¿Cuándo viene la revolución cultural dentro de la Revolución Bolivariana?

6. ¿Cuándo viene la revolución cultural dentro de la Revolución Bolivariana?
En un comentario reciente, publicado por VHeadline.com, titulado ¿Fue Dios el que le dio la orden a Bush para
tumbar el gobierno venezolano en abril de 2002?, Arthur Shaw escribió:
„Este demonio [Bush] dijo en el 2000 que Jesús, el famoso ser semi-divino y Señor de los nazarenos, era su
‘filósofo favorito’ a quien le hablaba y quien le respondía. Dentro de tan sólo tres años, Bush había ascendido a
la sociedad de los divinos como lo sostuvo en la primavera del 2003, cuando aseveraba que Dios le había dado
la orden de atacar a Irak y que le había hecho caso.” (1)
Para la Revolución Bolivariana, para su práxis revolucionaria y teoría emancipatoria, esto es un asunto serio.
Primero y sin duda, el tema de la religión es delicado y se necesita un respeto profundo para los sentimientos
más sagrados de las personas. Segundo y en lo que sigue, no tenemos ninguna intención en absoluto de herir los
sentimientos religiosos de nadie. Sin embargo y tercero, como verdaderos revolucionarios, no debemos tener
miedo a ningún tema de interés social, no debe existir tabú alguno. En nombre de la verdad histórica,
_______________________________________
(1) http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=69847, publicado el 18/10/06.
65
hay que tocar el problema de la religión. Amamos a Jesucristo, pero más amamos a Marx, y más aún, a la
verdad. (2)
No podemos seguir engañando a nuestras madres, nuestros padres, nuestros hijos, nuestra juventud, nuestros
estudiantes, nuestros trabajadores y campesinos, a nosotros mismos, con mitos y mentiras, con el oscurantismo
de la religión cristiana en sus diversas versiones, que es una religión monoteísta, jerárquico-autoritaria, con
pretensión absoluta y carácter exclusivo, patriarcal, machista y racista. Esto fue lo que se nos implantó aquí en
América Latina por medio de la conquista y de la colonización, para facilitar al conquistador nuestra
‘pacificación espiritual’ después del genocidio físico cometido en contra de nuestros habitantes originarios.
Nos impusieron un Dios de color de piel blanco, cabello rubio y ojos azules, sin que nadie se diera cuenta que
no se asemejaba en nada al indio condenado al trabajo forzado, o al esclavo africano secuestrado de sus tierras e
`importado’ aquí para trabajar en las plantaciones. Este maravilloso Dios cristiano era sordo y ciego en cuanto a
la tragedia sufrida por millones de sus supuestas ‘criaturas’, y nunca vio ni escuchó el mar de ondas acústicas
que le llevaban los gritos de auxilio y desesperación de los torturados, descuartizados, quemados, explotados y
condenados de la Tierra. Estuvo indiferente ante las miles de millones de oraciones dirigidas hacia él, ante los
ruegos desesperados de los indios, negros, esclavos, trabajadores, explotados, oprimidos y discriminados,
cristianizados, bautizados y ‘civilizados’ por sus amos blancos, europeos. Este Dios, y así lo comprueba
inclementemente la historia, siempre estuvo del lado de las clases dominantes, de los conquistadores,
colonizadores y amos del valle, porque era su Dios, un Dios que les garantizaba la ‘paz’ en la Tierra, la
sempiterna paz de los cementerios que mantiene los pobres a raya. La religión cristiana le dio el disfraz de la
‘vida’ al culto de la muerte, a la cultura de la muerte, que es la cultura de las clases dominantes. Se llegó al
extremo horrible de celebrar el símbolo de la crucifixión, que es una de las muertes más crueles y bárbaras que
se pueda imaginar, como símbolo de la vida. La vida
_____________________________________
(2) Véase http://www.aporrea.org/ideologia/a26323.htmi, publicado el 18/10/06.
66
que pregona la religión cristiana consiste en la muerte, con la muerte es que realmente empieza la vida cristiana.
Así es como la vida es la muerte, y como dijera George Orwell en su novela 1984: libertad es esclavitud y paz
es guerra - el mundo al revés. Los oprimidos de la Tierra, desamparados y aterrorizados, así lo asumieron.
¡Ya basta de tanta miseria, ya basta de monoteísmo, cristianismo, patriarcado, machismo, racismo, militarismo
y muerte! ¡Por eso necesitamos una revolución cultural que nos devuelva la vida, el Eros o energía vital, la
madre, la fertilidad, la ternura y la creatividad! Por lo tanto preguntamos: ¿Cuándo viene la revolución cultural
dentro de la Revolución Bolivariana? ¿Cuando volveremos a recuperar a nosotros mismos, a nuestra alegría y
energía vital, a nuestra verdadera esencia, a nuestros auténticos emociones y sentimientos humanos? ¿Cuándo
comenzará América Latina a emanciparse de las cadenas pesadas de sus ilusiones ideológicas y religiosas?
¿No ha llegado el tiempo que por primera vez en su vida terrenal - la única que tienen y la que tendrán jamás los pobres, los esclavos asalariados merecen que se les diga la verdad? ¿No ha llegado el tiempo que por
primera vez se les de la posibilidad real a los desposeídos y oprimidos de actuar, pensar y sobrepasar de, por y
para sí mismos en lugar de ser peones en una tabla de ajedrez divina? ¿Tenemos miedo a perder las próximas
elecciones porque la gente no votará por el ateísmo, el marxismo y el comunismo? Y si así ocurriese, ¿qué
realmente habríamos perdido sino la ilusión de todavía poder decir la verdad a las clases oprimidas de cuya
conciencia depende el futuro de la humanidad? Acabemos pues con un estado de cosas que requiere la religión
como su aroma espiritual como dijera Carlos Marx, o en palabras del propio Jesucristo bíblico: ¡Conoceréis la
verdad y la verdad os hará libres!
Recordemos en este contexto que Carlos Marx, lejos de descalificarla religión cristiana como mero’opio del
pueblo’, la identificó como ‘suspiro de la criatura oprimida’, como ‘alma de condiciones desalmadas’ y como
‘corazón de un mundo sin corazón’. Nos invitó además a que recojamos las `flores vivas’ de la religión, lo que
quiere decir, que rescatemos los hermosos sueños humanos proyectados
67
hacia el ‘más allá’. En otras palabras, nos pidió que nos volviéramos amorosos, estéticos, humanos y creativos,
que nos convirtiéramos en creadores de nuestro propio futuro, de nuestro propio cielo aquí en la Tierra.
Ahora bien, lo antedicho tiene que ver con un problema fundamental que afecta a la práxis y teoría humana y
que desvía a la Revolución Bolivariana de su curso revolucionario y emancipatorio. Tiene que ver con la
ausencia de un estudio serio, científico y filosófico del cristianismo que tome en cuenta su transformación a lo
largo de los milenios, desde el comunismo cristiano originario hasta su deformación y degeneración en dogma
romano-católico eclesiástico oficial. Un estudio serio del cristianismo también tendría que tomar en cuenta que
su transformación no ha concluido todavía y que está sufriendo otra adaptación para que corresponda con el
actual fascismo mundial, acorde a las consideraciones del eje Washington - Vaticano.
En octubre de 2005, en un artículo titulado La segunda venida de George W. Bush: El Mesías del Siglo XXI (3),
ya habíamos observado el peligro que emana de la aparente ofuscación religiosa de G.W. Bush, la que sin
embargo y a segunda vista, puede revelarse como cálculo frío en función de manipular una vez más a las masas
creyentes y obtener su apoyo ciego para la ‘causa justa’ de las ‘nuevas guerras’ de Norteamérica. En este
artículo habíamos observado que la ‘unión mística’ entre Bush y Dios conforma la esencia ideológica del
concepto divino de la historia, esto es, aquella concepción de la historia según la cual un gran Dios hace la
historia en y mediante sus representantes en la Tierra. Por gracia de este mismo Dios, todos los reyes, los papas
y presidentes pueden cometer entonces libremente los crímenes más abominables contra la humanidad en
nombre de Dios, y Dios los perdonará y absolverá. Esto es el contexto dentro del cual un Bush puede ‘hablar
con Dios’ y Dios puede mandar a un Bush a atacar Irak o cualquier otra nación en el mundo. Bien sea una
ofuscación personal religiosa que tenga Bush, bien sea cálculo manipulador, lo importante aquí es que funcione
respecto a las masas creyentes.
_________________________________________
(3) http://www.aporrea.org/actualidad/al7353.html, publicado el 15/10/2005.
68
Aparte de las guerras actuales que ya se están librando, las venideras invasiones militares, golpes de estado,
guerras convencionales y guerras atómicas, necesitan el respaldo incondicional de la mayoría de la población
norteamericana, desquiciada ya lo suficientemente por la constante guerra de desinformación a la cual está
sometida.
Entonces, para que aun en pleno siglo XXI, en la época de la informática, de la cibernética, de la
nanotecnología e ingeniería genética las clases oprimidas sigan cayendo en cuanta trampa religiosa se le tienda,
es necesario que hayan interiorizado a lo largo de los siglos los cuentos de Ada religiosos con sus milagros,
santos, diablos, demonios y ángeles; todos ellos - menos los demonios -materializados, visibles y palpables en
forma de mercancías religiosas: imágenes, retratos, figuras plásticas, estatuas de yeso, madera o piedra,
pesebres, rosarios y cruces que son venerados, besados y amados por millones. Pocos saben, que en Europa en
tiempos de la Revolución Francesa y mucho antes que apareciera un Carlos Marx, la nueva clase social
emergente, la propia burguesía, se liberó de las viejas supersticiones religiosas medievales y las mandó para el
basurero de la historia. La Revolución Francesa no fue hecha por gracia de ningún Dios, sino gracias a la
ciencia natural moderna y a la razón ilustrada que sustituyeron la fe, y gracias a la acumulación del capital. Esto
fue nada más ni nada menos que la revolución cultural de la ascendente burguesía, que se expresó políticamente
en la separación del Estado moderno capitalista de la Iglesia feudal absolutista y obsoleta.
En vez de emprender nuestra propia revolución cultural con carácter de urgencia, nuestras instituciones de
socialización y educación, de la mano con nuestras tradiciones, nuestros usos y costumbres, nos siguen
programando en función de que permanezcamos en el mundo del oscurantismo religioso. Cristianos fieles y
ciegos que somos, hemos interiorizado el paraíso, el cielo, el infierno, el purgatorio y el limbo como lugares
reales, existentes en alguna parte, hasta que venga un Joseph Ratzinger y borre por decreto y con un solo
plumazo (a la Carmona Estanga) el limbo, o hasta que venga el Pentágono y bombardee el jardín de Edén. Y
aún
69
así, nunca se nos ocurre poner en duda las `enseñanzas’ religiosas. Acabar con todo esto es precisamente el
problema más serio que confrontan la actual ‘Misión Ciencia’ y ‘Misión Conciencia’ dentro de la Revolución
Bolivariana en Venezuela. Sin una revolución cultural que se atreva a tocar el tema de la religión cristiana, que
discute, estudie y debate el tema de la religión en público, quedará bloqueado cualquier esfuerzo serio por
desarrollar una nueva lógica, una nueva ciencia, una nueva filosofía y por engendrar un nuevo hombre, una
nueva mujer, en otras palabras, un nuevo ser, una nueva existencia y trascendencia humana.
Marx señaló categóricamente que toda crítica a la sociedad tiene que empezar con la crítica a la religión. ¿Por
qué, si lo sabía la misma burguesía, nos cuesta tanto a nosotros entenderlo? ¿Por qué, si el gobierno `por gracia
de Dios’ ha sido tumbado y reemplazado por el gobierno de, por y para el pueblo, seguimos dependiendo de la
merced de un Dios? ¿Por qué, si hasta los filósofos de la antigüedad nos advirtieron de los peligros de la
religión, seguimos aferrados a sus ilusiones?
A manera de ejemplo, Heráclito de Efeso (535 - 475 A.C.), filósofo natural pan-psíquico de Grecia Antigua, en
contraposición a las creencias y en contraposición a la subyugación de la naturaleza bajo el hombre, dijo:
`pensar sanamente es la perfección más grande; sabiduría es decir la verdad, es actuar acorde a la naturaleza,
es escucharla“. Anaximenes de Mileto (585-525?A.C.), filósofo hylozoista de la Grecia Antigua, en
contraposición a las creencias divinas y en anticipación de la teoría de proyección religiosa que hiciera un
Ludwig Feuerbach en el siglo XIX, sostuvo que „si los toros y los caballos o los leones tuvieran manos y
pudieran pintar con sus manos, y producir obras de arte como lo hacen los hombres, los caballos pintarían las
formas de los dioses como caballos, y toros como toros, y harían sus cuerpos según la imagen de sus diferentes
géneros“. (4)
Por lo tanto y como estos fragmentos demuestran, muchos siglos antes del nacimiento de Jesucristo, ya los
filósofos hylozoistas griegos sabían que el conocimiento de la verdad es el camino directo
_________________________________________
(4) http://www.classicpersuasion.org/pw/burnet/egp.htm?pleaseget=57, publicado el 15/10/2005.
70
hacia la libertad humana y que el hombre crea a Dios en su imagen y semejanza, y no al revés. En el propio
Viejo Testamento, como los cristianos deberíamos saber, Job, torturado sin misericordia en un juego perverso
entre Jahwe y Satanás, le temía a la decadencia religiosa de su época y por lo tanto abogó por el regreso a la
bondad y sabiduría de la madre naturaleza: „Pero pregunta a las bestias y te enseñarán; y las aves en el aire te
dirán; o háblale a la tierra y te enseñará; y los peces del mar te explicarán.“ (Job 12:7-9)
Así que mejor que consultemos a las bestias, a las aves, a los peces o a la propia Madre Tierra a ver qué nos
dicen sobre el estado de cosas en este mundo, sobre las `guerras santas’ que se han librado a lo largo de la
historia y que se siguen librando sobre sus suelos, en sus aguas y en sus aires hasta que la ‘corona de la
creación’ termine con el hábitat natural de la propia especie humana y de todas las demás especies que
comparten el planeta con ella. Esto es el trasfondo y contexto transhistórico real dentro del cual tenemos que
desenmascarar a San Bush, a este Dios a imagen y semejanza de los neoconservadores y sus nuevas cruzadas.
Empecemos entonces con la crítica a la religión, pasemos luego a la crítica de la sociedad, y, finalmente,
convirtamos las armas de la crítica en la crítica de las armas: ¡Hagamos y defendamos nuestra revolución social
y hagamos y defendamos nuestra revolución cultural!
71