A L A I C 2 0 0 2 VI Congreso Latinoamericano de Investigadores de la Comunicación Ciencias de la Comunicación y Sociedad: Un Diálogo para la Era Digital. Enfrentando la brecha entre academia y sociedad Santa Cruz de la Sierra, Bolivia del 5 al 8 de junio de 2002 GT: Comunicación y ciudad N Noottiicciiaass yy aauuddiieenncciiaass llooccaalleess.. LLaa cciiuuddaadd qquuee ssee ccoonnssttrruuyyee eenn llaa rreecceeppcciióónn.. Carlos Rusconi1 Resumen El trabajo presenta algunos resultados de una investigación sobre un noticiero local de la ciudad de Río Cuarto, Telediario, y los procesos socioculturales de su recepción. Se centra en el rol del noticiero televisivo en la definición -o redefinición- de lo local, se rescatan fundamentalmente algunos sentidos construidos en recepción acerca de la ciudad y las relaciones sociales de los riocuartenses. 1 CICOM (Centro de Investigaciones en Comunicación). Departamento de Ciencias de la Comunicación. Universidad Nacional de Río Cuarto. Agencia Postal Nº3. (5800) Río Cuarto. Córdoba. Argentina. Tel. 54358-4676181. E-mail [email protected] 1 Introducción En la construcción significativa del mundo de hoy los media juegan un papel central, nuevo e insoslayable. Esta afirmación poco discutida, formulada en el marco del ambiguo y poco articulado campo de lo que se ha llamado mediatización de la sociedad acarrea una serie de consecuencias que es necesario explorar. La mediatización de la ciudad es una de ellas. La ciudad parece ser un tema recurrente en los último años y también el rol que cumplen los medios en su definición. Beatriz Sarlo (1994) afirma que la televisión se ha convertido “en la forma más visible de la ciudad, es decir, en la forma mas moderna de visualizar y actuar en el espacio público por el cual caminamos y nos relacionamos” y estas nuevas relaciones mediáticas son las que están transformando nuestras identidades ciudadanas y nuestros imaginarios sociales. Por su parte, es conocida la propuesta de Nestor García Canclini (1997) de buscar una definición sociocomunicacional de la ciudad ya que ésta se conecta ahora, entre sí y con el extranjero a través de múltiples redes que incluyen los medios electrónicos y que están modificando muchos hábitos culturales y estrategias de consumo. En torno a estás ideas gira nuestro trabajo. En el marco de una investigación, que venimos desarrollando desde hace algún tiempo sobre un noticiero local de la ciudad de Río Cuarto –Telediario- y su recepción2, nos preguntamos sobre el rol del noticiero televisivo en la definición -o redefinición- de lo local. Consideramos que la construcción de los imaginario urbanos en una sociedad mediatizada encuentra un lugar privilegiado en las situaciones de negociación de significados de los procesos de recepción mediática. Es ahí donde las definiciones del espacio urbano y de la gente 2 Telediario concentra los más altos índices de audiencia en los últimos años y el asombro se funda en la ruptura con el estadio anterior de la historia mediática de Argentina en el que los medios del interior no tenían un protagonismo substancial. Desde la década del '60 el interior se fue poblando por gran cantidad de emisoras de televisión. Los cables -o circuitos cerrados, como se llamaban entoncesmultiplicaron su instalación en pequeñas ciudades, favoreciendo la aparición de gran cantidad de canales locales en un número mucho más alto del que posibilitaban las frecuencias obtenidas en los convenios internacionales de radiodifusión. Sin embargo, pasado el entusiasmo de la primera etapa, el sistema televisivo no pudo escapar a la organización político-territorial del país: el centralismo porteño determinó que, también en relación con la pequeña pantalla, casi todo pasara en Buenos Aires. Los canales del interior se transformaron en meras repetidoras de los capitalinos. Así, durante la mayor parte de las décadas de los '70 y '80 la programación local se limitaba a algunos noticieros -necesarios para cubrir el horario mínimo exigido por la legislación- hechos con muy poco esfuerzo de producción y sin despertar demasiada atención en la audiencia. En los '90, en paralelo a la multiplicación de los sistemas de cable de multicanal que permitieron acceder a gran cantidad de frecuencias de todo el mundo, el interés por la programación local ha aumentado significativamente. En muchos casos los costos de producción no permiten aumentar la diversidad de programas pero muchos programas locales y sobre todo los noticieros se han transformado en los programas más vistos. 2 que lo habita se configuran a partir del diálogo entre la propuesta del discurso mediático y la experiencia de los recorridos y relaciones cotidianas De alguna manera, los postulados del modelo ecoding/decoding de Stuart Hall (1980) son los que guían el diseño de nuestro trabajo. En este sentido, realizamos un análisis del discurso del noticiero y una serie de entrevistas focalizadas a su público. Aunque las limitaciones metodológicas nos impiden hablar de procesos de recepción en el sentido de poder dar cuenta de cuáles son los elementos específicos que los sujetos retoman del texto televisivo en su construcción de significados sobre la ciudad, pretendemos avanzar en la comprensión del fenómeno al explorar algunas relaciones intertextuales entre los dos discursos y la dispersión de algunos significados. En esta ponencia nos detendremos fundamentalmente en el trabajo sobre el público y retomaremos algunas conclusiones del análisis del noticiero que ya fueron presentadas en otro lado (Rusconi, 2000; 2001). Este es un paso necesario, pero aún preliminar, en nuestro intento de dar cuenta de la participación de los medios en los procesos de construcción de los imaginarios urbanos. Usos Interrogado por los motivos que los llevan a ver Telediario, los entrevistados destacan la necesidad de estar informados sobre la ciudad necesidad que se instala básicamente sobre el eje de la conexión con el afuera próximo, el ser parte de la ciudad, y el vínculo con los otros habitantes. Esta conexión arrastra lo que Klaus Jensen llama un uso informativo, “como conocimientos objetivos de temas y eventos que son relevantes para los televidentes en un contexto de acción social” (1992:109110), un uso pragmático que en este caso específico pone de manifiesto la necesidad de datos para vivir la ciudad. El noticiero es útil como constructor de referencias sobre la topografía urbana: los cambios en el trazado urbano, los lugares peligrosos, los lugares acomodados, la necesidad de ayuda para algún lugar, para algunas personas. Uno es parte de la ciudad, entonces no puede vivir encerrada sin enterarte que pasa afuera, si hay muchos robos, si cambió la mano de una calle, si alguna persona tiene algún problema que podemos colaborar, porque los riocuartenses somos muy solidarios (Juana) También se reconoce un uso pragmático de la información local encadenado con la relaciones de sociabilidad en las calles o los lugares públicos: en la ciudad se habla 3 de lo que pasa en la ciudad y en ese sentido es necesario saber sobre lo local para no quedar afuera de esas conversaciones. Se van definiendo dos ejes claros de necesidad de saber sobre la actualidad de lo local, uno en relación con el uso del espacio urbano, espacio conocido pero cambiante, en su forma y en la organización territorial de lo cotidiano. El otro vinculado a la sociabilidad, las relaciones entre vecinos, la posibilidad de ayudarse. Se ve perfilarse claramente la emergencia de una comunidad de vecinos. La información es un insumo para establecer relaciones con los otros del lugar, los vecinos. El dispositivo enunciativo de “Telediario” organiza su particularidad alrededor de la noción de vecinos, la cual se presenta como una entidad omniabarcadora que funciona a la manera de un metacolectivo amplio capaz de englobar a todas las categorías de persona. Esta operación enunciativa permite una construcción dual de la ciudad: por un lado una gran ciudad fragmentada en multiplicidad de barrios y vecinales, sobre todo en aspectos estructurales y reclamo de servicios; por otro una comunidad de vecinos próximos, sobre todo en los aspectos de adhesión afectiva o ante la amenaza interna (violencia) o externa (características económicas y de desarrollo). Más allá de la diversidad de significados de la noción de comunidad en las sociología y en las ciencias sociales nos resulta útil para conceptuar este fenómeno. Adherimos, a la propuesta del antropólogo británico Anthony Cohen (citado por Silverstone, 2000), quien ve a la comunidad como una formación simbólica, producto de la inversión de sus miembros en ella y en la coherencia que el grupo genera en sus significados compartidos o posibles de serlo. Enfatiza la capacidad de la comunidad para unir las diferencias y para definir y articular su propia diferencia con respecto a otra. Lo esencial es que sus miembros dan o creen dar un sentido similar a las cosas de modo general o respecto de intereses específicos y significativos. Además piensan que ese sentido puede diferir de otro producido en cualquier otra parte. La comunidad en la experiencia de la gente es inherente a su adhesión o compromiso a un cuerpo común de símbolos. Entonces es fundamental, no sólo lo que es compartido, sino lo que es distintivo. Y esto no es un problema de valoración objetiva, sino de sentimientos, que reside en la mente de sus miembros. Hay otro uso, no ya de las noticias sino del noticiero, que adquiere singular relevancia. James Lull (1997) habló de usos reguladores para expresar aquella función que cumplen los medios de organizar el tiempo y la actividad. Klaus Jensen (1992) considera que las noticias televisiva pueden jugar un papel esencial a este respecto y -tal como en la investigación del autor- para nuestros entrevistados ver las noticias, 4 cocinar y comer, son actividades que interfieren entre sí. No nos interesa en este trabajo el uso regulador en sí, sino las consecuencias de que los televidentes de Telediario, con mayor o menor grado de conciencia, lo reconozcan como un uso generalizado en la ciudad. Si siempre lo miramos mientras comemos (...) Vos viste que Río Cuarto es una ciudad que no se trabaja horario corrido, así que al mediodía todos van a comer a su casa y, no te digo que el 100% pero el 95% está mirando el noticiero. Vos te dás cuenta por los mensajes. Todos están esperando los mensajes porque vos sabés que en una ciudad como Río Cuarto lo peor es que te critiquen en público. Entonces vos sabés que todos están mirando y esperando los mensajes y si querés decir algo llamás y se va a enterar toda la ciudad. (Daniel) Este relato parece confirmar teorías como las del gran público de Wolton (1993), de la reunión invisible de Gheude (1997) y muchas otras3 que ponen el acento en la capacidad de los medios para el gran público de construir comunidades, vínculos con los otros porque “cuando miro un programa se que otro lo mira y que sabe que yo lo miro”. Esta construcción de comunidades adquiere una singular fuerza, por un lado porque se erige sobre un existente reconocido, la comunidad de la ciudad, reforzando los lazos de esta; por otro lado, tal como aparece en el relato de Daniel, porque no es tan invisible, como en la teoría de Gheude (o cualquiera que hable de la comunidad de la nación): nos muestra y podemos mostrarnos. No sólo sabemos que miramos lo mismo, podemos hablar y ser escuchados por todos. De la gran ciudad a la ciudad identificable Interrogados sobre como ven la ciudad, los riocuartenses adoptan diferentes postura en referencia a cuál es el tamaño de la misma. Grande, chica o mediana son adjetivos que se utilizan algunas veces en función de parámetros comparativos: más que los pueblos de la región, menos que Córdoba, etc. Otras veces, con relación a los usos de la ciudad, es chica porque puede recorrerse en poco tiempo, porque no se puede encontrar la oferta cultural o de entretenimiento, porque faltan industrias que generen empleos. Es grande porque hay lugares que ni se conocen, porque en tal o cual rubro se encuentra lo mismo que en las grandes ciudades. Sin embargo, más allá del posicionamiento especifico que generan estas diferencias manifiestas en los términos utilizados para calificar la ciudad, las imágenes que se 3 Emparentada con la conocida tesis de Benedic Anderson sobre el papel de la prensa en la construcción de las naciones como comunidades imaginadas. 5 rescatan como representativas de la misma parecen dar cuenta de una ciudad mucho más chica que la que muestra el noticiero. Telediario insiste en una estrategia de fragmentación, donde presenta la ciudad dividida en barrios, organizados institucionalmente en vecinales. Una estrategia retórica de hiperbolización, por la cual el referente dividido recupera su unicidad en el significado de la “gran ciudad”. Es decir, el noticiero construye una topografía donde la identificación se realiza a la manera de los mapas de división política: el Río Cuarto del telediario se disgrega en una multiplicidad de “pedacitos de colores”. Cuando enfrentamos al público del noticiero con las imágenes que para ellos definen la ciudad rescata las representaciones tradicionales del microcentro y el río y dejan traslucir la idea de una ciudad a escala reducida. Este mismo significado emerge cuando se consideran las distancias que hay que recorrer en la ciudad y las relaciones que se establecen en la misma. Río Cuarto es una ciudad que todavía, y creo que por muchos años más, se va a seguir considerando una ciudad mediana y eso te permite establecer vínculos y moverte por todas partes de la ciudad sin mayores complicaciones, conocer mucha gente, como que a veces todas las caras te resultan conocidas (...) Por ejemplo Osvaldo Whebe, de repente no es un referente que yo lo veo en los medios sino que de repente me lo cruzo en la calle y le puedo decir “que haces Turco”, eso es parte de una ciudad chica y eso pasa en Río Cuarto. (Mariela) Los relatos de los entrevistados permiten ver la asociación de los significados de ciudad chica, de un lugar donde todos se conocen, todos pueden encontrarse. Y, en el caso de Mariela, esos vínculos, esas relaciones primarias que se establecen en la calle, incluyen a los personajes mediáticos. Otra entrevistada, Laura, cuando se le pregunta sobre personas o personajes con los que pueda identificar la ciudad nombra a “Cococho”, el encargado del segmento meteorológico de Telediario. Puede verse una clara aceptación de la propuesta del noticiero, cuando se presenta como parte de la comunidad y sus conductores y periodistas como vecinos que son parte de la comunidad. Los significados de gran ciudad se vinculan al tamaño en el relato de nuestro entrevistados de más edad que hablan en términos del crecimiento que ellos experimentan que ha sufrido Río Cuarto: Salís de tu casa y te encontrás nuevas edificaciones, nuevos barrios y siempre encontrás algo que antes no estaba (Raúl). Sin embargo en la mayoría de los casos el significado de “gran ciudad” se acopla a la 6 idea de cuán importante es la ciudad y no al tamaño de la misma o al tipo de relaciones sociales que posibilita o determina. Creo que es una ciudad que te da posibilidades (...) No es una ciudad chata. Por supuesto que no la podemos comparar con Rosario, Córdoba o Buenos Aires, porque es más chica pero hay ciudades chicas que no te permiten lo que te da Río Cuarto... (Luchi) En el discurso del noticiero “la gran ciudad” es, como dijimos, construida a partir de la fragmentación en barrios. Esta imagen es aceptada por sus televidentes aunque la mayoría no logra superponerla con la ciudad vivida cotidianamente. En algunos casos queda claro que están hablando desde el discurso del noticiero y no desde su experiencia personal. -...Río Cuarto esta formada por la suma de muchos barrios. Es una ciudad en donde los barrios son importantes, donde por ejemplo el barrio el barrio es un lugar referente. Vos escuchás Telediarios y te dicen “en el barrio tal” o en “tal barrio” quiere decir eso que el barrio está bien identificado y la gente sabe donde está el barrio. -¿Es decir que cuando escuchás es nombre de un barrio enseguida te ubicás en que lugar es? -Si... bueno, a veces te dan los nombres que no te das cuenta pero si ves las imágenes si, enseguida te das cuenta, es Banda Norte o es Alberdi. (Franco) Banda Norte y Alberdi son los grandes barrios tradicionales de la ciudad que se extienden cruzando el río, el primero, y “atrás de las vías”, el segundo. Las tres extensiones pueden verse claramente separadas por sus límites físicos y constituyen circuitos electorales y administrativos diferenciados. Pero no es esta la referencia del noticiero, al menos no la única ni la más extendida. El noticiero habla de barrios en términos de jurisdicciones de vecinales, que es una delimitación política en pequeños barrios y que fragmenta el espacio tanto de Alberdi y Banda Norte como el del Centro (más allá del micro centro). El relato de Franco deja ver claramente una negociación en el significado de la palabra barrio: el sentido específico que le da el noticiero es relativizado y reubicado en el marco de su experiencia cognitiva. Acepta que haya muchos barrios y que los barrios sean puntos de referencias pero puesto en situación, esas indicaciones se traducen a las que él conoce y que son lugares visibles, reconocidos por su experiencia cotidiana en los recorridos por la ciudad y reubicados en marco de las referencia tradicionales de la ciudad chica. 7 De esta manera, el movimiento que realiza el noticiero de rearticular en comunidad la ciudad que había fragmentado y extendido no presenta dificultades para su público. Esta operación está habilitada desde el momento mismo de la percepción de la ciudad en el noticiero pues es ahí donde la cartografía simbólica (en el sentido de Peirce, como norma o ley que adquiere su máxima expresión en el lenguaje: en este caso el nombre de los barrios) es reemplazada por el orden icónico de la semejanza con la ciudad que conozco y el indicial de la conexión con la misma. La ciudad ideal Las diferencia entre la gran ciudad y la ciudad chica dejan ver un significado construido en la negociación de estos dos puntos de vista de lo que resulta una imagen de neto corte positivo: la ciudad ideal. Río Cuarto es una ciudad donde se reconocen algunas limitaciones en ciertos ámbitos, especialmente en posibilidades culturales y entretenimiento y, en ocasiones, por el hecho de no ser una ciudad industrial. Sin embargo estas no son mayores y se compensan al evitar las desventajas de las grandes ciudades. La imagen de ciudad tranquila o “más tranquila que las grandes ciudades” instaura sobre el eje de la seguridad el peso central del significado de la axiologización positiva de las dimensiones de Río Cuarto. En algunos casos se destaca la inseguridad como un mal creciente, la ciudad es insegura en relación con el pasado pero esa imagen negativa se neutraliza en el análisis comparativo donde puede verse que “lo que pasa acá” no es comparable con las grandes ciudades. Ante el tratamiento del tema de la seguridad para algunos puede verse una ruptura en la realidad de la ciudad y lo que aparece el noticiero. Aseguran que en su afán noticioso Telediario prioriza los hechos delictivos y el tratamiento escandaloso. En definitiva, la imagen de seguridad, una de las más recurrentes en la caracterización de lo local, se asocia básicamente a la tranquilidad entendiendo ésta como la reducción del riesgo de amenaza física y haciendo frente a lo negativo de la ciudad chica definen una ciudad ideal. En las grandes ciudades hay asesinatos, asaltos. Hay que cuidarse para moverse, para trabajar, uno debe vivir encerrado, no hay libertad. Cuando se reconocen estos mismos problemas en la ciudad se los ven más atenuados y en todo caso la visión del noticiero sobre este tema es el resultado de utilizar “una forma exagerada y sensacionalista” en el tratamiento de la información policial. Lo significativo es que lo irreal del significado de inseguridad, producto del 8 tratamiento periodístico, no se discute a los medios nacionales cuando hablan de la violencia en relación a las grandes ciudades. Alteridades Una de las formas de poner en discurso la definición de lo local es marcar las relaciones con “los otros” de la ciudad, es decir con aquellos lugares con lo que se puede establecer una relación de diferencia, de oposición o, al menos de comparación. En este sentido buscamos en el noticiero y en los relatos de los entrevistados algunas formulaciones a partir de la categoría de contrariedad nosotroslos otros que nos permita perfilar un mapa de significados y valores sobre lo propio y lo ajeno en un intento de acercarnos a la comprensión de los sentidos sobre lo local. “No soy cordobés” Al igual que en el noticiero, el otro más claramente definido es Córdoba. El término se presenta anfibológico, como un nombre que engloba y no diferencia la provincia y la ciudad. Y, sobre esta homonimia, se traslada el antagonismo con la capital a toda la provincia; de este modo Córdoba define una exterioridad con la que es imposible identificarse. En los entrevistados la construcción más frecuente es la negación. En el discurso de Telediario, Río Cuarto se construye en el marco de la provincia como una ciudad postergada en los aspectos políticos y económicos, marginada por las decisiones gubernamentales que siempre se tomaron en la ciudad capital y que lucha por el reconocimiento que se merece. Esta construcción de sentido también puede observarse en algunos de los entrevistados. Sin embargo es mucho más corriente la visión de Río Cuarto como una ciudad autosuficiente, que no necesita de la capital. Así, la decisión del gobierno provincial de que Río Cuarto se convierta en capital de la provincia sólo es vista como positiva e importante por algunos que, al igual que el noticiero, guardan reservas de que realmente sea así. En otros casos se considera “una decisión política” originada por el preponderante lugar que de por sí tiene Río Cuarto y que no la va a beneficiar en nada. De la ciudad conectada a la ciudad conexión La definición de lo local con relación al país y el mundo adquiere características muy similares a las que instaura el noticiero, y de hecho ve al noticiero como un fiel reflejo 9 de la realidad en estos aspectos. Se acuerda en que Río Cuarto es un lugar integrado al mundo, donde pueden verse los signos más significativos del progreso. Aunque afuera de la ciudad, en el resto del país, no se conoce realmente el importante lugar que ocupa. No se si la gente tiene real noción de lo que la ciudad de Río Cuarto es, de hecho viene gente de afuera y se sorprende, se admiran de lo que la ciudad es, quieren decir que fuera de la zona no deben tener idea de lo que la ciudad es. (Luchi) La expresión de vinculación al mundo es extremadamente clara cuando se hacer referencia a los aspectos culturales. Quizás la mayor diferencia con el noticiero es que mientras aquel se central fundamentalmente es destacar que lo que pasa en el mundo también está en Río Cuarto, en los entrevistados se muestra claramente un intercambio de las producciones culturales con el ámbito nacional e internacionales. Las personas entrevistadas dan nombres de artistas a los que identifican como embajadores de la ciudad en el mundo. En el noticiero, en cambio, Río Cuarto aparece básicamente como un escenario con público competente para las principales actividades artísticas, culturales, etc. En términos deportivos los entrevistados si coincide plenamente con Telediario. Los nombres de Agustín Caleri (tensita) y Pablo Aimar (futbolista) son sumamente reiterados como figuras destacadas de la ciudad que la representan en el mundo. En relación a la conexión con el afuera, hay –más allá de lo deportivo y lo cultural- una representación recurrente de la ciudad: Aparte Río Cuarto está en el centro del país, por eso para ir a cualquier lado tenés que pasar por acá, para ir a Mendoza, para ir al sur, para todos lados, entonces todo el mundo lo conoce. Y ahora con el MERCOSUR, si vienen de Brasil a Chile tienen que pasar por acá. Esta ubicación estratégica en el centro del país juega a favor de la idea de punto de conexión entre las distintas regiones del país, y ahora del MERCOSUR, se refuerza también desde esta perspectiva el significado de ciudad integrada. En este sentido, las respuesta del público coinciden totalmente con el noticiero. Del liderazgo al rechazo. Otra de las relaciones de alteridad que encotramos en el discurso de Telediario es con la región sur de la provincia. En este sentido, Río Cuarto se presentaba como una ciudad líder en los más diversos aspectos: comerciales, educativos, culturales. 10 En general los entrevistados aceptan esta postura. En algunos casos se reconoce que telediario le da muy poca importancia y no trata los temas de interés para las otras localidades, en este sentido se rescata la labor de Diario Puntal. Respecto a este tópico de la relación de la ciudad con la región, muchos recuerdan el carácter agropecuario de la economía regional; así, la región y la ciudad aparecen complementándose, una le brinda a la otra lo que no tiene. No aparece la idea de que la ciudad depende de o vive de la región, como observamos en otros trabajos con entrevistas a pobladores de las zonas rurales cercanas a Río Cuarto. Es más, en estos casos al igual que en el noticiero se piensa a la ciudad con un potencial mucho mayor y se refuerza la idea de liderazgo. En otros casos se niega totalmente el aporte de una región que aprovecha las condiciones y servicios que le brinda la ciudad. La ciudad es muy importante para la región, con toda la gente que viene a la Universidad, por ejemplo. (...)Río Cuarto es una cosa y la región otra. No hay ninguna integración, antes puede ser, la región se volcaba integra a comprar a Río Cuarto y ahora no sucede. (Natacha) En este testimonio se rechaza cualquier rol importante de la región para con la ciudad, aún en el aspecto económico, que en general es el único donde se lo reconoce. La ciudad amenazada Esta forma de ver la ciudad es mucho más débil en las entrevistas que en el discurso del Noticiero, en el mismo identificamos dos aspectos problemáticos –el económico y los "problemas sociales”- sobre los que se asentaba este significado, producto de definir el mundo exterior como otro e invocar el fantasma de la globalización como origen del miedo. En el tratamiento de lo económico, no encontramos en los entrevistados ninguna definición contundente con respecto a la amenaza de la globalización. En una investigación anterior (ver Rusconi, 1998) encontramos claramente la amenaza y el temor por limitaciones de lo local en algunos entrevistados, fundamentalmente entre quienes tienen un mejor conocimiento de otros lugares y del mundo ya sea empírico, porque han viajado, o a partir de una configuración cognitiva que logra la articulación coherente de imágenes mediáticas, lecturas y experiencias de otros. Esto les permite deslocalizarse y tener una visión desde una escala más amplia del lugar. Veíamos así útil pensar esta distancia axiológica al considerar lo local como una cuestión de horizonte de alcance. Este concepto que Roger Silverstone (1994) retoma de la geógrafa Anne Buttimer incluye tanto extensiones físicas como sociales e imaginativas 11 para el individuo desde sus raíces y rutinas diarias localizadas en un tiempo y un espacio. Su construcción implica tensión y reciprocidad entre movimiento y reposo, territorio y extensión, seguridad y aventura, economía hogareña y de empresa, construcción comunitaria y organización social. En este sentido es la ampliación de los horizontes de alcance lo que se enlaza con un reconocimiento de límites más estrechos y una valorización disfórica de la propia localización. ¿Ahora por qué no aparece esta valoración en estos entrevistados? El horizonte de alcance implica una definición de sí en el mundo y en este sentido la tensión entre lo más cercano y lo más lejano se va a resolver en término de la posición que adopten los actores sociales. En este trabajo los entrevistados fueron interpelados como riocuartenses y como televidentes de Telediario, un noticiero que limita su área intencional a la ciudad. Seguramente esto contribuyó a que limitaran su marco de referencia a la ciudad, es decir a localizarse y no mostrar una visión a escala más amplia de su lugar. En el otro aspecto, los que noticiero llama “problemas sociales” como la droga, son observados pero inmediatamente relativizados con la imagen de tranquilidad y seguridad que definen a la ciudad ideal. Con las reservas planteada a la posibilidad de contrastar el modelo de Hall, podemos aventurar que en este aspecto la lectura del noticiero, es predominantemente opositora. No se reconoce la amenaza a la ciudad como un núcleo semántico identificable y, por ende, mucho menos se adhiere a él Para terminar, podemos decir que en recepción los significados acerca de la ciudad que se construyen definen una visión mucho más “localista” que la del noticiero. En las construcciones axiológicas se rechazan muchos de los aspectos negativos y se relativizan otros. La ciudad se presenta mucho más independiente de la provincia y la región, mucho menos condicionada por el exterior, e integrada al mundo en los aspectos positivos. Por otro lado, los significados que emergen del discurso del noticiero sobre los vínculos con los otros del lugar y los reclamos por la pertenencia y lo distintivo se refuerzan en la lectura dando lugar central a la idea comunidad como modalidad de organización de lo local. Comunidad a la que, el foco común del noticiero, que todos ven en el mismo momento, contribuye a mantener. Referencias 12 Gheude, M. (1997) "La reunión invisible". En Veyrat-Masson, Isabel y D. Dayan (comps.) Espacios públicos en Imágenes. Gedisa. Barcelona. Hall, S. (1980) “Ecoding/decoding”. En Culture, media and Langage. Hutchinson. London. Jensen, K. (1992) “La política del multisignificado. Noticias en la televisión, conciencia cotidiana y acción política”. En Orozco, G. Hablan los televidentes. Universidad Iberoamericana. México. Lull, J. (1997) Medios, comunicación, cultura. Amorrortu. Buenos Aires. Rusconi, C (2001) Noticiero televisivo, comunidad y ciudadanía. Ponencia presentada en el I Congreso Ibérico de Comunicación. Malaga. Mayo de 2001 Rusconi, C. (1998) “La ciudad imaginada. Identidades y localidad”. En Cronía. Vol.2 Nº2. UNRC Río Cuarto. Rusconi, C. (2000) Más allá de las noticia. Significados de ciudad y espacio público. Ponencia presentada en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Investigación en Comunicación. Santiago de Chile. Abril de 2000. Silverstone, R. (1996) Televisión y vida cotidiana. Amorrortu. Buenos Aires. Siverstone, R. (2000). “Los nuevos medios y la comunidad”. En Intersecciones / Comunicación Nº 1 Segunda Epoca. Abril de 2000. UNCPBA. Olavaria. Wolton, D. (1993) Elogio del gran público. Gedisa. Barcelona. 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