Género y Comunicación - CEM, Centro de Estudios de la Mujer

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fundación centro de estudios de la mujer
SEMINARIO PROCESOS POLÍTICOS E IGUALDAD DE GÉNERO
23 y 24 de agosto de 2010 – 9:00 a 18:00 hrs.
Academia Chilena de Ciencias, (Almirante Montt 454, Metro Bellas Artes)
Medios masivos y transformaciones sociales: el dilema del
huevo o la gallina
Elisabet Gerber
versión preliminar
Género y comunicación: dimensiones de análisis
Al hablar de “género y comunicación”, la mayoría de trabajos apuntan a la
discriminación de género en los
medios masivos y, en este marco, más
específicamente a:
 imagen, sexismo en el tratamiento de la imagen (publicidad sexista)
 (de la mano del punto anterior) violencia de género en TV y otros massmedia
 análisis cuantitativo de la presencia de mujeres en los medios masivos (afinar)
Todo ello es valorable y resulta lógico que, desde quienes pretenden superar las
inequidades de género, que el ojo esté puesto en esos grandes focos, desde trabajos
que han apuntado a la sensibilización y denuncia. Sin embargo, género y
comunicación es mucho más que género y medios masivos, y desde luego, mucho más
que género y TV.
Analizar las comunicaciones desde la perspectiva de género significa considerar todos
los procesos comunicativos y tratarlos bajo la perspectiva de género. En este contexto
resulta oportuno remitirnos a conceptualizaciones de la comunicación que la
interpretan como proceso de construcción de sentido históricamente situado, que se
realiza a través de discursos verbales y no verbales, y atraviesa de manera
transversal las prácticas de las sociedades. Los seres humanos construimos sentido
sobre nuestras experiencias y el mundo en situaciones cara a cara, en formas de
interacción social directas y a través de los medios masivos, y de las nuevas
tecnologías. El nexo entre género y comunicación está dado en tanto “se entrelazan de
manera dialéctica en las construcciones de sentido y sus representaciones
contextualizadas en la red de interacciones sociales” (Moyá, Genera, pp 2)
Medios, realidad social y opinión pública
La tendencia a reducir “comunicación” a “medios masivos” es comprensible, no
obstante, es necesario volver una y otra vez a distinguir estos conceptos. Cuando
decimos “comprensible” nos referimos a la indudable relevancia que han cobrado los
medios masivos en nuestras sociedades. ¿Cómo se da cuenta de “la realidad” desde
los medios? ¿Cómo inciden en la construcción social de lo masculino y lo femenino?
Los medios son formadores de opinión en la sociedad, pero ellos son formados
también por la opinión pública. De ningún modo se puede establecer entre ellos una
relación ni lineal, ni unidireccional. La opinión pública es más que la suma de o.
individuales y/o de resultados de sondeos. Se constituye a través de diálogos de
ciudadanos con otros ciudadanos y consigo mismos, y los canales para esos diálogos
son diversos.
El público da sentido a los mensajes a través de la propia subjetividad, de su inserción
en una sociedad y en una cultura determinadas. El público procesa los discursos de los
medios desde diferentes niveles de percepción, reconocimiento y análisis, en forma
dialógica e integrando también, formas de imaginarios sociales (Martini, Halpern
1998). Los imaginarios sociales mantienen una relación dinámica con los discursos de
1
los medios. “la información estimula la imaginación social y los imaginarios estimulan
la información, y todos juntos, estos fenómenos se contaminan…” en una dinámica
sumamente activa.
Lo problemático en la relación género-comunicación
El género y la comunicación se entrelazan de manera dialéctica a través de las
construcciones de sentido y sus representaciones, éstas se contextualizan en la red de
interacciones sociales (Isabel Moyá, Genera 2). Desde ahí que todas las dimensiones
que involucren los procesos comunicacionales no podrían estar exentas de las
particulares relaciones de género que también atraviesan la sociedad. (En otras
palabras: no se trata meramente de xx mensaje discriminatorio o de xx periodistas
machistas. Se trata de construcciones mucho más complejas y de larga data, que
tienen que ver con modos de percibir e interpretar e interpelar el mundo y, a su vez,
con sentirse “parte de”, compartiendo códigos, valores, etc.).
Lo problemático de la relación aparece con mayor claridad si distinguimos un mero
análisis de género del abordaje desde una perspectiva feminista, en donde –desde
ámbitos de acción política- nos proponemos transformar relaciones de inequidad. (no
excluyendo que otros colectivos no-feministas también puedan proponerse objetivos
compartibles).
Particulamente en los medios masivos se observa con mayor claridad que la
representación de las mujeres sólo es la afirmación/confirmación de lo socializado y
no busca su interrogación/transformación (Rincón, 3).
La gran atención y preocupación puesta en los medios se explica, claro está, por su
indudable incidencia en los procesos de socialización de las persona. En la construcción
social de lo femenino y lo masculino, los medios refuerzan, validan ciertas conductas y
modos de relación (o los oprimen o reprueban por omisión). Es por ello que en la IV
Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing (1995) se consideró a los medios de
comunicación como una de las 12 áreas de especial interés en pos de la igualdad de
oportunidades entre varones y mujeres. Desde esta perspectiva, es lógico que los
focos de atención estén puestos en cuestiones relativas, sobre todo, a la imagen de las
mujeres en los medios, con énfasis en la publicidad y/o la noticia. En este contexto, se
ha dedicado especial atención a los estereotipos de género que manejan los medios
masivos, en especial, la TV..
Hablemos (otra vez!) de estereotipos
Al hablar de género y comunicación, la cuestión sobre el manejo de estereotipos
parece insoslayable. Los estereotipos resultan un recurso crucial de simplificación de
las construcciones de realidad para los medios masivos, sobre todo en TV porque se
presta a los tiempos televisivos. Joan Ferrés, catedrático español, señala “el
estereotipo pretende, ante todo, facilitar una interpretación cómoda y reconfortante
de una realidad que a menudo se presenta amenazadora, compleja, ambigua y
contradictoria. Tanto en los informativos como en la ficción el uso de estereotipos
ayuda a reducir la incertidumbre, potencia la sensación de que se controla la realidad,
2
de que ésta puede ser conocida, entendida, explicada, dominada. Cine y tv se
presentan como los grandes imperios de la simplificación y del estereotipo. Como
industrias del espectáculo, pretenden facilitar la tarea del espectador.” (Ferrés).
Resultan peligrosos u oprimentes en tanto resultan una suma de descripción
incompleta, simplificada que reúne diferentes actores sociales dentro de una misma
concepción de la realidad y de la vida; moldes rígidos que limitan las posibilidades de
reconocer diversidades, más aun, operan legitimando aquellos rasgos reconocidos y
negando o desvalorizando otros.
La “mujer moderna” complica las cosas
Aunque no es novedad para nadie que la televisión y la publicidad exacerban el
sexismo y celebra esta sociedad del “teta-culo” (Rincón 6) representar a las mujeres de
hoy no resulta fácil, aun segmentando públicos. La misma dificultad que tienen las
mujeres de convivir con su propia situación contradictoria, la tienen los creativos
publicitarios a la hora de construir la proyección mediática del imaginario femenino.
I.J. Martínez señala sobre la representación femenina en publicidad, que ésta tiene
lugar con una disgregación de la mujer como sujeto social: una fragmentación de
rasgos extremos, antitéticos, cuya coherencia resulta imposible. La reflexión es
aplicable a otros ámbitos de las comunicaciones.
En este sentido, resulta ilustrativo el sig. Mapa de situación de las contradicciones
discursivas en el imaginario publicitario (I.J. Martínez)
Esfera
pública
laboral
a
r
e
f
s
E
AMA DE CASA /TRABAJADORA
OBJETO/SUJETO
JOVEN /MADURA
VÍCTIMA/HEROÍNA
EGOÍSTA/GENEROSA
DOMINANTE/DOMINADA
INDEPENDIENTE/FAMILIAR
AMANTE/MADRE
CALCULADORA/TIERNA
ÁNGEL/DEMONIO
LASCIVA/RECATADA
FRÍA/SENSIBLE
Esfera íntima
SUMISA/INSUMISA
ALOCADA/RESPONSABLE
Esfera privada
RACIONAL/EMOCIONAL
Esfera económica
Que una campaña de NIKE se base en mensajes como:
3
“No quiero el culo de otra, quiero el mío”
…da cuenta de que algunos empresarios/publicistas empiezan a tomar notas de
transformaciones y nuevas demandas sociales (también como consumidoras).
Si por ahora, prevalecen aquellos estereotipos tradicionales, sexistas y discriminatorios
puede deberse a que los cambios en esta materia son demasiado recientes como para
absorberlos y adaptarlos a los formatos pertinentes en la lógica massmediática. En
este sentido, los medios más bien “atrasan” respecto de las múltiples facetas de las
mujeres en el poder que circulan en nuestras sociedades y, lamentablemente, operan
como una especie de anclajes hacia configuraciones sociales pretéritas (Gerber, 2009).
(COMENTARISTAS: si da el tiempo, tocaré el tema Género y Campañas políticas
muy sintéticamente, tal vez a modo de ejemplo de manejo de estereotipos. Dado el
tema del seminario, creo que es pertinente aludir a las mujeres en la política y la
cobertura de los medios).
Desde la acción política ¿cómo romper el círculo vicioso?
Existe una enorme cantidad de iniciativas para denunciar contenidos sexistas o
discriminatorios en los medios: observatorios de publicidad, premios y antipremios,
etc. Quisiera, especialmente, destacar el trabajo de periodistas que creen y militan en
el periodismo de género, y desde su trabajo nos recuerdan que “las palabras tienen
sexo y el periodismo tiene género” (Artemisa, 2010). El movimiento de mujeres en los
medios sigue tercamente llamando la atención sobre por qué esta sociedad no quiere
entender que “el sujeto mujer está en permanente producción” (Rincón/Artemisa pp
2).
No obstante la inmensa variedad de propuestas en este campo, creo importante hacer
un esfuerzo en pos de realizar un análisis lo más abarcativo posible sobre las
dimensiones clave de las comunicaciones. Se trata básicamente de una cuestión de
eficacia/eficiencia de las acciones que emprendamos. En este sentido es posible /y
necesario operar sobre distintos niveles, como por ejemplo:
1. contenidos (publicidad, cobertura noticiosa. En general es aquí donde se
concentran las acciones de ONGs especializadas, mov. de mujeres, etc.)
2. legislación, regulaciones (¿qué regulaciones, legislación, nacional o
internacional pueden sustentar nuestros planteos?)
3. sobre y desde la ciudadanía/ opinión pública (ideal: una ciudadanía que rechace
ciertos contenidos y haga innecesarios los puntos anteriores)
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Con el objeto de aportar a un abordaje integral de la relación entre género y
comunicación, el cuadro siguiente identifica categorías de análisis de las
comunicaciones que resultan claves para un análisis de género
Cuadro 1
Categorías de análisis de procesos comunicacionales
(elaboración propia)
1.
acceso a los medios de producción (propiedad y/o instancias de decisión)
2.
acceso a la información (ambos suponen acceso a recursos diversos)
3.
Procesos de producción de productos comunicativos
3.1. rutinas y prácticas de producción de noticias (todas las fases del proceso
de creación de información)
3.2. rutinas de producción de otros productos comunicativos
4.
producción de contenidos
4.1. selección de temas
4.2. identificación de referentes/fuentes
4.3. construcción del discurso comunicativo
(en general, desde el feminismo/mov. y org. mujeres/ nos situamos aquí)
Un enfoque de género en el análisis de las comunicaciones supondría, entonces, de
aplicar la perspectiva de género a cada una de las categorías propuestas:
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Categorías de análisis de procesos comunicacionales (elaboración
propia)
1.
acceso a los medios de producción (propiedad y/o
instancias de decisión)
2.
acceso a la información (ambos supo nen acceso a recursos
diversos)
3.
4.
Procesos de producción de productos comunicativos
3.1. rutinas y prácticas de producción de noticias (todas las
fases del proceso
de creación de información)
3.2. rutinas de producción de otros productos
comunicativos
* Comentaristas: soy conciente de que esta diagramación es
espantosa, será mejorada
Perspectiva de
Género
producción de contenidos
4.1. selección de temas
4.2. identificación de referentes/fuentes
4.3. construcción del discurso comunicativo
(en general, desde el feminismo/mov. mujeres/ nos
situamos aquí)
6
TODAS las categorías o dimensiones comunicacionales estarán atravesadas por
determinadas relaciones/construcciones en torno al género, esto se traduce en
cuestiones concretas. Sólo por mencionar algunos ejemplos:
 Acceso a la propiedad y/o a instancias de decisión, niveles
directivos/gerenciales (se reproduce la brecha hombres/mujeres propia de
tantas áreas comerciales o industriales)
 Acceso a la información (pensemos en la brecha digital de género)
 Selección y tratamiento de contenidos (visibilidad o invisibilidad de los temas
propios de las políticas de género pero, sobre todo, falta de perspectiva de
género en el tratamiento de cualquier tema)
Volviendo a los medios: entre utopía y realidad
Alguna definición optimista señala que los medios masivos son “agentes de
socialización y motores de cambio social para la construcción de sociedades más
equitativas”. Sin embargo, cuando un empresario compra un medio, no compra un
“motor de cambio social”, ni lo hace con el fin de “construir sociedades más
equitativas”. Compra una empresa cuyo objetivo es el lucro, es decir, ser un buen
negocio.
Frente a esta realidad, irrita la insistencia en meras declaraciones de principios como:
“Se requieren políticas públicas que asuman la responsabilidad de los medios como
instituciones de socialización”; o
“se debe vincular el enfoque de género con la ética periodística y las rutinas
productivas”. (Me refiero a que, por buenas intenciones que existan, considero cada
vez menos aceptable utilizar espacios como éste -seminario, publicaciones- para hacer
idílicas declaraciones sobre el “deber ser” sin intentar, al menos, vías para el cómo
lograrlo).
Desde una perspectiva de género, los medios son más bien espejo que refleja
sociedad-masa y no el reconocimiento que quisiéramos. Es “la banalización de lo
femenino, no su complejización” (Rincón, 4-1). Lo que caracteriza el tratamiento de
noticias y diversos productos massmediáticos es, cada vez más, su oferta y circulación
como cualquier mercancía y, en relación directa, su espectacularización. Si la prioridad
es posicionarse en el mercado, toda otra función queda subordinada
al
entretenimiento/lo que más venda.
La cuestión parece, entonces, frente a esa dicotomía aparentemente insalvable entre
lucro y ética, buscar los resquicios por donde incorporar la perspectiva de género en
(la producción de) los medios masivos.
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Una posibilidad poco explorada sugiere considerar que también a las empresas les
competen cuotas de responsabilidad social. Los medios masivos de comunicación,
además, son empresas vinculadas a las industrias culturales (a la producción de
sentido y al fortalecimiento –o no- de ciertos valores sociales). Como tales, les
competen particulares niveles de responsabilidad social. En este contexto, creo
imprescindible que comencemos a profundizar en cuestiones que suelen resultarnos
ajenas, como los temas vinculados a propiedad y concentración de los medios, así
como regulación de contenidos y sus posibles tensiones con la libertad de expresión,
entre otros.
Finalizando:
algunas tendencias que marcan el debate género-comunicación
Para finalizar, quisiera tomar algunos argumentos que se reiteran cuando se trata de
desarrollar la relación entre género y comunicación. A cada argumento, le sigue un
comentario que toma en consideración todo lo expuesto.
1. Señalar a los medios como los culpables de las discriminaciones e
inequidades (retrotrae a primeros estudios de comunicación. Manipulación
mental de los medios)
Por la relación dialéctica ente sociedad y medios, aun con accidentes, atrasos y
contradicciones, los medios recogen, incorporan (impulsan y traban también) las
transformaciones sociales. Desde una perspectiva de acción política transformadora de
las inequidades de género, no tiene sentido demonizarlos ni lo contrario, sino tal vez
une estado de alerta para advertir sobre estos posibles efectos.
2. Situarnos –las mujeres- sólo como víctimas, o como únicas víctimas, de
discriminación/violencia mediática
Las y los jóvenes, niños y niñas, ancianos y ancianas, migrantes, minorías sexuales… y,
por supuesto, los hombres, también son objeto de discriminación y “maltrato” por
parte de los medios = alianzas de las org. de mujeres o feministas con otr@s actores
sociales.
3. Reducir las “comunicaciones” a los medios masivos, y éstos a la
TV
Concentrar acciones en la TV es lógico y necesario, por su tremenda influencia
en nuestras sociedades. Pero olvidar “el resto”, limitará el impacto de la acción
política.
4. En la vereda opuesta, enamorarnos perdidamente (como siempre, el
problema es “perdidamente”) de las nuevas tecnologías, confundir futuro y
presente y por ende, desertar de los medios tradicionales
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Las TICs son una herramienta maravillosa, pero…tu blog no es el universo. (No se
cumplen, parece, las utopías de Mc Luhan sobre la “aldea global” igualadora desde
los medios masivos –o de los cibernéticos, que anularía los conflictos en el mundo).
La brecha digital NO está tendiendo a reducirse. No hay que desertar del debate
sobre los medios masivos con la excusa del “mundo que se viene”.
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