La Revolución Bolivariana enfrenta la hora cero

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7. La Revolución Bolivariana enfrenta la hora cero
Según un artículo del comentarista de Vheadline Chris Herz, (War is coming to Venezuela ... and there is
nothing you or I can do to stop it),
„[...] sólo el colapso completo del orden corporativo / oligárquico existente en los EE.UU. puede lograr esto, y
esto no puede pasar sin una batalla, probablemente muchas batallas, de las cuales aquella en Irak sólo es una. Lo
siento tanto, tanto, pero hechos son hechos, y por más serio que sean esos asuntos, confrontarlos valientemente
es mucho mejor que vivir en un mundo de sueños“ (1)
Nos dijo que estemos preparados para lo peor.
Aquí, brevemente vamos a comentar este escrito muy oportuno, dándole su contexto global histórico, porque
fue redactado en un momento muy decisivo para la Revolución Bolivariana.
Durante los últimos años, en muchos comentarios, le hemos dado a la actual conflagración amenazante global el
contexto histórico y el fondo capitalista. Esta conflagración está nutrida por una crisis energética
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(1) http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=46178; (n.t.).
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innecesaria (Thomas Bearden), por un venidero colapso económico por causa del peak oil (Michael Ruppert),
por el actual proceso de quiebra de la economía estadounidense y por lo tanto afectando el mercado mundial
entero (véase los informes del FMI más recientes), por las nuevas guerras atómicas de Bush contra el
‘terrorismo’ y por el uso de armas con uranio empobrecido de baja intensidad.
Además, estamos experimentando una severa crisis capitalista sistémica (Ernest Mande¡), que quiere introducir
la ‘barbarie’ (Marx) fascista y que se profundiza a raíz de otro desastre ecológico emergente, que a su vez tiene
que ver con el recalentamiento del planeta (Siegfried Tischler) y el cual libera sustancias tóxicas como el gas
metano, que desde hace milenios estaba atrapado en las capas polares de hielo. Además, esto es una situación
que empeorará con el descongelamiento masivo, con el drástico cambio de las condiciones climáticas, con la
creación de nuevos y gigantescos ríos de agua hacia los océanos, causando inundaciones devastadoras, elevando
el nivel del mar hasta por diez metros y que finalmente, para colmo, podría muy bien terminar con una
destrucción total de la capa de ozono, que alcanzará dimensiones apocalípticas.
El homo sapiens sapiens, alias homo homini lupus, realmente hizo su trabajo muy bien. Produjo la esclavitud
perfecta, la servidumbre absoluta, la esclavitud asalariada eterna... Junto con todos los demás verdaderos
cristianos podemos cantar ahora: ¡Más cerca, o dios, de ti!
Para los humanistas, los libertadores, los socialistas y emancipadores, es la hora cero, significa pasar el
Rubicón, enfrentar el punto de no regreso.
Si no lo sabemos ya, esto es la propia razón por la cual hacemos y pensamos la Revolución Bolivariana.
Cualquier especie capaz de razonar, que no esté completamente demente, en vez de intentar tan duro de
destruirse a sí misma, militarizando a todo el planeta incluyendo el sistema solar, amontonando toneladas de
armas de destrucción masiva, ahora mismo estuviera temblando del temor y declararía en emergencia al planeta:
alerta roja de sangre.
Frente al Apocalipsis, al Armagedón y al infierno, ¿qué están haciendo las Naciones Unidas, los ‘grandes
potencias’, el G7 o G8
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o tal vez el 6666? En realidad, como complejos militar-industriales corporativos, están más bien planificando
proyectos de guerra, magnicidios y genocidios, están desarrollando planes secretos de invasión, organizando
campañas de la OTAN para la conquista de regiones estratégicamente importantes, construyendo oleoductos y
gasoductos e invadiendo países productores de petróleo y de gas tales como Afganistán, Irak, y posiblemente
Irán o Venezuela, asesinando centenares de miles de mujeres y niños inocentes.
Además, como resultado de las campañas globales y masivas de desinformación y de un verdadero holocausto
mental con su newspeak orweliano, millones de personas inocentes no tienen ni la más mínima idea de lo que
realmente pasa en el planeta Tierra y de cómo sus parientes y amigos son amenazados por la extinción total
‘dentro de las próximas décadas’ (Chávez).
Para poder salvar a la humanidad y rescatar al planeta, entre otras cosas, millones de personas tendrían que
‘trabajar’ libremente, es decir, sin remuneración, día y noche, limpiando todos los ríos y océanos, para liberarlos
de todo el desastre productivo capitalista, de toda la basura tóxica, industrial, radio-activa y humana, de todos
los excrementos belicosos. Tendrían que sembrar millones y millones de árboles, pero sobre todo, desechar
todas las fábricas de armamento y de carros en el planeta y botar ala NASA y al Pentágono en algún planeta
árido bien lejos.
En pocas palabras, el planeta entero tendrá que dejar de trabajar y comenzar inmediatamente con la creatividad
y la creación humana, basadas en una ciencia revolucionaria y una filosofía emancipatoria, donde ni la
naturaleza ni la sociedad serán explotadas o dominadas unilateralmente y donde todas las necesidades
emancipatorias serán realmente naturales y sociales, serán verdaderamente sagradas.
Todo esto está limitado en tiempo y espacio, quien sabe, quizás podría ser ya demasiado tarde, pero la
verdadera esperanza es la última virtud humana, que se libera de la caja de Pandora o de Casandra.
Así que, ¡la lucha continúa!
De hecho, para limpiar todo el desastre patriarcal en la madre Tierra, tendríamos que desechar la historia como
un proceso
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de producción explotadora, de trabajo oprimidor y destructivo,
tendríamos que aniquilar el capitalismo alienador, para así avanzar inmediatamente a un nuevo modo de
creatividad, al socialismo emancipatorio, a la auto-creación humana.
Dentro de este contexto hay que ver la Revolución Bolivariana en Venezuela y América Latina. No nos queda
todo el siglo XXI o un Tercer Milenio completo para introducir el socialismo, al contrario, probablemente sólo
quedan algunas décadas para hacer algo en primer lugar.
Ciertamente esto no es sólo un asunto de gritar eternamente „Lobo, lobo...“ y después parece que no pasa nada;
simplemente porque ojos normales, ideológicos y corrompibles no son capaces de detectar ningún lobo en
ninguna parte del capitalismo.
No, ¡todos tenemos que cuidarnos de los lobos capitalistas imperialistas, que hasta se disfrazan con boinas
rojas!
En el momento hay muchas señales que indican que los EE.UU. y sus lacayos locales vuelven a estar
preparando algo muy peligroso para Venezuela.
Actualmente, los ya ‘clásicos’ precursores nacionales de una posible invasión militar estadounidense, es decir,
los ‘cuatro jinetes del Apocalipsis’ igual que en el 2002, en total sintonía con CNN y Fox News, vuelven a
diseminar propaganda abiertamente sucia contra el Gobierno legítimo y democrático del Presidente Hugo
Chávez.
Ya está amaneciendo en el horizonte dorado-carmesí político venezolano una feroz confrontación dialéctica de
clase entre la Revolución Bolivariana y su contrarrevolución interna y externa.
Sin embargo, como se manifiesta en todas partes, las cosas no marchan adelante como debería ser.
Constitucionalmente, es el sagrado deber de todos los venezolanos y de todos los emancipadores, advertir sobre
cualquier maquinación subrepticia y clandestina que podría intentar a sabotear o poner en peligro al poder
ciudadano, es decir, a su democracia protagónica y participativa.
Sin embargo, como una ley revolucionaria, como un sine qua non emancipatorio, tenemos que resolver nuestros
problemas internos
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por nosotros mismos, y como principio esencial, nunca deberíamos darles a nuestros enemigos de muerte
ninguna bala para que después nos acribille libremente a todos.
Nuestra tarea emancipatoria histórica es salvar nuestra propia `nave espacial’ (Walter Martínez), nuestra madre
Tierra, y liberarla de los perros de la guerra corporativos, explotadores, opresores y megalómanos, para evitar la
extinción de la humanidad, para trascender a un mundo mejor en el cual valdría la pena vivir y morir, crear algo
diferente, algo nuevo, y donde nos podamos sentir orgullosos del hecho de que hayamos existido alguna vez en
nuestra galaxia.
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