Les yeux baissés sur le trottoir

Anuncio
En los árboles del huerto
La ronda de las hojas
En los árboles del huerto
hay un ruiseñor:
Canta de noche y de día
canta a la luna y al sol.
Meciéndose suavemente
las hojas cayendo van...
se detienen un instante
y siguen cayendo más.
ssss...ssss...ssss...
Dice el viento entre las ramas
ssss...ssss...ssss...
¡el otoño vino ya!
Las hojas hacen la ronda
y se ponen a jugar.
Ronco de cantar
al huerto vendrá la niña
y una rosa cortará.
Entre las negras encinas
hay una fuente de piedra
y un cantarillo de barro
que nunca se llena.
FILOMENA CODORNIÚ
Por el encinar
con la luna blanca
ella volverá.
Les yeux baissés sur le trottoir
Qu’elle se tient à sa fenêtre
Mais ce n’est pas pour l’air du soir
Et c’est pour patienter, peut-être,
Acheter un chien angora.
Envoya son amant en Perse
Qui porte un peignoir de surah
 sa fenêtre la perverse
ANTONIO MACHADO
Dicen que no hablan las plantas
Era apacible el día
Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Era apacible el día
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Y templado el ambiente,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
Y llovía, llovía
De mí murmuran y exclaman:
Callada y mansamente;
—Ahí va la loca soñando
Y mientras silenciosa
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Lloraba y yo gemía,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Mi niño, tierna rosa
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
Durmiendo se moría.
—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca en la mía!
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Tierra sobre el cadáver insepulto
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Antes que empiece a corromp-erse... ¡tierra!
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos,
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
Bien pronto en los terrones removidos
Verde y pujante crecerá la yerba.
¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas,
Torvo el mirar, nublado el pensamiento?
¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!...
Rosalía de Castro.
Jamás el que descansa en el sepulcro
Ha de tornar a amaros ni a ofenderos
¡Jamás! ¿Es verdad que todo
Para siempre acabó ya?
A mis amigos
No, no puede acabar lo que es eterno,
Ni puede tener fin la inmensidad.
Cuando no reste ya ni un solo grano
de mi existencia en el reloj de arena,
Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
Te espera aún con amoroso afán,
al conducir mi gélido cadáver,
Y vendrá o iré yo, bien de mi vida,
no olvidéis esta súplica postrera:
Allí donde nos hemos de encontrar.
no lo encerréis en los angostos nichos
que llenan la pared formando hileras,
que en la lóbrega, angosta galería
jamás el sol de mi país penetra.
Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
Que no morirá jamás,
Y que Dios, porque es justo y porque es bueno,
A desunir ya nunca volverá.
En el cielo, en la tierra, en lo insondable
Yo te hallaré y me hallarás.
El campo recorred del cementerio,
No, no puede acabar lo que es eterno,
y en el suelo cavad mi pobre huesa;
Ni puede tener fin la inmensidad.
que el sol la alumbre y la acaricie el aura,
Mas... es verdad, ha partido
y que broten allí flores y hierbas.
Para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
Que yo pueda sentir, si allí se siente,
De un día en este mundo terrenal,
a mi alrededor y sobre mí, muy cerca,
En donde nace, vive y al fin muere
el vivo rayo de mi sol de fuego
Cual todo nace, vive y muere acá.
y esta adorada borinqueña tierra.
José Gautier Benítez’
Rosalía de Castro
¿En qué consiste, mi Señora Musa...?
Fragmentos de un Epitafio de Quevedo a Góngora
«Este que en negra tumba, rodeado
de luces, yace muerto y condenado,
Sátira
vendió el alma y el cuerpo por dinero
y aun muerto es garitero.
¿En qué consiste, mi señora Musa,
{ . . .}
que todos pueden hoy ser escritores?
La sotana traía
¿Será este siglo el de la ciencia infusa?
por sota , mas que no por clerecía.
¿Será que los talentos son mejores?
¿O será que el orgullo y la ignorancia
5
nos dan la presunción y petulancia?
(no tocando a su cepa)
que nunca, que yo sepa,
se le cayó la mierda de la boca.
En los tiempos oscuros de mi abuelo
Este a la gerigonza quitó el nombre,
eran pocos los hombres que escribían,
pues después que escribió cíclopemente,
y aquéllos estudiaban con desvelo
las cosas que tratar se proponían:
Hombre en quien la limpieza fue tan poca
10
hoy escribe cualquiera su folleto
cuando apenas conoce el alfabeto.
Antonio José de Irisarri
AMOR ETERNO
la llama gerigóngora la gente.
{ . . .}
Fuese con Satanás culto y pelado:
¡mirad si Satanás es desdichado!»
NOTA:
Quevedo y Góngora se llevaban mal
Definición de Amor
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
Podrá nublarse el sol eternamente;
es un soñado bien, un mal presente,
podrá secarse en un instante el mar;
es un breve descanso muy cansado.
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
un andar solitario entre la gente,
cubrirme con su fúnebre crespón;
un amar solamente ser amado.
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
Gustavo Adolfo Bécquer
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
Francisco de Quevedo
Cantigas de amigo
Cantiga C (de loor)
A amiga relátalles á irmá e á nai as penas pola ausencia do seu
amado mentras o espera frente ao mar:
Esta é de loor.
"Mia irmana fremosa, treides comigo
Santa Maria,
A la igreja de Vigo, u é o mar salido:
Strela do dia,
E miraremos las ondas!
mostra-nos via
(...)
pera Deus e nos guia.
A la igreja de Vigo, u é o mar levado,
e verrá i mia madre o meu amado
Ca veer faze-los errados
E miraremos las ondas".
que perder foran per pecados
"Hermosa hermana mía, vente conmigo
entender de que mui culpados
a la iglesia de Vigo, donde está el mar agitado.
son; mais per ti son perdõados
Y miraremos las olas.
da ousadia
(...)
que lles fazia
A la iglesia de Vigo, donde está el mar enfurecido,
fazer folia
allí vendrá, madre, mi amado
mais que non deveria.
Y miraremos las olas".
Santa Maria...
Martín Códax
Amostrar-nos deves carreira
por gãar en toda maneira
Cantigas de Santa María (fragmento)
a sen par luz e verdadeira
que tu dar-nos podes senlleira;
"E daquest'un miragre
ca Deus a ti a
Mui fremoso direi
outorgaria
Que fez Santa María,
e a querria
Per com'escrit'achei
por ti dar e daria.
En un livr', e d'ontr'outros
Santa Maria...
Traladar-o mandei
E un cantar eu fige
Guiar ben nos pod'o teu siso
Segund'esta razón".
mais ca ren pera Parayso
u Deus ten senpre goy'e riso
"Y de este un milagro
pora quen en el creer quiso;
Muy hermoso diré
e prazer-m-ia
Que hizo Santa María,
se te prazia
Por cómo escrito hallé
que foss'a mia
En un libro, y entre otros,
alm'en tal compannia.
Traducirlo mandé
Y un cantar yo hice
Santa Maria...
Según esta razón"
Alfonso X
Alfonso X
ROMAXE DE NOSA SEÑORA DA BARCA
Trovadores:
Sedia-m'cu na ermida de San Simion
E cercaron-mi as ondas, que grandes son:
Eu atendend'o meu amigo.
¡Ay ruada, ruada, ruada
da Virxen pequena
e a súa barca!
A Virxen era pequena
Estando na ermida ant'o altar,
E cercaron-mi as ondas grandes do mar:
Eu atendend'o meu amigo.
e a súa coroa de prata.
Marelos os catro bois
que no seu carro a levaban.
E cercaron-mi as ondas, que grandes son,
Non ei i barqueiro, nen remador:
Pombas de vidro traguían
a choiva pol-a montana.
Mortos e mortos de néboa
Eu atendend'o meu amigo.
E cercaron-mi as ondas do alto mar,
pol-as congostroas chegaban.
¡Virxen, deixa a túa cariña
Non ei i barqueiro, nen sei remar:
nos doces ollos das vacas
Eu atendend'o meu amigo.
e leva sobró teu manto
Non ei i barqueiro, nen remador,
Morrerei fremosa non mar mayor:
Eu atendend'o meu amigo.
as foles da amortallada!
Pol-a testa de Galicia
xa ven salaiando a i-alba.
Non ei i barqueiro, nen sei remar,
A Virxen mira pra o mar
Morrerei fremosa no alto mar:
dendá porta da súa casa.
¡Ay ruada, ruada, ruada
Eu atendend'o meu amigo.
da Virxen pequena
e a súa barca!
Federico García Lorca
Meendinho
NOITURNIO DO ADOESCENTE MORTO
Imos silandeiros orela do vado
CANZON DE CUNA PRA ROSALIA CASTRO, MORTA
¡Érguete, miña amiga,
pra ver ô adolescente afogado.
que xa cantan os galos do día!
Imos silandeiros veiriña do ar,
¡Érguete, miña amada,
antes que ise río o leve pro mar.
Súa i-alma choraba, ferida e pequena
embaixo os arumes de pinos e d&derbas.
Agoa despenada baixaba da lúa
porque o vento muxe, coma unha vaca!
Os arados van e vén
dende Santiago a Belén.
Dende Belén a Santiago
cobrindo de lirios a montana núa.
un anxo ven en un barco.
O vento deixaba camelias de soma
na lumieira murcha da súa triste boca.
Un barco de prata fina
que trai a door de Galicia.
¡Vinde mozos loiros do monte e do prado
Galicia deitada e queda
pra ver o adoescente afogado!
transida de tristes herbas.
¡Vinde xente escura do cume e do val
Herbas que cobren teu leito
antes que ise río o leve pro mar!
e a negra fonte dos teus cabelos.
O leve pro mar de curtiñas brancas
Cabelos que van ao mar
onde van e vên vellos bois de ágoa.
onde as nubens teñen seu nidio pombal.
¡Ay, cómo cantaban os albres do Sil
¡Érguete, miña amiga,
sobre a verde lúa, coma un tamboril!
que xa cantan os galos do día!
¡Mozos, imos, vinde, aixiña, chegar
¡Érguete, miña amada,
porque xa ise río mó leva pra o mar!
porque o vento muxe, coma unha vaca!
Federico García Lorca
Federico García Lorca
A constelación da xuvenca
MADRIGAL A CIBDA DE SANTIAGO
Chove en Santiago
Tomaron o leite por seme,
chamárona touro.
Confundir poden, ollos inexpertos,
vaca e touro amasados
con chamizos de estrelas.
E se despenándose polo horizonte
vían o violador, non a violada,
se Aldebarán era o ollo que espreita a Europa
non a fonte de bagullas rebordando as mans do pai,
nada ten de estraño. É difícil interpretar os signos
a tantos anos luz.
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entebrecida ô sol.
Chove en Santiago
na noite escrura.
Herbas de prata e de sono
cobren a valeira lúa.
Aínda que Io chegou a raíña de Exipto,
e os fieis calzados con sandalias de papiro
queimaban resinas na súa honra,
el era da punta da póla,
primeiro entre os deuses,
pouco importan os seus méritos:
esforzar unhas ducias de rapazas,
levar na man lume de tres puntas,
o de sempre, gallamouto e fachenda.
Olla a choiva pola rúa,
laio de pedra e cristal.
Olla o vento esvaído
soma e cinza do teu mar.
Soma e cinza do teu mar
Santiago, lonxe do sol.
Agoa da mañán anterga
Marilar Alexandre
trema no meu corazón.
Federico García Lorca
Viladonelle
A RUY XORDO
Escoitando o silencio
mentres a tarde ponse de galiña
vermella nas congostras
e ladran teimosos os cans do país
para que o sol gañe medo, mais non
se amedrenta, vestido
de laranxa polo fondo
destes camiños cando pasan
faladoras mulleres
carretando felgos como promesas
Aquí comezou todo
ou pode ser a fin
dun mundo que se asombra neste teixo
ou remata nun camposanto gande
para tan poucos veciños
mentres un homiño estrambótico anda
convicto da súa mágoa
e bebemos auga dun pozo
como quen bebe tempo
parado nun recanto
O Bico da Laberca
alzándose no verde
para que os días sexan lousa
onde pisar as uvas do verán.
Vicente Araguas
Aramos sobre os mortos nesta terra
i o noso pan ten un sabor de hosos
familiares, irmáns. O monte berra
baixo do arado, e chámannos os nosos
desde a morte con voces conocidas:
«Nin marqueses, nin cregos, nin doutores
fixeron as ribeiras verdecidas,
nin o guerreiro coiro dos tambores.
Os condados do polvo son dos mortos
e quen queira ser dono desta terra
que veña navegando aos nosos portos.
Os que pidan o fruto sin labores,
si non morren de seu, morran de guerra,
e desta terra, así, serán señores».
Lorenzo Varela
Poderoso Caballero, (fragmento)
Poderoso caballero
Amor constante más allá de la muerte
es don Dinero.
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Madre, yo al oro me humillo;
sombra que me llevare el blanco día,
él es mi amante y mi amado,
y podrá desatar esta alma mía
pues, de puro enamorado,
hora a su afán ansioso lisonjera;
de contino anda amarillo:
que, pues, doblón o sencillo,
mas no, de esotra parte, en la ribera,
hace todo cuanto quiero,
dejará la memoria, en donde ardía:
Poderoso caballero
nadar sabe mi llama la agua fría,
es don Dinero. (...)
y perder el respeto a ley severa.
Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
persona de gran valor,
venas que humor a tanto fuego han dado,
tan cristiano como moro;
medulas que han gloriosamente ardido:
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
su cuerpo dejará no su cuidado;
Poderoso caballero
serán ceniza, mas tendrá sentido;
es don Dinero. (...)
polvo serán, mas polvo enamorado.
Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
Francisco de Quevedo
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismo robles
La dulce boca
da codicia su minero,
La dulce boca que a gustar convida
Poderoso caballero
un humor entre perlas destilado,
es don Dinero. (...)
y a no invidiar aquel licor sagrado
Y es tanta su majestad
que a Júpiter ministra el garzón de Ida,
(aunque son sus duelos hartos),
que con haberle hecho cuartos
¡amantes! no toquéis si queréis vida:
no pierde su autoridad:
porque entre un labio y otro colorado
pero pues da calidad
Amor está de su veneno armado,
al noble y al pordiosero,
cual entre flor y flor sierpe escondida.
Poderoso caballero
es don Dinero. (...)
No os engañen las rosas que al Aurora
Más valen en cualquier tierra,
diréis que aljofaradas y olorosas
(mirad si es harto sagaz),
se le cayeron del purpúreo seno.
sus escudos en la paz,
que rodelas en la guerra.
Manzanas son de Tántalo y no rosas,
Y pues al pobre lo entierra
que después huyen dél que incitan ahora
y hace propio al forastero,
y sólo del Amor queda el veneno.
Poderoso caballero
Luis de Góngora
es don Dinero.
Francisco de Quevedo
JORGE MANRIQUE
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
El viaje definitivo
QUÉ TENGO YO QUE MI AMISTAD PROCURAS?
... Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuántas fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud, el hielo frío,
secó las llagas de tus plantas puras!
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
¡Cuántas veces el Ángel me decía:
"Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto llamar porfía!"
¡Y cuántas, hermosura soberana,
"Mañana le abriremos -respondía-,
para lo mismo responder mañana.
LOPE DE VEGA
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico...
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
¿Qué es un haiku?
Es una composición poética breve japonesa que trata de apresar la emoción del momento presente,
del aquí y ahora mediante una escena real o imaginada. Consta de tres versos sin rima.



El primero tiene generalmente cinco sílabas,
el segundo, siete;
y el tercero, cinco.
El haiku se construye en dos partes:



El primer verso sitúa espacialmente y temporalmente la escena y suele tener un carácter
estático (quieto).
La segunda parte, los versos dos y tres supone un cambio relampagueante y que constituye
un elemento activo.
Hay generalmente una palabra de corte (“kireji”). El “kireji” constituye un elemento
estructurador en la medida que une dos partes diferentes como dos polos magnéticos.
Permite que salte la chispa de la percepción poética.
El haiku nos aproxima a lo que nuestro corazón nos dice. Es un momento emocional. Es como si
viéramos el universo en su totalidad y lo quisiéramos transmitir.
En el léxico predominan los sustantivos, aunque pueden utilizarse algunos verbos.
Ejemplos: (nos adentramos en el momento presente intentando hacerlo eterno, llegando más allá
de las simples apariencias).
Un viejo estanque ;
Viento otoñal.
al zambullirse una rana
Dentro del corazón,
ruido de agua.
montes y ríos.
(Basho)
(Kioshi)
En este mundo,
Pájaro muerto
encima del infierno
¡qué agonía de plumas
viendo las flores.
en el silencio!
(Issa)
Juan José Domenchina
Diciembre. Pasos
si en el crepúsculo
junto al agua tranquila.
el sol era memoria
Reflejo y vuelo.
ya no me acuerdo
Antonio Cabrera.
Mario Benedetti
Los haikus pueden ser también humorísticos, amorosos, paisajísticos… y pueden tratar sobre las
mujeres o sobre los hombres, la naturaleza, el paisaje, nuestros sentimientos interiores.
Descargar