DEPORTES, JUEGOS Y ESPECTÁCULOS EN LA ANTIGUA GRECIA

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DEPORTES, JUEGOS Y ESPECTÁCULOS EN LA
ANTIGUA GRECIA
Para los griegos el hombre perfecto debe ser moralmente bueno y físicamente bello y
sano, aspectos que van ligados entre sí. Por ello las polis, además de proporcionar a sus
ciudadanos instrucción moral y técnica, no descuidaron la educación física. Las
ciudades cuentan con centros apropiados (gimnasios y palestras) para el entrenamiento
de los jóvenes y la reunión de los mayores. En cualquier caso, la práctica del ejercicio es
una nota que distingue a los ciudadanos de los no ciudadanos.
Por otra parte, la educación física y el deporte no pueden desconectarse de otros dos
aspectos fundamentales en el mundo griego como son la medicina y la higiene
1. La educación física
Suponemos que los muchachos atenienses se iniciaban en la practica de la gimanasia a
las órdenes de un pedotriba (maestro especializado pagado por los padres) entre los
ocho y los doce años. Los ejercicios gimásticos tenían lugar en la palestra, un recinto al
aire libre, de planta cuadrada y rodeado de muros. Allí se practicaban todos los
ejercicios menos la carrera (para la que alumnos y maestro habían de ir al estadio).
Tal vez los rasgos más característicos de la gimnasia griega son los siguientes;
a. Los participantes van desnudos (la palabra gimnasia está formada sobre el adjetivo
gymnós, desnudo) y ungidos de aceite.
b. La gimanasia se practica con acompañamiento de música de oboe (para marcar el
ritmo de los ejercicios).
Por ello cada niño tenía que llevar a la palestra una esponja para las abluciones, un
frasco con aceite y una especie de espátula (llamada sttlegís o astrígilo). El muchacho,
después de lavarse el cuerpo, se ungía de aceite y se derramaba por el cuerpo arena o
polvo (por medidas higiénicas y para proteger el cuerpo de la intemperie). La espátula
era para rascarse la pasta que se formaba entre el aceite, la arena y el sudor del ejercicio.
Aparte de los ejercicios de flexibilidad y la gimnasia de mantenimiento, los
muchachos solían practicar deportes y concursar en competiciones municipales. El
deporte más característico era la combinada de cinco pruebas (pentatlon). Las pruebas
del pentatlón eran las siguientes:
a. La lucha; b. La carrera de velocidad (1 estadio, 192 m.), de medio fondo (2 ó 4
estadios) y de fondo (24 estadios); la carrera era lisa y rectilínea; c. el salto de longitud
con impulso y pesas en las manos; d. El lanzamiento de disco; e. El lanzamiento de
jabalina con propulsor.
Además de este deporte, los muchachos solían practicar el pugilato y el pancracio, los
diferentes juegos de pelota y aro, la equitación, la natación (en muy raras ocasiones) o
las regatas.
En general, los pedotribas evitaban excesos en los ejercicios y fomentaban entre los
muchachos la práctica no competitiva del deporte.
2. El deporte
Durante la época homérica encontramos ligado el deporte a los ritos funerarios y a la
guerra, como la mejor forma de manifestar la excelencia física y moral de los guerreros.
También durante la época arcaica y clásica el triunfo en los certámenes deportivos es
una forma de manifestar la excelencia de un ciudadano o la superioridad de una ciudad.
El hombre que practica y vence en los deportes se rodea de un timbre de nobleza que lo
distingue frente al resto. Sin embargo estas prácticas deportivas no son profesionales (el
deporte profesional se creará ya en época helenística, a fines del s. IV a.C.)
Pero el afán de los mejores por demostrar su excelencia hace que los juegos y la
práctica del deporte desborden las fronteras de las polis y se creen competiciones
panhelénicas (es decir, en las que participan todos los griegos). Estas competiciones se
celebran en territorios próximos al istmo de Corinto.
Las competiciones más conocidas en la antigüedad tenían un carácter religioso y se
celebraban periódicamente cada dos o cuatro años. Hubo juegos en Delfos (llamados
Píticos), en Corinto (Ístmicos), en Nemea y, sobre todo, en Olimpia, los más antiguos y
famosos.
3. Los Juegos Olímpicos
Se celebran en el santuario de Zeus en Olimpia, en Élide, cada cuatro años (período
llamado olimpíada) a partir del año 776 a.C.. No conocemos exactamente ni su origen ni
cómo se instituyeron, aunque los autores antiguos nos hablan de un origen mítico
(ligado a las leyendas de Zeus o de Heracles).
Cada olimpíada partían desde Élide heraldos a las distintas regiones del mundo griego
para anunciar la celebración de los juegos. En el ágora de cada ciudad se proclamaba la
tregua sagrada (ya que durante dos o tres meses debía cesar cualquier actividad bélica, y
el incumplimiento de esta tregua era castigado duramente); asimismo se anunciaba la
fecha exacta de la competición (normalmente el octavo o noveno mes del año olímpico).
La convocatoria se dirigía a cualquier ciudadano del mundo griego que estuviera libre
de delito o condena.
A los interesados en participar se les exigía haber pasado diez meses de
entrenamientos en gimnasios y palestras lo que implicaba toda una serie de duros
ejercicios y la práctica de una dieta muy severa. Un mes antes del concurso se producía
la concentración de atletas en Élide donde continuaban los entrenamientos y se hacía
una primera selección de aspirantes, y dos días antes marchaban todos a pie hasta
Olimpia (unos 57 km. de camino). De igual manera se producía la concentración de
espectadores, entre los cuales había todo tipo de mercaderes e intelectuales, pues esta
era una ocasión propicia para vender las mercancías, pero también para difundir las
ideas.
Estadio de Olimpia
Ya en Olimpia todos los participantes se dirigen a la estatua de Zeus Olímpico para
prestar juramento de limpieza en la competición y de haber cumplido el entrenamiento
requerido. El día siguiente, desde el amanecer hasta el ocaso, tenía lugar la primera
jornada de los juegos.
Templo de Hera en Olimpia
Templo de Zeus en Olimpia
El tipo de pruebas que se practicaban evolucionaron con el tiempo, y llegó a haber un
número de trece. En un principio sólo hubo la carrera de un estadio (dromos, 192 m.).
En 724 (14ª olimpíada) se introduce el díaulos o carrera de dos estadios, y, finalmente,
se introducirá la carrera de fondo (24 estadios). Los atletas corrían descalzos sobre pista
de arena; las carreras siempre eran lisas, sin obstáculos, y el recorrido nunca fue
circular, sino rectilíneo. La última carrera que se introdujo en el programa olímpico fue
la carrera hoplítica de dos estadios, en la que el atleta corría llevando las armas del
infante pesado.
Además de las pruebas de carrera había también pruebas de lucha. Había tres
modalidades: la lucha, el pugilato y el pancracio. La lucha era auténtica lucha libre
donde se permitía casi de todo. El pugilato se introduce en la 23ª olimpíada. Los púgiles
se ataban a los nudillos una larga tira de piel de buey sin curtir que, untada de grasa,
cubía todo el antebrazo. Más tarde los nudillos se reforzaron con pedazos de cuero.
Desde 648 se introdujo el pancracio. El pancracio es la combinación de lucha y
pugilato: se combatía con los puños desnudos; no había asaltos ni reglas ni limitaciones;
solía lucharse en barro y el combate acababa con el fuera de combate o el abandono de
un contrincante. Era una disciplina durísima; después de los combates los luchadores
solían quedar con el rostro desfigurado.
El programa se completó con pruebas combinadas de las cuales la más característica
era el pentatlón, tal como la hemos visto para los niños. La victoria en el pentatlón la
conseguía quien vencía en tres de las cinco pruebas.
En 580 se incluyó en el programa la carrera de carros de cuatro caballos. Se celebraba
en el hipódromo y constaba de 12 vueltas de 400 m.; el premio era para el propietario de
los caballos vencedores.
boxeo
carrera
disco
lucha
salto
carrera hoplítica
Después de los cinco o siete días de competición se coronaba de olivo a los
vencedores en el templo de Zeus. Los heraldos partían rápidamente hacia la ciudad del
vencedor para comunicar la noticia. A los vencedores se les dedicaba una estatua en
Olimpia y los poetas de renombre les componían odas. En sus ciudades eran recibidos
como héroes y solían disfrutar de numerosos privilegios
4. El teatro
En Grecia, concretamente en Atenas, el teatro es más que un simple espectáculo: es un
acontecimiento social de un gran peso religioso. Es por ello que toda ciudad griega de
importancia cuenta con un teatro.
Las representaciones teatrales tienen un origen ritual y por ello se celeran en las
fiestas de Dioniso (dios a quien está ligado el teatro), siempre en un santuario de este
dios y siempre precedidas de actos religiosos.
Los teatros griegos eran al aire libre y se construían aprovechando laderas o valles
naturales; las gradas del teatro rodeaban la orquesta circular (espacio donde
evolucionaban los coros). Detrás de la orquesta estaba el proscenio (el escenario), donde
actuaban los actores. Generalmente la acústica de estos lugares era excelente. Los
teatros griegos más conocidos son el de Dioniso en Atenas (cuyo estado actual es de
época romana) y el de Epidauro en la Argólide.
Plano del teatro de Epidauro
Había tres ocasiones anuales en que tenían lugar representaciones escénicas. Eran las
“Dionisias rurales” (finales de diciembre), las “Leneas” (finales de enero) y las
“Dionisias urbanas” o “Grandes dionisias” (finales de marzo). Los arcontes de la ciudad
(epónimo y basiléus) eran los encargados de organizar las representaciones, que tenían
carácter de concurso.
En primer lugar se designaban los coregos, que eran los ciudadanos ricos obligados a
financiar la formación y equipamiento de los coros de tragedia y comedia. Después se
presentaban ante el arconte todos los poetas (incluso extranjeros) interesados en
participar, y solicitaban un coro. De todos los poetas, el arconte elegía a tres. Por fin, era
misión del arconte elegir también a los actores protagonista y secundarios.
Una vez confeccionadas las listas de actores, coregos y poetas, los coregos elegían al
poeta a quien iban a financiar y los actores eran asignados por sorteo a cada poeta.
Todas las elecciones del arconte eran importantísimas porque después del festival debía
rendir cuentas ante el pueblo caso de que la fiesta no hubiese salido del agrado del
público.
Los poetas que concursaban hacían a la vez de directores de escena y de coro.
Teniendo en cuenta que los coros cantaban y bailaban, su formación y adiestramiento
era complicada (los coros trágicos tenían 15 coreutas y los cómicos 24). Los actores (de
los que nunca había más de tres en escena) eran todos hombres.
Una vez hecha la selección y las asignaciones, tenía lugar en el Odeón la presentación
general de poetas, compañías y obras. Tiempo después comenzaba la fiesta. La Grandes
Dionisias, por ejemplo, duraban siete días. El primer día se dedicaba a la procesión
ritual en honor de Dioniso; el segundo día había un concurso de poesía lírica; el tercero,
se representaban todas las comedias, y los tres días siguientes tenía lugar la
representación de las tetralogías trágicas; en efecto, cada poeta trágico debía presentar
tres tragedias y un drama satírico. Ello supone que en cuatro días se representaban unas
15 obras (cuatro diarias); por ello las representaciones comenzaban muy temprano y se
prolongaban hasta el atardecer.
Todos los ciudadanos (incluidas las mujeres, al menos en las tragedias) asistían a las
representaciones, pagando dos óbolos, aunque el estado (desde Pericles) subvencionaba
a todos los ciudadanos más pobres (mediante un impuesto especial llamado theorikon).
El público solía sentarse en el teatro por tribus, pero las primeras filas de asientos
estaban reservadas para magistrados, sacerdotes e invitados. Las largas jornadas
obligaban a los espectadores a llevarse alimentos y bebidas para comer allí mismo.
Durante la representación, el público, aplaudiendo o pateando, expresaba su opinión
sobre las obras. Al final del concurso, un jurado (que previamente se había formado)
elegía a los ganadores. En cada categoría (tragedia y comedia) se premiaba al poeta, al
corego y al protagonista.
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