Células y tejidos Introducción. Hace unos 300 años, Robert Hooke utilizo el recién inventado microscopio para hacer la notable observación de que el corcho no era una substancia homogénea, si no formada de pequeñas cavidades regulares a las que llamo células. Lo que el vio fueron las paredes de celulosa de células muertas; la parte importante de la celula es su contenido, no su pared. En 1839, el fisiólogo de Bohemia, Purkinje, acuño el término protoplasma para designar el contenido vivo de las células. Al saber más cosa acerca de la estructura y función de la celula, se ha comprendido que el contenido vivo de la celula era un sistema de increíble complejidad de partes heterogéneas. El termino “protoplasma” carece de significado claro en sentido físico o químico, pero puede utilizarse todavía para referirse a todos los constituyentes organizados de una celula. Teoría celular. Dos alemanes Matthias Scleiden, botánico, y Theodor Schwann, zoólogo, formularon en 1838 la generalización que desde entonces ha llegado a constituir la teoría celular: Los cuerpos de todas las plantas y animales están formados de células. Solo puede aparecer nuevas células por división de las preexistentes, idea imitada por primera vez en 1855 por Virchow. El corolario de este postulado, o sea que todas las células que viven actualmente, remontan a los tiempos antiguos, fue señalado por August Weismann alrededor de 1880. La teoría celular incluye el concepto de que la celula es la unión fundamental, tanto de función como de estructura-el fragmento representativo más diminuto que ostenta todas las características de las cosas vivas. Cada celula contiene un núcleo y esta rodeada de una membrana plasmatica.Los glóbulos rojos del mamífero y las células y tubos cribosos del floema pierden su núcleo durante la maduración, en tanto los músculos estriados y muchas algas y hongos poseen varios núcleos, excepciones, sin embargo, a la regla general de núcleo por celula. En las plantas y animales más simples, toda la materia viva se encuentra dentro de una sola membrana plasmática. Estos organismos pueden considerarse unicelulares, o sea de una sola celula, o acelulares, en el sentido de que su cuerpo no esta dividido en células. Pueden presentar alta especialización de forma y función dentro de esta celula única, que puede además ser muy grande, mayor que todo el cuerpo de algunos organismos multicelulares. ES, por lo tanto, erróneo suponer que un animal de una sola célula es forzosamente menor y menos complejo que otro de varias células. Puesta en ambiente adecuado, una simple célula crece y termina dividiéndose para formar dos células. Es bastante fácil encontrar un medio que permite el crecimiento y multiplicación de plantas unicelulares; para muchas, basta una gota de agua de charco. Es más difícil preparar un medio que permita el desarrollo y división de células procedentes del cuerpo de un hombre, un pollo o una salamandra. El primero en lograrlo fue el zoólogo americano Ross Harrison, quien pudo cultivar células de salamandra en un medio artificial fuera del organismo en 1907. Desde entonces se han cultivado in vitro muchas variedades de células animales y vegetales, lo que ha permitido numerosos descubrimientos en fisiología celular. Las células de distintas plantas y animales, y de diferentes organismos en una sola planta o animal, presentan gran variedad de tamaños, formas, colores estructuras internas; pero todas tienen en común ciertas características. Cada célula, rodeada de una membrana plasmática, contiene un núcleo y buen número de organitos subcelulares: Mitocondrias, reticulo endoplasmico granuloso, reticulo endoplasmico liso y complejo de Golgi.