Familia y su evolución

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INDICE
INTRODUCCION
SURGIMIENTO Y EVOLUCION DE LA FAMILIA
CAMBIOS FUNDAMENTALES DE LA FAMILIA
CONCEPTOS DE FAMILIA
ESTRUCTURA FAMILIAR
TIPOS DE FAMILIAS
NECESIDADES DE LA FAMILIA EN FUNCION DE SUS ETAPAS DE EVOLUCION
FUNCIONAMIENTO DE LA FAMILIA
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA
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INTRODUCCION
En general, la familia se define como el grupo social básico, creado por los vínculos del matrimonio o
parentesco que se encuentra presenta en todas las sociedades y es considerada por muchos como base y célula
de la sociedad. Durante un prolongado periodo la sociedad estuvo formada por un conjunto de familias que
cumplía con la mayoría de las funciones sociales, inclusive las políticas, las religiosas y las económicas.
Actualmente, la familia sigue cumpliendo funciones sociales importantes aun cuando con el correr del tiempo
haya delegado funciones en otras instituciones. En todas las culturas la familia se encarga de la socialización
primaria de los nuevos miembros, de la satisfacción de las necesidades básicas de sus integrantes.
Aunque los orígenes sociales están ciertamente perdidos en el misterio, resulta seguro decir que casi en todas
partes la formación de instituciones comenzó con la familia. En todas las sociedades a lo largo de la historia
humana, las familias han sido el principal vehículo de identidad de grupo y el principal receptáculo de los
intereses creados. Es indispensable tener en cuenta que la etapa inicial en la formación de toda persona se
produce en el hogar, en el seno de la familia. Los valores se captan por primera vez en la infancia; se sigue el
ejemplo de los mayores y se inician los hábitos que luego conformarán la conducta y afianzarán la
personalidad.
Este período inicial de la vida determina los trayectos del posterior comportamiento moral; donde tendremos
arraigadas, o no, las nociones del bien y del mal. Más tarde, la convivencia con los diversos ambientes con los
que nos interrelacionemos como: la escuela primaria, las amistades, la enseñanza secundaria y superior, el
trabajo, etc.; irán moldeando las actitudes individuales de cada persona. Pero ante todo, lo realmente
importante es la inevitable y grandiosa tarea de formarlos con todo el soporte de valores y principios
cristianos que a su vez legarán a las generaciones del mañana.
SURGIMIENTO Y EVOLUCION DE LA INSTITUCION FAMILIAR
Los inicios se encuentran en las encuestas de la Sociedad Real de Medicina, que desde 1744 llevan a cabo los
médicos en los domicilios de sus pacientes para observar las condiciones concretas en las cuales viven, así
como en las encuestas de los filántropos del siglo XIX que franquean las puertas de los tugurios obreros.
Estas primeras observaciones que conducen a los primeros análisis no están exentas de una teoría implícita de
la familia cargada de ideología que se dejará sentir en las aplicaciones sociales y políticas.
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En 1835 Comité formula una sociología de la familia en un contexto positivista enfrentado a los defensores
del antiguo sistema como a los reformadores socialistas. A pesar de su positivismo y cientificismo al abordar
este problema, su visión sigue preñada del moralismo de la época. Como Louis de Bonald antes que él, y
como Le Play simultáneamente, Comte denuncia el debilitamiento de la autoridad parental y reivindica la
unidad de la familia simple que es el germen de la sociedad, su base esencial. La familia se estructura según el
principio de subordinación: la subordinación de los sexos y la de las edades, una instituye la familia, la otra la
mantiene.
Carencia de base documental o empírica, más tarde la novedad de Le Play es documentar con encuestas sus
proposiciones en cuanto a la desconstitución' de la familia que atribuyen a la supresión del derecho de
primogenitura.
Sus monografías familiares conocieron un gran éxito en el siglo XIX y las encuestas fueron constantemente
desarrolladas en Europa y luego fuera de Europa. El plan de estos trabajos era siempre el mismo:
La organización industrial y de la familia (características del suelo, de la industria, de la población situando el
caso detallado, estado civil de la familia, religión y hábitos morales...)
♦ Los medios de existencia de la familia, ((propiedades, subvenciones, trabajos e industria)
♦ El modo de existencia de la familia (alimentos y comidas, habitación, mobiliario y vestidos,
recreación)
♦ La historia de la familia (fases principales de la existencia, costumbres e instituciones que
aseguran el bienestar físico y moral de la familia.
Le Play clasifica las familias, distinguiendo:
• la familia patriarcal, aquella en la que los hijos casados permanecen en el hogar paterno. Está basado
en la opresión.
• la familia inestable que abandona a los hijos desde el momento en que pueden valerse por sí mismos ,
• la familia troncal en la cual uno solo de los hijos permanece al lado de sus padres, cohabita con ellos y
sus propios hijos. El modelo de familia troncal es presentado como el `mejor', el más apto para luchar
contra la desorganización social.
El trabajo de Le Play que tenía una clara intención reformista, se vio frenado por la revolución de 1870. No
obstante, abrió un camino a través de la Sociedad de estudios prácticos de economía social fundada en 1856
que extiende su filiación en Francia hasta los estudios demográficos de 1950.
Otra clasificación importante fue el método de Durkheim que pretende poner en relación el sistema familiar
contemporáneo con otros sistemas, operando una comparación con los trabajos relativos a otras sociedades.
Este método trata de identificar modelos y las condiciones de producción de estos modelos. Durkheim
recomienda apoyarse en el estudio de los hábitos, en el derecho, en las costumbres, y no en los relatos y
descripciones literarias. Se trata de aproximarse a lo normativo, cuya sanción es la fuerza coercitiva y cuyo
incumplimiento es merecedor de sanciones.
Otro aspecto esencial del pensamiento de Durkheim su consideración de la familia como un objeto susceptible
de generalizaciones científicas, que es lugar de un orden, aunque heterogéneo. Hay que evitar no obstante, el
exceso de simplismo o la renuncia a cualquier intento de sistematización.
Durkheim está impregnado de evolucionismo y aunque el interesa la familia de su tiempo, sus estudios se
dirigieron a las formas antiguas de la familia, puesto que para él la familia contemporánea resumía en su seno
los rasgos de la evolución histórica de esta institución. Los tipos de familias no están jerarquizados, la familia
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de hoy no es ni más ni menos perfecta que la de antaño: es distinta porque las circunstancias son distintas.
Las influencias de Durkheim se extienden a la Antropología social inglesa y Sociología
estructural−funcionalista de EEUU, el estructuralismo de Lévi−Strauss que en materia de familia se aparta del
clásico.
La familia es la institución universal. La única, aparte de la religión formalmente desarrollada en todas las
sociedades. Los papeles vinculados a ella influyen a todos los miembros de la sociedad. Todos nacen en una
familia y la mayoría crean una propia. En nuestra sociedad solo una pequeña minoría queda sin contraer
matrimonio y por tanto sin desempernar los papeles correspondientes; pero no escapa al de hijo o hija, ni
quizá al de hermano o hermana. Los restantes papeles institucionales son más marginales, ya que una persona
puede tener el papel mínimo en cualquiera de estos terrenos. Ahora bien: de una u otra forma, las demandas
familiares pesan virtualmente sobre todos.
La familia es también la más multifuncional de todas las instituciones, aunque en nuestra sociedad muchas de
sus actividades tradicionales hayan pasado parcialmente a otras. Todavía quedan sociedades en las que la
familia continua ejerciendo las funciones educativas, religiosas protectoras, recreativas y productivas, como
en la estadounidense las cumplían no hace mucho tiempo, hasta que la industrialización, urbanización,
especialización y secularización crecientes fueron privándola de la mayoría de ellas.
El desplazamiento progresivo de funciones fuera del circulo familiar ha producido disgusto a muchos, porque
el modelo tradicional de familia ha adquirido una cualidad ideal en los mores de toda separación de ese ideal
se considera una perdida de valores sagrados. La familia de otros tiempos, con su ambiente rural, sus muchos
hijos, su carácter multifuncional y sus papeles patriarcales se convirtió en el patrón ideal de cómo debiera ser
la familia y la actual familia urbana es, por todos conceptos totalmente distinta de este modelo, lo cual crea
cierta intranquilidad en las personas que todavía basan sus valores en él.
No falta quien la acuse de incapacidad para la misión encomendada, de que no cumple con su deber, sea por
negligencia deliberada o por torpeza moral. Pero, evidentemente, esas recriminaciones son absurdas, porque la
familia no es una persona ni una cosa, sino un patrón cultural. Vive en el comportamiento de sus miembros,
únicos responsables de sus actos. Además de esa transferencia de funciones no refleja tanto el fracaso de la
familia como la capacidad de las demás instituciones para desempeñarlas mejor que ella. La antigua familia
numerosa solía proporcionarse a sí misma diversiones porque era el único patrón cultural organizado de que
podía disponerse para ese fin, pero hoy el cine del barrio o la televisión proporcionan una diversión mucho
más perfecta, en cierto aspecto, que la que puede darse a sí misma la familia más genial.
No solo hay que considerar las instituciones como ejecutoras de ciertas funciones, sino también como
realizadoras de ciertos valores. El concepto de función implica que las necesidades que satisface la institución
son más o menos continuas. El concepto de valor social implica que las posibilidades de satisfacer y fomentar
esos valores carecen virtualmente de límites de límites. Como institución social, la familia puede considerarse
correctora, reafirmadora y ampliadora de valores de sus miembros, haciéndoles participar de nuevas
experiencias con otros. Las funciones familiares han sido transferidas a otras instituciones, muchas veces, no
porque la familia sea incapaz de cumplir con su deber, sino porque esas otras instituciones proporcionan un
medio mucho más eficaz de conseguir los mismos propósitos.
CAMBIOS FUNDAMENTALES DE LA FAMILIA
Siendo la familia y la escuela los pilares básicos de nuestra sociedad, y los que más directamente participan en
el proceso de aprendizaje del individuo. Me ha parecido importante y muy interesante el que se evalúe la
interrelación de ambos.
De todos es sabido que no siempre educadores y padres tienen los mismos conceptos de cómo educar, pero a
lo largo de los años se han elaborado técnicas para que a pesar de tener ideas diferentes, se pueda llegar a un
punto de equilibrio. Por eso ambas partes deben tener siempre presente que lo más importante es la correcta
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educación del individuo, ya que cualquier tropiezo en el desarrollo de aprendizaje del mismo puede significar
un error con graves consecuencias futuras para la persona.
En este trabajo quiero analizar ambos pilares por separado, para ver el punto de vista de cada uno y su postura,
para luego ver cuál es su interrelación actual, viendo sus discrepancias y problemáticas más comunes. Por
último trataré de presentar una brevísima propuesta relacional, que desde mi punto de vista sería más correcta
y podría acercar posiciones sin menospreciar ninguno de los puntos de vista dados por las partes.
CONCEPTOS DE FAMILIA
Grupo de dos o más individuos percibidos como interdependientes basados en conexiones sanguíneas, lazos
legales u obligaciones verbales explícitas.
Ha lo largo de la historia se han dado unos cambios en el concepto, son los siguientes:
• residencia compartida
• parentesco y reproducción
• amor, sexo
• relaciones domesticas
• No podemos dar una definición exacta de familia puesto que cada tipo de familia requiere su propia
definición. Aunque si conocemos una definición histórica aplicable a todas las familias. Según la
enciclopedia Larousse una familia es "un conjunto de personas de la misma sangre, del mismo linaje,
de la misma casa".
• La familia constituye un elemento fundamental de la persona como tal, puesto que nos formamos en
una identidad desde el seno de una familia, lo vivido en el seno de un ambiente familiar ejerce su
influencia para la identidad personal de los componentes de ella.
Tenemos que destacar que la familia es un importante instrumento educativo ya que ejerce una gran influencia
en la formación del ser, así el hombre puede alcanzar su completo desarrollo intelectual, psicológico y físico.
En la creación del individuo y su búsqueda del "yo" la familia ejercerá un fuerte impacto.
ESTRUCTURA FAMILIAR
El concepto de ESTRUCTURA describe la totalidad de las relaciones existentes entre los elementos de un
sistema dinámico. La estructura familiar es el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los
modos en que interactúan los miembros de una familia. 0 dicho de otro modo: el conjunto de demandas
funcionales que indica a los miembros como deben funcional. Así pues, una familia posee una estructura que
puede ser vista en movimiento.
Formular una definición de familia puede resultar complicado ya que esta dependería de las características de
la sociedad dentro de la cual se formule. Puede entenderse como un sistema completo de interrelación
biopsicosocial que media entre el individuo y la sociedad y se encuentra integrada por un número variable de
individuos, unidos por vínculos de consanguinidad, unión, matrimonio o adopción; desde el punto de vista
funcional y psicológico, implica además el compartir un mismo espacio físico; desde el punto de vista
sociológico no importa si se convive o no en el mismo espacio como para ser considerado parte de la familia.
Una sociedad eficaz delega una serie de funciones a la familia para que puedan desarrollarse sus individuos en
las áreas psicobiológicas, socioculturales, económicas y educativas. En ese sentido, se plantean diferentes
funciones básicas de la familia como: reproducción o función demográfica, comunicación, afectividad,
educación, apoyo social y económico, adaptabilidad, generación de autonomía y creación, adaptación y
difusión de reglas y normas.
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Desde el punto de vista sociocultural, se categorizar la familia en:
Extensa: conformada por todo un grupo de individuos que incluye abuelos, padres, hijos, nietos y personas
acogidas (yernos, nueras, cuñados, tíos, empleados unidos sobre base económica y afectiva, etc.).
Nuclear: compuesta por dos adultos que ejercen el papel de padres y sus hijos. Puede ser realmente amplia,
englobando aún a parientes próximos u otros grupos nucleares.
Monoparental: estructurada sobre la base de la existencia de una sola figura parental, asumida bien sea por
un adulto o, en ocasiones, por un menor que cumple sus funciones.
Neofamilia: son personas que se unen por vínculo afectivo o conveniencia y que comparten un mismo
espacio físico u hogar.
Por otra parte, se plantean diferentes tipos de estructura familiar con influencia neta en el establecimiento de
patrones de interacción y comunicación. Dentro de estas se tienen:
Familia rígida: se trata de un grupo familiar que una vez ha trazado sus normas y valores, no permite la
adaptación de nuevos criterios, mantienen los mismos modelos de interacción dificultando el desarrollo,
crecimiento e independencia de sus miembros.
Familia sobreprotectora: en esta, las figuras de autoridad establecen exagerados medios de protección ante
lo que consideran amenazante desde el exterior; tienden a satisfacer de manera absoluta las necesidades de sus
miembros, lo que conduce a una dificultad en el desarrollo de la autonomía y al desarrollo de sentimientos de
inseguridad e incompetencia, generando una incapacidad en la resolución de problemas individuales.
Familia amalgamada: aquella en la cual su estabilidad o satisfacción esta centrada en la realización de
actividades colectivas de todo el grupo, produciendo dificultades en la individuación de sus miembros sin
tomar en cuenta las necesidades de independencia o prevacía de estos.
Familia centrada: en este grupo, la atención a los conflictos se deriva hacia uno de sus miembros, de modo
que la estabilidad del sistema familiar depende del integrante hacia quien se encuentra desviada toda la
atención. Genera grandes montos de culpa, ansiedad y dificultad de independencia.
Familia evitadora: son grupos con baja tolerancia al conflicto el cual se maneja evitando su enfrentamiento.
Tienen tendencia a no aceptar la crítica, a no tolerar situaciones de crisis y a no aceptar la existencia de
situaciones problema. En ella sus miembros tienen deficiencia en el aprendizaje de negociación de conflictos
y en adecuados métodos de comunicación.
Familia seudo−democrática: se caracteriza por una gran flexibilidad en normas, valores y criterios
permitiendo que cada uno de los miembros establezca los suyos, lo cual no facilita la aceptación de valores y
pautas de comportamiento comunes
TIPOS DE FAMILIA
La consideración histórica sobre la realidad familiar pone de relieve la dificultad de una definición respecto a
lo que es la familia. En toda época histórica ha habido un modelo que predomina, que es aceptado y
promovido socialmente, pero que convive con otros modelos que esa época también reconoce como familia,
algunas veces en términos negativos o disfuncionales.
Por otra parte, los diversos estudios sobre familia adoptan variadas topologías para definirla. Dada esta
diversidad, se considerarán dos criterios de clasificación; el tipo de hogar y la composición de la familia en
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términos de relaciones de parentesco. Una mejor comprensión de la realidad familiar requiere considerarlos en
conjunto.
La perspectiva del hogar implica considerar a la familia en función del hábitat. Para el Ministerio de
Planificación y Cooperación, e hogar corresponde a aquel grupo constituido por una sola persona o un grupo
de personas, con o sin vínculos de parentesco, que hacen vida en común, es decir, se alojan y se alimentan
juntas (habitan en la misma vivienda y tienen presupuesto de alimentación en común). Desde aquí se pueden
distinguir tres tipos de hogares:
• Hogar Unipersonal: el hábitat está constituido por una sola persona, generalmente un adulto mayor.
• Hogar Familiar: el hábitat es compartido por uno o más núcleos familiares. La jefatura del hogar es un
fenómeno a considerar cuando se analice este tipo de organizaciones.
• Hogar no familiar: el hábitat es compartido por dos o más personas, sin vínculos de parentesco entre
sí.
• La clasificación desde el punto de vista de la composición de la familia pone de relieve categorías
como la parentalidad, la conyugalidad y la consanguinidad:
• Familia nuclear: integrada por una pareja adulta, con o sin hijos o por uno de los miembros de la
pareja y sus hijos.
• Familia nuclear simple: integrada por una pareja sin hijos.
• Familia nuclear biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos.
• Familia nuclear monoparental: integrada por uno de los padres y uno o más hijos.
• Familia extensa: integrada por una pareja o uno de sus miembros, con o sin hijos, y por otros
miembros que pueden ser parientes o no parientes.
• Familia extensa simple: integrada por una pareja sin hijos y por otros miembros, parientes o no
parientes.
• Familia extensa biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos, y por otros
parientes.
• Familia extensa monoparental: integrada por uno de los miembros de la pareja, con uno o más hijos, y
por otros parientes.
• Familia extensa amplia (o familia compuesta): integrada por una pareja o uno de los miembros de
ésta, con uno o más hijos, y por otros miembros parientes y no parientes.
La importancia de esta tipificación radica en el reconocimiento de la complejidad de la realidad familiar del
país, a la vez que sirva para poner de manifiesto algunas características peculiares a la dinámica familiar.
La clasificación de hogares y familias pone de relieve la existencia de redes de parentesco, redes de apoyo y
solidaridad, así como la distinción entre núcleos primarios y secundarios en la familia.
El hogar unipersonal, vinculado especialmente a personas mayores, no implica aislamiento, soledad o pérdida
de relaciones de parentesco; sólo tipifica la realidad de habitación de algunas personas, así como también una
etapa de su ciclo vital.
Por último, entre las familias biparentales se puede distinguir la familia reconstituida, que es aquella formada
por una pareja, con o sin hijos comunes, que integra hijos de uniones conyugales anteriores, de uno o ambos
miembros de la pareja.
Otro punto de vista, necesario a considerar en la caracterización de la familia, está relacionado con las etapas
del ciclo de la vida familiar que se pueden distinguir en ella. En esta secuencia, la familia cambia su
composición y enfrenta distintas tareas y problemas
Para distinguir las etapas del ciclo familiar suele usarse como criterio la edad del hijo mayor. En el caso de las
parejas sin hijos, se diferencia a las parejas jóvenes que aún no tiene hijos, de las mayores, cuyos hijos ya no
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viven en el hogar.
De este modo, se pueden considerar siete etapas en el ciclo de vida familiar:
• Pareja o familia joven sin hijos
• Pareja o familia cuyo hijo mayor es preescolar (0 y 5 años)
• Pareja o familia cuyo hijo mayor es escolar (6 y 13 años)
• Pareja o familia cuyo hijo mayor es adolescente (14 y 18 años)
• Pareja o familia cuyo hijo mayor tiene 19 años o más
• Pareja o familia adulta sin hijos en el hogar
• Adulto mayor sin pareja por viudez
NECESIDADES DE LA FAMILIA EN FUNCION DE SUS ETAPAS DE EVOLUCION
Las funciones de la familia sirven a dos objetivos distintos, uno interno y el otro externo:
• La protección psico−social de sus miembros (interno)
• La acomodación y transmisión de una cultura (externo)
• En todas las culturas, la familia imprime a sus miembros un sentimiento de identidad independiente. La
experiencia humana de identidad posee dos elementos: un sentimiento de identidad y un sentido de
separación.
• El sentimiento de la identidad de cada miembro se encuentra influido por su sensación de pertenencia a una
familia específica. El sentido de separación y de individuación se logra a través de la participación en
diferentes subsistemas familiares en diferentes contextos familiares, al igual que a través de la participación
en grupos extra familiares. El niño y la familia crecen en conjunto, y la acomodación de la familia a las
necesidades del niño delimita áreas de autonomía que él experimenta como separación.
• Aunque la familia es matriz del desarrollo psicosocial de sus miembros, también debe acomodarse a la
sociedad y garantizar alguna continuidad a su cultura. Esta función social ha sido fuente de ataques contra
la familia por movimientos contraculturales.
La familia, como sistema, opera a través de pautas transaccionales, las cuales al repetirse establecen la
manera, el cuando y el con quién relacionarse, reforzando de este modo el sistema.
De este modo, el sistema se mantiene ofreciendo resistencia a todo cambio, más allá de cierto nivel, con el fin
de conservar las pautas, preferidas tanto tiempo cuanto le es posible. Toda desviación que se aleje del umbral
de tolerancia del sistema suscita una serie de mecanismos homeostáticos que restablecen el nivel habitual.
Aparecen, por tanto "requerimientos de lealtad familiar y maniobras de culpabilidad".
Sin embargo, la familia debe responder a cambios internos y externos para poder encarar nuevas
circunstancias sin perder la continuidad. Por eso una familia se transforma con el correr del tiempo
adaptándose y reestructurándose para poder seguir funcionando.
La familia posee una complejidad y originalidad propia, con unas peculiaridades que no son equiparables a las
de sus miembros, considerados aisladamente ("el todo es más que la suma de las partes"). Cualquier cambio
en un elemento influye en todos los demás y el todo volverá a influir en los elementos haciendo que el sistema
se torne diferente (totalidad). Se rige por reglas que sólo tienen validez y sentido en su seno (identidad). Vive
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de las interrelaciones entre sus miembros, consideradas como circulares. La causalidad circular, diferente de
la lineal, incide en la observación y comprensión de las relaciones presentes entre los miembros de una
familia.
Se autorregula con la compensación de los fenómenos contrarios: homeostasis y cambio. Quiere esto decir
que las realimentaciones pueden ser negativas o positivas. Las primeras anulan o atenúan el impulso al
cambio, favoreciendo la homeostasis. Las segundas amplían y refuerzan los estímulos para cambiar,
favoreciendo el crecimiento y la transformación (morfogénesis).
• Sea cual sea el tipo de familia que se considere, toda modalidad o tipo de familia comparte ciertas
características básicas, que están relacionadas con lo que la familia hace, es decir, con las funciones
que desempeña.
Lo peculiar de la familia está relacionado con:
• La reproducción en su interior. La función reproductora está acompañada en la especie humana del
surgimiento de algún tipo de afecto, que se constituye a partir de la satisfacción de los requerimientos
físicos y emocionales necesarios en el recién nacido para la construcción de apego con la madre u otra
figura sustituta. Esta relación primaria es la que posibilita la parentalidad a lo largo de la crianza,
• La transmisión y recreación de la cultura y
• Una función de intermediación entre la persona y la sociedad.
Desde esta perspectiva, la familia mantiene y proyecta la vida humana y se constituye en una especie de
intérprete de requerimientos y aportes de las personas hacia la sociedad, a la vez que de la sociedad a ellas. La
familia sirve a sus miembros y a los de la sociedad dentro de la cual participa en la medida que todos éstos
sirven a aquella. El aprender a servir solidariamente, con racionalidad y eficacia, son factores claves de
aprendizaje de la vida que comienza en familia.
Por otra parte, la forma cómo se realice este ejercicio de intermediación entre la persona y la sociedad está
estrechamente relacionado con dinámicas societales y realidades históricas, así como también por las etapas
del ciclo familiar y los cambios o condicionantes internos y externos que afectan al núcleo (muerte de algún
miembro, enfermedades crónicas, cesantía, etc.), todo lo cual implica que la expresión concreta de las
funciones específicas que desempeña la familia − a través de las cuales posibilita la intermediación − puedan
mostrar cierta adaptabilidad y flexibilidad en el tiempo. De hecho, la historia señala que en la evolución hacia
el modelo da familia nuclear se han desplazado muchas de las funciones que desempeñaba la familia
tradicional hacia otros sistemas o instituciones, sin que por ello la familia haya dejado de desempeñas las
básicas.
Desde esta perspectiva, la familia es una institución fundamental de la realidad social y puede considerarse
como una estructura social relativamente estable, organizada para satisfacer ciertas necesidades elementales
de la persona y de la sociedad. En síntesis, como núcleo primario, la familia desempeña ciertas funciones
básicas que le son propias. Puede variar la forma cómo estas funciones se expresen en el tiempo, pero en
todos los tiempos las familias las han ejercido.
A continuación se hace referencia, en más detalle, a cada una de estas funciones que, en su conjunto, realizan
la tarea de intermediación entre la persona y la sociedad.
La familia como formadora de la identidad personal
Se reconoce a la familia como el grupo humano al cual se pertenece primariamente, lo cual queda
determinado por el nacimiento o la adopción. El nombre, signo de este vínculo, representa la aceptación de
que se pertenece a una realidad social que nos trasciende (la familia) pero, a la vez, proporciona una
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especificidad que no es intercambiable (la individualización). Somos quienes somos en relación a otros. A la
familia se pueden incorporar otros miembros, pero no se puede dejar de pertenecer a ella.
Cabe destacar que esta pertenencia proporciona a la persona la experiencia de sí mismo como un valor
absoluto, y este aprendizaje − el reconocimiento progresivo de su irrepetibilidad como persona− va
configurando la posibilidad de relacionarse con otros a partir de las propias virtudes y limitaciones. Además,
la aceptación del principio de la realidad personal es algo natural. Cada individuo se reconoce como
irrepetible y único a partir de su familia que lo acoge de este modo, como único. Desde esta experiencia,
entonces, es posible que se desarrolle como persona humana singular en todas sus potencialidades.
Por otra parte, el desarrollo de la individualidad está basado en una dinámica de relaciones gratuitas, afectivas
y no afectivas, que introduce a la persona en un horizonte de experiencias próximas y duraderas, en
contraposición a las relaciones funcionales que se establecen en la moderna y cambiante sociedad actual. Por
ello, la familia constituye la base de la afectividad, cuya importancia en fundamental para un desarrollo
equilibrado de la persona humana. La del ejercicio de la parentalidad. La interacción armoniosa de los padres
entre sí y hacia los hijos garantiza un buen desarrollo de éstos.
Por último, el desarrollo de la identidad personal − en cuya formación la familia cumple un rol propio, que se
inicia cuando el individuo comienza a ser conocido y distinguido por su nombre por primera vez − permite
que sea posible la relación de la persona con los distintos ámbitos de la sociedad, del mismo modo como
regula el ritmo con el que se incorporan o asumen las valoraciones que proporciona la sociedad.
La familia como núcleo de la socialización primaria
Del mismo modo como la familia nombra y le otorga su primer identidad a la persona, es el lugar donde se
desarrollan los afectos, en el cual se le enseña a nombrar las cosas y aprende a conocer el mundo. Es el lugar
de las significaciones primarias y es, también, considerada una comunidad primaria. Desde esta característica
se reconoce a la familia la capacidad de socializar valores y pautas de comportamiento en lo que se refiere a lo
cognitivo, lo ético y lo estético. Desde la familia se aprende lo que las cosas son, su bondad o maldad, su
belleza o fealdad. Con ello, la familia realiza la función de socializar, de introducir a la persona en la
sociedad.
Este aprendizaje se da en el marco de un encuentro intergeneracional y de género. La familia no es una unidad
homogénea. En ella conviven miembros de distintas edades y sexos, que tienen identidades propias y juegan
roles diferentes. Por ello, la familia es un espacio de encuentro y de diálogo −aún cuando éstos puedan ser
conflictivos−, que define la matriz básica que inicia el proceso de transformación de los individuos en seres
sociales.
Por otra parte, en este aprendizaje la familia proporciona también criterios de selectividad y de valor, con lo
cual se van configurando pautas de relación, de comportamiento y se estructura la conciencia ética. En el
encuentro intergeneracional y de género se aprenden las pautas culturales, la manera de sentir, de pensar, de
expresar los afectos, de creer, de valorar, de comportarse, de ejercer roles en los distintos ámbitos de la vida,
de asumir responsabilidades y derechos, todo lo cual permite relacionarse con las distintas dimensiones y
ámbitos de la sociedad, creando las condiciones para lo que se ha llamado amistad cívica.
Puede suceder que en el transcurso de la vida de la persona algunas otras experiencias adquieran el carácter de
criterios de selectividad y valor y se incorporen o transformen los criterios aprendidos originariamente en la
familia; sin embargo, es en este lugar, con esta característica de heterogeneidad, donde se recoge
primariamente la historia y la vida descubre su sentido. Es desde aquí que se descubre y experimenta la
continuidad y proyección de la vida humana.
Ahora bien, cabe destacar que el encuentro intergeneracional y de género, así como también la etapa del ciclo
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de vida en el que la familia se encuentre, implica además que el proceso de socialización es un proceso
contextualizado, es decir, que la transmisión de pautas y normas de comportamiento no se da de modo pasivo,
sino por el contrario, de modo activo, dinámico. El contexto implica el reconocimiento de un marco
espacio−temporal, histórico, en el que la tradición se recoge reinterpretada. Lo que saben, valoran o sienten
los padres o abuelos es recogido por los hijos de modos muy diversos, y viceversa. Esto hace que la familia
sea un ámbito de socialización, a la vez que de continuidad y de cambio en la relación entre las personas y la
sociedad.
En el marco de esta función de socialización primaria recién descrita, se pueden distinguir algunas de las
fuentes de conflicto o dificultad para la familia en su trato con la sociedad. Como se señaló, desde la familia
se van configurando los códigos de interpretación −en una relación muy dinámica− que permiten a la persona
interactuar en los distintos ámbitos de la sociedad. A la vez, cada sociedad mantiene vigentes ciertas
valoraciones o códigos en una perspectiva también muy dinámica. Tales dinamismos pueden generar
tensiones, desajustes y conflictos de interpretaciones o valoraciones en uno y otro polo de la relación respecto
a las demandas que se plantean recíprocamente.
Por otra parte, en las sociedades modernas se han intensificado las relaciones privadas, como producto de un
fenómeno de subjetivación de los vínculos sociales y de pérdida de las pautas comunitarias tradicionales. Hoy
las personas son más autónomas, dependen más de sí mismas, a la vez que se hallan afectadas por múltiples
demandas exógenos y enfrentadas a oportunidades y limitaciones que crecen a gran velocidad. En este
contexto, las necesidades de socialización son más intensas, por la enorme y complejidad de símbolos y
conocimientos de la cultura contemporánea, lo cual ha llevado a que los medios de comunicación masivos
adquieran cada vez más preeminencia en la socialización de valores y pautas de comportamiento, frente a lo
cual el ejercicio de la función cultural de la familia encuentra múltiples dificultades.
La dinámica de los cambios en la sociedad, así como también en la familia −derivados de las etapas del ciclo
o de otros condicionantes internos o externos−, revela que algunas de las funciones atribuidas
tradicionalmente a la familia son sustituibles o adaptables. Ciertas funciones −o aspectos de ellas− se
desplazan hacia otros sistemas sólo en cuanto éstos pueden asumirlas. Es así como el sistema formal de
educación no reemplaza la función de socialización primaria, que sigue siendo propia de la familia.
La familia como sustrato de la reproducción
La familia ejerce también la función de intermediación entre la persona y la sociedad a través de la
reproducción, entendida ésta desde su perspectiva biológica y también cultural. La familia es el núcleo de la
organización social donde convergen, por así decir, la naturaleza y la cultura; aquella como arreglo biológico
en el orden de la reproducción de la especie y ésta como arreglo histórico en el orden de la socialización del
individuo. Es como producto de un aprendizaje secular de la humanidad, independiente de modos de
producción y regímenes políticos, que la familia ha llegado a constituirse como esa combinación específica de
un arreglo biológico y un arreglo cultural, mediante el cual la vida se mantiene, trasmite y proyecta.
En primer lugar, la experiencia de la sexualidad posibilita la constitución de la familia. No se es hijo si no hay
padres, y cada miembro de la familia encuentra es ésta el espacio de desarrollo de su sexualidad, tanto en la
posibilidad de su aprendizaje como de su regulación. Así como desde la constitución de la familia es posible
establecer relaciones de parentesco, desde ella se aprende a vivir como hombre o mujer, en lo que estos
conceptos tienen de propio, como también en su expresión cultural que comprende el aprendizaje de roles,
todo lo cual contribuye a configurar la identidad femenina o masculina. En consecuencia, desde la condición
de género de cada unote los miembros que componen la familia, se aprenden las pautas y normas de
comportamiento que posibilitan la relación de una persona con la sociedad.
Desde la experiencia de la sexualidad en la pareja y la procreación −o en su caso la adopción− se constituye
una base afectiva y emocional que proporciona el sustrato para que sea posible el desarrollo de la vida
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humana. La familia es la productora y la principal encargada de conservar y acrecentar el capital humano de la
sociedad. En este núcleo se vive la experiencia de la gratuidad, de relaciones cercanas, íntimas y duraderas, de
cuidado, de continuidad, de crecimiento, elementos que posibilitan el desarrollo de la persona, que sostienen
la vida. Desde estas experiencias la familia nutre, cuida y mantiene a los miembros del núcleo.
También en la familia se viven y dimensionan experiencias básicas y fundamentales en lo que respecta a la
adquisición de las competencias indispensables para participar en la sociedad, y ahí se enseñan y modelan
pautas, roles y estilos de relación e incorporación al espacio público.
Cabe señalar que en la familia ha existido la tendencia a que la mujer esté más asociada a la dimensión
reproductora de la vida y de las pautas que conforman el orden social. Por su parte, el varón está más asociado
a la provisión de las bases del sustento material.
La familia como unidad económica
La atención y cuidado de la familia implica adoptar decisiones y realizar tareas, como ubicación geográfica
del hogar, administración de recursos, adquisición de bienes y productos, vigilancia, reparación y mantención
de la vivienda; tareas domésticas habituales como preparación de alimentos, nutrición, recreación, cuidado,
traslado y apoyo permanente a los niños; relación con la escuela, prevención de accidentes y enfermedades,
cuidado de enfermos y otras. Estas tareas requieren tiempo, son más o menos intensas según la etapa del ciclo
en que la familia se encuentre y son realizadas con más o menos dificultad según sea el nivel socioeconómico
de ella. Implican responsabilidad para algunos miembros de la familia y suponen cierta calificación. Son
tareas repetitivas y algunas de ellas pueden adquirir rasgos conflictivos (como el cuidado de enfermos
crónicos, las demandas de la escuela, etc.)
La familia contemporánea, aunque por lo general ha dejado de ser una unidad productiva en el plano
económico, mantiene su condición de unidad de consumo −a través de la cual es posible el sustento de las
necesidades materiales del núcleo− y prestadora de servicios especialmente vinculados a la formación y
desarrollo de las personas. Además, la familia, con sus redes de apoyo y solidaridad, desempeña un rol
fundamental en la sobrevivencia de sus miembros. En situaciones de dificultad económica tienden a
fortalecerse las redes de solidaridad y cooperación intrafamiliar.
El patrimonio de la familia, que empieza a constituirse al iniciarse el nuevo núcleo, sustenta en gran medida el
desarrollo de sus miembros y condiciona también la posibilidad de cumplir las otras funciones propias de ella.
Este patrimonio está determinado principalmente por los desniveles producidos entre los ingresos y los gastos
del núcleo, así como también por las oportunidades que ofrece la red social del país.
La función económica de la familia varía según las etapas del ciclo. Hay etapas en que la familia está
cumpliendo en forma central su función social y económica de formar los actores sociales del futuro. La
calidad de ese futuro dependerá en gran parte del tipo de cuidados que los niños reciban y de la educación a la
que tengan acceso.
Si se considera a la familia desde el punto de vista del ahorro, el gasto y la inversión que significa el
sostenimiento de cada uno de sus miembros, resalta aún más la importancia de esta función y las dificultades
que puede estar enfrentando al respecto.
Diversos estudios ponen de relieve la importancia que tiene para la familia la adquisición de la vivienda y la
educación de los hijos. La vivienda significa un gran esfuerzo, que requiere de ahorro y que constituye la más
importante inversión familiar.
La educación de los hijos representa un ítem significativo del presupuesto familiar y tiene el carácter de una
inversión social, que expresa de modo elocuente la solidaridad entre una generación y otra. Al respecto, cabe
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señalar que las familias chilenas deben destinar hoy día, a la educación de los hijos, proporcionalmente mucho
más recursos que las generaciones anteriores por las exigencias de la sociedad.
Por último, habría que consignar que si la familia no asumiera cotidianamente el trabajo doméstico, el cuidado
de niños y ancianos, la atención preventiva de la salud, etc., la sociedad no sería capaz de solventar sino una
exigua fracción del costo que ello actualmente implica.
FUNCIONAMIENTO DE LA FAMILIA
Todos los rasgos de una familia normal analizados hasta aquí tienen una característica en común: la forma en
que sus integrantes interactúan e influyen entre sí. En las últimas décadas, esta característica de correlación ha
generado un conjunto de planteamientos totalmente nuevos en cuanto a la forma en que la familia funciona
como sistema. En esta sección, analizaremos cómo pueden resultar útiles para las empresas familiares algunos
conceptos básicos tales como triángulos, diferenciación del yo, estructura familiar, límites, roles familiares y
corte emocional, así como el uso de genogramas como herramientas de aprendizaje.
En el pasado, el análisis psicológico se centraba en el individuo como la unidad de significado emocional. Se
consideraba que la familia tenía significado en cuanto representaba a un conjunto de individuos que se
relacionaban entre sí. Sin embargo, desde los años cincuenta y hasta nuestros días cada vez con mayor ímpetu,
se comenzó a estudiar profesionalmente a la familia como una unidad en sí misma.
La idea principal de este planteamiento, denominado teoría del sistema familiar, es la de la unidad, es decir,
que la familia es una unidad completa y singular que posee su propia estructura, creencias y patrones
para relacionarse. De acuerdo con este enfoque, el grupo familiar funciona como un sistema abierto y
dinámico. Cada familia tiene su propio estilo, requerimientos culturales, relaciones entre los roles y reglas
para los mismos, o formas de lidiar con el estrés y de expresar las emociones.
Cada familia tiene su propio estilo, requerimientos culturales, relaciones entre los roles y reglas para los
mismos, o formas de lidiar con el estrés y de expresar las emociones.
Principios Básicos de Organización. Los integrantes familiares además comparten principios o supuestos
básicos de organización, que el psicólogo David Reiss denomina paradigmas familiares. Estos principios
básicos reflejan la esencia de la visión de mundo que se comparte en una familia o la actitud que sus
integrantes tienen hacia sí y la forma en que se relacionan con el mundo externo. A su vez, estos conceptos
son influidos por el contexto social. Por ejemplo, posiblemente las familias angloamericanas de Estados
Unidos valorarán el esfuerzo individual y la libertad para cuestionar a las autoridades. Las familias mexicanas
probablemente valorarán el hecho de trabajar en forma cooperadora al interior de la familia y con la
comunidad más amplia, y esperarán que se respete deferentemente a las autoridades. Es decir, en cada cultura
los supuestos de las familias diferirán en forma variada y significativa. Una familia verá al mundo como un
lugar ordenado, predecible y susceptible de ser dominado, mientras que otra lo verá como inestable,
impredecible y potencialmente peligroso. Algunas familias tendrán una vívida experiencia de su propia
historia como punto de referencia central, mientras que otras vivirán en el presente y harán poca referencia al
pasado. Tales supuestos son compartidos por todos los integrantes familiares y se reflejan en los patrones de
acción para relacionarse entre sí y con el mundo externo. Cuando una familia atraviesa por una crisis, el
paradigma familiar ofrece una forma para explicar y comprender esta experiencia, y aporta pautas implícitas
para lidiar con la crisis en cuestión.
La libertad individual al interior de la familia. La influencia de la cultura familiar en la conducta individual
resulta tan invisible como la de cualquier organización formadora. Desconocemos el poder de nuestros
patrones diarios hasta que nos adentramos en una cultura contrastante o hasta que algo interrumpe o desafía
nuestras expectativas usuales. Sin embargo, cabe destacar que los integrantes familiares pueden aprender
nuevas conductas. Todo individuo es libre de alejarse de los patrones familiares, aunque, en épocas de
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ansiedad, existe una fuerte tendencia a que estos se impongan. Aprender acerca de los sistemas familiares
puede ayudar a las personas a comprender estos puntos detonantes y permitirles escoger mecanismos lógicos
y eficaces para lidiar con el estrés.
Tal como aprender acerca de los sistemas administrativos facilita entender por qué una compañía es capaz de
alcanzar o no sus metas, aprender acerca de los sistemas familiares puede aclarar y dilucidar la tensión, los
obstáculos y los problemas de comunicación que afectan a la familia. Permite que los miembros familiares
tomen distancia de las relaciones individuales y vean a la familia como una unidad profundamente marcada
tanto por los individuos que la componen como por las generaciones precedentes.
Todo individuo es libre de alejarse de los patrones familiares, aunque, en épocas de ansiedad, existe una
fuerte tendencia a que estos se impongan.
Por lo tanto, la familia no es tan sólo un conjunto de individuos que se relacionan entre sí, sino también una
unidad que posee un significado emocional. El todo supera la suma de las partes, es decir, a los individuos que
conforman la familia. La conducta y manera de ser de cada individuo reflejan la influencia del sistema
familiar y, a su vez, influyen en dicho sistema. Los patrones al interior de la familia provienen de aquellos
de generaciones anteriores y sientan las bases para las generaciones futuras.
La teoría del sistema familiar también sostiene que la conducta inusual o anormal por parte de alguno de los
miembros de la familia puede relacionarse con problemas al interior de la organización familiar que posee un
complejo equilibrio. De hecho, la teoría del sistema familiar se inició, en parte, al observar que los
esquizofrénicos que demostraban una notoria recuperación al ser sometidos a tratamiento lejos de su familia
tenían grandes posibilidades de experimentar una regresión significativa al volver al ambiente de su familia
original. Por lo tanto, se reconoció que el dolor que experimenta uno de los miembros familiares en ocasiones
es tolerado e incluso fomentado inadvertidamente por el resto de la familia, y que las relaciones entre los
miembros familiares debieran constituir el enfoque central de la terapia conductual. También se reconoció que
las relaciones con la familia primaria pueden funcionar como una valiosa fuente curativa.
Hoy en día, la terapia familiar (para diferenciarla de la terapia individual) ha ganado gran aceptación y se
practica y enseña ampliamente. En su base se encuentran los principios adoptados por el médico Murray
Bowen, uno de los pioneros en la teoría de los sistemas familiares y cuyos puntos de vista resultan
especialmente aplicables a las empresas familiares, tal como se señala en su libro, Family Therapy in Clinical
Practice (Nueva York, Aronson, 1978). Muchas familias consideran que los principios del Dr. Bowen se
aplican a su experiencia de trabajo común en negocios familiares, en parte debido a que su labor enfatiza la
importancia de que cada persona se haga responsable de sí misma en una relación. Muchos de los conceptos e
ideas que se analizan en este documento han surgido de su obra.
Roles familiares: formales e informales. En toda familia, cada integrante desempeña una gran variedad de
roles con respecto a cada uno de los demás integrantes. Estos roles pueden ser formales, determinados por el
orden de nacimiento en la familia o por la relación con los hermanos, padres o cónyuges. También pueden ser
informales, en relación con determinado estilo o determinada forma de conducta que la persona haya
desarrollado por sí misma al interior de la familia.
Roles Familiares Informales. Aparte de los roles asociados con el género, estado civil, o las relaciones entre
padres e hijos o entre hermanos, algunos integrantes de la familia adoptan roles informales de acuerdo con su
personalidad u otros factores. Uno de los más comunes es el rol de la oveja negra, es decir, el miembro de la
familia que desafía las normas de conducta o la toma de decisiones familiares en favor de la rebelión. Roles
tales como el bromista, el mediador, el triunfador, el conflictivo, el que se disculpa por todo, el espectador, el
supervisor, el socialista o el religioso pueden encontrarse en el contexto familiar y ejercen una influencia en la
conducta de cada uno de sus miembros.
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Al igual que otros roles al interior de la familia, estos roles informales suelen surgir de la dinámica de la
familia como conjunto. Posiblemente, todo miembro familiar que desempeñe el rol de conflictivo estará
equilibrado por otro que desempeñe el de super exitoso, y toda oveja negra, será contrarrestada por el que
desempeña el papel de buen samaritano. Será necesario considerar los roles con ligereza y no permitir que
confinen a cada integrante familiar a determinadas formas de conducta.
No obstante, comprender los roles informales puede resultar útil en dos sentidos. Primero, puede ayudar a
quien desempeña el rol a mantener un sentido de identidad personal distinto del rol que desempeña su familia.
Por ejemplo, puede que en una reunión familiar la oveja negra señale que la institución de caridad favorita de
la familia ha desatendido algunas de las metas más valoradas por la familia. Es posible que los demás
integrantes respondan con un comentario como: Ya está de nuevo la `oveja negra' criticando las decisiones
familiares. Sin embargo, si la familia está consciente del poder que tienen estos roles informales y logra
ponerlos en su perspectiva adecuada, los integrantes serán capaces de separar el valor del comentario de los
atributos del rol. Entonces, la oveja negra podrá replicar en forma justificada y sonriendo: ¡Claro, pero esta
vez tengo razón! Segundo, examinar estos roles informales en ocasiones puede incentivar a los
integrantes de la familia a dejar atrás los antiguos patrones y probar otros nuevos. Así, puede que el
espectador adopte una actitud más activa, el comediante se vuelva más serio, el responsable más
extravagante. En definitiva, relaciones familiares menos predecibles y, potencialmente, mayor efectividad y
creatividad del grupo en la toma de decisiones.
UNAS CUANTAS REGLAS SENCILLAS PARA LOGRAR QUE LA FAMILIA FUNCIONE SIN
MAYORES CONTRATIEMPOS.
Los siguientes son algunos de los principios que, según nuestra experiencia, han ayudado a muchas familias
que tienen empresas:
• Desarrollar un código de conducta familiar (refiérase al Anexo 3).
• Sostener reuniones familiares (refiérase al artículo Family Meetings: How to Build a Stronger Family
and A Stronger Business, Nº2, de la series Family Business Leadership Series).
• Mantener el carácter confidencial de todas las discusiones sobre patrones y conducta familiares.
• Nunca socavar a otro miembro de la familia frente a los demás.
• Hablar directamente, uno por uno, con los demás miembros de la familia, incluidos aquellos con
quienes no existe una relación directa.
• Escuchar y también hablar.
• Esforzarse por encontrar formas constructivas de resolver los conflictos.
• Convenir en que está bien expresar los sentimientos; considerar la posibilidad de que pudieran ser
señales válidas de problemas que necesitan atención.
• Considerar la armonía familiar como parte de la misión global de la familia en los negocios conjuntos.
• En lugar de tratar de que la empresa se parezca más a una familia, como muchos sugieren, las familias
debieran parecerse más a las empresas, señala el psicólogo Kenneth Kaye. Según sus palabras: ¡Qué
distinto sería este mundo si todos nos tratáramos como tratamos a nuestros clientes, empleados,
empleadores, y proveedores más valiosos!
• Cultivar amistades e intereses fuera de la familia para que aporten su perspectiva a nuestros negocios
familiares.
• Comenzar las oraciones por Yo y no por Tú. Esto incentivará un enfoque constructivo en la
experiencia propia en lugar de en criticar o culpar a los demás.
• Antes de perder los estribos, hay que preguntarse: ¿Qué pensarán los demás miembros de la familia
sobre este tema?
• Discutir los problemas familiares cuando se está en calma, no cuando se está agitado o enojado.
CONCLUSION
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Hoy en día la familia sufre un importante eclipse en muchos países, y esto acarrea problemas para la escuela y
maestros. Los profesores se quejan de que los alumnos llegan a la escuela con una socialización insuficiente
para llevar con éxito la tarea de aprendizaje.
Los padreS u otros familiares abandonan sus pautas o labores a los maestros y cuando estos se equivocan, los
padres muestran irritación.
Ahora hay multitud de causas sociológicas tales como:
♦ incorporación de la mujer al mercado de trabajo
♦ igualdad con el varón
♦ divorcio
♦ reducción del numero de miembros fijos en la familia
Hay muchos padres que se consideran incapaces de cuidar y educar a sus hijos. Se habla de crisis de autoridad
en las familias.
El modelo de autoridad en la familia tradicional ha sido el padre, en cambio, la unidad del padre hoy en día es
la más eclipsada de todas. Los padres no educan para ayudar a crecer al hijo, sino para satisfacer modelándolo
a imagen y semejanza. Por eso tenemos que intentar cambiar, modelar y romper con viejas rutinas,
pensamientos y adaptarnos a la nueva sociedad, siempre y cuando sea beneficioso el cambio para la familia y
no se vea eclipsado el papel de esta como esta sucediendo en la actualidad, ya que la familia es el pilar más
importante en la educación de un niño, el cual se esta formando en valores para afrontar una nueva vida
BIBLIOGRAFIA
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Impreso por editora centro adiestramiento e investigación social
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Enciclopedia Microsoft Encarta 01 y 02
Enciclopedia interactiva Larousse
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www.angelfire.com/ego/salud/tipos. Html
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