Antagonismo y supresividad de microorganismos patógenos Apellido y Nombre del Investigador: Dra Ing. Agr. Analía Perelló. Lugar de Trabajo: Cátedra de Fitopatología, Centro de Investigaciones de Fitopatología (CIDEFI), Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata. Calle 60 y 119 (1900) La Plata, Buenos Aires, Argentina Lugar de Realización de la estancia de investigación: Area de Microbiología, grupo BIO-175, Universidad de Almería (UAL), España. Edificio Científico Técnico II -Carretera Sacramento s/n La Cañada de San Urbano-04120-Almería España Agradecimientos: Beca Staff Académico AUIP (Asociación entre Universidades Andaluzas y Latinoamericanas) conferida a quien subscribe para su visita a la UAL. Período: Febrero-Marzo de 2012 La existencia de agentes fitopatógenos afecta de forma severa al buen desarrollo y productividad de varias especies vegetales de importancia agronómica, en las que se basa el sustento y la supervivencia de la humanidad. Junto con el clima desfavorable y las plagas de insectos, la destrucción de las reservas naturales de alimentos ocasionada por tales microorganismos, ha sido un suceso bastante común en la antigüedad. En las sociedades más desarrolladas, las pérdidas en la producción de alimentos a causa de estas enfermedades, tienen como primera consecuencia fuertes pérdidas financieras así como una subida de los precios de mercado. Sin embargo, son las partes más pobres del mundo las que sufren, por esta causa, graves problemas adicionales de desnutrición o inanición. En los últimos años se han iniciado innumerables estudios dirigidos a la identificación de microorganismos capaces de reducir la actividad de patógenos vegetales por lo que, a día de hoy, existen un gran número de trabajos relacionados con las posibles interacciones entre microorganismos fitopatógenos y antagonistas. En este sentido, algunas especies como Trichoderma sp. y el grupo microbiano conocido como “Promotores del Crecimiento Vegetal”, se consideran hoy día, importantes agentes de control biológico o agentes “bioprotectores” de la salud vegetal. Dichos microorganismos atacan a las especies patógenas mediante distintos mecanismos de acción tales como la competencia por los nutrientes o el espacio físico, la producción de antibióticos, la presencia de sideróforos o mediante la activación de mecanismos de resistencia en el vegetal, lo que se conoce como resistencia sistémica inducida. En el mes de febrero de 2013 se visitó al grupo de investigación, BIO-175 del Area deMicrobiología la Universidad de Almería, España, dirigido al ‘Desarrollo de Técnicas Microbiológicas para la mejora de Suelos de Interés Agrícola’ fundamentado en el compostaje, con fines agronómicos, de residuos vegetales de forma exclusiva o combinados con otros materiales de naturaleza orgánica. A lo largo de 20 años, el objetivo principal del grupo ha sido optimizar el proceso de compostaje para obtener un producto de calidad desde un punto de vista tanto agronómico como higiénicosanitario. Gracias a este proceso, este grupo ha podido aislar desde finales de los años 90, más de 5000 cepas microbianas que potencialmente podrían tener capacidad supresiva frente a los agentes fitopatógenos más problemáticos del sureste de la península ibérica. En este sentido, son muchas las evidencias que muestran un efecto supresivo del compost sobre el crecimiento de diversos hongos fitopatógenos de importancia tales como Fusarium spp., Phytophthora spp., Pythium spp. o Rhizoctonia solani, gracias a la presencia en este sustrato de agentes microbianos efectivos que ejercen control sobre la capacidad infectiva de los mismos. El objeto de dicha estancia fue estrechar vínculos científicos y ralizar un entrenamiento relacionado con la línea de investigación que el propio grupo BIO-175 describe como “Antagonismo y supresividad de microorganismos patógenos”. Dicha estancia se realizó bajo la coordinación del Dr. Joaquín Moreno Casco, Catedrático de Microbiología y Presidente de la Red Española de Compostaje. En el mes de estancia se desglosaron las siguientes actividades: 1- Entrenamiento en aquellos microorganismos fitopatógenos que de forma común afectan a los cultivos vegetales del sureste peninsular. 2- Puesta a punto de los diferentes programas metodológicos para el aislamiento y selección de agentes potencialmente antagonistas a partir de compost y otros sustratos similares. 3- Desarrollo de técnicas in vitro para caracterizar dichos agentes microbianos, desde el punto de vista de su capacidad supresora de enfermedades vegetales. 4- Establecer los índices y criterios necesarios para determinar la fortaleza de un agente microbiano como agente de control biológico. 5- Extrapolación de resultados in vitro a escala de campo, en invernaderos de investigación. Junto a estas actividades más concretas, se planteó además establecer futuros lazos de vinculación que se traduzcan en un proyecto académico y/o científico entre la Institución del isitante científico y la Institución implicada. En el mismo sentido se consideró la posibilidad de que miembros del grupo de la UNLP, realizaran estancias en la universidad receptora para el desarrollo de proyectos académicos o de investigación conjuntos en la temática aludida. En Argentina, el manejo sostenible de fitopatógenos, llevado a cabo con microorganismos antagonistas y bioproductos de origen natural, ha sido abordado por quien subscribe, de forma ininterrumpida, desde la realización de su tesis doctoral (1998) hasta la actualidad, constituyendo ésta su principal línea de investigación en el CIDEFI (Centro de Investigaciones de Fitopatología) y Cátedra de Fitopatología de la FCAyF-UNLP, así como de forma independiente como investigador del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Por último, la vinculación UAL-UNLP no sólo persigue la adquisición de nuevos conocimientos, sino también el desarrollo de nuevos valores y ofrecer así una perspectiva alternativa en lo que respecta a la actitud con la que la sociedad actual afronta su relación con el entorno en el que se desenvuelve, en la que se incluyan como valores de especial consideración el respeto, la mejora, la conservación del medio ambiente y el patrimonio natural.