Cuando el enemigo te ataca lo hace para destruirte y para apagar tu luz. El esta buscando que no afectes a otros con la luz del Evangelio de Dios. Hay personas que están sentados en la iglesia que se desanimaron y dejaron todo lo que estaban haciendo por el Señor. Dios ha planificado poner su gloria en tu vida, esa gloria que alumbra a las naciones. Dios no quiere ponerte dentro de una caja, no te llamo para que te quedaras dentro de cuatro paredes. El enemigo quiere neutralizarte desanimándote y quiere esconderte para que la luz de Cristo que resplandece en tu vida no sea visualizada por los demás. En el nombre de Jesús podemos romper los límites del enemigo. Para ir a lugares donde el enemigo no quiere que lleguemos y para arrebatar lo que el nos ha robado. Nehemias tuvo que ministrar al pueblo para levantarle el ánimo. El tuvo que recibir sabiduría de Dios para hacerlo, porque es muy difícil animar a personas desanimadas. El paso siguiente al desanimo es el desmayo. Es cuando te sientes caer sin fuerzas, cuando tus manos ya no tienen resistencia y tus piernas ya no tienen firmeza. Muchas veces nos sentimos con la última reserva de fuerzas en nuestras vidas, pero ese es el momento exacto en que el Señor comienza a desatar algo espiritual en nuestra vida para que ingresemos a un nivel donde podremos recobrar nuestros sueños perdidos. Podremos quitarle el polvo a nuestros sueños porque se van a cumplir. Este es el tiempo que segaremos si no desmayamos. Nehemias dijo: “Después mire, y me levante y dije a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas”. (Nehemias 4:14) Luego de examinar la situación de Nehemias de cómo se levanto y hablo con los nobles y oficiales, también nosotros debemos hacer lo mismo ante los problemas y ante las pruebas. Lo primero que tienes que hacer es “levantarte”, esa es la reacción correcta que nuestro Dios todo poderoso quiere que azumemos o tomemos. Porque nuestro Señor todo poderoso esta y estará a nuestro lado como poderoso gigante luchando la batalla por nosotros, pero el quiere que tu te levantes y luches. Ponte de pie en el nombre de Jesús, no podemos luchar si estamos sentados, tenemos que ponernos de pie aunque el enemigo ataque. Ponte de pie, en tu espíritu de lucha y dile a Satanás en el nombre de Jesús: Tú has tratado de tumbarme para desanimarme, pero no me quedare sentado o sentada, me pongo de pie y en el nombre de Jesucristo de Nazaret y por el poder de su palabra declaro Victoria en Cristo Jesús.