Trabajo de Bachillerato Colegio Cardenal Xavierre Curso 2011-2012 Textos medievales Jarchas Cantigas Villancicos Cantar de Mio Cid Romancero medieval Milagros de Nuestra Señora Libro de Buen Amor Coplas de Jorge Manrique Jarchas de los siglos XI y XIII Dialecto mozárabe tanto amare tanto amare habîb tanto amare enfermeron olios nidios e dolen tan male Castellano actual ¡Tanto amar, tanto amar, amigo, tanto amar! ¡Enfermaron unos ojos brillantes y duelen tan mal! 2 mi fena ÿes li-mahtï in luhtu kon males me berey non me lesa moberë aw limtu mama gar ke farey Mi pena es a causa de un hombre violento: si salgo con males me veré no me deja mover o soy recriminada. Madre, dime, qué haré. 3 ya mama tanto lebo de al-wa'di de al-bugag da'i hagra man qati' fa-al-qat'u fî samag Oh madre, tanto soporto de promesa (y) de subterfugios! Deja (permite) el romper de quien embarazado calla, pues la separación es algo malo. 4 garide-me k(u)and mio sîdî yâ qawmu ker(r)a bi-llâh suo al-asî me dar-lo yâ mamma mio al-habîbi bay-sê e no me tornade gar ke fareyo ÿâ mamma in no mio 'ina' lesade mio sîdî ïbrâhîm yâ tú uemme dolge fente mib de nohte in non si non keris irey-me tib gari-me a ob legar-te Decidme: ¿cuándo mi señor, oh amigos, querrá, por Dios, darme su medicina? ¡Oh madre, mi amigo se va y no vuelve! Dime qué haré, madre, si mi pena no afloja. Mi señor Ibrahim, oh tú hombre dulce vente a mí de noche. Si no, si no quieres, ireme a ti, dime a dónde encontrarte. 7 ben 'indî habîbî si te bais mesture trahirá samâga imsi ad unione Ven a mi lado, amigo! Si te vas, el engañador (?) traerá algo malo. ¡Ven a la unión! 8 al-sab(b)âh bono gar-me de on benes ya leso ke a otrî ames a mibi tan[ben] qeres Carita bella, buena: dime de dónde vienes, ya te dejo que ames a otra, (si) a mí también me quieres. 1 5 6 1. ¿Quién canta estas jarchas? 2. ¿Qué temas tratan estas jarchas? ¿Qué diferencia tienen con las moaxajas en las que estarían incrustadas? 3. Hay una palabra que se repite en diferentes composiciones ¿cómo está traducida? ¿qué significado tiene? 4. La persona amada en el poema ¿qué actitud tiene con la voz que canta el poema? 5. ¿Por qué motivos decimos que son composiciones populares? Ejemplifícalo Cantigas de amigo Cantiga en gallego Castellano actual Ondas do mar do Vigo, se vistes meu amigo? E ai Deus !Se verrá cedo? Olas de mar de Vigo, ¿visteis a mi enamorado? ¡Oh, Dios mío!¿Tornará presto conmigo? Ondas do mar levado, se vistes meu amado? E ai Deus!Se verrá cedo? Olas de mar agitada, ¿visteis a mi amado? ¡Oh, Dios mío! ¿Tornará presto conmigo? Se vistes meu amigo, o por que eu sospiro? E ai Deus! Se verrá cedo? ¿Visteis a mi enamorado, aquél por quien tanto suspiro? !Oh, Dios mío! ¿Tornará presto conmigo? Se vistes meu amado, o por que ei gran coitado? E ai Deus! Se verrá cedo? Mandad’ei comigo ca ven meu amigo: E irei, madr’, a Vigo! ¿Visteis a mi amado, aquél por quien tanto sufro? ¡Oh, Dios mío! ¿Tornará presto conmigo? Mi enamorado está de vuelta, que suyo un mensaje he recibido: ¡A Vigo corro, madre! Comigu’ei mandado ca ven meu amado: E irei, madr’ a Vigo! Mi amado tornará hoy, que así su mensaje me lo dice: ¡A Vigo corro, madre! Ca ven meu amigo e ven san’e vivo: E irei, madr’ a Vigo! Que mi enamorado vuelve conmigo y sano y salvo viene: ¡A Vigo corro, madre! Ca ven meu amado e ven viv’e sano: E irei, madr’, a Vigo! Que mi amado vuelve conmigo, y salvo y sano viene: ¡A Vigo corro, madre! Ca ven san’e vivo e del rei amigo: E irei, madr’, a Vigo! Que viene sano y salvo y del rey amigo: ¡A vigo corro, madre! Ca ven viv’e sano e d’el rei privado: E irei, madr’, a Vigo! Que viene salvo y sano y del rey favorito: ¡A Vigo corro, madre! Ai Deus Ai Deus, se sab’ora meu amigo com’eu senheira estou en Vigo! E vou namorada... Ay Dios ¡Ay Dios, si mi enamorado saber pudiera, cuán sola me encuentro en Vigo! Y tan enamorada... Ai Deus, se sab’ora meu amado com’eu en Vigo senheira manho! ¡Ay Dios, si mi amado saber pudiera, cuán sola en Vigo permanezco! E vou namorada... Y tan enamorada... Com’eu senheira estou en Vigo, e nulhas gardas non ei comigo! E vou namorada... ¡Cuán sola me encuentro en Vigo y sin nadie que por mí vele! Y tan enamorada... Com’eu senheira en Vigo manho, e nulhas gardas migo non trago! E vou namorada... ¡Cuán sola en Vigo permanezco, y sin nadie que velarme quiera! Y tan enamorada.. E nulhas gardas non ei comigo, ergas meus olhos que choran migo! E vou namorada... ¡Y sin nadie que por mí vele, salvo mis ojos que conmigo lloran! Y tan enamorada... E nulhas gardas migo non trago, ergas meus olhos que choran ambos! E vou namorada... Quantas sabedes amare amigo ¡Y sin nadie que velarme quiera, salvo mis dos ojos que de llorar no cesan! Y tan enamorada... Todas quienes os sepáis amadas Quantas sabedes amare amigo, treides comig’a lo mare de Vigo: E banhar nos emos nas ondas! Todas quienes os sepáis de un amante amadas, venid conmigo a la mar de Vigo: ¡Y entre las olas nos bañaremos! Quantas sabedes amare amado, treides comig’ a lo mare levado: E banhar nos emos nas ondas! Todas quienes os sepáis de un enamorado amadas, venid conmigo donde la mar, embravecida se alza: ¡Y entre las olas nos bañaremos! Treides comig’ a lo mare de Vigo e veeremo lo meu amigo: E banhar nos emos nas ondas! Venid conmigo a la mar de Vigo y veremos a mi enamorado: ¡Y entre las olas nos bañaremos! Treides comig’a lo mare levado: e veeremo’ lo meu amado: E banhar nos emos nas ondas! Eno sagrado en Vigo Venid conmigo donde la mar embravecida se alza y veremos a mi amado: ¡Y entre las olas nos bañeremos! En el Camposanto de Vigo Eno sagrado en Vigo, bailava corpo velido. Amor ei.. En el camposanto de Vigo una bella figura bailaba. Y yo, tan enamorada... En Vigo, no sagrado, bailava corpo delgado. Amor ei.. En Vigo, en el camposanto, una esbelta figura bailaba. Y yo, tan enamorada... Bailava corpo delgado, que nunc’ ouver’ amado. Amor ei.. Una esbelta figura bailaba, que nunca un amado conoció. Y yo tan enamorada... Bailava corpo velido, que nunc’ ouver’amigo. Amor ei.. Una bella figura bailaba, que nunca un enamorado halló. Y yo, tan enamorada... Que nunc’ ouver’ amigo, ergas no sagrad’, en Vigo. amor ei.. Ella, que nunca un enamorado halló, danzaba en el camposanto de Vigo. Y yo, tan enamorada... Que nunc’ouver ’amado, ergas en Vigo, no sagrado. Amor ei.. Ella, que nunca un amado conoció, en el camposanto de Vigo danzaba. Y yo, tan enamorada... 6. Explica en TODOS los textos el procedimiento del leixa-pren 7. Encuentra similitudes entre las jarchas y las cantigas 8. En estos poemas ¿quién suele ser el confidente? ¿se cumple en todas las cantigas? Villancicos castellanos ¡Ay que non era, más ay que non hay, quien de mi pena se duela! Madre, la mi madre, el mi lindo amigo moricos de allende lo llevan cativo, cadenas de oro candado morisco. ¡Ay que non era, mas ay, que non hay quien de mi pena se duela! Tres morillas me enamoran en Jaén: Axa y Fátima y Marién. Tres morillas tan garridas iban a coger olivas, y hallábanlas cogidas en Jén: Axa, Fátima y Marién. Y hallábanlas cogidas y tornaban desmaídas y las colores perdidas en Jaén: Axa, Fátima y Marién. Tres moricas tan lozanas iban a coger manzanas, y cogidas las hallaban en Jaén: Axa, Fátima y Marién. Caballero, queráisme dejar, que me dirán mal. ¡Oh qué mañanica mañana, la mañana de San Juan, cuando la niña y el caballero ambos se iban a bañar! Que me dirán mal; caballero, queráisme dejar, que me dirán mal. So el encina, encina, so el encina. Yo me iba, mi madre, a la romería; por ir más devota fui sin compañía; so el encina. Por ir más devota fui sin compañía; tomé otro camino, dejé el que tenía; so el encina. Halléme perdida en una montiña; echéme a dormir al pie del encina, so el encina. A la media noche recordé, mezquina; halléme en los brazos del que más quería, so el encina. Pesóme, cuitada, de que amanecía porque yo gozaba del que más quería, so el encina. Muy bendita sía la tal romería; so el encina. Mi ventura, el caballero, mi ventura. --Niña de rubios cabellos, ¿quién os trajo a aquestos yermos? --Mi ventura, el caballero, mi ventura. 9. En el villancico de las tres morillas divide el poema en estribillos y glosas 10. ¿Ocurre lo mismo en el resto de villancicos, es decir, existen glosas y estribillos? 11. “Los villancicos son poemas amorosos en los que el interlocutor es una doncella, si bien más tardíamente pueden tratar del amor de un hombre.”, según esta afirmación, trata de situar cronológicamente los cinco villancicos que tienes. 12. ¿Qué parecidos tienen los villancicos con las jarchas y las cantigas? Épica medieval El cantar de mio Cid Texto 1 De los sus ojos tan fuertemente llorando, Tornaba la cabeza y estábalos catando .Vio puertas abiertas y postigos sin candados, Alcándaras vacías, sin pieles y sin mantos, Y sin halcones y sin azores mudados. 5 Suspiró mío Cid pues tenía muy grandes cuidados. Habló mío Cid, bien y tan mesurado: -¡Gracias a ti, señor padre, que estás en alto! -¡Esto me han vuelto mis enemigos malos! Allí piensan aguijar, allí sueltan las riendas. 10 A la salida de Vivar, tuvieron la corneja diestra, Y, entrando en Burgos, tuviéronla siniestra. Meció mío Cid los hombros y movió la cabeza: -¡Albricias, Álvar Fáñez, que echados somos de tierra! Mío Cid Ruy Díaz por Burgos entraba, 15 En su compañía, sesenta pendones llevaba. Salíanlo a ver mujeres y varones, Burgueses y burguesas por las ventanas son, Llorando de los ojos, ¡tanto sentían el dolor! De las sus bocas, todos decían una razón: ¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor! 20 Le convidarían de grado, mas ninguno no osaba; El rey don Alfonso tenía tan gran saña; Antes de la noche, en Burgos de él entró su carta, Con gran recaudo y fuertemente sellada: Que a mío Cid Ruy Díaz, que nadie le diese posada, 25 Y aquel que se la diese supiese veraz palabra, Que perdería los haberes y además los ojos de la cara, […] El Campeador adeliñó a su posada. Así como llegó a la puerta, hallola bien cerrada; Por miedo del rey Alfonso que así lo concertaran: Que si no la quebrantase por fuerza, que no se la abriesen por nada. Los de mío Cid a altas voces llaman; 35 Los de dentro no les querían tornar palabra. Aguijó mío Cid, a la puerta se llegaba; Sacó el pie de la estribera, un fuerte golpe le daba; No se abre la puerta, que estaba bien cerrada. Una niña de nueve años a ojo se paraba: 40 ¡Ya, Campeador, en buena hora ceñisteis espada! El Rey lo ha vedado, anoche de él entró su carta Con gran recaudo y fuertemente sellada. No os osaríamos abrir ni acoger por nada; Si no, perderíamos los haberes y las casas, Y, además, los ojos de las caras. Cid, en el nuestro mal vos no ganáis nada; Mas el Criador os valga con todas sus virtudes santas. Esto la niña dijo y tornose para su casa. Ya lo ve el Cid que del Rey no tenía gracia. 45 50 13. Divide el texto en diferentes partes temáticas 14. Describe la reacción del Cid ante el destierro 15. Comenta la actitud que muestran los hablantes de Burgos ante la llegada del Cid. 16. Pon ejemplos de adjetivos y frases que sirvan para identificar a los personajes. 17. ¿Quién habla en este fragmento? 18. ¿Qué expresan tanto las voces del Cid y la niña como la del narrador? Texto 2 Tañen las campanas en San Pedro a clamor. Por Castilla, oyendo van los pregones; Cómo se va de tierra mío Cid el Campeador; Unos dejan casas y otros honores. En ese día, en el puente del Arlanzón, 290 Ciento quince caballeros todos juntados son; Todos demandan por mío Cid el Campeador. Martín Antolínez con ellos se unió. Vanse para San Pedro do está el que en buen punto nació. 18 El Cid acoge a los nuevos caballeros y dispone la partida de San Pedro de Cardeña Cuando lo supo mío Cid el de Vivar, Que le crece compaña por que más valdrá, Aprisa cabalga, a recibirlos sale; Tornose a sonreír, lléganse todos, la mano le van a besar. Habló mío Cid de toda voluntad: Yo ruego a Dios y al Padre espiritual, Vos, que por mí dejáis casas y heredades, Antes que yo muera, algún bien os pueda dar: Lo que perdéis doblado lo vais a cobrar. Plugo a mío Cid porque creció en el yantar; Plugo a los otros hombres todos cuantos con él están. Los seis días de plazo pasados los han; Tres quedan por pasar, sabed, que no más. Mandó el Rey a mío Cid vigilar: Que si después del plazo en su tierra le pudiese tomar, Por oro ni por plata no podría escapar. El día ha pasado, la noche quería entrar, A sus caballeros mandolos a todos juntar: Oíd, varones, no os caiga en pesar; Poco haber traigo, daros quiero vuestra parte. Sed prudentes en cómo debéis obrar: 295 300 305 310 315 A la mañana, cuando los gallos cantarán, No os tardéis, mandad ensillar; En San Pedro, a maitines, tañerá el buen abad; La misa nos dirá, ésta será de Santa Trinidad; La misa dicha, pensemos en cabalgar, Que el plazo está cerca, mucho tenemos que andar. Como lo mandó mío Cid, así todos lo harán. Pasando va la noche, el día viniendo está; A los mediados gallos, piensan en cabalgar. Tañen a maitines con una prisa tan grande; Mío Cid y su mujer a la iglesia van. Echose doña Jimena en las gradas delante del altar, Rogando al Criador cuanto ella mejor sabe, Que a mío Cid el Campeador que Dios le cuidase de mal: […] La oración hecha, la misa acabado la han; Salieron de la iglesia, ya quieren cabalgar. El Cid a doña Jimena íbala a abrazar; Doña Jimena al Cid las manos le va a besar, Llorando de los ojos, que no sabe cómo actuar. Y él a las niñas tornolas a catar: A Dios os encomiendo y al Padre espiritual; Ahora nos partimos, Dios sabe el juntar. Llorando de los ojos, como no visteis tal, Así se parten unos de otros, como la uña de la carne. Mío Cid con los sus vasallos pensó en cabalgar; A todos esperando, la cabeza tornando va. 320 325 375 19. Divide el fragmento leído en diferentes partes temáticas 20. Un recurso de la técnica juglaresca es el uso del epíteto épico, repetición de calificaciones que caracterizan e identifican a los personajes. Identifica los epítetos épicos que se utilizan en el texto. 21. Sobre la objetividad podemos decir que tanto el juglar como la audiencia están a favor del Cid. ¿Qué datos nos muestran ese favoritismo por el caballero? 22. Sobre los dos textos escogidos encuentra invocaciones a los oyentes para mantener su atención y expresiones exclamativas que denoten este carácter de poema hecho para recitar en público. El Romancero Romance de la traición de Vellidos Dolfos: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 —¡Rey don Sancho, rey don Sancho!, no digas que no te aviso, que de dentro de Zamora un alevoso ha salido; llámase Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido, cuatro traiciones ha hecho, y con esta serán cinco. Si gran traidor fue el padre, mayor traidor es el hijo. Gritos dan en el real: —¡A don Sanchohan mal herido! Muerto le ha Vellido Dolfos, ¡gran traición ha cometido! Desque le tuviera muerto, metióse por un postigo, por las calles de Zamora va dando voces y gritos: —Tiempo era, doña Urraca, de cumplir lo prometido. Romance de la jura de Santa Gadea : 1 En Santa Gadea de Burgos 2 do juran los hijosdalgo, 3 allí toma juramento 4 el Cid al rey castellano, 5 sobre un cerrojo de hierro 6 y una ballesta de palo. 7 Las juras eran tan recias 8 que al buen rey ponen espanto. 9 —Villanos te maten, rey, 10 villanos, que no hidalgos; 11 abarcas traigan calzadas, 12 que no zapatos con lazo; 13 traigan capas aguaderas, 14 no capuces ni tabardos; 15 con camisones de estopa, 16 no de holanda ni labrados; 17 cabalguen en sendas burras, 18 que no en mulas ni en caballos, 19 las riendas traigan de cuerda, 20 no de cueros fogueados; 21 mátente por las aradas, 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 no en camino ni en poblado; con cuchillos cachicuernos, no con puñales dorados sáquente el corazón vivo, por el derecho costado, si no dices la verdad de lo que te es preguntado: si tú fuiste o consentiste en la muerte de tu hermano. Las juras eran tan fuertes que el rey no las ha otorgado. Allí habló un caballero de los suyos mas privado: —Haced la jura, buen rey, no tengáis de eso cuidado, que nunca fue rey traidor, ni Papa descomulgado. Jura entonces el buen rey, que en tal nunca se ha hallado. Después habla contra el Cid malamente y enojado: —Mucho me aprietas, Rodrigo, Cid, muy mal me has conjurado, mas si hoy me tomas la jura, después besarás mi mano. —Aqueso será, buen rey, como fuer galardonado, porque allá en cualquier tierra dan sueldo a los hijosdalgo. —¡Vete de mis tierras, Cid, mal caballero probado, y no me entres más en ellas desde este día en un año! —Que me place —dijo el Cid—, que me place de buen grado, por ser la primera cosa que mandas en tu reinado. Tú me destierras por uno, yo me destierro por cuatro. Ya se partía el buen Cid sin al rey besar la mano; ya se parte de sus tierras, de Vivar y sus palacios: las puertas deja cerradas, los alamudes echados, las cadenas deja llenas de podencos y de galgos; sólo lleva sus halcones, los pollos y los mudados. Con él iban los trescientos caballeros hijosdalgo; los unos iban a mula 74 75 76 77 78 79 80 81 82 y los otros a caballo; todos llevan lanza en puño, con el hierro acicalado, y llevan sendas adargas con bordas de colorado. Por una ribera arriba al Cid van acompañando; acompañándolo iban mientras él iba cazando. Romance del rey Rodrigo y la pérdida de España: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19` 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 Los vientos eran contrarios, la luna estaba crecida, los peces daban gemidos por el mal tiempo que hacía, cuando el rey don Rodrigo junto a la Cava dormía, dentro de una rica tienda de oro bien guarnecida. Trescientas cuerdas de plata que la tienda sostenían, dentro había doncellas vestidas a maravilla; las cincuenta están tañendo con muy extraña armonía, las cincuenta están cantando con muy dulce melodía. Allí hablara una doncella que Fortuna se decía: Si duermes don Rodrigo, despierta por cortesía, y verás tus malos hados, tu peor postrimería, y verás tus gentes muertas y tu batalla rompida, y tus villas y ciudades destruidas en un día: tus castillos, fortalezas, otro señor los regía. Si me pides quién lo ha hecho yo muy bien te lo diría: ese conde don Julián por amores de su hija, porque se la deshonraste y más de ella no tenía. Juramento viene echando que te ha de costar la vida.' Despertó muy congojado con aquella voz que oía 39 40 41 42 43 44 45 46 con cara triste y penosa de esta suerte respondía: `Mercedes a ti, Fortuna, de esta tu mensajería.' Estando en esto allegó uno que nuevas traía: como el conde don Julián las tierras le destruía. 23. ¿Qué similitudes métricas tienen los romances con los cantares de gesta? 24. ¿Qué temas tratan estos romances seleccionados? ¿A qué ciclos pertenecen? 25. Resume el segundo y el tercer romance. ¿Son históricos o están literaturizados? 26. ¿De qué trata el último romance? ¿Qué personajes aparecen? 27. Busca un romance que te guste, resúmelo y explica el motivo de tu elección Gonzalo de Berceo Milagros de nuestra señora Era un ladrón malo que más quería hurtar que ir a la iglesia ni a puentes alzar; sabía de malos percances su casa gobernar, uso malo que cogió no lo podía dejar. Si hacía otros males, eso no lo leemos; sería malo condenarlo por lo que no sabemos, más abandonemos esto que dicho vos a vemos, si algo hizo, perdónelo Cristo en quien creemos. Entre las otras malas, tenía una bondad que le valió al cabo y le dio salvedad; creía en la Gloriosa de toda voluntad, saludaba siempre contra su majestad. Decía “Ave María” y más de la escritura, y se inclinaba siempre delante su figura; decía “Ave María” y más de la escritura, tenía su voluntad con esto más segura. Como quien en mal anda en mal ha de caer, le pillaron en hurto es ladrón a prender; no tuvo argumento con qué se defender, juzgaron que lo fuesen en la horca a poner. 5 10 15 20 Lo llevó la justicia para la encrucijada donde estaba la horca por el concejo alzada; cerráronle los ojos con toca bien atada, alzáronlo de tierra con la soga estirada. Alzáronlo de tierra cuanto alzar quisieron, cuantos cerca estaban por muerto lo tuvieron: si hubieran sabido lo que luego supieron, no le hubiesen hecho eso que le hicieron. La Madre Gloriosa, rápida en socorrer, que suele a sus siervos en sus cuitas valer, a este condenado lo quiso proteger, se acordó del servicio que le solía hacer. Metió bajo sus pies donde estaba colgado sus manos preciosas, lo tuvo aliviado: no se sintió por cosa alguna preocupado, no estuvo más a gusto nunca ni más pagado. Al fin al tercer día vinieron los parientes, 25 30 35 vinieron los amigos y vecinos clementes; venían por descolgarlo rascados y dolientes, pero estaba mejor de lo que creían las gentes. 40 Lo encontraron con alma bien alegre y sin daño; no estaría tan vicioso si yaciera en un baño, bajo los pies, decía tenía tal escaño que habría mal ninguno aunque colgara un año. Cuando esto le entendieron aquellos que lo ahorcaron tuvieron que su lazo flojo se lo dejaron; mucho se arrepentían que no lo degollaron: tanto gozaran de eso cuanto después gozaron! Y estuvieron de acuerdo toda esa mesnada en que los engaño una mala lazada, que debían degollarlo con hoz o con espada: por un ladrón no fuera la villa deshonrada. Fueron por degollarlo los mozos más livianos con buenos serraniles, grandes y bien adianos: metió Santa María entre medio las manos y quedaron los cueros de su garganta sanos. Cuando esto vieron que no lo podían nocir, porque la Madre Gloriosa lo quería encubrir, quisiéronse con tanto del pleito partir, hasta que Dios quisiese dejáronlo vivir. 45 50 55 60 Dejáronlo en paz que se fuese a su vía que ellos no querían ir contra Santa María, mejoró en su vida, se alejó de folía. cuando cumplió su curso muriese en su día. A Madre tan piadosa, de tal benignidad, que en buenos como en malos ejerce su piedad, debemos bendecirla de toda voluntad: aquel que la bendijo ganó gran heredad. Las madas de la Madre y las del que parió semejan bien caladas a quien las conoció: …l por buenos y malos, por todos descendió; Ella, si la rogaron, a todos acorrió 28. 29. 30. 31. Explica las características métricas del poema Divide el texto en tres partes temáticas Busca elementos juglarescos en el poema Busca repeticiones y paralelismos 65 70 Juan Ruiz, Arcipreste de Hita Libro de buen amor 71 Como dise Aristóteles, cosa es verdadera, el mundo por dos cosas trabaja: la primera, por aver mantenençia; la otra era por aver juntamiento con fembra plasentera. 72 Si lo dixiese de mío, sería de culpar; díselo grand filósofo, non só yo de rebtar; de lo que dise el sabio non debemos dubdar, que por obra se prueba el sabio e su fablar. 73 Que dis' verdat el sabio claramente se prueba omes, aves, animalias, toda bestia de cueva quieren, segund natura, compaña siempre nueva; et quanto más el omen que a toda cosa se mueva. 74 Digo muy más del omen, que de toda criatura: todos a tiempo çierto se juntan con natura, el omen de mal seso todo tiempo sin mesura cada que puede quiere faser esta locura. 75 El fuego siempre quiere estar en la senisa, como quier' que más arde, quanto más se atisa, el omen quando peca, bien ve que deslisa, mas non se parte ende, ca natura lo entisa. 76 Et yo como soy omen como otro pecador, ove de las mugeres a veses grand amor; probar omen las cosas non es por ende peor, e saber bien, e mal, e usar lo mejor 32. ¿En qué basa el arcipreste el hecho de haberse enamorado? 33. ¿Qué esquema métrico sigue el arcipreste? 34. El propósito del arcipreste dice que es ensalzar el buen amor, el amor del hombre por Dios, pero en esta introducción no habla de ese amor ¿de qué habla el arcipreste? 35. ¿Qué conclusiones debemos sacar de lo que nos va a relatar el arcipreste? 36. ¿Qué diferencias ves con los escritos del mester de clerecía como los de Berceo? Jorge Manrique Coplas I Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquiera tiempo pasado fue mejor. II III Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado. No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera mas que duró lo que vio, pues que todo ha de pasar por tal manera. Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir, allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos, y llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos. 37. ¿Qué temas y tópicos aparecen en las coplas I, II y III? 38. Encuentra los siguientes recursos estilísticos en la copla I: antítesis, anáfora y paralelismo y comenta su uso. 39. Localiza y explica las metáforas que utiliza el autor para referirse a la vida y la muerte en la copla III V Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos. VI Ved de cuán poco valor son las cosas tras que andamos y corremos, que, en este mundo traidor aun primero que miramos las perdemos: de ellas deshace la edad, de ellas casos desastrados que acaecen, de ellas, por su calidad, en los más altos estados desfallecen. 40. Expón las metáforas que explican esta visión cristiana del mundo en las coplas V y VI 41. Explica en las coplas vistas en qué consiste la copla manriqueña