SEMINARIO DE INTEGRACIÓN Y APLICACIÓN CONTROL Y PREVENCIÓN DEL LAVADO DE DINERO ANÁLISIS DE LA LEY N° 25.246 María Iliana Medina Diciembre 2001 RESUMEN: CONTROL Y PREVENCIÓN DEL LAVADO DE DINERO ASPECTOS GENERALES ACERCA DEL LAVADO DE DINERO Metodología del Lavado de Dinero ORIGEN ILÍCITO 1° COLOCACIÓN. Objetivo: Introducción del dinero en efectivo al circuito financiero o comercial; Distanciar los fondos del delito del origen del delito. 2° DECANTACIÓN. Objetivo: Disfrazar o disimular; Eliminar rastros y cortar cadena de evidencias. 3° INTEGRACIÓN. Objetivo: Ingresar al circuito económico legal; Ocultar origen y dar apariencia legal. SIMULAR LICITUD Consecuencias del Lavado de Dinero Volumen de negocios del Lavado de Dinero: Entre 500 Y 650 mil millones de U$S al año. Equivalente al 2% del P.B.I. mundial. Aprox. 400 mil millones provienen del narcotráfico. 250 mil millones se derivan a distintas plazas. Aplicando tasas de interés se llegan a dimensiones macroeconómicas muy significativas. Consecuencias económico-financieras y socio-políticas: Narcotráfico, Contrabando de armas, Terrorismo, Tráfico de seres y órganos humanos, Delitos contra la Administración Pública, Secuestro extorsivo, Prostitución de menores y Pornografía infantil. Consecuencias económico-financieras: Macroeconómicas: Sustracción de Fondos de la Economía Regular para la Inversión en el aparato especulativo sin un fin económico: Reducción de la tasa de crecimiento internacional. Movimientos de Fondos inducidos por diferencias de controles entre los diferentes países: In versiones opuestas alas esperables sobre la base de fundamentos económicos. Transferencia de bienes de una economía a otra: Influencia en variables (tasa de cambio, tasa de interés, precios), afectan la confianza y transparencia de los mercados de capitales. Inversión en Servicios gracias al alto cash flow: Expulsan estructuras de producción tradicionales. Microeconómicas: Autopréstamos; Modificación de las estructuras tradicionales de producción, costo y facturación; y Empresas con objetivos no comerciales: Afectan la Libre Competencia. Consecuencias socio-políticas: Favorece delitos graves: Narcotráfico, Contrabando de armas, Terrorismo, Tráfico de seres ú órganos humanos, Delitos contra la Administración Pública, Secuestro extorsivo, Prostitución de menores y Pornografía infantil. Afecta estructuras gubernamentales. Inserción en las estructuras de poder. LEY 25.246: ENCUBRIMIENTO Y LAVADO DE ACTIVOS Sancionada: 04-2000.Promulgada: 05-2000. Tipificación del delito La Ley 25.246 modifica el Delito de Encubrimiento (Art. 277, 278 y 279 del Código Penal) Art. 3 (Art 278, 1) a)): Establece la figura básica dolosa del lavado de Activos. Ésta se configura cuando: “Convirtiere, Transfiriere, Administrare, Vendiere, Gravare o Aplicare de cualquier otro modo dinero u otra clase de bienes provenientes de un delito en el que no hubiera participado, con la consecuencia posible de que los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito y siempre que su valor supere la suma de $ 50.000, sea en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos vinculados entre sí.” Unidad de Información Financiera-UIF Entidad con autarquía funcional en jurisdicción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nació provenientes de delitos graves enumerados en el artículo 6° de la ley. Función: Análisis, tratamiento, transmisión de la información a efectos de prevenir e impedir el lavado de dinero provenientes de delitos graves enumerados en el art. 6° de la Ley. Integrantes: 11 miembros: B.C.R.A., A.F.I.P., C.N.V., SE.DRO.NAR, M. De Justicia y Derechos Humanos, M. De Economía, 5 Expertos Financieros, Penalistas, Criminólogos o Profesionales con incumbencias relativas al objeto de esta ley. Sujetos Obligados a Informar Entre otros: Entidades Financieras Bancarias y Cambiarias. Personas físicas o jurídicas que exploten juegos de azar. Agentes y sociedades de bolsa, sociedades gerentes de FCI, agentes del MAE y otras personas que operen en la intermediación de títulos valores. Emisoras de cheques de viajero y tarjetas de crédito. Personas físicas o jurídicas dedicadas a la compraventa de obras de arte, antigüedades, joyas, etc.. Cías aseguradoras, productores asesores de seguros, agentes, intermediarios, peritos y liquidadores de seguros. Registros Públicos de Comercio, Registros de la propiedad inmueble y Registros nacionales del automotor y prendarios. Escribanos Matriculados. Empresas dedicadas al transporte de caudales. Empresas prestatarias o concesionarias de servicios postales que realicen operaciones de giros de divisas o de traslado de distintos tipos de moneda o billete. Sociedades que realizan operaciones de capitalización y ahorro. Despachantes de aduana, agentes de transporte aduanero, apoderados generales y dependientes de unos y otros, y de los importadores y exportadores. Profesionales matriculados cuya actividad esté regulada por los CPCE, excepto cuando actúen en defensa en juicio. B.C.R.A., A.F.I.P., S.S.N., C.N.V. e I.G.J. Obligación de los sujetos obligados a informar Art. 21, a): Requisitos de identificación y registro de información. Recabar de los clientes documentos que prueben fehacientemente la identidad, personería jurídica, domicilio y demás datos que en cada caso se estipule para realizar cualquier tipo de actividad de las que tienen por objeto. Se podrá obviar dicha operación cuando las operaciones sean por importes inferiores al establecido como no controlable. Tomar recaudos para identificar a quien actúa en nombre de terceros. Archivar la información por el tiempo que se establezca. Art. 21, b) Deber de informar operaciones sospechosas independientemente del monto de la misma. Operaciones sospechosas: según la esta ley, son aquellas transacciones que de acuerdo con los usos y costumbres de la actividad que se trate, como así también de la experiencia e idoneidad de las personas obligadas a informar resulten inusuales, sin justificación económica o jurídica o de complejidad inusitada o injustificada, sean realizadas en forma aislada o reiterada. La UIF establecerá, a través de pautas objetivas, las modalidades, oportunidades y límites del cumplimiento de esta obligación para cada categoría de obligado y tipo de actividad. Sanciones a quien no informe. Eximición de responsabilidad a quien cumpla de buena fe. Art 21, c) Abstenerse de revelar al cliente o a terceros las actuaciones que se estén realizando en cumplimiento de la presente ley. Régimen Sancionatorio Penal Personas Físicas: -Tipo Doloso: 2 a 10 años de prisión y multa de 2 a 10 veces el monto de la operación. (Art. 3°, inc. 1,a) Habitualista o miembro de una asociación o banda formada para la comisión continuada de estos hechos, pena mínima, 5 años. (Art. 3°, inc 1,b) Agravante para funcionarios públicos y profesionales con habilitación especial: 3 a 10 años de inhabilitación. (Art. 4°, inc. 3) -Divulgación de información por funcionario de la UIF y sujetos obligados: 6 meses a 3 años de prisión. ( Art. 22) -Omisión de informar a la UIF: 1 a 10 veces el monto de la operación; $ 10.000 a $ 100.000 si no se puede establecer el valor de los bienes. (Art. 24, inc. 1 y 3) Personas Jurídicas: -Tipo Doloso: 2 a 10 veces el monto de la operación. -Tipo Culposo (temeridad o imprudencia grave): 20% a 60% del monto de la operación. -Divulgación de información: $ 10.000 a $ 100.000. -Omisión de informar a la UIF: 1 a 10 veces el monto de la operación; $ 10.000 a $ 100.000 si no se puede establecer el valor de los bienes. ASPECTOS DE INTERÉS PARA EL PROFESIONAL Artículo 20 Solamente “Escribanos” y “Profesionales en Ciencias Económicas”. Solamente Profesionales de Ciencias Económicas “Matriculados”. Todos los Profesionales en Ciencias Económicas. No legisla sobre el rol que desempeñe el profesional. Deber de Información vs. Secreto Profesional. Artículo 21 Inciso a): Conocer al futuro cliente. Conservación de ciertos “papeles de trabajo”. Inciso b): No hay limitación de monto para informar. Basta con que la operación o hecho sea sospechoso. La definición de hecho u operación sospechosa es vaga. Experiencia e idoneidad de la persona obligada a informar. Inciso c): Sanciones severas Artículo 24 Las infracciones a la obligación de informar tienen penas que pueden ser desproporcionadas. INDICE INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................. 1 CAPÍTULO I – ASPECTOS GENERALES ACERCA DEL LAVADO DE DINERO ......... 5 I.1. Metodología del Lavado de dinero .............................................................................................. 5 I.2. Consecuencias del Lavado de dinero ........................................................................................... 7 CAPÍTULO II - LEY 25.246: ENCUBRIMIENTO Y LAVADO DE ACTIVOS ................... 9 II.1.Tipificación del delito.................................................................................................................... 9 II.2. Unidad de Información Financiera ........................................................................................... 10 II. 2.1. Dependencia orgánico-funcional. Agencias regionales. ............................................... 10 II.2.2. Funciones. ............................................................................................................................. 11 II.2.3 Estructura ............................................................................................................................... 12 II.2.3.1. Miembros de la UIF .......................................................................................................... 12 II.2.3.2. Integración y mecanismo de decisiones transitorias de la UIF ......................................... 14 II.2.3.3. Requisitos de desempeño de los miembros de la UIF....................................................... 14 II.2.4. Oficiales de enlace con otras dependencias gubernamentales para la consulta y coordinación de actividades con la UIF ....................................................................................... 15 II.2.5. Funcionamiento de la UIF .................................................................................................. 16 II.2.6. Competencia de la UIF ....................................................................................................... 16 II. 2.7. Facultades de la UIF........................................................................................................... 16 II.2.8. Obligaciones de la UIF ....................................................................................................... 18 II.2.9. Deber de guardar secreto por parte de los funcionarios y empleados de la UIF y de los sujetos obligados a informar (art. 22) ..................................................................................... 19 II.3. Deber de Informar. Sujetos obligados...................................................................................... 19 II.3.1. Sujetos obligados a informar (art. 20) .............................................................................. 19 II.3.2. Inaplicabilidad de las normas referentes a secreto bancario, fiscal o profesional, ni las atenientes a confidencialidad ................................................................................................... 21 II.3.3. No responsabilización de los sujetos informantes .......................................................... 21 II.3.4. Sujetos no obligados a informar. Posibilidad de efectuar denuncias ........................... 21 II.3.5. Deberes de información ...................................................................................................... 22 II.4. Régimen Penal Sancionatorio ................................................................................................... 24 CAPÍTULO III - ASPECTOS DE INTERÉS PARA EL PROFESIONAL ........................... 27 III.1. Artículo 20 .................................................................................................................................. 27 III.2. Artículo 21 .................................................................................................................................. 29 III.3. Artículo 24 .................................................................................................................................. 31 CONCLUSIÓN ...................................................................................................................................... 33 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................... 37 1 INTRODUCCIÓN Actualmente, la economía y la sociedad entera están siendo acechadas por la criminalidad trasnacional organizada que, aprovechándose de cuantiosos beneficios económicos, derivados de diversas actividades ilícitas (tráfico de estupefacientes, armas, de seres humanos y órganos, corrupción, etc.), necesitan de complejos y variados mecanismos para incorporar dichos fondos a la economía formal, a través del blanqueo de capitales, también denominado lavado de dinero. Los beneficios de la globalización de la economía y del libre movimiento de capitales a nivel mundial son obvios y significativos, pero al mismo tiempo crea uno de los costos más importantes y más difíciles de controlar, que es el de facilitarle a la delincuencia trasnacional organizada efectuar las operaciones tendientes a legitimar sus ganancias ilícitas con mayor rapidez, menor riesgo y en total anonimato. Este delito es uno de los más complejos, y no se evidencia en forma clara, sino que requiere de profundas tareas de investigación para detectarlo. Al ser un delito trasnacional se necesita la colaboración de todos los países, que a través de sus organismos gubernamentales lleven a cabo las investigaciones respectivas. El lavado de dinero es, por lo tanto, un proceso por el cual los bienes de origen delictivo integran el sistema económico con la apariencia de haber sido obtenidos en forma legal. El lavado de dinero tuvo sus orígenes en los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), en la década del 60; y en los países desarrollados, este tema fue advertido a mediados de la década del 70, aunque fundamentalmente desde el punto de vista del narcotráfico. Luego el tema se extendió a otros delitos graves, como el tráfico de armas, de humanos y órganos humanos, corrupción, contrabando, evasiones fiscales y otros. Los primeros antecedentes legislativos, en el orden internacional, se remontan a EEUU, con la ley de control de lavado de dinero, Reino Unido de Gran Bretaña, con la ley de delitos vinculados al narcotráfico, Italia, Francia, y España. 2 Los países del mundo fueron tomando conciencia de la complejidad del tema, por lo que a través de diversos organismos se crearon recomendaciones, reglamentos e instrumentos con el fin de alcanzar los objetivos buscados. Por lo tanto, merece citarse la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas (1978), la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes de Sustancias Psicotrópicas aprobada por la Convención de Viena (1988), el Comité de Basilea sobre Regulación y Supervisión Bancaria (1988), el Grupo de Acción Financiera –GAFI- (1990), la Convención sobre el Lavado, Identificación, Embargo y Decomiso de los Beneficios Económicos Derivados del Delito, adoptada por el Consejo de Europa en la Convención de Estrasburgo (1990), la Directiva sobre la Prevención del Uso del Sistema Financiero para el Lavado de Dinero, adoptada por el Consejo de la Unión Europea (1991), el Reglamento Modelo sobre Delitos de Lavado Relacionados con el Tráfico Ilícito de Drogas y otros Delitos Graves de la Organización de Estados Americanos (1992). Es de destacar que en la XV Asamblea Anual de Economía del GAFI (París, julio de1989), participaron EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y comunidades europeas; y en la actualidad se encuentra integrado por 26 países y 2 organizaciones internacionales regionales (Comisión Europea y Consejo de Cooperación del Golfo). Argentina, Brasil y México participan como observadores desde el mes de junio de 1999. En general, los países europeos llevan la delantera en las recomendaciones internacionales sobre el lavado de dinero, mientras que en los americanos, se ha reducido más al narcotráfico. En nuestro país, el antecedente lo constituye la ley 23737 (1989) que tipifica el delito de lavado de dinero, aunque exclusivamente referido al tráfico de drogas. Recientemente se ha dictado la ley 25246 del encubrimiento y lavado de activos de origen delictivo, siendo reglamentada por el decreto 169/01. Nuestra legislación ha creado un organismo de investigación, denominado Unidad de Información Financiera (UIF). El aspecto medular del sistema radica en la obligación, por parte de los intermediarios en el sistema económico-financiero y de ciertos agentes, de informar a la 3 UIF sobre las operaciones inusuales o sospechosas de las que tomen conocimiento en su actividad. Dentro de los sujetos obligados a informar, se encuentran los profesionales matriculados cuyas actividades estén reguladas por los Consejos Profesionales de Ciencias Económicas. En razón de lo expuesto, y por haber reconocido el legislador idoneidad a dicha profesión para ser parte integrante de la UIF, reconocimiento que debe ser correspondido con formación profesional adecuada, es que motiva el estudio del tema. 4 5 CAPÍTULO I – ASPECTOS GENERALES ACERCA DEL LAVADO DE DINERO Antes de introducirnos en los aspectos legales del tema, me parece necesario realizar algunos comentarios sobre los aspectos operativos y prácticos a cerca del lavado de dinero. Además me parece importante agregar sus consecuencias económico – financieras y político – sociales. I.1. Metodología del Lavado de dinero Partimos de la base de la existencia de valores patrimoniales provenientes de actividades delictivas (tales como el crimen organizado, el narcotráfico, evasores fiscales, asaltantes de bancos, extorsionadores o secuestradores, terroristas, las bancarrotas fraudulentas, sobornos o recompensas ilegales y otros) que, mediante el lavado de dinero, tienden a convertirse en ganancias legales o legítimas aparentes para ocultar su verdadera fuente u origen. Por lo tanto, cabe destacar a los distintos agentes intervinientes para poder comprender el fenómeno a analizar. Por un lado, se encuentra el “delincuente”, que es el autor del delito, o sea quien dispone de los elementos o productos de su actividad delictiva. Por otra parte, el “favorecedor real”, que es quien ayuda al delincuente a ocultar los elementos o productos del delito. El “receptador”, quien confía y recicla la mercadería que sabe ilícita. A su vez, el “lavador”, que es aquella organización cuya actividad tiene como finalidad darle a los bienes de origen delictivo una apariencia de licitud. Desde el punto de vista de la metodología del lavado, se suele hablar de un proceso integrado por tres fases diferentes: la colocación, la decantación o estratificación y la integración. La primera etapa, denominada “colocación”, tiene como objetivo introducir el dinero en efectivo, producto del delito, en el circuito financiero o comercial. De esta manera se suelen depositar pequeños montos en entidades financieras a través de una documentación falsa o de empresas fachada. Estos fondos pueden ser transferidos en un plazo reducido a muchos países 6 del mundo. En general se suelen hacer transferencias de fondos a países con reglamentaciones permisivas o a aquellos que poseen un sistema financiero liberal, tales como los paraísos fiscales o bancas “off-shore”. La colocación del dinero en efectivo también puede justificarse mediante la instalación de comercios que por sus características operan con dinero en efectivo, como por ejemplo restaurantes, videoclubes, hoteles y similares, en donde se registran una mayor cantidad de operaciones que las efectivamente realizadas y de esta manera, se obtienen ganancias ilícitas que se legitiman como ganancias legales, al ser depositadas en el sistema bancario. En la segunda etapa, denominada “decantación” o “estratificación”, el objetivo es básicamente cortar la cadena de evidencias ante eventuales investigaciones sobre el origen del dinero. En esta etapa, nos encontramos ante complejas operaciones a niveles nacional e internacional, por ejemplo las sumas depositadas son transferidas electrónicamente a cuentas bancarias anónimas de países con secreto bancario, las que muchas veces responden a firmas “fantasmas” ubicadas en diversas partes del mundo, propiedad de las organizaciones delictivas. Estas transferencias se mezclan con las sumas millonarias que los bancos mueven legalmente a diario, dificultando su individualización. La última etapa del proceso es la denominada “integración”, en la cual se tiende a incorporar el dinero formalmente al circuito económico legal, aparentando ser de origen legal, proveniente de ahorristas, inversores, etc. sin despertar sospechas. Esta integración permite crear organizaciones de “fachada” que se prestan entre sí, generando falsas ganancias por intereses, o bien invierten en inmuebles que a su vez sirven como garantías de préstamos, que son supuestamente invertidos en negocios con una también supuesta rentabilidad. Una vez formada la cadena, puede tornarse cada vez más fácil legitimar el dinero ilegal. Los medios más utilizados en esta etapa son las inversiones en negocios que puedan aparentar una supuesta rentabilidad realizando sobrefacturaciones o facturaciones ficticias. La tendencia en esta parte del proceso es invertir en negocios que sirvan, o faciliten a la organización criminal, continuar con actividades delictivas, como por ejemplo: cadenas hoteleras; supermercados; compra de 7 inmuebles; oro; piedras preciosas; obras de arte; empresas de transporte dedicadas al traslado de dinero, drogas, precursores químicos u otros bienes de contrabando; empresas del ramo de la química, que posibiliten el suministro de precursores químicos, para la elaboración de estupefacientes; agencias de turismo para favorecer la comercialización de mercadería de contrabando; sectores económicos que muevan grandes sumas de dinero en efectivo para poder mezclarlo con el dinero de origen ilícito, como por ejemplo casinos, agencias de juego, supermercados, etc.. Sin duda, a medida que se va avanzando en el proceso, se dificulta la investigación, por lo que resulta más vulnerable la operación de lavado en su fase inicial. La complejidad de la investigación se debe a los instrumentos utilizados en el lavado, que son sumamente complejos, sofisticados y que además no reconocen fronteras en el mundo de los negocios. I.2. Consecuencias del Lavado de dinero Internacionalmente se sostiene que los grupos delictuales obtienen, a nivel mundial, volúmenes de negocios que van desde los 500 a 650 mil millones de dólares por año, según cálculos del F.M.I., o sea el equivalente al 2% del P.B.I. mundial. De ellos, aproximadamente 400 mil millones provienen del tráfico de drogas y alrededor de 250 mil millones, constituirían ganancias que se derivan a distintas plazas. Por aplicación de las tasas de interés de mercado, se acumulan sumas que llegan a dimensiones macroeconómicas de gran relevancia. Los países, cuyo nivel económico es de menor desarrollo relativo y, especialmente, aquellos del tercer mundo, pueden llegar a depender de estos capitales para su desenvolvimiento económico. Por lo tanto, el lavado de dinero se presenta como un punto de intersección entre la economía legal y la delictual y, a largo plazo, predominan los efectos negativos de ese desarrollo, que exponen al Estado y a la sociedad a grandes peligros. Se puede enumerar, entre otros: En relación a lo económico – financiero: 8 La sustracción de fondos de la economía real y productiva para la inversión en el aparato especulativo sin un fin económico trae como consecuencia una “Reducción de la tasa de crecimiento internacional”. Los movimientos de capital inducidos con el objetivo de lavar dinero no son promovidos por fundamentos económicos, sino que están inducidos por las diferencias de controles y regulaciones existentes entre los países. Estos movimientos se producen en direcciones opuestas a aquellas que serían esperables sobre las bases de fundamentos económicos. Los bienes totales controlados por organismos criminales son de tal magnitud que la transferencia, aunque sea de una mínima fracción de ellos de un país a otro, puede tener importantes consecuencias económicas. A nivel nacional, grandes entradas y salidas de capital podrían influenciar significativamente diferentes variables de la economía (tasas de cambio y de interés y aún en los precios de determinados bienes). Asimismo podrían afectar la confianza y transparencia que deben tener los mercados de capitales. Las agrupaciones delictuales invierten, sobre la base de su alto cash - flow, especialmente en sectores de servicios, expulsando así a las estructuras de producción tradicionales. Se pierden, entonces, las capacidades de producción de bienes, y aumenta la dependencia de las importaciones de los países, con efectos negativos para la balanza comercial y de pagos. A nivel microeconómico, los autopréstamos realizados entre las organizaciones “fachada”, la aparición de empresas con objetivos no comerciales y la modificación de las estructuras tradicionales de producción, costo y facturación afectan considerablemente la libre competencia. En cuanto a lo político – social: Favorece delitos graves, tales como el narcotráfico, el contrabando de armas, el terrorismo, el tráfico de seres ú órganos humanos, delitos contra la Administración Pública, secuestro extorsivo, prostitución de menores y pornografía infantil, entre otros.. Afecta estructuras gubernamentales y se inserta en las estructuras de poder. 9 CAPÍTULO II - LEY 25.246: ENCUBRIMIENTO Y LAVADO DE ACTIVOS II.1.Tipificación del delito Con la sanción de la ley 25246 se introducen reformas al Código Penal en relación con el delito de encubrimiento y se crea un sistema para la prevención y represión del lavado de activos provenientes de delitos de especial gravedad que estará a cargo de un organismo administrativo con amplias facultades denominado UIF. La ley 25246 regula el lavado de dinero introduciéndolo en el artículo 278 del Código Penal como una figura autónoma que tiene como presupuesto hechos delictivos anteriores. Sin perjuicio de ello, se trata de una modalidad de la figura básica del delito de encubrimiento calificado, de acuerdo con el tratamiento que le dispensan tanto la doctrina como el derecho comparado en general. A partir de su nueva regulación como delito autónomo, el lavado de dinero –que originariamente fue concebido como una especie agravada de aquellas conductas tendientes a encubrir únicamente los delitos vinculados con el narcotráfico- extiende su campo de aplicación a los casos en que la procedencia de los activos fuese delictiva en general, es decir, se amplía el espectro a otros precedentes o previos de especial gravedad; ello se deduce a partir de la nueva redacción dada por el artículo 278 del Código Penal y se confirma con lo dispuesto para la UIF en el artículo 6° de la ley 25246 que menciona expresamente los delitos precedentes a los que se aplican las normas de prevención. El inciso 1) a) del artículo 278 del Código Penal en su nueva redacción dada por la ley 25246 contempla la figura básica dolosa del lavado de activos que se configura cuando “...convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare o aplicare de cualquier otro modo dinero u otra clase de bienes provenientes de un delito en el que no hubiera participado con la consecuencia posible de que los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito...”. El delito se configurará siempre que se verifique que el valor de los bienes con “apariencia” de origen ilícito superen el “quantum” fijado como límite por el tipo objetivo que alcanza a los $50.000 –sea que esta suma se alcance en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos 10 vinculados entre sí-; caso contrario, el delito de lavado de dinero quedará subsumido en la figura del encubrimiento previsto en las reglas del artículo 277 del Código Penal. El artículo 278 en su inciso 3) dispone que “el que recibiere dinero u otros bienes de origen delictivo, con el fin de hacerlos aplicar en una operación que les dé la apariencia posible de un origen lícito, será reprimido conforme a las reglas del artículo 277”, es decir, esta norma contempla lo que la doctrina penal denomina “receptación intermedia” o “en tránsito” y conforme con el dictamen por la mayoría de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, el tipo penal descripto incrimina el denominado “delito de emprendimiento” al darle tratamiento de hecho consumado a aquellas conductas que constituyen actos preparatorios del futuro lavado. En razón de ello es que se lo remite a las normas del artículo 277, asimilando al receptador intermedio como autor de encubrimiento simple. II.2. Unidad de Información Financiera Los artículos 5° a 19 de la ley 25246 se refieren a la UIF, organismo administrativo respecto del cual a continuación sistematizamos su organización, estructura, funciones y responsabilidades. II. 2.1. Dependencia orgánico-funcional. Agencias regionales. La UIF funcionará con autarquía funcional en jurisdicción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Tendrá su domicilio en la Capital de la República y podrá establecer agencias regionales en el resto del país. El decreto 169/01, artículo 7°, faculta a la UIF a establecer agencias regionales en las jurisdicciones que considere necesarias, pero no podrán ser más de una por región. La función de las regionales será la recepción, complementación y compatibilización de la información producida en sus jurisdicciones, para su posterior remisión a la oficina central de la UIF. Cada agencia regional tendrá un máximo de cinco agentes (D. 169/01, art. 8°). 11 El territorio de la Nación se divide en las siguientes regiones: REGIÓN SEDE DE LA UIF PROVINCIAS CENTRAL Córdoba Córdoba. Santa Fé CUYO Mendoza Mendoza. La Rioja. San Juan. San Luis LITORAL Corrientes Corrientes. Entre Ríos. Misiones NORTE Salta Catamarca. Chaco. Formosa. Jujuy. Salta. Santiago del Estero. Tucumán PAMPEANA Bahía Blanca PATAGONICA Comodoro Rivadavia Buenos Aires. La Pampa Chubut. Neuquen. Río Negro. Santa Cruz. Tierra del Fuego II.2.2. Funciones. Será la encargada del “análisis, el tratamiento y la transmisión” de información a los efectos de prevenir e impedir el lavado de activos provenientes de: Delitos relacionados con el tráfico y comercialización ilícita de estupefacientes (L. 23737). Delitos de contrabando de armas (L. 22415). Delitos relacionados con las actividades de una asociación ilícita calificada en los términos del artículo 210 bis del Código Penal. Hechos ilícitos cometidos por asociaciones ilícitas (art. 210, CP) organizadas para cometer delitos por fines políticos o raciales. Delitos de fraude contra la Administración Pública (art. 174, inc. 5), CP). Delitos contra la Administración Pública previstos en los Capítulos VI, VII, IX y IX bis del Título XI del Libro Segundo del Código Penal. Delitos de prostitución de menores y pornografía infantil, previstos en los artículos 125, 125 bis, 127 bis y 128 del Código Penal. El decreto 16/01 fijó los alcances de los siguientes términos: 12 Análisis de la información: Es el proceso de compatibilización y estudio de los datos recibidos por la UIF, relativos a los ilícitos mencionados, con la finalidad de obtener los elementos de convicción objetiva que le permitan ejercer las facultades asignadas por la ley. Tratamiento de la información: Es la sistematización de la totalidad de los datos obtenidos en cumplimiento de sus fines. Transmisión de la información: Es la comunicación al Ministerio Público Fiscal de la posible comisión de los delitos que prevé la norma. II.2.3 Estructura II.2.3.1. Miembros de la UIF Estará Integrada por 11 miembros, de acuerdo con las siguientes pautas: Un funcionario del Banco Central de la República Argentina. Un funcionario de la Administración Federal de Ingresos Públicos. Un funcionario de la Comisión Nacional de Valores. Un experto en temas relacionados con el lavado de activos de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico de la Presidencia de la Nación. Un funcionario por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Un funcionario por el Ministerio de Economía de la Nación. Los funcionarios mencionados serán seleccionados por concurso interno del organismo respectivo, cuyo resultado deberá ser elevado al Poder Ejecutivo Nacional, como propuesta vinculante, a los fines de la correspondiente designación. Cinco expertos financieros, penalistas, criminólogos u otros profesionales con incumbencias relativas al objeto de esta ley. Los cinco expertos mencionados serán seleccionados mediante concurso público de oposición y antecedentes por una comisión ad hoc, que será integrada de la siguiente manera: 13 Dos miembros del Consejo de la Magistratura, elegidos por sus pares, con una mayoría de dos tercios. Dos funcionarios del Ministerio Público, elegidos por el Procurador General de la Nación. Un miembro del Directorio del Banco Central, elegidos por sus pares, con una mayoría de dos tercios. Un miembro designado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Un miembro designado por la Comisión Nacional de Valores. Un miembro designado por el Ministerio de Economía. Realizado el concurso público de antecedentes y oposición, el resultado del mismo deberá ser elevado al Poder Ejecutivo Nacional, como propuesta vinculante, a los fines de la correspondiente designación. La selección de los referidos expertos se ajustará a lo siguiente: Los postulantes serán seleccionados mediante concurso público de oposición y antecedentes. La Comisión ad hoc convocará a concurso, publicándose las fechas de exámenes y condiciones generales de los mismos, por cinco días en el Boletín Oficial, dos diarios de alcance nacional y un diario de cada Provincia. Previamente se determinarán los criterios y mecanismos de evaluación que serán computables. Los nombres de aquellos que aprueben los exámenes que evaluarán tanto la formación teórica como práctica serán publicados por cinco días en los mismos medios de información citados, quedando por el término de 60 días corridos luego de la última publicación sujetos a las impugnaciones que pudieran realizarle cualquier ciudadano, grupo de ciudadanos, entidades intermedias o persona jurídica. La comisión ad hoc deberá prever, en su reglamento de concursos, las normas que regulen las impugnaciones. 14 II.2.3.2. Integración y mecanismo de decisiones transitorias de la UIF El decreto 169/01 dispone que hasta que se cumpla el procedimiento de selección de los miembros, transitoriamente la UIF estará integrada por: El Ministro de Justicia y Derechos Humanos, en carácter de presidente de la entidad. Un funcionario del Banco Central. Un funcionario de la Administración Federal de Ingresos Públicos. Un funcionario de la Comisión Nacional de Valores. Dos miembros del Consejo de la Magistratura, elegidos por el Procurador General de la Nación. Un miembro designado por el Ministerio de Economía. Las decisiones se adoptarán por simple mayoría de votos de los miembros presentes. El presidente tendrá doble voto en caso de empate. Se requiere un quórum de cuatro miembros. II.2.3.3. Requisitos de desempeño de los miembros de la UIF Exclusividad e incompatibilidades: Tendrán dedicación exclusiva en sus tareas, alcanzándoles las incompatibilidades y/u obligaciones fijadas por la ley para los funcionarios públicos, no pudiendo ejecer durante los dos años posteriores a su desvinculación de la UIF las actividades que la reglamentación precise en cada caso ni tampoco tener interés en ellas. Duración en el cargo: Durarán cuatro años en su cargo, el que podrá ser renovado en forma indefinida. Remoción: Podrán ser removidos de sus cargos cuando incurrieren en mal desempeño de sus funciones, grave negligencia, por la comisión de delitos dolosos de cualquier especie o por inhabilidad física o moral sobreviniente a su incorporación. 15 El procedimiento de remoción estará a cargo del Tribunal de Enjuiciamiento creado por la ley. Dicho Tribunal estará integrado por tres miembros, ex magistrados designados mediante sorteo por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. La intervención, como integrante del Tribunal, constituirá una carga pública. El procedimiento ante el Tribunal se realizará conforme a la reglamentación que deberá respetar el debido proceso legal adjetivo y la defensa en juicio. Requisitos de competencia para integrar la UIF: Título universitario de grado, preferentemente en derecho, o en disciplinas relacionadas con las ciencias económicas o con las ciencias informáticas. Antecedentes técnicos y profesionales en la materia. No ejercer en forma simultánea ni haber ejercido durante el año precedente a su designación las actividades que la reglamentación precise en cada caso ni tampoco tener interés en ellas. II.2.4. Oficiales de enlace con otras dependencias gubernamentales para la consulta y coordinación de actividades con la UIF La UIF contará con el apoyo de oficiales de enlace designados por los titulares de los siguientes organismos: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico. Banco Central de la República Argentina. Administración Federal de Ingresos Públicos. Registros Públicos de Comercio o entes análogos de las Provincias. Comisión Nacional de Valores. Superintendencia de Seguros de la Nación. 16 La UIF podrá solicitar a otros titulares de organismos de la Administración Pública Nacional o Provincial la designación de oficiales de enlace cuando o crea conveniente. El decreto 169/01, artículo 9°, dispone que cada uno de los organismos mencionados designará un oficial de enlace. II.2.5. Funcionamiento de la UIF Se reunirá en sesiones plenarias al menos cuatro veces al mes en la forma que establezca el reglamento interno. El quórum para sesionar será de seis miembros y adoptará las decisiones por mayoría absoluta de los miembros presentes, salvo que esta ley exija mayoría especial. II.2.6. Competencia de la UIF Recibir, solicitar y archivar las informaciones a que se refiere el artículo 21 de la ley. Disponer y dirigir el análisis de los actos, actividades y operaciones que según lo dispuesto en la ley 25246 puedan configurar legitimación de activos provenientes de los ilícitos previstos en el artículo 6° de la norma; en su caso, poner los elementos de convicción obtenidos a disposición del Ministerio Público para el ejercicio de las acciones pertinentes. Colaborar con los órganos judiciales y del Ministerio Público (para el ejercicio de las acciones pertinentes) en la persecución penal de los delitos reprimidos por esta ley. Dictar su reglamento interno para lo cual se requerirá el voto de las dos terceras partes del total de sus miembros. II. 2.7. Facultades de la UIF Solicitar informes, documentos, antecedentes y todo otro elemento que estime útil para el cumplimiento de sus funciones a cualquier organismo público, nacional, provincial o 17 municipal, y a personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, todos los cuales estarán obligados a proporcionarlos dentro del término que se les fije, bajo apercibimiento de ley. En los casos en que a la UIF le sean opuestas disposiciones que establezcan el secreto de las informaciones solicitadas, podrá requerir en cada caso autorización al juez competente del lugar donde deba ser suministrada la información o del domicilio de la UIF a opción de la misma. Recibir declaraciones voluntarias. Requerir la colaboración de todos los servicios de información del Estado, los que están obligados a prestarla en los términos de los artículos 398 y 399 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (recaudos para el incumplimiento de los requerimientos de información en materia de prueba informativa). Actuar en cualquier lugar de la República en cumplimiento de las funciones establecidas por esta ley. Solicitar al Ministerio Público para que éste requiera al juez competente se resuelva la suspensión, por el plazo que éste determine, de la ejecución de cualquier operación o acto informado previamente conforme al inciso b) del artículo o cualquier otro acto vinculado a éstos, antes de su realización, cuando se investiguen actividades sospechosas y existan indicios serios y graves de que se trata de lavado de activos provenientes de alguno de los delitos previstos en el artículo 6° de la ley. La apelación de esta medida sólo podrá ser concedida con efecto devolutivo. Solicitar al Ministerio Público para que éste requiera al juez competente al allanamiento de lugares públicos o privados, la requisa personal y el secuestro de documentación o elementos útiles para la investigación. Solicitar al Ministerio Público que arbitre todos los medios legales necesarios para la obtención de información de cualquier fuente u origen. Disponer la implementación de sistemas de contralor interno para las personas obligadas a informar a que se refiere el artículo 20, en los casos y modalidades que la reglamentación determine. 18 Aplicar las sanciones previstas en el Capítulo IV de la ley, debiendo garantizarse el debido proceso. Organizar y administrar archivos y antecedentes relativos a la actividad de la propia UIF o datos obtenidos en el ejercicio de sus funciones para recuperación de información relativa a su misión, pudiendo celebrar acuerdos y contratos con organismos nacionales, internacionales y extranjeros para integrarse en redes informativas de tal carácter, a condición de necesaria y efectiva reciprocidad. Emitir directivas e instrucciones que deberán cumplir e implementar los sujetos obligados por esta ley, previa consulta con los organismos específicos de control. II.2.8. Obligaciones de la UIF Rendición anual de su gestión al Congreso de la Nación. Comparecer ante las comisiones del Congreso de la Nación todas las veces que éstas lo requieran y emitir los informes, dictámenes y asesoramiento que éstas le soliciten. Conformar el Registro Único de Información con las bases de datos de los organismos obligados a suministrarlas y con la información que por su actividad reciba. La UIF recibirá información, manteniendo en secreto la identidad de los obligados a informar. El secreto sobre su identidad cesará cuando se formule denuncia ante el Ministerio Público Fiscal. Cuando de las informaciones aportadas o de los análisis realizados por la UIF surgieren elementos de convicción suficientes para sospechar que se ha cometido uno de los delitos previstos en la ley, será comunicado de inmediato al Ministerio Público para que se ejerza la acción penal. 19 II.2.9. Deber de guardar secreto por parte de los funcionarios y empleados de la UIF y de los sujetos obligados a informar (art. 22) Están obligados a guardar secreto de las informaciones recibidas en razón de su cargo, al igual que de las tareas de inteligencia desarrolladas en su consecuencia. El funcionario o empleado de la UIF, así como también las personas que por sí o por otro revelen las informaciones secretas fuera del ámbito de la UIF, serán reprimidos con prisión de seis meses a tres años. II.3. Deber de Informar. Sujetos obligados. II.3.1. Sujetos obligados a informar (art. 20) Las entidades financieras sujetas al régimen de la ley 21526. Administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones. Las entidades sujetas al régimen de la ley 18924 y las personas físicas o jurídicas autorizadas por el Banco Central para operar en la compraventa de divisas o mediante el uso de tarjetas de crédito o pago, o en la transmisión de fondos dentro y fuera del territorio nacional. Las personas físicas o jurídicas que como actividad habitual exploten juegos de azar. Los agentes y sociedades de bolsa, sociedades gerente de fondos comunes de inversión, agentes de mercado abierto electrónico, y todos aquellos intermediarios en la compra, alquiler o préstamo de títulos valores que operen bajo la órbita de bolsas de comercio con o sin mercados adheridos. Los agentes intermediarios inscriptos en los mercados, de futuros y opciones cualquiera sea su objeto. Los Registros Públicos de Comercio, los organismos representativos de fiscalización y control de personas jurídicas, los Registros de la Propiedad Inmueble, los Registros Automotor y los Registros Prendarios. 20 Las personas físicas o jurídicas dedicadas a la compraventa de obras de arte, antigüedades u otros bienes suntuarios, inversión filatélica o numismática, o la exportación, importación, elaboración o industrialización de joyas o bienes con metales o piedras preciosas. Las empresas aseguradoras. Las empresas emisoras de cheques de viajero u operadoras de tarjetas de crédito o de compra. Las empresas dedicadas al transporte de caudales. Las empresas prestatarias o concesionarias de servicios postales que realicen operaciones de giros de divisas o de traslado de distintos tipos de moneda o billete. Los escribanos públicos. Las entidades comprendidas en el artículo 9° de la ley 22315 (sociedades de capitalización y ahorro). Las personas físicas o jurídicas inscriptas en los registros establecidos por el artículo 23, inciso t), del Código Aduanero (despachantes de aduana, agentes de transporte aduanero, apoderados generales de los sujetos citados y de los importadores y exportadores). Los organismos de la Administración Pública y entidades descentralizadas y/o autárquicas que ejercen funciones regulatorias, de control, supervisión y/o superintendencia sobre actividades económicas y/o negocios jurídicos y/o sobre sujetos de derecho, individuales o colectivos: el Banco Central de la República Argentina, la Administración Federal de Ingresos Públicos, la Superintendencia de Seguros de la Nación, la Comisión Nacional de Valores y la Inspección General de Justicia. Los productores, asesores de seguros, agentes, intermediarios, peritos y liquidadores de seguros cuyas actividades estén regidas por las leyes 20091 y 22400, sus modificatorias, concordantes y complementarias. 21 Los profesionales matriculados cuyas actividades estén reguladas por los Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, excepto cuando actúen en defensa en juicio. Cabe destacar que la obligación no alcanza a los profesionales no matriculados. Las personas jurídicas que reciben donaciones o aportes de terceros. II.3.2. Inaplicabilidad de las normas referentes a secreto bancario, fiscal o profesional, ni las atenientes a confidencialidad No serán aplicables ni podrán ser invocados por los sujetos obligados a informar en virtud de la ley las disposiciones legales referentes al secreto bancario, fiscal o profesional, ni los compromisos de confidencialidad establecidos por la ley o por contrato cuando el requerimiento de información sea formulado por el juez competente del lugar donde la información deba ser suministrada o del domicilio de la UIF a opción de ésta, o por cualquier tribunal competente con fundamento en la ley. El decreto 169/01, artículo 11, dispone que cuando los sujetos obligados a informar, salvo que se trate de registros públicos, invocaren limitaciones derivadas de disposiciones legales atinentes a tales secretos o confidencialidad legal o contractual, se requerirá intervención del juez. II.3.3. No responsabilización de los sujetos informantes El incumplimiento, de buena fe, de la obligación de informar no generará responsabilidad civil, comercial, laboral, penal, administrativa, ni de ninguna otra especie. II.3.4. Sujetos no obligados a informar. Posibilidad de efectuar denuncias Los sujetos de derecho ajenos al sector público y no comprendidos en la obligación de informar podrán formular denuncias ante la UIF. 22 II.3.5. Deberes de información Según dispone el decreto 169/01, artículo 10, el deber de informar es la obligación legal que tienen los sujetos mencionados en la ley, en su ámbito de actuación, de llevar a conocimiento de la UIF las conductas o actividades de las personas físicas o jurídicas de las cuales pudiere inferirse la existencia de una situación atípica susceptible de configurar un hecho u operación sospechosa. El conocimiento de cualquier hecho u operación sospechosa impondrá a tales sujetos la obligatoriedad del ejercicio del deber de informar. El decreto 169/01, artículo 18, faculta a la UIF a determinar los procedimientos y oportunidad a partir de la cual los obligados cumplirán ante ella el deber de informar que se establece. Los sujetos obligados a informar quedarán sometidos a los siguientes deberes (Art. 21): Identificación de terceros: Recabar información de sus clientes, requirentes o aportantes, documentos que prueben fehacientemente su identidad, personería jurídica, domicilio y demás datos que en cada caso estipule, para realizar cualquier tipo de actividad de las que tienen por objeto. Podrá obviarse esta obligación cuando los importes sean inferiores al mínimo que establezca la circular respectiva. Cuando los clientes, requirentes o aportantes actúen en representación de terceros, se deberán tomar los recaudos necesarios a efectos de que se identifique la identidad de la persona por quienes actúen. Archivo de documentación: Toda información deberá archivarse por el término y según las formas que la UIF establezca. Informar hechos u operaciones sospechosas, cualquiera fuere su monto: Deben informar cualquier hecho u operación sospechosa independientemente del monto de la misma. Se consideran operaciones sospechosas aquellas transacciones que de acuerdo con los usos y costumbres de la actividad que se trate, así como también de la experiencia e idoneidad de las 23 personas obligadas a informar, resulten inusuales, sin justificación económica o jurídica o de complejidad inusitada o injustificada, sean realizadas en forma aislada o reiterada. La UIF establecerá, a través de pautas objetivas, las modalidades, oportunidades y límites del cumplimiento de esta obligación para cada categoría de obligación y tipo de actividad. El decreto 169/01, artículo 12, establece a mero título enunciativo los que serán considerados hechos u operaciones sospechosas: Los que reglamenten los organismos de control, en el marco de la ley: Banco Central de la República Argentina, Administración Federal de Ingresos Públicos, Superintendencia de Seguros de la Nación, Comisión Nacional de Valores e Inspección General de Justicia. Servicios postales por montos o condiciones que excedan lo razonable, en orden a la naturaleza de la operación. Comercio de metales o piedras preciosas y el transporte de dinero en efectivo o su envío a través de mensajerías, fuera de la actividad habitual de comercio o dentro de ella, excediendo los márgenes de la razonabilidad. La realización de operaciones secuenciales y transferencias electrónicas simultáneas entre distintas plazas, sin razón aparente. La constitución de sociedades sin giro comercial normal y habitual que realicen operaciones con bienes muebles o inmuebles, contratos de compra-venta, facturas de importación o exportación, o préstamos, sin contar con una evolución patrimonial adecuada. Los registros de operaciones o transacciones entre personas o grupos societarios, asociaciones o fideicomisos que por su magnitud, habitualidad o periodicidad excedan las prácticas usuales del mercado. Las contrataciones de transporte de caudales que por su magnitud y habitualidad revelen la existencia de transacciones que excedan el giro normal de las empresas contratantes. 24 Las operaciones conocidas o registradas por empresas aseguradoras, fundaciones en hechos y circunstancias que les permitan identificar indicios de anormalidad con relación al mercado habitual del seguro. Las actividades realizadas por escribanos, martilleros, rematadores, consignatarios de hacienda, contadores, despachantes de aduana, agentes de transporte aduanero y demás profesionales y auxiliares del comercio, en el ejercicio de su profesión, que por su magnitud y características se aparten de las prácticas usuales del mercado. Las sociedades de capitalización y ahorro que detecten en sus operaciones el giro de transacciones marginales, incrementos patrimoniales, o fluctuaciones de activos que superen los promedios de coeficientes generales. Las situaciones de las que, mediante la combinación parcial de algunas pautas establecidas en los incisos precedentes u otros indicios, pudiera presumirse la configuración de conductas que excedan los parámetros normales y habituales de la actividad considerada. Secreto de las actuaciones de la UIF: Abstenerse de revelar al cliente o a terceros las actuaciones que se estén realizando en cumplimiento de la presente ley. II.4. Régimen Penal Sancionatorio En cuanto a la figura básica dolosa del lavado de activos, las penas aplicables son de 2 a 10 años y una multa de 2 a 10 veces el monto de la operación en cuestión. En el caso de que el autor realizare estas conductas con habitualidad o como miembro de una asociación o banda formada para la comisión continuada de estos hechos, el mínimo de la pena será de 5 años (inc. 1) b)). En relación con la figura culposa contemplada en el artículo 278, inciso 2), cabe destacar que por la misma se preveía la aplicación de una sanción de multa del 20% al 150% del valor de los bienes objeto del delito, para aquel que “por temeridad o imprudencia grave” cometiera la conducta descripta en el inciso 1) del artículo 278 (figura básica de lavado de dinero); sin 25 embargo, es necesario recordar que dicho inciso fue observado por decreto 370/00 del Poder Ejecutivo Nacional dictado en ocasión de la promulgación de la ley 25246. Por último, el inciso 4) del artículo 278 del Código Penal en su nueva redacción establece la posibilidad de que los bienes o cosas objeto del delito de lavado de dinero sean decomisados. Por otra parte, y continuando con la descripción del marco represivo, el artículo 279 en su tercer punto prevé la inhabilitación especial de 3 a 10 años para el que hubiera cometido el hecho reprimido en ejercicio u ocasión de sus funciones públicas (funcionario público) o de una profesión u oficio que requirieran habilitación especial. Las disposiciones anteriores serán de aplicación aún cuando los hechos que configuran los delitos hubieran sido cometidos fuera del ámbito de aplicación del Código Penal y siempre que existiera una amenaza de pena en el lugar de comisión (art. 279, pto. 4, CP); ello constituye un reconocimiento expreso del carácter transnacional de la actividad de lavado, así como la existencia de organizaciones criminales globalizadas. La legislación penal en este sentido estricto se contempla mediante sanciones de carácter administrativo para reprimir el incumplimiento de los deberes de control financiero impuestos a los bancos y a las instituciones de crédito o financieras sobre las que pesan las obligaciones de información. Con independencia de las modificaciones introducidas al Código Penal, la ley 25246 en su Capítulo IV (artículos 23 a 27) crea un sistema de control reprimibles con multas de diversos montos según sea el hecho verificado y la persona a quien se aplica. El inciso 1) del artículo 23 de la ley 25246 establece una multa de 2 a 10 veces el valor de los bienes objeto del delito que se aplicará a “...la persona jurídica cuyo órgano o ejecutor hubiera aplicado bienes de origen delictivo con la consecuencia posible de atribuirles la apariencia de un origen lícito en el sentido del artículo 278, inciso 1)...”. Cuando el hecho hubiera sido cometido por temeridad o imprudencia grave, la multa a la persona jurídica será del 20% al 60% del valor de los bienes objeto del delito. En el caso del delito previsto por el artículo 22 de la ley 25246 (violación de secreto), la persona jurídica será objeto de una multa de $10.000 a $100.000. 26 A través del artículo 24 de la ley 25246 se determina una multa de 1 a 10 veces el valor de los bienes a los que se refiera la infracción para la persona de existencia visible que actúe por sí y como órgano o ejecutor de una persona jurídica cuando incumpla algunas de las obligaciones de información a la UIF. Esta multa se hará extensible a la persona jurídica por quien actuare. Será competente el fuero contencioso-administrativo respecto de los recursos que se planteen contra resoluciones dictadas por la UIF imponiendo sanciones, siendo aplicable la ley nacional 19549 de procedimientos administrativos. Por último, en el artículo 26 de la ley 25246 se establece que las sanciones administrativas a que dieran lugar las infracciones previstas en la ley se regirán por los artículos 1101 y siguientes y 3982 bis del Código Civil, considerando a la acción penal administrativa como “acción civil” en los términos de la llamada prejudicialidad, es decir que la norma pretende implantar un régimen de prejudicialidad de “lo penal” a lo “administrativo”, pues supedita la aplicación de las sanciones administrativas de multa a la existencia de una sentencia firme en sede penal respecto de los hechos cuestionados. 27 CAPÍTULO III - ASPECTOS DE INTERÉS PARA EL PROFESIONAL III.1. Artículo 20 El artículo 20 de la ley establece que están obligados a informar a la Unidad Financiera, en los términos del artículo 21, entre otros: Inciso 12: “Los Escribanos Públicos” Inciso 17: “Los profesionales matriculados cuyas actividades estén reguladas por los Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, excepto cuando actúen en defensa en juicio”. -Solamente “Escribanos” y “Profesionales en Ciencias Económicas”: Entre los diecisiete incisos del artículo 20 enunciativos de sujetos y/o actividades obligadas a informar se encuentran solamente estos dos grupos de profesionales universitarios. Los abogados pueden ser síndicos de una S.A. según lo prevé la Ley 19550, de igual modo que los contadores públicos, ambos profesionales en cumplimiento de sus funciones legales pueden llegar a tener información relativa a actos o actividades sospechosas, pero según la Ley, solamente los contadores tienen la obligación de informar. Además, si el lavado de dinero se realiza a través de la compra de inmuebles, o la construcción de hoteles, o casas, o paseos de compras, etc., la obligación de informar se debería extender a arquitectos, ingenieros, etc.. -Solamente Profesionales de Ciencias Económicas “Matriculados”: La realidad indica que no todos los profesionales de Ciencias Económicas están matriculados, y un importante número ejerce la profesión en relación de dependencia y/o en forma autónoma sin matricularse. Un profesional matriculado tiene la obligación de dar respuesta por sus actos, ya que los Consejos Profesionales poseen Potestad Disciplinaria para juzgar las conductas violatorias del Código de Ética o de las Normas Técnicas. Se observa que ante esta Ley que impone obligaciones de informar solamente a los “matriculados” la inequidad se profundiza. 28 -Todos los Profesionales en Ciencias Económicas: La Ley no hace diferencia entre las distintas profesiones en Ciencias Económicas, por lo que las alcanza a todas. Las responsabilidades establecidas por la Ley para los profesionales en ciencias económicas deberían tener un alcance mejor definido y acorde con las incumbencias profesionales que surgen de la ley 20.844. En este sentido, se hace imprescindible que la obligación de informar las “transacciones sospechosas” se encuadre a la actividad desarrollada por los contadores públicos, más específicamente cuando cumplan tareas de auditoría sobre los estados contables. Esto implica que el profesional podrá detectar situaciones que califiquen como “transacciones sospechosas” en el curso normal de las tareas de auditoría conforme a la Resolución Técnica N° 7 de la FACPCE. Un Licenciado en Administración que se desempeña en el área de personal es poco probable que tenga acceso a información que le haga presumir la existencia de actos o actividades sospechosas. Además, tal como surge de normas legales y profesionales de otros países (por ejemplo Inglaterra), la obligación debe referirse a la actuación profesional sobre entes económicos usualmente utilizados por los lavadores (comprendiendo los casos de actividades previstas en la ley como sujetos obligados a informar) o con un volumen de actividad que supere determinados parámetros que debería establecer la reglamentación. -No legisla sobre el rol que desempeñe el profesional: Se debería eximir de las responsabilidades planteadas en la Ley a aquellos profesionales que cumplan tareas en relación de dependencia de las personas jurídicas indicadas en la Ley como sujetos obligados a informar. -Deber de Información vs. Secreto Profesional: Como se sabe, la ley 20476, Título II, establece las correcciones disciplinarias de los actos u omisiones en que incurran los graduados en ciencias económicas, norma que se complementa con el Código de Ética, aprobado por resolución C 355/80, que, en materia de secreto profesional, establece: “Art. 19 –La relación de los profesionales con sus clientes debe desarrollarse dentro de la más absoluta reserva. Los profesionales no deben revelar conocimiento alguno adquirido como resultado de su labor profesional sin la autorización expresa del cliente.”(sic) 29 “Art. 20 –Los profesionales están relevados de la obligación de guardar secreto profesional cuando imprescindiblemente deban revelar sus conocimientos para su defensa personal, en la medida en que la información que proporcionen sea insustituible.”(sic) Es precisamente el artículo 156 del Código Penal (Tít. V, Delitos contra la libertad, Cap. III, Violación de secretos) que establece que será reprimido con una multa de $ 15.000 a $ 90.000 e inhabilitación especial, en su caso, por seis meses a razón de su estado, oficio, empleo, profesión o arte, de un secreto cuya divulgación pueda causar daño, lo revelare sin justa causa. De esta manera, podemos concluir en el sentido de que, si bien sigue rigiendo el secreto profesional, pues la obligación de reserva responde tanto a un interés privado como público, la misma no es absoluta, admitiendo ciertas excepciones, como la de información a la UIF. Esta posición es coincidente, por ejemplo, con la situación análoga que se presenta con el tema del secreto financiero, con la solución que se propone en la mayoría de los países en cuanto a una tendencia en la cooperación internacional, tratando de lograr normas homogéneas, como la de la Convención de Viena de 1988. Es indudable que en estos casos, se privilegia el interés público en razón del peligro que representan las organizaciones que se dedican a cometer tal tipo de ilícitos. La excepción descripta al secreto profesional se fundamenta pues en leyes especiales o convenios internacionales y, en el caso específico del lavado de dinero, sólo en beneficio de la UIF, órgano con poder jurisdiccional, de control y de supervisión, de lo que se desprende la imposibilidad de la revelación de la información así obtenida al público en general. Consideramos que, de esta manera, se otorgaría una forma de interpretación a ambas normas legales que darían sentido a sus disposiciones y evitarían mutuas colisiones. III.2. Artículo 21 El inciso a) del artículo 21 se puede resumir en que el profesional tiene la obligación de hacer las averiguaciones necesarias para conocer a su futuro cliente antes de aceptarlo y si el 30 cliente actúa por cuenta de un tercero, se extiende la obligación a averiguar también sobre el tercero. Más adelante establece la obligación de archivar esta información por el término y según las formas que la UIF establezca. -Conocer al futuro cliente: Independientemente del servicio que se va a prestar. -Conservación de ciertos “papeles de trabajo”: No sólo para el profesional que actúe como auditor. El inciso b) del artículo 21 es el central con relación a la obligación de informar. Dice: “Informar cualquier operación sospechosa independientemente del monto de la misma. A los efectos de la presente ley se consideran operaciones sospechosas aquellas transacciones que de acuerdo con los usos y costumbres de la actividad de que se trate, como así también de la experiencia e idoneidad de las personas obligadas a informar, resulten inusuales, sin justificación económica o jurídica o de complejidad inusitada o injustificada, sean realizadas en forma aislada o reiterada”. -No hay limitación de monto para informar. -Basta con que la operación o hecho sea sospechoso: No es necesario que el profesional compruebe que se trata de una operación vinculada con un delito o que tenga un grado razonable de seguridad de que lo sea. La reglamentación debería encuadrar la obligación de informar excluyentemente sobre operaciones sospechosas relacionadas con determinados delitos “graves”, enumerados en el art. 6 de la Ley. -La definición de hecho u operación sospechosa es vaga: Esto puede originar dificultades a la hora de que el profesional decida si tiene la obligación de informarla o no, porque Cuáles son los límites de lo inusual, de lo que no tiene justificación económica o jurídica o de lo que pasa a ser de complejidad inusitada o injustificada? -Experiencia e idoneidad de la persona obligada a informar: Este es otro elemento más de subjetividad. Debe entenderse como que es diferente la responsabilidad de un recién graduado que la de un profesional con experiencia? O la de quien está prestando el servicio en el cual es 31 experto en comparación con quien está especializado en un campo de su profesión pero se encuentra frente al hecho u operación sospechosa al prestar un servicio correspondiente a su profesión pero ajeno a su especialización principal. Se deberían establecer pautas objetivas claras a tener en cuenta al informar operaciones sospechosas. Además se debería implementar un mecanismo de consulta permanente, con participación del Consejo, para establecer dichas pautas en forma conjunta con los sectores obligados y puedan ser actualizadas periódicamente. .En virtud del inciso c) del artículo 21, el profesional debe abstenerse de revelar a su cliente o a terceros el hecho de que está informando sobre alguna operación sospechosa. - Sanciones severas: Es lógico imaginar que se puedan originar situaciones conflictivas con el cliente, en caso de que llegue a su conocimiento que la Unidad de Información Financiera ha recibido información respecto de él y, por la situación sea fácil deducir que el profesional ha sido quien la suministró o que es uno de los pocos que estaban en condiciones de suministrarla. III.3. Artículo 24 El artículo 24 afirma: “La persona que actuando como órgano o ejecutor de una persona jurídica o la persona de existencia visible que incumpla alguna de las obligaciones de información ante la Unidad de Información Financiera... será sancionada con pena de multa de una a diez veces del valor total de los bienes u operación a los que se refiera la infracción...” -Las infracciones a la obligación de informar tienen penas que pueden ser desproporcionadas. La gravedad de la sanción debe verse teniendo en cuenta que en muchos casos las operaciones de lavado de bienes son lo suficientemente sofisticadas como para que no sea fácil su detección, y por otra parte pueden ser por valores muy importantes y más aún en relación con el patrimonio del profesional. 32 33 CONCLUSIÓN Luego de haber investigado acerca de la metodología del lavado de dinero y sus consecuencias, y de haber analizado minuciosamente la Ley sobre Encubrimiento y lavado de activos de origen delictivo, me encuentro en condiciones de afirmar que estoy totalmente de acuerdo con la creación de ésta ley. A pesar de ello, estimo conveniente realizar ciertas recomendaciones: La obligación de informar a la UIF se debería extender a otras profesiones, no sólo a profesionales en Ciencias Económicas y Escribanos Públicos, Debería contemplarse la posibilidad de incluir a los profesionales en Ciencias Económicas no matriculados, La obligación de informar las “transacciones sospechosas” debería encuadrarse a la actividad desarrollada por los contadores públicos, más específicamente cuando cumplan tareas de auditoría sobre los estados contables. Se debería eximir de las responsabilidades planteadas en la Ley a aquellos profesionales que cumplan tareas en relación de dependencia de las personas jurídicas indicadas en la Ley como sujetos obligados a informar. Debería haber limitación de monto para informar. La reglamentación debería encuadrar la obligación de informar excluyentemente sobre operaciones sospechosas relacionadas con determinados delitos “graves”, enumerados en el art. 6 de la Ley. Debería ser más objetiva la definición de hecho u operación sospechosa. Porque, Cuáles son los límites de lo inusual, de lo que no tiene justificación económica o jurídica o de lo que pasa a ser de complejidad inusitada o injustificada? Se deberían establecer pautas objetivas claras a tener en cuenta al informar operaciones sospechosas, para que de este modo no existan diferencias en cuanto a la experiencia e idoneidad de los profesionales obligados a informar. 34 Se debería implementar un mecanismo de consulta permanente, con participación del Consejo, para establecer dichas pautas en forma conjunta con los sectores obligados y puedan ser actualizadas periódicamente. Las infracciones a la obligación de informar deberían tener penas que sean no tan desproporcionadas. Los profesionales en ciencias económicas se encuentran obligados a informar a la UIF sobre las operaciones sospechosas, estando pendiente a la fecha, el dictado de las normas reglamentarias de la UIF en cuanto a las “pautas objetivas, las modalidades, oportunidades y límites de cumplimiento de la obligación para cada categoría de obligado y tipo de actividad”. El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires viene trabajando en el tema de la prevención del lavado de dinero, a través de una serie de actividades relacionadas con el tema desde el mes de febrero de 1997. Hacia fines del año 1999, y específicamente en relación a la nueva regulación legal, se creó una Comisión Especial con representantes de las comisiones de actuación profesional, área jurídica y especialistas externos, para el análisis del tema vinculado a la ley sobre prevención y control del lavado de dinero, con la finalidad de lograr el equilibrio entre, la lucha contra el serio problema social que la ley procura combatir y la protección de los derechos individuales de los profesionales, para evitar que una inadecuada aplicación de la misma conduzca a originar problemas a terceros en forma indebida. En base a lo establecido en la Ley N° 20.488, artículo 21, literal h), donde establece que corresponderá a los Consejos Profesionales en Ciencias Económicas “secundar a la Administración Pública en el cumplimiento de las disposiciones que se relacionen con la profesión ...”, el Consejo considera adecuado y necesario , a los efectos de fijar en su punto justo los intereses de la Profesión, colaborar en la redacción de la reglamentación de la Ley, y más específicamente en el establecimiento de las pautas objetivas a fin de determinar las 35 modalidades, oportunidades y límites en el cumplimiento del deber de informar operaciones sospechosas. No obstante ello, debe recordarse la existencia de normas administrativas vigentes en la materia, establecidas por ciertos órganos como el BCRA y la CNV que relacionan el trabajo del profesional en ciencias económicas, en su carácter de auditor externo o interno, con el control de este delito, a través de informes especiales de verificación del cumplimiento de normas por parte de bancos y compañías financieras o como parte de las tareas profesionales generadas desarrolladas en casas de cambio, administradoras de fondos y mercados de valores en general. De tal manera existen ciertas pautas de actuación para los profesionales, siendo de fundamental importancia conocer las políticas y procedimientos destinados a lograr una correcta identificación de los clientes, que a nivel internacional, se los conoce como “conozca a su cliente”. Tales políticas deberán concretarse con la aplicación de ciertas medidas como mantenimiento y disponibilidad de registros, designación de funcionarios responsables, programas de capacitación e identificación, registro, análisis e informe de las operaciones sospechosas. Así, la actuación profesional deberá estar alerta de ciertas “señales”, como utilización de fideicomisos o empresas ficticias,, servicios relacionados con inversiones, actividad internacional “off shore”, operaciones dentro de una empresa u otra actividad comercial, actividades incongruentes con el negocio del cliente y actividades anormales y los intentos de evasión de los requisitos de la notificación. La operación sospechosa encubre la propia dificultad de descubrir cuándo se está ante tal transacción, para lo cual debe prestarse especial atención a toda aquella operación compleja, inusualmente abultada y a todo incumplimiento inusual en las transacciones, que pudiera no tener un fin económico o un propósito legal visible y evidente. La sospecha no se define por la esencia de la operación sino por sus características, para lo cual además habrá que analizar si se justifica su ejecución aun en su complejidad, lo que conlleva un alto grado de subjetividad. 36 El tema adquiere cierta complejidad pues en esencia ninguna operación en sí es sospechosa, pues aun en el caso de poseerse información al respecto, estamos ante una percepción o preconcepto. El profesional debe, pues, profundizar su análisis y en concordancia con la actividad del titular y el conocimiento del volumen, carácter y tipo del negocio del cliente, es posible acercarnos a la calificación de sospechoso, lo cual requiere del respaldo documental pertinente. En la práctica profesional podemos llegar a encontrarnos ante diversos tipos de operaciones sospechosas, como los casos de blanqueo de capitales por medio de operaciones de efectivo, mediante cuentas bancarias, “trade finance”, transaciones relacionadas con inversiones, actividad internacional “off shore”, préstamos con o sin garantías, cuentas en proceso legal, mediante compañías de seguros, sociedades de corretaje y de bolsa, sector inmobiliario y similares. Las operaciones sospechosas detectadas por la aplicación del sistema de prevención dan lugar a las “comunicaciones por sospecha” que serán luego objeto de análisis para determinar su condición final al respecto. Por lo tanto, el profesional debe contar con procedimientos específicos y eficientes que le permitan advertir si está realmente ante las operaciones sospechosas, resguardar los soportes documentales del análisis, definir la generación de informes confidenciales al respecto y establecer los controles pertinentes. Se abre una importante etapa en nuestro país en la prevención y control del lavado de activos ilegítimos: en la misma, el profesional en ciencias económicas tiene un rol fundamental a cumplir, para lo cual deberá capacitarse en todo lo ateniente a este nuevo desafío que requiere la economía en la actualidad. Medina, María Iliana N° Reg. 402.428 37 BIBLIOGRAFÍA 1.- Bertazza, Humberto J.; “El rol del profesional en Ciencias Económicas ante la nueva Ley de Lavado de Dinero”, Errepar, Doctrina Económica, T. XXII, N° 253 abril/01, págs.105 - 128. 2.- Biagosch, Zenón A.; “El nuevo rol del profesional en Ciencias Económicas frente al fenómeno del lavado de dinero”, Universo Económico, año 8, N° 42, págs. 50 – 54. 3.- D’Albora, Francisco y Biagosch, Zenón A.; “Lavado de dinero y operatoria off shore”, Diario de Jurisprudencia y Doctrina “El Derecho”, año 39, N° 10296, págs. 1 – 4. 4.- Voss, Jorge; “Acerca de las operaciones de lavado de dinero”, Boletín FACPCE, año 11, N° 31, págs. 10, 12 –13. 5.- “Nuevas responsabilidades y sanciones para los profesionales en Ciencias Económicas”, Boletín FACPCE, año 11, N° 33, págs. 4- 5. 6.- “La posición del Consejo frente a la futura reglamentación de la Ley de Lavado de Dinero”,Universo Económico, año 10, N° 56, pág. 77. 7.- FACPCE, CPCE Córdoba; 3° Jornadas Nacionales para el control de ejercicio ilegal de las profesiones en Ciencias Económicas, págs. 47 – 60. 8.- Ley 25.246; Boletín Oficial de la República Argentina, Bs. As., 10 de mayo de 2000, año CVIII. 9.- Decreto Reglamentario 169/01. 10.- Decreto Reglamentario 170/01.