Universidad de Morón “Imagen Papal” Medios de Comunicación II

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Universidad de Morón
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Relaciones Públicas
Medios de Comunicación II
“Imagen Papal”
Benedicto XVI según los medios de
Comunicación Masiva
Jorgelina Reinhold
0
INDICE
Introducción
1
Hipótesis
2
Objeto de Estudio
3
Imagen Mediática
4
Marco Teórico
Géneros Informativos
Noticias Pontífices
6
8
1
La Entrevista: un género clave para conocer a Joseph Ratzinger
Los estereotipos de la entrevista
El Papa a través de las crónicas
8
9
10
Imagen Histórica
Antecedentes Históricos
De Juan Pablo II a Benedicto XVI
Origen de la palabra Papa
Origen del Título
Tradición Catolica
Insignias Papales
Función del Papa
12
17
22
23
24
25
25
Anexo
Entrevistas
Jorge Ovando (Pastor Evangélico)
Jorge Torres Carbonel (Sacerdote Católico)
Jesús Manuel González (Lic. en Ciencias Internacionales)
Martín Pique (Periodista)
28
29
31
33
Imágenes de su vida
Imágenes de su asunción
34
36
La XLI Mundial de las Comunicaciones Sociales
Artículos Periodísticos
Conclusión
Bibliografía
.
37
39
52
53
INTRODUCCIÓN
La función principal de los géneros informativos de prensa es acercar al lector a los
acontecimientos de la manera mas objetiva posible, con abundancia de datos e indicadores que
permitan hacerle una idea clara y parezca de los hechos que se abordan. También reconoce el
valor que poseen los medios para relevarnos la personalidad de los líderes mundiales, en este
caso, la del Obispo de Roma.
El presente trabajo abordará el tratamiento que el Papa Benedicto XVI recibe tanto en los medios
gráficos como en Internet, desde su asunción; advirtiendo la importancia de no caer en
determinadas manipulaciones, como estereotipos y de no dejarse llevar por los rumores, a la hora
de afrontar de una manera profesional las informaciones.
2
Las alusiones, declaraciones e informaciones recopile para la elaboración de este trabajo, están
entresacadas de los siguientes diarios gráfico y on-line de ámbito Nacional e Internacional.
Clarín, La Nación, Página 12, La Razón, ABC, La Vanguardia, El País, El Mundo.
El trabajo contiene: información, crónicas y entrevistas, las cuales representaron para mí las
fuentes más relevantes para poder argumentar en forma clara y explicativa, la justificación a mí
hipótesis y poder transmitir el material elaborado.
Palabras claves: Papa, Benedicto XVI; Géneros Periodísticos, imagen, estereotipos,
interpretaciones, manipulaciones, objetividad, vida, obra,
HIPOTESIS
El tema elegido, es la imagen que los medios de comunicación trasmiten del Papa “Benedicto
XVI” y de este tema surge la Hipótesis: ¿SE CORRESPONDE CON LA REALIDAD, LA
IMAGEN QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MUESTRAN DEL PAPA?. Tanto
3
los medios Gráficos, como los sitios de Internet generan y transmiten diferentes mensajes, los
cuales son recibidos y percibidos por la sociedad; creándose así una imagen Negativa: ¿El Papa
es anacrónico, conservador, reaccionario, antipático? ¿O los medios lo muestran así? Y es así
¿Por qué?
La elección surge a partir de la lectura de una de sus obras: “Introducción al Cristianismo”,
con la cual sentí la necesidad de investigar en profundidad su vida y trayectoria desde su
asunción hasta la actualidad y de la imagen que transmiten los medios, las cuales me sugirieron
cierta tendencia negativa, para así concluir en mi propia visión.
.
Creo que es un aporte importante para la sociedad, ya que en los tiempos en que vivimos la
presencia de los medios de comunicación constituyen en la vida cotidiana de la gente uno de los
fenómenos culturales más importantes de las sociedades de fin de siglo, por esta razón estamos
obligados a prestarles una especial atención en su rol de productores de ideologías, saberes,
valores y creencias y a no considerarlos como un fenómeno residual de la cultura
contemporánea. En este sentido, no se trata tanto de saber como estos medios opacan u ocultan la
realidad, sino de indagar y saber que “Realidades Construyen”.
Hoy El problema autentico del contenido de La Fe Cristiana, esta rodeada de incertidumbre; La
teología tiene una inmensa tarea que cumplir, pues es ella principalmente el carisma de la
dirección, lucidez y penetración que el Espíritu a comunicado a La Iglesia y al ser El PAPA la
máxima autoridad visible de ella, es necesario este profundo análisis para obtener su verdadera
imagen; o al menos poder discernir si la que los medios difunden es la real, y si no lo es, porque
lo hacen.
OBJETO DE ESTUDIO
Es indiscutible el poder que los Medios de Comunicación, en general y la Prensa en particular,
ejercen sobre la opinión pública, pero no menos incuestionable es que los estilos personales y
los gestos inducen a determinadas maneras de ver y situarse ante cualquier actor social. Las
primeras palabras de Benedicto XVI, en el balcón central de la Basílica Vaticana, sorprendieron
por su sencillez y humildad. Mostraban la carta de presentación del nuevo Pontífice: “Queridos
hermanos y hermanas, después del gran Papa Juan pablo II, los señores cardenales me han
elegido a mí, un simple y humilde trabajador de la viña del Señor”.1
4
En este estudio afrontaremos el tratamiento que ha tenido la figura del Papa Joseph Ratzinger, en
los géneros informativos nacionales e internacionales (gráficos e internet), desde su
proclamación hasta la actualidad. Para poder sumariar o esquematizar a través de las alusiones,
declaraciones e informaciones que recogemos de los medios Nacionales: Clarín, La Nación. E
Internacionales: El País, ABC, La Razón y La Vanguardia y otros sitios de Internet que imagen
mediática tiene, y contraponerla a una imagen Histórica, construía a partir de testimonios de
estudiosos de distintas disciplinas, sobre la vida, acción o actitudes y su pensamiento a través de
sus obras, cartas y pronunciamientos en sus diversas funciones como prelado de la Iglesia.
1
Benedicto XVI: Bendición en Urbit et Orbit, plaza de San Pedro, Roma, 19 de abril de 2005.
IMAGEN MEDIATICA
5
TITULARES
Hoy Benedicto
XVI inicia su
papado
El mundo espera con ansiedad qué clase
de reinado será el de este Papa alemán,
un fiel.
Ratzinger: guardián
de la doctrina y
6
Tribunas y análisis - 13 de junio de 2005
bastión del ala
conservadora
La imagen de Benedicto
XVI
Benedicto XVI ofreció una
imagen cálida en sus
primeros pasos como Papa
El Papa espera
conquistar "a su
manera" a los
jóvenes católicos
Benedicto XVI decidió
cambiar el mecanismo para
elegir a los papas
Elegido Papa el
conservador Joseph
Ratzinger
LOS GRANDES DESAFIOS
Y LAS RESPUESTAS DEL
PONTIFICE
Benedicto XVI prepara
La “reforma” de la reforma
PRIMER ANIVERSARIO DE
PONTIFICADO DE RATZINGER
Benedicto XVI no
realiza grandes
reformas
OTRA POLEMICA POR UNA DISPOSICION DEL PAPA
Rebelión de ortodoxos,
coptos y protestantes contra
Benedicto XVI
Benedicto presentó
líneas de su papado
Ratzinger: GUARDIAN DE LA
DOCTRINA Y BASTIÓN DEL
ALA CONSERVADORA
Claves del papado de
Benedicto XVI
MARCO TEORICO
Géneros informativos
Los géneros informativos criban los acontecimientos de interés general y el alcance del
público. Los rasgos característicos que acompañan a lo noticiable son: la novedad, la
oportunidad de que se conozca el acontecimiento, la excepcionalidad, los intereses
6
editoriales del medio, etc. Así mismo, en torno al pontífice suponen las publicaciones
que realiza, las declaraciones sobre temas a los que es sensible la sociedad (paz, moral
sexual, solidaridad con el tercer mundo, diálogos con las otras religiones), lo
concerniente a sus primeras apariciones, sus contactos con los otros actores sociales y
políticos, sus viajes y el modo de ejercer liderazgo, así como los datos humanos sobre
su biografía (su pueblo natal, la enfermedad de su hermano, la afición a la música).
La prensa ha manifestado que el Papa ha dado la colegialidad en el sínodo de los
Obispos, su gesto para lograr la unidad con los ortodoxos y su afán ecuménico, su
valoración de la familia, etc. Las noticias como norma frecuente, recurre a la estructura
clásica de entradilla, desarrollo de la información y datos secundarios, dependiendo del
espacio que el medio les conceda. Los periodistas procuran un estilo objetivo en la
redacción, sin embargo los géneros informadores se hacen eco de rumores o filtraciones
que engrandecen determinados hechos o documentos, con los que distorsionan o
amplifican ciertos datos que MANIPULAN LA FIGURA DEL PONTIFICE y van en
detrimento de la neutralidad en el momento de canalizar la información.
Consideremos un ejemplo de titular de una noticia que contiene una filtración: “El
Vaticano prepara normas para prohibir que los homosexuales sean sacerdotes” 5 .El
diario cita simplemente como una fuente autorizada, aunque sin especificar su nombre,
a un “Funcionario de la Iglesia católica”. Cuando la Santa Sede dio a conocer la
“Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las
personas de tendencia homosexual antes de su admisión y a las Ordenes sagradas”6,
resulto que el texto gozaba de una moderación y respeto hacia los homosexuales, que no
concordaba con los rumores iniciales y suministrados por algunos periódicos. Otras
noticias han contado con titulares más llamativos y alarmistas: “El Vaticano lanza una
“Casa de Brujas” contra los homosexuales que integren los seminarios de EE.UU.”7,
hay una pasión por querer revelar conjeturas, una cierta suspicacia hacia la Santa Sede
pareciera ocultar, como es el caso de las razones por la cual se atrasa el caso de la
publicación de la primera encíclica del Papa: “Según alguna fuentes-desmentidas por el
altavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls- Los expertos habrían objetado que los
contenidos
“Sublimes”,por “La atenta y profunda reflexión teológica”, serían menos inmediatos y
quizás difíciles de comprensión por la comunidad cristiana8, son unas razones
fácilmente rebatibles, ya que Joseph Ratzinger ha escrito numerosas obras teológicas de
divulgación, en las que ha dado muestras de gran claridad y lucidez al abordad estos
temas más espinosos, delicados o profundos del misterios cristiano, como muestra la
7
lectura del libro-entrevista Informe sobre la Fe (Messori, V y Ratzinger;J. 2005) o (
Seewald, P y Ratzinger. J, 2005), por citar alguna de su extensa producción
bibliográfica.
Benedicto XVI en Brasil: ¿desinformación o manipulación?
Un enfoque sobre cómo los diarios digitales de Argentina trataron la
llegada del Papa a Brasil
Benedicto XVI y Lula
Un análisis de las portadas de los principales diarios digitales de Argentina acerca de la
llegada del papa Benedicto XVI a Brasil marca la sobre valoración del factor político.
Como elemento que se hace a la desinformación, al tratarse de una visita pastoral, los
protagonistas son dos: el Papa y la comunidad religiosa (el pueblo que visita); un
mensaje principal, el mensaje evangélico en boca del Sumo Pontífice y una serie de
mensajes de actualidad, desde la visión moral de la Iglesia Católica.
El título escogido por La Nación fue 'Benedicto XVI inicia en Brasil una visita clave'
El Papa llegó a Brasil, en un viaje marcado por la polémica del aborto', tituló Clarín
En Perfil el dato religioso quedó relegado: 'El Papa llegó a Brasil y fue directo al grano:
en su primer discurso se pronunció contra el aborto'.
En Argentina, la falta de formación de periodistas y editores en temas religiosos,
sumado a la apatía generalizada hacia la Iglesia Católica como institución y su excesiva
visión política de la realidad -como consecuencia de la ausencia del sentido espiritual-,
han hecho que a la hora de informar noticias religiosas se publiquen crónicas aburridas,
incompletas y polémicas, porque la visión religiosa así lo exige.9
5
La Vanguardia, 23 de septiembre 2005
http://www.vatican.va/roma_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_ccatheduc_doc_20054114_istruzione_sp.html
7
El Mundo, 16 de septiembre 2005
8
El Mundo 26 de Septiembre 2005
9
http://www.bottup.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1027&Itemid=70
6
“Noticias Pontífices”
Lo excepcional es la una explosión que termina imponiéndose en todos los medios,
como la repercusión informativa que tuvo su origen del hecho en el Papa, se colocará el
8
tricornio de un cadete de la guardia civil, al finalizar una de sus audiencias generales.
Esta información fue acrecentada en crónicas, revistas y lideró la portada de varios
periódicos, acompañada de elementos gráficos que realzaban la carga visiva; otra
imagen del pontífice que ha trascendió en los medios fue el uso del “Camaru”, un gorro
de brillante terciopelo rojo ribeteado de piel de armiño, que Benedicto XVI usa en las
audiencia públicas para combatir el frío, con el que parece asemejarse a Papá Noel. La
prenda había caído en desuso después del pontificado del Papa Roncalli (1958-1963).
Sus sombreros y atuendos, como la museta de terciopelo rojo y armiño, se han
transformado en elementos novedosos que llaman la atención y se tornan en noticia.
En otro elemento excepcional se han convertido algunas audiencias privadas que
concede el Papa Alemán. Recordemos la que mantuvo con la conocida periodista:
Oriana Fallaci o con el Teólogo Desdiente Hanks Kung. Así lo contaba Juan Vicente
Boo: “Benedicto XVI, sorprendió ayer al mundo revelando que recibió el pasado sábado
a Hanks Kung en la residencia de Castelgandolfo…”10.
Algunos periódicos por su línea editorial, ponen un mayor esmero en la información
alrededor del Romano Pontífice, otros relegan la labor informativa ahechos peculiares,
polémicos o estrictamente novedosos. Por ejemplo: tras la fiesta de Navidad, primer que
celebraba como sucesor de San Pedro, algunos periódicos no indicaban ninguna alusión
al asunto en sus ediciones del 26 de septiembre de 2005. ABC dedicaba portada,
editorial y crónica. El País hacia una llamada en su primera página e incluía una breve
explicación en la sección sociedad.
La Razón, ofrece una gran fotografía con un comentario en las primeras páginas, El
Mundo señala la información en la portada y dedica una crónica, La Vanguardia omite
esta noticia, aunque curiosamente en su sección de religión coloca a otro protagonista.
La Entrevista: un género clave para conocer al Papa Ratzinger
Pastora Moreno recuerda que “La entrevista, es el genero por el cual un profesional de
la información, un periodista, entra en contacto con un personaje público, el
entrevistado, del que se presupone interés periodístico, bien por sus declaraciones, por
su cargo o por su propia personalidad. (Moreno-1998:71).
Numerosas han sido las entrevistas en las que diferentes personalidades de diferentes
ámbitos, revelan el perfil humano y religioso del Papa Joseph Ratzinger; con la
consabida estructura de la presentación, desarrollo (preguntas y respuestas) y cierre. Los
entrevistados hablan de una persona “Humilde, sencilla, amable” “con gestos que
resuman “ternura”, “dispuesto a escuchar opiniones diferentes alas suyas”, “Inteligente,
efectivo, pensador brillante, “Reservado y tímido”, “Potencial, espiritual, teológico y
racional”, “Conservador con dotes de administrador”, “Hombre autentico”, “Que no se
casa con modas”, “Hombre de gran tradición eclesial”, etc.
10
ABC 27 de septiembre 2005
El arco de entrevistados comprende, desde relevantes Cardenales, pasando por
numerosos estudiosos y personas con una concepción más critica hacia el puntual
Pontífice, como podemos observar en las declaraciones de Ernesto Cardenal, poeta,
místico y revolucionario Nicaragüense: “Ratzinger, al ser elegido, dijo algo que no era
cierto. Dijo que a él Dios lo había elegido Papa y no es verdad: a este Papa no lo
9
escogió Dios, lo eligieron los Cardenales, los mismo, por cierto, que él había ido
nombrando hábilmente, porque en el anterior Papado era él quien tomaba las grandes
dediciones, como el nombramiento de los cardenales”.11
Los estereotipos de la entrevista
Más de veinte años al frente de la Congregación para la doctrina de la Fe y la labor “de cierta
prensa que se afana por presentarlo como un intransigente inquisidor”12, dibujaban un perfil
negativo de Joseph Ratzinger. El Cardenal amigo, asegura que “Sus primeros gestos y Primeras
imágenes que vimos ya están demostrando esas caricaturas de hombre duro” 13.El cardenal
Bertone es más categórico al aseverar que la imagen de “Gran inquisidor”, es fruto de un
estereotipo falaz.14
Paulatinamente se va mudando la imagen que se dibuja del Cardenal Ratzinger. Una imagen,
que se ha enfrentado a numerosos estereotipos recogidos de la prensa: “Carabinieri”,
“Tradicional” “Pansekardinal”; los estereotipos son recursos de manipulación que contarían,
gravemente la función primordial de los géneros informativos, sujetas a una fuerza arrolladora,
Pansekardel quiere decir cardenal tanque (atendiendo ala notoriedad y fama extrema de la
dureza del modelo de carro de combate “Pantera”, desarrollado durante la segunda guerra
mundial) Estos estereotipos se incluyen normalmente en las preguntas que formulan los
entrevistadores y en la mayoría de las ocasiones, son rebatidas por los entrevistados, que tratan
de enfocar de otro modo la deformación que provocan en la figura de Benedicto XVI.
Advirtamos algunas preguntas y respuestas, en torno a este asunto de los estereotipos en varias
entrevistas:
“Tenemos un nuevo Papa, al que se ha calificado de “Guerrero de la Fe” y
“Hombre de noes”15. Para el prestigioso cardenal Martín, esta valoración es superficial y
asegura, además, que “El nuevo Papa, no va a ser rígido, sino que escuchará y reflexionará con
libertad de sentimientos y apertura de la mente”16
En una entrevista concedida a La Razón días antes de su elección, el cardenal Ratzinger
atestiguo que “No acepto la etiqueta de fundamentalista”17, con relación a la declaración
“Dominus Iesus”, “Etiquetar a un documento fundamentalista, es una manera de evitar el
dialogo; es una etiqueta que no acepto porque no es justa”18. Esta capacidad para entablar
dialogo, de una manera libre y profunda es lo que va disipando algunos estereotipos; para los
más optimistas estas caricaturas se van a ir desvaneciendo de una manera rapidísima.
11
La Vanguardia, 29 de junio 2005
La Vanguardia, 26 de junio 2005
13
ABC, 26 de abril 2006
14
El Mundo, 21 de abril 2005
15
El País, 27 de abril 2005
16
Ibid
17
La Razón, 6 de abril de 2005.
18
El Mundo, 21 de abril de 2005
12
El Papa a través de las crónicas
10
Las crónicas nos proporcionan muchas pistas de cómo Benedicto XVI, se desenvuelve ante las
audiencias, solemnes, eucarísticas, saludos, visitas, bendiciones, etc.
La relación que podemos ver entre los titulares y el desarrollo de las crónicas.
“Benedicto XVI arremete contra totalitarismos e ideologías”19
“Ratzinger: guardián de la doctrina y bastión del ala conservadora”20
“El Papa pide en el cierre del sínodo,”Coherencia entre vida y Fe”21
Los Titulares anteriores son informativos, pero con su sola lectura podemos forjarnos
“Una clara idea de los hechos que se recogen en el cuerpo informativo” y a veces van
acompañados por subtítulos que los complementan en algún aspecto importante, unos
hacen hincapié en el tema su postura, otro de su función y en el último su mensaje
principal. Es curioso constar, que aunque parezca que las crónicas se van a centrar en el
tema titular, darám más espacio y calado a otros asuntos. Por ejemplo El País titula
Benedicto XVI arremete contra totalitarismos e ideologías y es sorprendente: El
discurso espiritual, casi onírico, escuchado con emoción por los jóvenes, algunos de
ellos con lágrimas en los ojos al sentirlo cerca y verlo sentado frente a ellos aunque
fuera en pantallas gigantes de televisión, Benedicto XVI dijo que al "poder estridente de
este mundo, Dios impone el poder inerme del amor". "Dios no le hace competencia a las
formas terrenales del poder", dijo, antes de invitarles a que se conviertan en "hombres
de la verdad, del derecho, de la bondad, del perdón, de la misericordia" y tengan como
ejemplo a los santos. "En las vicisitudes de la historia", dijo, "han sido los verdaderos
reformadores que tantas veces han remontado a la humanidad de los valles oscuros en
los cuales está siempre en peligro de precipitarse", aseguró en el país que fue cuna de la
Reforma protestante y que no reconoce la santidad.
19
20
http://www.elpais.com.uy/05/08/20/ultmo_169614.asp
http://www.elpais.com.uy/05/04/19/ultmo_148710.asp
21
El Pais, 24 de octubre 2005
11
IMAGEN HISTORICA
Joseph Ratzinger
BENEDICTO XVI
ANTECEDENTES HISTORICOS
12
Su vida y obra7
Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl (Baviera), diócesis de Passau, en el
seno de una familia de agricultores alemanes de profundas convicciones católicas. Su
progenitor, Joseph, desempeñaba, además, el cargo de comisario de la gendarmería e hizo
asimismo de profesor de su hijo, lo que con seguridad marcó el carácter tímido y retraído del
futuro Papa. En la familia fue clave el papel de la madre, Maria Peintner, que ejercía las tareas
domésticas y cuidaba de la buena marcha de sus otros dos hijos, Georg y Maria.
A los once años ingresó en el seminario, donde en 1941 fue obligado a inscribirse en las
Juventudes Hitlerianas, hasta el punto que en 1943 combatió en la II Guerra Mundial como
integrante de una unidad antiaérea. Terminada la guerra se apresuró a matizar: “Reniego de
aquel reino del ateísmo y de la mentira que fue el nazismo”.
Después prosiguió sus estudios de filosofía y de teología en el ateneo de Munich y en la escuela
superior de Freising, hasta que en junio de 1951 fue ordenado finalmente sacerdote. Los dos
años siguientes los ocuparía en preparar la tesis de doctorado, un ensayo sobre san Agustín que
fue calificado con un cum laude.
En 1957 inició su periplo como profesor de teología dogmática en el seminario de Freising,
hasta que dos años después sería nombrado catedrático de la Universidad de Bonn (1959-1963).
Después pasó a la de Münster (1963-1966), y de 1966 a 1969 ocupó la prestigiosa cátedra de
Tübingen, donde coincidió con Hans Küng, que se convertiría en el teólogo más admirado y
seguido por los jóvenes curas progresistas que habían depositado su esperanza y confiado su
futuro en los aires de apertura del concilio Vaticano II, convocado por el papa Juan XXIII en el
año 1962 y culminado por su sucesor, Pablo VI, en 1965.
El papa, la relevancia de un Liderazgo Mundial8
En esta aproximación al personaje, es conveniente destacar algunos datos biográficos.
EL Cardenal Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, nació el 16 de abril de 1927 en Marktl
(Baviera), diócesis de Passau, en el seno de una familia de agricultores alemanes de
profundas convicciones católicas. Su progenitor, Joseph, desempeñaba, además, el
cargo de comisario de la gendarmería e hizo asimismo de profesor de su hijo, lo que con
seguridad marcó el carácter tímido y retraído del futuro Papa. En la familia fue clave el
papel de la madre, Maria Peintner, que ejercía las tareas domésticas y cuidaba de la
buena marcha de sus otros dos hijos, Georg y Maria.
13
A los once años ingresó en el seminario, donde en 1941 fue obligado a inscribirse en las
Juventudes Hitlerianas, hasta el punto que en 1943 combatió en la II Guerra Mundial
como integrante de una unidad antiaérea. Terminada la guerra se apresuró a matizar:
“Reniego de aquel reino del ateísmo y de la mentira que fue el nazismo”.
Después prosiguió sus estudios de filosofía y de teología en el ateneo de Munich y en la
escuela superior de Freising, hasta que en junio de 1951 fue ordenado finalmente
sacerdote. Los dos años siguientes los ocuparía en preparar la tesis de doctorado, un
ensayo sobre san Agustín que fue calificado con un cum laude.
En 1957 inició su periplo como profesor de teología dogmática en el seminario de
Freising, hasta que dos años después sería nombrado catedrático de la Universidad de
Bonn (1959-1963). Después pasó a la de Münster (1963-1966), y de 1966 a 1969 ocupó
la prestigiosa cátedra de Tübingen, donde coincidió con Hans Küng, que se convertiría
en el teólogo más admirado y seguido por los jóvenes curas progresistas que habían
depositado su esperanza y confiado su futuro en los aires de apertura del concilio
Vaticano II, convocado por el papa Juan XXIII en el año 1962 y culminado por su
sucesor, Pablo VI, en 1965.
Teólogo de referencia9
En Tübingen, uno de los alumnos más brillantes de Ratzinger fue el brasileño Leonardo
Boff, con quien posteriormente protagonizaría sonados enfrentamientos, aunque
menores que los que mantendría con Küng, que se convertiría en su “bestia negra” y en
su adversario más duro.
Ratzinger se erigió, empero, en uno de los teólogos de referencia del concilio Vaticano
II, junto al propio Küng y Karl Rahner. A sus treinta y cinco años, el bávaro tenía ya un
admirable bagaje como docente. Llegó a Roma como experto en pleno debate sobre la
libertad religiosa, una de las temáticas que cerraron el llamado concilio del agio
ornamento de todos los temas de la Iglesia.
7
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/biography/documents/hf_ben-
8
xvi_bio_20050419_short-biography_sp.html.
Ibíd.
14
Su nombre se hizo familiar en el entorno eclesiástico y en el de los seglares cultos, hasta
el punto que salió del Concilio convertido en una estrella. Sin embargo, su fulgor pronto
empezó a languidecer entre los aperturistas, sobre todo porque quedó marcado por el
movimiento de Mayo del 68, cuyos aires de libertad y de cambio le convirtieron en un
acérrimo defensor de la fe frente al marxismo, el liberalismo y el ateísmo.
Al regresar de Roma ocupó de nuevo su cátedra de Tübingen hasta 1969, año en que
ganó por oposición la cátedra de Ratisbona, donde de nuevo siguió deslumbrando a
Pablo VI, quien leyó las diversas obras que Ratzinger escribió sobre los trabajos del
Concilio, un compendio, en definitiva, de sus lecciones universitarias: Introducción a la
cristiandad (1968).
Por ello, el 27 de junio de 1977, Pablo VI lo nombró obispo de Munich y lo elevó al
cardenalato. Había acabado el Concilio, que en buena medida se quedaría en letra
muerta, hasta el punto que la mayoría de los jóvenes curas, decepcionados, se alejaron
de la Iglesia, y los sectores laicos más comprometidos empezaron a organizar sus
propios foros de discusión al margen de la jerarquía.
En 1978 Ratzinger fue testigo del llamado “verano de los tres Papas”: Pablo VI, el
efímero Juan Pablo I (que inició el periodo de los Papas con nombre compuesto) y el
imprevisto Juan Pablo II. Ratzinger asistió ya como cardenal al cónclave que eligió a
Karol Wojtyla. El joven cardenal quedó deslumbrado por la entereza del nuevo
pontífice, inflexible en el dogma y la moral católica y acérrimo enemigo de aquel
régimen comunista que había amargado su juventud.
Lo cierto es que Ratzinger dio un giro radical en sus postulados, hasta el punto que los
devaneos de agio ornamento fueron quedándose difuminados, sobre todo a partir del
momento en que obtuvo permiso para viajar a Varsovia y entrevistarse con el futuro
Juan Pablo II, con quien trabó ya una sólida amistad.
9
ttp://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ratzinger.htm
15
El nuevo estilo del Papa polaco le fascinaría: simpático, cordial, viajero y flexible en el
trato, pero inamovible en el dogma y, sobre todo, en la más rancia moral católica. La
sintonía fue mutua, hasta el punto que, en 1981, Juan Pablo II lo nombró prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, institución que sucedía al Santo Oficio, de
ingrato recuerdo.
Prefecto eclesiástico10
El cargo, que asumió en 1982, le fue como anillo al dedo a Ratzinger, quien ya se había
apartado definitivamente de sus postulados progresistas y tenía el ojo puesto en los
nuevos aires de liberación que flotaban en ciertos ambientes eclesiásticos. En ello
coincidía plenamente con Wojtyla, que había traído a Roma un catolicismo beligerante,
arcaico y fundado en un Derecho Canónico obsoleto. (En 1996 Juan Pablo II lo
confirmaría en el cargo por tiempo indefinido.)
En 1984, después de haberse enfrentado de nuevo con Küng, a quien había apartado de
su cátedra de Tübingen en 1979 (en especial porque puso en entredicho uno de los
dogmas del catolicismo, la infalibilidad del Papa, promulgado por el concilio Vaticano
I, y hasta más tímidamente el de la divinidad de Cristo, ya establecida en el concilio de
Nicea en 323), Ratzinger arremetió contra la llamada Teología de la Liberación con el
documento Instrucción de la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe sobre
algunos aspectos de la Teología de la Liberación. Los pensadores más relevantes de ese
movimiento fueron apartados de la docencia o simplemente decidieron alejarse de esta
doctrina, como Boff o Gustavo Gutiérrez.
Aquel mismo año de 1984, cuando la Santa Sede y el Estado Vaticano intentaban un
tímido acercamiento a los países del bloque comunista situados detrás del telón de
acero, Ratzinger, sin consulta previa, dijo urbi et orbi: “Los regímenes comunistas, que
pretenden liberar al hombre, son sólo una vergüenza de nuestro tiempo”.
La dinámica de la involución fue in crescendo, y se plasmó de forma inequívoca en el
nuevo Catecismo de la Iglesia católica (1992) que le encargó el Papa y, sobre todo, en
la carta Dominus Iesus (2000), firmada por Ratzinger y que asestó un duro golpe al
incipiente diálogo con las otras iglesias cristianas. En ella se sostiene que “sólo en la
Iglesia católica se encuentra la salvación”. Retrocedía al axioma obsoleto del Roma
locuta, causa finita. Hacía apenas unos meses que Ratzinger se había repuesto de una
hemorragia cerebral que le dejó secuelas en un ojo y que se reprodujo parcialmente en
1993, pero eso no fue óbice para que siguiera al frente de sus cargos de guardián de la
ortodoxia. En los años noventa prosiguió su vasta obra con títulos como Evangelio
(1996), La fe como camino (1997), De la mano de Cristo (1998) y Verdad, valores y
poder (1998).
10
Ibid
En noviembre de 2002 era ya decano del Colegio Cardenalicio y pareció que iba a
solicitar la jubilación. Pero aguantó porque se sentía moralmente obligado a tomar el
16
testigo de un Wojtyla que se apagaba a marchas forzadas. Es cuestionable que estuviera
seguro de que él iba a ser el sucesor, a pesar de los rumores que corrieron poco antes del
cónclave, al que asistían 115 de los 117 cardenales con derecho a voto.
Lo cierto es que Ratzinger sonaba tanto o más que otros, como el cardenal de Milán,
Dionigi Tettamanzi, representante del sector menos conservador. Ratzinger, que en la
homilía del funeral de Juan Pablo II y en la de la misa previa al cónclave reivindicó las
virtudes de la ortodoxia y denunció la dictadura del relativismo y a quienes, dentro del
catolicismo, no se sujetan a los dictados de Roma, se perfiló como el incuestionable
candidato de la mayoría, conservadora, con representantes de varias organizaciones
influyentes: Opus Dei, Legionarios de Cristo o el movimiento Comunión y Liberación,
entre otros.
Con setenta y ocho años de edad, fue elegido 265º Papa de la Iglesia católica el 19 de
abril de 2005. Con el nombre de Benedicto XVI sucedía a Juan Pablo II, que había
fallecido el 2 de abril, después de haber ocupado el trono de san Pedro durante veintiséis
años.
El cónclave eligió nuevo Papa en apenas dos días, una de las decisiones más rápidas de
la historia, tras las de Julio II (1503) y Clemente VIII (1592), que fueron elegidos en un
solo día. Al balcón principal de la plaza de San Pedro se asomó “un humilde servidor de
la viña del Señor” que se convertía en el Papa número 265, el primero elegido en el
siglo XXI después de los ocho del siglo XX, y en el séptimo alemán, tras Gregorio V
(996-999), Clemente II (1046-1047), Dámaso II (1048, porque falleció al cabo de un
mes). León IX (1049-1054), Víctor II (1055-1057) y Adriano VI (1522-1523).
Quizás, como varios de sus compatriotas, sea un Papa de transición, pero quienes le
atienden aseguran que aún goza de una salud de hierro y que ostenta una gran
preparación, que le ha merecido varios reconocimientos, entre otros el doctor honoris
causa por la Universidad de Navarra (1998) y por la Facultad Teológica Papal de la
polaca Wroclaw (2000). Además, desde 1992 es miembro de la Academia de las
Ciencias Sociales y Políticas de París.
Por el alborozo que la aparición de Benedicto XVI levantó en la plaza de San Pedro,
cabe asegurar que los presentes tuvieron el Papa que esperaban y se merecían. Tomó un
nombre inesperado, en honor de Benedicto XV, el genovés Giacomo Della Chiesa, que
reinó de 1914 a 1922, y que se distinguió por la búsqueda de la paz en la I Guerra
Mundial y favoreció la creación del Partido Popular, embrión de la futura Democracia
Cristiana. Y, sobre todo, fue (quizás sea éste el motivo principal por el que Ratzinger
escogió ese nombre) quien publicó el Codex Iuris Canonici (Código de Derecho
Canónico, 1917).
Pero los retos que esperan a Ratzinger son muy distintos: la globalización, el papel de la
mujer, el celibato, el aborto, la libertad sexual, la creciente descatolización y aun
descristianización del mundo, la alarmante falta de vocaciones sacerdotales, el diálogo
con las otras religiones, la crisis teológica… Y, en particular, el avance de la Iglesia
17
evangelista en América Latina (en pocos años ha captado a más de 24 millones de
católicos) y de la hegemonía creciente del islamismo en África y Asia. Temido y
admirado a partes iguales por progresistas y conservadores, Benedicto XVI tiene ante sí
el difícil reto de dirigir y guiar los designios de la Iglesia católica en el siglo XXI.
De Juan Pablo II a Benedicto XVI
1.
Breves antecedentes Históricos12
La transición de Juan Pablo II a Benedicto XVI ha sido seguida paso a paso por
millones de televidentes. Católicos o no, a todos nos afecta lo que piense el nuevo Papa.
Será el líder espiritual de uno de cada seis habitantes del mundo. ¿Cuál ha sido el
legado de Juan Pablo II? ¿Qué implicará el presente cambio? ¿Por qué las ideas papales
serán debatidas cada vez más en nuestras sociedades? ¿Por qué, católico o no,
probablemente me veré envuelto en estos debates? El tema es válido, como veremos,
para creyentes y no creyentes.
2.El programa de Juan pablo II13
A partir del Concilio Vaticano II (1962-1965) y hasta el comienzo del pontificado de
Juan Pablo II, la Iglesia Católica experimentó un conjunto de cambios progresistas en
todas las áreas. Entró en verdadero diálogo con "el mundo" y de ese diálogo surgieron
muchos cambios positivos. Entre ellos: un importante sector asumió la búsqueda de una
mayor justicia para los pobres y para otros sectores marginados, se realizó un fructífero
diálogo y armonía crítica con ciencias muy diversas (ciencias sociales, psicología,
biología evolutiva, astronomía, etc.), la teología se renovó y pluralizó enriqueciendo la
reflexión cristiana y el ecumenismo…
Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo con esas tendencias y así surgió un ala
progresista y un ala conservadora, ambas con muy importantes matices en su interior.
Pablo VI, pontífice en ese entonces, buscó mantener la unidad entre ambas corrientes
avivando el diálogo con el fin de que, poco a poco, la Iglesia fuera encontrando su
nuevo camino y una mayor unidad en la pluralidad.
En ese contexto, al morir Pablo VI y tras el muy breve reinado de Juan Pablo I, fue
electo nuevo Papa Karol Wojtyla, quien asumió las riendas de la Iglesia en 1978 con el
nombre de Juan Pablo II. Con el correr del tiempo pudo apreciarse con claridad cuál era
el objetivo de su Mandato. Este no era otro que lograr la restauración en la Iglesia, es
decir, neutralizar suficientemente al sector progresista y retomar plenamente el dominio
conservador dentro de la Iglesia para así incidir con fuerza sobre las sociedades
actuales. Su pontificado duró 26 años, fue uno de los más largos de la historia
eclesiástica y eso le permitió el tiempo suficiente para llevar a cabo su proyecto
restaurador.
Podemos decir que su metodología de acción consistió en dos puntos fundamentales. El
primero de ellos, hacia los fieles católicos y la población religiosa en general, fue
aprovechar la "religiosidad popular" del mundo actual para reforzar en ella los aspectos
religiosos conservadores. En esa dirección se sitúa: viajar hacia diversos países (visitó
más de 130 países y recorrió más de un millón de kilómetros -el equivalente a ir de la
18
tierra a la luna tres veces-); utilizar los medios de comunicación social para reforzar
dicha religiosidad en diversos aspectos (providencialismo, verticalismo, etc.); canonizar
a un sinnúmero de santos para favorecer una renovada adhesión al catolicismo en cada
país o región; mostrarse como un Papa cercano, predicando una doctrina clara y
simplista y apelando principalmente a la dimensión sentimental de las masas.
El segundo punto metodológico estuvo dirigido hacia dentro del aparato eclesiástico
buscando descabezar a la corriente progresista. En esa dirección se sitúa:
a) La persecución a 164 teólogos progresistas ocupados en temas muy diversos, entre
ellos: Boff (opción preferencial por los pobres, visión de la Iglesia), Curran y Keanne
(moral católica), Schillebeeckx y Kung (visión de la Iglesia), Mc Neill
(homosexualidad), Kosnik (sexualidad); Sobrino (visión del Jesús histórico); Balasuriya
(incultuación);
Gutiérrez
(método
teológico).
b) El hostigamiento a personalidades relevantes de la Iglesia comprometidas en la lucha
por los pobres y otras causas de avanzada: Mons. Oscar Arnulfo Romero, Sergio
Méndez Arceo, Samuel Ruiz, Ernesto Cardenal, Pedro Casaldáliga, Ignacio Ellacuría,
Amando López, Juan R. Moreno y muchos más (varios de ellos mártires).
c) La sustitución progresiva, a lo largo del pontificado, de obispos y cardenales
progresistas por nuevos eclesiásticos conservadores, aunado al retroceso en los
contenidos
doctrinales
que
se
enseñaban
en
los
seminarios.
d) El bloqueo consistente a diversas órdenes religiosas progresistas (los jesuitas y
dominicos, por ejemplo) y su sustitución por un nuevo organismo restaurador: el Opus
Dei.
e) El impulso a nuevas formas de organización laical con contenido exigente en lo que
toca los comportamientos personales pero poco inclinados a integrar una dimensión
social en pro de los más necesitados. Paralelamente, se combatían las comunidades
eclesiales de base presentes en la lucha por la justicia social como expresión de su fe.
f) La sustitución, paralela a todos esos cambios, del pluralismo teológico post-conciliar
por un cuerpo uniformado de doctrina expresado a través de cartas pastorales,
encíclicas, derecho canónico y catecismo.
El articulador del segundo punto metodológico, la represión al interior de la Iglesia fue,
desde 1981, el Cardenal Joseph Ratzinger. Era el responsable de la Congregación para
la Doctrina de la Fe, nombre actual de la muy conocida Inquisición. Desde esa posición,
siendo un personaje clave en la estructura Vaticana y en la política restauradora de Juan
Pablo II, llegó a ser decano del actual colegio Cardenalicio integrado por 117
cardenales con derecho al voto para elegir un nuevo Papa.
11
ttp://www.solidarigay.com/phpindex/html/modules.php?name=News&file=article&sid=118
12
Ibíd.
13
Ibíd.
3.Resultados de la Política Vaticana14
19
3.1. Sus logros.
Con 26 años de margen para impulsar esa política, podemos decir que el resultado fue
exitoso en cada de las dos vertientes metodológicas y, más aún, al combinarse una con
otra. Así, mientras el Papa visitaba países levantando multitudes y fortaleciendo una
religiosidad tradicional, el movimiento progresista era paulatinamente descabezado. Los
ruidos de la multitud avivando al Papa estaban íntimamente unidos al silencio que el
Cardenal Ratzinger imponía, de una u otra forma, al ala progresista de la Iglesia.
Este resultado se vio reforzado ante la caída del bloque soviético cuyo primer eslabón
fue la Polonia natal de Juan Pablo II. Ahí, su mensaje hacia la religiosidad popular
polaca, tocó los hilos de la cultura nacional e identidad. Ese conjunto ideológico devino
posteriormente en fuerza material al integrarse en el sindicato solidaridad e iniciar por
esa vía la caída del régimen encabezado por Jaruzelsky. Tras el efecto dominó en los
países del Pacto de Varsovia y la posterior caída del régimen soviético, el Papa emergió
con un innegable prestigio mundial. Esos mismos acontecimientos provocaron
paralelamente una oleada conservadora generalizada y una nueva era simbolizada por
Ronald Reagan con quien, por distintas causas y métodos, la política vaticana coincidía
y se articulaba en gran medida.
El resultado final fue una Iglesia restaurada en donde los sectores progresistas, aunque
ciertamente aún existen, están sumamente debilitados en sus posibilidades de hacer
contrapeso significativo al integrismo vigente. Esta realidad refuerza y es reforzada por
las actuales tendencias mundiales conservadoras representadas ahora por George W.
Bush. No solo las fuerzas progresistas de la Iglesia Católica están en cierta forma contra
la pared, sino también las fuerzas progresistas del mundo.
3.2. Sus debilidades.
Pero la política restauradora también pagó serios costos. De múltiples formas alejó a
muchos; muchos sectores de sus flias. Entre ellos:
-a los que deseaban una religión que favorecía moral y realmente cambios estructurales
a favor de los pobres en nuestras sociedades, a las multitudes de mujeres como lo
muestran las diminuidas tareas de natalidad de muchísimos países, que usan pastillas
anticonceptivas enfrentando las prohibiciones de la iglesia.
-a los homosexuales que, incorporando los resultados de las ciencias psicológicas,
luchan por sus derechos humanos y no quieren ser discriminados por sus preferencias
sexuales.
-a activistas contra el VIH-sida que consideran que usar un preservativo es mejor -o al
menos un “mal menor”- que al morir de sida
-a las jóvenes que no entienden por qué un adolescente de su edad puede aspirar a ser
sacerdote; pero ellas no.
-a los jóvenes candidatos al sacerdocio que no entienden el por qué de la necesidad del
celibato, si la Iglesia vivió sin esa disposición sus once primeros siglos;
- y a los que, en definitiva, querían una iglesia en sintonía con nuestros tiempos.
Importantes escándalos sacudieron la Iglesia dirigida por Juan Pablo: el abuso sexual de
sacerdotes contra menores, la violación de monjas por parte de sacerdotes en África
20
para protegerse de los peligros del sida, la corrupción en Instituciones Bancarias ligadas
al Vaticano (Baste recordar el caso del Banco Ambrosiano de Milán, cuya quiebra fue
una colosal estafa que costó a los acreedores y a los contribuyentes italianos 287
millones de dólares y a los fieles de la Iglesia al menos 241 millones de dólares y cuyo
director, el banquero Roberto Calvi, fue hallado ahorcado bajo un puente de Londres).
Y, en todos esos casos, el intento sistemático de la Iglesia en ocultar dichos problemas.
Durante el papado de Juan Pablo II muchos fieles dejaron el catolicismo para refugiarse
en iglesias evangélicas, disminuyó enormemente la asistencia a misa en muchos países
y se incrementaron los problemas para reclutar y lograr la perseverancia de jóvenes
seminaristas.
No pocos han señalado que buena parte de los escándalos pudieran haberse evitado
abriendo las puertas a algunas de las reformas propuestas. Por ejemplo, permitir
sacerdotes casados (sea desde una tendencia hetero u homosexual como ya lo hacen
algunas Iglesias protestantes), evitaría un conjunto de insanas relaciones y
transparentaría con mayor claridad a los que tienen problemas de orden psíquico
(paidofilia) para ser así psicológica y fraternalmente atendidos antes de causar daño.
Ciertamente eso no evitaría totalmente la ausencia de abusos a menores y a religiosas
pero, lejos de la situación actual en que se tiene conciencia que apenas se conoce la
punta del iceberg, los casos disminuirían enormemente. Al mismo tiempo, de permitirse
la ordenación de mujeres, el alcance numérico de ministros de la Iglesia fácilmente
duplicaría o triplicaría el número actual de sacerdotes permitiendo una mejor atención a
los fieles. Mucho más si el celibato no fuera una obligación para hombres y mujeres,
heterosexuales u homosexuales, que tras cuidadosa formación teológica y espiritual,
pudieran ejercer su ministerio con transparencia personal. ¡Cuántos jóvenes de ambos
sexos tienen profundas vivencias religiosas e inclinación al servicio y sin embargo no
dan un paso hacia el sacerdocio por constatar, con realismo, que no tienen el don del
celibato!
Pero la realidad o su tendencia no es esa. Al contrario. La última elección papal muestra
el serio intento de continuar y profundizar el camino restaurador.
3.3. La perspectiva de Benedicto XVI
El Cardenal Ratzinger fue electo tras solo dos días de deliberación. Fuentes
generalmente bien informadas señalan que al parecer estuvo cerca de alcanzar 100 de
los 117 votos totales en dicha elección. Esto nos confirma que no hay debate interno: la
Iglesia Católica está casi plenamente en manos del sector restaurador. Casi todos los
Cardenales fueron electos por Juan Pablo II con una ideología obviamente integrista. Y,
desde hace 24 años, Ratzinger fue siempre consultado por el Papa al hacer nuevos
nombramientos. En este sentido podemos decir que el nuevo Papa, Benedicto XVI, es
la expresión victoriosa de la política desarrollada por Wojtyla.
Sin embargo esto no quiere decir que el Mandato del nuevo Papa será fácil. Esto se
debe a que, muchos de los puntos especialmente conservadores de la Jerarquía
Eclesiástica, serán debatidos necesariamente por la sociedad civil y política de una gran
cantidad de países. En efecto, asegurado el control a lo interno de la estructura.
Eclesiástica, el Vaticano está comenzando a ordenar que católicos que ocupan puestos
políticos actúen pública de que funcionarios del Estado no autoricen el uso del condón.
21
Como una de las varias medidas para combatir el sida o la prohibición a legisladores
católicos de permitir legalmente lo que el Vaticano considera errado. Es de esperar que
tendencias de este estilo se acentúen en el pontificado de Ratzinger, principalmente en
sociedades poco laicas como las latinoamericanas.
En esa medida, importantes sectores de la sociedad que no son católicos y que piensan
en forma diversa al Papa, se opondrán, con todo derecho, a que se impongan en su
sociedad civil los preceptos propios de una religión que no es la suya. Pero no solo
ellos. Los católicos laicos que no concuerden con el Papa Benedicto también se podrán
oponer y con pleno derecho.
¿Por qué decimos esto último? No se puede negar y olvidar que los católicos están
obligados a obedecer al Papa cuando este habla ex cátedra. En ese caso implica
infalibilidad y está referida a aspectos revelados tales como: los dogmas de la divinidad
de Cristo, la institución de los sacramentos por Cristo, la Inmaculada Concepción y
Asunción, etc. Pero no son estos los temas que están abiertos en debate actual.
Existen, además de ellos, una gran cantidad de temas que pertenecen a enseñanzas no
infalibles y que aparecen expresadas en encíclicas, exhortaciones apostólicas y
declaraciones (vengan del Papa o de Congregaciones Romanas). Normalmente un
católico los considerará materia razonada, segura y convincente. Pero hay ocasiones en
que puede y debe legítimamente disentir. Así, en cuestiones de actualidad, iluminadas
por nuevos avances de las Ciencias, tienen obligación de escuchar con corazón abierto
las razones Papales, de estudiar con seriedad los pros y contras del tema en debate pero,
finalmente, de seguir su propia conciencia. Incluso los Documentos del Concilio
Vaticano II (Lumen Gentium, art.37 y Gaudium et Spes, art.62) y del Derecho
Canónico (Canon 212, 3) así lo reconocen: "En la medida de la ciencia, de la
competencia y del prestigio que poseen, tienen el derecho y aún a veces la obligación,
de manifestar su parecer". Y citan además a Pío XII quien dijo: "En las batallas
decisivas, es muchas veces del frente (y no del mando), de donde salen las más felices
iniciativas". Pedro, el primer Papa, fue duramente criticado por el laico Pablo de Tarso:
"Cuando Pedro vino a Antioquia, abiertamente me opuse a él -afirma-, pues era digno
de reprensión" (GAL.2,11). Posteriormente Pedro daría la razón a Pablo.
La crítica razonada es necesaria. Tomemos tan solo un ejemplo de la historia. Por
mucho tiempo, fue parte de las enseñanzas no infalibles del Papado la justificación de la
esclavitud. Nos preguntamos ¿qué hubiera sucedido en la Iglesia y en la sociedad si no
hubiese habido voces valientemente críticas de tal posición?
Algunos han señalado que un único punto pudiera ser novedoso en el pontificado de
Benedicto XVI y es el eventual llamado y acción en contra de la guerra y a favor de la
paz en el mundo. De hecho, en múltiples ocasiones, Juan Pablo recordó esta necesidad.
Se opuso a las guerras del Golfo ("La guerra contra Irak -expresó- no tiene ninguna
justificación moral"), se pronunció contra la guerra de Kosovo, se resistió a la guerra de
Afganistán. También se opuso al embargo contra Irak y Cuba. Reivindicó el derecho de
los palestinos a constituir una nación. La paz entre los pueblos, basada sobre la justicia
en sus relaciones, fue para él un leitmotiv constante. Fue así porque la denuncia de las
causas reales de las guerras no fue muy explícita.Los profundos lazos entre guerra y
poderes económicos mundiales no fueron expresados. Ello hizo que el discurso perdiera
gran parte de su credibilidad. Ratzinger tomó el nombre de Benedicto como inspiración
22
para luchar por la paz mundial. Pero, ¿logrará ir más allá de lo realizado por Juan Pablo
II? ¿Se atreverá a enfrentar imperios que buscan un nuevo reparto del mundo
especialmente en la más rica región petrolera de nuestro planeta? No son pocos los que
piensan, y nosotros entre ellos, que, también acá, Ratzinger se quedará corto. No será
fácil perder el apoyo de los gobiernos conservadores de países altamente desarrollados.
No es fácil seguir a Jesús hasta la cruz.
Recapitulando todo el conjunto podemos afirmar que, probablemente, lo que ha sido en
gran parte un debate al interior de la Iglesia Católica pasará a ser un debate de las
sociedades democráticas en forma cada vez más evidente. Sociedades, no hay que
olvidarlo, en las que también existen fuertes corrientes conservadoras dotadas de
importantes medios de comunicación. Pero en donde también existen fuerzas
formidables de creyentes y no creyentes que, tomando amplia distancia del afán de
consumo y el hedonismo, harán valer sus convicciones ciudadanas para impulsar, así lo
esperamos, un mundo más equitativo y solidario.
Origen de la palabra Papa14
La palabra "Papa" proviene del latín papas y ésta del griego πάππας (páppas), "papá",
usado en oriente como signo de respeto con obispos y presbíteros y en occidente desde
el siglo III específicamente a los obispos. Mencionado en relación al obispo de Roma
desde el siglo V como "Papas Urbis Romae" y con exclusividad desde el siglo VIII.
Otra explicación es que puede ser el acrónimo de las palabras latinas Petri Apostoli
Potestatem Accipiens, que quieren decir "El que recibe la Potestad del Apóstol Pedro".
Gregorio XI ordenó el título como modo formal de nombrar a los obispos de Roma.
Propuesta por Urbano II, tras el Gran Cisma, para designar a todos los primeros
pontífices de la religión católica en 1098, reúne las iniciales de:




Pedro (primer encargado de la iglesia)
Apóstol (que significa 'enviado')
Pontífice ('constructor de puentes (entre el ser humano y Díos)')
Augusto ('consagrado').
Una tercera explicación es que es la unión de las dos primeras sílabas de las palabras
latinas: Pater y Pastor, que se traduce como "Padre y Pastor"
13
Ibíd
14
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=5897
Orígenes del título15
23
La visión de la Iglesia Católica de los relatos evangélicos en torno al apóstol Pedro
resalta su preeminencia sobre los demás apóstoles: Jesús le da un nombre especial,
Cefas (Roca) (MC 3,16; Juan 1,42), el cual señalaría la futura misión del apóstol. Unido
a las menciones siempre nombrándolo primero que hacen los evangelistas de él, incluso
recibiendo el título de "el primero" (MT 10,2) y sobre todo en Mateo 16, 13-20 donde
Jesús le hace entrega a Pedro de las "llaves del reino de los cielos" y se refiere a él como
la roca donde fundaría su Iglesia. Luego de la resurrección Jesús nuevamente le
menciona su papel: "apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas" (Juan 21, 15-17)
donde apacentar en términos bíblicos es "gobernar" (ejemplo Hechos 20,28). Según la
visión de la Iglesia Católica, el evangelio reflejaría la voluntad de Jesucristo de que sus
discípulos permanecieran unidos bajo la dirección de Pedro, a quien Jesucristo dio ese
nombre en un momento solemne, llevando a sus apóstoles a una ciudad edificada junto
a una roca, Cesárea de Filipo: "Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta roca, Yo
edificaré mi Iglesia y el poder del infierno no prevalecerá contra ella. A ti te daré las
llaves del Reino de los cielos; y todo lo que atares sobre la tierra será también atado en
los cielos; y todo lo que desatares sobre la tierra será también desatado en los cielos"
(Mateo, 16, 13-20).
La interpretación de las llaves del Reino de los Cielos actual no se hizo hasta el papa
Gregorio VII. La interpretación más común de los Padres de esta metáfora es la
predicación de Pedro, el cual abrió el Reino de los Cielos a los judíos (Hechos 2) y a los
gentiles (Hechos 10).
Otros hechos bíblicos mostrarían el papel de dirección que tiene Pedro: se encarga de
iniciar la dirección del que tomaría el lugar de Judas (Hechos 1,15), el primero en salir a
hablar luego de la venida del Espíritu Santo (Hechos 2, 14), el primero en hablar en el
concilio de los apóstoles (Hechos 15, 17). Todo ello es interpretado por la Iglesia
Católica como muestra del papel y misión que Jesús dio a Pedro en relación con la
Iglesia que él supuestamente fundaría.
Por tales motivos Pedro es considerado dentro de la Iglesia Católica como el primer
Papa. Aunque en aquel tiempo no llevaba el título pero sí la misma función y autoridad.
Pese a esto, muchos Padres de la Iglesia dicen que la piedra a la que se refiere Cristo es
su confesión, no Pedro; pero sin rechazar el pontificado.
Autoridad del Papa16
El gobierno jerárquico de la Iglesia Católica se basa en la autoridad de los sucesores de
los apóstoles, llamados obispos, reunidos en concilio bajo la autoridad del primero de
los obispos. Para los católicos romanos, éste es el obispo de Roma, llamado Papa,
porque tanto Pedro (que primero se trasladó de Jerusalén a Antioquia de Siria) como
Pablo murieron en Roma. Ésta es una de las razones por la que, a partir del siglo XI, la
iglesia de esa ciudad fue reconocida por la Iglesia de Occidente como cabeza de las
demás iglesias católicas romanas: por haber tenido dentro de sí a dos apóstoles, dándole
por ello mayor autoridad frente a otras ciudades que sólo habrían tenido a uno. Para el
caso de Pablo, además del testimonio de sus cartas desde la prisión romana, existen
testimonios arqueológicos y escritos de su martirio en Roma. Más importante es el caso
24
de Pedro, a quien los católicos considera que suceden los 264 papas que después de él
han regido la Iglesia Católica Romana.
Tradición católica17
Para los católicos, el Papa es el Obispo de la Diócesis de Roma. Según la tradición
católica, desde que San Pedro se estableció para predicar el Evangelio en la ciudad y
nombró su sucesor a uno de los Presbíteros de la ciudad, se ha establecido la ciudad
como la sede de la Iglesia Universal.
En el principio a los sucesores de San Pedro se los llamaba simplemente obispo de
Roma. El título de Papa viene a ser usado muchos siglos después.
Actualmente, el Papa ostenta también oficialmente los siguientes títulos:











Obispo de Roma.
Vicario de Cristo.
Sucesor del Príncipe de los Apóstoles.
Pontífice Supremo de la Iglesia Universal.
Primado de Italia.
Arzobispo y Metropolitano de la Provincia Romana.
Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Siervo de los Siervos de Dios, Servus Servorum Dei.
Padre de los reyes.
Príncipe de los Obispos.
Pastor del Rebaño de Cristo.
Su elección se realiza en cónclaves, en los que los cardenales votan al nuevo Papa (es
un cargo vitalicio). Desde principios del siglo XIX, si hay acuerdo, se proclama
mediante la fumata blanca, en caso contrario se anuncia con la fumata negra y se
prosiguen las votaciones. A partir de 2006 el Papa Benedicto XVI renunció al título de
"Patriarca De Occidente". El "Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los
Cristianos" publicó una nota en marzo de ese mismo año donde se explicaba
Desde el punto de vista histórico, los antiguos Patriarcas de Oriente, fijados por los
Concilios de Constantinopla (381) y de Calcedonia (451), se referían a un territorio
claramente circunscrito, mientras que el territorio de la Sede del Obispo de Roma no
estaba bien definido. En Oriente, en el ámbito del sistema eclesiástico imperial de
Justiniano (527-565), junto a los cuatro Patriarcados orientales (Consta El Papa es la
cabeza de la Iglesia Católica Apostólica Romana y Jefe del Estado de la Ciudad del
Vaticano. Es el obispo de Roma, y es conocido entre los católicos como Sumo Pontífice
(del latín summus pontifex, "máximo constructor de puentes", tomado de los
emperadores romanos, entre cuyas obligaciones estaba la de construirlos) y también
como Vicario de Cristo.
Insignias papales18
25








Anillo del pescador
Mitra
Palio
Trono papal
Tiara papal
Gonfalón
Flabelos
Silla gestatoria
Funciones del Papa19
Al obispo de Roma, corresponde la tarea de enseñar la verdad revelada y mostrarla a
los hombres. Es una misión eminentemente positiva, no se limita a condenar los errores
doctrinales. El Papa realiza esta misión de enseñanza de tres modos principales,
explicaba Juan Pablo II: “Ante todo, con la palabra”; en segundo lugar, mediante
escritos, propios o publicados con su autorización por la Curia Romana; tercero,
mediante iniciativas institucionales para impulsar el estudio y la difusión de la fe, como
se suele hacer a través de distintos consejos pontificios (Catequesis de Juan Pablo II).
Esta autoridad doctrinal suprema reside a la vez en el colegio episcopal junto con su
cabeza, el Papa. Así se manifiesta, de modo singular, en los concilios ecuménicos.
El Papa es la cabeza de la Iglesia Católica Apostólica Romana y Jefe del Estado de la
Ciudad del Vaticano. Es el obispo de Roma, y es conocido entre los católicos como
Sumo Pontífice (del latín summus pontifex, "máximo constructor de puentes", tomado
de los emperadores romanos, entre cuyas obligaciones estaba la de construirlos) y
también como Vicario de Cristo.
El actual Papa es el antiguo Cardenal alemán Joseph Ratzinger, intitulado como
Benedicto XVI.
15
Ibíd.
16
Ibíd.
17
Ibíd.
18
Ibíd.
19
Ibíd.
26
ANEXO
27
ENTREVISTAS
Licenciado en Ciencias teológicas
Pastor Evangélico de la Iglesia Bautista de la Evangelización Mundial sede Lujan.
Sr. Jorge Ovando
28
1-¿Desde el punto de vista específicamente teológico, calificaría usted al actual
Pontífice como un teólogo conservador, contrapuesto a las corrientes comúnmente
denominadas progresistas?
-Por lo que tengo entendido, lo que escucho y leo, es un teólogo conservador, ha sido
prácticamente el mentor de la doctrina católica más conservadora.
Él plantea justamente una doctrina ortodoxa que tiene que ver todo lo antiguo que
caracterizo la Iglesia Católica, por lo tanto entiendo que va a tener dificultadles para
integrar a otras corrientes que son mas modernistas.
Con respecto a la propuesta que comúnmente se escucha que va a mantener la misa en
latín o va a proponer volver a lo antiguo, entiendo que eso complicaría mucho el
entendimiento del mensaje de la palabra de Dios, debido a que muchas personas se le
complica entender en castellano, mucho mas en latín y ¿Yo no se como entraría en una
in transición hasta que la gente aprendiera el latín? y ¿Que relación tendría eso con la
praxis cristiana de entender el mensaje y poner por obra lo que la palabra de dios nos
dice? O sea: entiendo que eso va a complicar mucho la vivencia cristiana, en si porque
la vivencia cristiana se traduce de lo que uno entiende de la palabra de Dios; porque la
palabra de Dios no es un texto para ser entendido y meramente quedar en la mente,
¡Sino que se tiene que traducir en una acción concreta de la aflicción para el prójimo!
Y eso me resulta difícil, de que como va a traducir eso para el idioma vernáculo o sea de
la gente común y corriente o un mensaje que trasmitido en latín, ¿Como la gente lo va a
entender y lo va a aplicar a su propia vida? Eso me complica el hecho de pensar de que
como va a suceder dentro del mundo católico.
2-¿Cual es su opinión con respecto a la imagen que percibe de los medios?
-Y de por si la función de eminencia tiene carismas, que quiere decir: Que esta rodeado
de ciertos misticismos, que el simple y común de las personas lógicamente lo endiosa o
lo diviniza, pero eso es propio de la eminencia que tiene una persona que ostenta cierto
poder o rango dentro de una iglesia.
3-¿Cree usted que ciertas expresiones “fundamentalistas” o “integristas” de la tea
católica como las corrientes vinculadas a Marcel Lefevre, tendrían mejores
oportunidades de reinserción en el cuerpo institucional de la Iglesia?
-Seguro me imaginó que ahora estaría totalmente de acuerdo esta tendencia con la
apertura del nuevo Papa, a esa corriente que en un tiempo fue muy cuestionada.
Sacerdote Padre.
Licenciado en Ciencias Teológicas
Rector de la Basílica Nacional de Lujan.
Sr. Jorge Torres Carbonel
29
1-Desde el punto de vista específicamente teológico, ¿Calificaría usted al actual
pontífice como un teólogo conservador contrapuesto a las corrientes comúnmente
denominadas progresistas?
-Yo le respondo como sacerdote en comunión ministerial con mi obispo y mi obispo
con el papa: La cabeza visible de la iglesia, de Jesús cristo en la tierra, por lo tanto:
Aquel que es el sucesor del apóstol Pedro a quien el señor Jesús le confió las llaves del
reino, para todo lo que ate en la tierra será dado en el cielo y todo que desate en esta
tierra quedará desatado en el cielo; así el apóstol Pedro, en este caso su sucesor
Benedicto XVI, es el que perpetua en la historia y el tiempo el ministerio sacerdotal de
nuestro señor Jesús cristo,
-Desde este punto de vista, yo le puedo responder esta pregunta en cuanto, que el santo
padre: es un teólogo conservador, ¿Porque ser conservador? Es justamente conservar
los principios que nos han sido confiados por el ministerio divino, que por pedido de
nuestro señor Jesús cristo. Y toda persona desde esta concepción, es conservadora,
ahora: ¡Si uno quiere interpretar la palabra conservador desde el punto de vista
ideológico; es cierto que lo puede mal interpretar al santo padre y su manera también de
pensamiento!
-¿Contrapuesto a las corrientes denominadas progresistas?, le contesto que no, porque el
progresismo en el verdadero sentido etimológico de la palabra es legitimo y toda
persona naturalmente debe ser progresista ¿Porque?, Porque debe adaptarse a la cultura
del momento, al desarrollo de los pueblos y de la persona humana como tal, por lo tanto
el santo padre, podría decirle que es una persona progresista también, ahora muchos
pensadores interpretan el progresismo desde el punto de vista ideológico como puede
ser el Marxismo, que a toma una idea y la hace progresar desencarnadamente de la
humanidad o el capitalismo y tantas otras ideologías que con el tiempo no se sustentan,
entonces le podría decir para concluir que el Papa: ¡Es un verdadero Conservador y
Progresista en el sentido propio de la palabra!
2-¿Surgen de un estudio de las obras y pronunciamientos diversos de Joseph
Ratzinger Benedicto XVI, evidencias de un giro de pensamiento?
-Desde ningún punto de vista, porque Benedicto XVI en su persona no deja de ser:
Joseph Ratzinger, quien fue el encargado del dicasterio de la defensa de la doctrina de
la fe antes de ser electo por el consejo de los cardenales, como el sucesor del apóstol
Pedro Papa de la Iglesia Universal; por lo tanto lo que cambio en su misión, no es lo
mismo ser un cardenal colaborador directo del Papa a ser la cabeza de toda la Iglesia si
podríamos decir que ha cambiado su misión pero en ningún momento de un giro de
pensamiento.
3-¿Cree usted que expresiones fundamentalistas o integristas que la doctrina
católica con las corrientes de Marcel de Lefebre tendría mejores oportunidades de
reinserción el cuerpo institucional de la iglesia?
-Considero que todos los cristianos desde el punto de vista del bautismo como hijos de
Dios, somos participes de la familia de la iglesia y al mismo tiempo responsables de la
30
construcción del reino de Dios entre nosotros; todos tenemos la misma inserción el
cuerpo institucional de la iglesia puede ser que críticos no tan objetivos de la realidad,
del mundo contemporáneo, puedan ver solamente en este tipo de personas o
instituciones o corrientes de pensamiento como es la de Marcel Lefevre, simplemente
un atentado contra la integridad de la iglesia nada señor mismo le promete a Pedro que
ningún mal será la piedra de la Iglesia: “ Pedro tu serás la piedra de la iglesia y ningún
mal prevalecerá contra ella, por ende es decir por añadidura ninguna persona como
ningún otro tipo de comunidad puede atentar contra la integración de la iglesia como
tal”.
4-¿Caracterizaría los rasgos determinantes de la personalidad del actual pontífice
a la luz de su vida y de su obra?
-Lo caracterizo como un hombre integro, un teólogo por excelencia, una persona sabia
por su vida y por su obra y capaz justamente de contribuir en estos tiempos al bien de la
Iglesia que esta inmersa en un gran secularismo y una gran relativizacion de los valores
cristianos creo que es un signo de Dios para estos tiempos y al mismo tiempo creo que
es justamente la presencia que Dios quiere darle a su iglesia.
Licenciado en relaciones Internacionales
Licenciado en Ciencias Teológicas
Sr. Jesús Manuel González
31
1-El actual Pontífice es, desde hace bastante tiempo un personaje de reconocida
influencia en los asuntos internacionales:
a- ¿Cuales, juzga usted, serían las acciones de mayor gravitación o influencia en los
acontecimientos de la última década?
b. ¿Cree que bajo este pontificado, se alcanzará una mayor y mejor presencia en
la política internacional y en la resolución de conflictos?
a-Las acciones de mayor influencia en los acontecimientos de la última década:
Evidentemente el pontificado de Juan pablo II ha sido de gran influencia en varios
acontecimientos de rango mundial. Cabe destacar su presencia en la caída del
comunismo en Polonia y su papel protagónico en la destrucción del Muro de Berlín.
Entre ambos sucesos despunta la desaparición de la URSS tras la propuesta
sorprendente de Gorbacovf en junio de 1987. En todas estas situaciones se vio la mano
de la Santa Sede, mucho más inclinada a lo político que a lo pastoral y espiritual. Estaba
en juego un triunfo: la visión aristotélica del hombre y la sociedad, el entendimiento del
poder tal y como lo había concebido Bonifacio VIII, allá en la Edad media.
Todos los demás aspectos (diálogo con otras religiones, el ecumenismo entre cristianos,
la lucha contra el consumismo deshumanizante) no fueron más que meras pantallas
ocultadoras de otra realidad: la lucha por el poder significativo en el mundo que se
materializaría por el esfuerzo papal de que la Constitución Europea reconociera el
origen cristiano del Viejo Continente.
b-Este Pontificado, llamativo y extraño, no se preocupará mucho por su presencia en
política internacional. De hecho, creo reconocer en las acciones relevantes de Benedicto
XVI una despreocupación por esas cuestiones. No tuvo ningún problema en afirmar la
violencia del Islam para imponer su fe. Tampoco se preocupó en reflexionar un poco
antes de afirmar en Aparecida (Brasil) que los nativos americanos habían aceptado la fe
cristiana, sin ninguna clase de presión por parte de ésta. Quiero decir que semejantes
atropellos a la verdad histórica, semejante despreocupación por las consecuencias de
ciertas afirmaciones, hablan de otra despreocupación: los conflictos internaciones no
preocupan al santo Padre. No entiende a la iglesia como una sociedad que tenga algo
que decir en política internacional. Su preocupación fundamental es centrípeta: sabe que
la Iglesia se está desmoronando y ha de hacer algo para salvarla de las consecuencias
negativas. La santa sede no tiene esperanza en el género humano.
2.- ¿Cómo percibe usted el curso de las relaciones entre la Santa Sede y las Iglesias
Regionales, en especial la de América Latina?
- Las relaciones entre la Santa Sede y la Iglesia latinoamericana no están pasando por su
mejor momento. Roma sabe y conoce perfectamente que la catolicidad ha muerto en los
corazones de los latinoamericanos. Por eso Roma tiene claro quién es su mayor
enemigo en este continente: las religiones puras de los nativos. Por eso se canonizará a
un nativo mapuche: Ceferino Namuncurá. Es una decisión de política espiritual o de
espiritualidad política. Roma sabe que, de seguir así las cosas, el próximo cisma tendrá
su origen en este continente. Nuestros ojos lo verán. Muy pronto.
3- El actual Papa, según sus propias declaraciones a puesto el aventó en su futura
acción diplomática y pastoral en la difícil inserción de La Iglesia en China, ¿Cree
32
usted que los pasos dados por el pontífice, están orientados en la dirección correcta
para el logro de este objetivo?
-Para que la Iglesia Católica se inserte en China han de suceder antes muchas cosas. La
primera es el desmantelamiento del la Iglesia Popular China, presente en ese país desde
hace muchos años. Y eso no lo va a permitir el gobierno chino, puesto que es una
extensión más de ese poder gubernamental. En segundo lugar, China no necesita más
aliados intelectuales estadounidenses en su territorio humano. Y la Iglesia lo es. Lo
previsible es que pase mucho tiempo antes de que una facción ultra conservadora
católica madure en China.
4-¿Cómo caracterizaría los rasgos determinantes de la personalidad del actual
pontífice a la luz de su vida y obra?
.- La personalidad de Benedicto XVI es extraordinaria. Hombre austero y coherente con
su pensar. Rígido y convencido de la verdad que predica. Su cultura filosófica y
teológica es extraordinariamente rica. A Benedicto no le importa el número de católicos
que pueda haber en el mundo. Le preocupa que la catolicidad sea bien definida. Y esa
catolicidad estaba clara y nítida antes del Concilio Vaticano II. Benedicto no acepta la
esencia de ese Concilio. Por eso instrumentó pasos para las misas en latín, por eso ha
mantenido conversaciones con los ultra conservadores europeos. Benedicto no sueña (al
contrario que Juan Pablo II) con plazas llenas de jóvenes, ni con grandes viajes
apostólicos, ni con misas masivas en estadios de fútbol. Todo eso es circo para él.
Benedicto busca la redefinición católica de su esencia. Y esa redefinición coincide con
el pensamiento del Ratzinger encargado de custodiar la fe: la Iglesia de Cristo, la Iglesia
católica es la única poseedora de los medios de salvación. En las restantes iglesias y
religiones no hay esos medios. Eso es lo mismo que afirmar que Dios es católico. Y
creo que esa es la equivocación mayor que conducirá a la Iglesia católica a la catástrofe.
Periodista de Página 12
Sr. Martín Pique
33
1-¿Cuál es la imagen trasmitida por el medio (Página 12) del pontífice Benedicto
XVI?
-La imagen trasmitida por Página de ese diario es la de un Papa que viene de una
formación conservadora, que fue muy crítico y reacio con la teología de la liberación
que intenta restaurar el proyecto de la cristiandad sobre la Europa cada vez menos
religioso.
2- A su criterio ¿Cuáles son las características principales de la imagen trasmitida
de los lectores?
-Las características son la precedentes : un Papa conservador que vuelve atrás con el
concilio Vaticano II, que hace una misa en latín y así vuelve al ritual de otras épocas
3- ¿Cuáles son las fuentes de información que el diario toma como referencia para
justificar la imagen creada por ese medio?
-Las fuentes de información son las que circulan por todos los medios del mundo, por
ejemplo, los antecedentes de Joseph Ratzinger en la Congregación para la defensa de la
doctrina de la Fe desde donde se encargo de velar por mantener la ortodoxia en la
materia eclesiástica y teológica.
4-¿Cómo caracterizaría los rasgos determinantes de la personalidad del actual
Pontífice a la luz de su vida y obra?
-No puedo hablar sobre su personalidad, porque no lo conozco. Según los periodistas
especializados en Vaticano es un hombre muy inteligente, culto con fama de duro y
poca carisma(a diferencia del polaco Farol Wojitila, Juan Pablo II
5-Con respecto a los otros medios, ¿Cree que coincide en distintos aspectos o
puntos claves? ¿En cuáles de ellos y porqué?
-Creo que todos los medios coinciden en el perfil que tiene Ratzinger, aunque algunos
sean mas criticaos por eso y otros no tanto,(por ejemplo La Nación)
Naturalmente, es un Papa muy alejado de Pablo VI o Juan XXIII, que se proponía una
Iglesia mas abierta al mundo que se propusiera dirigir todos los aspectos de la vida
social, desde sus proyectote cristiandad casi medieval.
IMÁGENES DE SU VIDA
34
Benedicto XVI de niño
Primera Comunión
Benedicto XVI, en el
colegio
En 1943, utilizando el
uniforme de la unidad
militar de defensa
antiaérea
Familia Ratzinger
Benedicto XVI el día de
su ordenación. A la
izquierda su hermano
Georg, junto a su
hermana María, y sus
padres, Joseph y María
Su Ordenación
sacerdotal en la
catedral de Freising, el
29 de junio de 1951
Benedicto XVI y su
hermano Georg son
ordenados sacerdotes
en la catedral de
Freising
Ordenación Sacerdotal
de Benedicto XVI
Celebrando Misa en
una montaña cerca de
Bavaria en 1952
En 1955, realizando
una lectura en Freising,
sobre Teología
dogmática y
fundamental
Profesor en
Regensburg, 1965
Profesor en
Regensburg
Benedicto XVI con sus
hermanos Georg y
María en una feria en
Munich
Es nombrado Arzobispo
de Munich y Freising en
marzo de 1977
Arzobispo de Munich y
Freising
Benedicto XVI (centro)
en el Cónclave de
Protesta contra el
internamiento de
35
1978, del cual salió
elegido Pontífice Juan
Pablo II
prisioneros políticos en
Polonia
Misa en Jerusalén
Corpus Christi
Benedicto XVI cuando
era Cardenal
Cardenal Ratzinger,
1982
Cardenal Ratzinger,
1982
Benedicto XVI cuando
era Cardenal
Benedicto XVI junto a
unos montañeros
bávaros
en Munich, el 28
Febrero de 1982
Benedicto XVI junto a
unos montañeros
bávaros
en Munich, el 28
Febrero de 1982
Cardenal Ratzinger con
el Papa Juan Pablo II
Cardenal Ratzinger con
el Papa Juan Pablo II
Cardenal Ratzinger con
el Papa Juan Pablo II
IMÁGENES DE SU ASUNCIÓN
36
LA XLI JORNADA MUNDIAL
DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
37
"Los niños y los medios de comunicación social:
un reto para la educación"
20 de mayo 2007
Desde Pío XII hasta Benedicto XVI, todos los papas han prestado gran atención a los
medios de comunicación social. De hecho la Jornada Mundial para las Comunicaciones
Sociales, es la única jornada establecida por la Concilio Vaticano II (INTER
MIRIFICA, 1963), y hoy se celebra en muchos países, bajo la recomendación de los
obispos del mundo en el domingo que precede al Pentecostés (en este 2007, será el 20
de mayo). El anuncio del tema se ha dado a conocer durante la festividad de los
Arcángeles Miguel y Gabriel; este último ha sido designado como patrono de cuantos
trabajan en la Radio. Y el anuncio del mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial
de las Comunicaciones Sociales, tradicionalmente se publica el día de San Francisco de
Sales, patrono de los Periodistas.
En este año el Santo Padre centra el tema de la cuadragésima primera Jornada de las
Comunicaciones Sociales, en: "Los niños y los medios de comunicación social: un
reto para la educación", invitándonos a reflexionar sobre dos aspectos de suma
importancia:
1- formación de los niños
2- formación de los medios
El mensaje del Papa Benedicto XVI, nos hace recapacitar sobre los complejos desafíos a
los que se enfrenta la educación actual que fuertemente está relacionada con el influjo
penetrante que los medios de comunicación actuales ejercen en nuestro mundo, como
un fenómeno globalizante que, impulsado por el rápido desarrollo tecnológico, marcan
profundamente nuestro entorno cultural (cf. Juan Pablo II, Carta apostólica El Rápido
desarrollo, 3).
De esta manera, apunta el mensaje, que “la relación entre los niños, los medios de
comunicación y la educación se puede considerar desde dos perspectivas: la formación
de los niños por parte de los medios, y la formación de los niños para responder
adecuadamente a los medios”
Dicha relación se dirige a la responsabilidad de los medios como industria, y a la
necesidad de una participación crítica y activa por parte de los lectores, televidentes u
oyentes. En este contexto, la formación en el recto uso de los medios es esencial para el
desarrollo cultural, moral y espiritual de los niños.
Nos dice el Papa, que educar a los niños para que hagan un buen uso de los medios es
pues, responsabilidad de los padres, de la Iglesia y de la escuela.
“El papel de los padres es de vital importancia. Éstos tienen el derecho y el deber de
asegurar un uso prudente de los medios educando la conciencia de sus hijos, para que
sean capaces de expresar juicios serenos y objetivos que después les guíen en la
elección o rechazo de los programas propuestos” (cf. Juan Pablo II, Exhortación
apostólica Familiaris consortio, 76).
38
Es evidente que el tema escogido por el Papa, nos motiva y nos alerta sobre nuestro
papel de padres y educadores respecto a la gran influencia que ejercen estos medios
sobre la vida de nuestros hijos, al mismo tiempo que no invita a levantar una voz de
exhorto hacia los responsables de la industria de los medios de comunicación para que
por medio de sus productos, salvaguarden el bien común y protejan la dignidad de
hombres y mujeres y promuevan de esta forma el respeto por las necesidades de la
familia.
Así mismo, nos pide el Papa que como Iglesia, seamos una luz que ofrezca ayuda a los
padres, educadores, comunicadores y jóvenes. A fin de compartir una visión de la
dignidad humana a través de una auténtica comunicación. "Al verlo con los ojos de
Cristo, puedo dar al otro mucho más que cosas externas necesarias: puedo ofrecerle la
mirada de amor que él necesita" (Deus caritas EST, 18
ARTICULOS PERIODISTICOS
39
LOS GRANDES DESAFIOS Y LAS RESPUESTAS DEL PONTIFICE
Claves del papado de Benedicto XVI
Renovado anuncio del Evangelio, presencia en el debate cultural y empeño ecuménico son
algunos caminos que seguirá el Papa.
No son pocos, ni fáciles, los desafíos que afronta la Iglesia. Un creciente relativismo que
rechaza las verdades absolutas. Un mundo que relega lo religioso a los templos. Una sociedad
que vive como si Dios no existiera. Creyentes que adhieren nominalmente a un credo, pero
rechazan las prácticas religiosas. Pérdida de fieles por el agresivo proselitismo de los nuevos
movimientos religiosos. Un mensaje que, con frecuencia, no logra entusiasmar a la gente. En
ese contexto, plagado de dificultades, Benedicto XVI deberá anunciar el Evangelio y conducir la
barca de Pedro.
¿Qué hará Joseph Ratzinger? ¿Cuál será su hoja de ruta? Para encontrar las respuestas es
necesario, ante todo, hacer a un lado los preconceptos sobre su figura. En ese sentido, el
prestigioso vaticanista Andrea Tornielli, acaba de declarar que hace falta "dejar atrás la
caricatura que hicieron ciertos ambientes llamados progresistas en los últimos 20 años". Y,
luego, hay que echar un vistazo a las declaraciones que formuló cuando era cardenal y a sus
primeros mensajes y gestos como Papa, de donde surgen algunos indicios relevantes.
De una atenta lectura de ello, puede extraerse lo siguiente:
EL ANUNCIO DEL EVANGELIO: Para Benedicto XVI, es fundamental hacer accesible el
Evangelio al mundo secularizado de hoy, que —aunque resulte paradojal— tiene necesidad de
respuestas, no sabe cómo vivir. Esto se ve, por caso, en el incremento de las adicciones. Está
convencido de que la Iglesia "no puede ser un 'club cerrado', sino un ámbito accesible". Y que
deben encontrarse vías para difundir de un modo renovado el Evangelio, sin traicionar la
doctrina. "Tendremos que aceptar pérdidas", dijo una vez. El problema más claro es Europa,
azotada por una fuerte descristianización.
PERFIL BAJO, PERO PRESENCIA FUERTE DE LA DOCTRINA EN LA SOCIEDAD: Luego
de un papado tan mediático como el de Juan Pablo II, un hombre muy carismático, su sucesor
quiere quitar un poco la atención sobre la figura, en sí misma, de quien ocupa el trono de Pedro
y centrarla en Cristo. Por caso, no celebrará más las beatificaciones, sino sólo las
canonizaciones. En cambio, parece dispuesto —como buen intelectual— a tener una fuerte
presencia en el mundo de la cultura con el mensaje del Evangelio y los valores trascendentes
en contraposición con la "dictadura del relativismo". Cree, además, que la Iglesia debe
denunciar las "leyes injustas".
DIALOGO INTERRELIGIOSO Y LA PAZ: Benedicto XVI quiere profundizar el diálogo con el
judaísmo y con el islam. Los representantes de las otras grandes religiones monoteístas
ocuparon un lugar destacado en su asunción y fue a los primeros que recibió al día siguiente.
Cree que hay que intentar comprender los elementos de verdad que se dan en otras religiones.
En contraste con las guerras de religión del pasado, cree —como Juan Pablo II— que los credos
pueden y deben jugar un papel fundamental en la edificación de la paz.
Mitos y realidades sobre Benedicto XVI
Pbro.
Luís
Fernando
Valdés
López
40
El Papa provoca irritación al Islam por sus críticas a la Guerra
Santa
Crecen las protestas en el mundo islámico, potencialmente peligrosas, a raíz
de los conceptos que el Papa dijo el martes en la Universidad de Ratisbona
contra la Jihad, la Guerra Santa musulmana, y la conversión mediante el uso
de la violencia, que calificó de "irracional" y "contrario a Dios". Quizás la
protesta mayor se produce por las diferencias teológicas que Benedicto XVI
señaló entre el cristianismo y el islamismo en el uso de la razón y la fe. "El
Papa hiere inútilmente a mil millones de creyentes", afirmó un diario de
Marruecos.
Papa Benedicto XVI
Vaticano.- El Papa pide a católicos y ortodoxos seguir
trabajando para "poder concelebrar un día la única
Eucaristía"
Las dos alas del Espíritu Santo
Por Washington Uranga
Más allá de las voces institucionales que hoy se alzan desde muchos lugares para recordar los
aspectos más positivos y hasta actitudes progresistas de quien hoy es Benedicto XVI, los
primeros hechos generados por el nuevo Papa sirven para comenzar a marcar el rumbo del
pontificado. La ratificación del cardenal Angelo Sodano en la Secretaría de Estado del Vaticano
y la confirmación, así sea provisional, de todos los cardenales de curia muestran ya una
decisión del pontífice. Lo de Sodano tiene además una lectura particular: ha sido una de las
figuras más cuestionadas durante el gobierno de Juan Pablo II y no sólo por su actuación
eclesiástica sino también por sus acciones políticas al margen de la Iglesia para las cuales
utilizó el peso de su encumbrada situación vaticana. Para la Argentina y para el gobierno de
Néstor Kirchner es evidente que la ratificación de Sodano no es una buena noticia. Sodano en
Argentina se traduce: Esteban “Cacho” Caselli. Y por extensión Héctor Aguer (arzobispo de La
Plata) y más lejos Carlos Menem.
En los últimos días “trascendieron” también algunos documentos que, según quienes se
encargaron de difundirlos, habrían sido considerados por Ratzinger como cardenal y que ahora
podrían llegar a convertirse en objetivos de acción de Benedicto XVI. Esos presuntos textos
hablan de mayor apertura de la Iglesia hacia los católicos divorciados a quienes se les
permitiría acceder a la comunión. También de una apertura ecuménica que antes no tuvo
Ratzinger. ¿Habrá que pensar que éstas eran reformas impulsadas por Ratzinger a las que se
opuso en su momento Juan Pablo II y que ahora podrían ejecutarse ante el acceso del alemán
al pontificado? ¿O no cabe también la posibilidad de que estos “trascendidos” sean parte de la
tarea emprendida por el Vaticano para lavar la imagen conservadora que el mundo tiene de
Benedicto
XVI?
Está claro que, como sostienen algunos, para Ratzinger son muy distintas las circunstancias
actuales como Papa que las que afrontó como prefecto de la Congregación para la Doctrina y
de la Fe. También es cierto que el cambio de rol y de responsabilidades puede hacer variar la
conducta y las opiniones de una persona. Conducir la Iglesia Católica toda es mucho más que
cuidar la seguridad de la doctrina. Pero no menos cierto es que la designación de Ratzinger
como Benedicto XVI produjo decepción en los medios católicos que esperaban un cambio y
41
una renovación. También en muchos obispos que aguardaban otros aires para Roma. No
obstante respetando la institucionalidad, el episcopado en pleno se encolumnará sin duda
detrás de la figura del Papa. Resulta sugestivo sin embargo observar cómo “se trabaja” hoy en
muchos sectores de la Iglesia para poner en evidencia los rasgos más positivos de un
Ratzinger que llegó al papado con el apoyo de una mayoría de cardenales pero sin el
beneplácito de gran parte del catolicismo. Menos curioso resulta que ciertos comunicadores
sociales de nuestro país que acostumbran estar siempre de la vereda oficial hoy se
escandalicen por las críticas a Ratzinger y, dejando de lado las trayectorias y los antecedentes,
salgan a pedir que así como se abre un compás de espera para cualquier gobernante, se le
otorgue a Benedicto XVI “el tiempo suficiente” como para mostrar su “programa de pontificado”.
Frei Betto, el sacerdote dominico brasileño, teólogo de la liberación que fuera funcionario del
gobierno de Lula, acaba de escribir que “la elección del cardenal Joseph Ratzinger como Papa
es una señal preocupante de que la dirección de la Iglesia Católica se encuentra más confusa y
perdida de lo que se imaginaba”. Y dice que “lo contrario del miedo no es el coraje, es la fe”
pese a lo cual “muchos cardenales parecen más imbuidos de miedo que de fe”. Para Betto la
elección de Ratzinger “constituye un gesto de retraimiento y de defensa frente a un mundo
perturbado, que espera de Roma algo más que anatemas, censuras, desconfianzas y
segregaciones”. El obispo Pedro Casaldáliga, emérito de San Félix de Araguaia (en el Mato
Grosso de Brasil), ha tenido serios enfrentamientos con Ratzinger quien lo amonestó por su
presunta heterodoxia al respaldar la teología de la liberación y generar en su diócesis cambios
litúrgicos que acercaron los ritos romanos católicos a la cultura aborigen del pueblo.
Casaldáliga sostiene ahora que “siendo realistas no podemos esperar cambios significativos”,
pero quiere alejarse de la idea de que el Papa lo hace todo para subrayar que el camino lo
tiene que hacer “el resto de la Iglesia, que es la mayoría, y sobre todo el Espíritu del
Resucitado, que continúa repitiéndonos: ‘No tengáis miedo, gente de poca fe’.”
Casaldáliga recuerda ahora que cierta vez, cuando tuvo que ir a Roma para responder a una
especie de juicio que le había iniciado Ratzinger, terminó diciéndole al entonces prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe: “El Espíritu Santo tiene dos alas: el ala derecha, que
es más de la contemplación, la intimidad y la ortodoxia, y el ala izquierda, que es más de la
profecía y del compromiso de la liberación. Hay que salvar las dos alas del Espíritu Santo para
que no vuele manco. Porque la Iglesia es más que Papa, y el Reino de Dios, más que la Iglesia
Benedicto XVI ofreció una imagen cálida en sus primeros pasos como
Papa
42
CIUDAD DEL VATICANO - El nuevo Papa Benedicto XVI ofreció hoy a miles de católicos en el
mundo una imagen cálida, alegre y simple, más propia de su nueva responsabilidad y alejada
del temido y severo cardenal que los fieles conocían hasta ahora.
"Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino
de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y
dejarme conducir por El", afirmó en su primera homilía como pontífice pronunciada ante miles
de personas en la plaza de San Pedro.
La transformación del que fue el guardián del dogma, temido por su estilo rígido y frío, ha sido
clara para los numerosos creyentes que han escuchado sus palabras y declaraciones desde
que el cardenal alemán Joseph Ratzinger fue elegido el pasado 19 de abril para ocupar el trono
de Pedro.
"Me pareció una homilía humilde, fácil de seguir", comentó Luca, quien apreció también el estilo
didáctico del nuevo Papa, quien dedicó buen parte de las cuatro páginas de su largo discurso a
explicar el significado y la historia de los símbolos que recibía como sucesor de Pedro: el palio
o estola litúrgica y el anillo de Pescador.
Conocido profesor de teología, el pontífice alemán, de 78 años, que habla varios idiomas y ha
escrito numerosos libros, podría conquistar a las muchedumbres gracias a una sabiduría
puesta al servicio de los demás, menos mediática pero con más contenido pastoral.
"En lugar de exponer un programa, desearía más bien intentar comentar simplemente los dos
signos con los que se representa litúrgicamente el inicio del Ministerio Petrino", admitió,
lanzándose en una interesante explicación, seguida atentamente por las cientos de personas
que asistían a la ceremonia en la explanada.
"En realidad, el simbolismo del Palio es más concreto aún: la lana de cordero representa la
oveja perdida, enferma o débil, que el pastor lleva a cuestas para conducirla a las aguas de la
vida", agregó.
"El pastor no es indiferente a que muchas personas vaguen por el desierto. Y hay muchas
formas de desierto: el desierto de la pobreza, el desierto del hambre y de la sed; el desierto del
abandono, de la soledad, del amor quebrantado. Existe también el desierto de la oscuridad de
Dios, del vacío de las almas que ya no tienen conciencia de la dignidad y del rumbo del
hombre", dijo.
El texto del Papa, en el que reconoce, recuerda y añora con afecto a su predecesor y amigo
Juan Pablo II, representa también una nueva forma de ser pontífice y la certeza de tener que
abandonar el propio pasado, las propias ideas y posiciones.
"Juan Pablo II hablaba a los fuertes, a los poderosos del mundo, los cuales tenían miedo de
que Cristo pudiera quitarles algo de su poder, si lo hubieran dejado entrar y hubieran concedido
la libertad a la fe", dijo.
Pero el nuevo Pontífice reconoció: "Sí, El les habría quitado algo: el dominio de la corrupción,
del quebrantamiento del derecho y de la arbitrariedad. Pero no les habría quitado nada de lo
que pertenece a la libertad del hombre, a su dignidad, a la edificación de una sociedad justa",
añadió.
El nuevo Papa, que comenzó reconociendo que es un débil siervo de Dios pidió a los católicos
que recen por él, para que no tenga miedo y no huya ante los lobos y no deje abandonadas a
sus ovejas (los fieles).
Al final no pudo evitar un cierto pesimismo cuando se refirió a las "aguas saladas" de las que
hay que rescatar a los peces o a las "redes rotas" de la Iglesia.
43
Ante el peso y el carisma de su antecesor, Benedicto XVI resolvió mostrar una cara
desconocida para los fieles: el rostro sonrojado por la emoción y un cierto pudor frente a la
multitud que lo ovacionaba mientras bendecía desde el papamóvil descapotable.
"Ante el riesgo de que muchos neoconservadores lo utilicen, ha querido decir que es una
persona independiente", comentó un joven italiano, convencido de que la imagen del Papa
conservador de mano de hierro con la que ha sido presentado está destinada a cambiar.
9wwwhttp://www.elpais.com.uy/05/04/24/ultmo_149502.aspwwwwwurl_4%2Easp&erracc=http://www.elpais
OTRA POLEMICA POR UNA DISPOSICION DEL PAPA
Rebelión de ortodoxos, coptos y protestantes contra Benedicto
XVI
Los credos cristianos rechazan un escrito que impone la primacía de la Iglesia
Católica.
CRITICAS. LOS CREDOS NO CATOLICOS RECHAZAN CON FUERZA LA IDEA DEL PAPA.
MOSCU, EL CAIRO Y ROMA ANSA Y DPA
Los ortodoxos rusos, los coptos egipcios y los protestantes alemanes e italianos reaccionaron
ayer con grandes críticas y rechazos a un documento de la Congregación de la Doctrina de
la Fe vaticana, según el cual Cristo constituyó en la Tierra "una sola Iglesia" que se identifica
solamente en la Iglesia Católica y no en las demás comunidades cristianas.
"La Iglesia Católica sigue firme en sus posiciones del undécimo siglo", que no ayudan al
diálogo ecuménico, dijo Igor Visyanov, secretario del dicasterio del Patriarcado de Moscú para
la relaciones con el extranjero, aludiendo al Cisma de Oriente, que tuvo lugar en el año 1054.
"Desde entonces sostiene las mismas tesis, con las que la Iglesia Ortodoxa no está de
acuerdo",
agregó.
Los coptos egipcios comenzaron a protestar dos días atrás, cuando el diario independiente Al
Masri al Yom anticipó las afirmaciones contenidas en el documento difundido ayer por la
Santa Sede. "El Vaticano ofende regularmente a millones de personas en el mundo, invito al
papa Benedicto XVI a despertar del coma", dijo al diario el obispo copto Abdel Massih Bassit.
El documento fue firmado por el prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el
estadounidense William Levada, y aprobado por el papa Benedicto XVI el 29 de junio.
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Este no ha sido el único episodio donde el pontífice recibe duras críticas por sus posturas,
consideradas muy conservadoras al gusto de muchos. En septiembre pasado, una ola de
repudios surgió desde el mundo musulmán cuando Benedicto XVI, en un discurso en la
Universidad de Ratisbona, asoció a Mahoma y sus enseñanzas con la violencia. Hace un mes,
cuando viajaba para una gira en América latina, debió retractarse de sus dichos en los que
prometía la excomunión para legisladores mexicanos que habían votado una ley abortista.
También mereció reparos su disposición para que la misa sea dada en latín, bajo una liturgia
que había sido dejada de lado tras el impulso modernizador del Concilio Vaticano II.
Ayer, el presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas (protestantes) en Italia, el pastor
Domenico Masselli, estimó que el escrito es "un vistoso paso atrás en las relaciones
ecuménicas" y que "una frase en especial sorprende al lector ecuménico: aquella en que se
dice que la Iglesia Católica es aquella en que concretamente se encuentra la Iglesia de Cristo
en la tierra"
"Parece evidente -siguió el pastor- que el único modo de buscar la unidad sería entrar en la
Iglesia Católica Romana, según el documento vaticano "Respuestas a preguntas sobre
algunos aspectos de la doctrina de la Iglesia", de 15 páginas, las comunidades nacionales de la
Iglesia Ortodoxa son "carentes" por no aceptar la "primacía de Pedro", o sea, del Papa de
Roma. Las comunidades protestantes, surgidas con la Reforma de Martín Lutero en el siglo
XVI, no pueden ser consideradas "iglesias en sentido propio" porque no prevén el sacerdocio y
no conservan el sacramento de la eucaristía de un modo sustancial El pastor Setri Nyomi,
secretario general de la Alianza reformada mundial, escribió al cardenal Walter Kasper,
presidente del Pontificio consejo para la unidad de los cristianos, que estaba desconcertado
"por la presentación de ese documento en este momento histórico para la iglesia cristiana".
Ayer, el movimiento de católicos reformistas alemanes "Somos Iglesia" sostuvo que estos
documentos son una prueba de que Benedicto XVI está cada vez más bajo la influencia de
corrientes conservadoras como el Opus Dei
La imagen de Benedicto XVI
Análisis
En su acepción original, el laicismo es un modo de organización de la sociedad que
garantiza la libertad individual de conciencia y la paz civil excluyendo las
convicciones personales del debate político. Los dirigentes políticos son libres, como
todos, de manifestar públicamente la fe que profesan, pero no pueden tomar sus
convicciones particulares como basamento de políticas públicas que conciernen al
conjunto de la sociedad. Contra esa filosofía combatió incesantemente Joseph
Ratzinger cuando era prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe (como se
denomina desde 1966 el Santo Oficio, también llamado «Santa Inquisición»).
Ratzinger estigmatizó la filosofía laica de «laicismo» y se dedicó a redefinir a su
manera el concepto de «laicismo». En una entrevista que concedió hace un año a
Le Fígaro, y que el diario reproduce ahora con motivo de su elección, Ratzinger
califica de «profanidad» el principio de separación de la esfera privada
(convicciones personales) y la esfera pública (vida política), fundamento de la
Declaración francesa de Derechos del Hombre y del Ciudadano. En su criterio, la fe
es la luz de la razón, y por consiguiente es la fe, no la razón, la que debe regir el
debate político.
Joseph Ratzinger fue el organizador del cabildeo que tuvo lugar en el seno de las
instituciones europeas para que la Carta de Derechos Fundamentales y el Tratado
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Constitucional no edificaran la Unión Europea sobre la base de un contrato político
entre Estados-naciones o entre ciudadanos, sino sobre la base de referencias
católicas. No pudo lograrlo completamente, cosa que deplora en esa misma
entrevista. Los instrumentos europeos adoptaron, en definitiva, el punto de vista
anglosajón y no el de la Santa Sede. La Unión Europea rechazó el principio del
contrato político entre Estados-naciones para optar por el de los «valores
comunes», pero se negó a definir estos como herencia «católica» o tan siquiera, en
sentido más amplio, como «cristiana». La UE admite así el carácter laico de Francia
y Portugal y mantiene abierta la posibilidad de ingreso de Turquía. Al ser esta
última un Estado laico con población musulmana, constituye pues un verdadero
monstruo para el teólogo bávaro. Ratzinger se pronuncia entonces contra su
entrada en la Unión, objetivo que explicó posteriormente en el Giornale del pópulo
(20 de septiembre de 2004). Ratzinger pretende actualmente convertir la
construcción de la Europa cristiana en la prioridad de su pontificado, como lo
prueba el nombre que ha seleccionado, Benedicto XVI, en alusión al santo patrón
de Europa.
Es extraño como la prensa internacional parece ignorar la actividad política del
prelado durante los años que pasó en la Curia romana. Sólo la prensa
latinoamericana menciona su responsabilidad en el asesinato sistemático de los
teólogos de la liberación por parte de las dictaduras católicas. Sin embargo, el
Sunday Times del 17 de abril mencionó sus vínculos con los medios nazis y su
militancia en las Juventudes hitlerianas cuando era un adolescente. La acusación es
lo suficientemente peligrosa como para que el Jerusalén Post publique un editorial
de Sam Seer que lo exime de toda sospecha. Es que el nuevo papa es un elemento
indispensable para el eje TEL Aviv-Washington. Asimismo, el cardenal Jean-Marie
Lustiger, que encarna los vínculos entre Israel y la Santa Sede, lo absuelve en una
tribuna que publica Le Fígaro.
El diario Los Ángeles Times reproduce además la famosa carta del cardenal
Ratzinger al presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, documento
que tan oportunamente se «filtró» durante la campaña presidencial. En dicha
misiva, el cardenal recordaba la condena pontificia del aborto y sugería que los
electores católicos no votasen por John Kerry.
El teólogo Michael Novak, quien desde hace dos décadas estableció vínculos entre
los servicios estadounidenses de inteligencia y la Santa Sede, se opone en el New
York Times a la imputación que presenta a Joseph Ratzinger como un
neoconservador. Como todos los comentaristas que se alegran de su elección,
centra el debate en la intransigencia moral del nuevo papa.
Monseñor Helmut Schüller calma a su vez, en Der Standard, las inquietudes de su
rebaño. Asegura que el nuevo papa, por muy riguroso que sea, no modificará
notablemente el equilibrio interno de la Iglesia y que continuará la obra de su
antecesor.
El mensaje de los comunicadores del Vaticano se resume, en general, a presentar a
Benedicto XVI como una personalidad severa y rigurosa, cualidades requeridas para
asumir el cargo de Pontífice. Esa imagen busca atenuar la dimensión política del
personaje en beneficio de su comportamiento moral, cosa que no corresponde a la
realidad. El nuevo papa no se encuentra en lo absoluto ante una Iglesia que
necesite ser reconstruida después de años de laxismo. Pero eso no importa, ya que
hay que hacer todo posible por ocultar la naturaleza contrarrevolucionaria del
Pontífice y de los neoconservadores que lo apoyan en Washington. Ronald Reagan
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podía contar con Juan Pablo II para desestabilizar Polonia. George W. Bush cuenta
con Benedicto XVI para incorporar Europa a la «guerra de las civilizaciones»,
aunque habrá que darle un nuevo «look» al «Panzer Kardinal».
Al margen de esa polémica, Die Presse da la palabra al sacerdote austriaco Anton
Faber. Este se pregunta sobre el posible nombramiento del cardenal-arzobispo de
Viena, Christophe Schönborn, como sucesor del cardinal Ratzinger en el cargo de
prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe. El mismo diario publica
también un artículo del genetista Markus Hengstschlager sobre la incoherencia de
las instrucciones de Joseph Ratzinger que prohíben la investigación con células
madres humanas en nombre del respeto a la vida mientras que autorizan la pena
de muerte en nombre de la protección de la sociedad.
Benedicto
El papa y América Latina
XVI
La elección de Joseph Ratzinger como nuevo papa significó un golpe moral para los
católicos progresistas de todo el mundo. Desde América Latina, la designación puede
leerse en clave geopolítica, lo que obliga a incluir matices y claroscuros. Raúl Zibechi
Un conservador en el poder no necesariamente está forzado a llevar adelante una
política conservadora. Benedicto XVI, según todos los especialistas, es un ortodoxo en
materia religiosa, defensor a ultranza de la doctrina y la liturgia, en sus lecturas
preconciliares.
Sin embargo, de ahí no puede deducirse que vaya a realizar un reinado favorable a los
poderosos de la tierra. Ciertamente, no pueden esperarse gestos en sintonía con los
cambios sociales y culturales que se vienen registrando en todo el mundo, en particular
en cuanto al nuevo papel de las mujeres y los jóvenes, sus hábitos, costumbres y formas
de vida. Pero difícilmente haya fuerza en la tierra capaz de torcer el rumbo de cambios
que se han venido cocinando bajo la superficie, incluso durante gobiernos, espirituales o
terrenales, francamente retrógrados. Apenas un ejemplo: bajo la España de Franco
cobraron fuerza relaciones culturales que emergieron con fuerza cuando murió el
dictador. Su muerte dio paso al “destape” de hábitos que ya existían en la penumbra,
pero no fue su desaparición la que les dio vida, sino apenas visibilidad.
Observado desde América Latina, un papado doctrinariamente conservador no podrá –
como no pudo Juan Pablo II– frenar corrientes culturales de larga duración, incluso
entre los creyentes. La represión vaticana no frenó el compromiso social y político de
los católicos, aunque barriera jerarquías eclesiales. Hubo, sí, cambios en las formas.
Hoy, miles de creyentes y cientos de sacerdotes, y hasta obispos, muestran en todo el
continente un compromiso social consistente y contumaz. Ahí está el ejemplo de don
Tomás Balduino, obispo de Goiás y presidente de la Comisión Pastoral de la Tierra, tan
radical como los sin tierra, de cuya lucha es abanderado y aliado incondicional.
Por otro lado, los problemas de América Latina no pasan por la Iglesia. Ni la Iglesia es
un problema, al menos hoy, para los latinoamericanos. Para nuestro continente, los
problemas tienen nombre (deuda externa, pobreza, polarización social) y apellido
(injerencia de Estados Unidos, uní lateralismo). Benedicto XVI, tal vez por ser europeo
y alemán, pueda tomar distancia del uní lateralismo que enarbola George W Bush, y
hasta puede ser una pieza a favor de la distensión en zonas calientes como las que
ensombrece el plan Colombia.
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Alberto Methol Ferré, en estas mismas páginas, apuntaba hace dos ediciones que
Ratzinger podría jugar la baza Unión Europea frente al hegemonismo estadounidense.
El Vaticano, dijo, prefiere el “poli centrismo” porque “siempre ha estado en conflicto
con el Imperio”
No parece nada sencillo que vuelva a repetirse la historia de los ochenta, cuando el
Vaticano mantenía una alianza de facto con la política de Ronald Reagan hacia el
continente. Un cuarto de siglo ha visto la evaporación del socialismo real y el
nacimiento de la superpotencia única, enfrentada ahora en todo el mundo a la Unión
Europea y, sobre todo, a los países emergentes. Así como Juan Pablo II hizo su viraje
luego de 1989, que lo llevó a oponerse con fuerza a la aventura de Bush en Irak,
Ratzinger deberá hacer su opción que, ciertamente, no va a ser por los pobres, sino a
favor de aquellos poderes terrenales que aún no se han sometido al imperio.
REPERCUSIONES EN URUGUAY
Casi sin matices, en Uruguay el nombramiento de Benedicto XVI fue acogido
favorablemente en la Iglesia Católica.
“Es un hombre de hierro, pero con cintura”, dijo Pablo Galimberti, presidente de la
Conferencia Episcopal de Uruguay al diario El País. Para el obispo de San José, la
nominación de Joseph Ratzinger puede contribuir a “fortalecer la dimensión de la fe”
que en su opinión “está muy debilitada”, tanto en América Latina como en Uruguay.
Consultado sobre las tareas actuales de la Iglesia después de la caída del comunismo,
Galimberti señaló que el nuevo papado debe apuntar contra “el relativismo moral, el
todo vale”, y que los cardenales tenían eso en mente cuando eligieron a Ratzinger.
Consultado sobre sus preferencias, dijo que “este es el papa que tenemos. No hay que
pensar en la madre o el padre que nos hubiera gustado tener”. Galimberti, que conoció
personalmente a Ratzinger en México, añadió que si bien se trata de una persona serena
Y dócil “no masca vidrio”
Por su parte, el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, dijo a El Observador que la
elección del nombre Benedicto por parte de Ratzinger “quiere ser como el programa de
su pontificado”, que al parecer pretende “volver a evangelizar a Europa”. El sacerdote
Paúl Dabezies, párroco de la iglesia San Juan Bautista, reconoció que el nuevo papa se
ha desmarcado del Concilio Vaticano II, que se trata de un papa conservador pero que
seguirá la línea trazada por Juan Pablo II
Rodolfo Wirz, obispo de Maldonado, dijo a La República que la definición de un papa
como conservador no tiene para él connotaciones peyorativas, ya que una de sus tareas
es defender la doctrina de la Iglesia, “y se lo puede considerar conservador en su
término positivo”
El historiador Gerardo Caetano fue una de las escasas voces críticas, al diferenciar a
Ratzinger de Wojtyla. En su opinión, aquél es un “ultra”, un “inquisidor” y “la peor
elección posible”, que representa “una mala noticia para el complejo mundo de hoy”.
Por
JOSÉ
MANUEL
VIDAL
Para desempeñar su papel de párroco universal, Juan Pablo II dejó las llaves del
Gobierno de la Iglesia a la Curia romana y las de la doctrina, al cardenal Joseph
Ratzinger. El purpurado alemán no sólo fue el guardián de la ortodoxia del papado de
Karol Wojtyla, sino el ideólogo de la involución eclesial de las últimas décadas. En el
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interregno de la sede vacante, se convirtió también en referencia esencial del proceso
sucesorio.
El 'Panzerkardinal', como le llaman en Roma, fue uno de los colaboradores más
estrechos del Papa y, a menudo, considerado como el auténtico número dos de la
Iglesia, por encima incluso del secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano.
Profundamente asociado al Pontificado del Papa polaco, la figura de Ratzinger pasará a
la Historia como la del teólogo que le ayudó a poner orden en la Iglesia y a decapitar
primero y domesticar después a la Teología de la Liberación.
En 1984, las condenas formales de la Teología de la Liberación realizadas por el
cancerbero de la fe permitieron a la derecha católica dejar fuera de juego a toda una
corriente innovadora en el campo pastoral, teológico, catequético y social, destrozando
casi en el huevo la idea de una Iglesia más popular y más fiel al Evangelio de los
pobres.
Ratzinger impuso una rigidez doctrinal total a la vida intelectual de la Iglesia y una
dinámica de control a ultranza de los teólogos. Y el miedo se instauró entre sus filas.
Amonestados, perseguidos, vigilados, en una institución intelectualmente inhabitable,
los pensadores de la Iglesia optaron por marcharse (Leonardo Boff), callarse
(Gustavo Gutiérrez) o romper la baraja (Hans Küng).
El culmen de la represión teológica se alcanza con la publicación del «Catecismo de la
Iglesia católica» y, sobre todo, con la «Dominus Iesus», un documento de Ratzinger, en
el que se atribuye en exclusiva a la Iglesia católica la posesión de la verdad y de la
salvación. La vuelta del axioma tridentino de que «fuera de la Iglesia no hay salvación».
Un documento tan desafortunado que hasta protestaron contra él varios cardenales.
Más aún, Ratzinger silenció con medidas autoritarias todas las cuestiones teológicas
debatidas: celibato de los curas, estatuto del teólogo, papel de los laicos, praxis
penitencial, comunión para los divorciados, preservativo contra el sida o fecundación
artificial.
Impuso la tesis del romano-centrismo, descafeinó la colegialidad y el poder de las
Conferencias Episcopales, reduciéndolas a meras sucursales de la Curia, y zanjó casi
como dogmático el eventual acceso de la mujer al sacerdocio. En definitiva, Ratzinger
desactivó el Concilio.
Y eso que en época del Vaticano II (1962-1965), Ratzinger formaba parte del ala
progresista de la Iglesia, aunque pronto se pasó al bando conservador. En el cónclave
ha dirigido al partido de la Restauración, el del tradicionalismo legalista, junto a la ristra
de movimientos neoconservadores (Opus Dei, Comunión y Liberación, Legionarios de
Cristo...). El 'wojtylismo' sin Wojtyla.
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.
Por
JOSÉ
MANUEL
VIDAL
Para desempeñar su papel de párroco universal, Juan Pablo II dejó las llaves del
Gobierno de la Iglesia a la Curia romana y las de la doctrina, al cardenal Joseph
Ratzinger. El purpurado alemán no sólo fue el guardián de la ortodoxia del papado de
Karol Wojtyla, sino el ideólogo de la involución eclesial de las últimas décadas. En el
interregno de la sede vacante, se convirtió también en referencia esencial del proceso
sucesorio.
El 'Panzerkardinal', como le llaman en Roma, fue uno de los colaboradores más
estrechos del Papa y, a menudo, considerado como el auténtico número dos de la
Iglesia, por encima incluso del secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano
Profundamente asociado al Pontificado del Papa polaco, la figura de Ratzinger pasará a
la Historia como la del teólogo que le ayudó a poner orden en la Iglesia y a decapitar
primero y domesticar después a la Teología de la Liberación.
En 1984, las condenas formales de la Teología de la Liberación realizadas por el
cancerbero de la fe permitieron a la derecha católica dejar fuera de juego a toda una
corriente innovadora en el campo pastoral, teológico, catequético y social, destrozando
casi en el huevo la idea de una Iglesia más popular y más fiel al Evangelio de los
pobres.
Ratzinger impuso una rigidez doctrinal total a la vida intelectual de la Iglesia y una
dinámica de control a ultranza de los teólogos. Y el miedo se instauró entre sus filas.
Amonestados, perseguidos, vigilados, en una institución intelectualmente inhabitable,
los pensadores de la Iglesia optaron por marcharse (Leonardo Boff), callarse
(Gustavo Gutiérrez) o romper la baraja (Hans Küng).
El culmen de la represión teológica se alcanza con la publicación del «Catecismo de la
Iglesia católica» y, sobre todo, con la «Dominus Iesus», un documento de Ratzinger, en
el que se atribuye en exclusiva a la Iglesia católica la posesión de la verdad y de la
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salvación. La vuelta del axioma tridentino de que «fuera de la Iglesia no hay salvación».
Un documento tan desafortunado que hasta protestaron contra él varios cardenales.
Más aún, Ratzinger silenció con medidas autoritarias todas las cuestiones teológicas
debatidas: celibato de los curas, estatuto del teólogo, papel de los laicos, praxis
penitencial, comunión para los divorciados, preservativo contra el sida o fecundación
artificial.
Impuso la tesis del romano-centrismo, descafeinó la colegialidad y el poder de las
Conferencias Episcopales, reduciéndolas a meras sucursales de la Curia, y zanjó casi
como dogmático el eventual acceso de la mujer al sacerdocio. En definitiva, Ratzinger
desactivó el Concilio.
Y eso que en época del Vaticano II (1962-1965), Ratzinger formaba parte del ala
progresista de la Iglesia, aunque pronto se pasó al bando conservador. En el cónclave
ha dirigido al partido de la Restauración, el del tradicionalismo legalista, junto a la ristra
de movimientos neoconservadores (Opus Dei, Comunión y Liberación, Legionarios de
Cristo...). El 'wojtylismo' sin Wojtyla.
A sus 78 años, el 'Panzerkardinal' conserva el encanto de una gran personalidad.
Otros, sin embargo, le dibujan como un Jano bifronte. A Ratzinger no le gusta el
optimismo ni la fe en la bondad humana del Vaticano II. Le obsesiona el pecado y,
como su compatriota Lutero, está «hipnotizado por el mal».
Desde la oficina del Opus Dei en Madrid se ha hecho público un comunicado en el
que se recoge la alegría por el nombramiento y se insta a "rezar por el nuevo Papa,
porque la carga que ha recibido es inmensa. Porque la Iglesia y el mundo
necesitan una influencia decisiva".
Su concienzuda preparación intelectual y su firmeza espiritual son otras de las
principales virtudes que le reconocen sus adeptos. El presidente de la Junta,
Manuel Fraga, se ha felicitado por su elección dada "la solidez espiritual, su rigor
intelectual y la estrecha sintonía y unión que siempre mantuvo con Juan Pablo II".
Furor en la Red
¿Quién dijo que Benedicto XVI no era un papa para el siglo XXI? Pocos candidatos
al Pontificado contaban con grupos de apoyo tan bien organizados como Ratzinger,
cuyos fans se han hecho fuertes especialmente en la Red.
En los últimos días Internet se ha convertido en un escaparate privilegiado desde
donde un público rabiosamente entregado proclamó las bondades del alemán
con vistas a un más que probable pontificado.
Detrás de algunas de estas Web se intuye la mano de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, la institución cuya misión es salvaguardar la doctrina y moral
católicas -lo que en su día fue la Inquisición- y de la que Ratzinger ha sido prefecto
hasta ahora.
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Imagen que podía verse desde hace días en una página de fans de Ratzinger.
Algunas de esas páginas ya existían antes de que Juan Pablo II falleciera. Otras han
surgido a raíz de que la Iglesia iniciara la búsqueda del nuevo Pontífice.
Ninguna ha escatimado esfuerzos a la hora de poner a disposición de los ínter
nautas todo tipo de información sobre la vida y obra del nuevo obispo de Roma,
lugares donde se han recogido firmas para apoyar su candidatura al Papado,
banners al más puro estilo de campaña presidencial estadounidense con
lemas como "Ratzinger for Pope", y hasta productos de merchandising con el rostro
del alemán.
Con la confirmación de la noticia -Ratzinger es el nuevo
REVISTA DE PRENSA EUROPEA
De 'Guardián de la Fe' a 'Rottweiller de
Dios'
Diarios de España - Alemania - Italia
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Conclusiòn
Mediante la investigación y el análisis del tratamiento que recibe la imagen del actual
pontífice Benedicto XVI en los medios de comunicación grafica y vía online, la
recopilación de datos históricos, al igual que citas y entrevistas con personas referentes
al tema en cuestión, he llegado a la conclusión de que la prensa adquiere un papel
relevante para dar a conocer a un personaje y lo utiliza para hacer eco de rumores o
filtraciones, que engrandecen determinados hechos o documentos con los que
distorsionan o amplifican ciertos datos, manipulando de esta manera la figura del
Pontífice y van en detrimento de la neutralidad en el momento de canalizar la
información; al igual que los estereotipos que producen sobre la imagen, la cual va
mudando con el paso del tiempo.
Hay diferentes maneras de abordar la figura de un Papa, pero imagino que un lector con
juicio crítico, sabrá filtrar los elementos informativos de las representaciones,
valoraciones y opiniones de los periodistas. Los informadores han adquirido el deber de
transmitir el mensaje de una forma veraz, objetiva, constatada, aunque esto siempre no
sea viable, sobre todo, porque el peso editorial o ideológico, se convierte en ocasiones
(quizás demasiadas) en la primera lente para contemplar la realidad.
A mi criterio, sería conveniente que hubiera especialistas en “Crónicas Religiosas”, que
puedan realizar a partir de su conocimiento, el desarrollo fehaciente del acontecimiento
al cual se refieren; porque muchas veces no emplear el lenguaje exacto conduce
inevitablemente a confusiones terminológicas y a informar sin rigor.
Quisiera finalizar con unas palabras del discurso de Benedicto XVI, a los responsables
de los medios de comunicación social de Roma para el Cónclave, que sitúan de un
modo ético la función que los medios de comunicación deben ejercer en la sociedad,
que les interpelará a ser coherente con su cometido.
“Para que los medios de comunicación puedan prestar un servio positivo al bien común,
hace falta la contribución responsable de todos y cada uno. Por eso es preciso
comprender cada vez mejor las perspectivas y la responsabilidad que implica su
desarrollo con vistas a las consecuencias concretas que tiene para la conciencia y la
mentalidad de personas, así como para la información de la opinión pública. Al mismo
tiempo quisiera destacar la necesidad de una clara referencia a la responsabilidad ética
de quienes trabajan en ese sector, particularmente por lo que respecta a la búsqueda
sincera de la verdad, así como a la defensa del carácter central y de la dignidad de la
persona.
Solo con esta comunicación los medios de comunicación, pueden responder al plan de
Dios. Que los ha puesto a nuestra disposición para: “Descubrir, usar y dar a conocer la
verdad” También la verdad sobre nuestra dignidad y sobre nuestro destino de hijos
suyo, Herederos del reino de Dios.20
20
dicto XVI : Discurso de la audincia concedida, a los representantes de los Medios de Comunicación Social.
Aula Pablo VI, Roma, 23/04/05.
53
BIBLIOGRAFIA
Gráficos
Diario Clarín: año 2005,2006, 2007.
Página 12: año 2005,2006, 2007.
La Nación: año 2005, 2006, 2007.
Libro:

Introducción al Cristianismo (Joseph Ratzinger)

Libro-Entrevista Informe sobre La Fe (Messori, V y Ratzinger;J. 2005).o
(Seewald, P y Ratzinger. J, 2005), por citar alguna de su extensa producción
bibliográfica.
Sitios Web.
www.lanación.com
www.pionet.org
www.clarin.com
www.pagina12.com
www.wikipedia.org
www.elatrio.org
www.solidarigay.com
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www.elpais.com
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www.abc.com
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Páginas Específicas
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http://www.clarin.com/suplementos/especiales/2005/06/01/l-00415.htm
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http://www.clarin.com/diario/2007/06/27/elmundo/i-02201.htm
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Fpinter%5F214443%2Easp&erracc=99&url_qs
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http://www.elmundo.es/elmundo/2005/04/20/enespecial/1113984530.html
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http://www.interrogntes.net/includes/seccion.php?IdSec=147
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/04/19/enespecial/1113940260.html
http://www.elmundo.es/especiales/2005/04/sociedad/nuevo_papa/perfil.html
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=5897
http://www.servicios.clarin.com/notas/jsp/clarin/v8/notas/imprimir.jsp?pagid=1319091
http://www.clarin.com/diario/2005/04/20/elmundo/i-02015.htm
http://www.servicios.clarin.com/notas/jsp/clarin/v8/notas/imprimir.jsp?pagid=1319091
http://www.abc.com.py/especiales/nuevopapa/articulos.php?pid=246763
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