CAMPO REAL. EL PP RECUPERA LA ALCALDÍA TRAS UNA SENTENCIA JUDICIAL La política y sus juegos malabares no deja de sorprendernos. Aunque en nuestra comarca ya hemos vivido situaciones rocambolescas con pactos imposibles, mociones de censura fallidas en el último minuto, casos de transfuguismo con salidas inesperadas de algunos concejales para entrar a formar parte de otros grupos, etc, etc…, en Campo Real la situación ha conseguido rizar el rizo llegando a rozar lo imposible. Hagamos un poco de recapitulación para entender todo lo que ha pasado. En las elecciones municipales de mayo de 2011, los 13 concejales del consistorio se repartieron tras el recuento de votos de una manera bastante caprichosa: el PP ganó los comicios por mayoría simple (6 concejales – 1.020 votos) con la oposición del CDL (4 concejales – 637 votos), PAICR (2 concejales – 445 votos) y PSOE (1 concejal – 317 votos). IU consiguió 121 votos pero no obtuvo representación. Un año después, una coalición formada por los tres partidos de la oposición municipal presenta una moción de censura y forma un nuevo equipo de gobierno liderado por Felipe Moreno del Centro Democrático Liberal (CDL) cuyo objetivo era dar un giro a las políticas y gobernar el municipio hasta que terminara la legislatura en 2015. Este grupo provoca el cambio ante una “ausencia de gestión de los populares en las últimas dos legislaturas”. El PP, por tanto, pasa a la oposición y aunque presenta sus correspondientes recursos, en un principio el juez desestima las medidas cautelares solicitadas por el Grupo Popular si bien, el caso queda a la espera de sentencia. Tras nueve meses de gobierno del tripartito (CDL – PAICR - PSOE), desde el pasado 4 de abril, el Partido Popular está gobernando otra vez el Ayuntamiento de la localidad ya que el Juzgado Contencioso Administrativo número 29 de Madrid ha anulado el acuerdo por el que se aprobó la moción de censura que arrebató la alcaldía a los populares al considerar que dicho acuerdo y la proclamación de la moción son "nulos de pleno derecho". Tras este fallo, Concepción Guerra Delgado, que fue la alcaldesa afectada por la moción de censura, ha recuperado automáticamente el bastón de mando del municipio y Campo Real vive ahora una nueva reorganización del Gobierno local y el segundo cambio de papeles y concejalías de la legislatura. LAS CAUSAS DEL EMBROLLO En la sentencia judicial se explica como el 21 de mayo de 2012, siete concejales del Ayuntamiento promovieron la moción de censura, convocando a todos los miembros de la corporación a una sesión plenaria para el día 1 de junio, con el fin de llevar a cabo la celebración, debate y votación de la moción. Efectivamente, el día 1 de junio se celebró la sesión plenaria pero cuando se procedió a la votación nominal de la moción, seis de los concejales pudieron emitir su voto mientras que Miguel Ángel Escobar, edil del Partido Independiente de Campo Real, que apoyaba la moción, no pudo emitir su voto porque la secretaria del Ayuntamiento no le llegó a llamar. En esa misma sesión se proclamó alcalde a Felipe Moreno, pero, fue unos días después, el 5 de junio, al ver la grabación del pleno, cuando se comprueba que este concejal no había emitido voto porque no se le había llamado. Esto provocó que se convocara nuevamente un pleno extraordinario para el 25 de junio con el fin de repetir la votación nominal y en esta ocasión sí contó con los siete votos. Ante esta situación, la ex alcaldesa popular, que denunció estos acuerdos ante los tribunales, mantuvo que con la proclamación como alcalde de Felipe Moreno el día 1 de junio se vulnera "el derecho fundamental a participar en los cargos públicos que proclama el artículo 23 de la Constitución Española". Tampoco considera válido el acuerdo del pleno del día 25 de junio convocado para repetir la votación "al entender que dicho precepto no permite una nueva convocatoria para modificar el resultado de la primera votación". Para el juez "indudablemente" es clave el derecho de participación política aludiendo a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General que establece que "el candidato incluido en la moción de censura quedará proclamado alcalde si ésta prosperase con el voto favorable de la mayoría absoluta del número de concejales que legalmente componen la Corporación". Pero a tenor de los hechos, tal mayoría no se alcanzó en el pleno del día 1 de junio porque al no emitirse el séptimo voto, el resultado real de la votación fue de sólo seis votos a favor independientemente de que la "omisión del llamamiento para el voto del concejal fuese involuntaria por parte de la secretaria del Ayuntamiento y nadie reparara en la proclamación errónea de ese resultado". Insiste, además, que no cabe interpretar como favorable a la moción "el silencio del concejal" que no votó por el mero hecho de que fuera uno de los firmantes pues "la promoción de una moción de censura no vincula ni garantiza el voto favorable de los promotores tras el debate de la misma". Por tanto, asegura que "sin la existencia de mayoría absoluta en la votación de la moción de censura, no hay duda alguna de que es nula de pleno derecho la proclamación de su aprobación y del nuevo alcalde por el Pleno del Ayuntamiento del 1 de junio". En este sentido, el juez entiende también que el pleno vulneró el derecho a la participación política "al proclamar sin los votos necesarios la aprobación de la moción de censura y al nuevo alcalde" y que el resultado de la votación del segundo pleno tampoco enmienda lo ocurrido en el primero. Y por tanto, se entiende que la votación de este pleno también es nula de pleno derecho "por pretender modificar el resultado de la votación del 1 de junio al margen del procedimiento legalmente establecido" porque en ningún momento se impugnó el resultado de la primera votación y, además, la Ley impide promover durante un mandato más de una moción de censura. Realmente, cuando el caso se analiza en frío y con una óptica imparcial desde fuera, todo parece difícil de creer, es algo nunca visto y absolutamente inverosímil pero totalmente cierto y real. Y es que en el fragor y nerviosismo del momento, nadie, ni sus compañeros de coalición, ni siquiera el propio concejal cuyo nombre se omite por parte de la secretaria, reclaman su derecho y obligación de votar ni levantan la mano llamando la atención de la secretaria para que subsane la omisión. LAS CONSECUENCIAS Las consecuencias no se han hecho esperar. Tras conocer el contenido de la sentencia, el alcalde proclamado tras la moción, Felipe Moreno, puso su cargo a disposición de la ex regidora del municipio y concejala del PP, Concepción Guerra, aunque se reservó la posibilidad de que la formación recurriera la decisión judicial. Unos días después, tras mantener una reunión con el comité ejecutivo de su partido y con un burofax de por medio, el secretario general del Centro Democrático Liberal (CDL), Alfonso Reina, comunicó a sus cuatro concejales en Campo Real (Felipe Moreno, Javier López, Juan Antonio Sanz y Mercedes Alcaraz) que daba por terminada su relación con ellos. Y es que la Dirección Nacional del partido aclara que estos ediles, "ni están ni han estado nunca afiliados al partido" y que han incumplido todos los compromisos adquiridos cuando se integraron en la candidatura del CDL para presentarse a las últimas elecciones. El CDL justifica su decisión de expulsar y desvincularse de estos concejales como la única manera de salvaguardar la imagen y los principios éticos de la formación política. A partir de ahora no pueden hablar en nombre de este partido y no pueden volver a utilizar esas siglas. Además, el CDL se reserva el derecho a reclamar judicialmente el incumplimiento de esos compromisos. Según declaraciones a otros medios, el ahora ex alcalde Felipe Moreno, no ha estado de acuerdo con el tratamiento que están recibiendo de su partido. "Es verdad que no nos hemos afiliado, pero ha sido por problemas burocráticos, nada más", explica. Sostiene que al no ser políticos y tratarse de la primera vez que se presentaban a unas elecciones, desconocían los procedimientos. Por otra parte, la portavoz socialista del PSOE de Campo Real, Olga Elena Benítez, ha manifestado ante la nueva situación política en el municipio, “que mantiene una postura de diálogo con todas las fuerzas políticas, para poder contribuir a solventar los problemas de los vecinos”. Benítez se ha declarado “orgullosa” del trabajo desarrollado durante los últimos nueve meses comentando que “ha hecho más cosas en ese periodo que el Partido Popular en los últimos nueve años” recordando que durante el tiempo en el que ha ocupado el cargo de concejal de Educación, Cultura, Sanidad, Infancia y Juventud “se ha arreglado el patio del colegio, se ha impulsado la puesta en marcha del ascensor del SIES de la localidad que pronto será una realidad, se han creado nuevos talleres para nuestros ciudadanos, instalado wi-fi gratis en el Centro Cultural, se ha actualizado el Ayuntamiento a través de las redes sociales y dinamizado la cultura y la educación, mejorando el servicio de la Biblioteca Municipal, ampliando los cursos gratuitos para desempleados y autónomos…” EL FUTURO Nos encontramos casi en el ecuador de la legislatura 2011-2015 inmersos en una profunda crisis económica generalizada y sin salida aparente a corto plazo. Todo esto unido a una notable pérdida de credibilidad de las instituciones y de la clase política en general. En esta coyuntura, con planes de ajuste y obligaciones de equilibrio presupuestario innegociables para la Administración Local, no se puede decir que la situación del Ayuntamiento de Campo Real vaya a ser beneficiosa para la solución de los problemas municipales ni para el progreso de los vecinos. Mas bien al contrario, serán cuatro años para olvidar y de difícil recuperación ya que un Ayuntamiento de un municipio de algo más de 5.000 habitantes no está preparado para absorber sin coste social dos cambios de gobierno tan seguidos. Luis Alberto García-Diego Salinas