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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 14 de diciembre de
2005,
habiéndose
dispuesto
en
el
establecido,
Acuerdo
de
2078,
conformidad
que
deberá
con
lo
observarse
el
siguiente orden de votación: doctores Negri, Pettigiani,
Kogan, Genoud, Hitters, Soria, Roncoroni, se reúnen los
señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo
ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa
L. 89.414, "Geder, María de las Mercedes y otra contra
Supermercados C.L.C. y otros. Indemnización por despido y
otros".
A N T E C E D E N T E S
El Tribunal del Trabajo nº 1 de Necochea declaró
la inconstitucionalidad del art. 21 inc. 1 en concordancia
con
el
inc.
5 de
la
ley
24.522
y
su
competencia
para
entender en la causa deducida por María de las Mercedes
Geder y otra contra Supermercados C.L.C. y otros en la que
pretenden el cobro de haberes por horas extra, diferencias
salariales, indemnizaciones derivadas de despido y multas
por
incorrecta
registración
en
los
términos
de
la
ley
24.013.
El
Supermercados
letrado
C.L.C.
apoderado
dedujo
de
recurso
la
concursada
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley.
Dictada la providencia de autos y hallándose la
causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte
decidió plantear y votar la siguiente
C U E S T I O N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I O N
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Negri dijo:
Cabe señalar en primer lugar que abordando el
pronunciamiento el análisis de la constitucionalidad de una
norma federal, debe considerarse definitivo en los términos
del
art.
280
del
Código
Procesal
Civil
y
Comercial
no
obstante la declaración de competencia provincial.
I.
El
Tribunal
del
Trabajo
declaró
la
inconstitucionalidad del art. 21 inc. 1 en concordancia con
el inc. 5 de la ley 24.522, y su competencia para continuar
interviniendo en la causa no obstante el concurso de la
codemandada recurrente, por entender que la citada norma
conculca los arts. 16 y 18 de la Constitución nacional, 1,
8 y 24 del Pacto de San José de Costa Rica (arts. 31, 75
inc. 12 y 22 y 121 de la Const. nacional); 11, 15 y 16 de
la
provincial,
principio
de
con
afectación
igualdad
en
del
menoscabo
juez
del
natural
derecho
y
del
de
los
trabajadores al específico procedimiento establecido por la
provincia aún cuando medie concurso del empleador, conforme
lo dispone el art. 5 de la ley 11.653.
II.
La
codemandada
concursada
dedujo
recurso
extraordinario de inaplicabilidad de ley en el que denuncia
infracción de los arts. 63 de la ley 11.653, 21 y 293 de la
ley 24.522, 14, 14 bis, 16, 17, 18, 19, 28, 31 y 33 de la
Constitución nacional, 9, 10, 168 y 171 de la provincial.
Aduce que el dictado de leyes sobre bancarrota es materia
expresamente delegada por las provincias a la Nación, que
sus
disposiciones
procedimental
y
son
de
establecen
característica
el
fuero
de
esencialmente
atracción
del
concurso para las causas laborales en trámite.
III. El recurso debe prosperar.
1. La ley de concursos 24.522 establece en su
art.
21
inc.
patrimonial,
radicados
1º
incluidos
ante
preventivo
de
que
el
la
todos
los
juzgado
empleadora
los
juicios
laborales,
donde
y
de
deben
tramita
este
contenido
el
principio
quedar
concurso
ha
sido
respetado por este Tribunal en diferentes pronunciamientos
(conf. causas L. 77.153, sent. del 17-VII-2003; Ac. 89.751,
I. del 25-II-2004; L. 76.970, sent. del 2-VIII-2000; L.
76.810,
sent.
del
27-IX-2000;
L.
73.708,
sent.
del
27-XII-2001; L. 73.747, sent. del 16-X-2002; L. 75.168,
sent. del 23-IV-2003; L. 77.153, sent. del 17-VII-2003; L.
85.691,
sent.
25-II-2004).
del
6-VIII-2003;
Ac.
89.751,
I.
del
2. En primer lugar y como tiene dicho esta Corte,
corresponde
tener
presente
el
ejercicio
de
expresas
facultades delegadas en la materia actuado por el Congreso
de la Nación en el dictado de la ley objetada (art. 75 inc.
12
de
la
Constitución
procedimental
propia
nacional)
que
y
contiene
la
al
naturaleza
instrumentar
el
proceso a seguir ante la falencia de un deudor.
Considero
dictados
poderes
por
las
originarios
que
los
Provincias
que
ordenamientos
importan
sólo
el
procesales
ejercicio
corresponden
a
la
de
Nación
cuando en forma expresa le hayan sido delegados o resulten
consecuencia forzosa de facultades constitucionales, como
ocurre en la materia, razón por la cual la aplicación de
las
leyes
procesales
situaciones
no
locales
contempladas
queda
limitada
expresamente
por
a
la
ley
las
de
concursos.
Es preciso considerar el carácter autónomo de la
institución de la falencia, el procedimiento de carácter
colectivo que contiene, con reglas jurídicas propias que
preservan el criterio de paridad -pars conditio creditorumpero
que
en
principios
entiendo
modo
que
que
alguno
inspiran
no
se
llevan
el
a
dejar
derecho
conculcan
del
los
de
lado
los
trabajo.
Así
principios
de
especificidad ni del juez natural.
Se desprende a través de los distintos aspectos
examinados que la norma impugnada satisface el control de
constitucionalidad
toda
vez
que
sus
prescripciones
enmarcan, en principio, en el criterio de razonabilidad
involucrado
en
el
examen
de
su
congruencia
con
la
Constitución nacional (art. 28, Const. nacional); (mi voto
en la causa L. 73.008, "Guccione", sent. del 18-X-2002).
3.
-criterio
Por
al
interpretación
discreto
otra
que
de
aceptar
parte,
tiene
adherínormas
la
dicho
que
de
por
Tribunal
tratándose
carácter
realizada
este
de
federal,
la
Corte
la
resulta
Suprema
de
Justicia de la Nación, dejando a salvo -en su caso- la
opinión
en
contrario
56.662,
sent.
del
de
este
Tribunal
12-VIII-1997;
Ac.
(conf.
causa
Ac.
47.929,
sent.
del
28-IV-1992).
Y en tal sentido, cabe tener presente lo resuelto
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación respecto a
que
"La
ley
eminentemente
particular
las
de
concursos
procedimental
referidas
a
es
una
norma
de
carácter
y
sus
prescripciones,
la
competencia,
en
atienden
a
principios superiores de seguridad jurídica y defensa en
juicio
de
público,
los
razón
derechos
por
la
y
constituye
cual
ni
las
materia
partes
de
ni
orden
los
funcionarios encargados de aplicarlas pueden dejar de lado
sus disposiciones. En virtud del principio del fuero de
atracción establecido en la nueva ley de concursos 24.522,
la causa laboral en la cual se reclama la indemnización por
despido debe quedar radicada ante el juzgado donde tramita
el concurso preventivo de la empleadora. Dado que la ley
24.522 dictada por el Congreso de la Nación en el marco de
las facultades concedidas en el art. 75 inc. 12 de la
Constitución nacional conforme el plexo jurídico de rango
superior consagrado en el art. 31 de la Carta nacional,
consecuentemente
las
encuentran
en
mencionado,
carecen
disposiciones
contradicción
de
con
eficacia"
locales
el
("La
que
precepto
Ley",
se
legal
1998
C,
614-97.313, Arena, Evarista c/ La Unión del Sud S.R.L.).
4. Por lo expuesto, debe hacerse lugar al recurso
deducido y revocar el pronunciamiento en cuanto declaró la
inconstitucionalidad del art. 21 incs. 1 y 5 de la ley
24.522
y
la
competencia
del
Tribunal
para
seguir
interviniendo en la causa, la que deberá ser remitida al
Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nº 22
del Departamento Judicial de La Plata, en el que tramita el
concurso de la demandada.
Costas a la actora (arts. 289, C.P.C.C.; 22 y 63,
ley 11.653)
Voto por la afirmativa.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Pettigiani dijo:
Sin
perjuicio
de
las
oportunas
consideraciones
que sobre el particular podrían realizarse, por razones de
celeridad
y
economía
procesal,
teniendo
en
cuenta
lo
resuelto por el Máximo Tribunal nacional en el Fallo citado
por
el
distinguido
colega
doctor
Negri
y
la
innegable
gravitación que -más allá de lo que pueda sostenerse sobre
su eventual aptitud vinculatoria- cabe reconocerle en todo
caso a los pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia
de
la
Nación
ordenamiento
atento
su
judicial
ubicación
(arts.
5,
en
la
108,
cúspide
123
y
del
127,
Constitución nacional), entiendo que en la especie, debe
hacerse lugar al recurso deducido.
Con
este
alcance
adhiero
al
voto
del
doctor
los
mismos
Negri, haciéndolo igualmente por la afirmativa.
La
señora
Jueza
doctora
Kogan,
por
fundamentos del señor Juez doctor Negri, votó también por
la afirmativa.
El
señor
Juez
doctor
Genoud,
por
los
mismos
fundamentos del señor Juez doctor Pettigiani, votó también
por la afirmativa.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Hitters dijo:
1. He sostenido reiteradamente (B. 58.634, sent.
del
12-IX-2001;
Ac.
85.566,
sent.
del
25-VII-2002;
L.
75.144, sent. del 26-II-2003; Ac. 86.221, res. del 19-III2003; Ac. 86.648, res. del 27-VIII-2003; Ac. 89.988, res.
del
1-III-2004;
Ac.
91.478,
sent.
del
5-V-2004,
entre
muchos otros), que corresponde brindar acatamiento a las
doctrinas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya
por su carácter atrapante en los tópicos federales en tanto
último y más genuino intérprete de la Lex Maxima, (Bidart
Campos Germán "El control de constitucionalidad de oficio
en sede provincial", Revista "El Derecho", t. 100, p. 633)
ya por la vinculación moral para los demás judicantes en
las
cuestiones
no
federales,
sobre
la
base
de
los
principios de celeridad y economía procesal.
2. Pues bien, sobre el tema que convoca a este
Tribunal
y
respecto
a
las
atribuciones
del
Congreso
nacional para el dictado de la ley de concursos como de las
consecuencias
que
derivan
del
carácter
adjetivo
de
sus
disposiciones, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
declarado
que
eminentemente
particular
la
ley
24.522
es
una
norma
procedimental
"y
sus
referidas
la
competencia,
las
a
de
carácter
prescripciones,
en
atienden
a
principios superiores de seguridad jurídica y defensa en
juicio
de
público,
los
razón
derechos
por
la
y
constituye
cual
ni
las
materia
partes
de
ni
orden
los
funcionarios encargados de aplicarlas pueden dejar de lado
sus disposiciones" (caso "Arena", sent. del 5-II-1998, "La
Ley", 1998-C-614). En dicho precedente, y ante la cuestión
de competencia suscitada en litigio de sustancia laboral,
señaló el Procurador General -a cuyo dictamen remitió el
Alto Tribunal- que desde la sentencia in re, "Fernández,
Sebastián c/Tomar S.A s/Accidente de trabajo", sent. del
3-X-1997), quedó definido que la citada ley fue dictada por
el Congreso de la Nación en el marco de las facultades
concedidas
nacional
en
el
conforme
art.
el
75
inc.
plexo
12
de
jurídico
la
de
Constitución
rango
superior
consagrado en el art. 31 de la Carta nacional, "razón por
la
cual
las
disposiciones
locales
que
se
encuentran
en
contradicción con el precepto legal mencionado, carecen de
eficacia".
En esta línea de pensamiento se enrolan asimismo
varios constitucionalistas como Bidart Campos -citado por
Quiroga
Lavié
"Constitución
de
la
Nación
Argentina
Comentada", 2ª. ed. actualizada, Zavalía, 1997, pág. 392) y
Badeni ("Instituciones de Derecho Constitucional", T. II,
Ad-Hoc,
1999,
pág.
268)
quienes
-y
sin
perjuicio
del
análisis en lo concerniente a los fundamentos y objetivos
de
la
ubicación
de
la
ley
de
bancarrotas
entre
las
atribuciones del Congreso, así como del carácter común o
federal de la materia y de la jurisdicción que a partir del
mismo, resultaría dable demarcar- convalidan las potestades
legislativas
de
la
Nación
para
dictar
normas
de
procedimiento atingentes e implicadas en los supuestos de
quiebras o concursos.
Es indiscutible, para los autores citados, que la
circunstancia de que la legislación sobre bancarrotas sea
considerada de derecho común -afirmación bajo crítica, que
también
expone
Sagües
Constitucional",
declarándola
t.
(en
II,
inexplicable
"Elementos
pág.
y
100,
de
Derecho
Astrea,
configurativa
de
1997)
un
claro
supuesto de mutación constitucional por sustracción- no le
impide al Congreso dictar reglas de procedimiento dirigidas
a
establecer
las
formas
y
modalidades
propias
de
la
ejecución de los bienes del deudor. Existe, por tanto, un
reconocimiento de emitir ciertas normas procesales en favor
del
Congreso
no
vinculadas
a
la
defensa
de
derechos
constitucionales, ni tampoco a la implementación de una ley
federal, aun cuando no le sea reconocido tal carácter a la
legislación de quiebras, y ello -reitero- más allá de la
contradicción que pueda implicar y su perdurabilidad luego
de
la
reforma
idénticos
constitucional
términos
la
referida
de
1994
que
atribución
mantuvo
al
en
Congreso
federal, incluida en la cláusula de los códigos después de
consignada la frase que reserva a los estados locales la
jurisdicción judicial sobre el derecho común.
Contrariando esa orientación -expuesta desde la
doctrina con prescindencia del carácter común o federal de
la
materia-
desarrolla
el
con
argumento
fundamentos
del
tribunal
relativos
a
de
la
grado
se
competencia
prevista
en
la
ley
provincial
11.653,
sin
atender
las
razones de orden público y preservación del principio de
paridad
de
los
acreedores
que
contempla
el
fuero
de
atracción ejercido por la apertura del concurso, que debido
a su carácter universal se proyecta respecto de todos los
juicios en trámite contra la empresa concursada.
3.
Queda
señalado,
pues,
que
no
comparto
la
interpretación del a quo. Cabe tener presente que la Ley de
Concursos posee carácter autónomo y un procedimiento de
tipo colectivo con reglas jurídicas propias que reconoce
como pilares el principio de conservación de la empresa, la
protección del crédito de los acreedores y el criterio de
paridad y el interés general por encima de cualquier otro
rango particular.
En
el
análisis
de
su
razonabilidad
y
en
una
primera aproximación al tema, es preciso tener en cuenta la
abarcativa e interdisciplinaria trascendencia y proyección
del
proceso
multifacético
falencial
en
el
que
que
encierra
participan
un
cuestiones
entramado
de
orden
individual y público, económicas, políticas y sociales que
lo
exhiben
como
tema
de
específico
tratamiento
global,
delegado al Congreso de la Nación (art. 75 inc.12).
Como
"Códigos
señala
Procesales
en
Morello
lo
Civil
(Morello-Tessone-Kaminker
y
Comercial
-Prov.
De
Buenos Aires y de la Nación- Comentados y anotados", T.
VIII
-Concursos
ley
24.522,
Ed.
Platense-Abeledo-Perrot,
1998, págs. 3 y ss.) la realización de los bienes del
deudor
para
acreedores,
satisfacer
los
verificados
y
derechos
con
subjetivos
legitimación
de
los
habilitada
a
través de la ejecución colectiva o especial que implica el
proceso
concursal,
restantes
dentro
-y
del
no
ensombrece
decisivas-
marco
ni
saca
exteriorizaciones
universal
del
proceso
de
escena
las
que
acontecen
bajo
análisis,
porque la suerte de los derechos es comprensiva de todos
los existentes desde antes y asimismo de los que nacen y se
modifican durante el trámite concursal.
Dentro
de
esta
perspectiva
y
proyección
de
trascendencia superior a la mera realización del patrimonio
del deudor, resulta evidente -siguiendo el pensamiento del
autor
citado-
que
la
creciente
complejidad
de
las
relaciones económicas y la moderna tipología contractual se
erigen, entre otros, en cualificados factores determinantes
de la exigencia de nuevos moldes, que -agrego- nutren de
significación el interés supra provincial contenido en su
regulación.
Al igual que el derecho material, la explicación
simplificada del concurso desde lo puramente adjetivo ha
experimentado
un
notorio
desplazamiento
hacia
otros
propósitos y fines de composición de la insolvencia de la
empresa; se persiguen respuestas más significativas que la
reservada sólo a la liquidación. No se puede negar que lo
instrumental del proceso siempre se halla condicionado por
la propia suerte y destino del derecho material que, a su
vez, en un campo tan versátil y diversificado como el de la
bancarrota, adscripta a sucesivas políticas y filosofías,
ha ido adaptando o acomodando su propio perfil.
Este multifacético y complejo entramado de orden
sustantivo y adjetivo constituye la plataforma a partir de
la cual corresponde examinar la derivación que contiene en
la concentración de los procesos de contenido patrimonial
seguidos contra el deudor y, específicamente, de aquellos
tramitados
ante
el
fuero
laboral
provincial
por
los
trabajadores en relación de dependencia.
4. Sobre el particular considero que la fuerza
gravitacional
que
indudablemente
ejerce
-y
necesita-
el
proceso concursal sobre la totalidad de los de contenido
patrimonial,
incluidos
los
laborales,
no
autoriza
a
considerar que importa en sí misma un instrumento que lleve
a dejar de lado los principios que inspiran el derecho del
trabajo, en cuya preservación sustentó el a quo la tacha de
inconstitucionalidad.
Desde esta perspectiva, la remisión de la causa
al juez del concurso por imperio del fuero de atracción, no
tiene
necesariamente
que
traducirse
en
conculcación
o
cercenamiento de los principios protectorios y del debido
resguardo
de
las
garantías
constitucionales
que
caracterizan al proceso laboral.
Es
preciso
recordar
inicialmente
que
los
principios tutelares del derecho del trabajo se encuentran
garantizados por la Carta Magna nacional a través del art.
14 bis y de los tratados internacionales incorporados con
rango constitucional por el art. 75 inc. 22. Asimismo, de
manera
explícita,
la
Constitución
provincial
marca
un
incontrovertible rumbo tuitivo en materia laboral en el
art.
39,
cuyo
inc.
irrenunciabilidad,
3º
garantiza
justicia
los
social,
postulados
gratuidad
de
de
las
actuaciones en beneficio del trabajador, primacía de la
realidad, indemnidad, progresividad y, en caso de duda,
interpretación a favor del trabajador.
De
manera
que
los
principios
enunciados,
cuya
custodia esgrimió el tribunal de grado en sustento de la
declaración
olvidarse
de
con
inconstitucionalidad,
motivo
de
sino
que
procedimiento,
insustituible
en
la
la
no
variación
deben
actuación
de
sólo
de
no
la
sede
constituir
todos
los
pueden
del
nutriente
magistrados
provinciales y ser aplicados por ellos, cualquiera sea el
fuero en que se desempeñen.
Bajo
dificultades
esta
que
en
óptica
el
se
caso
advierte
de
que
sin
se
mayores
apreciaran
comprometidos los citados principios protectorios, el orden
público, la estructura del proceso concursal, el derecho de
defensa, o alguna otra garantía de linaje constitucional,
los magistrados no sólo podrán, sino que deberán -por el
imperativo enunciado- hallar los mecanismos necesarios para
orientar
el
procedimiento
en
procura
de
una
mayor
posibilidad de resguardo de los mismos.
Mas
allá
de
las
precisiones
vinculadas
a
las
razones que justifican y comprometen la concentración del
proceso
falencial,
específicamente,
respecto
de
las
implicancias de la gravitación ejercida por el fuero de
atracción del concurso sobre los créditos de origen laboral
y los principios tutelares que lo informan, en un agudo
análisis
de
la
compatibilidad
constitucional
con
las
garantías del juez natural y el proceso justo -sobre todo
atendiendo a los valores superiores de fondo comprometidos
en la materia- señala Morello (Morello-Sosa-Berizonce, ob.
cit, t. X-A Doctrina-Actualización, año 2004, págs. 559 y
ss.), que si bien no hay argumentos atendibles para impedir
la concentración ante el juez que conoce de la falencia,
ello no significa que el estatus propio de la justicia de
protección
justicia
o
acompañamiento
laboral,
vea
que
define
cancelada
la
el
red
modelo
de
de
la
garantías,
beneficios y técnicas de compensación procesal que -por la
formación y especialización operativa del juez del concurso
cercenen,
alteren,
desmejoren
o
frustren
la
situación
tutelable específica que constitucionalmente tiene ganada
el
trabajador
dependiente.
Sin
que
en
función
de
la
radicación concentrada se descabecen o malogren.
Luego del desarrollo que formula a partir de una
-no
menos
lúcida-
visión
de
los
intereses
y
valores
comprometidos, el citado procesalista extrae las siguientes
conclusiones y mensaje -que me permito transcribir atento
la claridad y pertinencia de sus conceptos en relación a la
cuestión examinada por esta Corte-:
a. "Es prioritaria y afín al buen orden de las
actividades judiciales, a la naturaleza y fines del proceso
universal
concursal,
el
fuero
de
atracción
justamente
reconocido al órgano específico mediante el cual se atraen
y radican ante éste los demás -todos- juicios de contenido
patrimonial contra el deudor.
b.
Sin
embargo,
el
desplazamiento
de
la
sede
física y de la competencia propia del que jugaba como juez
natural desde el inicio (el laboral) no queda vacía de
significación porque el plexo sustancial e instrumental del
derecho laboral que, rectoramente, disciplina el ejercicio,
la medida y la dirección de los derechos y prerrogativas
(Modelo de la justicia de protección o acompañamiento) de
índole tuitiva pervive de manera real y es deber de los
jueces preservar.
c. Esa perspectiva superior tiene anclaje en el
sistema de la justicia constitucional global, sin que un
mecanismo técnico, de derivación práctica (la acumulación o
concentración de causas ante un juez único) produzca una
consecuencia disvaliosa que no reconoce apoyatura lógica o
privilegiada ni le acuerda razonabilidad.
d. De donde el juez del concurso o de la quiebra,
al considerar y definir la suerte de tales derechos en la
órbita
del
concurso
conocimientos,
específica
no
podrá
flexibilizaciones
del
Juez
laboral
al
dejar
y
de
acaso
que
en
asumir
la
los
cultura
verdad
está
sustituyendo sólo de manera funcional pero sin que pierda o
desvirtúe los rasgos propios del derecho a aplicar y la
sensibilidad o matiz de la interpretación que recortan la
figura y peculiaridades del derecho laboral (el destacado
es del original).
e.
Claro
es
que
adecuando
una
simbiosis
que
reconoce la prioritaria incidencia de valores superiores
que
hay
que
armonizar
en
lectura
totalizadora
de
conformidad con las metas (políticas, económicas, etc.) que
indiquen
las
singularidades
de
cada
concurso
y
las
soluciones a las que se arribe".
Cierra luego su análisis destacando la búsqueda
-que es menester- de nuevos puntos de equilibrio y que está
presente
en
toda
litigación actual.
manifestación
dinámica
como
es
la
5. Cabe agregar a lo expuesto que al ejercer el
control
de
constitucionalidad,
los
jueces
deben
necesariamente pronunciarse sobre la razonabilidad de los
medios elegidos, quedando fuera de su égida el análisis de
su efectividad en función del propósito perseguido o la
determinación
de
la
hipótesis
regulación,
lo
que
legislativa.
En
consecuencia,
hipotético
es
déficit
en
más
materia
la
la
recomendable
propia
crítica
amplitud
de
en
de
discreción
torno
a
un
procedimental
y
valorativa no sirve por sí sola para justificar su tacha de
inconstitucionalidad,
la
que
sólo
puede
devenir
de
la
existencia de una manifiesta desproporción de los medios
elegidos
para
legislador,
procurar
extremo
que,
los
fines
por
lo
propuestos
expuesto,
por
considero
el
no
verificado en el caso.
Queda expuesta, con lo dicho, mi adhesión al voto
del doctor Negri y el mío por la afirmativa.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Soria dijo:
1. Adhiero a la solución propuesta por el doctor
Negri, con el siguiente alcance.
a. En el sub lite, el Tribunal del Trabajo Nº 1
del
Departamento
Judicial
de
Necochea
declaró
la
inconstitucionalidad del art. 21 incs. 1º y 5º de la ley
24.522, esgrimiendo -entre otros argumentos- las facultades
constitucionales locales en materia procesal, a raíz de la
autonomía propia que se deriva del sistema federal. Tales
fundamentos sobre los cuales reposa el intento del tribunal
de grado de resistir la radicación de la presente causa
ante el juez que interviene en el concurso preventivo de la
empresa demandada no pueden ser confirmados.
i] Ello así, por cuanto al así decidir, el a quo
desoyó inmotivadamente la doctrina sentada por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación que, reiteradamente, ha
afirmado el carácter eminentemente procedimental de la ley
24.522 dictada por el Congreso de la Nación, en el marco de
las facultades conferidas por el art. 75 inc. 12 de la
Constitución nacional, cuyas prescripciones, en particular
las
referidas
a
la
competencia,
atienden
a
principios
superiores de seguridad jurídica y defensa en juicio de los
derechos y constituyen materia de orden público, por lo
cual,
ni
las
aplicarlas,
partes,
pueden
ni
dejar
los
de
funcionarios
lado
sus
encargados
de
disposiciones.
Puntualizó, asimismo, el Alto Tribunal que la ley 24.522,
en su art. 278, establece que las leyes procesales locales
se
aplicarán
previsto
en
en
la
todo
ley
aquello
de
que
concursos,
no
lo
esté
cual
expresamente
determina
su
aplicación subsidiaria, concluyendo que las normas locales
que entren en contradicción con lo reglado por la ley de
concursos
y
quiebras
carecen
de
eficacia
(cfr.
causas
"Arena",
sent.
"Piñero",
sent.
de
5-II-1998,
"La
de
26-VIII-1997,
Ley",
"La
1998-C,
Ley",
614;
1998-B,
54;
"Guillén", "Fallos", 319:2844, causa "Fernández Sebastián",
Com. 43, LXXXIII, sent. de 3-X-1997, entre otras).
ii] Ahora bien, el art. 21 de la ley 24.522, en
su inciso primero, establece que la apertura del concurso
preventivo
concurso
produce
de
"[l]a
todos
los
radicación
juicios
de
ante
el
contenido
juez
del
patrimonial
contra el concursado. El actor podrá optar por pretender
verificar su crédito conforme a lo dispuesto en los arts.
32
y
concordantes,
o
por
continuar
el
trámite
de
los
procesos de conocimiento hasta el dictado de la sentencia,
lo que estará a cargo del juez del concurso, valiendo la
misma,
en
su
caso
como
pronunciamiento
verificatorio",
añadiendo en su inc. 5º que "[c]uando no procediera el
pronto pago de los créditos de causa laboral por estar
controvertidos,
conforme
al
siguientes
el
acreedor
procedimiento
de
esta
Ley.
debe
verificar
previsto
Los
en
juicios
los
ya
su
crédito
arts.
32
iniciados
y
se
acumularán al pedido de verificación de créditos. Quedan
exceptuados
promovidos
los
juicios
conforme
por
accidentes
a
la
legislación
ello
se
sigue
de
especial
trabajo
en
la
24.522
ha
materia".
iii]
De
que
la
ley
modificado el sistema imperante bajo la vigencia de la ley
19.551 estableciendo, como regla, que el concurso ejerce
fuero
de
atracción
respecto
de
las
causas
laborales
en
trámite, las cuales deben radicarse ante el juzgado donde
tramite el proceso universal. Ello sin perjuicio de las
excepciones contempladas en el inc. 5º de su art. 21 que
prevé que tal desplazamiento de la competencia no opera en
relación a los reclamos laborales por accidentes de trabajo
que se funden en la legislación especial en la materia
(conf. art. 21 inc. 5º, último párrafo de la ley 24.522).
En
síntesis,
los
únicos
procesos
laborales
que
quedan
excluidos de la atracción concursal son los juicios por
accidentes
especial,
de
los
trabajo
que
promovidos
habrán
de
según
seguirse
la
legislación
ante
la
justicia
especializada y, luego de recaída sentencia, el trabajador
deberá insinuarse en el proceso concursal solicitando la
verificación de su crédito.
En
este
sentido
se
ha
pronunciado
la
Corte
Suprema de Justicia de la Nación al decidir que la ley
24.522
respecto
Fallos:
establece
de
las
319:2844,
el
fuero
causas
de
atracción
laborales
323:3645),
en
del
trámite
desplazamiento
concurso
(C.S.J.N.,
que
opera
incluso en relación a las demandas por las cuales el actor
procura
la
reparación
del
daño
sufrido
a
causa
de
un
infortunio laboral, ejerciendo la opción del art. 16 de la
ley 24.028 -esto es, fundamentando su pretensión en normas
de
derecho
común-,
pues
está
referida
a
un
reclamo
de
contenido patrimonial que no se encuentra alcanzado por el
trámite especial previsto en el inc. 5º de la ley 24.522
-del dictamen del procurador fiscal que la Corte hace suyo(causa
"Sandoval",
2005-13,1895;
sent.
causa
de
3-III-2005,
"Gorosito",
sent.
"La
de
Ley",
IM
9-XI-2000,
"Fallos", 323:3645).
b.
Por
lo
demás,
en
cuanto
a
los
restantes
reparos formulados por el a quo a fin de fundar la tacha de
inconstitucionalidad del art. 21 incs. 1º y 5º de la ley
24.522, comparto lo expresado por el doctor Hitters en los
párrafos 1º, 2º y 6º del punto 3º, párrafos 1º a 5º del
punto 4º y en el punto 5º, razones que estimo suficientes a
los fines de acoger el recurso extraordinario interpuesto
por la concursada.
Por
todo
lo
expuesto,
doy
mi
voto
por
la
afirmativa.
El
señor
Juez
doctor
Roncoroni,
por
los
mismos
fundamentos del señor Juez doctor Negri, votó también por
la afirmativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se
hace lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de
ley
traído,
impugnada
en
en
consecuencia,
cuanto
declaró
la
se
revoca
la
sentencia
inconstitucionalidad
del
art. 21 incs. 1º y 5º de la ley 24.552, y la competencia
del tribunal del trabajo a quo para seguir interviniendo en
la presente causa, la que deberá ser remitida conforme lo
que aquí se resuelve al Juzgado de Primera Instancia en lo
Civil y Comercial nº 22 del Departamento Judicial La Plata,
en el que tramita el concurso de la demandada. Costas a la
parte actora (arts. 289, C.P.C.C., 22 y 63, ley 11.653).
Notifíquese.
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