Documento sobre postmodernidad Daniel Cabañas En el pasaje de Mateo 16:3 Jesús dijo a los fariseos, que sabían distinguir las señales físicas del tiempo, pero que no eran capaces de distinguir las señales del tiempo para la ejecución de los planes de Dios. Ese era el tiempo que el mismo Dios en persona, se hizo presente a su pueblo y éste no pudo reconocerlo (Jn.1:11). La iglesia del Señor ha tenido muy a menudo esta dificultad: captar el tiempo de Dios y discernir las “señales de los tiempos”. Alguien dijo sabiamente: - no estamos frente a una época de cambios, sino frente a un cambio de época. La llamada “globalización”, ha traído cambios globales a nuestro mundo y podemos tener de ellos diferentes lecturas: - una fatalista que mira lo negro del panorama hacia donde se dirige la humanidad, - otra optimista porque puede ver que estos cambios favorecen el crecimiento y la expansión de la iglesia y - otra expectante para interpretar hacia donde dirigirse en busca de respuestas. Sea cuál sea la interpretación, los cambios están y la iglesia del Señor, llamada a la misión redentora de Dios, está comprometida, impelida, impulsada a intervenir. Al hacer una lectura de estos cambios tiene el desafío de continuar llevando el evangelio de Jesucristo hasta lo último de la tierra. (Hch.1:8) En el documento anterior de la iglesia del Tercer Milenio, se mencionó allí la presencia de la postmodernidad como corriente global de pensamiento, que está influyendo a nivel global en la matriz del pensamiento, de los valores y del proceder de un modo global y generalizado. Ya se habla de la hipermodernidad como algo superador a la postmodernidad y esto es debido a que los cambios son cada vez más veloces. Entender estas señales, hará que la iglesia tome un compromiso más inteligente y sabio con la misión en estos días. A través de estas líneas, nuestro objetivo es brindar herramientas para la reflexión y abrir nuestra creatividad para lo que el Señor quiere con nosotros hoy. Estamos seguros que Dios puede hacernos sus ministros en un mundo que necesita de su mensaje, de su gracia y de su poder. A continuación presentamos un cuadro donde puede observarse cómo ha sido la evolución de los paradigmas desde la antigüedad hasta nuestros días. 1 También leemos una tabla explicativa de los valores contrastantes de la modernidad y postmodernidad. 2 Valores Modernos 1. Fe 2. Sacralización 3. Absoluto 4. Objetividad 5. Razón 6. Ética 7. Culpabilidad 8. Pasado / Futuro 9. Historia 10. Unidad 11. Colectivismo 12. Progresismo 13. Inconformismo 14. Idealismo 15. Humanismo 16. Seguridad 17. Fuerte 18. Esfuerzo 19. Prometeísmo 20. Seriedad 21. Fundamental 22. Intolerancia 23. Formalidad 24. Necesario Valores Post Modernos 1. Increencia 2. Secularización 3. Relativo 4. Subjetividad 5. Sentimiento 6. Estética 7. No culpabilidad 8. Presente 9. Historias 10. Diversidad 11. Individualismo 12. Neo conservadurismo 13. Conformismo 14. Realismo 15. Anti humanismo 16. Todo esta bien (pasotismo) 17. Light 18. Placer 19. Narcisismo 20. Humor – pérdida de la palabra 21. Superficial 22. Tolerancia 23. Informalidad 24. Accesorio La iglesia del Señor debe tomar la responsabilidad de investigar a fondo sobre estos temas y recibir del Señor instrucciones específicas a fin de perfeccionar su obediencia. El proyecto moderno de sociedad a la cual dio a luz la era de la Ilustración y de la cual la iglesia hizo su aporte ha llegado a su fin y nuevos paradigmas se están estableciendo en el escenario mundial. Aunque el curso de la historia descansa en la soberanía de Dios, la iglesia no es eximida en su tarea de interpretar el tiempo y dar a conocer el evangelio hasta el fin de los tiempos en la economía de Dios. (Mt. 24:14) Veamos algunas tendencias en las que deberíamos pensar en trabajar como iglesia: 1. Tiempo para re pensar la iglesia. A menudo hemos interpretado que la mejor expresión de la iglesia es un edificio, con un grupo de miembros (alistados en una lista de nombres) que han aprobado un calendario de actividades y programas a ejecutar. Entonces toda la acción de la iglesia se circunscribe al espacio geográfico del templo. Deberíamos ser capaces de definir que la iglesia es un concepto más amplio que esta expresión: iglesia somos en el trabajo, en la escuela, en la calle, en todo ámbito donde se encuentren seguidores de Jesucristo, somos la iglesia. Pensar en acciones que se ejecuten fuera del ámbito geográfico del templo y cuya influencia trascienda las paredes del templo y llegue a todo lugar, es un desafío importante en este tiempo para repensar 3 la iglesia. Estamos desafiados a redescubrir nuevamente el discipulado como expresión de compromiso integral de la vida cristiana. Hay imágenes de la iglesia que resultan por demás gráficas de este concepto: el Pueblo peregrino de Dios, (1ª Pe.2:11) la Sal de la tierra, la Luz del mundo (Mt.5:13-16) el Cuerpo de Cristo (1ª Co.12:27) Estas imágenes son explicativas de lo que la iglesia debe ser y hacer en el mundo. Fe Moderna Fe Post moderna 1. Intelectualizada 2. Coherente 3. Triste 4. Dogmática 5. Sacrificial 6. Perseguida 7. Oficializada 8. Comprometida 9. Segura 10. Poco orante (discursiva) 1. Emocional 2. Sincretista 3. Festiva 4. Narrativa 5. Cómoda 6. Tolerada 7. Desconfiada 8. Descomprometida 9. Prudente 10. Orante (muy discursiva) 2. Tiempo para volver a la palabra y a la formación: el Dr. Carlos Villanueva, señala con muy buena precisión que en la postmodernidad, el texto de las escrituras y el lector, son realidades distintas, por lo tanto la crítica postmoderna ve la literatura en términos del lector. El eje hermenéutico se ha cambiado del texto al lector. Las escrituras han perdido su singularidad y se han convertido en un texto más, de tantos textos “sagrados”. Por esta razón la iglesia debe trabajar para recuperar espacios de formación bíblica y crear nuevamente estos hábitos de lectura y contacto con las escrituras. La espiritualidad de estos días es pluralista e integracionista de valores contrapuestos. Los valores absolutos establecidos en la escritura, hoy necesitan ser re pensados, valorados nuevamente. Aquí está unos de los desafíos de la iglesia. Samuel Escobar lo llama “leer las escrituras con nuevos ojos” Villanueva nos señala lo siguiente en cuanto a la hermenéutica de estos días: 1) Se orienta a interpretar el texto bíblico desde una óptica refrescante, cuyo patrón es el intento de adecuar el paradigma de autosatisfacción en el que estamos viviendo. Desde esta perspectiva, las escrituras están al servicio del hombre, su bienestar, su realidad. 2) Otra forma hermenéutica es la “aplicación histórica” en la lectura de textos. En este caso, perdiendo el hilo conductor con el contexto histórico original o usándolo sólo cuando conviene al lector, es interpretado de acuerdo a los intereses del lector, por el ejemplo “la danza de David” (2 Sa. 6:14) es interpretado desde una perspectiva cúltica, perdiendo su verdadero sentido histórico. 3) Una forma simbólico imaginativa del texto, ha sido tratar de encontrar un valor simbólico entre los numerosos ejemplos del AT, como es el caso de los “levitas” y su relación con el culto en la actualidad, o el ministerio sacerdotal profético, aplicado de manera selectiva. Por esto, señala Villanueva, es importante recuperar la dimensión espiritual y trascendente de la lectura de los textos bíblicos. Los aportes de la crítica son valiosos a la hora de establecer el texto que leemos e interpretamos. Vivimos en medio de un 4 analfabetismo bíblico y sin un fundamento auténtico tanto en el púlpito, como en la enseñanza bíblica. Se hace urgente, revitalizar la necesidad de un auténtico conocimiento de las escrituras, una hermenéutica que tome en serio el hecho de que la Biblia es la Palabra de Dios. Puesto que valoramos más la experiencia que la comprensión, quienes ejercen el liderazgo de la iglesia, deben avanzar hacia una interpretación responsable del texto, que marque la radicalidad del mensaje cristiano. La interpretación bíblica es un acto cotidiano, espontáneo y natural, es parte de nuestra relación con nuestros semejantes y el mundo. Señala el proceso mediante el cual discernimos, entendemos y explicamos nuestra realidad. La interpretación de la Escritura, es resultado y causa de la relación dinámica entre quien interpreta (el creyente/lector), lo interpretado (el texto bíblico) y el escenario y las circunstancias que posibilitan la existencia de todos estos elementos que influyen en cada uno de ellos (el contexto del lector y del texto) Un tema tan crucial para la iglesia evangélica en el mejor sentido del término como la lectura, exposición de las escrituras debe desarrollar una hermenéutica que a modo de sugerencia contenga: 1) un acercamiento responsable al texto 2) Una valoración de la historia del texto sagrado y los puentes que pueden comunicar la verdad del “allá” del texto con la realidad de “acá” de hoy 3) Un rescate del valor narrativo de las historias bíblicas 4) Una revalorización de lo emocional y humano en las escrituras que se puede observar en todos los personajes bíblicos, pues se cuentan sus limitaciones, sus fracasos, sus luchas, sus pecados… 5) una interpretación comprometida con la verdad. Esto significa no solo interpretar lo que sea pertinente y bien recibido en nuestra sociedad, sino lo que confronte e implique un compromiso con la verdad de Dios para nuestros días. 3. Tiempo propicio para la misión: es necesario desarrollar una visión completa conforme a Hechos 1:8, que incluya en forma simultánea la visión local, regional y global del propósito redentor de Dios para con su mundo. Algo positivo de la globalización es la oportunidad de que las comunicaciones puedan dirigirse hacia el logro de objetivos globales y que éstos puedan integrarse con propósitos definidos. La red de Facebook cuenta en la actualidad con 500 millones de usuarios. Twitter con más de 90 millones. El uso de Internet, con toda la información, puede significar una poderosa herramienta para la iglesia en el cumplimiento de su labor. La iglesia debe ser capaz de investigar qué está sucediendo en su contexto y articular un plan de trabajo a plazos determinados que le permita un crecimiento sostenido. En la CEB, hay herramientas a disposición para que la iglesia pueda utilizar con estos fines. Los días que transcurren, representan una oportunidad única para América Latina que se ve como fuerza misionera. La misión pertenece a Dios, que obra constantemente en el logro de los objetivos de su misión, sin embargo es un privilegio participar con Dios en su obra y esto sólo es posible si el pueblo de Dios, de manera sabia e inteligente busca el consejo, la orientación y la presencia de Dios para estos días. 4. Tiempo para la evangelización: durante un buen tiempo la iglesia ha concebido la evangelización como un discurso de ventas, una conquista, una batalla, un ultimátum, una amenaza, una prueba, un argumento, un entretenimiento, un show, un monólogo o algo que tienes que hacer.1 Este enfoque ha fragmentado el discipulado y lo ha 1 La iglesia emergente. Dan Kimball. Editorial Vida. Pág. 247 5 reducido un conjunto de comportamientos con marcado énfasis en el hacer, más que en el ser. La evangelización en estos días debería ser principalmente relacional. Las personas de hoy, buscan significado. Evangelizar debería consistir en hacer discípulos a través de la conversación, la amistad, la influencia, la invitación, la compañía, el desafío, la oportunidad, la danza o algo que puede hacerse para mostrar a las personas el interés en ellas, más que en hacer “prosélitos” de nuestras congregaciones. La iglesia debe marcar presencia en ámbitos que estén fuera del templo y que implique un compromiso por establecer la presencia cristiana en ámbitos de la comunidad. Esto implica quizás, que muchos de los programas y actividades que desarrollamos sean replanteados y reformados para centrar su objetivo en quienes necesitan ser alcanzados y no en quienes YA lo están. Debemos ser capaces de discernir que en Argentina, el evangelio se ha predicado de una punta del país a otra y que hoy la evangelización tiene otro significado que en décadas anteriores. Hoy nos encontramos frente a una población que sabe identificar al creyente evangélico, o que ha asistido en algún momento de su vida a la iglesia y más aún hasta han pasado por las aguas del bautismo. Alcanzar esta población tiene características diferentes a la hora de desarrollar estrategias. 5. El desafío de las nuevas generaciones: es de suma importancia trabajar puentes de comunicación, intercambio de experiencias y trabajo hacia la nueva generación. La iglesia necesita urgente la reposición del liderazgo y esto es posible, si el liderazgo actual es facilitador y entrenador de la generación joven. Los jóvenes menores de 25 años, ya viven en la post pos modernidad y su cosmovisión del mundo está considerablemente diferente a la generación que lidera hoy la iglesia. Dan Kimball, propone que sea necesario establecer un sistema de “mentores”2, que consiste esencialmente en acompañar con un compromiso sostenido, la acción, la labor y la visión de la generación joven, por medio de personas mayores y con experiencia de liderazgo y ministerio. Mayores espacios de acción y reconocimiento (empoderamiento), ayudarán a que la generación joven tome mayor compromiso con la tarea y asuma roles y funciones activas en la propagación de la misión y labor de la iglesia. Debe ser parte de la agenda de la iglesia de hoy, el desarrollo de estrategias para establecer vínculos fuertes con las generaciones jóvenes. Ellos representan una fuerza poderosa de cambio, si son nutridos en el evangelio de Jesucristo. La post modernidad y la hipermodernidad, son cambios globales presentes en nuestro mundo que afectan de manera significativa nuestra diaria realidad. La promulgación de las leyes recientes en nuestro país, son una muestra del humanismo que avanza hacia la dirección opuesta donde se han colocado cimientos en días anteriores. En la medida que seamos concientes de estos cambios y también de la singularidad del evangelio que proclamamos, estaremos respondiendo a los desafíos de Dios para nuestro tiempo, con responsabilidad e integridad. (Ro.12:1-2) 2 La iglesia emergente. Dan Kimball. Editorial Vida pág. 275 6