mariani_por_que_gramsci.doc

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I.
¿Porqué Gramsci?
Utilizamos fundamentalmente en este trabajo las bases teóricas sentadas
por el gran intelectual italiano, debido a que consideramos desde hace
mucho tiempo, no que ellas forman una especie de "Guía telefónica de las
ideas correctas", sino sustancialmente una mirada sociológica original,
seria y productiva sobre una sociedad.
Original respecto de la sociología "occidental" o "científica", cuyos logros
respecto de la previsión de los grandes cataclismos históricos revoluciones, guerras, crisis, etc. - es comparable a la de su parienta, la
"ciencia económica", y original respecto del patrón teórico marxistaortodoxo, ante el cual Gramsci procede del mismo modo que otros
revolucionarios de su tiempo: si la teoría no se muestra fértil para cambiar a
nuestra sociedad, lo que hay que cambiar es la teoría. Y, si como el mismo
Gramsci dice, ya el leninismo no es lo mismo que el marxismo, y si,
agregamos nosotros, el "pensamiento del presidente Mao" ya no es
tampoco lo mismo que el leninismo, el pensamiento de Gramsci ya no es lo
mismo que el marxismo: al enfrentar el análisis concreto de una situación
concreta, los duros suelos de la realidad encontrada, vistos con pasión
pero sin ceguera, modifican la herramienta conceptual, incorporando
categorías, modificando otras, refinando unas terceras, dejando que otras
se diluyan en meras menciones al pasar o en silencios tan significativos
como las palabras.
Ideas como la distinción entre "Oriente" y "Occidente", la introducción de la
"sociedad civil" como metáfora provisoria y de tránsito hacia una
concepción distinta del Estado - tan distinta como lo eran el Estado zarista
del inglés o francés de sus días - ideas como la búsqueda en la
"superestructura" de los problemas de la "estructura", la idea de que para
hablar de "campesinos" en Italia hay que eludir la mera relación de
propiedad y bucear en cuestiones tan superestructurales en apariencia
como la experiencia histórica y de luchas de las distintas regiones, o en las
"cuestiones" (meridional, vaticana) nos llevan ya muy lejos de aquel "18 de
brumario de Luis Bonaparte" que en la juventud nos hizo parecer, además
de apasionante, tan claro y sencillo el análisis de una sociedad capitalista
desarrollada y compleja.
La impresionante honestidad personal y política con la que Gramsci
enfrenta, además de su pocas veces igualada tortura personal, su vicisitud
política, merodeada por preguntas y lagunas de conocimiento que él mismo
va señalando en sus análisis, sobre todo en esas líneas finales en las que
programa la continuación diciendo "ver de qué modo, porqué, etc....." se dio
o sucedió tal cosa, se iguala con la profundidad y la elegancia con la que el
prisionero pasa revista a 2000 años de historia, a la literatura, a los
personajes ("si Mazzini hubiera sido capaz de llevar al Partido de Acción a
comprender....es decir, si no hubiera sido Mazzini...:"), el descubrimiento del
colonialismo interno (Il Mezzogiorno), la presencia de un fenómeno
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desconocido en el resto del mundo como es una institución del peso y
tradición de la Iglesia Católica Romana, depositada con todo su enorme
peso sobre Italia, y de estas ideas, a través de una ecuación que él mismo
enuncia ("el intelectual sabe, pero no siempre comprende y casi nunca
siente; el pueblo siente y a veces comprende, pero casi nunca sabe...") y
que fusiona al intelectual popular con el pueblo del que proviene, surgirá el
partido comunista más grande e influyente de ese Occidente donde la
batalla no se libra sólo en los campos de la sangre y la muerte sino sobre
todo en las "trincheras de la guerra de posiciones", esa sociedad civil
sólida, subyugante, incorporadora, donde desaparece por síntesis la vieja
historia de la "alienación" y la "manipulación" de la conciencia proletaria por
parte de la mentirosa burguesía, y en cambio aparecen los elementos de la
cultura compartida, del sentido común como ancla básica de las clases
subordinadas a sus modos de vida, de la religión no ya como "el opio del
pueblo" sino como un elemento que homogeneiza a subalternos con
dominantes, a plena conciencia de aquellos, que buena parte del marxismo
entonces - y ahora - en boga declara poco menos que débiles mentales.
Entonces, tomar a Gramsci, rescatar su mirada, su penetrante mirada que
constantemente analiza y sintetiza, que abstrae y concreta, que recorta e
integra, y ver cómo la misma puede ser aplicada a rescatar elementos de
nuestra propia historia como sociedad argentina.
Si es difícil no conmoverse ante la tragedia personal y el heroísmo del
hombre que con pequeños lápices trazaba de memoria cuadros
conceptuales en una celda de dos por dos, es igualmente dificil no
indignarse al ver que con él se han hecho barridos lo mismo que fregados,
se lo ha querido hacer weberiano, stalinista, "sociólogo", periodista,
evolucionista, bernsteiniano. Gramsci fue Gramsci, un genio rodeado por la
Italia de Mussolini, por la Iglesia de Pio XI, por el comunismo de Stalin y de
Bordiga, por el pesado materialismo de Bujarin, por el nacionalismo de
Maurrás, por el liberalismo de Croce y Agnelli; Gramsci nos sirve a los
argentinos en la medida en que nos pongamos a analizar a Gramsci junto a
la Argentina; a recoger y utilizar su instrumento y no sus conclusiones,
surgidas en otros cielos, en otros tiempos, bajo otras historias, entre otros
hombres e idiomas. Por eso, en esta breve introducción procuramos
sintetizar qué es, de la categorización gramsciana, lo que utilizaremos y lo
que no, y lo que modificaremos. Tratando de salvar el espíritu y no la letra
de quien en ningún momento pretendió ser La Ley. Bloque histórico,
hegemonía, intelectuales, clase dominante, sentido común, ideología,
pueblo, son acervos incorporados al lenguaje de casi toda la ciencia social,
en muchos casos como contrabando ideológico. Hemos querido tomarlos,
no para ser epígonos de un gran maestro de moda - negocio usual en
muchos "científicos sociales" de nuestro país - sino para aclarar que,
sintéticamente dicho, no estamos inventando nada, pero tampoco estamos
plagiandolo todo.
2
3
II.
II .
Algunas notas conceptuales
1. BLOQUE HISTÓRICO COMO MODELO DE ANÁLISIS.
Implica considerar una determinada formación de clases sociales como
resultado de procesos históricos ( económicos, culturales, políticos,
militares) y a su vez determinando a los mismos. Es el sujeto social de
máximo nivel dentro de una sociedad, ya sea que consideremos a ésta a
nivel del Estado Nación o un contexto internacional más amplio
La idea de sujeto social se basa en la existencia de una alianza de
diferentes sectores sociales, de intereses distintos pero que en un
momento dado llegan a compartir algunos aspectos de un proyecto , sea
como modelo afirmativo de una situación buscada como nueva (a
implantarse) o como resistencia compartida ante un proyecto diferente.
i.
Supone que la “estructura” entendida como relación de clase se expresa
y concreta a través de la creación de elementos de “superestructura”
(instituciones, intelectuales, ideología, técnica, cultura).
ii. Supone una alianza de clases donde una de ellas llega a ser la clase
hegemónica. A través de elementos decisivos que hacen al aparato
estatal, a través de mecanismos ideológico culturales que a su vez
revierten en modos de vida , logra la aquiescencia por parte de los
sectores subordinados. ( recordar lo dicho en clase de los distintos
medios utilizados : el Senado, la nacionalización de Bs As, la protección
a algunas industrias, la ley de educación, la ley del voto, etc.) La
ideología compartida constituye un elemento decisivo, sin que esto
implique la “imposición” o “inyección” de la conciencia del sector
hegemónico en los subordinados, sino un “pacto” en el que la ideología
común, compartida por todos los elementos que forman el B.H., incluye
elementos que también favorecen la posición social de los elementos
subordinados que así quedan incorporados al BH.
iii La ideología se entiende no como un “contenido” de la conciencia, sino
como la “forma” que adquiere la conciencia, tanto particular cuanto
común, en la medida de las mutuas determinaciones, decididas por el
conflicto y sus resultados, y las modificaciones que éstos imponen a la
estructura de la sociedad La ideología se impone principalmente a
través de la constitución del modo de producción concreto como modo
de vida (de trabajo, de educación, de vida cotidiana, de esparcimiento,
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de relaciones personales, etc.) de los sectores que constituyen el BH, lo
cual implica un cierto grado de “compartimiento” de modos de vida entre
los sectores hegemónicos y los subordinados, y la constitución de
aquellos como “modelos” de vida ofrecidos a éstos.
2. BLOQUE HISTÓRICO Y CICLO ECONÓMICO SOCIAL.
a. La idea de Bloque Histórico supone un trayecto histórico de larga
duración, en cuyo transcurso, se generan una serie de modificaciones en la
constitución y relación de clases y en las prácticas sociales generales y
particulares, a los cuales se suele llamar “cambios estructurales”. ( como
ejemplo la constitución del bloque liberal en la Argentina.). Estos cambios
estructurales presuponen :
.- Modificación de la estructura tecnoeconómica que modifiquen
radicalmente la estructura anterior, o alguna de sus bases de
sustentación primordiales ( el pasaje del sistema monopólico colonial al
libre cambio , orientación exportadora, ventajas comparativas ; por
ejemplo , en las colonias americanas y en Argentina.)
.- Concomitantemente debe producirse un cambio en el aparato
del Estado que refleje estos cambios. ( de la monarquía absoluta a la
monarquía parlamentaria, por ejemplo, en la Inglaterra del siglo XVII, el
estado republicano federal centralizado en Argentina, etc.)
.- Nuevas concepciones del mundo ( de las visiones religiosas, al
liberalismo, al positivismo.)
.- Correlacionado a todo esto , nuevas normativas de obrar
práctico ( unificación lingüistica, unificación legislativa, de pesos y
medidas,cambio en costumbres, por urbanización, etc )
,
Pero dentro de esa larga duración se suceden los momentos de
coyuntura como los llama Gramsci, en los que las fuerzas
económicosociales y políticas redistribuyen los espacios compartidos,
sin abandonar los pilares básicos de la “estructura”, que dieron
origen justamente a ese bloque histórico , debiendo entenderse que
estos ciclos o movimientos coyunturales son integrales, en cuanto el
cambio de lo económico presupone y determina simultáneamente
cambios en los otros aspectos de la constitución social. O sea que en
esos momentos coyunturales o ciclos se producirán :
a) Cambios en el tipo de negocios, en la forma y contenido de las
producciones principales de la explotación económica. ( pasaje del lanar
al trigo y al vacuno, del FFCC al camión). Relativo a esto :
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b) Cambios
en
la
composición,
peso
político
relativo,
importanciaeconómica, trascendencia social, influencia cultural, de las
clases dominantes de esa estructura. ( clases productoras vs. clases
comerciales, terratenientes vs. industriales, sectores financieros vs.
sectores productivos, etc ). Lo cual a su vez incidirá en :
c) Cambio en las relaciones de trabajo y de producción con las clases
subordinadas, desarrollo o contracción de alguna de éstas de acuerdo
al desarrollo de la formación productiva concreta, etc.( desaparecen
oficios como los carreteros, aparece el maquinista, el obrero
ferroviario, el conductor de tranvía, etc. etc.)
d) Cambio en los elementos técnicos, disposiciones espaciales, modos
de conexión de las explotaciones económicas.
e) Cambio en las alianzas externas, por modificación de los socios o por
modificación interna de éstos.
f) Cambios en el aparato estatal y jurídico con modificaciones de parte
de éste, supresiones, creaciones, promociones de cierto tipo de
personal. (desarrollo de apartos educativos estatales, ley 1420,
colegios militares, sufragio universal secreto y obligatorio, concordato,
entes reguladores, etc.)
g) Cambios en la distribución del ingreso.
3. LAS CLASES SOCIALES EN EL ANALISIS GRAMSCIANO
A) Clase fundamental y principal
Sobre la incompletitud del concepto de clase y las "relaciones de
producción". (las ideas de estrategia, plan, resultado,etc.)
Gramsci sitúa la constitución del bloque histórico sobre una de las "clases
fundamentales" de la sociedad, entendidas éstas como las tradicionales
clases de la teoría marxista ortodoxa del valor. No obstante, todo el análisis
de coyuntura gramsciano va mucho más allá concretamente de estas
grandes divisiones, y los sujetos políticos colectivos - identificados a veces
tras las personalidades de sus líderes o grupos dirigentes - que aparecen
en su análisis muestran un "más allá" de lo que de otro modo aparecería
como un simplismo poco clarificador.
Del análisis gramsciano queda claro que una clase se constituye en
la lucha con otras, es decir - y aquí acudimos a la frase esclarecedora de
Nikos Poulantzas sobre este tema - no es que las clases se constituyen, se
ponen una frente a otra y entonces comienzan a luchar, sino que la propia
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diferenciación de ciertas prácticas sociales que va a dar lugar a la génesis
de nuevas clases o modificación de otras ya existentes implica de por sí
una lucha que va modelando las nuevas relaciones de producción en la
medida en que la diferenciación progresa.
Del análisis gramsciano también aparece que la diferenciación entre
"intelectuales" y "clase" supone un dato insoslayable en la constitución de
esas clases, así como el establecimiento de un tipo de relaciones que
podríamos denominar "secundarias" entre los intelectuales "orgánicos" de
un sector o grupo social y este mismo sector. Notar que Gramsci raramente
se refiere a estos como "clases", prefiriendo los términos anotados.
La introducción de los intelectuales, entendidos como los
especialistas - no sólo en conocimiento filosófico-científico o técnico, sino
en todo tipo de relación o aspecto de ellas que surja como consecuencia de
las nuevas prácticas sociales introducidas por las nuevas clases - supone e
incluye la de un estrato de personas distinguidas del resto no ya por la
propiedad estricta, sino por su posesión de ciertas destrezas; la ligazón
que une a estos estratos con los grupos-madre están basadas en estas
destrezas o conocimientos y por sobre todo en la existencia de cierto tipo
de lealtades, basadas en la organización de estos especialistas en
aparatos institucionales en los que ellos desarrollan sus tareas por cuenta
de los titulares de la propiedad.
De esta forma, las relaciones de propiedad strictu-sensu quedan
parcialmente separadas de las relaciones de producción - "aquellas
relaciones que los hombres contraen en el curso de la producción de su
vida material", y los "intelectuales" pasan a ocupar un lugar
conceptualmente mucho más ancho que el que comúnmente - y sobre todo
en países como el nuestro - ocupan aquellos que suelen ser denominados
con ese nombre. Así, un político, un sindicalista, un capataz de línea de
montaje, cuyas tareas son "planificar, organizar, depurar los grandes
conceptos ideológicos propios de una concepción del mundo para
transformarlos en normas aptas para el obrar práctico" son, en el
concepto de Gramsci, intelectuales.
Algunos de estos especialistas o las corporaciones que los agrupan
o los aparatos institucionales en los que cumplen su misión adquieren en
ocasiones grados de autonomía que pueden llevarlos a adquirir o aún
reemplazar tareas que, en un análisis ortodoxo, "corresponden" a los
grupos sociales madre.
Agregando una distinción que se debe a Alvin Gouldner, diríamos
además que estos especialistas son de varios tipos: algunos especialistas
en la conducción de relaciones entre grupos, otros más estrechamente
vinculados a la producción de entelequias justificadoras de la situación
social, y otros más imbuidos en lo técnico-productivo. Así, Gramsci
consideraba al ingeniero como el intelectual orgánico por excelencia de la
burguesía industrial. Hoy, y sobre todo en países como el nuestro, la
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aplicación de conceptos de tal supuesta ortodoxia llevaría a un palabrerío
estéril o al forzamiento de cadenas de deducciones lógicas.
Sintéticamente podríamos decir, entonces, que la "estructura" se
hace tal, sólo y exclusivamente produciendo "superestructura", y que
todos los grados del encadenamiento de relaciones sociales están en
última instancia vinculados en una macroestructura a la que llamamos
"Estado", cuya función es por un lado encargarse de ciertas funciones
directamente vinculadas a la coerción y por otro garantizar que el resto de
las instituciones puedan cumplir con sus funciones de disciplinamiento,
motivación y encuadramiento social (hegemonía-sociedad civil, en el
Gramsci primero), y que por lo tanto llevar la distinción entre ambos
"momentos" de una construcción de práctica social más allá de una
distinción analítica puede ser ociosa y perjudicial.
Pero el volumen adquirido por estos estratos "superestructurales",
que en las instituciones encuentran su modo de vida, su posición social y
su inserción en el todo socio-estatal, la separación cada vez mayor de las
funciones "propiedad-dirección", con un desplazamiento de prácticamente
todas las funciones técnicas - tanto en lo económico cuanto en lo jurídico,
político, etc. - hacia esta última, incluyendo el que los propietarios, para
terciar en las decisiones de la planificación de sus propias empresas deban
asignarse cargos "Superestructurales" (Presidente, Vicepresidente
Ejecutivo, etc.), y para terciar en las presiones corporativas sobre el Estado
deban generar asociaciones más o menos formalizadas (al estilo de lo que
en nuestro país conocemos como Consejo Empresario Argentino, Grupo de
los 8, o en otras épocas ACIEL, sin contar las "representaciones" de sector
estrictamente económico tales como Unión Industrial, Sociedad Rural,
Bolsa de Comercio, etc.) permite afirmar que todo análisis social que no
tome en cuenta la peculiar relación y modos de conducta de estos
"funcionarios de la ideología", sus problemas específicos en cuanto a
necesidades económicas, de educación, de prospectiva estaría
mostrándose "rengo" en cuanto a los análisis estrictamente "de
clase". Sin llegar al concepto de "propietarios de los medios de
administración y gestión" que les asigna Giddens, debemos sin embargo
remarcar la capacidad de maniobra que pueden llegar a alcanzar, en
puntos determinados del conflicto social, estos especialistas teóricamente
destinados sólo a la intermediación entre clases propietarias y clases
subordinadas, entre proyectos de negocios de las clases propietarias y su
concreción productiva, comercial o financiera.
El telón de fondo de un conflicto social con sujetos múltiples,
constante pero de grados de conflictividad diversa, lleva al rescate, como
parte del análisis sociológico y no como capítulo anexo o subordinado
de un análisis tal, de nociones como "estrategia", "planificación",
"organización", "proyecto" y "sujeto político"; en la medida en que
evitemos la idea de "necesidad histórica" o del determinismo "fatal" al que
Gramsci identificaba con el "economismo", reaparecerán así las nociones
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antedichas, que rescatan el elemento que de voluntariedad, espontaneidad,
convicción, pasión, habilidad, experiencia histórica y determinación de
lucha posean los sujetos que intervienen en el conflicto. Sin estos
conceptos, el análisis sociológico deviene demografía, estadística
económica, geografía social; con estos conceptos, surgidos del análisis de
Gramsci cuando su poderosa atención se va fijando sistemáticamente en
uno u otro de los aspectos histórico-culturales, en la ideología, la
religión, las "cuestiones" (meridional, vaticana) o en fenómenos como el
"arditismo" o la "revolución pasiva", el análisis encuentra su potencialidad
"integralista": es análisis de la situación concreta y no mero discurso sobre
el carácter "de clase" de tal o cual aspecto. Alguna pregunta que formula
Gramsci a partir de una declaración tajante "El partido no conoce Italia,
¿cómo puede pretender cambiarla?", ilumina estas situaciones. Pregunta
Gramsci (como cuestiones que, por falta de tal estudio y conocimiento, el
partido no puede contestar): ¿Porqué en Sicilia los grandes propietarios
son autonomistas y los campesinos antiautonomistas, mientras que en
Cerdeña son los campesinos los autonomistas y los propietarios los
antiautonomía? Muestra el camino - uno de ellos - que lleva al análisis
concreto, ya que esas respuestas no son respondibles a través de una
descripción de cantidad de propiedades de tal o cual tamaño, de tal o cual
explotación, etc., sino a través del análisis del bloque histórico-cultural
forjado por la experiencia de las masas respectivas y de las clases
dominantes respectivas en su propia relación entre sí y con los factores
externos a cada una de las islas. Es decir: sólo la historia - por lo tanto,
la política, en su sentido de macrosintetizador de lo social - puede
responderlas. "Una creencia popular asentada puede tener la misma
potencialidad que una fuerza productiva", cita Gramsci a Marx, demoliendo
la "interpretación económica de la historia" y contribuyendo a fundar un
marxismo que ya no es el de Marx ni el de Lenin.
Junto con los conceptos rescatados en el párrafo anterior, el análisis
gramsciano traerá los elementos del análisis concreto. Así, aparecerán los
riquísimos "momentos" de la lucha, desde el estrictamente económicocorporativo, elevándose por progresiva generalización hacia lo político,
lo político-militar y finalmente lo técnico-militar (es decir, las acciones
guerreras en sentido estricto), cada uno de los cuales tenderá a expresarse
en distintas instancias del bloque histórico. Si la acción pone en juego al
bloque histórico como un todo, o a alguna de sus alianzas internas, como
sería el intento de inicio de algunos sujetos sociales dominantes por iniciar
un nuevo tipo de ciclo económico, o a alguna forma de acuerdo o pacto de
acción conjunta de algunos de sus estratos, como sería el apoyo a
determinados candidatos o partidos, basados en intereses regionales o de
ramas industriales, o finalmente a empresas o grupos empresarios
limitados que persiguen intereses o medidas que, si bien nunca dejan de
implicar al Estado - en cuanto lo someten, como mínimo, a juegos de
presiones legales o ilegales, sobornos, amenazas, forzamiento de leyes o
sentencias, etc. - no comprometen a la estructura como un todo.
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Por todo esto, creemos que es preciso introducir una precisa
distinción dentro de los conceptos gramscianos relacionados a la teoría de
clases sociales, y ascender desde las abstractas "clases
fundamentales" - y en esto, insisto, nos guía la propia mano del gran
sardo en sus propios análisis concretos - hasta las concretas "clases" que
llamaremos, en un préstamo que tomamos del célebre "Acerca de la
contradicción " de Mao Tse Tung - por otro lado, contemporáneo de
Gramsci y dirigente, como él, de un país "particular" en la historia - "clases
principales".
i) Estas "clases principales" serán entonces aquellos sectores de
las clases fundamentales ( dominantes o subordinadas) que
pueden considerarse que son las que influyen decisivamente a
través de sus prácticas, sus proyectos y su organización en las
modificaciones del bloque histórico .
ii) Estas
clases
principales
podrán
ser
consideradas
iniciadoras/concluyentes de un Bloque histórico, en la medida en
que logren imponer los cuatro elementos esenciales señalados
ya en el punto 2. ( modificación tecno económica que
modifique radicalmente la estructura anterior o alguna de sus
bases de sustentación primordiales, forma de Estado e
instituciones que reflejen estos cambios, nueva concepción
del mundo, nueva normativa de obrar práctico.)
B) Clases-élite y clases-masa
No se puede considerar en el mismo plano a unas clases sociales
que a otras, aún cuando hechos tales como la propiedad de medios de
producción pueda aparentemente unir a unos de sus miembros con los
otros.
Consideraciones como la ubicación geográfica (nacional y regional),
el tamaño de los establecimientos, el grado de posición monopólica (o
no monopólica), el ramo de producción, el origen de sus insumos, el
destino de sus productos, el tipo de trabajador que recluta o es
reclutado, la antigüedad de radicación (si la industria X tiene un siglo de
instalada
probablemente
habrá
muchísimas
circunstancias
extraeconómicas que contribuyan a solidificar su arraigo y su influencia,
frente a una industria "arribista" que recién está desembarcando), la
existencia de socios externos, la trama de relaciones que traba con
otros sectores sociales, son elementos que deben considerarse en el
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análisis que trata de identificarlas como "clases sociales", en la medida
en que no olvidemos que, al definir un concepto con referentes
humanos precisos, lo que estamos tratando es de introducir "modelos"
de comportamiento colectivo compartidos por todos sus miembros. Que
un grupo como Techint sea "propietario de medios de producción" no
hace esperables de sus empresarios conductas iguales a las del
pequeño industrial que fabrica envases de plástico, salvo en el muy
genérico - y por lo tanto abstracto - aspecto de que uno y otro acceden
a mercados de insumos, mano de obra, clientelas, etc., lo cual de
ningún modo autoriza a considerarlos partes de la misma "clase social",
a riesgo de bastardear totalmente la riqueza del concepto.
Aplicando ese concepto concreto, algunas clases sociales están
formadas por unos pocos cientos o miles de individuos, y aún más, por
unas pocas decenas o centenares de empresas o grupos económicos o estancias o haciendas: en la Argentina de los 30 se hablaba de las
"300 familias", en el Salvador de hoy se habla de las "14 familias", en la
Bolivia pre1952 se hablaba de "la Rosca", cuyo eje eran tres empresas
mineras del estaño, hay o hubo empresas como la Cerro de Pasco Corp
en Perú, capaces de medir fuerzas "mano a mano", hasta por las
armas, con el Estado nacional, etc. - . Son clases-élite. Otras, están
formadas por millones o en ciertos países decenas o aún cientos de
millones de individuos. No sólo las condiciones de vida, ingresos,
implantación económica, etc., están comprometidos en estas cuestiones
de "tamaño" (la cantidad se convierte en calidad). Las clases-élite son
yacimientos de sujetos políticos, asumiendo que su condiciones
socioeconómicas y de inserción en los mecanismos estatales e
institucionales, prestigio, acceso a los medios distribuidores de fama,
relaciones con factores de poder, etc., por lo que el grado de capacidad
con que los miembros de estas clases-élite pueden influir en la
"superestructura" son totalmente superproporcionales a su condición de
individuos "ricos" o "poderosos". Al mismo tiempo, la posibilidad de
estos sujetos políticos de reclutar especialistas ("intelectuales") y de
organizar aparatos específicos destinados tanto a un negocio como a
una aventura política - o aún a un emprendimiento cultural, a una manía
personal, etc. - son pasibles de definiciones aún más apretadas. Esta
disponibilidad de intelectuales ayuda a estos grupos a reclutar más
"conocimiento" y "plan" que "pasión" y "sentimiento".
Entendámosnos: estos individuos, grupos o élites - por otra parte
íntimamente tejidos entre sí por una malla de relaciones personales y
grupales que no excluye los clubes de esparcimento, los matrimonios, o
los acuerdos de corrupción no dejan de constituir una clase social,
parte a su vez de una clase social más amplia. Lo que queremos
destacar es que, en cuando ascendemos al análisis concreto de
comportamientos, debemos tomar en cuenta que en este estrato los
comportamientos del nivel económico-corporativo (incluso los
estrictamente individuales) pueden introducir elementos discordantes
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a los esperables de acuerdo a una teoría más general del
comportamiento de estos sectores. (Que Mauricio Macri presida un club
de enorme popularidad lo hace no contrario pero sí distinto de una
Amalia Fortabat que se dedica a seudo "mecenazgos" de instituciones
culturales o a comprar cuadros post-modernos).
Por el contrario, en las clases a las que denominaremos clases-masa,
la "individualización" tiende a desaparecer y los comportamientos son
más comprensibles por "leyes" de tendencia que en los estratos más
individualizados
Las representaciones políticas, religiosas, deportivas (en la medida
en que los seguidores de ciertos clubes tienden a ser "representantes"
de sectores sociales específicos y no de otros), el compartir imaginarios,
etc., hace que los parámetros "objetivos" de distinción entre clases o
sectores sociales tengan aquí un mayor impacto
Estos sectores son además objeto de un intenso trabajo de
"disciplinamiento", en el que confluyen tanto los elementos coercitivos
explícitos cuanto la función hegemónica ejercida a través de la
"sociedad civil" (un término sobre el cual volveremos en un punto más
avanzado de la investigación).
Pero el principal elemento de disciplinamiento - la clave de la
hegemonía - es la constitución para estas clases-masa de "modos de
vida" en sentido amplio, construidos sobre las condiciones sociales
creadas por la relación de dominación. (Groseramente ejemplificado: si
la relación de dominación tiende a construir un país de estancias o un
país de fábricas, la opción determinará diversos modos de vida: de
trabajo, de educación, de cohesión social, de sistemas y mecanismos
de transmisión de mandatos, de productos utilizados, de herramientas
utilizadas, de condiciones en las que se trabaja y vive, etc.
La "forma" que adquiere la conciencia de los sectores subordinados
apretados entre este conjunto de marcos constrictivos tiende a ser
introyectada y autojustificada (normalizada) en la medida en que hay
una ideología compartida, es decir, en la medida en que los sectores
subordinados adscriptos al bloque histórico comparten con las clases
principales hegemónicas del mismo algunos pactos que incluyen
beneficios para los propios sectores subordinados. (el proceso de
industrialización de mercado interno, por ejemplo, proporciona a los
sectores subordinados oportunidades de trabajo, urbanización, servicios
tales como educación, salud, esparcimiento, representación políticocorporativa a través de sindicatos y partidos, pautas de consumo,
acceso a diversos elementos de "modernización", aún cuando no logre
solucionar los problemas de vivienda de muchos de ellos, que sin
embargo encuentran en una villa miseria la cercanía de escuela,
hospital, hasta lugares donde ejercer su culto, en condiciones muy
superiores a las que padecían en la estancia).
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La mayor o menor importancia que adquieren las instituciones
"superestructurales", estatales o extraestatales, va a influir en que, en
determinadas situaciones, el "personal" de las mismas se constituya en
estratos sociales masivos o de acceso más o menos amplio.
En principio, el lugar normal de reclutamiento de este "personal" que normalmente requiere de destrezas especiales, preexistentes u
obtenibles a través procesos de educación especializada, tales como
las "escuelas" de acceso a determinadas instituciones (policiales,
militares, eclesiásticas, etc.) o del propio sistema de enseñanza oficial o
para-oficial - es el conjunto de las clases-masa de la población de esa
socieda
Pero puede ocurrir, principalmente en situaciones coloniales o
neocoloniales, o en países donde se están produciendo cambios
profundos de sus estructuras económicas, que parte o todo dicho
personal sea "importado" a través de procesos de inmigración masiva.
Una u otra situación pueden originar como "valor agregado"
profundas diferenciaciones entre estos estratos y las clases-masa de
origen, o bien contribuir a generar canales de integración de las clases
de origen al sistema, brindando a sus miembros - generalmente a sus
hijos - canales de acceso al sistema institucional, o bien introducir
profundas cesuras entre el sistema institucional y las clases
encuadradas por el mismo, en la medida en que los sectores
"importados" adquieran una gran importancia masiva, tengan
condiciones de vida, vivienda, sitios de radicación, costumbres, idioma,
etc., muy diferenciados de los de los restantes pobladores.
Los vínculos concretos que se producen entre la sociedad bajo
análisis y el exterior estarán implicadas en grado elevado en las
relaciones que entre los diversos sectores internos (clases-masa y
estratos institucionales) se establezcan.
La masividad de las clases-masa, su difusión y presencia a todo
lo ancho de la sociedad favorece a su vez la aparición o
profundización de diferenciaciones entre ellas (regionales, por
niveles de calificación, por formas culturales heredadas, por experiencia
histórica diferenciada, por ramos de asentamiento económico, etc.).
La situación concreta y formaciones de clase así encaradas suelen
dar lugar, más que a una simplificación abusiva del análisis, a la
posibilidad del defecto contrario, es decir, a atribuir a diferenciaciones
secundarias características principales.
La dinámica constantemente cambiante del conflicto social hace
que, tanto en el nivel superior de la sociedad como en el de sus clasesmasa y estratos institucionales se estén produciendo constantemente
evoluciones en el sentido del progreso o del descenso. Partiendo de
que toda diferenciación dentro de prácticas sociales de cualquier tipo,
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pero especialmente económicas, tiende a producir contradicciones
sociales, diríamos que en una sociedad se están formando, modificando
y destruyendo constantemente sectores sociales (de clase o de estrato),
que hace que constanemente en una sociedad podamos encontrar:
(1) Clases o estratos embrionarios: sectores que recién han
comenzado los procesos de desarrollo de sus prácticas
diferenciadas (en el sector dominante, por ejemplo, a través
del comienzo de sus negocios innovados respecto a los
anteriores, en el sector popular a través del comienzo de
especializaciones u oficios o profesiones aún no reconocidas
o instaladas en la sociedad).
(2) Clases o estratos en ascenso: sectores que ya han logrado
su instalación pero que aún no han llegado a constituirse en
"normalidad" dentro de la estructura social.
(3) Clases instaladas: que en el caso de los sectores dominantes
solemos agrupar bajo el título de "establishment", y en el caso
de los sectores populares suelen denominarse con títulos
genéricos como "clase trabajadora", "gente común", "pueblo",
etc.
(4) Clases o estratos fósiles: supervivientes de estructuras o
ciclos anteriores, asentados normalmente sobre "nichos"
sociales y económicos de difícil acceso o de escasa
importancia a nivel macro, o aún sobre supervivencias
culturales e ideológicas que perduran en la memoria colectiva.
(5) Clases o estratos vinculados en su cohesión interna por la
fuerza de ciertos elementos superestructurales, la facilidad
para constituir grupos de presión corporativos o de acceso a
determinados factores de poder (como podrían ser ciertas
maffias, ciertas sectas u organizaciones religiosas o
seudorreligiosas, etc.). Es decir, que en ocasiones la
"superestructura" reacciona a modo de venganza y produce
"estructura" o factores estructurales. En un momento de los
últimos 50 años algunos grupos bancarios, por ejemplo,
pertenecían a esta especie, y no es seguro que no sigan
perteneciendo todavía.
C) Sobre la organicidad y los "intelectuales"
La distinción gramsciana entre "intelectuales orgánicos" (aquellos
vinculados a las nuevas fuerzas directivas del bloque histórico) y
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"tradicionales" (formas supérstites del bloque histórico anterior) si por un
lado atestigua la indisolubilidad de los vínculos entre la llamada
"estructura" y la llamada "superestructura", por otro lado está en esta
etapa del capitalismo mundial y local completamente desactualizada y
sus usos son escasos o poco útiles. Hoy, merced a la aceleración de los
ciclos históricos, a la cada vez más profunda interpenetración que liga a
los capitalismos "nativos" de los internacionales, al incremento del
proceso monopólico a escala mundial (fusiones, compras, fondos de
inversión, grupos financieros de enorme liquidez, etc.), diríamos que los
"intelectuales", en su sentido de especialistas en los que los propietarios
delegan parte o todas algunas de las funciones técnicas, directivas y de
relación que son propias del poder, o son "orgánicos" a ese poder, o no
perviven por mucho tiempo. Por otra parte, el concepto en sí implica una
estrecha relación de dependencia respecto del núcleo estructural de los
negocios y el poder, por ejemplo, hoy seria difícil negar la condición
"orgánica" de intelectuales tales como periodistas, escritores,
publicistas, músicos, etc., en la medida en que las comunicaciones, la
industria editorial, la discográfica, etc., se transforan en negocios
centrales de la nueva "estructura a servicios" que adquiere la economía
mundial de las supercorporaciones; y lo mismo puede decirse de
profesiones como economistas, informáticos, etc., o los médicos (en la
medida en que la salud es un enorme negocio mundial) y sería difícil
encontrar a los "intelectuales tradicionales"; el intelectual tradicional por
excelencia de Gramsci era el fraile o eclesiástico, pero dado que las
Iglesias, sectas y cultos del mundo se han incorporado a la era de la
electrónica, las comunicaciones, etc., sin contar con sus tradicionales
vínculos con las finanzas y la tierra, dudosamente podríamos afirmar
que los ministros del culto (cualquiera) no sean "orgánicos" de alguna al
menos porción del poder. Por lo tanto, reduciremos el concepto de
"orgánico" a "orgánico de", en el sentido de acentuar los vínculos
concretos de algunas capas de intelectuales (especialistas, en
sentido amplio) con determinados ramos de los negocios.
Los intelectuales (o más genéricamente, los "especialistas", de modo
que en Argentina podamos incluir dentro de estos a militares,
sindicalistas, políticos, que en nuestro país sería poco comprendido
bajo el término de "intelectual") tienen entonces una triple inserción:
i) Como estrato corporativo, asentado sobre las instituciones
estatales y privadas, que a través de sus diferentes niveles
comparten la apetencia por la disputa de una parte del producto
social que, en su caso, generalmente se asocia a dos conceptos:
"Presupuesto", o capacidad económico-política de asignar
recursos aportados o extraidos del Estado o de otras
instituciones
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( "Corrupción", o manera particular del estrato, sobre todo en sus
capas superiores, de intermediar en los negocios y
distribuciones del poder de otros sectores sociales
ii) Como estrato cuya función se diversifica en torno a los diversos
aspectos de las normas sociales imperantes.
.-dedicados a su producción, refinamiento y aplicación
.- dedicados a su justificación y difusión
.- dedicados a su garantizamiento
.- dedicados a su educación y transmision.
iii) Como estrato político, en el sentido de intermediación, arbitraje y
desequilibramiento. De esto hablaremos en puntos siguientes al
hablar de la fuerza relativa de los "intelectuales".
D)La relación desigual entre la fuerza de los intelectuales
fuerza relativa de las clases.
y la
Si en Gramsci el estrato intelectual aparece como
"segregación" del grupo social que "nace en el interior de una
determinada formación histórico-social", hoy estamos en condiciones
de poner en tela de juicio al menos parcialmente esta afirmación, y
completarla diciendo que también hay ciertos grados de autogeneración corporativa.
La fuerza del estrato "intelectual" (en el sentido antes
aclarado) se ha acrecentado con el aumento de la fuerza relativa de
los aparatos estatales en todo el mundo. El surgimiento de ciertas
industrias gigantescas (como la armamentista) cuyo cliente
primordial es el Estado (sobre todo un Estado determinado) y lo que
esto significa en materia de presupuesto, hace que el célebre
"complejo industrial-militar" del general Eisenhower venga a ser una
corrección al concepto gramsciano que dejaba a los intelectuales (en
general, a los intelectuales contra-hegemónicos) sólo algún papel en
ciertas situaciones, actuando como "reemplazo" o "cobertura" del
escaso desarrollo de alguna de las "clases fundamentales".
Es prácticamente imposible para las "relaciones de
propiedad" (es decir, para los grandes grupos empresariales y
financieros propietarios de la economía) actuar sin hacerlo en
connivencia con al menos las capas superiores de los "funcionarios
de la ideología", que aquí trascienden el papel meramente ideológico
para tener decisivas influencias políticas y económicas. No hay gran
negocio sin gran funcionario involucrado, y en este sentido, se
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produce la reinserción de los "intelectuales" en el grupo social de
origen, pero en un nivel superior al que tenía epocalmente en el
entorno de actuación gramsciano.
Esto da lugar a que podamos hablar con más propiedad que
de "clase dominante", de un "bloque dominante" en el seno del
bloque histórico, formado por esa "clase dominante" - que de
cualquier forma sigue siendo el eje de la dominación - y por las
capas superiores del funcionariado estatal (aunque en algunas
ocasiones, no sólo estatal: algunos eventos pueden hacer llegar a
lugares más o menos decisivos a elementos procedentes de fuera
del aparato estatal, aunque, por supuesto, no ajenos a él; pienso en
grandes eventos deportivos, etc.).
Esto también da lugar a que podamos hablar de diversos
niveles de comportamiento del bloque histórico; desde el momento
en que el bloque se comporta como un todo (típicamente, en las
grandes crisis históricas revolucionarias), o cuando el nivel de los
sujetos políticos se traslada a alianzas de clases y estratos parciales
(como suele ocurrir en cualquier elección decisiva en un país
importante), o cuando desciende a menores niveles que ya operan
en niveles menores, hasta llegar al simple grupo de presión
corporativo que lucha por obtener una licitación o librarse de pagar
un impuesto.
Esto lleva, también, a que los niveles del conflicto se gradúen
de acuerdo al nivel de los sujetos actuantes y sobre todo de los
proyectos en pugna.
Así, habrá conflictos hegemónicos o totales, en los que lo que se
enfrentan son dos bloques, conducido cada uno por sus respectivas clases
principales, pactantes con otras clases y/o estratos subordinados, en demanda
de proyectos que se excluyen, más allá del ciclo eco
Habrá conflictos intrahegemónicos, donde alianzas internas dentro de
una clase dominante no impugnada en sí misma, pero abierta en gajos sobre
partes trascendentes del proyecto común, intente imponer cambios en la
estructura o en el ciclo que producirían fuertes desgastes en el sector opuesto;
llegando incluso a la alianza con sectores subordinados en base a
concesiones para enfrentar a la alianza opuesta.
Y finalmente conflictos coyunturales - lo que no les quita su importancia que involucran a porciones de clase dominante y sobre todo a fracciones de
"intelectuales", e incluyen un uso intensivo de los juegos de presiones inter e
intracorporativas, sin que los resultados, salvo derivaciones imprevistas,
modifiquen sustancialmente la estructura del bloque.
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