A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 14 de diciembre de 2005, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo de 2078, conformidad que deberá con lo observarse el siguiente orden de votación: doctores Negri, Pettigiani, Kogan, Genoud, Hitters, Soria, Roncoroni, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa L. 89.414, "Geder, María de las Mercedes y otra contra Supermercados C.L.C. y otros. Indemnización por despido y otros". A N T E C E D E N T E S El Tribunal del Trabajo nº 1 de Necochea declaró la inconstitucionalidad del art. 21 inc. 1 en concordancia con el inc. 5 de la ley 24.522 y su competencia para entender en la causa deducida por María de las Mercedes Geder y otra contra Supermercados C.L.C. y otros en la que pretenden el cobro de haberes por horas extra, diferencias salariales, indemnizaciones derivadas de despido y multas por incorrecta registración en los términos de la ley 24.013. El Supermercados letrado C.L.C. apoderado dedujo de recurso la concursada extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I O N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I O N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: Cabe señalar en primer lugar que abordando el pronunciamiento el análisis de la constitucionalidad de una norma federal, debe considerarse definitivo en los términos del art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial no obstante la declaración de competencia provincial. I. El Tribunal del Trabajo declaró la inconstitucionalidad del art. 21 inc. 1 en concordancia con el inc. 5 de la ley 24.522, y su competencia para continuar interviniendo en la causa no obstante el concurso de la codemandada recurrente, por entender que la citada norma conculca los arts. 16 y 18 de la Constitución nacional, 1, 8 y 24 del Pacto de San José de Costa Rica (arts. 31, 75 inc. 12 y 22 y 121 de la Const. nacional); 11, 15 y 16 de la provincial, principio de con afectación igualdad en del menoscabo juez del natural derecho y del de los trabajadores al específico procedimiento establecido por la provincia aún cuando medie concurso del empleador, conforme lo dispone el art. 5 de la ley 11.653. II. La codemandada concursada dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en el que denuncia infracción de los arts. 63 de la ley 11.653, 21 y 293 de la ley 24.522, 14, 14 bis, 16, 17, 18, 19, 28, 31 y 33 de la Constitución nacional, 9, 10, 168 y 171 de la provincial. Aduce que el dictado de leyes sobre bancarrota es materia expresamente delegada por las provincias a la Nación, que sus disposiciones procedimental y son de establecen característica el fuero de esencialmente atracción del concurso para las causas laborales en trámite. III. El recurso debe prosperar. 1. La ley de concursos 24.522 establece en su art. 21 inc. patrimonial, radicados 1º incluidos ante preventivo de que el la todos los juzgado empleadora los juicios laborales, donde y de deben tramita este contenido el principio quedar concurso ha sido respetado por este Tribunal en diferentes pronunciamientos (conf. causas L. 77.153, sent. del 17-VII-2003; Ac. 89.751, I. del 25-II-2004; L. 76.970, sent. del 2-VIII-2000; L. 76.810, sent. del 27-IX-2000; L. 73.708, sent. del 27-XII-2001; L. 73.747, sent. del 16-X-2002; L. 75.168, sent. del 23-IV-2003; L. 77.153, sent. del 17-VII-2003; L. 85.691, sent. 25-II-2004). del 6-VIII-2003; Ac. 89.751, I. del 2. En primer lugar y como tiene dicho esta Corte, corresponde tener presente el ejercicio de expresas facultades delegadas en la materia actuado por el Congreso de la Nación en el dictado de la ley objetada (art. 75 inc. 12 de la Constitución procedimental propia nacional) que y contiene la al naturaleza instrumentar el proceso a seguir ante la falencia de un deudor. Considero dictados poderes por las originarios que los Provincias que ordenamientos importan sólo el procesales ejercicio corresponden a la de Nación cuando en forma expresa le hayan sido delegados o resulten consecuencia forzosa de facultades constitucionales, como ocurre en la materia, razón por la cual la aplicación de las leyes procesales situaciones no locales contempladas queda limitada expresamente por a la ley las de concursos. Es preciso considerar el carácter autónomo de la institución de la falencia, el procedimiento de carácter colectivo que contiene, con reglas jurídicas propias que preservan el criterio de paridad -pars conditio creditorumpero que en principios entiendo modo que que alguno inspiran no se llevan el a dejar derecho conculcan del los de lado los trabajo. Así principios de especificidad ni del juez natural. Se desprende a través de los distintos aspectos examinados que la norma impugnada satisface el control de constitucionalidad toda vez que sus prescripciones enmarcan, en principio, en el criterio de razonabilidad involucrado en el examen de su congruencia con la Constitución nacional (art. 28, Const. nacional); (mi voto en la causa L. 73.008, "Guccione", sent. del 18-X-2002). 3. -criterio Por al interpretación discreto otra que de aceptar parte, tiene adherínormas la dicho que de por Tribunal tratándose carácter realizada este de federal, la Corte la resulta Suprema de Justicia de la Nación, dejando a salvo -en su caso- la opinión en contrario 56.662, sent. del de este Tribunal 12-VIII-1997; Ac. (conf. causa Ac. 47.929, sent. del 28-IV-1992). Y en tal sentido, cabe tener presente lo resuelto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación respecto a que "La ley eminentemente particular las de concursos procedimental referidas a es una norma de carácter y sus prescripciones, la competencia, en atienden a principios superiores de seguridad jurídica y defensa en juicio de público, los razón derechos por la y constituye cual ni las materia partes de ni orden los funcionarios encargados de aplicarlas pueden dejar de lado sus disposiciones. En virtud del principio del fuero de atracción establecido en la nueva ley de concursos 24.522, la causa laboral en la cual se reclama la indemnización por despido debe quedar radicada ante el juzgado donde tramita el concurso preventivo de la empleadora. Dado que la ley 24.522 dictada por el Congreso de la Nación en el marco de las facultades concedidas en el art. 75 inc. 12 de la Constitución nacional conforme el plexo jurídico de rango superior consagrado en el art. 31 de la Carta nacional, consecuentemente las encuentran en mencionado, carecen disposiciones contradicción de con eficacia" locales el ("La que precepto Ley", se legal 1998 C, 614-97.313, Arena, Evarista c/ La Unión del Sud S.R.L.). 4. Por lo expuesto, debe hacerse lugar al recurso deducido y revocar el pronunciamiento en cuanto declaró la inconstitucionalidad del art. 21 incs. 1 y 5 de la ley 24.522 y la competencia del Tribunal para seguir interviniendo en la causa, la que deberá ser remitida al Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nº 22 del Departamento Judicial de La Plata, en el que tramita el concurso de la demandada. Costas a la actora (arts. 289, C.P.C.C.; 22 y 63, ley 11.653) Voto por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: Sin perjuicio de las oportunas consideraciones que sobre el particular podrían realizarse, por razones de celeridad y economía procesal, teniendo en cuenta lo resuelto por el Máximo Tribunal nacional en el Fallo citado por el distinguido colega doctor Negri y la innegable gravitación que -más allá de lo que pueda sostenerse sobre su eventual aptitud vinculatoria- cabe reconocerle en todo caso a los pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenamiento atento su judicial ubicación (arts. 5, en la 108, cúspide 123 y del 127, Constitución nacional), entiendo que en la especie, debe hacerse lugar al recurso deducido. Con este alcance adhiero al voto del doctor los mismos Negri, haciéndolo igualmente por la afirmativa. La señora Jueza doctora Kogan, por fundamentos del señor Juez doctor Negri, votó también por la afirmativa. El señor Juez doctor Genoud, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Pettigiani, votó también por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: 1. He sostenido reiteradamente (B. 58.634, sent. del 12-IX-2001; Ac. 85.566, sent. del 25-VII-2002; L. 75.144, sent. del 26-II-2003; Ac. 86.221, res. del 19-III2003; Ac. 86.648, res. del 27-VIII-2003; Ac. 89.988, res. del 1-III-2004; Ac. 91.478, sent. del 5-V-2004, entre muchos otros), que corresponde brindar acatamiento a las doctrinas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya por su carácter atrapante en los tópicos federales en tanto último y más genuino intérprete de la Lex Maxima, (Bidart Campos Germán "El control de constitucionalidad de oficio en sede provincial", Revista "El Derecho", t. 100, p. 633) ya por la vinculación moral para los demás judicantes en las cuestiones no federales, sobre la base de los principios de celeridad y economía procesal. 2. Pues bien, sobre el tema que convoca a este Tribunal y respecto a las atribuciones del Congreso nacional para el dictado de la ley de concursos como de las consecuencias que derivan del carácter adjetivo de sus disposiciones, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha declarado que eminentemente particular la ley 24.522 es una norma procedimental "y sus referidas la competencia, las a de carácter prescripciones, en atienden a principios superiores de seguridad jurídica y defensa en juicio de público, los razón derechos por la y constituye cual ni las materia partes de ni orden los funcionarios encargados de aplicarlas pueden dejar de lado sus disposiciones" (caso "Arena", sent. del 5-II-1998, "La Ley", 1998-C-614). En dicho precedente, y ante la cuestión de competencia suscitada en litigio de sustancia laboral, señaló el Procurador General -a cuyo dictamen remitió el Alto Tribunal- que desde la sentencia in re, "Fernández, Sebastián c/Tomar S.A s/Accidente de trabajo", sent. del 3-X-1997), quedó definido que la citada ley fue dictada por el Congreso de la Nación en el marco de las facultades concedidas nacional en el conforme art. el 75 inc. plexo 12 de jurídico la de Constitución rango superior consagrado en el art. 31 de la Carta nacional, "razón por la cual las disposiciones locales que se encuentran en contradicción con el precepto legal mencionado, carecen de eficacia". En esta línea de pensamiento se enrolan asimismo varios constitucionalistas como Bidart Campos -citado por Quiroga Lavié "Constitución de la Nación Argentina Comentada", 2ª. ed. actualizada, Zavalía, 1997, pág. 392) y Badeni ("Instituciones de Derecho Constitucional", T. II, Ad-Hoc, 1999, pág. 268) quienes -y sin perjuicio del análisis en lo concerniente a los fundamentos y objetivos de la ubicación de la ley de bancarrotas entre las atribuciones del Congreso, así como del carácter común o federal de la materia y de la jurisdicción que a partir del mismo, resultaría dable demarcar- convalidan las potestades legislativas de la Nación para dictar normas de procedimiento atingentes e implicadas en los supuestos de quiebras o concursos. Es indiscutible, para los autores citados, que la circunstancia de que la legislación sobre bancarrotas sea considerada de derecho común -afirmación bajo crítica, que también expone Sagües Constitucional", declarándola t. (en II, inexplicable "Elementos pág. y 100, de Derecho Astrea, configurativa de 1997) un claro supuesto de mutación constitucional por sustracción- no le impide al Congreso dictar reglas de procedimiento dirigidas a establecer las formas y modalidades propias de la ejecución de los bienes del deudor. Existe, por tanto, un reconocimiento de emitir ciertas normas procesales en favor del Congreso no vinculadas a la defensa de derechos constitucionales, ni tampoco a la implementación de una ley federal, aun cuando no le sea reconocido tal carácter a la legislación de quiebras, y ello -reitero- más allá de la contradicción que pueda implicar y su perdurabilidad luego de la reforma idénticos constitucional términos la referida de 1994 que atribución mantuvo al en Congreso federal, incluida en la cláusula de los códigos después de consignada la frase que reserva a los estados locales la jurisdicción judicial sobre el derecho común. Contrariando esa orientación -expuesta desde la doctrina con prescindencia del carácter común o federal de la materia- desarrolla el con argumento fundamentos del tribunal relativos a de la grado se competencia prevista en la ley provincial 11.653, sin atender las razones de orden público y preservación del principio de paridad de los acreedores que contempla el fuero de atracción ejercido por la apertura del concurso, que debido a su carácter universal se proyecta respecto de todos los juicios en trámite contra la empresa concursada. 3. Queda señalado, pues, que no comparto la interpretación del a quo. Cabe tener presente que la Ley de Concursos posee carácter autónomo y un procedimiento de tipo colectivo con reglas jurídicas propias que reconoce como pilares el principio de conservación de la empresa, la protección del crédito de los acreedores y el criterio de paridad y el interés general por encima de cualquier otro rango particular. En el análisis de su razonabilidad y en una primera aproximación al tema, es preciso tener en cuenta la abarcativa e interdisciplinaria trascendencia y proyección del proceso multifacético falencial en el que que encierra participan un cuestiones entramado de orden individual y público, económicas, políticas y sociales que lo exhiben como tema de específico tratamiento global, delegado al Congreso de la Nación (art. 75 inc.12). Como "Códigos señala Procesales en Morello lo Civil (Morello-Tessone-Kaminker y Comercial -Prov. De Buenos Aires y de la Nación- Comentados y anotados", T. VIII -Concursos ley 24.522, Ed. Platense-Abeledo-Perrot, 1998, págs. 3 y ss.) la realización de los bienes del deudor para acreedores, satisfacer los verificados y derechos con subjetivos legitimación de los habilitada a través de la ejecución colectiva o especial que implica el proceso concursal, restantes dentro -y del no ensombrece decisivas- marco ni saca exteriorizaciones universal del proceso de escena las que acontecen bajo análisis, porque la suerte de los derechos es comprensiva de todos los existentes desde antes y asimismo de los que nacen y se modifican durante el trámite concursal. Dentro de esta perspectiva y proyección de trascendencia superior a la mera realización del patrimonio del deudor, resulta evidente -siguiendo el pensamiento del autor citado- que la creciente complejidad de las relaciones económicas y la moderna tipología contractual se erigen, entre otros, en cualificados factores determinantes de la exigencia de nuevos moldes, que -agrego- nutren de significación el interés supra provincial contenido en su regulación. Al igual que el derecho material, la explicación simplificada del concurso desde lo puramente adjetivo ha experimentado un notorio desplazamiento hacia otros propósitos y fines de composición de la insolvencia de la empresa; se persiguen respuestas más significativas que la reservada sólo a la liquidación. No se puede negar que lo instrumental del proceso siempre se halla condicionado por la propia suerte y destino del derecho material que, a su vez, en un campo tan versátil y diversificado como el de la bancarrota, adscripta a sucesivas políticas y filosofías, ha ido adaptando o acomodando su propio perfil. Este multifacético y complejo entramado de orden sustantivo y adjetivo constituye la plataforma a partir de la cual corresponde examinar la derivación que contiene en la concentración de los procesos de contenido patrimonial seguidos contra el deudor y, específicamente, de aquellos tramitados ante el fuero laboral provincial por los trabajadores en relación de dependencia. 4. Sobre el particular considero que la fuerza gravitacional que indudablemente ejerce -y necesita- el proceso concursal sobre la totalidad de los de contenido patrimonial, incluidos los laborales, no autoriza a considerar que importa en sí misma un instrumento que lleve a dejar de lado los principios que inspiran el derecho del trabajo, en cuya preservación sustentó el a quo la tacha de inconstitucionalidad. Desde esta perspectiva, la remisión de la causa al juez del concurso por imperio del fuero de atracción, no tiene necesariamente que traducirse en conculcación o cercenamiento de los principios protectorios y del debido resguardo de las garantías constitucionales que caracterizan al proceso laboral. Es preciso recordar inicialmente que los principios tutelares del derecho del trabajo se encuentran garantizados por la Carta Magna nacional a través del art. 14 bis y de los tratados internacionales incorporados con rango constitucional por el art. 75 inc. 22. Asimismo, de manera explícita, la Constitución provincial marca un incontrovertible rumbo tuitivo en materia laboral en el art. 39, cuyo inc. irrenunciabilidad, 3º garantiza justicia los social, postulados gratuidad de de las actuaciones en beneficio del trabajador, primacía de la realidad, indemnidad, progresividad y, en caso de duda, interpretación a favor del trabajador. De manera que los principios enunciados, cuya custodia esgrimió el tribunal de grado en sustento de la declaración olvidarse de con inconstitucionalidad, motivo de sino que procedimiento, insustituible en la la no variación deben actuación de sólo de no la sede constituir todos los pueden del nutriente magistrados provinciales y ser aplicados por ellos, cualquiera sea el fuero en que se desempeñen. Bajo dificultades esta que en óptica el se caso advierte de que sin se mayores apreciaran comprometidos los citados principios protectorios, el orden público, la estructura del proceso concursal, el derecho de defensa, o alguna otra garantía de linaje constitucional, los magistrados no sólo podrán, sino que deberán -por el imperativo enunciado- hallar los mecanismos necesarios para orientar el procedimiento en procura de una mayor posibilidad de resguardo de los mismos. Mas allá de las precisiones vinculadas a las razones que justifican y comprometen la concentración del proceso falencial, específicamente, respecto de las implicancias de la gravitación ejercida por el fuero de atracción del concurso sobre los créditos de origen laboral y los principios tutelares que lo informan, en un agudo análisis de la compatibilidad constitucional con las garantías del juez natural y el proceso justo -sobre todo atendiendo a los valores superiores de fondo comprometidos en la materia- señala Morello (Morello-Sosa-Berizonce, ob. cit, t. X-A Doctrina-Actualización, año 2004, págs. 559 y ss.), que si bien no hay argumentos atendibles para impedir la concentración ante el juez que conoce de la falencia, ello no significa que el estatus propio de la justicia de protección justicia o acompañamiento laboral, vea que define cancelada la el red modelo de de la garantías, beneficios y técnicas de compensación procesal que -por la formación y especialización operativa del juez del concurso cercenen, alteren, desmejoren o frustren la situación tutelable específica que constitucionalmente tiene ganada el trabajador dependiente. Sin que en función de la radicación concentrada se descabecen o malogren. Luego del desarrollo que formula a partir de una -no menos lúcida- visión de los intereses y valores comprometidos, el citado procesalista extrae las siguientes conclusiones y mensaje -que me permito transcribir atento la claridad y pertinencia de sus conceptos en relación a la cuestión examinada por esta Corte-: a. "Es prioritaria y afín al buen orden de las actividades judiciales, a la naturaleza y fines del proceso universal concursal, el fuero de atracción justamente reconocido al órgano específico mediante el cual se atraen y radican ante éste los demás -todos- juicios de contenido patrimonial contra el deudor. b. Sin embargo, el desplazamiento de la sede física y de la competencia propia del que jugaba como juez natural desde el inicio (el laboral) no queda vacía de significación porque el plexo sustancial e instrumental del derecho laboral que, rectoramente, disciplina el ejercicio, la medida y la dirección de los derechos y prerrogativas (Modelo de la justicia de protección o acompañamiento) de índole tuitiva pervive de manera real y es deber de los jueces preservar. c. Esa perspectiva superior tiene anclaje en el sistema de la justicia constitucional global, sin que un mecanismo técnico, de derivación práctica (la acumulación o concentración de causas ante un juez único) produzca una consecuencia disvaliosa que no reconoce apoyatura lógica o privilegiada ni le acuerda razonabilidad. d. De donde el juez del concurso o de la quiebra, al considerar y definir la suerte de tales derechos en la órbita del concurso conocimientos, específica no podrá flexibilizaciones del Juez laboral al dejar y de acaso que en asumir la los cultura verdad está sustituyendo sólo de manera funcional pero sin que pierda o desvirtúe los rasgos propios del derecho a aplicar y la sensibilidad o matiz de la interpretación que recortan la figura y peculiaridades del derecho laboral (el destacado es del original). e. Claro es que adecuando una simbiosis que reconoce la prioritaria incidencia de valores superiores que hay que armonizar en lectura totalizadora de conformidad con las metas (políticas, económicas, etc.) que indiquen las singularidades de cada concurso y las soluciones a las que se arribe". Cierra luego su análisis destacando la búsqueda -que es menester- de nuevos puntos de equilibrio y que está presente en toda litigación actual. manifestación dinámica como es la 5. Cabe agregar a lo expuesto que al ejercer el control de constitucionalidad, los jueces deben necesariamente pronunciarse sobre la razonabilidad de los medios elegidos, quedando fuera de su égida el análisis de su efectividad en función del propósito perseguido o la determinación de la hipótesis regulación, lo que legislativa. En consecuencia, hipotético es déficit en más materia la la recomendable propia crítica amplitud de en de discreción torno a un procedimental y valorativa no sirve por sí sola para justificar su tacha de inconstitucionalidad, la que sólo puede devenir de la existencia de una manifiesta desproporción de los medios elegidos para legislador, procurar extremo que, los fines por lo propuestos expuesto, por considero el no verificado en el caso. Queda expuesta, con lo dicho, mi adhesión al voto del doctor Negri y el mío por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: 1. Adhiero a la solución propuesta por el doctor Negri, con el siguiente alcance. a. En el sub lite, el Tribunal del Trabajo Nº 1 del Departamento Judicial de Necochea declaró la inconstitucionalidad del art. 21 incs. 1º y 5º de la ley 24.522, esgrimiendo -entre otros argumentos- las facultades constitucionales locales en materia procesal, a raíz de la autonomía propia que se deriva del sistema federal. Tales fundamentos sobre los cuales reposa el intento del tribunal de grado de resistir la radicación de la presente causa ante el juez que interviene en el concurso preventivo de la empresa demandada no pueden ser confirmados. i] Ello así, por cuanto al así decidir, el a quo desoyó inmotivadamente la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, reiteradamente, ha afirmado el carácter eminentemente procedimental de la ley 24.522 dictada por el Congreso de la Nación, en el marco de las facultades conferidas por el art. 75 inc. 12 de la Constitución nacional, cuyas prescripciones, en particular las referidas a la competencia, atienden a principios superiores de seguridad jurídica y defensa en juicio de los derechos y constituyen materia de orden público, por lo cual, ni las aplicarlas, partes, pueden ni dejar los de funcionarios lado sus encargados de disposiciones. Puntualizó, asimismo, el Alto Tribunal que la ley 24.522, en su art. 278, establece que las leyes procesales locales se aplicarán previsto en en la todo ley aquello de que concursos, no lo esté cual expresamente determina su aplicación subsidiaria, concluyendo que las normas locales que entren en contradicción con lo reglado por la ley de concursos y quiebras carecen de eficacia (cfr. causas "Arena", sent. "Piñero", sent. de 5-II-1998, "La de 26-VIII-1997, Ley", "La 1998-C, Ley", 614; 1998-B, 54; "Guillén", "Fallos", 319:2844, causa "Fernández Sebastián", Com. 43, LXXXIII, sent. de 3-X-1997, entre otras). ii] Ahora bien, el art. 21 de la ley 24.522, en su inciso primero, establece que la apertura del concurso preventivo concurso produce de "[l]a todos los radicación juicios de ante el contenido juez del patrimonial contra el concursado. El actor podrá optar por pretender verificar su crédito conforme a lo dispuesto en los arts. 32 y concordantes, o por continuar el trámite de los procesos de conocimiento hasta el dictado de la sentencia, lo que estará a cargo del juez del concurso, valiendo la misma, en su caso como pronunciamiento verificatorio", añadiendo en su inc. 5º que "[c]uando no procediera el pronto pago de los créditos de causa laboral por estar controvertidos, conforme al siguientes el acreedor procedimiento de esta Ley. debe verificar previsto Los en juicios los ya su crédito arts. 32 iniciados y se acumularán al pedido de verificación de créditos. Quedan exceptuados promovidos los juicios conforme por accidentes a la legislación ello se sigue de especial trabajo en la 24.522 ha materia". iii] De que la ley modificado el sistema imperante bajo la vigencia de la ley 19.551 estableciendo, como regla, que el concurso ejerce fuero de atracción respecto de las causas laborales en trámite, las cuales deben radicarse ante el juzgado donde tramite el proceso universal. Ello sin perjuicio de las excepciones contempladas en el inc. 5º de su art. 21 que prevé que tal desplazamiento de la competencia no opera en relación a los reclamos laborales por accidentes de trabajo que se funden en la legislación especial en la materia (conf. art. 21 inc. 5º, último párrafo de la ley 24.522). En síntesis, los únicos procesos laborales que quedan excluidos de la atracción concursal son los juicios por accidentes especial, de los trabajo que promovidos habrán de según seguirse la legislación ante la justicia especializada y, luego de recaída sentencia, el trabajador deberá insinuarse en el proceso concursal solicitando la verificación de su crédito. En este sentido se ha pronunciado la Corte Suprema de Justicia de la Nación al decidir que la ley 24.522 respecto Fallos: establece de las 319:2844, el fuero causas de atracción laborales 323:3645), en del trámite desplazamiento concurso (C.S.J.N., que opera incluso en relación a las demandas por las cuales el actor procura la reparación del daño sufrido a causa de un infortunio laboral, ejerciendo la opción del art. 16 de la ley 24.028 -esto es, fundamentando su pretensión en normas de derecho común-, pues está referida a un reclamo de contenido patrimonial que no se encuentra alcanzado por el trámite especial previsto en el inc. 5º de la ley 24.522 -del dictamen del procurador fiscal que la Corte hace suyo(causa "Sandoval", 2005-13,1895; sent. causa de 3-III-2005, "Gorosito", sent. "La de Ley", IM 9-XI-2000, "Fallos", 323:3645). b. Por lo demás, en cuanto a los restantes reparos formulados por el a quo a fin de fundar la tacha de inconstitucionalidad del art. 21 incs. 1º y 5º de la ley 24.522, comparto lo expresado por el doctor Hitters en los párrafos 1º, 2º y 6º del punto 3º, párrafos 1º a 5º del punto 4º y en el punto 5º, razones que estimo suficientes a los fines de acoger el recurso extraordinario interpuesto por la concursada. Por todo lo expuesto, doy mi voto por la afirmativa. El señor Juez doctor Roncoroni, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Negri, votó también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se hace lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley traído, impugnada en en consecuencia, cuanto declaró la se revoca la sentencia inconstitucionalidad del art. 21 incs. 1º y 5º de la ley 24.552, y la competencia del tribunal del trabajo a quo para seguir interviniendo en la presente causa, la que deberá ser remitida conforme lo que aquí se resuelve al Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial nº 22 del Departamento Judicial La Plata, en el que tramita el concurso de la demandada. Costas a la parte actora (arts. 289, C.P.C.C., 22 y 63, ley 11.653). Notifíquese.