Julieta Guillermina Peña Méndez.

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XV CONGRESO LATINOAMERICANO DE DERECHO ROMANO
MORELIA, MICHOACAN, MEXICO.
º
AGOSTO 2006
P O N E N C I A.
“EVOLUCIÒN HISTÒRICA DE LA PROTECCIÒN AL
CONCEBIDO Y SU REPERCUSIÒN EN NUESTRO DERECHO
POSITIVO MEXICANO”
LIC. JULIETA GUILLERMINA PEÑA MENDEZ.
CATEDRÀTICA EN DERECHO ROMANO.
UNIVERSIDAD INSURGENTES.
MÈXICO, D.F.
En esta ocasión y ante tan distinguida concurrencia, abordaré
someramente un tema del que sabemos se han entablado diversas
polémicas, y es hasta la fecha motivo de gran inquietud de innumerables
juristas a nivel mundial, cuya intención es garantizar el amparo y
protección del Derecho a un ser que está en cierta forma en estado de
indefensión.
Desde tiempo inmemorial, según se refleja en los vestigios de las
diferentes culturas y plasmado en las fuentes del Derecho, el hombre
siempre ha procurado emitir normas jurídicas que protejan al ser mas
débil que existe en la naturaleza y éste es el ser humano, principalmente
desde el momento de la concepción en que depende totalmente de su
madre y en los primeros años de su vida, ya que está expuesto a infinidad
de peligros tendientes a privarlo de su existir, por razones de tipo material
y económico.
1
En el Derecho Romano se establecía que algunos de los derechos y
deberes de las personas no se extinguían con la muerte, excepto los
Derechos Políticos, ni los derivados del Derecho de Familia como los que
se originan con el matrimonio o sea la Patria Potestad y la Tutela, y sí era
factible el poder transmitir los Derechos Reales (excepto usufructo, uso y
habitación), y casi todos los derechos personales o de crédito,
exceptuando los nacidos de los contratos de mandato, sociedad, locatio
conductio operarum (contrato de trabajo) y las obligaciones derivadas de
la comisión de un delito.
Una de las áreas del derecho de mas relevancia, es la libertad
personal de todo ser humano que es el de gozar de la facultad de
disponer de la totalidad de su patrimonio después de fallecer, o sea el
Derecho Hereditario, Sucesorio o Sucesiones, ya que por medio de éste,
se regulan las consecuencias que surgen con la muerte de la persona o
sea que pasa a ser el de cuius o el autor de la herencia.
El área mas delicada de este rubro es precisamente el de la
designación de beneficiarios, después la transmisión del patrimonio y la
forma en que se desee hacerla.
El derecho romano consideraba que la personalidad comienza con
el nacimiento y termina con la muerte, e indicaba que había dos clases
de personas, la física y la moral o jurídica y definía a la persona en
general como todo ser capaz de tener derechos y obligaciones.
En forma especial consideraba que al producto concebido, aunque
no nacido (nasciturus) debía ser tomado en cuenta como si ya hubiese
nacido
y
fuera
viable,
garantizándole
ciertos
derechos
que
posteriormente adquiriría por medio de una ficción jurídica, formando
parte muy importante dentro del derecho hereditario.
En las legislaciones modernas de influencía y origen romanístico,
se considera persona al concebido, hijo póstumo, y por tanto sujeto de
derechos dentro del derecho hereditario, y posteriormente al nacer vivo,
viable y cumplir ciertos requisitos de cada legislación en particular, ya se
le considera como sujeto con capacidad de goce y posteriormente, en su
caso, de ejercicio.
2
El tema de protección al concebido es de gran interés, ya que
pone de manifiesto la magnificencia y bondad del Derecho al preservar y
proteger la vida humana desde el primer momento, o sea dentro del
vientre materno y hasta después de la muerte.
Desde el Derecho Antiguo, en la Ley de las XII Tablas y en el caso
de la sucesión legítima, se disponía que si la persona moría intestada
debía llamarse a los herederos de la siguiente forma: “Primero a los
heredes sui, o sea a los descendientes del de cuius, que estuvieran bajo
su potestad al momento de su muerte, incluyendo aquí a los póstumos,
es decir a los sui nacidos después de muerto el causante, …..”(1)
Con esta disposición se protegía al nasciturus, o sea al hijo
concebido, pero no nacido y se le salvaguardaban sus derechos
sucesorios.
En relación al concepto de Derecho Hereditario o Sucesiones, este
término proviene del verbo sucedere que significa ir o avanzar por
debajo, penetrar en, relevar, remplazar, sustituir o suceder, y a su vez el
verbo suceder significa ocupar una persona o cosa el lugar de otra; y
jurídicamente se entiende que un sucesor o heredero ocupa el mismo
lugar jurídico que el difunto o sea el de cuius o el autor de la herencia.
Se establecían 3 órdenes de herederos: heredes sui, adgnati
proximi y gentiles.
Solo nos referiremos a los mencionados en primer orden por
tratarse del tema en cuestión.
Al morir la persona y pasar a ser el de cuius o sea el autor de la
herencia, algunos de sus herederos se convertían en sui iuris ya que se
encontraban bajo su patria potestad o su manus, y eran los hijos
naturales o adoptivi, sin distinción de sexo, así como la uxor y nurus in
manu, (la última de las nombradas será sua cuando su marido no haya
estado bajo la potestas al ocurrir el deceso).
En este rubro se trata en forma especial el caso del nasciturus o
sea el que está en el útero por nacer y se le considera como ya nacido y
por ende se le reserva su porción hereditaria.
3
Al nacer se convierte en heres suus y se le denomina póstumo,
(postumus) o sea el que ha nacido después de la muerte de su padre
Sin embargo en el Derecho Pretorio a los postumi se les consideró
como
sujetos
para
ser
desheredados,
aunque
debían
serlo
nominalmente. P.ej. “quicumque mihi nasceretur ex Seia venter exheres
esto” (cualquiere que me naciere de Seya será desheredado <el que
está>en el vientre) (2), y en caso de la preterición de un postumus suus
(de acuerdo al Derecho Civil y al Derecho Pretorio), hace el testamento
ruptum o inválido.
Asimismo en este grado de los heredes sui y en caso de haber un
nasciturus, el Magistrado ordenaba una acción denominada “Missio in
possessionem ventris nomine”, a fin de que se reservara del acervo
hereditario la cuota que le correspondía y estos bienes eran
administrados por un curator ventris que era designado por el Pretor, en
tanto ocurriera el nacimiento.
En el pueblo romano así como se consideraba el nacimiento y la
muerte como el principio y fin de la persona física, se exigían ciertos
requisitos para considerar un nacimiento efectivo, o sea que hubiera un
total desprendimiento del producto del vientre materno, que naciera vivo
y con forma humana.
La Escuela Proculeyana indicaba que para considerarlo vivo se
requería la emisión de gritos y para la Escuela Sabiniana solo bastaba
cualquier signo o manifestación, por ejemplo, respirar.
Se exigía que el parto debiera ser perfecto o sea partus perfectus
pleni temporis, o sea que no fuera prematuro y sí fuera viable, que
significa que el producto haya alcanzado su pleno desarrollo dentro del
claustro materno, para seguir viviendo.
En casos anteriores se le reconocía la personalidad jurídica al
concebido, y solo que el producto fuera abortado o sea que fuera
expulsado prematuramente del vientre materno sin alcanzar su pleno
desarrollo para continuar con vida, se le negaba la personalidad jurídica.
Para el pueblo romano era muy importante aumentar su población
y bajo la Ley Iulia y Papia Poppaea de la época de Augusto, se
4
otorgaban premios o beneficios a los que tenían hijos e imponían penas
a quienes no procreaban.
En la época de Adriano y bajo el senadoconsulto Tertuliano se le
asignaba la herencia del hijo a la madre que gozase del ius liberorum o
sea que hubiese procreado 3 hijos, ius trium liberorum, si era libre, o ius
quattuor liberorum si era liberta y en casos de agnatio postumi, o sea el
nacimiento de un hijo póstumo provocaba la caída o ineficacia del
testamento.
Surgía la situación de que el producto naciera muerto o con ciertas
deformaciones (non humanae figurae); en el primer caso se le negaba la
personalidad jurídica y en el segundo caso solo se computaba para los
efectos de la Ley Iulia y Papia Poppaea pero no con relación al
senadoconsulto Tertuliano, y en el caso de aborto de un hijo póstumo sí
se ocasionaba la ruptura o invalidez del testamento en las épocas
mencionadas (Augusto y Adriano), y fue hasta la época de Diocleciano y
Maximiano que se negó la afectación al testamento por un partus non
perfectus.
Durante la época Justinianea no se le consideraba “hombre” al
concebido aunque para el dicho vulgar…”nasciturus pro iam nato
habetur”, sí lo era.
“El concebido no está todavía in rebus humanis, in rerum natura y
sólo se decía que mulieris portio est”.(3)
Sin embargo, el Derecho considera su futura humanidad y le
anticipa su protección por medio de una ficción jurídica como sujeto de
derecho para salvaguardar los derechos que le corresponderían al nacer
viable, y para tal efecto la madre le solicitaba al Magistrado se nombrase
un curador ventris, ya que pudo haber sido instituido como heredero en
testamento y conferirle la posesión de los bienes a la mujer encinta
(Missio in possessionem ventris nomine), recordemos que el status
personarum u hominum se resolvía al nacer viable y solo con referencia
al momento de que era concebido, ya que se exigía que el nacido fuera
libre y ciudadano, (status libertatis y status civitatis).
5
Con los antecedentes mencionados y depositados en el Derecho
Clásico, se establece como regla general la protección al concebido,
siempre que se trate de su provecho.
Bajo las normas jurídicas se considera la existencia del hombre
(aunque sea o no sujeto de derecho ) “hasta la completa separación del
claustro materno, a lo que se llama nacimiento –totus processit ad orbem
–D.25.4.1.1.” (4).
Concepto que en nuestra época está plasmado en el artículo 337
del Código Civil para el Distrito Federal y que a la letra dice” (5)
Asimismo el ser humano debe nacer “vivo” y en relación a este
concepto hubo dos corrientes la de los Proculeyanos y los Sabinianos, en
la primera se requería que el producto diera un vagido o llanto y en la
segunda solo que hubiera movimiento o respiración, concepto que
subsistió bajo la Compilación Justinianea y hasta nuestra época en el
artículo antes citado y se le denomina “viable”.
En forma especial se requería que el recién nacido debía tener forma
humana y a tal efecto el jurista Paulo lo menciona de la siguiente forma:
“Non sunt liberi, qui contra forman humani generis converso more
procreantur veluti simuler mostrosum aliquid aut prodigiosum enixa sit.
Partus autem, qui membrorum humanorum oficia ampliavit, aliquatenus
videtur effectus et ideo inter liberos connumerabitur. "( No son hijos los
que en oposición a la figura del género humano son procreados con
anormalidad, como si una mujer pariese algo monstruoso o prodigioso.
Pero el recién nacido, con aumento de las funciones de los miembros
humanos, se considera, en cierto modo, perfecto y será por tanto
contado entre los hijos)" (6)
Como una medida precautoria se le concedió protección al concebido, no
como sujeto de derecho, sino que le protegía los intereses a futuro como
persona física y eran derechos de carácter sucesorio, mismos efectos
que quedaban supeditados al posterior nacimiento con vida, en forma
clara esta plasmada esta protección al concebido pero aun no nacido en
6
el articulo 22 del Código Civil para el D.F. y se le tiene por nacido para
efectos de tipo sucesorio, y a la letra dice (7).
La extinción de la persona física se considera al acaecer la
muerte, mors o mortis, o sea la cesación definitiva de la vida, en el caso
de una persona viable, y la cesar la vida intrauterina se le denomina
aborto y ya sea éste causado o provocado no causa ningún efecto de
tipo hereditario.
El hijo postumus o póstumo es el que nace después de la muerte
del padre y sus derechos adquiridos en esa situación originada desde su
concepción, son irrevocables al nacer viables.
Algunas legislaciones extranjeras consideran esta situación en el
mismo sentido y existen diversos criterios al respecto, sin embargo
nuestra legislación lo considera en los artículos del 1638 al 1648 de
nuestro Código Civil bajo el rubro “de las precauciones que deben
adoptarse cuando la viuda quede encinta” y que a la letra dicen (8).
Independientemente de la polémica que se ha suscitado, el
derecho desde el punto de vista penal, se “protege” la vida intrauterina
del concebido y sus derechos adquiridos por consecuencia, tan es así
que castiga con severidad a la madre que aborta voluntaria y
concientemente, y a los que le procuran los medios o lo hacen por si.
El aborto ocasionado sin un fin médico o legal es considerado
como un delito grave contra la vida que es el valor supremo del ser
humano.
Para el estudio del presente tema el Maestro M. F.C. de Savigny
hace una apreciación sobre la capacidad de derecho o sea de goce, no a
la posibilidad o facultad de obrar o sea su ejercicio; en lo que respecta al
ser concebido, considerándosele como individuo ya que solo éste tiene
capacidad de goce.
En el antiguo derecho romano tenia gran importancia para la
madre el procrear hijos, ya que en una clase era un “privilegio”, por
excepción a las reglas generales del derecho, y en otra situación era que
7
emancipaban a la madre de ciertas prescripciones de la ley, es decir la
exentaba de las penas impuestas contra la esterilidad.
Era muy importante en esa época proteger al producto ya que la
ley ordenaba expresamente que después de morir una mujer
embarazada se le practicara una operación a fin de salvar la vida del hijo
(nonato), de ser posible; así como esperar a que diera a luz para ejecutar
la pena capital o tormento.
Así mismo existían dos corrientes acerca de la vida intrauterina o
de la vida después de nacer, unos decían que el feto no era una criatura
humana ya que formaba parte de su madre al faltarle existencia propia, y
los otros mediante una ficción jurídica lo asimilaban al infante después
del nacimiento.
Cabe hacer notar que se le consideraba con capacidad de
derecho o sea de goce, no de ejercicio, en especial para acreditar
derechos hereditarios o de sucesión y donación a futuro; ficción jurídica
que predomina hasta nuestros días y esta plasmado en nuestro derecho
positivo Méxicano en los artículos 1314 y 2357. y que se citan a
continuación (9).
Así mismo el Pretor designaba a un Curator Ventris Datus, a petición
de la madre en su calidad de viuda encinta del de cuius, para que cuide y
administre los bienes dejados por el padre fallecido, hasta el nacimiento
del hijo (natus), y le proveyera de las cantidades necesarias para su
sustento, habitación y entretenimiento; y para tal efecto el mismo
funcionario o sea el Pretor estableció una Bonorum Possessio Ventris
Nomine, que permite tomar de los bienes hereditarios lo necesario para
el mantenimiento de la madre y el concebido, después del natus y a la
vez de los derechos futuros del hijo.
Según los indica el eminente jurista Araugio Ruiz-Vicenzo, entre los
romanos se reconocía el término de “vitalidad” de la siguiente forma: o
sea el que el producto de la concepción hubiera nacido que era el
8
haberse desprendido totalmente del cuerpo de la madre y que además
hubiera emitido un vagido o llanto según los Proculeyanos y en cambio
los Sabinianos consideraban que era suficiente cualquier signo, en
particular el movimiento o la respiración, este término ha pasado hasta
nuestra época actual, con el nombre de “viable”.
Considera que las afirmaciones “qui in utero sunt, in toto paene iure
civili intelleguntur in rerum natura esse” (D. 1,5,26). Y que ha sido
traducido por la tradición científica como “Conceptus pro iam nato
habetur”, son meramente aproximativas ya que al feto o concebido, solo
se le reservan los derechos en materia de sucesión, mismos derechos
que se fijarán al momento del nacimiento, y para velar por estos
derechos se le nombraba un curator ventris.
Cabe hacer notar que en diversas ocasiones se tomaban en cuenta
ciertos elementos que existían al tiempo de la concepción y en otras al
del nacimiento.
“El derecho clásico tiene en cuenta la concepción cuando se trata
de establecer el status de un hijo nacido de justas nupcias o la posición
hereditaria del hijo respecto del padre; en cambio tiene en cuenta el
nacimiento, cuando se trata de establecer el status de un hijo nacido
fuera de justas nupcias, status que se determina con relación al de la
madre. Y es natural que así sea: porque la paternidad está toda en la
concepción, la maternidad está en el parto.(10).
En el Derecho Post Clásico y para determinar el status del recién
nacido fuera del matrimonio, se tomaba en cuenta ya sea el momento de
la concepción o del nacimiento según le fuera el mas ventajoso para el.
Al respecto se cita en el Digesto Título IX “Sobre la posesión que
debe darse al que va a nacer, y su curador”.
Diversas hipótesis en relación a este tema, en especial la que continúa;
“1. Del mismo modo que el pretor se cuidó de los descendientes que ya
9
existen así tampoco descuido a los que todavía no nacieron, por la
expectativa de su nacimiento, pues, <aparte otras medidas a su favor >
en esta cláusula edictal defiende sus intereses al conceder al que va a
nacer una posesión que hace las veces de la posesión de los bienes
<hereditarios> en contra del testamento “ D.37,9,1; y en casos de aborto,
probable
desheredación,
emancipación,
adopción,
prisionero
del
enemigo, no necesariamente que la mujer encinta este casada, solo
probar que el producto es del de cuius por el tiempo de gestación y “(19)
La mujer puesta en posesión <de los bienes> debe tomar de ellos tan
solo lo necesario para sostener al concebido y atenderle para que nazca,
y para ello debe nombrarse el curador, que proporcione a la mujer la
comida, bebida, vestido y vivienda, de arreglo con las posibilidades del
difunto y la dignidad de aquel y de su mujer”, y con mucho celo.
“(23) El curador es elegido entre los tutores que han sido
nombrados para el póstumo, entre los parientes y afines, los sustitutos,
los amigos del difunto, los acreedores, pero siempre el que parezca
idóneo, y si hay controversia acerca de tales personas alguien que sea
un hombre recto”, así mismo, “(27) El que va a nacer debe estar en
posesión en tanto no nazca o se produzca un aborto, o resulte seguro
que la mujer no esta encinta”.
D,37.9.7 “ En aquellos casos en que se da a alguien la posesión
abintestato, se da también al que va a nacer, es decir cuando el que va a
nacer si ya viviera, podría pedir él la posesión de los bienes, de modo
que, en todas las disposiciones del edicto, el concebido se tiene por
nacido
D.37.9.8 “ Si la mujer fue puesta en posesión a nombre del que va a
nacer, dijo Adriano, de consagrada memoria en un rescripto dirigido a
Calpurnio Flaco, que debía aplazarse la acusación por adulterio con el fin
de no perjudicar al hijo. (Paúl. 1 de adult.)”.
Cicerón escribió “Una cierta mujer de la ciudad de Mileto, estando ahí, en
Asia, fue condenada a la pena capital, por que habiendo recibido dinero
10
de los segundos herederos, se procuro ella misma el aborto con algunos
medicamentos”. D.48.19.39
El aborto que consiste en la cesación de la vida del embrión o
concebido en cualquier etapa de la preñez, ha sido condenado desde
tiempo inmemorial y cabe citar al filósofo Favorino quien manifiesta, “Es
el mismo procedimiento loco de las mujeres que destruyen con un fraude
criminal el fruto que llevan en su seno, por miedo a que su vientre se
arrugue y se dilate con el peso del embarazo y la fatiga del
alumbramiento. Y sí merece la detestación y el oprobio publico la
destrucción del hombre en el periodo de su formación, de su animación
entre las mismas manos de la naturaleza formadora, …..” Cita (11)
En nuestra legislación mexicana se encuentra primordialmente una
protección al concebido en forma general, en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos en su Articulo 123 fracciones V y XV,
titulo sexto, Del Trabajo y la Previsión Social que a la letra dice (12):
En estas situaciones no importa que el concebido sea producto de
legítimo matrimonio o concubinato debidamente reconocido, simplemente
se protege su salud y derecho a la vida por el simple hecho de haber sido
concebido, de tener vida.
Desde el punto de vista penal nuestra Legislación Mexicana define
el aborto en el texto del Articulo 144 del Codigo Penal para el Distrito
Federal y que a la letra dice (13):
Así
mismo
en
el
Titulo
Segundo
“Procreación
Asistida,
Inseminación Artificial Y Manipulación Genetica” contemplada en los
artículos del 149 al articulo 155 que se transcriben a continuación (14),
se contemplan las sanciones que se imponen a quienes sin ningún
respeto a la vida humana, que es el don mas preciado, manipulen por
métodos científicos situaciones para conseguir seres humanos fuera del
noble fin de procrear individuos que perpetúen la especie.
.
11
Es loable que se examinen estos aspectos a la luz de la Bioética (Bios =
vida, ethike=moral) que es: “El estudio sistemático de la conducta
humana en el área de las ciencias de la vida y la atención de la salud, en
tanto a que dicha conducta es examinada a la luz de los principios y
valores morales”.
Delicada y grave problemática que surge en la actualidad desde
los puntos de vista bioético y jurídico, ya que la persona humana es lo
mas preciado de la creación y al Derecho fundamental, o sea su Derecho
a la vida.
Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos y científicos de
esta era, surgen diversas opiniones sobre la licitud social, ética, científica
y jurídica del Proyecto Genoma Humano que actualmente está en pleno
auge y desarrollo, para aplicarlo en beneficio de la humanidad, sin
contravenir ninguno de los Principios Generales del Derecho.
Solo existe protección en forma de atención indirecta por medio de
las instituciones de seguridad social como la Secretaria de Salud,
Instituto Mexicano del Seguro Social e Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado y solamente en el aspecto de
salud, pero no obliga a la mujer encinta a proteger al propio fruto de sus
entrañas, aquí se encuentra plasmado el libre albedrío de ambos
progenitores.
Sin embargo, cabe hacer notar que influye en este aspecto la
política poblacional de cada estado o país en particular, ya que solo bajo
una tendencia de tipo totalitario, se obligaría a la mujer a cuidar del
concebido (nasciturus), y el intervenir en forma drástica para ello, sería
invadir la esfera de libertad individual.
Solo existen las indicaciones de que al concebido se le debe
respetar y querer, pero no existe forma de obligar al ser humano a ello,
es un deber ser.
Por ello el Derecho sanciona y regula, pero no garantiza la vida.
12
CONCLUSIONES
De lo anteriormente expuesto, se considera que una de las
obligaciones del Estado por medio de las normas jurídicas que emite, es
la de proteger al concebido, apegándose a los Principios Generales del
Derecho que tutelan la Vida como el mas valioso y principal bien jurídico
del ser humano, y estamos ciertos que ya desde la época antigua del
Derecho Romano y hasta nuestros días, seguimos influenciados por los
mismos principios básicos entre ellos la integridad física y la dignidad
humana.
Sin embargo, se detecta que solo se protege al concebido en
determinadas circunstancias, cuando son concebidos bajo legitimo
matrimonio o concubinato debidamente comprobado, por ejemplo en el
capitulo respectivo de nuestro Código Civil del D.F, sobre las
“Precauciones que hay que tomarse en cuenta cuando la viuda queda
encinta”, pero ……. aparte de las hipótesis antes citadas,
¿Qué pasa con aquel ser que está en el vientre materno y a merced de
agresiones que atentan contra su vida?
¿ En que forma se le protege?
Solo en el ámbito laboral en nuestra Carta Magna, habida cuenta
que ha sido expresamente concedida a las autoridades de las entidades
de la federación, lo relativo a las materias civil y familiar, entre otras,
conforme al articulo 124 del mismo ordenamiento.
Solo es punible la conducta cuando el hecho ya esta consumado y
una vida en gestación fue destruida por el delito de aborto.
Seria ideal a fin de prevenir situaciones tan drásticas como la
comisión del delito de aborto, dar un enfoque muy especial en la
13
educación de la niñez y juventud, para evitar embarazos no deseados
desde el punto de vista ético y moral, con la información adecuada para
evitar embarazos no deseados y procrear a discreción, es decir tomar
medidas para prevenir el problema en lugar de reprimir y castigar
solamente.
Muchas gracias
14
CITAS
(1).-“Derecho Romano” Martha Morineau Idearte y Román Iglesias
González, Pág. 211.
(2).-Gumesindo Padila Sahagún, Derecho Romano, Pág. 276.
(3).-Iglesias Juan.- Instituciones de Derecho Privado. Pág. 120.
(4).- Ventura Silva Sabino, Derecho Romano. Pág., 58.
(5).- Código Civil para el Distrito Federal. “Para los efectos legales, solo
se tendrá por nacido al que, desprendido enteramente del seno materno,
vive veinticuatro horas o es presentado vivo ante el Juez del Registro
Civil. Faltando algunas de estas circunstancias, no se podrá interponer
demanda sobre la paternidad o maternidad”.
(6).- Ventura Silva Sabino, Derecho Romano Pág. 59.
(7).- Código Civil para el Distrito Federal. ). “La capacidad jurídica de las
personas físicas se adquiere por el nacimiento y se pierde por la muerte,
pero desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la
protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados
en el presente código”.
(8).- Código Civil para el Distrito Federal. Art. 1638: Cuando a la muerte
del marido la viuda crea haber quedado encinta, lo pondrá en
conocimiento del juez que conozca de la sucesión, dentro del término de
cuarenta días, para que lo notifique a los que tengan a la herencia un
derecho de tal naturaleza que deba desaparecer o disminuir por el
nacimiento del póstumo.
Art.1639: Los interesados a que se refiere el precedente artículo pueden
pedir al juez que dicte las providencias convenientes para evitar la
suposición del parto, la substitución del infante o que se haga pasar por
viable la criatura que no lo es, Cuidará el juez de que las medidas que
dicte no ataquen al pudor, ni a la libertad de la viuda.
Art.1640: Háyase o no dado el aviso de que habla el artículo 1638, al
aproximarse la época del parto la viuda deberá ponerlo en conocimiento
15
del juez, para que lo haga saber a los interesados. Estos tienen derecho
de pedir que el juez nombre una persona que se cerciore de la realidad
del alumbramiento; debiendo recaer el nombramiento precisamente en
un médico o en una partera.
Art.1641: Si el marido reconoció en instrumento público o privado la
certeza de la preñez de su consorte, estará dispensada ésta de dar el
aviso a que se refiere el artículo 1638; pero quedará sujeta a cumplir lo
dispuesto en el artículo 1640.
Art.1642: La omisión de la madre no perjudica a la legitimidad del hijo, si
por otros medios legales puede acreditarse.
Art.1643: La viuda que quedare encinta, aun cuando tenga bienes,
deberá ser alimentada con cargo a la masa hereditaria.
Art.1644: Si la viuda no cumple con lo dispuesto en los artículos 1638 y
1640, podrán los interesados negarle los alimentos cuando tenga bienes;
pero si por averiguaciones posteriores resultare cierta la preñez, se
deberán abonar los alimentos que dejaron de pagarse.
Art.1645: La viuda no está obligada a devolver los alimentos percibidos
aun cuando haya habido aborto o no resulte cierta la preñez, salvo el
caso en que ésta hubiere sido contradicha por dictamen pericial.
Art.1646: El juez decidirá de plano todas las cuestiones relativas a
alimentos, conforme a los artículos anteriores, resolviendo en caso
dudoso en favor de la viuda.
Art.1647: Para cualquiera de las diligencias que se practiquen conforme
a lo dispuesto en éste Capítulo, deberá ser oída la viuda.
Art. 1648: La división de la herencia se suspenderá hasta que se
verifique el parto o hasta que transcurra el término máximo de la preñez;
más los acreedores podrán ser pagados por mandato judicial.
16
(9).- Código Civil para el Distrito Federal. Art. 1314: Son incapaces de
adquirir por testamento o por intestado, a causa de falta de personalidad,
los que no estén concebidos al tiempo de la muerte del autor de la
herencia, o los concebidos cuando no sean viables, conforme a lo
dispuesto en el artículo 337.
Art. 2357:
Los no nacidos pueden adquirir por donación, con tal que
hayan estado concebidos al tiempo en que aquélla se hizo y sean viables
conforme a lo dispuesto en el artículo 337.
(10).- Arangio Ruiz-Vincenzo, Obra citada, Pág. 54.
(11).-Guillen José VRBS Roma Tomo I Pág.186.
(12).- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos V.- Las
mujeres durante el embarazo no realizarán trabajos que exijan un
esfuerzo considerable y signifiquen un peligro para su salud en relación
con la gestación; gozarán forzosamente de un descanso de seis
semanas anteriores a la fecha fijada aproximadamente para el parto y
seis semanas posteriores al mismo, debiendo percibir su salario íntegro y
conservar su empleo y los derechos que hubieren adquirido por la
relación de trabajo. En el período de lactancia tendrán dos descansos
extraordinarios por día de media hora cada uno para alimentar a sus
hijos.
XV.- El patrón estará obligado a observar, de acuerdo con la
naturaleza de su negociación, los preceptos legales sobre higiene y
seguridad en las instalaciones de su establecimiento, y a adoptar las
medidas adecuadas para prevenir accidentes en el uso de las máquinas,
instrumentos y materiales de trabajo, así como a organizar de tal manera
éste, que resulte la mayor garantía para la salud y la vida de los
trabajadores, y del producto de la concepción, cuando se trate de
mujeres embarazadas. Las leyes contendrán, al efecto, las sanciones
procedentes en cada caso.
17
(13).- Código Penal para el Distrito Federal
ARTÍCULO 144. Aborto es la muerte del producto de la concepción en
cualquier momento del embarazo.
Y se contempla una serie de situaciones que aumentan la
penalidad impuesta a quien cometiere dicho delito, así como ciertas
excluyentes de responsabilidad en los artículos subsiguientes
ARTÍCULO 145. Al que hiciere abortar a una mujer, se le impondrá de
uno a tres años de prisión, sea cual fuere el medio que empleare,
siempre que lo haga con consentimiento de ella.
Cuando falte el consentimiento, la prisión será de cinco a ocho años. Si
mediare violencia física o moral se impondrá de ocho a diez años de
prisión.
ARTÍCULO 146. Si el aborto lo causare un médico cirujano, comadrón o
partera, enfermero o practicante, además de las sanciones que le
correspondan conforme al artículo anterior, se le suspenderá por un
tiempo igual al de la pena de prisión impuesta en el ejercicio de su
profesión u oficio.
ARTÍCULO 147. Se impondrá de uno a tres años de prisión a la mujer
que voluntariamente practique su aborto o consienta en que otro la haga
abortar. En este caso, el delito de aborto sólo se sancionará cuando se
haya consumado.
ARTÍCULO 148. Se consideran como excluyentes de responsabilidad
penal en el delito de aborto:
I. Cuando el embarazo sea resultado de una violación o de una
inseminación artificial a que se refiere el artículo 150 de este Código;
II. Cuando de no provocarse el aborto, la mujer embarazada corra peligro
de afectación grave a su salud a juicio del médico que la asista, oyendo
éste el dictamen de otro médico, siempre que esto fuere posible y no sea
peligrosa la demora;
III. Cuando a juicio de dos médicos especialistas exista razón suficiente
para diagnosticar que el producto presenta alteraciones genéticas o
18
congénitas que puedan dar como resultado daños físicos o mentales, al
límite que puedan poner en riesgo la sobrevivencía del mismo, siempre
que se tenga el consentimiento de la mujer embarazada; o
IV. Que sea resultado de una conducta culposa de la mujer embarazada.
En los casos contemplados en las fracciones I, II y III, los médicos
tendrán la obligación de proporcionar a la mujer embarazada,
información
objetiva,
veraz,
suficiente
y
oportuna
sobre
los
procedimientos, riesgos, consecuencias y efectos; así como de los
apoyos y alternativas existentes, para que la mujer embarazada pueda
tomar la decisión de manera libre, informada y responsable”
(14).- Procreación Asistida e Inseminación Artificial
ARTÍCULO 149. A quien disponga de óvulos o esperma para fines
distintos a los autorizados por sus donantes, se le impondrán de tres a
seis años de prisión y de cincuenta a quinientos días multa.
ARTÍCULO 150. A quien sin consentimiento de una mujer mayor de
dieciocho años o aún con el consentimiento de una menor de edad o de
una incapaz para comprender el significado del hecho o para resistirlo,
realice en ella inseminación artificial, se le impondrán de tres a siete años
de prisión.
Si la inseminación se realiza con violencia o de ella resulta un embarazo,
se impondrá de cinco a catorce años de prisión.
ARTÍCULO 151. Se impondrá de cuatro a siete años de prisión a quién
implante a una mujer un óvulo fecundado, cuando hubiere utilizado para
ello un óvulo ajeno o esperma de donante no autorizado, sin el
consentimiento expreso de la paciente, del donante o con el
consentimiento de una menor de edad o de una incapaz para
comprender el significado del hecho o para resistirlo.
Si el delito se realiza con violencia o de ella resulta un embarazo, la pena
aplicable será de cinco a catorce años.
ARTÍCULO 152. Además de las penas previstas en el capítulo anterior,
se impondrá suspensión para ejercer la profesión o, en caso de
servidores públicos, inhabilitación para el desempeño del empleo, cargo
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o comisión públicos, por un tiempo igual al de la pena de prisión
impuesta, así como la destitución.
ARTÍCULO 153. Cuando entre el activo y la pasivo exista relación de
matrimonio, concubinato o relación de pareja, los delitos previstos en los
artículos anteriores se perseguirán por querella.
Manipulación Genética:
ARTÍCULO 154. Se impondrán de dos a seis años de prisión,
inhabilitación, así como suspensión por igual término para desempeñar
cargo, empleo o comisión públicos, profesión u oficio, a los que:
I. Con finalidad distinta a la eliminación o disminución de enfermedades
graves o taras, manipulen genes humanos de manera que se altere el
genotipo;
II. Fecunden óvulos humanos con cualquier fin distinto al de la
procreación humana; y
III. Creen seres humanos por clonación o realicen procedimientos de
ingeniería genética con fines ilícitos.
ARTICULO 155. Si resultan hijos a consecuencia de la comisión de
alguno de los delitos previstos en los artículos anteriores, la reparación
del daño comprenderá además, el pago de alimentos para éstos y para la
madre, en los términos que fija la legislación civil.
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