Discurso de la graduada Gabriela Segura Guzman

Anuncio
Discurso de la graduada Gabriela Segura Guzman
San Luis, 4 de Julio de 2008.
Autoridades de la Universidad Nacional de San Luis
Docentes
Compañeros Graduados
Familiares
Hoy, reunidos en este lugar tenemos la posibilidad de colocar un broche final a nuestro paso
en esta Universidad.
En esta oportunidad quiero citar a Pablo Neruda cuando escribe, "Nosotros, los de entonces ya
no somos los mismos".
Hoy debemos reconocer que hemos crecido y que —sin duda— estamos más cerca de todo
eso que nos interesa ser.
Eso que nos interesa ser definitivamente es una meta. Tener una meta es tener un objetivo, es
tener un rumbo en la vida y motivos por los cuales luchar convencidos de nuestro deseo por
alcanzarlo.
Hoy, hemos alcanzado una meta que nos planteamos en un inicio de nuestras carreras. Fue
que en pos de ello, trabajamos entregando nuestro mayor esfuerzo y dedicación para lograrlo.
Así fue que el estudio y el aprendizaje nos enriquecieron fuertemente y hoy estamos más
capacitados de procrear cimientos para una vida futura profesional.
Aprendimos que no basta saber, se debe también aplicar, y no es suficiente querer, sino que se
debe también hacer.
Aprendimos que la constancia puede ser un buen amigo si sabemos acompañarlo, que todo
esfuerzo en nuestra vida siempre encuentra recompensa, que la disciplina y el empeño por
lograr las cosas, en un futuro nos provee una fuente de oportunidades que nos permita seguir
creciendo.
Todo lo aprendido, desde nuestra preparación técnica y también como persona, serán las
mejores herramientas con las que contaremos para defendernos el día de mañana.
Hoy, estamos preparados para dar nuestras propias ideas y no para subordinarnos en las
ajenas, hoy estamos preparados para plantear una solución y no para acatar decisiones, hoy
estamos preparados para ser respetados y que nuestras ideas no se pierdan.
Como todos saben, también hoy vivimos una crisis muy fuerte en nuestro país.
El gobierno frente al campo en una difícil y ardua definición. Cuales fueran nuestras
posiciones respecto a este enfrentamiento, debemos comprender lo que está sucediendo.
En este marco, es necesario prepararnos para entender lo que sucede y no permitir que existan
divisiones que nos conduzcan a conflictos.
Hoy por falta de entendimiento o por incapacidad de ciertas tareas vivimos momentos
difíciles de sobrellevar.
Hoy, el pueblo sufre las ineficiencias de comunicación, las interminables idas y vueltas, las
posiciones enfrentadas que evitan un diálogo entre gente capaz de resolver un problema que
nos afecta a todos.
Nosotros, como personas con educación, debemos elegir evitar estas diferencias. Que no
separemos blancos de negros, los de norte de los del sur, los que viajan en 0km de los que
viajan en bicicleta, porque en definitiva todos vivimos en un mismo país y bajo una misma
bandera que nos representa.
Seamos conscientes que es necesaria nuestra preparación, veamos, entendamos lo que sucede
en el mundo y comprendamos que es importante tener una formación que nos permita
discernir las alternativas factibles, de las que solo provocan que el problema tome otra
dimensión.
Recordemos siempre que el principal objetivo de la educación no es aprender algo para
enriquecernos materialmente sino transformar al hombre en un mejor ser humano y que esto
nos permita formar un mejor lugar para nuestros descendientes.
Que las cosas pequeñas que nos ayudan a crecer día a día, lo que es hoy y mañana no es, lo
que aparenta saciar pero nos quita valor y pureza, lo que nos detiene para evitar que subamos
hasta las alturas, no nos convenzan, ni nos quiten el impulso de querer triunfar.
Seamos partícipe de lo que nos pasa, luchemos por lo que queremos conseguir pero no
perdamos nuestros orígenes, nunca olvidemos de donde vinimos, ni como éramos.
Procuremos que todo el poder que podamos alcanzar no anule lo mejor que podamos ser.
Que en el camino que elijamos seguir no perdamos nuestro lugar de origen.
Que nuestros principios y valores se mantengan firmes a través del tiempo en el marco del
respeto y la dignidad.
Mantengamos este espíritu luchador, este mismo que durante estos años nos dio la suficiente
fuerza para alcanzar este logro tan importante en nuestras vidas.
En nombre de todos los egresados, saludo afectuosamente a toda la gente que nos acompañó
en este transcurso, a esos que confiaron en nosotros y nos dieron la posibilidad de estudiar.
A todos ellos, a los que están y a los que ya se han ido, a los que han venido hoy aquí y a los
que nos esperan en casa, muchas gracias por su apoyo. Sin ustedes, sin aquellos a los que
queremos y con los que celebramos nuestros pequeños triunfos o nos refugiamos cuando
tropezamos, cualquier pequeña victoria carece de sentido.
Compartirlo con ustedes es hoy nuestro deseo.
Y por su parte, agradecer a esta institución, por cumplir los sueños que siempre tuvimos y por
permitirnos sembrar los que aún no cumplimos.
A todos, es un verdadero honor haberles dado estas palabras.
Muchas gracias y hasta siempre.
Descargar