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ANEXOS
Unidad 2: Así soy yo
Primero Básico
Anexo 1: Imágenes de libros
Anexo 2: Textos para lectura
Las jirafas no pueden bailar
En África viven muchos animales especiales, gorilas, leones, cebras, etc. Uno de los
más llamativos es la jirafa. Hoy conoceremos la historia de una jirafa llamada Gerardo.
Gerardo es una jirafa muy alta, con largas piernas y rodillas torcidas. Cuando Gerardo
trata de correr, se cae.
Cada año en África se organiza un Baile Bestial, donde se juntan todos los animales y
bailan de forma muy particular. Cuando Gerardo llegó al baile, intentó seguir los pasos,
como todos los demás, pero ningún paso de baile pudo dar. Para su sorpresa, todos los
animales se rieron de él, lo que lo dejó muy triste.
Caminando de regreso a su casa, vio una luz brillante que se reflejaba en el piso.
Levantó su cuello al cielo y se encontró con la luna. ¡Qué hermosa se ve la luna!, Gerardo
susurró. Un grillito que lo observaba lo invitó a escuchar la música de la naturaleza. Gerardo
escuchó cómo el viento movía las ramas de los árboles. El grillo le dijo que cerrara los ojos e
imaginara a la luna tocando bellas melodías. Gerardo le hizo caso y el grillo sacó su violín y
se puso a tocar. A Gerardo le dieron ganas de moverse. Sus patas delanteras se abrieron por
completo y se columpiaban con soltura. Entonces, dio una voltereta y saltó por las alturas.
¡Estaba tan feliz, por fin podía bailar! Los animales del baile empezaron a llegar y se
asombraron al mirar a Gerardo. Gritaron: ¡Gerardo es el mejor bailarín del mundo!
Adaptación de “Las jirafas no pueden bailar”.
Giles Andrede. Scholastic.
Cuando Sofía se enoja, se enoja de veras…
Sofía estaba jugando con un peluche llamado Gorila. De repente, la hermana de Sofía le
arrebató a Gorila de las manos. El tirón fue tan fuerte que Sofía se cayó. Sofía se sintió muy enojada y
se enfureció. Pataleaba y gritaba tan fuerte que parecía un volcán a punto de estallar. Salió
corriendo fuera de la casa. Corrió por todas partes y se puso a llorar. De pronto, escuchó el canto de
un pajarito. Trepo a un viejo árbol y se puso a mirar el agua y las olas, lo que la calmó y dejó de llorar.
Sintió que el enojo se le pasaba. Al sentirse más tranquila, bajó del árbol y volvió a su casa. Cuando
entró, todos se alegraron mucho de verla. Sofía ya no estaba enojada.
Adaptación de “Cuando Sofía se enoja, se enoja de veras…”
Molly Bang. Scholastic
El valiente Teo
Teo era un niño muy miedoso, le temía a muchas cosas. Por ejemplo, le tenía miedo
a las brujas y a su hámster. Temía comer mermelada, porque podía tener moho y a tomar
leche, por la nata. También tenía miedo de bañarse y ahogarse en el agua.
Un día, Teo vació su alcancía y fue a una tienda muy misteriosa. Entró y vio una
máscara horrible de King Kong, se la compró y se la puso. Con esta máscara puesta a Teo se
le pasaron sus miedos. Ya no temía a las brujas, le gustaba acariciar a su hámster, comía
mermelada y tomaba leche sin problema. Y al final del día, tomaba un confortable baño con
mucha agua, sin sentir miedo de ahogarse.
Pero un día, Teo fue al baño y se miró en el espejo con su máscara puesta. Se asustó
tanto al ver la imagen de King Kong que se sacó rápidamente la máscara y la cortó en muchos
pedacitos.
- No hay que tener miedo – se dijo Teo - !El monstruo ya está vencido!
Adaptación de “El valiente Teo”.
Erhard Dietl. Alfaguara.
El nuevo amigo de Franklin
Franklin siempre había vivido en el mismo lugar y había crecido con los mismos amigos. Él
nunca había pensado en hacerse de nuevos amigos, hasta que una familia nueva se mudó
cerca de su casa. Franklin tenía curiosidad acerca de los recién llegados.
- ¡Se acaba de mudar una familia de alces al vecindario, son enormes! – dijo Franklin asustado.
Al llegar al colegio, había un alce muy grande en la sala de Franklin.
- Den una cálida bienvenida a nuestro nuevo compañero, se llama Alce y viene de un lugar
diferente y muy lejano –dijo el profesor Búho.
El profesor Búho le pidió a Franklin que se hiciera amigo de Alce. Franklin dijo que sí con una
sonrisa, pero en verdad tenía miedo. ¡Alce era muy grande!
En el recreo, Alce se quedó solo mirando a Franklin y sus amigos jugar fútbol. De repente, la
pelota se quedó atascada en la parte alta de un árbol.
- Ahora tendremos que llamar al profesor Búho para que la saqué - dijo Oso.
- ¡Ya la tengo! – exclamó Alce. La bajó del árbol y la lanzó.
En clases, el profesor Búho le pidió a Franklin y a Alce que hicieran juntos un afiche, pero
Franklin le dijo que él no necesitaba ayuda.
- Imagínate cómo se siente Alce. Es nuevo y no tiene amigos, debe sentirse triste y estar
temeroso – dijo el profesor Búho.
- Alce no puede tener miedo, es muy grande – dijo Franklin.
- Grande o pequeño, a todos nos da miedo – dijo el profesor Búho.
Franklin y Alce pintaron juntos el afiche. Después de mucho trabajo en equipo, el afiche quedó
perfecto. Se dieron cuenta que los dos tenían mucho en común.
Franklin se preocupó de que Oso y los demás niños conocieran a su nuevo amigo Alce. A todos
les empezó a caer bien, además jugaba muy bien al fútbol.
Cuando Franklin volvió a casa, estaba muy feliz y le dijo a su mamá que estaba muy contento
porque tenía un nuevo amigo.
- Alce es grande, pero no es malo ni me asusta – dijo Franklin.
Al día siguiente, Franklin le llevó unas galletas a Alce y se las comieron juntos. De ahí adelante,
Franklin y Alce juegan juntos todo el tiempo.
Adaptación de “El nuevo amigo de Franklin”.
Paulette Bourgeois. Scholastic.
Anexo 3: Dominó de Vocales
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Anexo 4: Memorice de Profesiones y Oficios
Anexo 5: Carteles para presentar letras
mono Matías
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Anexo 6: Dominó de Leonardo y Matías
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Anexo 7: Diplomas
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