Trabajo Práctico de Investigación “Las telenovelas crean estereotipos

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Trabajo Práctico de
Investigación
“Las telenovelas crean estereotipos
que influyen negativamente en la
sociedad”
En el presente trabajo, nos encargaremos de
abordar el género telenovela argentina de la
tarde, en Telefé, un canal de aire de la televisión de ese país, haciendo hincapié respecto
de los estereotipos que estos programas crean
y los roles que representan sus personajes dentro de la sociedad
Por: Laura Banegas, Sofía Barrio, Victoria Gatti
y Agostina Venezia
23/11/2012
Título del trabajo: “Las telenovelas crean estereotipos
que influyen negativamente en la sociedad”
Autoras: Laura Banegas, Sofía Barrio, Victoria Gatti y
Agostina Venezia.
Curso: Producción y dirección para radio y TV.
Año: Primero.
Asignatura: Géneros radiales y televisivos.
Profesor: Luis Buero.
Fecha: Noviembre, 2012.
Registro de la Propiedad Intelectual:
Sitio de Internet:
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I. Índice
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I.
II.
Índice
3
Presentación del tema
5
III.
Descripción detallada del objeto de estudio
11
IV.
Antecedentes históricos
18
Marco teórico
29
Entrevistas
41
Conclusiones finales
50
Bibliografía
54
V.
VI.
VII.
VIII.
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II. Presentación del
tema
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Título del trabajo: “Las telenovelas crean estereotipos que influyen negativamente
en la sociedad”
Subtítulo del trabajo
“La estigmatización, tanto social como genérica, de los estereotipos que aparecen representados en las novelas vespertinas de Telefé, influye negativamente en la sociedad”
Introducción
En el presente trabajo, nos encargaremos de abordar el género telenovela argentina de la
tarde, en Telefé, un canal de aire de la televisión de ese país, haciendo hincapié respecto
de los estereotipos que estos programas crean y los roles que representan sus personajes
dentro de la sociedad. Además, trataremos de probar cómo este tipo de programas crean
modelos a seguir de hombres, mujeres, víctimas y victimarios de distintas clases sociales que se manifiestan en la vida cotidiana de los televidentes, por ejemplo, en el mal
uso del lenguaje dentro de las clases sociales bajas, el cual legitimizan; la creación de
valores morales falsos que no son reflejo de las buenas acciones de la sociedad en donde
la superficialidad es moneda corriente y basta para causar una buena impresión y la generalización que se realiza en cuanto a las características de los personajes que crea prejuicios, entre otros.
Para ello, tomamos como punto de partida, las novelas más recientes del escritor, productor y director Enrique “Quique” Estevanez (Amor en Custodia (2005); La Ley del
Amor (2006); Herencia de Amor (2009); Dulce Amor (2012)). A su vez, estas novelas,
que se transmitieron en Telefé (uno de los canales líderes en la Argentina) durante la
primera tarde (13hs. a 17hs.) a excepción de Dulce Amor, (novela pensada originalmente para este horario) pero que por cuestiones estratégicas se terminó emitiendo durante
el Prime Time; serán contrastadas con novelas de características similares, pero de otros
autores, como por ejemplo Muñeca Brava (1999), Culpable de este Amor (2004), Se
Dice Amor (2005), entre otras.
Telenovela
Una telenovela es un género televisivo producido originalmente en varios países de
América Latina, cuya principal característica es contar desde una perspectiva básica
melodramática una historia de amor a lo largo de varias decenas de capítulos (usualmente más de 100) y que casi siempre tiene un final.
Durante el trayecto de la misma, los personajes principales (un galán y una damita joven) sufren los embates de uno o varios villanos (generalmente una novia despechada,
una madre celosa o un padre despótico), que se ve coronada con la felicidad en el último
minuto del capítulo final, hasta el cual se suceden una innumerable cantidad de peripecias. Esencialmente de carácter sentimental, con intrigas, engaños y confusiones. Esto
sucede en todas las telenovelas que forman parte de nuestro estudio en las cuales los
protagonistas deben sortear una serie de dramáticas situaciones como muertes o accidentes propios o de personas cercanas pero al final siempre termina triunfando el amor y
logran ser felices juntos.
Con los años han ganado más acción e incorporado elementos de otros 'géneros' (como
el policíaco, la comedia, el thriller e incluso la ciencia ficción).
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El argumento base de la telenovela es el de la ascensión social que, generalmente, se da
por medio del matrimonio (aunque también ha habido muchas en que la protagonista
luego de ser seducida y abandonada, logra revertir su penosa situación y triunfa a costa
de mucho esfuerzo y dedicación - sirviendo así de ejemplo, sobre todo, para las amas de
casa y las mujeres que hasta los años 80, eran el público fundamental de estas producciones; pero hace un par de décadas amplios segmentos masculinos consumen seriales
de esta clase). Hoy en día, la mayoría de las protagonistas femeninas se encuentran en
una buena posición económica producto de que tienen una empresa exitosa que les garantiza un buen porvenir monetario y los personajes masculinos de los cuales se enamoran, que antes de conocerlas eran de clase media/baja pasan a formar parte de la empresa o trabajan como empleados suyos logrando ascender en su nivel de vida. Ej: en Dulce
Amor, Victoria es propietaria de Golosinas Bandi, una fábrica de chocolates, y conoce a
Marcos quien se convierte en su chofer, o en Graduados donde Loli es hija de Clemente
Falsini, dueño de MacCan una empresa de alimentos para perros, la cual se enamora de
Andy, un paseador de perros que colabora con proyectos para la empresa y se muda a
un departamento más lujoso para poder progresar y conquistar el amor de la protagonista.
En la telenovela clásica, generalmente hay un amor imposible, un/a hijo/a abandonado/a
(casi siempre un/a heredero/a de una abultada fortuna, tema central en “Herencia de
Amor”), y grandes secretos del pasado que, al revelarse, cambian el curso de la historia
rectificando fatales errores e injusticias. En Dulce Amor una escena clave en el curso de
la historia fue en la que Elena, madre de Victoria, le revela quien es su verdadero padre,
Pepe Fernández, contrario a lo que ella sospechaba (ser hija de Octavio Bandi), lo cual
se repite luego cuando Victoria se entera que Noelia, su hermana, está esperando un hijo
de Marcos y lo deja, hasta que finalmente se descubre que eso no es así. Acá además, se
muestra claramente otro tipo de estereotipos que tiene que ver con el apellido, los comunes de origen español para los personajes de clase social baja, y los apellidos compuestos e históricos para los pertenecientes a la Alta sociedad.
La telenovela moderna ha abortado temas tan polémicos y peliagudos como el cáncer,
las drogas, la homosexualidad y el crimen. También, por su gran matiz prescriptivo,
promueven sensibles cuestiones sociales.
Aunque muchos lo cuestionen, la telenovela se ha vuelto patrimonio de la cultura latinoamericana (sobre todo donde mayor sofisticación ha alcanzado, como en Brasil). Pero
su finalidad básica no es educar, como algunos pretenden, ya que es un programa de
neto entretenimiento y que surgió más por estímulo de las jaboneras que por una necesidad recreativa o cultural.
La Telenovela, en todos los francos de su origen, apela a la necesidad de la existencia de
una víctima sobre la que hacer recaer culpas ajenas. Se reflejan sobre esta víctima los
más íntimos temores genéricos de los sectores a los cuales va dirigida la narración en la
que participa, y estos, a su vez, al reconocer estas irregularidades, se ven en la necesidad
de compensarlas con el uso de los recursos que le garantizan independencia, autosuficiencia y satisfacción emocional. La víctima por lo general es una mujer que no puede
estar con su amado y sufre constantes presiones por parte de su esposo, el victimario y
tercero en discordia, lo que marca una clara diferencia en cuanto al género.
A partir de los tres géneros literarios tradicionales, el épico, con la utilización de narraPágina | 6
ciones sobre hechos reales o de ficción, principalmente con forma de cuento y novela, la
lírica, manifestación de sublimación espiritual y de formas poéticas, susceptibles algunas de ser expresadas musicalmente, y la dramática, que se manifiesta a través de diálogos, se moldearon, y, posteriormente, independizaron, nuevas formas también genéricas
de expresión literaria. El teatro, dividido tradicionalmente en trágico y cómico, desarrolla hacia el siglo XVII una forma intermedia, el Drama, de la cual se derivó una manera
complaciente y directa de delimitar, y presentar, los conflictos humanos. Posiblemente,
porque sus primeras formas fueron musicales, se le dio el nombre de melodrama.
La telenovela rosa posee alto grado de romanticismo y dramatismo. El argumento básico de una telenovela rosa es una protagonista pobre que se enamora de un hombre rico y
tiene que luchar para lograr casarse con él. Uno de los componentes básicos en el argumento de una telenovela rosa, es una villana que quiera arrebatarle el amor a la pobre
protagonista. La mayoría de las veces a estas villanas las mueve la ambición por el dinero. Actualmente los roles se invirtieron y la mujer es la rica que se enamora del hombre
pobre y el villano es representado por su esposo, quien se encuentra junto a ella para
apropiarse de su dinero y seguir manteniendo un buen nivel económico.
Estereotipo
Según la definición que se recoge en la RAE, un estereotipo consiste en una imagen
estructurada y aceptada por la mayoría de las personas como representativa de un determinado colectivo. Esta imagen se forma a partir de una concepción estática sobre las
características generalizadas de los miembros de esa comunidad.
En sus orígenes, el término hacía referencia a la impresión obtenida a partir de un molde construido con plomo. Con el correr de los años, su aplicación se volvió metafórica y comenzó a utilizarse para nombrar a un conjunto de creencias fijas que un grupo tiene sobre otro. Se trata de una representación o un pensamiento inalterable a lo largo del tiempo, que es aceptado y compartido a nivel social por la
mayoría de los integrantes de un grupo.
Los estereotipos pueden ser de tipo sociales (de acuerdo a la clase social de la que procedan. Ej: chetos), culturales (de acuerdo a las costumbres que tengan. Ej: fascistas)
o raciales (de acuerdo al grupo étnico del que formen parte. Ej: judíos). De todas formas, los estereotipos suelen formarse uniendo estas tres características, por lo que es
muy difícil separarlos completamente unos de otros. Cabe señalar también que existen
estereotipos vinculados a la religión, como aquel que define a los judíos como avaros.
En el ambiente artístico o literario los estereotipos aparecen como escenas obvias o personajes que abundan en clichés. Las películas norteamericanas, por citar un caso, suelen
presentar diversos estereotipos, tales como los relacionados con personas del extranjero,
por ejemplo: los villanos antes eran soviéticos, hoy son árabes y los marginales suelen
ser latinos.
El uso más frecuente del término está asociado a una simplificación que se desarrolla
sobre comunidades o conjuntos de personas que comparten algunas características. Dicha representación mental es poco detallada y suele enfocarse en supuestos defectos del
grupo en cuestión. Se construyen a partir de prejuicios respecto a la persona que proviene de una cierta zona del mundo o que forma parte de un determinado colectivo. Dichos
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prejuicios no son expuestos a la experimentación y por lo tanto, la mayoría de las veces
ni siquiera son fieles al bagaje identitario del grupo al que se encuentran ligados.
Por ejemplo: afirmar que los argentinos son soberbios o que los españoles son ignorantes es reproducir un estereotipo que sólo sirve para discriminar y agredir a las personas
de dichas nacionalidades.
Estereotipo: Imagen global, no fundamentada científicamente, más pasional que racional, con que se pretende definir, tipificar y caracterizar a la generalidad de los individuos de una raza, un pueblo, un grupo social, una corporación profesional, etc. Tiene
que ver más con las tendencias del arreglo y el propio físico que con cualidades morales
o de personalidad. Ejemplo: el estereotipo de la mujer delgada, el hombre musculoso, la
bonita tonta. En nuestro caso de estudio los “lindos” siempre son aquellos personajes
ricos a los que se caracteriza como flacos, rubios y bien arreglados.
Prototipo: Se trata del más perfecto ejemplar y modelos de una virtud, vicio o cualidad.
Tiene que ver más cualidades morales o de personalidad que con las tendencias del
arreglo y el propio físico. El prototipo no siempre responde a una serie de “cualidades”
o “virtudes” positivas. También puede tratarse de formas de actuar negativas, es decir
del antihéroe. Por ejemplo: el prototipo del ratero, tiene que ser un hombre insensible,
rudo, capaz de matar si es necesario (un buen ratero no podría ser comprensivo, tolerante y paciente, mucho menos se podría dejar seducir o conmover por sus víctimas). Existe también el prototipo de la madre abnegada, la madre trabajadora, el padre proveedor,
el hijo obediente, el profesor autoritario, el profesor héroe (éste se ve mucho en las películas).
Arquetipo: Un personaje, motivo, símbolo o tema que aparece frecuentemente a través
de diferentes periodos literarios y que se convierte en un elemento reconocido; un tipo
de símbolo universal o tradicional. Por ejemplo: don Juan, La madre Tierra. El concepto
de arquetipo, introducido por el psicólogo Jung como término dentro del campo de lo
psíquico, alude al hecho de que los hombres compartimos una serie de experiencias, en
el curso de nuestra evolución, que han quedado, por su naturaleza colectiva, incorporadas en la memoria de la humanidad como patrones de comprensión de la realidad. Más
ejemplos: la Cenicienta, el hombre que sueña con encontrarse riqueza fácil (un tesoro
escondido, la lotería, una herencia); la lucha por liberarse de la madre posesiva, etc. En
Don Juan y su bella dama, desde el título de la novela se evoca a este arquetipo de galán, y seductor empedernido que debe luchar contra su fama de conquistar mujeres.
Objetivo
El objetivo es demostrar que las telenovelas argentinas vespertinas crean un falso imaginario social en base a determinados estereotipos que se fijan en los personajes ficticios.
Además, buscamos destacar la constante comparación entre las diferentes clases sociales (alta y baja; pobres y ricos), y el encasillamiento que se produce a partir de esto
(pueden ser los ricos/solidarios, salvadores de los pobres; o clase baja, bueno y humilde,
contra el de clase alta, rico y malo).
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Hipótesis
“Las telenovelas argentinas crean modelos a seguir, a partir de la estereotipación de
personajes, que luego se ven reflejados negativamente en la sociedad.” Por ejemplo: en
la sociedad está instalada una idea de prejuicio hacia las clases sociales bajas que proviene de las telenovelas tal es el hecho de caracterizar a los ladrones como miembros
pertenecientes a ese estrato social, lo que se traduce en la vida real que cuando a alguien
le roba una persona vestida de traje piense que no pudo sospechar de la misma porque
estaba bien vestida, o que las jóvenes que se encuentran en buena posición económica
no necesiten estudiar ni trabajar porque ya tienen asegurado su futuro.
Objeto de estudio
El objeto de estudio son las telenovelas argentinas, previamente nombradas, que corresponden al horario de la primera tarde (13hs. a 17hs.) y fueron – son emitidas por Telefé
(canal líder argentino).
Para poder realizar un análisis más detallado, en esta investigación decidimos utilizar
dos ejemplos: una novela que se está emitiendo en este año (2012), “Dulce Amor”, y
una que finalizó en el año 2004, “Amor en Custodia”. Ambas novelas son del mismo
escritor y productor, Enrique “Quique” Estevanéz.
A partir del análisis de estas ficciones, podremos sacar conclusiones respecto al principal objeto de estudio a trabajar en este proyecto, que es la “estigmatización” que se crea
a partir de los personajes, así como los paradigmas sociales y antropológicos que tienen
que ver con como (y si es posible) que estos estereotipos manipulan al sujeto.
Justificación
La justificación del porqué será útil leer este trabajo es doble. En primer lugar, el mismo
está destinado a los estudiantes y realizadores de contenidos televisivos y, en segundo, a
los televidentes. Ante los primeros nos justificaríamos diciendo que es necesario que
lean nuestra investigación para que puedan abrir los horizontes fuera de los clichés habituales, sabiendo que no hay una sola fórmula para el éxito y se puede evitar caer lugares
comunes. Por otra parte, a los televidentes les serviría saber sobre este trabajo para poder tener la capacidad de reflexionar acerca del producto que están consumiendo.
Lo personal: Elección del Tema
Elegimos este tema porque creemos que, a pesar de nuestra corta edad frente a un televisor, estamos capacitadas para poder apreciar algunas metadiscursividades que se imponen en la televisión. Es demasiado notorio el hecho de la repetitividad de los estereotipos televisivos y el modelo de novela donde la pareja es siempre similar, donde los
extremos son siempre los mismos (la rica y el pobre), donde el ideal de final feliz casados de blanco siempre es el mismo y está tan alejado de la realidad.
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III. Descripción
detallada del objeto
de estudio
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Telenovelas en las que basamos nuestro estudio
A continuación se utilizará el resaltado en negrita para demostrar los estereotipos que
presentan las diferentes telenovelas e influyen negativamente en la sociedad.
Amor en Custodia (2005)
Emitida desde el 1 de marzo hasta el 28 de diciembre de 2005 de lunes a viernes a las
13:30 con un promedio de 25 puntos de rating. Tuvo versiones en México y Colombia.
Target: mujeres de clase media de 30 a 60 años
Amor en Custodia es una historia de amores prohibidos, destinados a encontrarse. Una
relación que nace entre Paz Achaval Urien (Soledad Silveyra), una exitosa y poderosa
empresaria láctea, y Juan Manuel Aguirre (Osvaldo Laport), un hombre de campo,
humilde, tan libre como apasionado, que por accidente se vuelve su guardaespaldas.
Paralelamente cuenta la historia del amor entre Nicolás Pacheco (Sebastián Estevanez),
guardaespaldas profesional, y Bárbara Bazterrica (Melina Petriela), la hija de Paz, una
niña de la alta sociedad quien nunca tuvo que luchar por nada.
Aquí se puede ver claramente como la protagonista femenina posee una clase social
elevada producto de sus éxitos en el ámbito laboral (casi siempre una empresa) y se
enamora de un hombre pobre, al cual se lo describe como humilde resaltando esa virtud
pese a su clase social. Además, muestra el estereotipo de la hija de la protagonista,
quien al tener un status elevado no necesitó luchar por nada, una idea que está muy
arraigada en la sociedad.
La ley del amor (2006)
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Emitida desde el 18 de diciembre de 2006 hasta el 7 de septiembre de 2007 de lunes a
viernes a las 13. Comenzó con 14 puntos de rating pero no pudo sostenerse. Soledad
Silveyra, dejó la tira por tener diferencias con el productor, Quique Estevanéz y por el
cambio rotundo de su personaje, fue reemplazada por Carolina Papaleo.
Target: mujeres de clase media de 30 a 60 años
Renata Guerrico (Soledad Silveyra) es jueza federal, goza de gran prestigio, pero
oculta un pasado oscuro. Debido a una condena, es amenazada de muerte y hace arrestar a un muchacho a quien confunde con el autor de los llamados. Al interrogarlo, se
entera que Lucas (Sebastián Estevanez) es hijo de Ignacio Pinedo (Raúl Taibo), su gran
amor de la juventud. Renata siente una atracción muy grande por Lucas, pero Lucas se
vincula con Carolina (Sabrina Garciarena), la hijastra de Renata, quien se enamora de
él. Luego, Renata descubre que Lucas es su hijo y que Ignacio es el amor de su vida.
Cuando la pareja se está por consolidar, Ignacio tiene un accidente automovilístico,
yendo a Mendoza, y muere, quedándose Renata sin su amor. Ésta, meses después, se
enamora de un pianista y decide irse a vivir a Europa con él, pero en el viaje, el avión
cae y mueren los dos. Pasa un año y lo que se sospechaba que Ignacio estaba muerto,
no era así. Está vivo pero ha perdido la memoria. Estefanía (Carolina Papaleo), la
mamá de Carolina y primera mujer del ex marido de Renata, luego de la muerte de su
amor, viaja a Mendoza, allí se encuentra con Julio, que en realidad es Ignacio y tienen
una fuerte atracción.
Nuevamente podemos observar la alta clase social a la que pertenece la protagonista,
aunque en este caso se repite también el ligar el hecho de que el personaje sea “rico”
con que tenga una gran cantidad de problemas en su vida, que los espectadores de clase
media y baja atribuyen en su vida cotidiana con saberes populares como: “el dinero no
hace a la felicidad”.
Herencia de amor (2009)
Emitida desde el 27 de abril de 2009 hasta el 11 de junio de 2010 de lunes a viernes a
las 14. Su primera emisión midió 14,7 puntos de rating (con picos de 17) y tuvo un
promedio de 9,3 puntos.
Target: mujeres de clase media de 30 a 60 años
La historia se basa en una familia, con demasiados secretos, odio y dinero ocultos en
un solo lugar, una estancia. Desde muy pequeños, Lautaro (Diego Olivera) vivió con su
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padre en la estancia ubicada en Sta. Victoria. Allí estaba de peón Pedro (Sebastián Estevanez) quien, cuando era pequeño, jugaba con Lautaro. Ambos fueron creciendo y el
odio de Lautaro hacia Pedro fue demasiado ya que su padre quería mas a Pedro que a él.
Cuando Lautaro trajo a su novia, Morena (Natalia Lobo), las cosas nunca volvieron a
ser las mismas. Morena empezó a salir con su padre y Lautaro en venganza se fue del
lugar, haciendo que su padre dejara de pensar que él fuera su hijo. Nuevamente la historia los vuelve a unir cuando Lautaro llega con Verónica (Luz Cipriota) su nueva novia, a
la estancia del padre. Allí, tendrán un accidente y es donde Verónica conocerá a Pedro.
Este los guía a la estancia donde al llegar Lautaro se entera de que su padre se irá a casar con Morena. Decide irse sin antes dejarle todo su odio a su padre, pero se arrepiente
cuando ve a Morena caminando al altar y recuerda su amor por ella, llega hasta el lugar
donde empieza a agitar a su padre tirándole en su cara todo el odio que sentía por haberse robado a la que era el amor de su vida. Finalmente, su padre recibe un ataque al
corazón y muere. De esta forma se desata, la avaricia y la codicia de parte de todos.
Lautaro, Morena, e incluso su madre (Nora Cárpena), comienzan la lucha por la herencia dejando también en el lugar demasiados secretos. Pero su padre deja un gran
desconcierto al darle toda la herencia a Dora (Thelma Biral), para que ella administre
sus bienes de manera que nadie pueda cobrar hasta que no sean una familia plena tal y
como él quería.
Pasaron 15 meses. El amor que unió a Pedro (Sebastián Estevanez) con Verónica (Luz
Cipriota) se desvaneció luego de la pérdida del bebé con el que tanto soñaron. Ella se
sintió culpable por no haber escuchado las recomendaciones de su médico y continuar
con su trabajo en lugar de guardar reposo. Esta culpa la llevó a alejarse de Pedro, y él se
lo permitió. Verónica marchó hacia Buenos Aires y Pedro se quedó trabajando solo en
la estancia. Soledad interrumpida con la llegada de Angela (Silvia Bayle), una antigua
amiga de Dora, su madre sustituta, que volvió al pueblo en compañía de su hijo Juan
(Matías Santoiani). Ángela hoy vive en la estancia junto a Pedro y se convirtió en su
ama de llaves, en su amiga y consejera. Su hijo Juan, un muchacho analfabeto pero
muy trabajador, ha conseguido trabajo en un campo vecino. Ese campo es propiedad de Andrés (Raúl Taibo), un hombre que vive en Buenos Aires junto a su bella y
joven esposa Julia (Mónica Antonópulos) con quien tiene un pequeño hijo, Valentino.
Andrés está gravemente enfermo y le pide a Julia que lo lleve a morir al campo. Julia
cumple la voluntad de Andrés, y así llegan a Santa Victoria. Ya instalados en la casa de
campo, Andrés le pide un favor a Pedro: que al morir ayude a su mujer a administrar sus
tierras. Julia es chef y dueña de un restaurante en Buenos Aires, y deambulando por el
pueblo verá el restaurante cerrado y venido a menos que dejó Eugenio (Hernán Piquín).
Julia le pide a su incondicional amiga Rita (María Carámbula) que la acompañe para
que juntas emprendan la tarea de reflotar el restaurante. Rita quedará encantada con la
vida de pueblo y se enamorará de un hombre, en apariencia inalcanzable: el padre Miguel (Martín Seefeld), que ha retomado sus hábitos como cura. Mientras tanto en Buenos Aires, Verónica ha logrado rehacer su vida. Siguió adelante con su fundación donde
conoció a Franco (Diego Ramos), un médico de vocación solidaria. Lo de ellos fue
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amor a primera vista. Franco es hermano de Rita, la amiga de Julia. Y es a través de este
parentesco que se producirá el regreso de Verónica a Santa Victoria. Al padre Miguel
lo mata Lautaro acuchillándolo y crucificándolo, para obligar a Morena a quedarse
junto a él. A la Estancia llega un socio del nuevo y millonario negocio de Lautaro Ledesma, él espera un hombre de negocios, y en su lugar llega Elena Cervero, una pérfida
mujer que se encargará de manejar la turbia negociación de las aguas de Santa Victoria,
e intentará apoderarse de todo. En su lucha con Lautaro se enamora y muestra su lado
débil, su esterilidad, robando a Catalina, la beba que adoptó Verónica y queriendo apoderarse de ella comprándola a su padre biológico. Mientras tanto, es rescatada su hermana gemela (María), opuesta a Elena, buena y dulce, del encierro de años en un neuropsiquiátrico donde Elena la encerró por envidia. La lucha entre el bien y el mal entre
las hermanas, más la ambición, el poder y el amor por Ledesma, complicarán las cosas
en Santa Victoria. Lautaro muere producto de una pelea con Pedro. Mercedes (Nora
Carpena) se suicida tras la muerte de su hijo. Julia se va a Bs As, y Pedro vive con Verónica, felices, en la estancia.
Esta telenovela muestra varios estereotipos: una vez más la clase social elevada de los
protagonistas parece condenarlos a las peleas por dinero (en este caso una herencia) y
problemas como accidentes y muertes. Además, refleja otro estereotipo que tiene que
ver con la confianza entre la mujer rica y su empleada (aquí un ama de llaves) quien se
convierte en su amiga y consejera. Por otra parte se observa el hecho de que el hombre
pobre es el trabajador, pero añadiendo que es analfabeto lo que provoca una suerte de
lástima hacia este personaje por parte del espectador que se traduce en la vida real, y se
destaca la aparición de parejas con diferencia de edad que están mal vistas en la sociedad ya que se alude a que debería haber algún tipo de interés por parte del más joven.
Sobre todas las cosas, “Herencia de amor” es el ejemplo típico de lucha entre el bien y
el mal y la creencia de que existen tan rigurosamente y de que al final “el bien” es el
que triunfa.
Dulce amor (2012)
Emitida desde el 23 de enero de 2012 hasta la actualidad, de lunes a viernes a las 23,
aunque originalmente fue pensada para la tarde. Tiene un promedio de 19,8 puntos de
rating.
Target: mujeres, de clase media de 30 a 60 años
Las hermanas Bandi, dueñas de una fábrica de golosinas muy famosa, enfrentan
uno de sus peores momentos. Victoria (Carina Zampini) está al frente de la empresa y
es novia de Lorenzo (Segundo Cernadas), el hombre que no hace otra cosa que trabaPágina | 14
jar para que se caiga el imperio. Sin embargo, las vueltas de la vida hacen que Marcos (Sebastián Estevanez), un ex corredor de autos, se convierta en el chofer de esta
mujer sin alegría. La llegada de este hombre a la familia cambiará el destino de las
Bandi, en todos los niveles posibles. Julián (Juan Darthés) es amigo del alma de Marcos, juntos dedican cada hora libre a preparar el auto de carreras que corre Marcos.
Cuando el cierre imprevisto del taller en el que trabajan lo deja en la calle, Julián sigue
los pasos de Marcos y se convierte en chofer de la hermana de Victoria, Natacha (Calu
Rivero), una hermosa mujer quince años más joven, que lo volverá loco y generará
varios problemas en su matrimonio con Gaby (Laura Novoa).
En “Dulce amor” también la protagonista rica sufre de problemas y tristeza, lo cual no
siempre sucede en la vida real. Además, se lleva al extremo, casi al punto de una parodia, a los personajes del malo (el esposo de la protagonista) en contraposición con el
pobre chofer bondadoso que la “salva” y le cambia su destino. Una vez más, se muestra
la gran diferencia de edad entre algunas parejas y como deben sobrellevar ese “problema”.
Comparación de las telenovelas argentinas recién expuestas
En todas las telenovelas de Enrique Estevanéz se repiten los estereotipos en cuanto al
género y a la clase social de sus protagonistas. La protagonista femenina es rubia, de
clase social alta y un gran nivel cultural pero posee una vida problemática. En cambio,
el protagonista masculino es morocho, bueno, de clase social media/baja, y poseedor de
un cuerpo musculoso y un léxico acotado. Además, al esposo de la protagonista siempre
se lo caracteriza como alguien malo y codicioso.
Dulce Amor  Romance entre el chofer y su jefa, dueña de una fábrica de chocolates.
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Amor en custodia  La pareja principal estaba formada por un guardaespaldas y su jefa, una
poderosa empresaria.
Sebastián Estevanéz en “Amor en custodia” donde protagonizó a un guardaespaldas que se
enamora de su jefa
Estevanéz, esta vez haciendo de chofer en “Dulce Amor”, quién también entabla una relación
con su patrona.
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IV. Antecedentes
históricos del
objeto de estudio
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Antecedentes en televisión Argentina: Novelas vespertinas emitidas por
Canal 11/ Telefé.
Amor gitano (1983)
Emitida a las 15hs.
El gitano Renzo (Arnaldo André) se enamora perdidamente de Dolores (Luisa Kuliok),
una muchacha que tiene una situación familiar infeliz y difícil. Tras la muerte de su
madre, Dolores queda sola en compañía de su nodriza y su hermano Humberto, un
hombre de carácter débil. La pasión de Renzo es correspondida por Dolores pero el futuro de los enamorados es obstaculizado por un malvado ser llamado Rodolfo Farnesio, un hombre muy rico y poderoso, acostumbrado a obtener todo cuanto se le antoja. Farnesio pierde literalmente la cabeza por la bellísima Dolores y empieza a cortejarla para convertirla en su esposa.
Pero el corazón de la muchacha solo contiene un sentimiento de amor indisoluble para
con Renzo. Farnesio no es el tipo de hombre que se da por vencido y se resigna y continúa su asedio para llevar a Dolores al altar. Se sirve de su propia hermana Georgina
para que intente convencer a la bella muchacha y crea una situación que coloca a Dolores entre la espada y la pared, la difícil situación de su familia y una serie de dramáticas situaciones llevan a Dolores a un punto que se ve obligada a desposarse con el
malvado Farnesio. Un destino cruel se ensaña con Renzo y Dolores.
Aquí se observa la presencia del estereotipo del rico/malo que trunca el amor entre la
protagonista (infeliz y con problemas) y el amor de su vida un gitano, de clase social
media/baja. Una vez más se observa como las telenovelas influyen en la creación de un
imaginario social irreal.
María de nadie (1985)
Protagonizada por Grecia Colmenares, Jorge Martínez y antagonizada por la primera
actriz Hilda Bernard y Cecilia Cenci quien interpreta a la terrible Ivana. Es un remake
de la telenovela venezolana La Zulianita, de 1977, original de Delia Fiallo y con una
adaptación de Federico Pagano.
La trama, basada en una historia original de Delia Fiallo, narraba las vicisitudes de una
historia de amor entre un joven rico y una humilde muchacha campesina recién
llegada a Buenos Aires.
Nuevamente esta telenovela marca el amor entre dos personas de diferente clase social,
aunque en este caso, los roles se invierten y es el personaje masculino el rico y la protagonista la pobre. Sin embargo, continúa instaurando la creencia de que por ser de clase
social baja, la persona tiene que ser humilde.
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Estrellita mía (1987)
Protagonizada por Andrea del Boca y Ricardo Darín, alcanzó elevados índices de audiencia. La historia es original de Delia Fiallo.
Narra la vida de la campesina Estrellita (Del Boca), quién tras morir su madre enferma,
decide viajar a Buenos Aires para forjarse un futuro mejor. Sin embargo, su padre,
casado en segundas nupcias con una esposa manipuladora, no la ayuda demasiado.
Merced a su madrastra, Estrellita termina trabajando de sirvienta en la mansión de
Juanjo (Darín), un hombre apesadumbrado por estar casado con una mujer inválida.
Finalmente, Estrellita quedará embarazada de Juanjo y la lucha por dar a luz a la criatura será una constante en la historia.
La protagonista de “Estrellita mía” es pobre, buena e inocente, y el protagonista es rico
y está casado con una mujer mala. Una vez más pareciera que el amor correspondido
solo se puede dar entre personas de distintas clases sociales.
Muñeca brava (1998)
Emitida desde el 16 de noviembre de 1998 hasta el 17 de diciembre de 1999 de lunes a
viernes a las 13hs. Fue vendida a más de 60 países.
El personaje central de la telenovela es la joven "Milagros" (Natalia Oreiro), que quedó
huérfana al nacer. Vivió hasta los 18 años en un convento con otros chicos huérfanos.
En el extremo opuesto del arco social está Ivo (Facundo Arana) y su familia, a donde
"Mili" iría a trabajar de mucama. Si bien son ricos y poderosos, sus relaciones son
muy conflictivas, particularmente las de Federico Di Carlo (padre de Ivo) con toda su
familia, a quienes desprecia abiertamente. La familia tiene además otros sirvientes. El
argumento central es la difícil relación amorosa entre Ivo y la "Cholito", que se complica primero por sus diferencias sociales, luego por creer que son hermanos, y finalmente
por un fugaz matrimonio de Ivo.
Se repite la idea de que los ricos son conflictivos y el amor entre el personaje de clase
social alta y su empleada pobre.
Luna Salvaje (2000)
Emitida desde el 30 de octubre de 2000 hasta el 18 de mayo de 2001, de lunes a viernes
a las 13hs.
Gonzalo (Gabriel Corrado) y Leticia (Millie Stegman) están casados desde hace tiempo,
y aunque tienen todo para ser felices, no pueden tener hijos, y esto se ha convertido en
una obsesión para Leticia, quien es capaz de cualquier cosa por lograr su cometido.
Leticia es una mujer fría y calculadora. Después de muchos años de probar distintos
tratamientos, se acaba de enterar que tampoco funcionó la inseminación artificial que se
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hizo por segunda vez. Desesperada y ante la presión social y la que ejerce su padre que
busca un heredero para la empresa familiar, convence a su marido de hacer una inseminación artificial en el cuerpo de otra mujer. Encuentra en María (Carina Zampini)
la candidata ideal.
María es una mujer humilde, casada con un marido que la maltrata y lucha por salvar a su hermanito de la leucemia que padece. Por esta razón acepta el trato. Leticia
parece lograr su objetivo, pero todo se le complica cuando María y Gonzalo se enamoran, y encuentran en el otro la posibilidad de cambiar de vida y ser felices. Gonzalo embaraza a María, y está dispuesto a dejar a su mujer, cuando Leticia logra quedar embarazada y le pide entonces a María que se deshaga del hijo que ella cree que concibió por
encargo. María no está dispuesta a hacerlo y huye para salvar a su hijo, aunque esto significa perder a Gonzalo para siempre. Gonzalo debe luchar para reencontrarse con su
verdadero amor, María, enfrentándose a una Leticia que cuando se entera del engaño de
su marido, es capaz de hacer lo peor para retenerlo.
Acá se muestra otra clase de estereotipos que se establecen en la sociedad como el de
que esté mal visto que una mujer no tenga o no pueda tener hijos y que por la presión
ante la búsqueda de un heredero para su fortuna debe someterse a un método de inseminación artificial. Nuevamente la mujer pobre es vista como alguien débil y se muestra
también una diferencia de géneros en la cual el hombre es el fuerte que la maltrata y ella
la sometida.
Yago, pasión morena (2001)
Emitida desde el 21 de mayo de 2001 hasta el 4 de enero de 2002 de lunes a viernes a
las 13hs. Protagonizada por Facundo Arana y Gianella Neyra y las participaciones antagónicas de Romina Gaetani y Norberto Díaz. La idea original era de Ricardo Rodriguez
y Claudia Piñeyro. Y los autores fueron: Ricardo Rodríguez. Oscar Ibarra- Daniel Delbene. Tuvo versiones en México y Venezuela.
Cuenta la historia de Yago (Facuendo Arana), un hombre solitario que vive en la Selva Misionera que conoce a Melina (Gianella Neyra), una mujer de la gran ciudad,
tras un accidente aéreo. Así, comienza una apasionante historia de amor llena de enredos y desencuentros que unirá las historias de estos personajes para siempre.
De nuevo se refleja la historia de amor entre dos personas opuestas en cuanto a su clase
social, aunque acá se empieza a romper con la antigua costumbre de que el hombre sea
el rico.
Kachorra (2002)
Emitida desde el 22 de mayo de 2002 hasta el 13 de diciembre de 2002 de lunes a viernes a las 13hs. Tuvo un promedio de 20,1 puntos de rating. Tuvo una versión portuguesa.
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Antonia (Natalia Oreiro) es una chica humilde que se ve involucrada en un crimen que
no cometió. Huyendo de la justicia cambia su look y se hace pasar por la institutriz de
los hermanos menores de Bruno Moravia (Pablo Rago). El amor y la pasión no tardarán en surgir entre ellos.
Otra vez se muestra a la diferencia entre las clases sociales como condición sine qua
non para el amor.
Máximo corazón (2002)
Protagonizada por Gabriel Corrado y Valeria Bertuccelli, con las participaciones antagónicas de Cecilia Dopazo y Jorge Marrale. Fue emitida desde el 26 de agosto de 2002
hasta el 14 de marzo de 2003, de lunes a viernes a las 13hs. Tuvo considerable repercusión.
La historia comienza cuando Máximo Martinelli (Corrado) pierde a su esposa (Mazer)
al cumplirse el primer aniversario de casados. Ella es atacada por delincuentes y muere.
En medio del dolor, él decide que el corazón de su mujer sea transplantado a Luján
(Bertucelli), una joven que necesitaba desesperadamente de él para seguir viviendo. A
partir del transplante, Luján comienza a experimentar sensaciones nuevas y por ello se
plantea la necesidad de saber quién era la persona que le donó el corazón. Así, termina
conociendo a Máximo, de quién se enamorará.
Esta telenovela rompe un poco con los estereotipos que influyen negativamente en la
sociedad. Si bien el protagonista tiene una buena posición económica, sufre de una tragedia y luego se enamora de una mujer con la cual vive feliz, la historia es original y no
recae tanto en los clichés del resto de las telenovelas.
Culpable de este amor (2004)
Emitida desde el 12 de enero de 2004 hasta el 2 de noviembre de 2004, de lunes a viernes a las 13hs. Tuvo un promedio de 15 puntos de rating.
Laura Cazenave (Gianella Neyra) es abogada e hija de los dueños de los laboratorios
Cazenave. Está casada con Fernando Salazar (Mauricio Dayub), que dirige los laboratorios tras la muerte en accidente de los padres de Laura. El matrimonio vive con los
dos hermanos menores de Laura, Pablo y Soledad. Agustín Rivero (Juan Darthés) es
perito psiquiatra forense. Laura y Agustín se conocen por casualidad en un juicio, y se
sienten atraídos el uno por el otro al instante, sin embargo, el matrimonio de Laura no
está pasando por su mejor momento y ella no tiene tiempo ni ganas de involucrarse en
ninguna historia amorosa. El problema es que las circunstancias les hacen coincidir una
y otra vez, Soledad Cazenave requiere tratamiento psiquiátrico y sólo confía en Agustín.
Progresivamente, Laura se va dando cuenta de que necesita resolver su relación con
Fernando.
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Al margen de sus problemas amorosos, algo muy misterioso está ocurriendo en los laboratorios Cazenave sin el conocimiento de éstos ni de Fernando. Cuando Fernando lo
descubre ya está atrapado en la red tejida por Virginia, su secretaria y Román Machado,
el director técnico. Una secta está utilizando las instalaciones del laboratorio para sus
perversos fines. Poco a poco, Laura, Agustín y todos sus amigos se van viendo envueltos en una conspiración cuya amplitud y alcance ellos ni siquiera sospechan. Sin saberlo, quedaran atrapados en un mundo de traiciones, muerte y ambición, al que enfrentarán con valentía. Laura y Agustín lucharán denodadamente para desenmascarar el
mal. Aún a costa del amor y la pasión que los une. Aun a costa de sus propias vidas.
Solos contra un gigante. Las garras de la ambición son difíciles de vencer y la telaraña
urbana del mal logrará envolverlos. Quizás el odio gane esta vez la batalla final. Tal vez
el amor de Laura y Agustín, pueda más que la muerte
Otra historia bastante original en cuanto a su argumento que sin embargo muestra el
estereotipo de que las personas de clase social altas se ven involucradas en problemas y
la idea de que los personajes principales deben luchar contra el mal.
Se dice amor (2005)
Emitida desde el 1 de diciembre de 2005 hasta el 15 de diciembre de 2006, de lunes a
viernes a las 13hs. Su primer capítulo obtuvo 20,6 puntos promedio de rating y el último
capítulo obtuvo 16, 5 puntos promedio de rating. Su mayor audiencia fue en el viernes
17/03/2006, cuando tuvo 22,7 puntos promedio.
Protagonizada por Juan Darthés, y Millie Stegman. Con la actuación especial de Eugenia Tobal y gran elenco Gerardo Romano, Silvia Kutika, Alicia Zanca, Segundo Cernadas, Sabrina Garciarena y Thelma Biral. Las participaciones antagónicas de Antonio
Grimau, la primera actriz Hilda Bernard, Florencia Ortiz y Millie Stegman siendo su
propia contrafigura.
Es la historia de amor de Bautista, un renombrado deportista que a pesar de lograr el
amor incondicional de Noel, una luchadora y bellísima mujer de pueblo, no logra
olvidar al amor de su vida, Florencia, mujer de alta sociedad, acusada de un crimen
que no cometió y que le valió años como convicta.
Bautista se debate entre amar a la noble Noel o reconquistar a Florencia, todavía condenada socialmente a pesar de su inocencia. Bautista, en el medio de dos amores,
deberá elegir a una de ellas, siguiendo sólo el dictado del corazón.
Pero conspira contra el objetivo de Bautista su poderoso padre, Patricio, quien no sólo
compite deportivamente con su hijo, también juega perversamente a arrebatarle cada
una de las mujeres que éste conquista. En el pasado, fue él quien envió a Florencia a
la cárcel cuando no pudo ganarle a su hijo.
En el presente, aunque declara su conformidad con el amor entre Bautista y Noel, prepara lentamente una trampa que dejará a Bautista vencido y señalado como el villano. Pe-
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ro es Patricio, quien domina a su antojo las voluntades y miserias de quienes viven en
“La Magdalena”, la casa de campo familiar, y el verdadero villano.
Catalina, hija de Florencia y Bautista, será otro de los obstáculos que Bautista deberá
sortear a la hora de elegir a quien entregar su corazón.
Nuevamente se retrata a la gente de la alta sociedad como personas rodeadas de problemas, odio y pendientes de lo que el resto de la sociedad pueda pensar sobre ellos y de
mostrar una buena imagen.
Don Juan y su Bella Dama (2008)
Emitida desde el 17 de marzo de 2008 hasta el 9 de marzo de 2009, de lunes a viernes a
las 13:30hs. Tuvo un promedio de 13 puntos de rating.
Juan Cané (Joaquín Furriel), es un galán incorregible, que le tiene miedo a todo compromiso que pueda poner en riesgo su libertad. Josefina Molina (Romina Gaetani), ha
trabajado desde muy chica para ayudar a su familia. Es una muchacha humilde, y un
poco torpe. Josefina tiene novio. Franco Ramírez Puente (Benjamín Vicuña), desde
que llegó de Chile hace cinco años, cría solo a su hijo, Tommy. Dice ser viudo, pero en
realidad secuestró a su hijo. Un día, Jose llega a la vida de Juan y la cambia para
siempre. Juan, trata de convertir a esta chica un poco bruta, en la dama de compañía de su abuela. Juan y Jose se enamoran y pronto se darán cuenta de que para materializar su amor tendrán que cerrar sus historias pasadas. La historia de Juan, un seductor compulsivo, que hasta se acostó con la mujer de su padre, Serena Monterrey
(Isabel Macedo), sin saber; su eterno rival. La historia de Jose, un novio que es capaz de
cualquier cosa con tal de retenerla a su lado. Pasión, desilusión, desesperación, maldad,
locura, bondad, odio y el amor más intenso conforman esta historia.
En esta telenovela se muestra también al personaje pobre como alguien torpe. Además,
señala un estereotipo genérico del hombre como un seductor compulsivo lo cual se refleja en la sociedad en la que está bien visto.
Telenovelas que hicieron historia en la tv argentina:
Radioteatro para la hora del Té: (1957)
En 1957 surge un gran éxito que aun es recordado: Teleteatro para la hora del Té. Era un punto
de inflexión entre el radioteatro clásico y la telenovela que estaba naciendo, el ciclo marca el
punto de partida del género y sienta las bases de la futura tira diaria tradicional. Fernando Heredia y María Aurelia Bisutti son su pareja protagónica por dos años. Esta pareja era además protagónica de un " clinch”, cuando Fernando Heredia le ratificaba su amor a la Bisutti con su célebre: "Claro que te quiero bobalicona”, seguido de un beso prolongado que hacía que una mitad
de la audiencia femenina se derritiera y la otra quedara boquiabierta, sin poder hablar.
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El amor tiene cara de mujer: (1964 – 1970)
El amor tiene cara de mujer fue una telenovela de Nené Cascallar emitida en la televisión argentina entre 1964 y 1970. Fue uno de los grandes éxitos de los años sesenta de la televisión en
blanco y negro del Canal 13 porteño, producida por Jacinto Pérez Heredia y dirigida por Edgardo Borda y Osias Wilenski. Esta telenovela se emitió de lunes a viernes a las 16 horas.
La autora ensayó una receta que dio buen resultado: la vida de cuatro mujeres de diferente
edad, estrato social y estilo de vida (Bárbara Mujica, Iris Láinez, Delfy de Ortega y Angélica
López Gamio) trabajando en un instituto de belleza. Cada semana la novela se dedicaba a una
en particular posibilitando la participación de un elenco numeroso. Llevó a la fama o afianzó la
carrera de incontables figuras del quehacer actoral argentino como Rodolfo Bebán, Federico
Luppi, Soledad Silveyra, Ana María Picchio, Norma Aleandro, Evangelina Salazar, Bárbara
Mujica, Virginia Lago, Jorge Barreiro, Arnaldo André, Eduardo Rudy, Thelma Biral, Claudia
Lapacó, Rodolfo Ranni, Mónica Mihanovich, Sergio Renán, Fabio Zerpa, Norberto Suárez Berta Ortegosa y muchos otros.
En 1976 se hizo una remake argentina con Virginia Lago, Cristina Tejedor, Beatriz Día Quiroga, Dora Prince y Christian Bach. En 1994 se hizo otra con Thelma Biral, Marita Ballesteros,
Laura Novoa, Marcelo Alfaro y Laura Flores). Ninguna de las dos logró emular el éxito de la
original.
Cuatro hombres para Eva: (1966)
“Cuatro hombres para Eva” fue una telenovela de Nené Cascallar, emitida por Canal 9 en el año
1966, y protagonizada por Fausto Aragón (Carlino), Beatriz Barbieri (Gloria), Jorge Barreiro
(Ricardo), Rodolfo Bebán (Mario), Betiana Blum, Virginia Faiad, Nacha Guevara, José María
Langlais (Eduardo), Gianni Lunadei (Enrique), Horacio Nicolai (Berto), Beatriz Paredes (Julieta), Irma Roy (Lydia), Eduardo Rudy (Hernán).
Rosa de lejos / Simplemente María: (1980 – 1981)
Rosa de lejos es una telenovela argentina protagonizada por Leonor Benedetto, Juan Carlos
Dual, Pablo Alarcón y un gran elenco. Basada en el libro original de Celia Alcántara, bajo la
producción y dirección de María Herminia Avellaneda, fue transmitida originalmente por Canal
7 de Argentina (llamado en aquellos años “Argentina Televisora Color”, ATC Canal 7) durante
1980 y 1981. Fue la primera telenovela filmada y transmitida completamente en color en el país,
dos años después de que el Campeonato Mundial de Fútbol Argentina 1978 inaugurara las
transmisiones en color por televisión para el exterior. En Argentina, la televisión en colores no
comenzó sino hasta el 1ro de mayo de 1980.
Fue emitida originalmente de lunes a viernes a las 13 horas, logrando muy altos índices de audiencia y batiendo un récord entre las ficciones del género, llegando incluso a superar ampliamente la popularidad de uno de los programas de interés general más exitosos de Argentina,
“Almorzando con Mirtha Legrand”.
En realidad, Rosa... de lejos es una “remake” de Simplemente María, otra telenovela argentina
filmada en blanco y negro, emitida en 1969 y estelarizada por Irma Roy y Alberto Argibay. La
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misma historia fue adaptada para contarse esta vez en color y con las actuaciones de grandes
figuras.
Rosa de lejos cuenta la historia de Rosa María Ramos, una muchacha del interior (de la Provincia de Santiago del Estero) que llega a Buenos Aires a buscar trabajo para ayudar económicamente a su padre y a sus ocho hermanos sin saber siquiera dónde parar. Al conseguir su primer empleo como doméstica, conoce a Teresa, que será luego su mejor amiga,
quien le consigue un cuarto para vivir en un conventillo del barrio de La Boca, donde viven
muchas familias trabajadoras del puerto. Entre otros, allí Rosa conoce al Maestro Esteban Pasciarotti, que se enamora de ella al instante aunque intenta ocultar sus sentimientos y le ofrece
junto a su familia una amistad incondicional. También en ese tiempo Rosa en una plaza conoce
a Roberto Caride, un joven estudiante de Medicina, de buena posición económica, con
quien comienza una relación sentimental.
Rosa, muy ingenua e ignorante de las malas costumbres de la ciudad, fue víctima de las falsas
promesas del muchacho porteño quien la abandonó luego de enterarse que esperaba un hijo
suyo. A partir de ese momento Rosa, sorprendida de esta manera en que la ciudad la recibió,
decide tener su hijo y progresar en su vida para demostrarle al mundo que ella podría
aprender y lograr ser una persona muy importante a quien la respeten de verdad. Para
eso, y con la ayuda del maestro, Rosa poco a poco aprendió a escribir, a hablar correctamente y todas las herramientas que a través de su trabajo de modista le permitió llegar luego
de varios años a convertirse en la diseñadora más prestigiosa a nivel nacional e internacional, de un brillo y glamour espectacular, rodeada de las personalidades más emblemáticas e
importantes.
La saga abarca aproximadamente 30 años, a lo largo de la cual su hijo "Tony" (Antonio) crece y
ya adulto se enfrenta con su padre a quien le repudia el por qué abandonó a su madre en lugar de
comportarse como un hombre y un padre de bien. Entre el amor, la compasión, el perdón y el
rencor, esta historia atraviesa todos los sentimientos que caracteriza la naturaleza humana, en el
ámbito familiar y frente a las diversas circunstancias de la vida. En la mitad de la historia, Rosa
finalmente se casa con Esteban, con lo cual renace un amor muy fuerte entre ambos y que
también los lleva a un aprendizaje permanente tanto a ella como a él.
"...La historia muestra cómo una de tantas campesinas que muy joven se lanzó a la gran aventura, viajando en tren con lo puesto, sin instrucción, sin dinero, feminista intuitiva y heroína por
necesidad, creyó en el amor y despertó con un hijo en los brazos para enfrentar la cobardía del
hombre que le mintió. No es cierto que a una mujer sola, sin el respaldo de una familia importante o de un hombre rico, le sea imposible destacarse. Las que quieren, pueden. 'Rosa de lejos'
es la vida de una gran mujer..." Así definió Celia Alcántara, la propia autora, la historia de esta
inolvidable telenovela que marcó una época de la televisión argentina.
Amo y señor: (1984)
“Amo y señor” fue una popular telenovela argentina emitida en 1984 protagonizada por Luisa
Kuliok y Arnaldo André. Causó enorme repercusión por combinar dosis poco usuales (para los
parámetros de la época) de erotismo y violencia física. Ha sido calificada como "la novela del
destape", por haber sido emitida a menos de un año del retorno a la democracia en Argentina
luego de un período cultural signado por la represión de la dictadura militar.
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El elenco de la telenovela estuvo conformado, entre otros, por María Concepción César, Diana
Ingro, Elvia Andreoli, Jorge Sassi, Boris Rubaja, Cristina Rozadilla, Boy Olmi, Adela Gleijer,
Juan Marcelo, Rey Charol, Paula Pourtale, Juan Peña, Clotilde Borella y Antonio Caride.
La historia gira entorno al recio y adinerado Alonso Miranda (André), el poderoso mandamás
de una ciudad llamada Puerto Caliente. A pesar de su fortuna, Miranda no es un hombre de
alcurnia, sino un "nuevo rico". Por ello, en pos de conseguir el tan deseado estatus social busca
el amor de Victoria Escalante (Kuliok), cuya familia es muy aristocrática pero -a la inversaestá atravesada por apremios económicos. Toda la trama se desarrolla en una ficticia ciudad
subtropical del norte argentino, en la que se mezclan negocios ilícitos como el contrabando y el
juego clandestino.
La telenovela alcanzó altos índices de audiencia (39 puntos de rating promedio) y se emitía por
Canal 9 al mediodía. Producida por Raúl Lecouna, tuvo la particularidad de ser transmitida por
el primer canal que volvía a manos privadas (se restituía a Alejandro Romay) luego de un período marcado por el predominio de control estatal sobre la televisión. Esa circunstancia propició
que tanto el guión (a cargo de Daniel Delbene, sobre una historia original de Carlos Lozano
Dana) como la producción pudiera correr ciertos límites tradicionales del género, especialmente
en lo relativo a las frecuentes cachetadas que se propinaban los protagonistas: no sólo por parte
de la heroína al galán, sino sobre todo a la inversa (lo que no era habitual). Según André, todo
comenzó de manera casual en uno de los primeros capítulos (fueron 175 en total) cuando él le
pegó a Kuliok y se decidió que esa escena formara parte de la promoción del programa. Al final,
se transformó en la manera de solucionar las discusiones, y era lo que más atraía a la protagonista, que volvía siempre a por más cachetazos.
La extraña dama: (1989)
La extraña dama es una telenovela argentina de 1989 producida por Omar Romay y protagonizada por Luisa Kuliok y Jorge Martínez, con la participación antagónica de María Rosa Gallo
como la terrible Hermana Paulina. Se transmitió de lunes a viernes a las 14 horas, por Canal 9.
La extraña dama obtuvo cuatro Premios Martín Fierro 1989, entre los que figura el de mejor
telenovela de ese año.
Un amor que sobrepasa las fronteras de lo prohibido y el destino de una separación forzosa, son
los enemigos que una mujer deberá enfrentar para curar las heridas del pasado. El tiempo, un
enemigo infalible para los que se aman en silencio, esta vez será el cómplice para el reencuentro
de lo que se pensaba seria una vida perdida.
Gina Falcone, una joven humilde que viene del campo, conoce a Marcelo Ricchiardi, un
hombre que proviene de una familia de dinero y prestigio. El primer encuentro los lleva a
vivir una historia de amor sin precedentes, que deja como fruto una hija. Los obstáculos llegan
con el hermano de Gina, Dominico, que se opone a la unión. Marcelo es obligado a casarse con
Elsa, sin saber que su enamorada espera un hijo suyo. Gina se enfrenta a una recaída en soledad,
y tiene a su hija Fiamma en el convento de la Adoración, pidiendo a las monjas que se la entreguen a su padre tras estar al borde de la muerte después del parto. Ella viaja a Italia y se convierte en religiosa. Marcelo lleva a Fiamma a vivir a una casa fuera de la ciudad con su nana,
pues en su matrimonio con Elsa tiene a Virginia, su otra hija. Al morir su esposa, Marcelo lleva
a Fiamma a vivir con su media hermana a la ciudad.
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Diecisiete años más tarde Gina regresa al pueblo y descubre que Marcelo es viudo y que no ha
podido olvidarla. Se enfrenta a la realidad de ser monja y estar enamorada del padre de su hija,
la mayor confrontación que una mujer puede tener al estar al servicio de Dios.
Más allá del horizonte: (1994)
Más allá del horizonte (ó "Milagros") fue una telenovela argentina, ambientada en el siglo XIX,
protagonizada por Grecia Colmenares y Osvaldo Laport. Fue emitida en 1994, por Canal 9.
Dicha telenovela se emitió en horario central, el cual era hasta entonces un horario en el que no
se acostumbraba emitir telenovelas en la televisión de Argentina. El gran éxito de dicha novela
motivó que en años posteriores se produjeran otras ficciones pensadas para dicha franja horaria.
En la historia la hija de Juan (Ethan Wayne), María Pedraza, es adoptada por la familia acomodada de Encarnación y Manuel Olazábal, luego de la muerte de su madre biológica, Amalia
(Amanda Sandrelli). María recibe el apellido de su nueva familia, así como dos familiares adoptivos: su hermana Victoria (Viviana Saccone) y su Asunción (Luisa Kuliok). Ambas se enamoran de Enrique Muñiz (Osvaldo Laport), pero María se ve obligada por su familia a casarse con
Gonzalo Lynch (Gerardo Romano). Ambos tienen una hija, pero Gonzalo la reemplaza por la
hija extramatrimonial que tuvo mediante su relación con Margarita (Verónica Ruano). El romance entre Victoria y Enrique da lugar a su hijo Catriel, quien es raptado por los indios y criado por los mismos. Asunción Olazaval forma una relación con el cacique Shanqué y se une a él.
La muerte de dicho cacique marca el final de la primera temporada.
La segunda temporada establece un intervalo de 20 años respecto de la anterior. En la mansión
Olazaval viven María (Marta González), Gonzalo (Víctor Hugo Vieyra), su hija Lucía (Verónica Ruano) y Victoria (Patricia Palmer) con su hija natural, Camila (Viviana Saccone). La hija
perdida de María es Milagros (Grecia Colmenares), quien trabaja en un circo, y tiene relaciones
con Augusto (Clayton Norcross) y Catriel (Osvaldo Laport). Finalmente se casa con Catriel y
tienen una hija, a quien llaman Asunción en homenaje a quien rescató a Catriel de los indios.
Sin embargo, Catriel se casa más adelante con Lilén (Adriana Ferrer), una india que amó en su
adolescencia, tras creer muerta a Milagros.
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V. Marco teórico
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Telenovelas: Origen del género
Una telenovela es un programa de televisión que se transmite en episodios diarios
(usualmente de lunes a viernes) y consecutivos, narrando una historia ficticia de alto
contenido melodramático.
Desde el punto de vista de su desarrollo narrativo, se rige por una estructura fragmentada en episodios cortos que generan efectos de suspense, creando así una sensación de
dependencia y anhelo por seguir el desenlace de las historias al día siguiente (siguiendo
la lógica de secuenciación del folletín europeo del siglo XIX).
El origen del género se remonta a la radionovela comercial, o soap opera, nacida en
EEUU y llamada así porque era patrocinada por compañas productoras de jabón. Sin
embargo, a partir de los años 30, las corporaciones invirtieron en la difusión del género
en América Latina, donde rápidamente se extendió con éxito en distintas regiones. Si
bien son temáticamente parecidas a las soap operas de la televisión estadounidense, ambos productos poseen diferencias importantes:
- Las telenovelas tienen un número finito de capítulos (normalmente no mayor a cien).
Por lo tanto, el público espera una conclusión definitiva para la historia que cuenta. La
soap opera, en cambio, está diseñada para no tener fin. Por ejemplo, General Hospital ha
estado al aire de lunes a viernes a las 3 p.m. sin interrupción desde 1963.
- Las telenovelas son transmitidas tanto en el bloque de la tarde, como en el de la noche.
Las soap operas están al aire por televisión abierta (no cable) sólo en la tarde, a partir de
la 1 p.m. y no más tarde de las 4 p.m. teniendo una audiencia donde prevalecen las mujeres que trabajan en su casa. Hoy en día las telenovelas son vistas por mujeres y hombres de todas las clases sociales, edades y ocupaciones.
- Las telenovelas determinan el "star system" en América. En general, no se asume que
los actores de telenovelas son buenos o malos, se les juzga de acuerdo a la calidad de su
trabajo. Eso no ocurre en la soap opera, ya que hay la percepción generalizada de que
sus actores y actrices son "de segunda".
La primera telenovela, “El derecho de nacer” (1950), del cubano Félix B. Caignet, fue
creada a partir de una radionovela cubana del mismo nombre. La Habana representó así
la cuna de artistas, productores y guionistas especialistas del género, y a partir de ahí el
género se difundió en las siguientes décadas por todo el continente.
Tanto la radionovela como la telenovela son géneros audio-narrativos cuyos orígenes
radican en el melodrama, un estilo de drama en el que se hace especial énfasis en los
sentimientos de los personajes, desempeñando los aspectos emocionales o sentimentales
un gran papel en la trama. En este sentido, los antecedentes de la telenovela radican en
el teatro de vaudeville francés, la Commedia dell’arte italiana, la zarzuela española y
otras formas de teatro popular cuya lógica narrativa tiene origen en el melodrama. A
este aspecto se debe el carácter eminentemente popular de la telenovela en cuanto forma
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de comunicación masiva, dirigida a todo tipo de público y representativa de los dilemas,
problemáticas y costumbres comunes a la mayoría de su auditorio.
Por las temáticas que trata, la telenovela puede compararse en cierta medida a la novela
rosa: los protagonistas son personajes representativos de ciertos estereotipos culturales
(generalmente se crea una división bipolar entre blancos de clase media-alta y mestizos
criollos) y sus amores, desgracias, aspiraciones y conflictos.
Sin embargo, hay que señalar que el género no ha sido ajeno a ciertas aperturas a otros
temas, destacando algunas producciones en las que el amor no es el tema central. Hubo
casos donde las historias reflejaban más bien temas de salud, socioculurales y políticos.
Brasil fue el país pionero en este nuevo abordaje: con la telenovela, Globo. Colombia
hizo lo propio con “La Maldición de los Martínez” y México con “Ladrón de corazones”.
Desde la perspectiva de la importancia económica que tienen en países como Venezuela, México, Brasil, Argentina, Colombia, Perú y Chile, y en razón de los grandes presupuestos destinados a su producción, las telenovelas se pueden comparar más al cine de
Hollywood que a las soap operas norteamericanas.
En Argentina, a pesar de un comienzo propicio, de la mano de Goar Mestre (el mismo
dueño de CMQ-TV que huyó de Cuba hacia el país sudamericano, donde trató de reproducir su próspero imperio mediático), la intervención estatal de los canales de TV en los
años 70 impidió el florecimiento comercial de la misma. Aun así, por esa época hubo
algunas novelas argentinas populares. Un despegue se dio en los 80, cuando Buenos
Aires se estaba volviendo meca del género, sobre todo por sus lazos con la Europa latina
(Italia y España) con la que se co-produjeron varias historias clásicas con las actuales de
la mexicana Verónica Castro y algunas actrices venezolanas.
La peculiaridad de estas novelas era que se hablaban en español neutro, sin el característico 'voseo' de la comunidad rioplatense. Incluso hoy el 'tuteo' es sinónimo de telenovela
latina por allá. Omar Romay y Raúl Lecuona, fueron algunos de los productores más
prolíficos, pero aun así la producción es irregular, si la comparamos con otros países del
continente, donde se transmiten varias novelas al día por un mismo canal.
Popular en Europa e Israel, la novela argentina no encontró mucho mercado en América, sobre todo cuando pasó a ser hablaba con las peculiaridades fonéticas y gramaticales
del Río de la Plata. Llegando incluso Telefé a tratar de doblar algunas de sus realizaciones más recientes. Es Telefé, justamente, la que más apostó en telenovelas clásicas,
mientras que Artear, en co-producción con Polka, se decanta más por la 'tira', una telenovela con un sabor costumbrista y humorístico más acentuado."
LA TELENOVELA COMO GÉNERO
Tiene sus orígenes en la fusión de radioteatro, folletín, melodrama , épico y tragedia.
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Radioteatro: Toman los diálogos (muchas veces el desarrollo del conflicto se narra con
palabras mas que con la acción, incluso, es la palabra la que define los personajes. Los
que están legitimados socialmente tienen la palabra, se manifiestan y juzgan a través de
las frases intencionas).
Folletín: Toman los triángulos amorosos, las historias de amor apasionadas, los ricos
malos y pobres buenos, el dinero no hace a la felicidad y también extrae del género el
gancho al final de cada entrega. También del folletín toma la secuencias repetitivas ya
que hay que mantener una historia a través de un largo periodo de tiempo. La telenovela
cuenta sus historias matizando la repetición con la innovación. El suspenso de las telenovelas también es fragmentado, aunque la resolución de los conflictos se da generalmente en forma precipitada y hacia el final de la historia.
Melodrama: Toma las temáticas como la vida, la muerte, el amor no correspondido, los
gestos y las acciones exageradas. El melodrama surge en Francia, en la época de la revolución, plantea conflictos entre dos mundos opuestos (los buenos contra los malos,
los justos contra los injustos). Fue el género dramático mas arraigado en el siglo XIX.
Es incuestionable que el melodrama representa la forma más popular de teatro jamás
producida. Provee un vehículo para los efectos escénicos más espectaculares así como
para una interpretación efectista. Del mismo modo asienta las bases para le televisión.
La palabra melodrama tiene dos significados: Combinación de comedia y tragedia
Un drama acompañado de música: Esta definición es fácilmente aplicable a la mayoría
de películas y producciones televisivas en las que los personajes son identificados a
través de la temática y las emociones del público manipuladas a través de la música.
Este género se compone normalmente de tres actos en ves de cinco. La trama se centra
en torno a un conflicto entre un protagonista virtuoso y un malvado villano. El héroe
antes de su triunfo final debe sortear una gran cantidad de problemas.
En la acción se pueden encontrar inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, persecuciones a caballo, o batallas todo contado con un gran lujo de detalles.
El melodrama se convirtió en un género netamente popular por tener una trama compleja e intrincada, personajes bien delineados, fuerte carga emocional, por que brinda un
espectáculo y por que tiene un claro mensaje moral.
Épico: Es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un espacio y en un tiempo determinado. El autor
usa como forma de expresión habitual la narración aunque también puede ser utilizada
la descripción o el dialogo. En la épica se encuadran los siguientes subgéneros:
Epopeya: poema narrativo extenso, que se refiere a acciones dignas de la memoria de un
héroe o de un pueblo (Ej. La Ilíada, la Odisea, la Divina Comedia)
Poema Épico: producción literaria pertenecientes a lo épico escrito en verso.
Cantar de Gesta: manifestación literaria de las leyendas heroicas de un pueblo, compuestas fundamentalmente para ser escuchadas más que leídas.
Romance: forma poética tradicional en versos octosílabos con rima alterna en asonante
(entre verso)
Novela: obra narrativa de ficción escrita en prosa y de extensión superior al cuento.
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Tragedia: Forma dramática que pone en escena personajes enfrentados a conflictos provocados por pasiones humanas que desembocan a menudo, aunque no necesariamente,
en un desenlace fatal. También, cada una de las piezas teatrales que participan de la
forma teatral del mismo nombre. Era, junto a la comedia, una de las formas clásicas del
drama griego.
Estigmatización
Erving Goffman: En su obra “La presentación de la persona en la vida cotidiana”, Goffman utiliza la metáfora teatral, para denominar el comportamiento de las personas en
una realidad determinada. Considera a las personas con un enfoque de actores dramaturgos, y definir así las actuaciones de los individuos en sus interacciones, como si de
una obra de teatro se tratase. Crea así una distinción básica en la interacción de los individuos, entre la escena y la tras escena (backstage): en el escenario existen todas las
interacciones que la gente hace delante de los demás, mientras que la parte trasera domina toda las que se mantienen ocultas o se guardan.
Para Goffman el Teatro es un modelo que nos permite entender la vida social. Toda su
obra se basa en metáforas referentes al teatro.
Los hombres son como actores que se esfuerzan permanentemente a lo largo de toda su
vida social para transmitir una imagen convincente de sí mismos frente a los diversos
auditorios a los que se enfrentan (la familia, los amigos, la escuela, la oficina, etc.). No
importa lo que uno sea realmente, sino lo que se logra parecer.
Si tenemos en cuenta las palabras de Goffman relacionadas a las telenovelas estudiadas,
los modelos que presentan son siempre superficiales, por ejemplo en “Dulce Amor”
Carina Zampini es la dueña de la fábrica, rubia, rica, no sabemos si tiene estudios pero
se supone que por su condición económica “le va bien”, por el otro lado este Sebastían
Estevanez que es un piloto de carreras que ni siquiera terminó la secundaria, apenas
sabe hablar, no tiene modales y nació en un barrio humilde. Cada uno hace un papel
muy marcada y opuesto y ambos se mueven bien en sus papeles, nunca se mezclan, evitan el roce de las familias y hasta del cruce de los contextos (casi nunca vemos a Sebastián Estevanez en las oficinas, tampoco a Zampini en la parte de la Fábrica donde estan
los trabajadores). En la vida social, vemos como las personas cada vez se parecen más a
estos modelos: siempre en los extremos. Por ejemplo, alguien que comienza como cadete en un puesto, puede usar la ropa de la empresa o no, luego de un tiempo, lo ascienden, le exigen que lleve cierta vestimenta. Esa persona generalmente no querrá volver al
puesto de cadete, ni bajar de ese puesto, porque hay modelos de estereotipos en la sociedad muy marcados que a nuestro parecer influyen de manera negativa porque son
superficiales, extremistas, faltos de memoria y tienden a negar el origen.
Saber moverse hábilmente entre los decorados y las utilerías, tener un buen vestuario y
poder diferenciarse son indispensables para obtener éxitos sociales. El que no sabe actuar constituye una amenaza para el elenco y es prontamente apartado.
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Podemos actuar, lo que no podemos ser es simplemente hombres. Estamos constreñidos
a actuar la Tragedia o Comedia de nuestra vida a tiempo completo.
“En su condición de actuantes, los individuos se preocupan por mantener la impresión
de que cumplen muchas reglas que se les puede aplicar para juzgarlos, pero a un individuo, como actuante, no le preocupa el problema Moral de cumplir esas reglas sino el
problema Amoral de fabricar una impresión convincente de que las está cumpliendo.
Nuestra actividad se basa en gran medida en la moral pero, en realidad, como actuantes,
no tenemos interés moral en ella. Como actuantes somos mercaderes de la Moralidad”
Erving Goffman Para Goffman en la vida diaria, desde que nos levantamos, nos ponemos una máscara la cual va cambiando según la situación en la que estamos inmersos en
ese momento, según la interacción que estamos teniendo en ese instante. Creamos nuestra mascara mediante las máscaras del otro, el yo es creado por el otro. Esta mascara
también cambia dependiendo de si estamos en lo que él llama el backstage aquí es donde nos preparamos y estudiamos nuestro papel para salir al stage para entrar en escena.
Normalmente los actores que se encuentran en escena son dos, el protagonista quien
desarrolla el tema central de la acción y el antagonista, que es quien lleva una idea contraria, existen también coactores pero estos no participan en la idea central tampoco
llegan a ser antagonista simplemente son actores auxiliares.
¿Pero si siempre estamos actuando, entonces que es ser uno mismo? Lo que Goffman
llama el self, en la metáfora teatral de Goffman el ser uno mismo es formado por el conjunto de interacciones que tenemos, somos el conjunto de las máscaras que poseemos.
Aunque también una vez que nos encontramos solos en la noche existe un yo diferente.
En Estigma, Goffman trabaja a partir de las interacciones en un grupo en el que se encuentra un sujeto "estigmatizado" (social o históricamente). El peligro de ruptura de la
interacción es mitigado, o incluso eliminado, mediante una serie de recursos e informaciones.
Goffman en su obra “Internados” elabora el concepto de Instituciones Totales, a partir
del estudio de diversas instituciones que comparten una serie de características totalitarias, en las cuales los seres humanos comparten un espacio delimitado, bajo tiempos e
interacciones controladas. Instituciones como cárceles, asilos, cuarteles, hospitales psiquiátricos, son ejemplos de instituciones totales. De este tipo de instituciones logra articular dos grupos sociales en interacción dentro de la institución total: custodios e internos. De los internos, Goffman establece dos formas primordiales o ajustes a través de la
cual los internos se adaptan o adaptan su entorno: primarios cuando el interno se adapta
a los reglamentos y estructuras institucionales; secundarios cuando los individuos logran
adaptar algunas características institucionales para su beneficio. Goffman permite entrever el uso disciplinario de estas instituciones y de cómo estas mortifican el Yo de los
individuos para lograr ajustarlo al entorno institucional, mediante el uso de las tensiones
dentro-fuera.
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Goffman habla de como la sociedad se maneja según estereotipos, para nuestra opinión
marcados por las instituciones, en especial por los medios, más específicamente con las
novelas. Ya que es más fácil la transposición y la identificación con los personajes por
las características comunes, por ejemplo Estevanez evitando las “s” al final de las palabras o utilizando un lenguaje coloquial.
Estereotipos y Roles
Si tratamos de definir la palabra “estereotipo” como lo haría un diccionario obtendríamos una definición más o menos así: “Conjunto de ideas que un grupo o una sociedad
obtiene a partir de las normas o patrones culturales previamente establecidos”. Esto demuestra que en el fondo los estereotipos son el producto de la atribución de una determinada característica a objetos (o grupos de personas), que tiene su origen en una generalización indebida o demasiado aproximativa y arbitraria de la realidad, y que, por lo
tanto, tiende a prescindir de cualquier conclusión lógica o de una comprobación experimental.
Aunque se reconozca a los estereotipos una cierta utilidad en la comunicación humana,
es evidente que tienden a transformar datos imprecisos en descripciones rígidas, las que
se adoptan como parte de lo típico. Los estereotipos también tienden a identificarse con
los prejuicios sociales que nacen de una falsa generalización de algún hecho en particular, y que derivan, más que de una conclusión intelectual, de una profunda participación
afectiva que rechaza las indicaciones que señala la experiencia (prejuicios).
Un ejemplo de los prejuicios, es el de “Amor en Custodia” donde Osvaldo Laport vive
en el campo de manera humilde y sólo por ser “pobre”, “humilde” y trabajador, es estereotipado como un bruto, con mal uso del lenguaje, sin modales. También es prejuicioso
pensar que puede ocupar el puesto de guardaespaldas de Soledad Sylveira porque es
“fuerte” y “bueno”. Pero ese tipo de cosas pasan desapercibidas en la sociedad, nadie se
pregunta por qué son así las cosas, está en el inconsciente colectivo el estereotipo, “agarrado”
En la actualidad existen muchos estereotipos que pueden deberse a diferentes características como clase social, edad, religión, etnia, sexo, y la lista podría llenar esta página y
los medios de comunicación son uno de los principales culpables ya que a través de
muchas estrategias comerciales logran establecer modelos de conducta o apariencia que
la mayoría de las personas tratará de adquirir. La comunicación presenta estereotipos de
casi todos los “tipos” de persona (hombre, mujer, niño, anciano, político, dueña de casa,
homosexual y un largo etcétera).
Un estereotipo es una imagen trillada y con pocos detalles acerca de un grupo de gente
que comparte ciertas cualidades, características y habilidades. Por lo general ya fue
aceptada por la mayoría como patrón o modelo de cualidades o de conducta. Etimológicamente proviene de la palabra griega stereos, que significa sólido, y typos, que signifiPágina | 34
ca marca. Y relacionándolo con todas las novelas de Estevanez, se repite el patrón “jefa
rica”, “empleado pobre” o al revés, pero siempre como marca fija registrada.
La construcción de género desde la televisión: La noción de estereotipo
La televisión contribuye a legitimar modelos de mundo, a construir la significación de
una realidad, de manera prerracional, produciéndose esta atribución de significación en
una gran parte desde comunicaciones inadvertidas, es decir, pre-lógicas, mediante la
intensificación estereotípica y la apelación a las emociones (Ferrés, 1996). En este sentido, una variada gama de investigaciones demuestran que ella no sólo puede generar
expectativas estereotipadas de los roles de género, sino también promover o no relaciones de género flexibles y equitativas (Greenfield, 1985).
Ana Sánchez Bello (2004) señala que la diferente percepción de los papeles que han de
jugar los sexos en la sociedad se trasluce en la simbología iconográfica y lingüística de
los medios de comunicación, ya que estos influyen sobre las ideas que adquieren los
individuos. Dicho de otra forma, los medios de comunicación son una instancia más de
socialización desde donde se aprehenden distintas formas de ser hombre y mujer a través de elementos simbólicos estereotipados, los que se insertan en la audiencia a través
de los contenidos emitidos por la televisión.
Por su parte, Mercedes Charles (2002) señala que la televisión transmite creencias, actitudes y concepciones que llevan a ambos sexos a interiorizar roles diferenciados, los
cuales se manifiestan como una expresión simbólica que revela ideologías de género
dominante. Estas contendrían significados, ideas y valores que transmiten visiones culturales contradictorias de la diferencia entre los sexos. Desde esta perspectiva, es posible señalar que la diferencia de roles preestablecida se manifiesta en televisión principalmente bajo la forma de estereotipo, construcción simbólica que deja de manifiesto
las arbitrarias maneras de presentar el género en la sociedad, y que permite seguir reproduciendo su efecto en la sociedad mediante el alcance y poder mediático que la televisión posee. El estereotipo se define como un conjunto de ideas acerca de los géneros
que favorecen el establecimiento de roles fuertemente arraigados en la sociedad. Estas
ideas simplifican la realidad dando lugar a una diferenciación de los géneros que se basa
en marcar las características de cada uno, otorgándoles una identidad en función del
papel social que, se supone, deben cumplir (Belmonte, 2008). De acuerdo a esto, es determinante el papel de los estereotipos en el mantenimiento de las desigualdades de género, por cuanto realizan la función de asignar a cada género las características de la
identidad a incentivar en función del papel social preferente a consolidar (Antón, 2001).
En el párrafo anterior, vemos de nuevo el tema de estereotipo pero mas enfatizado en el
rol de los sexos. El ejemplo actual es en Dulce Amor donde Sebastián Estevanez es “el
macho alfa”, donde tiene a dos mujeres a disposición, enamoradas de él, en cambio el
rol de Victoria Bandi, interpretado por Zampini sólo es deseado por Estevanez (su verdadero amor) y actualmente por Gerardo Romano, que en realidad la desea para culmiPágina | 35
nar su venganza, “aprovechándose de su condición de mujer”, decidimos poner la oración en comillas porque no tenemos la última palabra, pero es sabido que el sexo femenino es mal conocido como el “sexo débil” y este tipo de novelas, enfatizan esa odiosa
nominación.
A partir de la socialización, cada cultura otorga unas características y desarrolla unas
expectativas distintas para cada sexo y establece unos comportamientos distintos para
hombres y mujeres. Es en esa adjudicación de capacidades y carencias donde entran en
juego los estereotipos como los diversos modelos posibles para actuar en masculino y
femenino que cada cultura presenta en una especie de catálogo atávico a partir del cual
se socializa a los individuos (Altés, 2004). De acuerdo a lo anterior, las diferencias biológicas entre hombres y mujeres conlleva a la asunción de roles diferentes, de la que se
deriva una división de tareas sociales. En este sentido, para justificar esta división también se atribuyen a mujeres y hombres características psicológicas distintas de manera
que todas esas diferencias justifican la atribución de actitudes, comportamientos y funciones distintas a mujeres y hombres, generándose estereotipos de género (Núñez,
2004).
“Dos factores psicológicos de la conducta del público de los medios de
comunicación” por Gerarth Wiebe
Analizando el texto de Wiebe, que apunta hacia los factores psciológicos que actúan en
el público, podemos identificar ciertas relaciones con la hipótesis planteada en este trabajo de investigación. En su interesante texto, Gerarth aborda a estudiosos de la psciología, como Piaget, para analizar y tratar de comprender que sucede en el espectador
frente a lo que recibe de los medios de comunicación.
En lo que nos atañe particularmente a nuestro trabajo, podemos destacar y realizar una
comparación con lo que Wiebe, apoyado en Piaget, denomina la “renuencia a encarar
al otro”. A su vez, este enunciado es dividido en dos factores psicológicos. Nosotros
pondremos la mirada en el segundo punto sobre el “egocentrismo” infantil que presenta
el público ante la televisión, igual de importante que el poder de satisfacción de necesidades: el hecho de ser efímera, es decir que “si no lo veo es porque no existe”. Ahora
bien, podemos decir que esta afirmación puede funcionar a la inversa, es decir “lo veo,
por eso existe”. Al llegar a esta conclusión, podemos permitirnos volver a aseverar como la creación de estereotipos, representados por diversos personajes, influyen en la
sociedad, es decir, el público los toma como reales, por el hecho de que la televisión los
muestra, por ejemplo, nadie se pregunta si en Herencia de Amor, Diego Olivera tenía
estudios de ganadero o si acaso había terminado la secundaria. Tampoco lo vemos arando el campo, ni arriando vacas a Estevanez, pero por el hecho de ser humilde,”campechano”, morocho y (a veces) un poco gauchesco, ya lo identificamos dentro
de un estereotipo. Esta influencia es negativa porque nuevamente instala prejuicios en la
sociedad y deforma los valores morales y el lenguaje del público que lo ve.
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Bajándolo aún más a la particularidad, podemos citar una serie de pequeños ejemplos
respecto de las telenovelas argentinas a las que remitimos previamente durante la extensión de este trabajo. El caso de “Don Juan y su Bella Dama” nos aporta diversos casos
que pueden ser utilizados como referencias. Primero, el personaje principal (Joaquin
Furriel) es el héroe, rico y buen mozo; mientras que la heroína (encarnada por Romina
Gaetani) es morocha, humilde, buena. A su vez, tenemos diversos enemigos que se interpondrán entre la relación de los protagonistas; Delfina (clase alta, delgada, refinada,
caza-fortunas), o el mecánico (bruto, pobre, ladrón).
Escenas de la vida posmoderna por Beatriz Sarlo
Para Beatriz Sarlo, la cultura juvenil representa uno de los mayores modelos de consumo, a modo de ejemplo citamos un estracto de “Escenas de la vida posmoderna” donde
la autora habla del joven como modelo de consumidor ideal:
“El mercado promete una forma del ideal de libertad y, en su contracara, una garantía
de exclusión. (…) el mercado elige a quienes van a estar en condiciones de elegir en él.
Pero, como necesita ser universal, enuncia su discurso como si todos en él fueran iguales. Los medios de comunicación refuerzan esa idea de igualdad en la libertad que forma parte central de las ideologías juveniles bien pensantes, donde se pasan por alto las
desigualdades reales para armar una cultura estratificada pero igualmente magnetizada por los ejes de identidad (…) que se convierten en espacios de identidad de experiencias. Sólo muy abajo, en los márgenes de la sociedad, este conglomerado de estratos se agrieta. Las grietas, de todos modos, tienen sus puentes simbólicos: el videoclip y
la música pop crean la ilusión de una continuidad donde las diferencias se disfrazan en
elecciones que parecen individuales y carentes de motivaciones sociales. Si es cierto,
como se ha dicho, que se ama a una estrella pop con el mismo amor con que se sigue
un equipo de fútbol, el carácter transclase de estos afectos tranquiliza la conciencia de
sus portadores, aunque ellos mismos, luego, diferencien cuidadosamente y con cierto
placer snob a los negros de los rubios, según la lógica que también los clasifica en las
puertas de las discotecas. El impulso igualitario que a veces se cree encontrar en la
cultura de los jóvenes tiene sus límites en los prejuicios sociales y raciales, sexuales y
morales.”
Podemos relacionar esto con el trabajo y la hipótesis ya que queremos develar si es que
las novelas crean estereotipos para luego verlos reflejados en la sociedad, podemos
afirmar que las novelas como producto generan estereotipos con objetivos comerciales,
que según Sarlo no crean reflejos en la sociedad, sino que la sociedad los reproduce. La
autora dice que la novela tiene ciertos códigos que los espectadores piensan integrar de
manera positiva, como el sentido de la igualdad, pero de fondo traen consigo desigualdades sociales reales, diferentes clases económicas que se irán engrosando en mayor
medida.
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La identificación del televidente con el producto en pantalla, el conecpto de mito según Barthes por Martin Barbero
Para Martin Barbero, la telenovela como formato televisivo, está hecho como forma de
catarsis para su público, una forma en la cual desaparecen las desigualdades y el televidente se puede identificar con algún personaje, con su vida, con sus desgracias también:
“La televisión está siendo hoy día el lugar de visibilización de los mitos comunes. Y no
sólo en el sentido que hablaba Barthes del mito, sino en el sentido más hondamente
antropológico, de los mitos que unen, de los mitos que nos dan miedo o que nos quitan
el miedo, de los mitos que nos juntan, de los mitos que nos protegen, de los mitos que
nos salvan.(…) La televisión es la que está captando, la que está catalizando los símbolos integradores de la sociedad. (..) dónde es que la gente vive la experiencia de relación con esos ídolos, con esas estrellas, si no es en la televisión. Por más triviales que
sean a veces esos símbolos, por más aparentemente superficiales que sean esos símbolos, la televisión tiene una honda resonancia en la capacidad y en la necesidad de que
la gente se sienta alguien, y la gente se siente alguien en la medida en que se identifica
con Alguien, alguien en quien proyectar sus miedos, alguien capaz de asumirlos y quitárselos.
Para los que hace años vivimos trabajando el tema de las telenovelas, hay aquí una
pista bien importante. ¿Por qué tanta dramatización en la televisión latinoamericana?
¿Por qué tantas horas de dramas, y por qué cada vez hay más? ¿No será porque el
drama es una forma básica de lo ritual? ¿No será porque en el drama la gente accede a
la ritualización de sus miedos, de sus alegrías, de sus tareas cotidianas? ¿No será que,
más allá de la mala actuación, de la pobreza estética, de lo reaccionarias que sean las
telenovelas, en la dramatización hay un momento poético, hay un escalofrío poético,
algo que le permite a la gente romper la inercia de la vida cotidiana, reencantar su
vida cotidiana?”
En cambio, en este texto, Barbero nos da vuelta la hipótesis, diciendo que los medios
reproducen la inconformidad de la sociedad. Pero preferimos la mirada más profunda de
Beatriz Sarlo donde ella señala que esa disconformidad que expresa la novela, producto
de las mismas disconformidades del público, son en realidad temas que se tergiversan
de manera que parezcan de influencia positiva, cuando en realidad son negativos. Por
ejemplo, en “Dulce Amor” Zampini trabajó por más de 10 años en la fábrica Bandi y su
pareja, Segundo Cernadas, la llevó a la quiebra de manera adrede. El villano al final
tiene “un castigo”, pero acaso después de tantos años, ¿Zampini no pudo haberse dado
cuenta de los malos manejos financieros de la fábrica? Todos “los desempleados” causados por la quiebra son sólo responsabilidad de Cernadas, cuando en parte ella también
fue responsable, así como también toda la parte financiera. Sin embargo, Zampini es
amada por todos y es la protagonista benevolente, rubia, de clase alta, soñadora y enamorada de Marcos (Estevanez). Esa idea maniqueísta del bien y el mal, es un concepto
erróneo que los medios infunden en la sociedad. Entonces, en parte el responsable de la
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quiebra puede ser Segundo Cernadas, pero la responsabilidad es colectiva de los funcionarios y trabajadores de la empresa.
¿Pero de qué forma los sectores populares o los televidentes logran
apropiarse e identificarse con las novelas televisivas? Por García Canclini
“Una tercera línea de trabajos, los que estudian el consumo como lugar de diferenciación y distinción entre las clases y los grupos, ha llevado a reparar en los aspectos simbólicos y estéticos de la racionalidad consumidora. Existe una lógica en la construcción de los signos de status y en las maneras de comunicarlos. Los textos de Pierre
Bourdieu, Arjun Appadurai y Stuart Ewen, entre otros, muestran que en las sociedades
contemporáneas buena parte de la racionalidad de las relaciones sociales se construye,
más que en la lucha por los medios de producción y la satisfacción de necesidades materiales, en la que se efectúa para apropiarse de los medios de distinción simbólica.
Hay una coherencia entre los lugares donde los miembros de una clase y hasta de una
fracción de clase comen, estudian, habitan, vacacionan, en lo que leen y disfrutan, en
cómo se informan y lo que transmiten a otros. Esa coherencia emerge cuando la mirada
socioantropológica busca comprender en conjunto dichos escenarios. La lógica que
rige la apropiación de los bienes en tanto objetos de distinción no es la de la satisfacción de necesidades, sino la de la escasez de esos bienes y la imposibilidad de que
otros los tengan.”
En este apartado, García Canclini habla de cómo el consumo se reproduce en la sociedad para que los consumidores se identifiquen y no por necesidad o escasez de ese producto. En el caso de la telenovela, se podría traducir en que los televidentes deciden ver
una novela porque se identifican con un personaje (la gente de clase media baja y baja
se identificará con personajes como el de Estevanez en “Dulce Amor” o “Herencia de
amor”, y el público de clase media y media alta se identificará con personajes como
“Victoria Bandi”, es decir, Zampini), como decía Barbero, pero a la vez porque sienten
que pueden apropiarse y diferenciarse de otras clases sociales viéndola. También encontraríamos la respuesta a porqué ciertas novelas son más populares que otras, esto sucede
no sólo por la popularidad de los actores, sino por la historia o el relato que cuentan;
cuanto más se ve reflejado un individuo, más identificado se siente. Esto también está
estrechamente relacionado con la mencionada estigmatización de los personajes: la idea
y el objetivo de una telenovela es ser vista, por eso a veces la salida más fácil es a través
de estereotipos repetitivos pero, también hay que tener en cuenta que los cambios en la
sociedad no se dan tan fácilmente, los estratos sociales no han cambiado mucho desde
unos 100 años atrás hasta hoy en día. Mientras la sociedad no cambie, los estereotipos
seguirán siendo los mismos, y las novelas los seguirán usando para lograr la tan anhelada identificación del televidente.
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VI. Entrevistas
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Entrevistas
Susana Rudnizcky
CV: Productora ejecutiva argentina de ciclos de ficción
como “Peor es nada”, “Grande Pa”, “Muñeca brava”,
“Compromiso”, “El Garante”, “Malandras”, “Variaciones”
y “Volver a nacer”. También, se desarrollo como Productora General de proyectos de ficción en TVAzteca de México. Fue Coordinadora del Departamento de Ficción de Cuatro Cabezas. Entre sus últimos trabajos, se destacan el de
Coordinadora de Casting para las miniserie del INCAA.
Además, es Licenciada en Sociología en la Universidad de
Buenos Aires.
1) ¿Cree que las novelas crean estereotipos y que la sociedad los toma como reales?
- Si, puede ser que suceda. En realidad creo que podemos hablar de algo que pasa de
ambas partes, y que no es un fenómeno que se produzca en todas las novelas. Hay un
poco de las dos cosas, la sociedad también tiene ciertos estereotipos que luego se reflejan en pantalla, no son todas creaciones. Puede ser que, más que nada en la telenovela,
se toman ciertas cosas de la sociedad que después de adaptan, se modifican; y a su vez
la gente toma algunas características de estos personajes como propios, como si fueran
reales.
2) En su amplia experiencia personal como productora, coordinadora y productora ejecutiva, una vez que le llega el libro con la nueva historia ¿los personajes que
se presentan ya se encuentran creados bajos ciertos estereotipos o se van variando
las características de dichos personajes a medida que el producto es testeado en el
público?
- En realidad yo te puedo hablar únicamente desde mi experiencia, y sobre los lugares
en los que trabajé, no sé cómo se desenvolverán en otras productoras. En mi caso, en los
proyectos en los que trabajo generalmente el libro ya trae a los personajes previamente
pensados para que algún actor o actriz pueda desarrollarlos. El primer desafío de la producción es el de conseguir a aquella persona que lo interprete de la mejor manera posible. Esto es algo que a veces se consigue, y otras lamentablemente no. Una vez que se
tiene al actor/actriz confirmado, es el momento en el que se comienza a adaptar a ese
personaje, pero el libro no se realiza exclusivamente pensando en ciertos estereotipos,
son muchos los factores que se deben tener en cuenta.
3) Desde su punto de vista no sólo como productora sino también como espectadora, ¿siente que las novelas pueden influir en la creación de ciertos estereotipos en la
sociedad y que éstos además, actúen negativamente?
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- La verdad, no es algo que uno se plantee en general todos los días pero pensándolo
bien, sí. Puede ser que la gente tome ciertas cosas estereotipadas de los personajes de la
novelas como algo real, propio aunque no creo que sea algo que suceda en todos los
casos. No sucede en todos los casos, pero puede ocurrir.
4) Por último, ya sacándola de su rol de productora, o de su experiencia profesional entorno a los medios audiovisuales y desde su visión como simple espectadora,
¿siente que los personajes que aparecen en las ficciones, son un reflejo o representan una realidad?
- ¿Esos personajes estereotipados de las novelas? (duda)…Sí, sí tranquilamente pueden
representar una realidad. Lo vuelvo a repetir creo que en algunos casos sí y en otros no.
Digamos que todo es muy variable, según el libro, el tipo de programa, el target al que
se quiera apuntar así como también a la época o al momento en el que se esté haciendo
la novela, o esté saliendo al aire.
Nora Otero
CV: Argentina, Licenciada en Comunicación Social y Periodismo de la UBA. Docente de Cultura y Comunicación, medios masivos, metodología de la comunicación, etc. en el
Instituto French, Polimodal Arzobispo Jorge Matulaitis. Docente en la UNLA (Universidad Nacional de Lanus) y en
UNAJ (Universidad Nacional Arturo Jauretche). Trabaja
desde hace más de 10 años en el ex - COMFER, hoy AFSCA.
1) Primero, y desde su mirada como comunicadora social, y además como espectadora ¿Qué piensa sobre las telenovelas argentinas? ¿Cree que presentan estereotipos que influyen negativamente en la sociedad?
- Si, yo creo que influyen… porque el público que mira estas novelas de la tarde, es un
público ávido a estos modelos, y proyectan a partir de estos modelos que se le presentan… Así, que proyectan, proyectan identidades, proyectan sueños… asi que sí, yo creo
que influyen… Y en cuanto a lo estereotipos que presentan estas novelas, el estereotipo
de mujer sobre todo, influyen negativamente porque los estereotipos en general lo que
tratan de hacer es reforzar, perpetuar una imagen, un modo de ser… con lo cual difícilmente un estereotipo sea progresista… en realidad lo que hacen es sujetar a la imagen, a
la representación social de la mujer en determinados cánones, y de ahí no se mueven…
entonces la mujer “debería ser virgen”, la protagonista es “buena”, es “santa”, al borde
la santidad está siempre… y los malos son siempre “muy malos”.
2) Entonces, siguiendo esta línea, ¿Se puede decir que también hay estereotipos
basados en las diferentes clases sociales?
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- Si, si, si, la novelas trabajan con un estereotipo y una desigualdad social que se acentúan, donde se reafirman todo el tiempo que las clases tienen que estar y son necesarias,
y no hay accesos…salvo el amor que todo lo puede.
3) ¿Podemos decir entonces, que las novelas crean estereotipos, que luego afectan
negativamente a la sociedad, que los toma como parte de la realidad?
- No, no, no, creo que es más complejo, es mucho más complejo que eso. Ni una cosa ni
la otra, no es un reflejo, es una cosa que se va construyendo, es como una retroalimentación. Se va construyendo a mediad que pasa el tiempo. Igual, las novelas no cambian
mucho con el tiempo…me parece que la trama, la base es más o menos similar. Hay
alguien que traiciona y hay alguien que esta enamorado; y hay un amor que es incorruptible, que es el que va a llegar y “triunfar” al final de todo.
4) ¿Qué opinión tiene o estereotipos encuentra en la telenovela “rosa” de la Argentina, como las producidas por Quique Estevanez?
- Y bueno, creo que ahí está aclaro, además de lo popular, tiene que ver con un tosco,
con lo bruto… se reafirman, los sectores sociales, la estructura social se reafirma. Y por
otro lado, la clase alta tiene más que ver con lo “culto”, con lo refinado, con el buen
gusto, con los modales
5) El éxito de las novelas de este productor ¿Pueden ser a causa de esta repetición
de la trama?
- No se si el éxito total de la novela tiene que ver sólo con la trama… creo que tiene que
ver con lo que hay en la televisión para ver a esa hora, con las competencias entre canal
y canal… Puede ser que la gente este muy harta de todo otro tipo de contenido, y por
eso se decida por estas opciones. No creo que haya un único factor que defina un éxito.
Lo que creo es que estas tramas, más que reflejar una realidad, y que por ello la gente
los elija, lo que hace es el de reafirmar, es asegurarse que el modelo que uno tenga en la
cabeza, por el cual después va a tomar decisiones, que es ahí donde influyen los medios,
sea el de la búsqueda de ese amor, y la realización de ese amor…entonces la realidad
queda chiquitita frente a ese sueño. Volviendo a como influyen negativamente en la
sociedad, creo que esa manera de estereotipar, por ejemplo en ese concepto de familia
de los ricos, y el concepto de familia de los pobres es bien distinto; por un lado la simpleza de los pobres, y por el otro todo lo maldito, complicado de las familias ricos…
Donde hay plata se vuelve todo muy perverso, y donde no, hay amor, y el amor todo lo
puede… En la realidad, ni una cosa es asi, ni la otra…
6) Por último, a futuro ¿Crees que se puede cambiar esta trama repetitiva de las
novelas? ¿Funcionarían sin sus personajes estereotipados?
- No, creo que no, sin estereotipos no me imagino como sería. Es decir, nosotros estamos moldeados para recibir este tipo de tramas. Me parece que el proceso, para que se
de un cambio cultural distinto, donde los estereotipos apunten a reforzar otros mecanisPágina | 43
mos de la sociedad… pero va a costar, sobre todo en el formato novela. Por ejemplo, se
había comprobado que durante la novela “Resistiré”, el rating bajaba cuando los protagonistas no se besaban; se analizó dos semanas donde los números bajaron y se dieron
cuenta, que durante ese tiempo, los personajes principales casi no habían interactuado
entre ellos… así podes entender que hay ciertas fórmulas, modelos que serán muy difíciles de cambiar.
Jorge Maestro
CV Trabajó como director teatral hasta incursionar profesionalmente en los medios audiovisuales. Es autor de más de cincuenta ciclos televisivos emitidos en los cuatro canales de la
ciudad de Buenos Aires. Es guionista y fundador de la carrera
de guión en el ISER. En 1998 se desempeñó como asesor literario de la dirección de programación de Canal 13.Entre sus
trabajos más conocidos están: “Son amores”, “Vidas Robadas”, “Por amor a vos”, entre otras.
1) ¿Crees que los personajes son los que influyen negativamente en la sociedad o
que a partir de la sociedad los autores forman los personajes?
- En primer lugar, los autores de cualquier novela (en el ideal de lo que el autor quiere)
ya sea televisión, cine o teatro, son de alguna manera testigos de su época, de su tiempo
y cuentan (más allá de la época) historias vinculadas con la realidad que nos toca vivir.
Es una viejo dicho este de “la tv copia a la sociedad” o “la sociedad copia a la tv”: a mí
me parece que se retroalimentan. La ficción en algunos casos excepcionales logra la
identificación del público. Yo creo que hoy las ficciones que hicimos en Argentina, ponen al espectador como un testigo objetivo de lo que va pasando. Las audiencias lo que
hacen es contarse las cosas que van pasando, pero no hay una identificación con el personaje principal. Difícilmente el espectador se ponga los zapatos de un personaje y viva
con ese personaje. La novela clásica, es decir la mexicana, la venezolana, todas esas que
no sabemos(los autores argentinos) hacer en los últimos tiempos por lo menos o el melodrama clásico en general, logra que el espectador se ponga en los zapatos del personaje y no quiera que le pase nada, sufre con él, hasta se convierte en co-protagonista de las
historias. Ahora, yo no sé si en “Dulce amor” el público deja de verlo una semana y
siente que abandona al protagonista. Creo que hubo un momento de la novela donde la
gente se sintió movilizada, que fue el romance entre Calu Rivero y Darthes, donde ésa
era la historia de “Dulce Amor”. Lo otro (Zampini-Estevanez) es un estereotipo, para mí
el estereotipo es de terror, si me hablas de arquetipos es otra cosa, pero estereotipo es
una repetición mecánica de algo, casi una copia calcada y, hasta a veces, caricaturesca.
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2) ¿Por dónde crees que pasa el éxito de estas novelas?
- No sé si pasa por el programa, sino que actualmente me parece que lo que representa
la televisión no son los programas aislados, más bien son las programaciones Telefé
tiene una programación muy fuerte. Logró una alianza con el público, su programación,
es una programación clara que tiene una estética propia, cosa que perdió Canal 13. En
el caso de “El 13” las novelas de producción de ficción quedaron opacadas por Ideas del
Sur y todo el circo. Tinelli hace diez años no entraba en Canal 13. La identidad la perdió
totalmente, no tiene un público que se identifique con esa programación. Así como Canal 9 tiene una identificación con su estética de “la novela de la tarde”, siempre la tuvo
y la mantiene.
Una novela completa, digo “Betty, la fea”, “Café con aroma de mujer”, plantea dos puntos de vista: una mirada panorámica de la historia en general, que puede ser lo que pasa
en la empresa Ecomoda de “Betty, la fea”, puede pasar en la fábrica de caramelos Bandi del personaje que protagoniza Zampini en “Dulce Amor” o en el mundo de los amigos de “Graduados”; pero después hay un personaje que es el punto de vista de la historia, que es el punto de vista del espectador, que esta huérfano de algo (tiene alguna carencia), la pasa mal y es el que va a recorrer todo el camino del héroe a través de la historia, le pasa a Betty, le debería pasar a Estevanez. Pero esta última pareja siempre están
iguales, no presentan drama, están estáticos en cuanto historia, por eso volviendo al
planteo, si los chicos que miran la novela copian algún gesto violento o errónea, deberían ver qué pasa en su entorno familiar, puede que no tenga contención familiar adecuada, o haya un desequilibrio.
El espectáculo está hecho para la audiencia o el espectador haga su catarsis, se entretenga, pero no para que imite, a lo sumo el drama imita a la sociedad, desde los griegos en
adelante. Aristóteles en la poética lo que hace es imitar a la sociedad, y a partir de ahí
eso sucede. Ahora, así como cuando vas a ver una película de James bond no queres que
le suceda nada a él, porque te presentan la historia de tal manera que te pones en sus
zapatos. Eso en la Argentina en los últimos años lo hemos perdido. Vemos la identificación en algunos personajes, le pasaba al perosnaje de Mercedes Morán en "Gasoleros",
le pasa al personaje de Mex Urtizberea en “Graduados”, mucho más que al personaje de
Hendler. Lo que hemos perdido en la Argentina es el punto de vista. Desde quien vamos
a contar la historia
3) ¿Cómo construís un personaje? ¿Te guías por la audiencia o por la idea que tuviste en un principio?
- La reacción de la audiencia se traduce en números: el rating. Éste influye, sobre todo
ahora en el minuto a minuto, influye en los personajes, en su crecimiento o desaparición. De hecho en “Graduados”, Busnelli y Carnaghi no tenían la presencia que adquirieron después. La historia de Calu Rivero y Darthes también, creció a partir de lo que
generó. Esa era la historia de la novela. Hay una cuestión que tiene que ver con la idea
de “la diferencia social”, desde Menandro en la Grecia Antigua, pasando por Shakespeare, la historia siempre era los dos enamorados y lo que impedía la unión generalmenPágina | 45
te era el padre o la familia que se oponían. Hoy en día, es como reunir a la familia el
domingo al mediodía a comer ravioles, ¿qué familia hace eso ahora? Entonces, eso en
primer lugar. Cuando uno hace historias de amor, pensás que las historias de amor contienen una historia, cuál es la historia de la historia de amor. La diferencia social entre el
personaje de Estevanez y el de Zampini, más allá de la simpatía de Estevanez, no es
creíble. Y funciona, pero a tal punto que lo que sucede en ese tipo de novelas cuando no
funciona el impedimento empiezan a aparecer los psicópatas y asesinos por doquier y
eso no es porque es el reflejo de la violencia de la sociedad, eso es porque es la salida
más fácil que tenemos los autores cuando no tenemos historia para contar y tenemos
personajes bien delineados. Los personajes son funciones dentro de una historia, son
como los colores de un cuadro, no son personas, ese es el grave error, cumplen funciones dentro de la historia. Y las historia cuentan un personaje con un problema y toda la
historia es la resolución de ese problema. Entonces, ¿cuál es el problema de Carina
Zampini? O, ¿cuál es el problema de Estevanez? Ambos están juntos. Una vez lo acusan
a Estevanez de robo, en otro momento surge alguien que le reclama la paternidad…¿qué
otro impedimento hay? (Ejemplo de Titanic) el impedimento del padre de la chica en
Titanic, por ejemplo, está bien puesto porque es de la época, en el 1900 la madre le
dice “vos te vas a casar con este malviviente porque me va a salvar a mi” y eso le pasaba a las chicas que eran adelantadas a su tiempo, porque tenían una inteligencia más
masculina que femenina en cuanto a la manera de ver el mundo que la hacía muy particular, también aparecía lo otro, la tercera clase. Hoy, esa historia ya no es creíble. Las
historia que funcionan, volviendo al ejemplo de “Betty, la fea”. Lo que impedía el romance entre ellos dos no era armas de fuego, ni locos, ni violencia física, el impedimento era… ella, que tenía una entereza moral e incorruptible que no podía cambiar, no
quería cambiar su rasgo de carácter, y Don Armando que era un tipo desordenado y que
además era un ganador con las mujeres, debía pasar la prueba del prejuicio de vivir el
amor con ella, en este caso ellos mismos eran su propio impedimento. Pero es un error
de la sociedad plantear diferencias económicas. Tratá de contarme la historia de amor
entre una chico de la horqueta y una nena de la Villa a Cava . Imposible de contar porque hoy la diferencia es tan grande que ni siquiera se acercan por temor del uno al otro,
por prejuicio. La historia de la mucamita con el patrón, quedó anticuada.
4) ¿Cómo mejorarías esto?
- De lo último que hice en tele en Argentina, fue “Por amor a vos” en 2009. Ahí el impedimento era que él protagonista era casado y tenía una mujer que era una psicótica
que no lo dejaba vivir. Pero igual la historia de amor, que funcionó ahí, no fue la de los
protagonistas, sino que fue la de Cabré con Fandiño, porque había una cosa medio extraña con el tema de la identidad no se sabía muy bien si eran o no hermanos. Había una
cuestión de carácter, más bien de ella que los separaba. Igual tampoco era una telenovela clásica.
¿Qué haría yo? En principio les daría más tiempo a los autores y productores para que
armen un proyecto. Es decir, detener la emisión y decir “vamos a tomarnos seis meses
para armar una buena novela”. Quique Estévanez es una persona que sabe mucho de
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tele y ha hecho cosas muy interesantes, “Amor en custodia” era una muy buena novela.
De hecho esa novela sí se vendió y se hizo afuera, pero hoy día es como si no tuviera
tiempo. Primero que “Dulce Amor” iba a la tarde y la pasaron a la noche, por eso hubo
que cambiarle el tono, y esa cintura es algo elogioso, sean realizadores argentinos o
productores. Estamos hablando de una cintura para adaptarse a los tiempos, que es para
tenerlo en cuenta.
5) ¿Siguen existiendo los clásicos?
- “Dulce Amor” podría serlo, por lo menos cuando arrancó. Ahora los personajes desaparecen de un día para el otro, el ejemplo de Calu Rivero.
6) ¿En qué género/rubro te sentís más cómodo escribiendo?
- Hice unitarios, novelas, películas. Me siento bien escribiendo. La verdad, hay momentos en que tengo más ganas de unas cosas que otras. Si me hablas de género, prefiero la
comedia. Me gusta mucho más que el drama. Sé que es lo que me gusta ver y lo que me
gusta escribir.
Claudio Vivori
CV: Claudio A. Vívori es uno de los fundadores de radio La
Tribu. Docente, tiene a cargo una comisión de Comunicación
I en la Carrera de Cs de la comunicación, y también tiene a
cargo el tercer taller práctico de la misma carrera. A su vez es
miembro fundador e integrante del Consejo de Dirección de
ETER y Director General Adjunto de Radio las Radios Públicas de la CABA.
1) ¿Qué piensa de las telenovelas vespertinas argentinas?
Pienso que las telenovelas vespertinas argentinas, posiblemente, sean mas estereotipadas que las nocturnas de nuestro
país, pero en ese aspecto siguen perdiendo contra las mexicanas, que son el parámetro principal de los estereotipos.
2) ¿Qué efectos tienen los estereotipos sobre la sociedad?
¿Cree que la estigmatización es negativa para la sociedad?
Toda idea o modelo simplificado refuerza el sentido común de una sociedad, que responde a determinada hegemonía político-cultural. Dicha estigmatización, en general, es
negativa para la sociedad.
3) ¿Los estereotipos son creados por la sociedad y tomados por las telenovelas, o
viceversa?
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Creo que los estereotipos son creados por la sociedad, pero hay una fuerte retroalimentación ejercida desde los medios masivos de comunicación, y en este caso de las telenovelas argentinas.
4) ¿A qué se debe el éxito obtenido por las telenovelas de Quique Estevanez?
Estimo que el éxito obtenido por las telenovelas de Quique se debe a su relato y su estética clásica de la novela como formato. A su vez, creo que sus productos son los más
parecidos, localmente, a los latinoamericanos.
5) ¿Cree que en el futuro debería haber un cambio en las telenovelas argentinas?
¿Funcionaría una telenovela no estereotipada?
No se si lo más conveniente sea un cambio en las telenovelas argentinas, pero si de algo
estoy seguro es que si no hay estereotipo no hay novela latinoamericana, y eso incluye a
nuestro país.
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VII. Conclusiones
finales
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Retroalimentación. Una palabra que se repite a lo largo de este documento. Sola y concisa, nos define y acerca más a una reflexión respecto al objetivo planteado por un principio este trabajo. Pero primero, antes de concluir, y tratar de llegar a ciertas afirmaciones, o de refutar algunas otras ideas, nos parece necesario renombrar, una vez más, la
hipótesis que se plantea al inicio: “Las telenovelas argentinas crean modelos a seguir, a
partir de la estereotipación de personajes, que luego se ven reflejados negativamente en
la sociedad.” A partir de esta afirmación, y teniendo como objeto de estudio a las telenovelas argentinas que corresponden al horario de la primera tarde (13hs. a 17hs.), y
que fueron /son emitidas por Telefé (canal líder argentino) comenzamos una serie de
análisis detallado sobre las mismas, tomando como base diferentes textos (de índole
sociológicos, psicológicos, etc.), dejando de lado prejuicios, y situándonos en el contexto en el cual se desarrollaron cada una de las dichas telenovelas, podemos decir que llegamos a una reflexión que nos permite replantearnos la hipótesis expresada en este trabajo.
En uno de los apartados del marco teórico, tanto García Canclini, como Barbero, hablaban de la identificación de los televidentes con lo que reciben por parte de la televisión
(en este caso, por lo representado en las telenovelas), así también de como esto actúa
para que los espectadores se apropien y diferencien de ciertas clases sociales. Una vez
leído esto, y tomando en cuenta los ejemplos previamente mencionados (ver marco teórico) podemos afirmar que la hipótesis es válida, porque ese estereotipo creado por la
telenovela, es tomado por la sociedad; y este influye negativamente, si es que a estos
espectadores, los afecta tratando de diferenciarse (discriminando, marcando prejuicios)
con otras clases sociales. Ahora bien, esto no concluye aquí. Porque para que podamos
validar esta hipótesis, debemos analizar cada uno de sus componentes. En este caso,
partimos de la base de que para que se produzca la apropiación de estereotipos en la
sociedad, primero debe surgir una identificación entre los personajes y los televidentes.
Aquí es entonces donde encontramos uno de los puntos más importantes a tomar en
cuenta, a la hora de dar validez o de refutar la hipótesis propuesta. En la entrevista con
el señor Jorge Maestro (guionista, autor, etc.) podemos leer como deja en claro, y en
más de una oportunidad, una problemática que tienen las novelas en las últimas dos
décadas, de la televisión argentina. Más que problemática, podemos llamarla una característica, que la diferencia de las grandes telenovelas melodramáticas o tradicionales de
Latinoamérica (producciones realizadas en Colombia, Venezuela, México, como “Betty,
la Fea”, “Pasión de Gavilanes” o “Corazón Valiente”); y radica en el hecho de que los
personajes de las ficciones argentinas, no logran generar una identificación con el público, es decir, se siente atraído por ciertos rasgos, o por la historia, pero una vez concluido el capítulo, no surge una identificación que lleve al espectador a sentirse completamente representado por ese personaje, o que lo lleve a imitarlo.
Tampoco debemos pensar que cuando una telenovela logra que los espectadores se
identifiquen con un personaje, sean influidos negativamente por el estereotipo creado.
Lo que si debemos tomar en cuenta es que la falta de identificación por parte del público, con los personajes que presenta el producto, se traduce en la baja del rating. En este
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punto, es en donde podemos volver a hablar de retroalimentación. El análisis del minuto a minuto (en que momento de la telenovela sube el rating, en que momento baja, y
cuales son los personajes que se encuentran en dichos momentos en pantalla) lleva a los
guionistas a darles más minutos a ciertos personajes (que sí lograron cierta identificación en el público, por lo que se busca reforzarla) y a hacer desaparecer a otros, a los
cuales los espectadores no llegaron a adoptar. Entonces, claramente observamos que los
autores, desde su idea principal, plantean una historia, con personajes que tienen ciertas
características y tiempos dentro de la misma; pero a partir de la real identificación a la
que llegue el espectador, será que se determine si estos parámetros inicialmente aceptados, se mantienen, o se modifican.
Otro punto que debemos destacar de este trabajo, no es sólo si los estereotipos son creados por las novelas, y estos luego influyen en la sociedad, sino también, de que manera
es que estos afectan a los espectadores. Tanto Beatriz Sarlo, cuando habla de las novelas
como productos que generan estereotipos con objetivos comerciales, que tienen ciertos
códigos que, los espectadores piensan integrar de manera positiva, pero que fondo traen
consigo desigualdades sociales reales, diferentes clases económicas que se irán engrosando en mayor medida, etc.; como cuando la periodista Nora Otero habla de estereotipos que, en general, lo que tratan de hacer es reforzar una imagen, por lo cual no es progresista, sino que lo que hace es sujetar la representación social (por ejemplo, de la mujer) bajo determinados cánones fijos, a la imagen (ver marco teórico y entrevista a Nora
Otero); ambas coinciden en que la influencia que se produce del estereotipo creado por
las telenovelas, en los espectadores, es negativo. Como expresan ellas, en parte se le
atribuye esta característica, por el hecho de que la imagen es el medio por el cual se
valoriza, se perpetúan una idea. Por lo cual, si los personajes estereotipados que nos
presentan las telenovelas, (por ejemplo, el mecánico pobre, chanta y ladrón en “Dulce
Amor”) esa “realidad” que transmiten llega al público como una realidad legitimizada
(por ejemplo, el mecánico que es de clase baja, puede ser un chanta).
Esta mirada, puede ser apoyada por la mirada de Wiebe y Piagett, sobre la psicología
del espectador a la hora de ver televisión, cuando habla de “la renuencia del otro”, y de
este aspecto psicológico que se genera en la gente, por lo cual, “si no lo veo, es porque
no existe”. Es decir, si lo veo, es porque si existe. De esta manera es como logramos
entender la legitimidad que le da la televisión a la imagen, y de aquí la importancia de
los hechos que se comunican y transmiten, así también como la necesidad de comprender cuál es el mensaje que se pretender difundir, y de qué manera estos afectan a los
espectadores. En este punto es donde podemos plantear otra retroalimentación y junto
con ella, una serie de preguntas, que ponen en duda nuestra hipótesis inicial: si la televisión por estos procesos psicológicos, legitimiza las imágenes negativas ¿Por qué no
puede hacerlo con las positivas? ¿Todos los estereotipos están basados sobre cánones
fijos? Si es así, ¿cómo es que según el aumento o la disminución del rating, los autores
pueden virar las características de la historia y/o rasgos del/los personajes?
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Una vez abierta la puerta, las preguntas llegan una detrás de la otra. Esto no quiere decir
que todo el trabajo esté basado sobre fundamentos erróneos. O que la investigación fracasó. Todo lo contrario. Afirmamos que nuestra investigación fue un éxito, porque nos
permitió refutar la hipótesis, aunque suene contradictorio, significa que nuevamente se
reabre el campo para preguntarnos cómo es que realmente influyen los estereotipos en
la sociedad, y de quién depende su creación.
Este trabajo, nos da indicios sobre diferentes puntos a tomar en cuenta, para poder reformular a futuro la hipótesis y emprender una nueva investigación. Nuevamente, repetimos que quizás el más grande que hemos encontrado es el de la identificación. Este
aspecto no es tenido en cuenta en la hipótesis, y se torna fundamental a la hora de poder
comprobar si los estereotipos generan influencias. Como dice Jorge Maestro, las telenovelas argentinas (específicamente las vespertinas, emitidas por Telefé) perdieron la característica de identificación de los personajes en los espectadores. Y si estos no se “encuentran”, no se ven reflejados, no se sienten parte, no reciben influencias. Por ello, si
no son influenciados por estos estereotipos, menos podemos hablar de un hecho que
afecte negativamente a la sociedad.
Una nueva hipótesis, debería tener en cuenta la identificación, y como las telenovelas
trabajan con esta característica, para que sus personajes “lleguen” al público. Luego, si,
analizar si esta identificación produce que los estereotipos influyan en la sociedad. Y
más tarde, si esta influencia se da de forma negativa. Pero el otro punto, el cual se le
escapa a la hipótesis (a esta altura, completamente refutada) es el de la retroalimentación, termina éste siendo el término clave. La nueva hipótesis debería poder desandar y
analizar, cómo se produce la creación de estos estereotipos, ya que ni son creados completamente por los autores de las telenovelas, ni tampoco son un “espejo” de la realidad.
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VIII. Bibliografía
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