Bogotá D.C, Enero 23 de 2012 Señor FIDEL CANO Director Periódico El Espectador Ciudad Señor Director Me refiero al contenido de la nota de primera plana acerca de los salarios de los profesionales de la salud, donde con gran despliegue se informa que los ingresos de un médico especialista pueden alcanzar los $19.000.000, siendo esto así, me pregunto ¿hasta dónde esta noticia amerita ser publicada en primera pagina?, ¿Será que es trata de un exabrupto que un profesional logre esos ingresos?, ¿ Será que lo es que un profesional que en su formación ha tenido que invertir más que cualquier otro profesional en tiempo y dinero logre una remuneración económica decente? Señor Director, considero un verdadero error caer en el populismo de, si alguien tiene ingresos altos, ponerlo en la picota pública en lugar de presentar la realidad de los miles de profesionales de la salud cuyos ingresos son realmente irrisorios, no tienen estabilidad laboral, ni acceso a la seguridad social, ni posibilidades de educación continuada, y que en justicia deben tener mejores sus ingresos. Además, nuevamente se incurre en el error de juntar a quienes laboran dentro del sistema de seguridad y los que laboran en el sector privado y de aseguramiento privado; ¿Por qué no se publican los salarios y prebendas de los directores de clínicas y hospitales?, Por qué no es noticia de primera plana el altísimo valor de sus bonificaciones por los resultados de mercadeo de servicios de salud?, ¿Cuánto gana el director de la Fundación Santa Fe de Bogotá?, ¿Cuanto el director de la Fundación Valle de Lilly, de la clínica Soma , del Hospital San Vicente de Paul,…? Los médicos y profesionales de la salud hemos sido los mayores damnificados del sistema actual y de sus modificaciones, pues tanto la tan mentada Ley 100 de 1993 como sus modificatorias 1122 de 2007 y 1438 de 2011 jamás se han preocupado de la estabilidad y remuneración del talento humano y con tristeza vemos como desde el gobierno hay poca preocupación en este sentido. Al principio de este gobierno, se nos reunió y escuchó a todos los actores del sistema, pero ahora se ha decidido interactuar solo con un reducido grupo de médicos, haciendo que el resto de los profesionales médicos y no médicos, que han sido excluidos de este proceso, no apoyen estas nuevas reformas; se ha medicalizado el problema de la salud. Tenemos que ser realistas, si no participamos todos los actores y fijamos las reglas, bajo la rectoría del gobierno, seguiremos igual. La perdida de la autonomía de los profesionales, el error tan grande por parte del gobierno y de los aseguradores, de no utilizar a la mano de obra calificada de los médicos generales, quienes no pueden realizar su trabajo en condiciones adecuadas, pues el sistema les constriñe la posibilidad de atender su “usuario” creando una verdadera relación medico paciente, impidiéndole emplear el tiempo adecuado para examinar, limitándole la cantidad de exámenes, procedimientos y tratamientos que requiera el paciente; pudiendo realmente ser la parte más importante del sistema, fortaleciendo la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, que son las únicas maneras de adecuar nuestros índices de salud y enfermedad, y de verdad empezar a tener un sistema de salud y no de enfermedad como el actual. Nunca antes en la historia el respeto para con los médicos y su trabajo había sido tan cuestionado y tan falto de reconocimiento tanto personal como profesional. Nadie está entendiendo la problemática en la que actualmente laboran los médicos y profesionales de la salud, no se reconoce la responsabilidad tan grande que se tiene con los pacientes, y la comunidad, los riesgos de agresiones, de infecciones y por qué no, de demandas, desconociendo la existencia de tantos agentes externos sobre los cuales el profesional no tiene injerencia, pero que afectan el ejercicio, un ejercicio que debería ser considerado como profesión de alto riesgo ante la ley laboral. Pero si, tiene razón, que es una noticia extraordinaria y fuera de lo común que un profesional de la salud hoy en día logre esos ingresos. Cordialmente ROBERTO BAQUERO HAEBERLIN Presidente Colegio Medico Colombiano