.V.O.T.M.A. deberá negar
su autorización [§ 16 L.I.A.].
4.4. Y la Ley define cuáles son esos mínimos admisibles asumiendo la modalidad de standards jurídicos que demarcan el piso de la protección ambiental en el Uruguay;
por
debajo
del
mismo,
se
73
estará
ante
un
obrar
antinormativo:
se
estará
infringiendo
la
protección
del
medio ambiente o la prohibición de abstenerse de realizar
actos que causen depredación, destrucción o contaminación graves al mismo [§ 3º y § 5º L. 17.283].
La Ley reconoce como principios de política nacional
ambiental, es decir, que deben ser respetados por el demandado, y que además, son criterios interpretativos para
la aplicación de las normas de protección del ambiente, entre otros-, a los siguientes:
* "La distinción de la República (...) como
<<País Natural>> (...)" [§ 6º apart. A) L. 17.283];
* "La
prevención y previsión son criterios
prioritarios frente a cualquier otro en la gestión
ambiental y, cuando hubiere peligro de grave daño
o irreversible, no podrá alegarse falta de certeza
técnica o científica absoluta como razón para no
adoptar medidas preventivas" [idem apart. B)].
Y, a estos dos standards jurídicos genéricos, cabe
adunar el ya citado y específico y alto rango de protección
ambiental otorgado al agua y a los recursos hídricos, que
se consagrara en la reciente enmienda constitucional (§
47).
4.5. También normas específicas preservan los bienes
naturales concretos afectados en el caso.
74
4.5.1. El Código de Aguas establece "una faja de
defensa costera del Río Uruguay" [§ 153, § 154, § 36 y §
37, modif. § 192 y § 193 L. 15.903, de 10/XI/87].
4.5.2. Según el Código Civil-, son bienes nacionales
de uso público, es decir, cuyo uso pertenece a todos los
habitantes del Estado, las costas del territorio nacional
en la extensión que determinen las leyes especiales, los
ríos o arroyos navegables o flotables, sus riberas y el
agua corriente (§ 477 y § 478).
El Código de Aguas preceptúa la conservación y el aprovechamiento integral o sucesivo de las aguas y la acción contra sus efectos nocivos, indicando expresamente que
queda prohibido introducir en las aguas sustancias susceptibles de poner en peligro la salud humana o animal, deteriorar el medio ambiente natural o provocar daños, salvo
que el cuerpo receptor permita los procesos naturales de
regeneración
o
que
el
interés
público
en
hacerlo
sea
superior al de la conservación de las aguas [§ 2º, § 4º, §
144, § 145, § 149 y § 152].
Asimismo, preceptúa que la autoridad sanitaria será
oída en todos los casos que exista peligro para la salud
humana [§ 145].
Por otra parte, la Ley confiere a O.S.E. el contralor
higiénico
directa
o
de
todos
los
indirectamente
cursos
para
75
la
de
agua
que
prestación
utilice
de
sus
servicios,
deberán
estableciéndose
hacerse
con
una
que
los
cometidos
orientación
del
ente
fundamentalmente
higiénica, anteponiéndose las razones de orden social a las
de orden económico (§ 2º y § 3º L. 11.907, de 19/XII/52).
A su vez, el Decreto 253/979 de 9 de mayo de 1979,
estipula
que,
sobre
aguas
destinadas
o
que
puedan
ser
destinadas al abastecimiento de agua potable a poblaciones,
no se permitirán lanzamientos de efluentes sin la previa
autorización
de
O.S.E.,
quien
establecerá
las
características que debe tener el cuerpo receptor en la
toma del agua respectiva y la distancia mínima desde dicha
toma en que deben mantenerse estas condiciones dando cuenta
de esto al M.V.O.T.M.A. [§ 8º y § 3º].
El Estatuto del Río Uruguay, suscripto por el Uruguay con la República Argentina, el 19 de noviembre de
1973, define como Contaminación: la introducción directa o
indirecta
por
el
hombre,
en
el
medio
acuático,
de
sustancias o energía de la que resulten efectos nocivos,
obligando a las Partes a proteger y conservar el medio
acuático,
a
prevenir
su
contaminación,
adoptando
las
medidas apropiadas, y manteniéndose informadas [§ 40 a §
42]; otorga competencia directa para la prevención de la
contaminación
del
Río
a
una
Comisión
Administradora
(C.A.R.U.) [§ 50 y § 56]; dispone que la realización de
cualquier obra, sea nacional o binacional, que pueda afec-
76
tar la calidad de las aguas del Río deberá ser comunicada a
dicha Comisión, siguiéndose aquel procedimiento especial,
allí establecido [§ 7º y ss., § 27, § 29 y § 56]; que
deberán coordinarse con la misma las medidas adecuadas para
evitar
la
alteración
del
equilibrio
ecológico
y
otros
factores nocivos en el Río y sus áreas de influencia [§ 36
y § 56].
Y asimismo conviene recordar que el envenenamiento o
la adulteración, en forma peligrosa para la salud, y aún a
título de culpa, de las aguas destinadas a la alimentación
pública, con o sin lesión efectiva de las mismas, se halla
sancionado penalmente (§ 218 y § 225 C.P.).
4.5.3. Por Ley, ha sido declarada de Interés Nacional, la conservación de los suelos y de las aguas superficiales destinadas a fines agropecuarios, siendo deber del
Estado velar por prevenir y controlar su degradación [§ 1º
L. 15.239, de 23/XII/81].
4.5.4. Y, todavía, por Ley, la ciudad de Fray Bentos
y zonas adyacentes sobre el Río Uruguay limitadas hacia el
sur por el arroyo Caracoles Grande y hacia el norte por el
arroyo Mbopicuá, más las playas de Ubici, La Ensenada y Las
Cañas, y más el lugar que ocupa el ex-saladero Mbopicuá, en
el Departamento de Río Negro, fueron declaradas de interés
para el desarrollo del turismo [§ 1º L. 13.571, de 26/X/
1966].
77
4.5.5. Asimismo, la República Oriental del Uruguay
ha ratificado por sendas Leyes la ya referenciada normativa
internacional de la O.N.U: "Protocolo de Kioto" y "Convenio
de Estocolmo" [L. 17.279, de 23 de noviembre de 2000, y L.
17.732, de 31 de diciembre de 2003, respectivamente].
4.6. Finalmente, están las competencias asignadas a
la parte demandada y que identifican su legitimación pasiva
[§ 1º y ss. L. 16.112, de 30/VI/90, § 149 C. de Aguas - L.
14.859, de 15/XII/78, § 453, § 456 y § 457 L. 16.170, de
28/XII/90, § 1º y ss. y § 16 L. 16.466, § 6º, § 14, § 20 y
§ 21 L. 17.283].
Así, p.e., a la Administración demandada se le encomiendan -entre otras- las siguientes atribuciones:
* Dictar los actos administrativos y realizar las
operaciones materiales para prevenir, impedir, disminuir,
vigilar y corregir el riesgo de afectación del ambiente y
en
especial
en
lo
referido
a
la
disposición
final
de
residuos peligrosos [§ 14 apart. A), § 20 y § 21 L. 17.283]
*
Negar
toda
autorización
a
aquellos
proyectos que causen un impacto ambiental negativo
o nocivo superior a los mínimos admisibles [§ 16 L.
16.466];
* Realizar una gestión ambiental coordinada, y requiriendo los asesoramientos respectivos [§ 5º L. 17.283 y
§ 7º L. 16.466];
78
*
Suspender
la
actividad
presuntamente peligrosa,
mientras no se realicen las investigaciones para impedir la
contaminación [§ 14 cit, apart. D)];
* Exigir la constitución de garantía real o personal
suficiente por el fiel cumplimiento de las obligaciones
derivadas de las normas de protección ambiental o por los daños que al ambiente o a terceros eventualmente se pudiera
causar [§ 14 cit. apart C)].
4.7. En el caso de autos, todos y cada uno de estos
preceptos, generales y especiales, -tal cual se demostrará, han sido ignorados, algunos, y conculcados, otros, por la
Administración Pública demandada.
Obrar en contravención de las disposiciones transcriptas, implica hacerlo contra normas de orden público (§
11 C.C.), es decir, reglas de Derecho intangibles para autoridades y particulares; ello, entonces, habilita a accionar impetrando la re-conducción de los comportamientos antijurídicos, su correspondiente adecuación conforme a Derecho (§ 82, § 168 Nº 1º, § 24, y § 332 Const., § 11, § 14
y § 42 C.G.P.).
El fundamento, sustantivo y adjetivo, del presente accionamiento se desarrollará en los siguientes capítulos.
EL DERECHO APLICABLE:
LA PROTECCION DEL MEDIO AMBIENTE
Y EL PRINCIPIO DE PRECAUCION.
79
5. El no cumplimiento del deber fundamental de la
Administración Pública demandada en la protección del medio
ambiente se desprende de su infracción a los siguientes
tres conceptos jurídicos: (I) el orden público ambiental,
(II)
el
Estado
como
su
Guardián,
y
(III)
la
responsabilidad-prevención.
5.1. Con la conjugación de los artículos 47 y 168 Nº
1º de la Constitución de la República, en el Uruguay, hoy
es reconocible "un orden público ambiental", cuya "conservación", como la de todo orden público o tranquilidad pública, deviene inherente, está asignada, al Estado.
[Al art. 47, que califica a la protección del medio ambiente
de interés general, hay que adunarle lo ya previsto en el art. 168 (Nº
1º) de la Constitución:
"Al Presidente de la República, actuando con
el Ministro o Ministros respectivos, o con el Consejo de Ministros,
corresponde: 1) La conservación del orden y tranquilidad en lo interior
(...)"].
Además esto conlleva a que existan correlativamente
un deber del Estado a la protección del medio de ambiente
(§ 47 cit., § 4º L. 17.283), y un derecho subjetivo público
de los habitantes de la República a exigir tal protección
(§ 2º L. 17.283).
Y al establecer que la protección del medio ambiente
es de interés general, la Constitución está significando
interés general por opuesto al sólo interés particular.
80
Así es la mismísima Constitución que legitima a la
protección de medio ambiente cual valla restrictiva o limitante
del
goce
o
disfrute
de
los
otros
derechos
indi-
viduales (§ 7º Const.). Por otro lado, se está colocando a
tal protección dentro de un orden intangible, tanto para
los particulares como para el propio Estado. Y su ubicación, en la cúspide normativa de una República, revela la
voluntad soberana en la imposición de tal precepto y sin excepción,
licencia
o
subordinación
alguna
permitida
o
posible.
BIDART CAMPOS ha señalado:
"(...) la clásica versión de la supremacía de
la
constitución,
ordenamiento
encabezado
que
empieza
jurídico
por
ella,
postulando
-y
sus
no
se
que
fuentesdetiene
el
viene
en
tal
enunciado porque, después de situar a la constitución en el rango prelatorio que le asigna la
cúspide de la pirámide jurídica, y de subordinarle
todos los planos que le son inferiores, significa
que
ese
<<estar
necesariamente
para
estar
operar
obligación
sin
y
el
dotada
vértice>>
de
fuerza
intermediación
(para
gubernamentales
relaciones
en
todos
para
<<inter
los
los
normativa
alguna,
de
y
operadores
particulares
privatos>>)
81
apareja
en
sus
aplicarla,
cumplirla,
conferirle
eficacia,
por acción ni por omisión"
no
violarla
-ni
(BIDART CAMPOS, GERMAN J. - EL DERECHO DE
LA CONSTITUCION Y SU FUERZA NORMATIVA, Ediar, Bs. As., 1995, pág. 88-89).
5.1.1. ¿ Qué entraña, entonces, que exista un "orden
público ambiental" ?.
Ya se dijo: la connotación substancial de todo orden
público es su intangibilidad.
[En
el
año
1651
THOMAS
HOBBES
afirmaba:
"La
causa
final,
propósito o designio que hace que los hombres -los cuales aman por
naturaleza la libertad y el dominio sobre los demás- se impongan a sí
mismos esas restricciones de las que vemos que están rodeados cuando
viven
en
Estados,
es
el
procurar
consecuentemente, una vida más grata"
su
propia
conservación
(LEVIATHAN: Or the Matter, From and
Power of a Commonwealth Ecclesiastical and Civil, Altaya, Barcelona, 1997, pág. 141).
al
decir
de
SUPERVIELLE
al
definir
y,
el
orden
público:
"Todo
O,
orden
jurídico pretende realizar con un sistema de normas, la armonía social
de la colectividad. En los países de cultura occidental, se postula el
principio
general
de
la
libertad,
como
medio
de
lograr
mejor
la
protección de los derechos del hombre. Este último constituye el fin
del derecho. Pero desde que los seres humanos viven en una sociedad
organizada política, social y económicamente, están sometidos a normas
que
establecen
su
estructura
y
aspiran
a
regular
los
conflictos
humanos. Nada de ello es posible sin establecer reglas imperativas o
prohibitivas que aseguren o traten de lograr la justicia, la seguridad
y el progreso en su sentido más amplio, es decir moral y material"
82
(SUPERVIELLE, BERNARDO - "EL ORDEN PUBLICO Y LAS BUENAS COSTUMBRES, RDJA, Montevideo,
1956, T. 54, pág. 186).
Y enseguida acotaba:"Existen, pues, normas que por
su contenido tienen acción directa sobre las conductas humanas y de las
que no es legítimo apartarse, sin perturbar la necesaria cohesión social indispensable para la convivencia (...) El orden jurídico recibe
esas
normas;
la
ley
las
califica
y
las
integra
en
una
expresión
genérica: <<el orden público>>. Pero en las relaciones humanas no todo
se traduce en un conflicto de intereses. No es concebible una sociedad
sin principios morales (...)" (ob. cit., pág. 186)].
Por tanto, toda la normativa legislativa que rige al
medio ambiente, así calificada, de orden público, ha quedado al margen de la voluntad dispositiva de los particulares (§ 11, § 1284 y § 1286 C.C.), y también del Estado (§
7º, § 10 y § 72). Todavía, de obrarse contra el mismo, lo
actuado será nulo (§ 8º, § 1560 y § 1561 C.C.).
Con el "Nemo ius publicum remittere potest" de ULPIANO, BIDART CAMPOS, siguiendo a JORGE VANOSSI, expresa:
"Las
normas
de
la
constitución
son,
indudablemente, de orden público. El orden público
implica la no dispensabilidad, es decir, no admite
que la norma de su característica sea modificada o
dejada
de
lado
por
otra
norma,
o
por
pacto.
<<Nadie>> puede dispensar el orden público, reza
el axioma de Ulpiano (...) estamos convencidos de
que
en
el
derecho
constitucional
83
contemporáneo
<<nadie>> -ni particulares, ni órganos de poderpueden hacer prevalecer su voluntad contraria al
orden público. La constitución -el <<derecho de la
constitución>>- es <<derecho>> público, y es de
orden
público,
concepción
todo
lo
romanista,
cual
significó
derecho
en
la
imperativo
y
forzoso, no dispensable ni derogable por nadie"
(BIDART CAMPOS, ob. cit. pág. 71 // VANOSSI, JORGE REINALDO -TEORIA DE LA CONSTITUCION,
Depalma, Bs. As., 1976, T. II, pág. 21).
Que el Derecho Ambiental, que la normativa ambiental
haya sido declarada de interés general, de orden público, o
sea, intangible, y que ello esté establecido nada menos que
en la Constitución de la República, entraña que no es un
Derecho
ciable".
"de
Es
conciliación"
un
Derecho
o
"de
concertación"
indisponible.
Es,
sin
o
"nego-
más,
un
Derecho de Protección.
5.1.2. Pero, el constituyente nacional no se detuvo
en la declaración de interés general.
Apuntaló tal concepto con la peculiar previsión de
un segundo precepto, -también sintomático de este "orden público ambiental"-, pero de una severidad extrema. A contrapelo de la benignidad de otras disposiciones constitucionales, comparativas y contemporáneas, que han previsto
normas de tan sólo mera índole programática, la nacional ha
estipulado una suerte de imperativo penal. La previsión
84
ordena,
directamente,
conductas.
Lo
la
actuado
prohibición
contra
ese
de
determinadas
mandato
deviene
constitucionalmente ilícito.
Se estampó una norma "imperativa" y, a la vez, "de
prohibición": "Las personas deberán abstenerse de cualquier
acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente".
Impuso un deber de abstención. Se trata de un deber
o una obligación de no hacer, o de omitir acciones contrarias
al
medio
ambiente.
Concibió
una
prohibición
de
imperativas
y
hacer u obrar contra el medio ambiente.
["Las
leyes
corrientemente
denominadas
prohibitivas constituyen normas jurídicas cuya finalidad es obligar a
adoptar
cierta
naturaleza,
conducta
repugnan
al
o
impedir
derecho"
determinados
-explicaba
actos
que,
SUPERVIELLE
por
su
(SUPERVIELLE,
BERNARDO - Las leyes imperativas y prohibitivas, en ESTUDIOS JURIDICOS EN MEMORIA DE
EDUARDO J. COUTURE, Montevideo, 1957, pág. 777)].
Se prohíbe, mediante la imposición de un deber de
abstención,
depredar,
destruir
o
contaminar
el
medio
ambiente. Todo lo hecho contra tal imperativo de no hacer,
o contra tal prohibición de hacer, devendrá antijurídico, ilícito,
ilegítimo
por
contrario
a
la
Constitución,
inconstitucional. Las conductas opuestas a ese imperativo
de abstención impuesto por la Constitución, serán conductas
ilícitas,
tanto
administrativa
85
como
civilmente.
Y
civilmente
el
presente
deber
fundamental
nace
como
obligación, ya no por disposición simple de la Ley (§ 1246
C.C.), sino que, nada menos, por disposición de la Ley
Principal de todo Estado de Derecho, vale decir, de la
Constitución. Es una obligación constitucional que impone
un hacer omisivo (in omittendo) bajo el verbo abstener(se),
o sea que impone un no hacer. Obligaciones de no hacer son
aquellas
que
imponen
a
su
objeto
pasivo
el
deber
de
abstenerse de realizar ciertos hechos. Por imperio de la
Constitución, el hecho contaminante es un hecho vedado, y,
por vía de consecuencia, al vulnerarse la inejecución o la
prohibición ordenadas, se convierte en un hecho ilícito.
5.1.3. ¿ Existe algún remedio jurídico para la hipótesis
de
que,
a
quien
le
ha
sido
encomendada
la
vigilancia e imposición del acatamiento de esta Suprema Lex
Publica, renuncie a su aplicación ?.
"Vbi ius, ibi remedium, ubi remedium, ibi ius". O,
en forma negativa como lo expresa un aforismo sajón: "Where
there is not remedy there is not right".
"No es fácil hacer un señalamiento taxativo de las
circunstancias omisivas constitucionales, como tampoco de
las recíprocas obligaciones constitucionales que, cuando no
se cumplen, dan origen a aquéllas, pero hay que tener muy
presente que si el derecho de la constitución se halla investido de fuerza normativa, la inercia, el ocio, la demo-
86
ra, la abstención, el incumplimiento, la inacción, más cuanto
se
le
asemeja,
tipifican
modalidades
de
una
-
parálisis transgresora de aquella misma fuerza. Ante este
argumento, no juzgamos eficaz ningún otro que rotunda o
reaciamente se escude en la división de poderes, en las
facultades privativas, en la discrecionalidad del órgano,
ni -acaso- en el <<self-restraint>> de los jueces", -sentencia BIDART CAMPOS
"(...)
el
(BIDART CAMPOS, ob. cit. pág. 353).
reconocimiento
de
la
constitución
como
norma de orden público es el principal argumento para la explicación racional de la necesidad de mecanismos que aseguren el control de constitucionalidad con relación a las normas y actos inferiores: sin ese control se tornaría ilusoria la supremacía constitucional como norma de orden público, ya que los órganos de aplicación y los particulares
podrían 'disponer` de los contenidos constitucionales, que
perderían así la nota de imperatividad que es propia de la
jerarquía normativa"
(BIDART CAMPOS, ob. cit., págs. 73-74 \\ VANOSSI, ob.
cit., págs. 9-10).
En otros términos: apréciase allí precisamente vigencia del Estado Constitucional de Derecho; Estado Constitucional de Derecho: "el Estado Constitucional cimienta su
estructura en dos pilares: por un lado, en el principio político democrático; por otro en el principio jurídico de
supremacía
constitucional
(...).
87
Según
el
principio
de
supremacía,
se
considera
que
la
Constitución
es
lex
superior, que obliga por igual a gobernantes y gobernados"
(NAVA
GOMAR,
CONSTITUCION
SALVADOR
Y
O.
-
DEMOCRACIA
EL
ESTADO
(TRIPLE
CONSTITUCIONAL:
RELACION),
en
SINONIMIA
Anuario
de
POSITIVIZADA
Derecho
ENTRE
Constitucional
Latinoamericano, Konrad-Adenauer-Stiftung, Edición 2003, pág. 29).
En la República Oriental del Uruguay: ¿ cuál es el
instrumento con el que se cuenta para enfrentar las violaciones de la Constitución que se tipifican cuando no se
hace lo que ella manda hacer, o cuando, -más concretamente, ciertos individuos consiguen que las autoridades públicas
'dispongan de su contenido`, lo negocien o concierten a
cambio
de
otros
intereses,
renuncien,
abdiquen,
y,
en
definitiva, lo desobedezcan, siendo que están ciertamente
encomendadas de cumplirlo y hacerlo cumplir ?.
Pues, no es otro que el propio artículo 332 de la
Constitución:
"Los preceptos de la presente Constitución que reconocen derechos a los individuos, así como los que atribuyen
facultades
públicas,
no
e
imponen
dejarán
de
deberes
aplicarse
a
las
por
autoridades
falta
de
la
reglamentación, sino que ésta será suplida, recurriendo a
los fundamentos de las leyes análogas, a los principios
generales
de
derecho
y
a
las
admitidas".
88
doctrinas
generalmente
[Tal artículo se ubica en la Sección XIX de la Carta fundamental (único del capítulo IV), y Sección que no casualmente se
denomina: "DEL CUMPLIMIENTO (...) DE LA PRESENTE CONSTITUCION"].
"La fuerza normativa de la constitución suprema responde (...) al principio fundacional del constitucionalismo moderno: la constitución como superley de garantías entraña la finalidad de limitar el poder del estado y de asegurar la libertad y los derechos personales. Si es el
fin,
y
esa
es
la razón histórica, hay que darle a la
constitución la jerarquía capaz de sustentar los medios
eficaces para que el mismo fin alcance efectividad exitosa.
De lo contrario, nos quedamos con la <<hoja de papel>> de
la
que
habla
Lasalle,
y
conseguimos
material que desvirtúa a la formal"
una
constitución
(BIDART CAMPOS, ob. cit., pág.
58).
"Se hace imprescindible aceptar la tesis de que cada
órgano de poder tiene obligación, directamente emanada de
la constitución, de cumplirla y de no violarla -en lo que
se prohíbe, en lo que manda hacer, en las permisiones y alternativas que habilita-. Esa obligación de cada órgano recae sobre él en la totalidad de las competencias que tiene
atribuidas. Se comprende entonces que, si falla en el ejercicio,
la
constitución
suprema
no puede ni debe quedar
inerme, por lo que la actividad o la inactividad del órgano
que ha usado mal su competencia o que no la ha usado cuando
89
debía usarla, exige el correctivo para asegurar a la vez
aquella
supremacía
constitución"
y
la
fuerza
normativa
de
la
(BIDART CAMPOS, ob. cit., pág. 91).
El referido art. 332 está dirigido irrevocablemente
a asegurar a todos los individuos el cumplimiento eficaz de
los derechos reconocidos en la Norma Fundamental, y también
a
garantir
que
las
autoridades
públicas
desempeñen
sus
correlativas atribuciones y deberes, y sin subordinaciones
a
intereses
particulares.
Y
todo
ello
se
debilita
o
corrompe, cuando se introducen distinciones que, directa, o
indirectamente, se traducen en obstáculos, postergaciones o
actuaciones deficitarias para la efectiva plenitud de esos
deberes y derechos.
Resumiendo: la Constitución, como Lex Suprema, por
ser
Derecho,
por
ser
norma,
por
ser
jurídica,
"obliga
indistintamente", -tal cual lo preceptúa el Código Civil
respecto
contrario:
de
las
leyes-,
admitir
autodispensarse
que
de
el
y
"debe
Estado,
cumplirla
ser"
obedecida.
selectivamente,
(ser
Lo
puede
irresponsable),
significaría, amén de contrariar el principio de igualdad
(§
8
Const.),
consentir
su
atrofia.
También
entraña
indefensión para los derechos de los habitantes de la República.
"Una garantía o un derecho que carezcan de protección no pasan de meras declaraciones líricas, porque quedan
90
supeditadas
al
respeto
gracioso
de
quien
ejerce
la
autoridad o se apoya exclusivamente en la fuerza; la falta
de protección es la negación del régimen jurídico"
(ALSINA,
HUGO - TRATADO TEORICO-PRACTICO DE DERECHO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL, Ediar, 2ª edic.,
Bs. As., 1963, T. I, págs. 19 y ss.).
5.2. ¿ Cómo empujan estas consideraciones en materia
de Derecho Ambiental respecto de la responsabilidad del
Estado ?.
Quien realiza el hecho contaminador o tan solo pone
en peligro el medio ambiente, incumple un mensaje constitucional y que prescribe un comportamiento específico de no
dañar el ambiente. Y para el Estado el mensaje constitucional
impone
un
deber
fundamental,
irrenunciable,
-como
recién se acaba de explicar. El Estado debe velar por el cumplimiento de ese "orden público ambiental". El Estado ha
sido encomendado como Guardián (Garante y Gendarme) de la
protección del medio ambiente (§ 47 + § 168 Nº 1º Const., +
§
4
L.
17.283).
El
bien
jurídicamente
tutelado
medio
ambiente ha quedado sometido a la dependencia, al cuidado,
a
la
custodia
del
Estado.
En
esos
términos,
éste
es
responsable (garante) de la indemnidad del mismo.
Entonces, la responsabilidad por el daño ambiental
no
se
limita
a
quienes
directamente
producen
el
hecho
contaminador. Abarca también a quien tiene que ver con el
"poder ordenador o de policía ambiental", y entonces, es -
91
necesario atender a las denominadas "faltas de servicio>>"
(MOSSET ITURRASPE, JORGE - HUTCHINSON, TOMAS - DONNA, EDGARDO ALBERTO - DAÑO AMBIENTAL,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, Arg., 1999 T. I. págs. 65, 427 y ss., T. II págs. 16, 86).
La responsabilidad ambiental comprende a aquellas "faltas
de servicio", "por el funcionamiento deficiente, irregular
o el no funcionamiento del servicio público", debido a que
estas "omisiones o déficits" por la falta de fiscalización
o la fiscalización deficiente de una actividad o por la ausencia de previsión en el impacto ambiental o por el no
dictado
de
los
actos
administrativos
o
por
la
no
realización de las operaciones materiales para prevenir,
impedir, disminuir, vigilar y corregir la depredación, destrucción, contaminación o el riesgo de afectación del ambiente (§ 14 L. 17.283), en definitiva, también terminan
posibilitando el daño ambiental.
El derecho a la preservación de los bienes ambientales entraña obligaciones para los poderes públicos que
son encargados de ponerlos en las condiciones adecuadas
para su disfrute. Esta es la vertiente prestacional del
derecho,
derivada
no
tanto
del
derecho
al
goce,
que
requiere la abstención de los particulares y de poderes
públicos,
proteja
Dykinson
sino
del
derecho
a
que
el
medio
ambiente
se
(CANOSA USERA, RAUL - CONSTITUCION Y MEDIO AMBIENTE, Ciudad Argentina -
S.A.,
2000,
Madrid-Bs.As.,
pág.
101).
El Estado, a quien por
disposición constitucional y legal, le han sido confiadas
92
específicas funciones de protección del medio y de control
de
las
fuentes
evasión
de
posible,
peligro, ha resultado
en
"una
posición
de
emplazado, sin
garante"
de
la
integridad del bien jurídico medio ambiente.
Y no olvidar: no impedir un resultado que se tiene
la obligación de evitar, equivale a producirlo, -sentencia,
magistralmente, el artículo 3º del Código Penal.
De principio (§ 47 Cont. y § 4º L. 17.283), la Administración demandada, en su posición de garante, se halla
obligada a evitar un resultado dañoso para el medio ambiente. Si, no obstante, por una conducta precedente (de acción
o de omisión), si por su injerencia, termina provocando, como en el caso de su complacencia con las industrias celulósicas,
ambiente,
asegurar
una
situación
entonces,
su
de
quebranta
indemnidad,
de
peligro
ese
evitar
deber
que
para
el
medio
fundamental
de
el
se
peligro
convierta en su lesión.
Basta que dicho Guardián ejerza de modo deficitario,
abandone, sustituya, subordine a otros intereses o torne
ilusoria la constitucionalmente asignada función de policía
ambiental, para convertir a esos riesgos y peligros ambientales mal evaluados o mal controlados en directa lesión
de los derechos de los ciudadanos legítimamente confiados
en el eficaz cumplimiento del citado deber fundamental.
93
Ello es lo que ha acontecido con la Administración
Pública demandada.
5.3. Y en esta secuencia de ideas, toca a la puerta
el concepto de "responsabilidad-prevención".
Responsabilidad-prevención" es atenerse al propósito
principal de cualquier Derecho Ambiental: la preservación
del equilibrio ecológico
(HUTCHINSON -DAÑO AMBIENTAL, ob. cit. T. II, págs.
19-20).
Se parte de comprender a la responsabilidad como respuesta al riesgo, uniendo responsabilidad con riesgo y prevención. Esta responsabilidad es por el riesgo de la
cosa o la actividad riesgosa en sí misma. Se trata de
disminuir
el
riesgo
(prevención)
para
que
el
daño
(indemnización) no se produzca. Se es responsable por el
riesgo de la cosa o de la actividad riesgosa. El riesgo es
una potencia de daño. Operando sobre el riesgo, se evita el
daño. Esto es prevención
(DAÑO AMBIENTAL, ob. cit., T. II, pág. 65).
No se procura la compensación de perjuicios, sino
que se está ante la búsqueda de la evitación, o detención,
o neutralización del evento contaminante o depredatorio.
"Prevención significa considerar la posibilidad de
que algo ocurra, con el objeto de intentar neutralizarlo si
nos va a provocar un daño, pues no tendría sentido que pensáramos que algo pueda dañarnos y no intentar evitarlo. Preferimos utilizar el término prevención, conectado con el
94
riesgo, con la disminución de riesgos o evitación de daños,
y no con los daños, ya que éstos están relacionados con el
término reparación. La prevención es el fundamento del principio de precaución"
(HUTCHINSON, ob. cit., pág. 273).
En gran medida, el Derecho Ambiental constituyendo
una
rama
jurídica
que
atiende
a
la
protección
o
la
preservación del medio ambiente, consiste en hacer posible
o efectivo el ejercicio de un deber de precaución.
"El daño ambiental ha de ser evitado, como hemos
señalado; es más la mejor manera de proteger la naturaleza
es evitando que sea dañada. Esto obedece a que es muy difícil o imposible que el recurso dañado recupere su estado originario, o sea, el estado anterior a sufrir el daño. La
importancia
daño)
de
explica
estructurales
alcanzar
que,
del
al
este
menos,
derecho
no
resultado
dos
ambiental
(ausencia
principios
estén
de
básicos
o
consagrados
a
promover este no resultado; nos referimos a los principios
de prevención y al de cautela o precaución"
(BENTANCOR RODRIGUEZ,
ANDRES - INSTITUCIONES DE DERECHO AMBIENTAL, Edit. La Ley. Madrid, 2001, págs. 151-152).
Y una óptica de aproximación a lo que significa el
deber de precaución en materia ambiental la otorga el Código Civil (argentino) de VELEZ SARSFIELD en sus arts. 902
y 904: "Cuando mayor sea el deber de obrar con prudencia y
pleno conocimiento de las cosas, mayor será la obligación
que resulte de las consecuencias posibles de los hechos";
95
"Las
consecuencias
mediatas
son
también
imputables
al
autor, cuando las hubiere previsto, y cuando empleando la debida atención y conocimiento de la cosa, haya podido preverlas".
Similar inteligencia puede llegarse a desentrañar de
una interpretación armónica de los artículos 1344, 1346,
1319 y 1324 del Código Civil y 3º y 18 del Código Penal uruguayos. Se asiste mediante ellos al concepto de culpa
como una modalidad de ausencia del deber de prudencia o de
precaución, falta del debido cuidado o diligencia de un
buen padre de familia para prevenir el daño, y aún, del
causado por las cosas, establecimientos o empresas de las
que el responsable se sirve o están a su cargo.
A la luz de todo esto-, hay que ponderar el principio
de
política
nacional
ambiental
y
criterio
interpretativo de las normas ambientales, establecido en la
Ley de Protección del Medio Ambiente, transcripto ut supra,
y
que
enuncia
a
la
prevención
y
a
la
previsión
como
criterios prioritarios en la materia (§ 6º apart. B).
Ahora bien, este deber de precaución asimismo cabe
que sea considerado, no desde la exclusiva óptica que atiende a las consecuencias de su incumplimiento, como modalidad de la culpa y a los correlativos efectos de la reparación
o
de
la
compensación
patrimonial,
sino
que
partiendo de aquella mismísima responsabilidad en el obrar
96
ex ante, es decir, desde la efectividad directa o in natura
de ese deber.
Justamente, cuando se está ante el riesgo o el peligro
de
la
hipótesis
de
ocurrencia
acción
de
perjuicios
jurídica,
al
medio,
-subrayamos:
la
una
más
interesante o valiosa para el Derecho Ambiental-, es la de
preservación,
aquellas
o
preventiva,
pretendiendo
circunstancias
que
que
se
potencialmente
impidan
puedan
ocasionarlos.
"El Derecho Ambiental, en el capítulo dedicado a las
contaminaciones perjudiciales, no se limita, como ocurriera
en
tiempos
pasados
con
otros
perjuicios,
a
dictar
de-
cisiones o sanciones frente al menoscabo ocasionado. Preocupa el <<antes>>, la tarea de impedir o evitar que las consecuencias se desencadenen.
En
particular
cuando
ese
<<desencadenamiento
es
previsible o anticipable>>, por la índole de las tareas cumplidas, por su peligrosidad. Se trata, prioritariamente,
de impedir o interdictar una actividad peligrosa o ilícita
que constituye una amenaza seria al ambiente"
(MOSSET ITURRASPE,
JORGE - DAÑO AMBIENTAL, ob. cit., T. I., págs. 60-61).
La prohibición de destruir establecida en la Constitución de la República, procura, eso mismo: que no se
destruya, -y, no sólamente obligar a indemnizar al que la vulnera
haciendo
lo
contrario.
97
Por
tanto,
amén
que
el
destruir devenga ilícito en razón de dicha prohibición, en
virtud de la misma lo importante es conseguir que no se lo
haga o que no se lo siga haciendo, o sea: que el mandato
constitucional
sea
acatado.
A
su
vez,
la
mencionada
prohibición, constituye el soporte para actuar contra conductas
anteriores
conductas
de
a
la
producción
particulares
y
del
del
Estado
daño;
aquellos
idóneas
para
aumentar, acrecentar o potenciar el peligro o el riesgo de
que el mismo se verifique. Que el imperativo provenga de
una norma de índole fundamental, del vértice jurídico de
una Nación, que concomitantemente crea un orden público
ambiental
cuya
"conservación",
-preservación
o
mantenimiento-, como la de todo orden público, asigna al Estado,
le
confiere
aún
más
trascendencia
al
mandato
impuesto, y, por sobretodo, compromete, con mayor fuerza,
al Guardián encargado de la eficacia de su cumplimiento.
Por todo esto, en caso de omitir sus cometidos de
gendarme
ambiental,
el
referido
Guardián
del
medio
ambiente, el Estado, resulta el primer responsable ante el
incumplimiento
del
orden
público
constitucional.
La
protección constitucional del medio ambiente reconoce un
derecho subjetivo público a la misma y los correlativos
mandatos de actuación de las autoridades públicas.
He allí un viraje sustantivo importantísimo cuando
de hacer cierta a la responsabilidad del Estado se trata.
98
EL DERECHO APLICABLE:
LAS TRANSGRESIONES AL DERECHO AMBIENTAL
DE LA ADMINISTRACION PUBLICA DEMANDADA.
6. Al tenor de las consideraciones generales enunciadas
precedentemente,
la
Administración
Pública
demandada, en relación a la instalación de la industria de
celulosa
de
autos,
ha
incurrido
en
una
serie
de
transgresiones concretas al Derecho Ambiental vigente: (I)
no hizo una debida evaluación previa de tal industria; (II)
no
se
munió
de
la
capacidad,
ni
de
los
conocimientos
científicos, ni de la infraestructura presupuestal, todos y
cada uno necesarios para evaluarla o controlarla, habiendo
reconocido, además, plenamente, dicha inhabilidad; no obró
con prevención; (III) quebrantó los standards jurídicos del
"País Natural" y de la especial protección del agua; y, a
cambio, (IV) asumió una incompatible conducta de gestión y
promoción de la citada industria contaminante.
Que se podían llegar a producir estas transgresiones
ya había sido advertido por el Sr. ENRIQUE RUBIO, experto
en cuestiones ambientales y actual Senador de la República,
en
octubre
de
2001:
"(...)
El
Uruguay
tiene
un
conjunto de problemas muy importantes en materia
ambiental (...) El debate entre la compatibilidad
entre el crecimiento económico y el cuidado del
medio ambiente lleva varias décadas. En efecto,
99
cada día son más evidentes los impactos negativos
del paradigma productivista. El mismo viene encontrando dramáticamente sus límites ecológicos (...)
Las
tendencias
a
privatizar
y
mercantilizar
la
gestión ambiental poseen indudable vigor (...) La
forestación
requiere
una
puesta
al
día
en
su
discusión. Se sigue subvencionando su desarrollo
(...) Interrogantes que requieren respuestas urgentes (...) Uruguay comenzará a tener problemas
en los pasos siguientes a la plantación: (...) las
plantas de celulosa, peligrosas del punto de vista
ambiental, ya entraron en la agenda (...)"
(RUBIO, ENRIQUE
- POR UNA AGENDA AMBIENTAL EN URUGUAY, en M. ARANA, G. CURTOISE y otros -POLITICAS
AMBIENTALES EN URUGUAY, Coscoroba ediciones, Centro Latino Americano de Ecología Social CLAES, 2001, págs. 124, 125, 126, 130).
Vaya aquí el desarrollo de las citadas transgresiones verificadas por la parte demandada.
6.1. Respecto de la fábrica de celulosa BOTNIA, no
hubo la realización previa de un estudio de impactos ambientales, ni en consecuencia la debida evaluación previa
de los mismos por parte de la demandada.
Para ello basta con comprobar que la parte demandada
consintió que aquellos planes de gestión, de implementación
de medidas de mitigación y compensación, de monitoreo y
seguimiento, de contingencias, de prevención de accidentes,
100
etc., que debieron conformar el estudio previo, fueran presentados
a
posteriori
del
inicio
de
la
obras
de
construcción de la planta de BOTNIA. O sea: la afirmación
de haber evaluado previamente no es cierta, porque lo hizo
sin tener dichos imprescindibles estudios a su disposición.
Deliberada y arbitrariamente, se trastocaron las fases del
tracto que correspondía a una legítima evaluación.
La Constitución y la Ley exigen que la gestión ambiental
se
apoye
en
un
instrumento
que
verdaderamente
garantice la acción preventiva.
COUSILLAS es contundente al comentar la Ley de Impacto Ambiental: "El acápite del artículo 6º únicamente menciona <<la realización previa de un estudio de impacto ambiental>>; lo que conjuntamente con lo que establece el artículo 7º, nos permite indicar que la barrera temporal
está en el inicio de la efectiva ejecución del proyecto"
(COUSILLAS, MARCELO - Análisis de la Ley 16.466 de Evaluación del Impacto Ambiental, en
Revista Jurídica Estudiantil, noviembre 1994, Nº XI - Año IX, pág. 61).
En el caso, se le pasó por arriba a la citada "barrera temporal". Y la significación de ella, no es solo instrumental
respeto
(o
supone
garantista),
un
efectivo
sino
sustantiva,
ejercicio
del
pues,
axioma
de
su
la
prevención.
"El control de la Administración, previo a la ejecución de la actividad que tiene un singular impacto am-
101
biental, es el más importante instrumento de prevención de
estos impactos", pregona BENTANCOR RODRIGUEZ
ob. cit., pág. 954).
(BENTANCOR RODRIGUEZ,
Y como dice la especialista argentina VALLS-
, cuando se evalúan los impactos ambientales, en verdad se
están comparando dos situaciones futuras
(VALLS, CLAUDIA - IMPACTO
AMBIENTAL, Edit. Ciudad Argentina, Bs.As.-Madrid, 2002, pág. 19):
una, el bien
natural (p.e. la calidad de las aguas del Río Uruguay), sin
la presencia del agente potencial de contaminación; otra,
el bien natural y su vulnerabilidad frente al agente potencial contaminador (p.e. descarga de organoclorados al
medio acuático). De ese cotejo o juicio hipotético, surgirá
si es legítima la asunción del riesgo o si prevalece el deber de evitarlo. La evaluación del impacto ambiental supone
un
proceso
de
ponderación
anticipada,
calificada
y
sistemática de una acción que puede dar lugar a efectos
colaterales
significativos
para
el
ambiente;
supone
un
procedimiento participativo, y con el propósito de que los
habitantes puedan hacer valer su derecho a ser protegidos
en el goce de un ambiente sano y equilibrado (de que no
queden indefensos); supone que el proyecto sea contrastado
con la realidad, pues el divorcio con ésta determina que ha
sido mal realizado; y, también supone el entrecruzamiento
de
información
de
distintos
orígenes
(con
otras
instituciones públicas especializadas o con similares en el
102
extranjero) [§ 1º, § 6º, § 7º L. 16.466, y § 1º, § 2º, 3º,
4º, 5º, 6º y § 14 L. 17.283].
Nada de esto fue cumplido por la parte demandada; No
hubo, por tanto, una prevención razonable. No existió una
Autorización Ambiental Previa (AAP).
Con BOTNIA (ya lo había hecho con MBOPICUA-ENCE), la
Administración demandada ha invertido los términos de la ecuación:
en
lugar
de
aguardar
que
el
EsIA
preceptivo
fuera, al menos, corregido o ampliado en todas las falencias detectadas, para entonces, juzgarlo y decidir su denegación
o
su
aprobación,
directamente
lo
avaló,
disponiendo (a manera de torpe parche) que, aquellos que
debieron ser los presupuestos mínimos para la autorización,
se cumplieran a posteriori como condiciones de ésta. Toleró
las imperfecciones constatadas, a condición de que, luego,
se
subsanaran.
Reconoció
así
dichas
groseras
imperfecciones. Peor aún: así obró, en razón de saberse
absolutamente incapaz para evaluar. ¿ Cómo BOTNIA podía ser
considerado ambientalmente viable si, en realidad, era a posteriori de conseguir la AAP que recién debía demostrar
que no iba a contaminar ?.
Además, se omitió todo análisis in situ del entorno
a ser afectado previo a que la fábrica comenzara a instalarse. Hubiese permitido una adecuada predicción e identificación de los impactos ambientales. Una vez intervenido
103
el entorno, el conocimiento de lo que era antes deviene
imposible.
Tampoco hubieron estudios previos por los impactos
acumulados, como consecuencia de la construcción y funcionamiento, no de una, sino de dos fábricas de celulosa.
Y antes todavía:
No hubieron estudios propios de la parte demandada.
Todo quedó en lo que la industria interesada ha aseverado.
Para colmo de males, los únicos estudios de evaluación de impactos obrantes fueron hechos bajo la jefatura de
subordinados
de
la
mismísima
industria
supuestamente
evaluada. Comentando la Ley de Impacto Ambiental, COUSILLAS
dice: "(...) en el entendimiento del legislador estuvo la
idea que los técnicos y profesionales intervinientes en la
EIA,
son
otros
que
los
que
elaboraron
el
proyecto
de
actividad, construcción u obra sometido a evaluación (...)"
(ob. cit., pág. 63).
Y la normativa a ser conjugada, -como ya se explicó, resulta de interés general, de orden público. No concede
margen
para
discrecionalidad
administrativa
alguna.
Pre-
establece parámetros jurídicos, deliberadamente, precisos y
acotados. La conducta de la Administración está reglada.
[Autorizaciones
administrativas
como
la
mencionada
autorización ambiental previa, resultan ser actos de habilitación o de
permisión por los cuales la Administración Pública, en ejercicio de su
104
función de policía administrativa, y tras verificar el cumplimiento de
los requisitos preestablecidos en la Ley, concede licencias o exenciones especiales en relación a acciones, ab initio, y en su generalidad,
prohibidas, removiendo los obstáculos legales que las impiden. Se trata
d actos administrativos reglados. A su respecto, MARIENHOFF enseña: "En
el Estado de Derecho la actividad de la Administración Pública (...)
debe desarrollarse dentro del orden jurídico y de acuerdo con los fines
de la ley. Tal afirmación, que tiene carácter de principio esencial,
puede hallar satisfacción en <<grados>> diferentes, dando lugar a dos tipos de Administración: la reglada o vinculada y la discrecional. En forma
distinta,
ambos
tipos
de
Administración
ejecutan
la
ley,
cualquiera sea la especie de ésta (Constitución, ley formal y ley
material)
[...]
ministración
En
ejercicio
aparece
de
la
estrictamente
actividad
vinculada
<<reglada>>,
a
la
norma,
la
Ad-
que
al
respecto contiene reglas que deben ser observadas. De modo que los
actos <<reglados>> o <<vinculados>> han de emitirse en mérito a normas
que predeterminan y reglan su emisión. Trátase de una predeterminación
<<específica>> de la conducta administrativa. En presencia de tal o
cual situación de hecho, la Administración debe tomar tal o cual decisión:
no
tiene
la
posibilidad
de
elegir
entre
varias
posibles
decisiones, su conducta le está señalada de antemano por la regla de
derecho" (MARIENHOFF, MIGUEL S. - TRATADO DE DERECHO ADMINISTRATIVO, Abeledo - Perrot,
Bs. As., 1975, T. II, págs. 411-412)].
105
Y,
otra
ridizado>>
vez
razones
público comprometido"
COUSILLAS:
de
mérito,
"(...)
en
la norma ha <<ju-
atención
al
interés
(ob. cit., pág. 67).
6.2. La Administración Pública demandada se presenta
inhábil para evaluar y para controlar a una industria de la
celulosa como BOTNIA; así lo ha reconocido, y nada ha hecho
para mudar esa realidad.
Un imperativo, en relación a la vigilancia de las
fuentes
de
peligro,
determina
que, para avalar una
ac-
tividad peligrosa en extremo como la de BOTNIA, el Estado,
previamente, debe cerciorarse de poseer la capacidad para
su estricta vigilancia, -si no la tiene, no debe asumir el
riesgo incontrolado que tal ausencia conlleva.
Con la industria de la celulosa, la parte demandada
en ningún momento ha alcanzado tal grado de certidumbre.
Habilitó el emprendimiento industrial cuestionado,
que
calificara
de
altamente
peligroso
para
el
medio
ambiente (categoría C), pese a reconocer su ausencia de
conocimiento científicos para evaluarlo previamente y con
más su incapacidad física para el control.
Vale decir: la única certeza que poseía era la de no
tener la capacidad requerida para evaluar y controlar.
Y no suplió los déficits reconocidos: no efectuó, ni
prevé hacerlo tampoco, análisis alguno propio (teórico o in
situ) del medio a ser afectado, ni de los múltiples im-
106
pactos en el mismo, ni de las posibles mitigaciones, ni de
las contingencias, ni de nada. Asumió una actitud meramente
contemplativa, cuando el deber impuesto es el de hacer, el
de prevenir. La prevención brilló por su ausencia.
Amén de ello, la tolerancia para con esas imperfecciones
no
solo
se
comporta
como
la
admisión
de
serias
incertidumbres para la misma Administración, sino que, a la
vez, colocan en un estado de indefensión absoluta a los habitantes de la República, quienes confían en un quehacer preventivo
del
Estado,
el
cual,
en
verdad,
no
se
ha
verificado.
Aún más grave, es que se ha obrado con plena consciencia de que, tanto hoy como mañana, no se está, ni se estará,
en
condiciones
funcionales,
presupuestales
y
técnicas, de poder vigilar a una fábrica de celulosa como
la BOTNIA y todo lo que su funcionamiento entraña.
Del control de las fuentes de peligro, en gran medida,
depende
la
indemnidad
del
medio
ambiente.
No
es
concebible que quien tiene asignado el cometido de prevenir
los impactos ambientales negativos, habilite a quien los
causará nada más que con el reluciente optimismo de que, en
un escenario futuro e hipotético, deberá hallarse capacitado para controlarlos.
En ocasión de la demanda por MBOPICUA-ENCE, Fiscalía
puso el siguiente ejemplo de la vida cotidiana:
107
Cuando se pretende desarrollar un partido de fútbol
entre los clubes Cerro y Peñarol en el Estado Tróccoli y el
Ministerio del Interior reconoce su falta de medios para
precaver los desbordes de violencia de las respectivas parcialidades,
directamente
lo
que
hace
es
no
autoriza
o
prohíbe que el espectáculo deportivo se lleve a cabo en ese
lugar que aparece inadecuado en función de la seguridad
pública, y ante un peligro reconocido e incontrolable. Lo
mismo acontece con una fábrica de celulosa en el territorio
nacional.
De eso se trata: conservar el orden y la tranquilidad pública. Eso es obrar con previsión y prevención. In dubio pro naturas et sanitas. In dubio pro ambiente. Y la
duda es fatal en cuestiones de medio ambiente: ante la incertidumbre, sólo vale proteger y prevenir; es decir, sin
capacidad
para
el
control,
prohibiendo
la
fuente
de
peligros.
No obstante ello, la Administración Pública demandada ha obrado en sentido opuesto. Ha obrado con culpa consciente: el grado mayor de la imprudencia, afrontando
positivamente el riesgo. Ha obrado con temeridad. Pese a
advertirlo, sin embargo, igualmente, permanece impávida, contemplativa,
conformándose
con
el
riesgo
de
la
verificación de daños graves (ilícitos) al medio ambiente.
Asume riesgos no permitidos, antinormativos.
108
[BAYARDO BENGOA cita como ejemplo de culpa consciente la del
conductor del ómnibus que lanza su coche sobre el paso-nivel, con la
esperanza de pasar antes que un ferrocarril avizorado a distancia,
afrontando así positivamente el riesgo
(BAYARDO BENGOA, FERNANDO - DERECHO
PENAL URUGUAYO, 1978, págs. 108-109)].
La culpa temeraria se presenta en el Derecho Civil
bajo
el
nomen
de
culpa
grave
o
lata;
se
define
como
descuido o desprecio de las precauciones más elementales
para evitar un daño o impedir un mal. Lata culpa est nimia
negligentia, id est non intelligere quod omnes intelligunt
(es excesiva negligencia, o sea no entender lo que todos
entienden).
Consiste
negligencia
tal,
que
en
no
un
error, en una imprudencia o
podría
explicarse
sino
por
la
necedad, temeridad o la incuria del agente. Es obrar con
una extrema falta de debido cuidado y diligencia de un
padre de familia para evitar el daño (§ 1324 y § 1344
C.C.). En Derecho Ambiental, es irrespetar sus principios
prioritarios de prevención y previsión (§ 6º L. 17.283).
Cuando mayor es el deber de obrar con prudencia y
pleno conocimiento de las cosas (el especial conocimiento causal
del
agente),
más
aumenta
la
responsabilidad
del
gendarme comisionado para vigilar y evitar la degradación
ambiental.
Y
cuanto
mayor
sea
su
conocimiento
de
los
factores concurrentes, de los que se deduce la posibilidad
de lesión, mayor la imprudencia con representación, mayor
109
la temeridad, ergo más se incrementa su responsabilidad.
Por tanto, si un Estado se reconoce incapaz, se representa
la falta de infraestructura, de medios presupuestales y de
profesionales idóneos para la vigilancia de un emprendimiento industrial en extremo peligroso para el medio ambiente, -como lo es indudablemente el de BOTNIA en Fray
Bentos-, lo que debía hacer era denegarlo, al menos, hasta
que
consiguiera
estar
seguro
de
que
poseía
o
había
adquirido esas capacidades que, hasta el presente, le son
confesadamente ajenas e inalcanzables.
La parte demandada ha hecho todo lo contrario.
Siendo su conducta debida garantizar seguridad, ex
ante
(previamente)
cuidado
del
precaviendo
y
medio
daños
al
de
modo
ambiente,
mismo,
suficiente
respecto
previniendo
no
lo
ha
peligros
hecho.
Por
del
y
el
contrario, acaba de colocar en el grado de peligro más alto
al Río Uruguay, a Fray Bentos, a su entorno y a toda la
región, pues, en lugar de abstenerse de aceptarlo, asumió
ya
dos
emprendimientos
celulósicos,
y
sabiéndose
no
poseedor de la capacidad para vigilarlos.
Vulnera, de ese modo, el deber de cuidado o prevención, y por omisión, incurre en culpa por asunción: ha asumido
al
emprendimiento
industrial
de
BOTNIA,
en
el
entendido de que puede vigilarlo como un experto, siendo
que es plenamente consciente (bien advertido está) de que
110
carece de los medios y de las aptitudes imprescindibles
para
ello.
Con
tal
actitud
precedente,
contemplativa,
imprudente, a su vez, potencia o aumenta la situación de riesgo, pues si ya, de por sí, la industria proyectada es
extraordinariamente peligrosa para el ambiente, mucho más
lo será sin el control debido. Al no ser capaz de mantener
su
riesgo
bajo
control,
contribuye
sobremanera
a
incrementar aquellos peligros no permitidos que, ya de por
sí, entraña una industria de celulosa.
¿ Y qué decir acerca de la parte demandada, cuando
arguye que el policiamiento ambiental de BOTNIA, lo harán
la
misma
uruguayos
BOTNIA,
o
expertos
asalariados
fineses,
dependientes
de
o
profesionales
BOTNIA,
o,
en
su
caso, la República de Finlandia ?. Esto, en primer lugar,
constituye la ilícita cesión de la defensa del interés general en la protección del medio ambiente a terceros. O sea
se
comporta
fundamental.
esencial,
como
una
Por
algo
incedible,
indebida
se
lo
delegación
categoriza
intransferible,
de
de
ese
deber
fundamental:
innegociable.
Es
también cesión de soberanía o de poder estatal. Allí la
contradicción flagrante es con los arts. 1º, 2º, 3º y 82 de
la
Constitución
antijurídica
de
cesión
la
de
República.
poder
En segundo lugar, tal
presupone
que
vigilante
y
vigilado, amén de responder a intereses particulares, en
lugar de a intereses generales, serán una misma persona. O
111
sea: no habrá vigilancia; sólo habrá una ilusión o una
apariencia de ella. "Como no podemos controlar a BOTNIA,
que BOTNIA se autocontrole, o que la controlen fineses o
uruguayos pagos por ella o el Estado de Finlandia, que ha
hecho todo lo posible para que se instale en el Uruguay".
El absurdo confiesa a la incapacidad, y a la imprudencia, a
la culpa consciente y por asunción, en definitiva, a la
conducta temeraria.
Pero los quebrantamientos al deber fundamental de
custodia del medio ambiente de la parte demandada no terminan
en
lo
hasta
aquí
expresado.
Otras
circunstancias
también identifican un obrar negligente de la misma.
Omitió requerir o munirse, previamente, de la información que perfectamente le podían suministrar entidades
por imperio legal especializadas en el análisis de los bienes
colectivos
potencialmente
Dirección
Nacional
Facultades
de
de
Química,
afectados
Hidrografía,
de
Ingeniería,
(O.S.E., M.S.P.,
DINATEN,
de
o
Agronomía,
las
de
Ciencias, etc.). Lejos se está, entonces, de haber existido
una gestión ambiental integrada o coordinada, -como también
lo demanda la Ley [§ 6º apart. "E)" L. 17.283].
Asimismo omitió el seguimiento de los obligatorios
procedimientos de consulta establecidos en el binacional
Estatuto del Río Uruguay (C.A.R.U.). El interés general en
la protección de los recursos naturales compartidos fue
112
ignorado. Y téngase presente que el amparo a la instalación
y
operativa
Uruguay
de
está
esta
generando
transfronteriza
Contaminación
industria
o
el
celulósica
peligro
internacional
transfronteriza:
un
desafío
de
(VÉ.
para
una
OPERTTI
el
sobre
Derecho
el
Río
contaminación
BADAN,
DIDIER
Internacional
-
La
privado
interamericano, en Revista Jurídica Estudiantil, nov. 1994, Nº XI, Año IX, págs. 11 y
ss.).
Tampoco se acudió a los conocimientos que entidades
especializadas similares podían poseer en el exterior. Y en
concreto: ni se inmutó frente a los antecedentes nefastos
en Europa, incluidos España, Finlandia, Alemania, o en Chile, Brasil o Argentina, o ante sus propias experiencias negativas, como las verificadas en el caso DIROX S.A. Todo
fue ignorado y con incuria.
Todavía,
ante
su
reconocida
incapacidad funcional
como policía u ordenador ambiental, ni siquiera determinó,
de
manera
ambiental
previa,
o
las
y
precisa,
suficientes
un
consistente
garantías
reales,
seguro
para,
en
algo, resguardar a la Nación, y a sus habitantes, de los
enormes
riesgos
accidentes
ni
comportamiento
asumidos.
el
daño
brilla
Y
no
gradual.
por
se
Es
ausencia
aseguran
decir,
el
ni
los
si
en
su
axioma
de
la
prevención, prioritario en la gestión ambiental, también se
esquiva
el
secundario
de
que
(contaminador-pagador).
113
quien
contamina
paga
6.3. Todas las omisiones descriptas, se ven agravadas
aún
más,
al
constatarse
industrial
BOTNIA
colisiona
standards
jurídicos
o
que
el
directamente
baremos
emprendimiento
contra
infranqueables
dos
que
específicamente prevé la normativa ambiental nacional. Han
sido
el
Legislador
y
el
Constituyente
quienes
han
estipulado esos rigores ambientales severos, quienes no han
querido asumir riesgos, ni posibilidad alguna de perjuicio
respecto del Uruguay como "País Natural" y respecto de los
recursos hídricos como riqueza nacional.
(A.) Por un lado, se prevé la distinción de la República en el contexto de las Naciones como "País Natural".
Ese axioma de política ambiental y criterio hermenéutico de la gestión ambiental, constituye un standard jurídico,
un
nivel
de
protección
ambiental
excepcional,
elevado, exigente. Actuar por debajo de ese grado o valor
de
protección
ambiental,
importa
un
obrar
antijurídico.
Pues bien, la pre-existencia de ese standard jurídico torna
absolutamente
inviable
a
una
fábrica
de
celulosa
como
BOTNIA en tierras uruguayas. Amparar su instalación y su
operativa conspira de manera abierta contra el mismo.
En pocas palabras: Un "País Celulósico" no es
un "País Natural".
Y peor aún: un "País que diga ser Natural" y que "en
la realidad sea Celulósico" será un "País que falta a la
114
verdad";
y
todo,
con
las
consecuencias
que
ello
puede
significar "en el contexto de las Naciones".
(B.) Por otro lado, en consonancia con el País Natural, la reciente reforma constitucional, aprobada el 31
de
octubre
de
2004,
impone sendos criterios rectores
-
preferenciales en cuanto a la protección al agua y los
recursos
hídricos.
Valora
típicamente
que
la
gestión
sustentable, solidaria con las generaciones futuras, de los
recursos hídricos y la preservación del ciclo hidrológico
son asuntos de interés general, que la primera prioridad es
el abastecimiento de agua potable a poblaciones y que la
prestación del servicio de agua potable deberá hacerse anteponiendo las razones de orden social a las de orden económico.
Vincúlese todo esto además con la interrogante que
la
industria
de
la
celulosa
está
colocando
sobre
el
suministro de agua potable a la ciudad de Fray Bentos.
La instalación y operativa de una fábrica de celulosa en una Nación como el Uruguay, -que ha consagrado
tales
axiomas
actividades
fundantes
jurídicamente
en
su
Constitución-,
imposibles.
O
devienen
-desde
otra
perspectiva-, de nada habrá servido declarar que el agua es
un recurso natural esencial para la vida o que los recursos
hídricos
y
la
preservación
del
ciclo
hidrológico
constituyen asuntos de interés general, si, a contrapelo,
115
el Río Uruguay que las generaciones futuras "disfrutarán"
es
destinado
Constitución
a
que
ser
un
depósito
defiende
su
de
contaminantes.
riqueza
hídrica
Una
como
patrimonio ambiental de la Nación, obviamente, no la defiende para que sea convertida, a renglón seguido, en un
recurso natural degradado.
Y no olvidar: "Toda autorización, concesión o
permiso que de cualquier manera vulnere las disposiciones
anteriores
deberá
ser
dejada
sin
efecto" (§ 47 cit.).
6.4. Concatenada con las anteriores objeciones, se
aduna
otra
conducta
que
es
también
jurídicamente
disvaliosa: una suerte de ilegítimo fenómeno de asociación
estatal-privada o pública-privada.
La "asociación de hecho" o "conjunción de intereses"
de la Administración Pública demandada con la industria de
BOTNIA contradice su deber fundamental de protección del
medio ambiente. Es jurídicamente incompatible con el mismo.
Y ello es así, porque con los intereses generales no
se negocia, ni se media, ni se transa, ni se coordina, ni
se compatibiliza, porque, de así procederse, dejarán de ser
generales.
"Nemo ius publicum remittere potest", decía ULPIANO.
Nadie puede dispensar el orden público. O sea, no puede
obrarse por debajo o al margen del orden público estableci-
116
do, -en el caso-, ambiental. Debe acatarse su verticalidad;
toda
horizontalidad
antijurídica
que
deviene
lo
inválida.
desconozca,
No
hay
más
cae;
Política
por
de
Estado que el respeto del orden público constitucional y
legal; tampoco hay superior o "primer interés" que aquel
"interés general" que ha sido expresamente consagrado en la
Constitución de la República. Al actuarse en sentido contrario, se contraría el ese interés general u orden público, y lo hecho en tal sentido, -sabido es-, resulta de
ningún
valor.
Por
tanto,
el
cuestionamiento
de
antijuricidad ya no es sólo porque la Administración Pública, constitucional y legalmente encargada de la policía
o custodia del medio ambiente, carece de las aptitudes funcionales (infraestructura e idoneidad técnica), o porque no
es
perita
para
cumplir,
a
cabalidad,
con
tal
cometido
respecto de sofisticados y complejos emprendimientos industriales.
Además
de
ello,
no
posee,
ha
perdido
aquella
objetividad o imparcialidad, para y cuando de controlarlos
ambientalmente se trata. Dicha Administración, que se halla
obligada de modo irrenunciable a la protección del medio ambiente,
por
mandatos
constitucional
y
legales
que
la
declaran de interés general o de interés público, vale decir, por encima y con preeminencia sobre los intereses particulares, ha co-operado en la gestoría de determinadas inversiones industriales justamente sospechadas de poder da-
117
ñar la naturaleza y la salud humana, facilitándoles su establecimiento y actividad, perdiendo, así, la imparcialidad
u objetividad imprescindible para fiscalizarlas. Quien se
asocia
a
una
condiciones
actividad,
de
poder
indudablemente
controlarla,
de
no
modo
está
en
autónomo
o
independiente y sin compromisos, lógicamente, porque el compromiso
ha
precedido
a
al cometido de
control,
pre-
disponiéndolo. Si dos sujetos son socios son uno en el
propósito o finalidad que la liga o el auna. Obran bajo la
unanimidad o el consenso. No se puede ser co-interesado en
y
policía
de
una
misma
actividad.
Si,
quien
estando
obligado a evaluar y avalar a un tercero, compromete otras
conductas
ajenas
(y
contrarias)
a
la
evaluación,
a
la
aprobación o al control, como ser promover, incentivar, publicitar u otorgar franquicias, privilegios o prebendas a
la
actividad
imparcialidad
de
en
ese
sus
tercero,
procederes
¿
qué
puede
objetividad
aguardarse
o
ante
tamaña incompatibilidad de comportamientos funcionales ?.
Incompatibles son aquellas situaciones que se excluyen o repelen. Funciones que no pueden unirse, ni concurrir juntamente en una misma persona, ni ejecutarse simultáneamente
por
una
misma
persona.
Toda
incompatibilidad
entraña la cohabitación imposible o insoportable.
Y la objetividad o imparcialidad son atributos del
ejercicio de la función pública. La Ley ha definido al in-
118
terés público en razón de ella (§ 20 y § 21 de la Ley
Anticorrupción, 17.060, de 23 de diciembre de 1998).
La sola constatación de un afán o un propósito por
captar inversiones industriales que ha exhibido la Administración demandada, no permite confiar a la misma ese quehacer destinado a buscar el acatamiento de los rigores que el
"orden público ambiental" exige. Quien capta, razonablemente, lo hace predispuesto para decir sí y porque lo motiva querer que el otro (a quien quiere captar) también diga sí.
Es obvio, que, entonces, no lo hace para decir no, y consabido es que todo orden público (inderogable por acuerdos de
partes y siempre constituido por normas prohibitivas), de
modo inevitable, demanda estar dispuesto, a decir no. Y
ello
no
demandada
ha
acontecido
con
BOTNIA.
en
El
la
vinculación
afán
por
la
de
la
captación
parte
de
la
inversión lo ha hecho algo imposible.
En puridad, si todo quehacer policial en un Estado
Republicano
jetividad
o
se
sostiene
sobre
imparcialidad
el
para
presupuesto de la
llevarlo
a
cabo,
ob-
quien
carezca del mismo, no podrá o no estará en condiciones de
controlar "seriamente", es decir con responsabilidad. Si,
pese a ello, si careciendo de imparcialidad u objetividad,
igualmente,
la
Administración
se
aboca
al
quehacer
policial, lo hará de un modo ilusivo, menoscabando, así, la
cualidad
republicana
del
Estado.
119
Hay,
por
tanto,
una
cuestión
de
definiciones
soberanas
y
razonables:
o
se
respeta que la protección ambiental se ha erigido a un
rango constitucional - orden infranqueable, o, se opta,
antijurídicamente, porque no sea así, y el medio ambiente
pasa a ser un objeto de contratación administrativa, donde
la Administración Pública, a su discreción, a su arbitrio,
simplemente libra patentes o salvoconductos para depredar.
La
República
Oriental
del
Uruguay
ha
optado
por
la
consagración constitucional del medio ambiente y ha asignado al Estado la condición de Gerdarme y Garante del Medio
Ambiente. Lo ha emplazado en una situación de rigor en
donde se hallan jurídicamente prohibidas las mediaciones y
transacciones,
dados
los
intereses
públicos
que
se
conjugan. Entonces, para la Administración Pública la alternativa fáctica es de hierro: le compete custodiar el medio ambiente, y no puede gestionar o promocionar industrias
sospechadas de contaminantes. Si, de todas maneras, como ha
sucedido con BOTNIA, se embarca en ambos comportamientos,
amén de obrar antijurídicamente, tornará no seria, y no
fiable a la primera labor. Podrá alguno entender que el Estado es libre y soberano para asumir la segunda actividad.
Y cabrá, entonces, preguntarse si la representación y la defensa de los intereses generales lo autoriza a ello, si
le permite conducirse de tal modo. Mas, si lo hace, la
custodia del medio ambiente en sus manos, de por sí, ya
120
ningún
valor
tendrá,
porque
estará
teñida
por
la
otra
actividad, ajena, no identificable y contradictoria con los
intereses generales.
El Estado no es gestión sino control, -ha dicho en
reciente editorial el Dr. MARIANO GRONDONA-, porque el Estado que gestiona no podría controlarse a si mismo, no
podría ser al mismo tiempo Juez y parte
("La Nación", de 20 de febre-
ro de 2005).
EL DERECHO APLICABLE:
EL ACCESO A LA JUSTICIA,
EL PROCESO PERTINENTE
Y LA DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE.
7. El argentino MORELLO explica, gráficamente, el
revolucionario
precisamente,
concepto
sustentadas
que
en
la
suponen
observancia
las
del
litis,
Derecho
Ambiental vigente:
"<<Parar>> más que <<reparar>>".
"Se trastruecan las funciones y los fines de
la jurisdicción en la misma medida que se corren
los objetivos: de la reparación, a la prevención
de daños".
"Resulta
palmario
que
la
pretensión
(colectiva) no abarca el derecho a ser indemnizado
del perjuicio sufrido o del padecer (individual),
sino que se dirige a evitar el daño, o a detener
121
su secuela, lo que es un estado anterior y más perfecto que el que provoca volver las cosas a su
estado anterior"
(MORELLO, AUGUSTO M. - LA TUTELA DE LOS INTERESES DIFUSOS
EN EL DERECHO ARGENTINO, Platense S.R.L., La Plata, 1999, págs. 107, 105 y 185-186).
O, como dice su coterráneo SAUX:
"Es
inconmensurablemente
más
prevenir, anticipar, que resarcir"
valioso
(SAUX, EDGARDO IGNACIO -
ACCESO A LA TUTELA DE LOS <<DERECHOS DE INCIDENCIA COLECTIVA>> DENTRO DEL NUEVO TEXTO
CONSTITUCIONAL, en Rev. de Der. Priv. y Com. Nº 7, Derecho Privado en la reforma
constitucional, Rubinzal-Culzoni Editores, Sta. Fe, 1994, pág. 129).
Pero, también está aquello que CAPPELLETTI comentaba
al citar al mentor de CESARE BECCARIA, PIETRO BERRI: "Los
últimos
que
ven
claros
los
intereses
de
la
sociedad son por lo regular lo que son pagados
para verlos"
(CAPPELLETTI,
MAURO
-
LA
PROTECCION
DE
INTERESES
COLECTIVOS
(Metamorfosis del procedimiento civil), en GREIF, JAIME - EL PROCESO- VISION Y DESAFIOS,
FCU, 1999, pág. 329).
Y, por eso mismo, debe atenderse a lo que dice BIDART CAMPOS, cuando sostiene que la supremacía de la Constitución
implica
intermediación
operadores
fuerza
alguna,
y
gubernamentales
normativa
para
operar
sin
obligación
para
todos
los
y
para
los
particulares
de
cumplirla y no vulnerarla, ni por acción, ni por omisión
(Cfr. también GOZAINI, OSVALDO A. - DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL - AMPARO, RubinzalCulzoni, Santa Fe, 2002, pág. 16-17).
122
O como lo sostienen SZAFIR y DOVAL en reciente monografía:
"Consideramos
que
no
puede
sostenerse
más
aquel
viejo criterio, en base al cual el dictado de una orden judicial
para
establece
cumplir
al
injerencia
poder
indebida
con
las
obligaciones
administrador,
de
un
poder
que
resulte
del
Estado
la
ley
ser
una
en
las
competencias de otro.
En efecto, la justicia debe velar para que las leyes
se
cumplan
tanto
por
personas privadas como públicas y
puede hacerlo dictando sentencias que obliguen a un hacer
para no convertirse en una mera espectadora de ilícitos civiles hasta que se produzcan daños"
(SZAFIR, DORA y DOVAL, GUSTAVO,
"CONSUMO SUSTENTABLE Y MEDIO AMBIENTE ¿ REALIDAD O QUIMERA ?", ADCU, T. XXXIV, FCU, 2004,
págs. 662-663).
Lo contrario, supondría condenar a la indefensión a
los intereses generales, -en el caso-, a la protección del
medio
ambiente,
la
cual
quedaría
supeditada
al
mero
arbitrio de la Administración demandada, dependiente del
enfoque
o
CAPPELLETTI
21 y 36),
de
la
maquinaria
gubernamental,
-como
dice
(CAPPELLETTI, MAURO - EL ACCESO A LA JUSTICIA, FCE, México, 1978, págs.
la que, como sucede en este caso, bastándole con un
comportamiento deficitario, (pobre), irresponsable, en su
función de policía ambiental, torna ineficaces u obsoletos
al orden público constitucional y a los derechos de los ha-
123
bitantes a ser amparados en el goce de un ambiente sano y
equilibrado.
Se identifica el acceso efectivo a la Justicia con
la "igualdad de armas", con "la garantía de que el resultado, en última instancia, depende solamente de los relativos
méritos jurídicos de cada una de las partes adversas"
ACCESO A LA JUSTICIA, pág. 14).
(EL
Es el derecho de accionar ante los
tribunales como lo definía COUTURE
(COUTURE, EDUARDO J. - ESTUDIOS DE
DERECHO PROCESAL CIVIL, Depalma, 3ª edic., 1989, T. I, págs. 24 y ss.).
Acceder a
la Justicia supone, por ende, garantizar la posibilidad de
articular aquel proceso adecuado, que permita hacer operativos derechos y obligaciones que exigen una efectiva
realización material.
Para asegurar el acceso a la Justicia, están allí
los arts. 8, 29, 30 y 332 de la Constitución, y 11, 14, 15,
25 y 42 del Código General del Proceso.
"(...) el fin del proceso es la efectividad de los
derechos sustanciales (...)" (§ 14 cit.).
Negarlo supondría instituir la censura previa para
la defensa en juicio
(COUTURE, EDUARDO J. - FUNDAMENTOS DE DERECHO PROCESAL
CIVIL, Depalma, 1958, págs. 148 y ss.).
Es el "due process sustantivo",
al
"que
que
refiere
GOZAINI,
quiere
decir
que
el
gobierno no puede limitar o privar arbitrariamente
a los individuos de ciertos derechos contenidos en
124
la Constitución"
[GOZAINI
-
DERECHO
PROCESAL
CONSTITUCIONAL
(...),
pág.
138].
[El citado due process sustantivo se halla reconocido también,
en
la
Declaración
diciembre
Civiles
y
de
1948
Universal
(§
Políticos
10),
de
de
el
NNUU,
los
Pacto
de
16
Derechos
del
Internacional
de
diciembre
Hombre
de
de
de
los
1966
10
de
Derechos
(§
14),
aprobado por la Ley 13.751, de 11 de julio de 1969, y en la Convención
Americana de Derechos Humanos -Pacto de San José de Costa Rica-, de 22
de noviembre de 1969 (§ 8º), aprobado e incorporado a la Ley 15.737 de
8 de marzo de 1985 (§ 15). Todas las personas son iguales ante los
tribunales y cortes de justicia y tienen el derecho de ser oídas para
la determinación de sus derechos civiles, deviene el enunciado común de
dichas Convenciones Internacionales].
Es también un llamado a la "razonabilidad".
Es adecuar el proceso a las necesidades sustantivas,
en el caso, a la naturaleza tutelar del Derecho ambiental y
constitucional; "garantismo teleológico que facilite, y no
malogre, el Acceso a la Justicia"; ergo, es recrear un Derecho Procesal funcional, o sea "que sirva y que sea útil"
(MORELLO ob. cit. págs. 10, 11, 12, 13, 15, 61).
Finalmente, es tener derecho a la jurisdicción: un
derecho
fundamental,
cuyo
contenido
esencial
es
el
de
lograr de los órganos judiciales una respuesta a todas las
pretensiones
procesales,
so
riesgo
de
provocar
"el
desamparo procesal" (equivalente a la efectiva privación de
125
justicia) [GOZAINI,
OSVALDO. A. - DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL - EL DEBIDO
PROCESO, Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, Arg., julio-2004, pág. 105].
En esta línea, el Derecho Ambiental sustantivo autoriza a munirse de las acciones preventivas o de preservación. Aquellas cuyo propósito es hacer efectivo el deber de
precaución.
Ello
es
lo
que
se
está
deduciendo
en
esta
demanda.
Es "tutela preventiva efectiva"
(MORELLO - ob. cit., pág. 68).
"Se trata, obviamente, de una nueva filosofía ante nuevos
daños de superlativa repercusión vital: porfía por tutelar
el interés general asegurando -no solo para nosotros sino
para las generaciones futuras- una sana y adecuada convivencia social"
(MORELLO, idem).
Y téngase presente la expresión que emplea el artículo 42 del C.G.P., cuando refiere a una adecuada defensa
del
medio
ambiente.
No
en
vano
habla
de
pertinente" [Pertinente, vale decir, Adecuado, Oportuno
"proceso
(CABANELLAS, ob.
cit., T. VI, pág. 231)].
El ejercicio de acciones preventivas o de preservación
constituye
acceso
a
un
la
proceso
fórmula,
eficaz
tal
vez,
para
la
más
inmediata
defensa
y
para
de
la
determinación de los derechos referidos al medio ambiente.
En reciente monografía, PEREIRA CAMPOS y GARDERES valoran
positivamente
Público
de
la
articulación
las
que
por
parte
del
inteligentemente
126
Ministerio
denominan
pretensiones de protección
(PEREIRA
CAMPOS,
SANTIAGO
y
GARDERES,
SANTIAGO - "REPRESENTACION DE INTERESES DIFUSOS Y DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE", R.U.D.P.,
Nº 2/2003, FCU, 2004, págs. 293 y ss.).
El presente ejercicio de una pretensión de protección constituye también, por un lado, tutela anticipatoria
y ante la agresión ambiental, y un accionamiento negatorio
por el cual se procura la abstención, o sea, que la parte
de
demandada
celulósica
se
que
abstenga
pone
en
de
amparar
peligro
al
a
la
Uruguay
industria
como
"País
Natural".
EL DERECHO APLICABLE:
LA DECLARACION DE RESPONSABILIDAD
Y LA CONDENA PRETENDIDA.
8. En concreto, en autos lo que se pretende es que
la Administración demandada guarde observancia con los mandatos
jurídicos
ambiente;
para
interdicción
o
que
ello
a
la
le
imponen
se
la
reclama
prohibición
custodia
del
medio
se
lo
condene
a
de
la
instalación
la
y
operativa de fábrica de celulosa de BOTNIA.
Ante la proyección de una actividad peligrosa para
el
medio
ambiente,
potencialmente
puede
ante
los
causar,
impactos
el
que
Estado
la
ha
misma
obrado
deficitaria o defectuosamente, en el caso, con ausencia de
toda aquella prudencia que le exigen la Constitución y la
Legislación, aumentando, a su vez, los conocidos riesgos -
127
ya de por sí- incompatibles con un "Uruguay Natural" que,
asimismo ha protegido, en especial forma, la indemnidad de
su preciado recurso natural "agua".
En definitiva, Fiscalía deduce esta acción preventiva para obtener que el Estado cumpla con su deber fundamental
de
proteger
el
ambiente,
y
que
le
demanda
la
negación de la instalación y operativa en el territorio
nacional de una industria celulósica como la de BOTNIA.
LA LEGITIMACION AD CAUSAM ACTIVA
DEL MINISTERIO PUBLICO.
9. El Ministerio Público, entre otros posibles interesados, se halla legitimado para promover los procesos pertinentes en el caso de cuestiones relativas a la defensa
del medio ambiente (§ 42 C.G.P.).
Esto, sin perjuicio de la legitimación que le confieren otros preceptos jurídicos (§ 168 Nº 13º, § 2, § 3º,
10 y 19 L.O.M.P.F., Nº 15.365, de 30/XII/82, y § 28 y §
30.1. C.G.P.).
LA COMPETENCIA DE VUESTRA JUDICATURA.
10. Al respecto, ya se habló al peticionarse diligencias preparatorias previas.
Se estima competente a la Judicatura Letrada en lo
Civil y de Montevideo.
Se deduce un proceso ordinario-contencioso, de naturaleza preventiva o anticipatoria de daños. Por el mismo,
128
se demanda el efectivo acatamiento in natura de aquellos deberes
de
protección
del
medio
ambiente,
procurando,
directamente, que el Estado cumpla con su deber fundamental
al
respecto
(§
47
y
§
332
de
la
Constitución
de
la
República, y § 11, § 14, § 25 y § 42 del C.G.P.). No se
trata,
entonces,
de
un
proceso
reparatorio,
sino
preventivo.
La competencia territorial está determinada por la
Ley de Protección del Medio Ambiente que establece que Cuando
el
demandado
sea
el
Ministerio
de
Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente serán competentes
los Juzgados radicados en Montevideo (§ 28 L. 17.283 cit.).
A priori, "la importancia o el valor de la cosa
disputada"
(§
24/VI/85)
queda
supone
la
35,
§
37
y
§
circunscripta
eventual
presencia
49
a
L.O.J.O.T.
la
de
entidad
un
15.750
ínsita
impacto
de
que
negativo
respecto de un bien de interés general como lo es el medio
ambiente.
LA IMPOSIBILIDAD
DE LA CONCILIACION PREVIA.
11. Actuando el Ministerio Público, en ejercicio de
un auténtico "poder-deber", en defensa y representación de
la causa pública (§ 3º, § 10 y § 19 L.O.M.P.F. 15.365.), concretamente, en defensa "intereses generales", como lo
son los que atañen a la protección del medio ambiente (§ 42
129
C.G.P.),
ergo,
indisponibles
(§
223
C.G.P.),
está
sus-
tantiva y procesalmente impedido de llegar "a acuerdos conciliatorios o transaccionales" (§ 2147 y ss. C.C. y § 27, §
28, § 223 y § 228 C.G.P. y 3º L.O.M.P.F.); por ello, -y por
razones de economía procesal (§ 9º y § 10 C.G.P.)-, no
parece pertinente que se le haga exigible el requisito de
la llamada "conciliación previa ante la Judicatura de Paz"
(§ 293 y ss. C.G.P.). No obstante, si el Juzgado no lo
entendiera
así,
subsidiariamente,
se
solicita
que,
por
razones de urgencia, de seguridad y de eficacia jurídicas,
se le permita cumplir con el mismo en forma concomitante al
traslado de la demanda (§ 298 C.G.P.).
EL PETITORIO.
12. Por lo expuesto, y de acuerdo a lo previsto en
los artículos 123 y ss., 338 y ss., 137 y ss., y demás concordantes del C.G.P., al Sr. JUEZ PIDE:
1º) Que se le tenga por deducida la presente demanda.2º) Que se le tengan por ofrecidas
las pruebas referidas en el Nº 3 de este escrito.3º) Que se le tenga presente lo mencionado en el Nº 11 de este escrito.4º) Que se confiera traslado de esta
demanda,
emplazándose,
en
forma,
a
la
parte
demandada Estado - Poder Ejecutivo - M.V.O.T.M.A.-
130
5º) Que, en definitiva, se declare responsable a la parte demandada por la omisión en
el cumplimiento de su deber fundamental de protección
del
prohibiéndose
medio
la
ambiente,
instalación
interdictándose
y
la
operativa
o
de
aquel emprendimiento industrial descripto en este
escrito.Primer otrosí dice: que tratándose del Ministerio Público,
la parte actora no repone timbres.Segundo otrosí pide: que se le notifique en el Despacho de
la Fiscalía todas las decisiones judiciales a las que se arribe (§ 2º L.A.J. Nº 9594, de 12/IX/36, § 76 y § 84
C.G.P. y § 10 Nº 3º L.O.M.P.F. 15.365, de 30/XII/82).Tercer
otrosí
diligencias
(§
dice:
85,
§
que
autoriza,
para
todo
tipo
de
90 y § 107 C.G.P.), a la Fiscal
Letrado Adjunta Dra. PATRICIA OLDENBURG, y a la Secretaria
Letrada Dra. SILVIA LOVESIO.Fiscalía Civil 3º, setiembre 12, 2005.-
Dr. Enrique A. Viana Ferreira.
Fiscal Letrado Nacional en lo Civil de 3º Turno.
131
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