BORRADOR ACTA  DEL SEMINARIO FORMACIÓN DE FORMADORES.

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II seminario Internacional Formación de formadores para el
Desarrollo Rural
13,14 y 15 de octubre 2011
Montevideo, Uruguay
Acta final del Seminario-taller: La formación de formadores para el desarrollo
rural: la visión de las organizaciones.
Sala Maggiolo, Paraninfo Universidad de la República
Necesidad de pensar el contexto:
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Se sostiene que puede detectarse en el medio rural un modelo agroindustrial,
relacionado con el agronegocio y otro vinculado a la producción familiar. Desde el
seminario no se ha discutido sobre el primer modelo, no se han realizado diagnósticos
sobre sus efectos, sus mecanismos, el tipo de formación que, incluso, desde ese modelo
se imparte. Se destaca que existe información producida recientemente que reúne los
principales aspectos de este modelo (proceso de concentración y extranjerización de la
tierra, impactos ecológicos ambientales sobre los recursos naturales, impactos sociales
en general y sobre el mundo del trabajo en particular).
·
Se parte de la idea central consensuada de que el Desarrollo Rural (DR) implica
aspectos que van más allá de lo económico. Supone que el individuo sea capaz de tomar
sus propias decisiones, de tener capacidad crítica, e implica también hablar de su
calidad de vida. La formación debe apuntar en esa dirección, tanto con los productores
familiares como con los asalariados. Los formadores, educadores y técnicos deben
aprender a trabajar con estos actores sociales y, en esa medida, es que esto se vuelve
también un proceso de formación para los propios formadores. Para eso es necesario, a
su vez, repensar los espacios de formación de los propios formadores. Se entiende que
los formadores muchas veces ven el mundo en forma fragmentada, por áreas de
conocimiento, por ello se hace necesario pensar procesos integrales, práxicos e
interdisciplinarios.
·
El colectivo del seminario entiende la necesidad de analizar el contexto actual de
desarrollo del sistema capitalista donde el agronegocio es el modelo productivo
dominante. Este modelo genera necesaria y crecientemente procesos de diferenciación
social que producen, como consecuencia de la tendencia a la concentración, una
creciente acumulación del capital, expresado entre otros, en las formas de propiedad y
uso de la tierra.
·
Se pone en evidencia que el modelo de desarrollo imperante genera procesos de
concentración de la tierra y del capital, producción extractivista y dependiente, que no
apunta a un desarrollo sustentable y de soberanía alimentaria, que constituye no solo un
problema nacional sino a escala planetaria, y que involucra el desarrollo de nuestros
países latinoamericanos.
·
Como primera conclusión se plantea que existen al menos dos modelos de
desarrollo en disputa que es necesario analizar y contextualizar, de forma de poder
construir contratendencias desde las prácticas que desarrollamos. Se plantea como
contradicción básica la disputa entre la “soberanía alimentaria” y la “dependencia”.
Estas reflexiones nos marcan la importancia de pensar la formación en función del
modelo de desarrollo que condiciona los fines de nuestras acciones y proyectos.
¿Con quienes pensar la formación?
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Es imprescidible trabajar en conjunto con los sujetos colectivos que están
buscando un modelo de desarrollo rural alternativo que priorice la vigencia plena de los
derechos humanos. Esta definición implica una coordinación regional con movimientos
y organizaciones de trabajadores rurales y productores familiares integrados por
ejemplo a Vía Campesina, CNFR.
·
Estas concepciones implicanestrechar y generar nuevas alianzas a nivel de
América Latina, que permitan experiencias asociativas y cooperativas más amplias.
Una formación para un paradigma alternativo
·
Debemos partir de una visión integral de los problemas y la construcción de
alternativas. No hablamos de un tema solo de producción, sino de abordar otras
problemáticas y áreas como la salud, la vivienda, la educación, la cultura, generando
espacios de participación efectiva.
·
Se entiende que no sólo debemos apuntar a generar cambios parciales, “medios
para vivir mejor,” sino a un proceso de cambios que apunten a una verdadera
transformación social con la vigencia plena de los derechos humanos. Debemos apuntar
a transformar las relaciones sociales de producción que hoy están basadas
exclusivamente en la competencia e intentar generar nuevas relaciones sociales que
estén asentadas en la solidaridad, la cooperacion y el asociativismo. Se debe propiciar la
generación de procesos colectivos que operen como alternativas efectivas ante los
procesos de diferenciación social que determinan las relaciones de competencia.
·
Es indispensable pensar en una dimensión ético- política en la formación, no
considerando el rol de los formadores como un papel cercano a la neutralidad. La
experiencia de los movimientos sociales campesinos latinoamericanos nos muestran
caminos relacionados con una educación comprometida con los objetivos de estos
sujetos colectivos del medio rural. El taller constata, con satisfacción, que algunos
estratos y modalidades de la educación formal oficial experimentan actualmente en este
ámbito un proceso de revisión conceptual, en procura de que docentes y técnicos tengan
una mayor familiaridad con la realidad del medio rural y dominen los aspectos teóricos,
prácticos y éticos del trabajo de promoción de la organización comunitaria para la
socialización del conocimiento, el ejercicio de los derechos humanos y ciudadanos y la
participación protagónica de la población en la necesaria transformación social.
·
Considerando los aspectos anteriores, la formación debe estar orientada a la
generación de soberanía e independencia de los actores del medio rural.
·
Partiendo de realidades complejas, dinámicas, “indisciplinadas” en el sentido de
sus aristas temáticas múltiples, es imprescindible una formación con abordaje
interdisciplinario.
·
Entendemos imprescindible introducir el concepto de praxis, para avanzar en la
formación de los formadores. Es clave la articulación teórico-práctica como mecanismo
y metodología que permita conocer para transformar críticamente la realidad
·
Se entiende fundamental que la formación esté orientada a la generación de
capacidad de producir conciencia crítica. Hablamos de una formación para la toma de
decisiones, generación de alternativas y participación en instancias de definición de
políticas públicas.
·
Proponemos la formación conjunta de técnicos, productores y trabajadores
asalariados en un proceso de praxis que implique un diálogo crítico de saberes.
Hablamos de un diálogo de saberes crítico, una verdadera “ecología de saberes” que
permita cuestionar el conocimiento. La idea clave es la creación de un nuevo
conocimiento que rescate, respete, y supere los saberes propios de los diferentes actores.
Algunos problemas a superar:
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Hemos puesto en evidencia que las propuestas educativas existentes, de una
manera general, no forman para trabajar colectivamente, y que éste es uno de los
mecanismos de generación de contratendencias que mitigan la diferenciación social y
que pueden ser el asiento de la gestación de la conciencia crítica a la que hacemos
referencia con anterioridad.
·
Las organizaciones han manifestado que muchas veces la Universidad forma
profesionales funcionales al agronegocio, formados para “aumentar la productividad por
hectárea”. Se evidencia la necesidad de transformar la formación de los profesionales
orientada no solamente a los planos técnicos, sino avanzando hacia una dimensión
técnico-política.
·
Se detecta una tendencia general de intervenciones institucionales que no
consideran la realidad particular de cada localidad, generando sobreintervención sin
considerar las experiencias e historia de cada zona. Muchas veces las instituciones
plantean un modelo de intervención propio en un mismo territorio sin articular la
intervención desde una óptica interinstitucional.
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Actualmente se ha avanzado en la creación de una nueva institucionalidad pero
en forma general, se ha avanzado pobremente en generar espacios de participación y
empoderamiento real de la población rural y particularmente de algunos actores con
escasa capacidad de organización y movilización.
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Se destaca la inexistencia de un plan de desarrollo nacional que articule y
combine políticas sectoriales y territoriales con políticas centrales.
¿Por dónde empezar?
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Los participantes del Seminario manifiestan la convicción de que es posible
transformar la realidad actual y reiteran su compromiso de aportar a esos procesos.
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Debemos avanzar en una política de alianzas con los sujetos que están hoy
construyendo otro modelo de desarrollo en contratendencia al modelo imperante.
Debemos construir estrategias comunes.
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Se debe potenciar las experiencias existentes y generar nuevas experiencias, así
como trabajos de investigación-enseñanza y extensión en agroecología y organizaciones
sociales. Es importante repensar los modelos técnicos y rediscutir y rediseñar los
sistemas de producción, alineándolos a la lógica de la reproducción social de las
familias rurales y no a la lógica exclusivamente económica.
·
Entendemos que es imperioso redimensionar el rol que tienen hoy en día los
agricultores familiares, pescadores y artesanos que implican un porcentaje muy
importante de la producción de alimentos del mundo. Partir de estas consideraciones
nos permite pensar su potencial transformador.
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La idea central es instrumentar cambios a largo plazo pero comenzando por
cambios hoy. Debemos avanzar en transformaciones posibles a nivel de las instituciones
e instituir nuevas prácticas, ocupando los espacios de acción que ellas habilitan. Para
esto, es necesario fortalecer la vinculación de las instituciones con los movimientos y
organizaciones sociales el medio rural.
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Hemos evidenciado que existen distintos contextos en los países participantes del
encuentro, experiencias desde las instituciones estatales y experiencias de
organizaciones y movimientos sociales que crean sus propias respuestas. Es importante
tener en cuenta estos procesos. Es importante tener en cuenta estos procesos para
aprender de ellos y potenciarlos.
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Debemos generar investigación de la realidad del medio rural, de los productores
familiares, asalariados rurales y población que habita en el medio rural que pueda ser
fundamento para las acciones a desarrollar
Rol de las instituciones:
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Las instituciones deben apuntar a la construcción de políticas con participación
activa de los sujetos colectivos.
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Deben potenciar los procesos de organización existentes en cada localidad,
fortalecer las articulaciones existentes, construyendo propuestas de “abajo hacia arriba”.
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Debemos avanzar en la articulación entre instituciones y organizaciones. Ya hay
avances en este sentido que deben ser profundizados.
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Los técnicos, profesionales, formadores y educadores deben pensar también en
cómo generar elementos instituyentes que dinamicen los espacios institucionales y, que
de instituirse, no pierdan su componente crítico.
Organizaciones sociales participantes del II Seminario Internacional de Formación
de Formadores
INTERNACIONALES
Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) - Es una organización
campesina, nacida en 1984 en el marco de la articulación de diferentes organizaciones
campesinas y de trabajadores rurales en su lucha por la reforma agraria durante la
dictadura brasilera, y cuyos tres principales objetivos son: la lucha por la tierra, la lucha
por la reforma agraria, y la lucha por una sociedad más justa y más fraterna. Integra en
su organización a más de 350.000 familias, en asentamientos y campamentos a lo largo
de 24 estados de las 5 regiones de Brasil.
Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) - Organización campesina,
nacida en 1990 en Santiago del Estero (Argentina). Su objetivo es: “(…) buscar
soluciones a problemas comunes, ser representantes de los campesinos ante las
autoridades, apoyar las peticiones de cada una de las organizaciones que lo integran
respetando su autonomía, promover la capacitación en cooperativismo y gremialismo, y
mejorar la calidad de vida de los pequeños productores” (Acta fundacional del
MOCASE, 4/08/90).
Movimiento Campesino Paraguayo (MCP) / fue invitado pero no pudo participar por
problemas de último momento - Es una organización campesina que surge en 1980, a
partir de las Ligas Agrarias Cristianas, que fueran cruelmente reprimida por la dictadura
militar en los años '70. Desde entonces se ha constituido en referencia de muchos
campesinos y campesinas que siguen resistiendo a los ataques de las políticas de
descampesinización emprendidas por los gobiernos de turno en componendas con el
proyecto neoliberal. Tiene como objetivos, el compromiso de implementar, organizar y
apoyar decisivamente las acciones justas de los/as trabajadores/as del campo y de la
ciudad, que apunten hacia la conquista de sus legítimos derechos y aspiraciones. Por eso
busca desarrollar acciones solidarias con el conjunto del movimiento popular para
ampliar los espacios democráticos conquistados velando siempre por la autonomía de la
organización y promover la alianza entre organizaciones campesinas, sindicales y
populares con vista a una auténtica Reforma Agraria y transformación social.
NACIONALES
Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) - Sindicato que nuclea a los
trabajadores cortadores de caña en la zona de Bella Unión (Artigas) y sus alrededores.
Nacido en 1961, a impulsos de la lucha por mejorar las condiciones de vida de los
trabajadores, es el sindicato de trabajadores rurales con mayor permanencia en nuestro
país. Es una referencia además, en sus reivindicaciones de la lucha por el acceso a la
tierra como forma de mejorar la calidad de vida del trabajador rural, y de acceder a una
sociedad más justa.
Sindicato Unico de Trabajadores del Arroz y Afines (SUTAA) - Es el sindicato que
nuclea a los trabajadores vinculados a la producción del arroz en sus diferentes fases,
cuyo objetivo es "mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de los arrozales,
desarrollando conciencia y haciendo respetar sus derechos." (Volante 2007). Se
organizan en grupos de base donde exista producción arrocera; inicialmente en los
departamentos de Cerro Largo, Treinta y Tres, Rocha, y Tacuarembó.
Unión Nacional de Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA) - sindicato de carácter
nacional, que tiene como objetivo la coordinación de los diferentes sindicatos de
trabajadores rurales del país. Es un nuevo intento histórico de los trabajadores rurales en
este sentido, que nace como tal en diciembre del 2004.
Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) - Organización fundada en 1915, por la
necesidad de aunar esfuerzos para mejorar la calidad de vida del medio rural. Se ha
planteado desde esa fecha, el desarrollo de la agremiación, el cooperativismo, la
colonización, las agroindustrias, y planes de producción como estrategia para el mismo.
En la actualidad nuclea a 98 entidades de primer grado -Sociedades de Fomento Rural,
Cooperativas Agrarias y otras formas organizativas de base- las que a su vez agrupan e
irradian su acción sobre unos 15.000 productores familiares de todo el Uruguay,
dedicados a los más diversos rubros agropecuarios. Combina la acción gremial con la
promocional, para el logro del fomento rural, o sea, la búsqueda del desarrollo social y
económico del medio rural, a través de la solidaridad, igualdad de posibilidades, justicia
distributiva, participación plena y dignificación del hombre y la mujer que trabajan en
nuestro campo.
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