1 Agradecimiento por la oración por el Proyecto Televisivo

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1 Agradecimiento por la oración por el Proyecto Televisivo
2 Test Cathy – alcoholismo – peregrinac a Medj
3 Test. Colette – Guerra Iraq - sueño: formar grupo de oración e ir a Medj. Reconc con Dios y con su hermano
© Children of Medjugorje2003
Se permite reproducir el presente texto bajo dos condiciones:
1°) no cambiar las palabras
2°) que "Children of Medjugorje" sea citado con nuestra dirección Internet
<http://www.childrenofmedjugorje.com/> y nuestro correo electrónico <[email protected]
Children of Medjugorje
Presidente: Denis Nolan
Vicepresidente: Sor Emmanuel
Consejo Asesor:
Cardenal Jaime Sin
Cardenal Bernardino Echeverria, O.F.M.+
Arzobispo Frane Franic
Arzobispo D. Peter Chung
Obispo Nicholas D'Antonio, O.F.M.
Obispo Michael D. Pfeifer, O.M.I.
Obispo Donald Montrose
Obispo William Ellis
P. Daniel Ange
Ralph Martin
1° de setiembre de 2003
Queridos hijos de Medjugorje, ¡alabados sean Jesús y María!
1 Muchísimas gracias a todos los que respondieron a nuestro pedido del 15 de agosto de rezar diariamente una
decena de rosario por el éxito de nuestro nuevo proyecto de llevar Medjugorje al mundo a través de la televisión.
Tenía la intención de confeccionar un listado con los nombres de todos ustedes e incluirlos en este reporte ¡pero
sería demasiado extensa! En su último mensaje la Sma. Virgen nos dijo: “No lo olviden : estoy con ustedes” ¡Es
tarea nuestra de que el mundo lo sepa! Al participar en esta misión con una decena rezada con el corazón (más
importante y necesaria que cualquier apoyo financiero) respondemos al pedido de nuestra Madre: “Queridos hijos :
ustedes son responsables por los mensajes. Aquí está la fuente de gracia pero ustedes, queridos hijos, son los
medios para transmitir estos regalos. Los llamo a que trabajen con responsabilidad. Cada uno es responsable
de acuerdo a su propia medida. Queridos hijos, los llamo a que ofrezcan el regalo a los demás con amor y no
se lo guarden para sí mismos” (5-8-86) He aquí dos regalos - el primero de Cathy y el segundo de Colette - que lo
comparten con amor a través del e-mail. ¡Sólo piensen si pudieran llegar al mundo entero a través de la televisión!
“El ir a Medjugorje en el 86 fue un milagro en sí mismo; ¡los 1.000 dólares hubiran podido ser 10.000! Me sentía
muy sola ese año, divorciada, con 4 hijos, había perdido a mis padres cuando los niños eran pequeñitos. Mi padre y
mi abuelo habían muerto por causa del alcohol, y yo también estaba luchando contra este mismo pecado. Catorce
años de oración, misa y rosario, y seguía recayendo en el alcoholismo. Después de tantas conferencias, encuentros
de oración, imposición de manos y seminarios de sanación ¡no iba a bajar los brazos! Sabía que el Señor había
previsto una curación completa para mí. Estaba yendo a la universidad y seguía una terapia por haber sido
maltratada siendo niña. Habiendo expirado la imposición de secreto, me aconsejaron que presentase una demanda
civil. Gracias a la mediación, recibí una pequeña suma, lo suficiente como para ir a Medjugorje. Llegué allí con la
determinación de orar, iba a bombardear el Cielo. Sabía que era mi última chance, ya que sentía que mi alcoholismo
me estaba arrastrando hacia una pendiente resbalosa y que Satanás se burlaba de mí diciéndome que acabaría como
mi padre!
“Me encontré en el patio de la casa de Vicka, comprimida entre personas que intentaban desesperadamente hablar
con ella o llamar su atención de la manera que les fuera posible. Sentí tanta compasión por Vicka que pensé que no
quería sumarme a ellos; aún cuando deseaba tan intensamente que rezara sobre mí. Pensé que no tenía chance alguna
de que eso fuera posible en semejante gentío. Vi que había un lugar fresco, a la sombra y vacío, cerca de la escalera
que lleva a la habitación del primer piso; avancé lentamente hacia aquel lugar; me recosté contra la baranda, cerré
los ojos y comencé a orar. Abrí los ojos y justo frente a mí estaba Vicka; sonriendo a medida que se iba abriendo
camino hacia la escalera. Le tomé las manos y las coloqué sobre mi cabeza, junté luego mis manos en oración y le
supliqué con los ojos. Ella rezó brevemente sobre mí y desapareció escalera arriba. Esa tarde vi como la cruz del
monte Krizevac giraba, giraba muy velozmente. Me sentí parte de ella, ¡como si estuviera en una calesita! Y durante
la misa vespertina, miré hacia arriba y la luna tenía un rojo intenso, permaneciendo así toda la velada. Me sentí tan
cerca del cielo, un sentimiento que nunca había experimentado anteriormente, ni volví después a experimentar.
“A mi regreso comencé a contar a todo el mundo sobre Medjugorje, ya sea individualmente o en grupos; a quien
quisiera escucharme. Sólo luego de dos meses, me di cuenta de que no estaba bebiendo más, ¡de que no me apetecía
en absoluto el alcohol! Hace 17 años de esto, y he pasado por momentos muy difíciles y trágicos, sin tener nunca la
tentación de beber, sólo siento un profundo deseo de orar.
“¡Por supuesto que ofrezco una decena diaria de rosario para difundir el mensaje de nuestra Señora de Medjugorje!
¡Piensen tan solo en las pocas personas a las que fui capaz de llegar, y sé que mi historia sacudió sus vidas, y en los
millones que ustedes alcanzarán a través de los medios!! Siento que el utilizar la televisión para hacer llegar el
mensaje de Medjugorje a este tan perdido y dolido mundo es hacerse eco del pedido de la misma Virgen! Hay algo
allí en Medjugorje que está directamente conectado con nuestros tiempos. ¡Que el Señor bendiga sus esfuerzos!
Colette es francesa, su esposo es inglés y tienen dos niñas nacidas en los Estados Unidos:
“Vivimos actualmente en Pennsylvania. Mi familia no es, o mejor debería decir, no era muy religiosa. Tanto mi
marido como yo habíamos tenido malas experiencias con la Iglesia Católica y estábamos felices de mantenernos lo
más alejados que nos fuera posible de ella. Y sin embargo, en marzo 2003, sucedió algo muy extraño.
“El 17 de marzo, cuando la guerra con Iraq estaba por estallar, me desperté con la absoluta convicción de que el
mundo se iba a hacer añicos y de que necesitaba hacer dos cosas: 1) crear un grupo de oración en mi vecindario para
rezar por la Paz (jamás había hecho algo similar en el pasado y era incapaz de recordar plegaria alguna. Para colmo,
éramos nuevos en el vecindario y la gente iba seguramente a pensar que no andaba bien de la cabeza; pero la
sensación era tan fuerte y persistente que tenía que intentarlo). 2) IR A MEDJUGORJE (una amiga me había
hablado de aquel lugar unos años atrás y sabía lo que ocurría allí). El llamado era tan intenso, que finalmente le dije
a mi marido que debía ir allí inmediatamente.
“Estaba atónita por todo lo que me estaba ocurriendo, pero por alguna extraña razón, no me lo cuestionaba. En mayo
2003, me anoté para una semana de peregrinación. En el momento en que subí al autobús, tomé conciencia de que
sonreía todo el tiempo y que experimentaba una alegría inexplicable. No sabía por qué iba a Medjugorje. En el
autobús, estaba rodeada por católicos muy devotos, muchos de los cuales iban allí regularmente. En lugar de
sentirme segregada, me sentía aceptada. Nadie tomaba distancia a causa de mis preguntas, de mis dudas o de mi
evidente falta de fe. Todas las personas con las que me encontré en este viaje parecían haber sido puestas ex-profeso
para ayudarme en mi búsqueda.
“En Medjugorje, absorbí el ambiente, la gente, los acontecimientos. Estaba maravillada por la gracia que parecía
impregnarlo todo y a todos. Me pareció natural ir a confesarme, aunque doloroso pues era la primera vez en 30 años.
Me parecía igualmente natural permanecer sentada en la iglesia durante horas; algunas veces hasta 9 horas diarias.
Las oraciones de mi niñez me volvieron poco a poco y me sorprendí a mí misma recitándolas con fervor. De repente
aquellas palabras cobraban sentido.
“Estaba abrumada por tantas emociones. No podía dejar de llorar. Lloré mucho por el vacío espiritual de mi vida
pasada, por su mediocridad comparada a todo lo que hubiera podido ser. Lloraba implorando misericordia, lloraba
porque tomaba conciencia de lo sola que había estado durante tanto tiempo.
“En Medjugorje; encontré gente con Fe. Sacerdotes con Fe. Lo sé, porque los he visto llorar durante la misa. No vi a
María, no tuve ninguna aparición, pero sentí algo muy profundo, muy movilizador. Sentí Amor, Amor
Incondicional, Amor Misericordioso que todo lo perdona..
“Al finalizar la semana, estaba rezando el rosario con otros peregrinos, con mi fe recientemente encontrada
creciendo dentro de mí. La Virgen me había tomado de la mano, y la tenía fuertemente asida, temiendo que se
pudiera alejar de mí. En el viaje de regreso en el autobús experimenté emociones de toda clase. Como nos lo había
dicho nuestro guía, la verdadera peregrinación estaba por comenzar una vez de regreso.
“Temía que pudiese perder esa sensación de estar conectada a algo tan grande, tan poderoso. Tenía miedo de ser
avasallada por el mundo y su implacable egoísmo. Pero no debía preocuparme. Como nos lo había dicho nuestro
guía: “Entréguenle a María todas sus preocupaciones, y ella se encargará de ellas”. Desde mi regreso, mi vida fue
una incesante sucesión de pequeños pero significativos acontecimientos que me mantuvieron en el buen camino. Le
cuento el último:
“Había cortado toda relación con mi hermano mayor por más de 30 años. Sufría de esquizofrenia y vivía solo en
París, incapaz de trabajar o de mantener cualquier clase de vida social. Toda la familia se había terminado por
alejarse de él, luego de muchos años de sufrimiento por su incontrolable violencia y terrorizante locura.
“Desde mi regreso de Medjugorje, descubrí que todos mis bien arraigados sentimientos de odio y resentimiento
hacia él se habían de repente desvanecido. Veía claramente que deseaba renovar el contacto con él, hacer las paces y
pedirle perdón. Comenzamos a intercambiar e-mails, tentativamente, compartiendo detalles de nuestras vidas en el
presente. Esto fue en el mes de julio. Luego el 12 de agosto, recibí un llamado telefónico anunciándome su
fallecimiento. Había tenido un ataque cardíaco, una de las tantas víctimas de la ola de calor que asoló a Francia este
verano.
“Su muerte fue un shock para mí. Estaba triste y al mismo tiemo sentía que se le permitía ir a un mejor lugar, un
lugar donde no habría sufrimiento, soledad, dolor; rechazo de ningún tipo. Le agradecí a María por habérselo
llevado consigo, y por la inmensa gracia de habernos dado este tiempo privilegiado de reconciliación. Toda mi
familia quedó muy sorprendida por la conexión entre mi inesperado viaje a Medjugorje, mi reconciliación con mi
hermano y su súbita partida.
“Sé que todo esto puede ser interpretado como simples coincidencias. Pero cuando has vivido durante toda tu vida
bajo la amenaza de una persona mentalmente enferma y que has aprendido a temer y odiar y que luego por una
inexplicable gracia te sientes impelida a pedirle y a ofrecerle tu perdón, y que esa persona muere justo unas semanas
después, una luz viene a correr el velo sobre un gran designio que no podías imaginar.
“¡Ahora voy diariamente a misa! Mi vida está llena de esperanza y de paz. Estoy feliz de que gente como usted
promuevan activamente Medjugorje y los mensajes de María. Deseo que todos puedan ir allí y experimentar por
ellos mismos el poder de lo que está ocurriendo en ese bendito lugar. ¡Utilicemos los medios de comunicación para
hacer llegar el mensaje de Amor y Esperanza de María a todos!
2. En preparación al Gran Jubileo el Santo Padre hizo el siguiente llamado a los laicos: “La opinión pública ha sido
frecuentemente conmovida por la facilidad con que los avances tecnológicos a nivel de la comunicación pueden ser
utilizados por gente con malas intenciones. Al mismo tiempo, ¿no observamos la relativa lentitud con la que actúan
aquellos que desean hacer el bien, para utilizar las mismas oportunidades? No es fácil permanecer optimistas ¿Hay
aún lugar para Cristo en los medios tradicionales de comunicación masiva? ¿Podemos reclamar un lugar para El en
los nuevos medios? Sería un logro significativo que los cristianos pudiesen cooperar más estrechamente unos con
otros a través de los medios! (11-5-97) Tenemos una oportunidad para cooperar más estrechamente unos con otros a
través de los medios ahora. ¡Ofrezcánle a Children of Medjugorje cada día al menos una decena de rosario!
3. El Papa Juan Pablo II; quien ayer encomendó el futuro de la nueva Europa a la Sma. Virgen, ha frecuentemente
expresado su deseo de ir a Medjugorje (lo ha hecho aún públicamente, Slobodna Dalmacija, 8-4-1995, p. 3). Antes
de su reciente viaje a los Balcanes, Zenit reportó un anuncio de la Santa Sede de que el Papa querría ir a Mostar, la
capital católica de Bosnia, a 18 km de Medjugorje (que forma parte de la diócesis de Mostar). Pero las puertas
permanecieron cerradas. El Papa aún no ha sido invitado. Por lo que se contentó con un viaje de un día a Banja
Luka, la capital serbia de Bosnia.
Como regalo por sus bodas de plata de pontificado, ¡cooperemos juntos para acercar los acontecimientos de
Medjugorje al mundo a través de la televisión! Dénnos al menos una decena de su rosario diario por esta intención.
Considérenlo como un regalo concreto de parte suya a nuestra Madre (la iglesia celebra su cumpleaños la semana
próxima el 8 de setiembre) y un regalo personal de parte de ustedes a su Papa, el Papa del Secreto de Fátima!
Madre, ¡no olvidaremos que estás con nosotros!
¡Queremos que todo el mundo lo sepa!
Denis Nolan
© Children of Medjugorje2003
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