Hitler y Bush expresan la verdadera mueca fascista del capitalismo

2. Hitler y Bush expresan la verdadera mueca fascista del capitalismo
En un mundo en geométrica pauperización de una desposeída población global de cerca de seis billones, en un
mundo en el que se han almacenado cientos de miles de armas de destrucción masiva, producidas
principalmente por la economía de guerra norteamericana y que podrían volar al mismísimo planeta en mil
pedazos en cualquier momento; en un infierno laboral planetario de toda clase de dolor, tortura, traición,
sufrimiento, epidemias, pandemias, inanición, depresión, opresión, represión y supresión, todo ello producido y
reproducido permanentemente por un modo internacional de destrucción, por un mercado mundial en manos de
algunos pocos magnates corporativos, por un estado supranacional totalitario y militarizado, ¿qué es lo que
pueden esperar Venezuela, la Revolución Bolivariana y el Presidente Hugo Chávez Frías de unos criminales de
guerra como Cheney, Rice y Bush? (1)
‘Por supuesto’ y según lo que creen tantas personas con su cerebro lavado, los Estados Unidos de Norteamérica
no tienen absolutamente nada que ver con lo antes dicho, ni con las mentiras elaboradas en el capítulo anterior.
Al contrario, son los ‘líderes populistas radicales’ como Chávez, Evo o Fidel los que deben ser
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(1) http:llwww.aporrea.org/dameletra.php?docid=19377, publicado el 07/02/06.
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culpados por todos los males, por cualquier recesión o depresión económica mundial y por los altos precios del
petróleo, líderes que ‘por accidente’ y por culpa de unos electores ignorantes han llegado al poder, del que han
abusado desde el momento de sus investiduras como presidentes.
Como sabemos, a mentes y personas brillantes como Kwame Nkrumah de Ghana, Simón Bolívar de Venezuela,
Carlos Marx, Rosa Luxemburgo y Ernst Bloch de Alemania, Fidel Castro y Ernesto Che Guevara de Cuba y
Argentina, todos ellos dedicados a la causa de la felicidad humana, les costó muchos años y a veces toda una
vida de estudios y de sacrificios personales para descubrir la verdad acerca del proceso del trabajo, acerca del
capital, de las ganancias, del Estado, del racismo, del militarismo, del fascismo y de la alienación. La verdad
casi siempre se esconde detrás de miles de fachadas y como he explicado en otro escrito, titulado La verdad es
el talón de Aquiles de los Estados Unidos, por eso es que le temen a Hugo Chávez Frías, el capitalismo mundial
y el imperialismo están construidos sobre mentiras crónicas, sobre engaños crudos y sobre nubes religiosas e
ideológicas. (2)
El capitalismo tiene que permanentemente encubrir la verdad verdadera de su misma existencia para que los
trabajadores o esclavos asalariados quienes son la verdadera fuente del capital, de las ganancias, de la riqueza y
del poder, no lleguen a descubrir jamás su explotación sistemática y sistémica, su dominación, discriminación,
militarización y alienación, en pocas palabras, para que no vean nunca el holocausto físico y mental
transhistórico al cual han sido sometidos, y en el cual nacen, vegetan y eventualmente perecen.
Ahora bien, ¿por qué Carlos Marx es odiado tan ferozmente y por qué se nos ha inculcado un miedo infernal al
marxismo? ¿Por qué todos los marxistas, todos los socialistas y todos los comunistas que se declaran y definen
como anticapitalistas son difamados por el sistema y a menudos condenados a la tortura y muerte por ser
‘terroristas’, ‘come-niños’ o ‘Castro-comunistas’?
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(2) http://www.vheadline.comlreadnews.asp?id=48155, publicado el 07/02/06.
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La respuesta es muy simple: Porque Marx, porque los marxistas, socialistas y comunistas les han contado a los
trabajadores del mundo la verdad sobre su existencia terrenal y porque han identificado los factores que han
sido responsables por las relaciones amo-esclavo a lo largo de la historia en este planeta.
Las clases dominantes odian al marxismo porque los marxistas han explicado que la cara verdadera de la
democracia burguesa capitalista, su quintaesencia, es el nazismo y el fascismo global. Ahora, mediante las
acostumbradas tergiversaciones ideológicas, esta verdad está siendo falsificada, puesta al revés. Ahora, la
pandilla de la Casa Blanca compara a Chávez con Hitler. Así es como se fabrica la ideología, así es como la
verdad sobre Venezuela está siendo tergiversada. Lo que esconden los propagandistas de la administración
Bush es el hecho histórico que hoy, Bush expresa, tal y como Hitler en su tiempo, la mueca verdadera del
imperialismo mundial, esta vez en su versión moderna del ‘globofascismo’.
Hace mucho tiempo, en su libro 1984, George Orwell ha explicado con gran detalle lo que hoy vemos como
realidad del gobierno de los EE.UU. (3) En cuanto al partido fascista totalitario en el clásico citado, O’Brien, el
portavoz del Hermano Mayor, le explica al ‘último hombre’, Winston Smith, las reglas del juego ‘democrático’,
intra-sistémico global:
„El partido busca el poder sólo para su propio bien. No estamos interesados en el bien de otros; tenemos interés
solamente en el poder. No en la riqueza o en el lujo o en la larga vida o en la felicidad; sólo en el poder, en el
poder puro“. (4)
Tomando como ‘partido’ a los ‘neoconservadores’, esto es una excelente descripción e incluso anticipación de
la actual megalomanía de la administración Bush. Sin embargo y recordando que Orwell escribió su libro tres
años después de la Segunda Guerra Mundial,
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(3) Traducción nuestra. Véase George Orwell, Nineteen eighty-four, The New American Library of World
Literatura, New York, 1961.
(4) ibid., p. 216.
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no sólo tuvo en mente a Stalin o Hitler cuando detalló el totalitarismo absoluto en su famosa novela, ya que no
los consideraba lo suficientemente consecuentes. En palabras de O’Brien:
„Los Nazis alemanes y los Comunistas rusos se acercaron mucho a nosotros en sus métodos, pero nunca
tuvieron el valor de reconocer sus motivos . ... El poder no es un medio, es un fin . ... El objeto de la tortura es la
tortura. El objeto del poder es el poder ‘. (5)
Dejemos que Rumsfeld, Rice, Cheney, Rove, Wolfowitz, Perle, Negroponte y Bush se miren en este espejo
orwelliano a ver si logran descifrar qué es lo que está escrito sobre los tantos muros de contención y de lágrimas
que se han erigido en el mundo. Dejemos que la Estatua de la Libertad se mire en este espejo en el que aparece
como monumento a la esclavitud.
Orwell hasta anticipó los ‘avances’ en materia de ciencia y manipulación mental, y no sólo la técnica de la
mentira generalizada, propagada por los grandes medios de comunicación de masas, sino los modernos
programas científicos del pasado reciente, del presente y del futuro como Mkultra, HAARP, las posibilidades en
el campo de la nanotecnología y de la ingeniería genética, llegan a la mente al leer lo siguiente:
„Controlamos la materia porque controlamos la mente. La realidad está dentro del cráneo. Usted aprenderá por
grados, Winston. No hay nada que no podamos hacer. La invisibilidad, la levitación - cualquier cosa. Podría
flotar encima de este piso como una burbuja de jabón si yo lo desearía. No lo deseo, porque el Partido no lo
desea . ... Estamos haciendo las leyes de la naturaleza“. (6)
Generalmente y porque se nos ha enseñado de esta misma manera, acostumbramos tener una lectura superficial,
pasar por
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(5) ibid., p. 217, véase también: http:llwww.geocities.com/maymartin200llcarl-00006.html, publicado 07/02/06.
(6) Orwell, op.cit., p. 218.
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encima de párrafos como este y fallar en darles una segunda lectura. Así es como se nos escapan lecciones y
predicciones importantísimas, que no podemos descartar para nada como mera ciencia ficción, chifladuras o un
simple disparate. Deberíamos aprender leer de manera diferente, transhistórica si se quiere, para poder entender
que en casos como el de Orwell nos encontramos frente a unas anticipaciones geniales del pasado que se han
convertido en nuestra realidad contemporánea y que proyectan su sombra hacia el futuro cercano, hacia un
mundo completamente al revés, donde la mentira es la verdad. En el año 2006, como colmo de la arrogancia
norteamericana, vimos a un `Big Brother Rumsfeld’ acusando a Chávez de ‘gastar más de la cuenta’, cuándo los
EE.UU. registraron cifras récord en cuanto a su déficit fiscal y comercial acumulado; con los gastos militares
más exorbitantes que el mundo haya visto en toda la historia. El despilfarro y pillaje global del gobierno
militarista de los EE.UU. y sus grandes empresas transnacionales, casi todas vinculadas al complejo
energético-militar-industrial, es inédita y hace inútil cualquier comparación.
Un Bill Gates puede permitirse el lujo de regalar 15 billones de dólares para la ‘caridad’, una cantidad que para
entonces pudo haber cubierto el presupuesto militar de China por un año. Las ganancias anuales de la
corporación Microsoft son más grandes que los presupuestos nacionales combinados de los estados africanos.
De hecho y desde hace mucho tiempo, África ha desaparecido del mapa económico global, con probablemente
menos de 1 % de participación en el mercado mundial contemporáneo.
El 27 de julio de 2006, Exxon Mobil informó que en el segundo trimestre la compañía hizo ganancias en el
orden de $US 10.4 billones, lo que se traduce en una ganancia mensual de aproximadamente $US 3.5 billones.
En el mismo período las compañías Shell y BP también lograron subir sus ganancias a un 40% (a $7.32
billones) y a un 30% (a $7.3 billones) respectivamente, lo que demuestra, que para los Bush, Cheney, Rice y
Blair, para las grandes compañías petroleras, la guerra en el Medio Oriente no sólo es un gran negocio que
camina sobre centenares de miles de cadáveres árabes, sino mejor, que el
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más grande negocio de todos los tiempos y espacios es declarar una gran guerra genocida a escala global. (7)
Como lo previó Lenin en su tiempo, actualmente ocurre una inmensa centralización del capital en manos de un
grupo cada vez más reducido de propietarios, y muchas corporaciones se fusionan para formar unidades
económicas cada vez más grandes, que inclusive son económicamente más poderosas que países enteros.
Para sus guerras en el Medio Oriente, cuyos grotescos beneficiarios son las grandes corporaciones petroleras y
contratistas militares, los EE.UU. gastan cien mil dólares cada minuto, es decir, ¡un millón de dólares cada diez
minutos! (Miren quién habla de’gastar más de la cuenta’). A todas estas, el G8 todavía habla de `ayuda para los
países pobres’ del llamado `Tercer Mundo’. ¡Este militarismo y cinismo es perfectamente comparable con el
comportamiento de la Alemania Nazi, esto es comportarse como un Hitler, esto es el nazismo contemporáneo
globalizado! Según el Seattle Times del 2 de febrero de 2006, la Casa Blanca ‘planea pedirle al Congreso unos
70 billones de dólares adicionales para pagar las guerras en Irak y Afganistán, llevando el costo de las
operaciones militares en los dos países a $120 billones este año, los más altos de todos los tiempos’. Mientras
tanto, los gastos militares de los EE.UU. aproximan unos $ 700 billones para el año 2007.
Esto es lo que la democracia occidental, cristiana y civilizada gasta para asesinar a la humanidad: $ 100.000 por
minuto, $ 700 billones por año. Esto es lo que se despilfarra para defender el capitalismo y el imperialismo. Este
último, a su vez, está amenazando al Presidente Chávez, a Venezuela y a la Revolución Bolivariana: es el
fascismo global norteamericano desnudo, brutal. En todas estas cifras, en todos estos detalles mortíferos y
espantosos, se revela el sistema capitalista que nunca ha servido a los intereses de la clase global de los pobres,
trabajadores, campesinos, desposeídos y oprimidos, y que no puede salvar ala humanidad, porque es un sistema
inhumano, anti-humano. El sistema capitalista nunca ha dado y nunca dará al socialismo científico y filosófico
una mínima oportunidad de mostrar su capacidad
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(7) http://www.pww.org/articie/articleview/9595/1/333, publicado 05/08/2006.
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emancipadora, una mínima posibilidad de materializarse, no importa dónde se hicieran experimentos socialistas
en el mundo. Y tampoco va a permitir que la Revolución Bolivariana realice pacíficamente su esfuerzo por
construir el socialismo del siglo XXI.
Tenemos que dar al capitalismo, imperialismo y globofascismo esta segunda lectura profunda de la cual hemos
hablado antes, con carácter de urgencia. ¿Queremos, de verdad, dejar intacto el capitalismo en Venezuela y
Latinoamérica? ¿Creemos, de verdad, que es posible una `coexistencia pacífica’ entre capitalismo y socialismo,
entre dos polos radicalmente opuestos? ¿Estamos realmente a la altura del potencial explosivo del pueblo
revolucionario?
¡Mejor que nos definamos cuánto antes, sino, la verdadera mueca del capitalismo, el fascismo, nos alcanzará
pronto!
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