COLEGIO JOSE FELIX RESTREPO J.M. AREA DE CIENCIAS SOCIALES GRADO 9º.

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COLEGIO JOSE FELIX RESTREPO J.M.
AREA DE CIENCIAS SOCIALES GRADO 9º.
UNIDAD NO. 1:LA ERA DE LAS GRANDES REVOLUCIONES DEL SIGLO XVIII
Indicadores de Logros:
1-Identifica, la influencia que produjeron las revoluciones burguesas en el siglo XIX
en las diferentes estructuras.
2-Analiza textos de lectura, noticias y los relaciona con el pasado-presente.
La Ilustración
El movimiento ideológico que dio al siglo XVIII el nombre de “siglo de las luces”
o “siglo filosófico”, es conocido como Ilustración o Nuevas Ideas. Tiene sus
antecedentes en el cambio de ideas que arranca al finalizar la Edad Media, con el
Humanismo renacentista y la Reforma Protestante y se continúan con la revolución
científica del siglo XVII. El centro de difusión de la Ilustración está en Europa
Occidental, especialmente en Francia, seguida de Inglaterra, Alemania y Holanda. Pero
tuvo una rápida expansión, pasando por encima de los límites nacionales y de las
prohibiciones que sobre su difusión intentaron hacer algunos gobiernos. A través de
libros, folletos y periódicos se conoció por toda Europa y llegó a América.
Fue la base ideológica de las Revoluciones Liberales de fines del siglo XVIII y
comienzos del XIX (Revolución de las colonias inglesas en América del Norte,
Revolución Francesa, Revolución de las colonias españolas de América) y su influencia
se prolongó hacia los siglos XIX y XX a través del liberalismo.
CARACTERÍSTICAS DE LA ILUSTRACIÓN
Las características principales de la Ilustración son:
1) La negación de la autoridad y de la tradición como fuente de
conocimiento. Se rechazan los prejuicios y las afirmaciones basadas solamente en la
autoridad de quien las dice. Esto implicaba desconocer a la religión como fuente para
obtener un conocimiento verdadero. Las opiniones del Papa o de los obispos o de los
sacerdotes no tienen porque ser verdaderas, por lo tanto la Iglesia puede equivocarse.
Los pensadores de la Ilustración están en contra de la superstición, los milagros, la
intolerancia y la educación religiosa. Este pensamiento crítico hacia la autoridad
religiosa desarrolló el deísmo: se mantenía la creencia en un dios creador del universo
pero se rechazaba la iglesia, los dogmas y rituales de las religiones.
También se desarrolló, pero en muy pocos casos, el ateísmo, es decir el rechazo a la
idea de un dios creador y ordenador del mundo.
2) Desarrollo del espíritu crítico; siguiendo el pensamiento renacentista de
Descartes, se pone en duda todo conocimiento y nada se da por cierto si no es
demostrable. Consideran que la crítica y la duda permiten avanzar en el conocimiento
que el hombre tiene del mundo que le rodea. La posibilidad de expresar dudas y
criticar iba acompañada por la lucha por el derecho de expresarse libremente, algo
difícil en las monarquías absolutas. A veces los autores disfrazaban sus críticas,
sobretodo si eran criticas al régimen de gobierno o a las costumbres, mediante el
relato de viajes imaginarios a lugares utópicos (por ejemplo “Los viajes de Gulliver” de
Johnattan Swit o “Cándido” de Voltaire)
3) La razón es la guía superior del conocimiento; se rechaza la existencia de ideas
innatas. Mediante el razonamiento el hombre puede descubrir las leyes que rigen el
universo. Los pensadores del siglo XVIII, desarrollando las ideas de la Revolución
Científica del siglo XVII, creen que el universo es como una máquina compuesta de
piezas o partes que se ajustan entre ellas y funcionan de acuerdo a ciertas reglas (las
leyes naturales). La tarea del investigador, del científico, es la de descubrir esas
reglas mediante un método de investigación basado en la observación y la deducción. El
pensador David Hume sostenía: “ Echad una mirada en torno al mundo; contemplad el
todo y cada una de las partes; veréis que no es otra cosa sino una gran máquina,
subdividida en un infinito número de máquinas más pequeñas que a su vez admiten
subdivisiones hasta un grado que va más allá de los sentidos del hombre. Todas estas
máquinas y hasta sus partes más pequeñas se ajustan entre sí con una precisión que
asombra”.
La Ilustración impulsó la investigación científica
4) Confianza en la ciencia y en el progreso. Los intelectuales del siglo XVIII
observaron como se producían nuevos descubrimientos, se inventaban maquinas y se
aumentaba la cantidad de conocimientos que el hombre tenía. Esto provocó un gran
optimismo sobre las posibilidades que el hombre tenía de seguir avanzando en el
conocimiento. Pero para ellos este conocimiento tenía que estar basado en reglas
precisas y exactas (de la misma manera que el universo se regía por leyes naturales
precisas). Esas reglas que había que seguir para obtener un conocimiento verdadero
constituían un método científico. Como consecuencia tenemos que: a) sólo mediante el
acatamiento a estas reglas se podía llegar a la verdad científica; b) existía una
“verdad” fuera del hombre que este podía conocer si aplicaba bien un método de
investigación.
5) Búsqueda de la felicidad; en el siglo XVIII existía la firme creencia de que el
hombre tiene una tendencia natural a buscar la felicidad y la sociedad y el gobierno
deben hacer todo lo posible para que así sea. Creían en un “derecho a la felicidad”. La
felicidad se identifica con el placer y especialmente con el goce de lo material. La
búsqueda del placer individual no es malo, por el contrario se considera positivo porque
el deseo de algo que da placer mueve al hombre a conseguirlo y lo impulsa a trabajar,
producir o investigar para conseguir satisfacer ese deseo y obtener placer. El filósofo
inglés John Locke afirmaba: “ La inquietud que un hombre siente por la ausencia de
una cosa que le daría placer es lo que llamamos deseo y la inquietud es el principal, por
no decir el único, aguijón que excita a la creación y a la actividad de los hombres”
La difusión de las ideas de la Ilustración.
Los salones de la aristocracia, los cafés (una novedad del siglo), las sociedades de
lectura, las academias científicas y las publicaciones, ya sea de libros o de periódicos,
fueron los instrumentos a través de los cuales se difundieron las ideas de la
Ilustración.
Las gentes dedicadas a las letras tomaron la costumbre de reunirse para hablar. La
costumbre de tomar café acababa de introducirse en Europa y en Francia desde los
primeros años del reinado de Luis XV hubo lugares públicos llamados cafés en la
ciudad de París. Allí los intelectuales se reunían a charlar y debatir rodeados de la
concurrencia; cuando pronunciaban alguna frase que era ingeniosa era recogida por los
presentes y difundida por toda la ciudad.
También se hizo costumbre que algunos personajes importantes, generalmente nobles,
recibieran a escritores y científicos en su casa, se servía una comida y luego se
charlaba durante horas. Los escritores leían sus obras, se discutía sobre literatura,
teatro, filosofía y hasta política. Las dueñas de casa se disputaban el honor de tener
como invitados a los intelectuales más celebres del momento.
En los "salones" de algunos nobles se difundieron las Nuevas Ideas
En cuanto a las publicaciones, las nuevas ideas no fueron tan fáciles de difundir
públicamente debido a la censura. Algunas críticas se empezaron a deslizar a través
de novelas, relatos de viajes imaginarios, obras de teatro, etc. A veces se publicaban
en folletines fáciles de ocultar, sin nombre del autor o con un nombre falso. El estado
y la iglesia condenaban y quemaban las obras que consideraban “inconvenientes” y sus
autores eran perseguidos y encarcelados.
Una de las publicaciones más importantes del siglo XVIII fue la Enciclopedia cuyo
verdadero nombre era “Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios”.
Se trataba de una publicación periódica que abarcó 28 volúmenes entre los años 1751
y 1772. La obra fue dirigida por Diderot y D’Alembert y en ella escribían diversidad
de autores (entre otros Voltaire, Rousseau, Condorcet, Turgot) sobre variados temas
como lo indica el nombre. Los artículos respondían a distintas corrientes de
pensamiento y reflejaban tanto las nuevas ideas como la antigua forma de pensar,
evidenciando la tolerancia con que se realizaba la obra.
La Enciclopedia fue el vehículo de expresión ideológica de una fracción importante de
la burguesía francesa, la misma que después impulsó la revolución contra el Antiguo
Régimen. La obra fue censurada y prohibida durante algún tiempo dentro de Francia.
La Iglesia la condenó y la ubicó en su Index de obras prohibidas, mientras que los
países más conservadores impidieron su ingreso.
Los autores del siglo XVIII consideraban que la educación era una herramienta
importante para la difusión de la nueva forma de pensar y exigían que se incorporara a
la enseñanza los descubrimientos de las ciencias así como el uso de la observación y la
experimentación. Criticaban la forma de enseñanza tradicional puramente libresca.
Otra forma de difusión de las Nuevas Ideas fue a través de sociedades secretas
como la masonería. Muchos de los defensores y difusores de la Ilustración
pertenecían a logias masónicas que tenían como uno de sus objetivos desarrollar todas
las actividades que mejoraran la condición humana.
LAS NUEVAS IDEAS POLÍTICAS
Los principales aportes de los pensadores de la Ilustración a las ideas políticas fueron
sus críticas al absolutismo, la afirmación de que los hombres tienen derechos
naturales que nadie les puede quitar (iusnaturalismo), la idea de que el gobierno surge
de un acuerdo o contrato entre los hombres y que por lo tanto los gobiernos deben
buscar la felicidad de esos hombres (contractualismo), la aceptación de la tolerancia y
la libertad de expresión.
Todas estas ideas que hoy en día parecen comunes y aceptadas, eran una novedad para
el siglo XVIII. En ese momento la población estaba acostumbrada a obedecer a un
monarca y nadie tenía derecho a ofrecerle resistencia. El rey mandaba, elegía
funcionarios y dictaba leyes sin importar la opinión de los habitantes del país. No
existían ciudadanos sino súbditos. Los súbditos podían ser detenidos y conservados en
prisión indefinidamente.
A la iglesia también había que obedecerla sin oposición. El clero decidía lo que los
fieles debían creer y las costumbres que debían regir sus vidas. El que se abstenía de
seguir la religión era perseguido. La iglesia tenía el apoyo del estado que usaba la
fuerza para hacer cumplir lo que aquella ordenaba. Obligaba a asistir a los ritos, a
comulgar, etc. El estado y la iglesia tenían una autoridad absoluta y se apoyaban
mutuamente: el gobierno obligaba a los súbditos a obedecer los mandatos religiosos y
perseguía a los herejes; la iglesia enseñaba a sus seguidores que debían obedecer al
gobierno como representante de Dios. No obedecer a la iglesia era delito y no
obedecer al rey era pecado.
En Inglaterra fue donde se produjo un cambio en esta situación. En aquel país la
iglesia se había dividido en varios grupos que luchaban entre sí para imponerse y el
apoyo de los gobiernos a una u otra fue cambiando según quien gobernara. A mediados
del siglo XVII se había ejecutado a un rey (Carlos I) y se había establecido una
república (revolución de 1648). Luego cuando se volvió a la monarquía otro rey fue
destronado por una revolución y el nuevo rey había sido limitado en sus funciones
(revolución de 1688). En Inglaterra, y en algunas de sus colonias en América del
Norte, se empezó a decir que el poder no pertenece al rey sino al pueblo y que el
poder del gobierno no viene de Dios sino de los hombres que han hecho un acuerdo o
contrato para crear el gobierno. También se empezó a decir que cada persona puede
elegir la religión según su conciencia y que el estado no tiene que ocuparse de asuntos
religiosos.
Locke defendió el "derecho a la rebelión" contra los gobiernos tiránicos
John Locke
John Locke fue uno de los que se encargó de difundir algunas de estas ideas basadas en los
hechos que se habían dado en la sociedad inglesa. En 1689 publicó “Tratado sobre el gobierno”
donde expresaba: “El estado se basa en el consentimiento voluntario de los hombres que dan a
los gobernantes el poder necesario para proteger sus vidas, su libertad, sus intereses y sus
propiedades”. Para Locke los hombres habían vivido primitivamente en total libertad, sin reglas
ni limites. Luego se reunieron para vivir en sociedad; al hacerlo se pusieron de acuerdo en que
mantendrían sus derechos como la libertad y la propiedad. Para que cada hombre respetara el
derecho de los demás y, por lo tanto, limitara su propio derecho, crearon el gobierno. Este fue
creado entonces para garantizar los derechos de los hombres, si los viola pierde su razón de
ser y el contrato entre el gobierno y los hombres se rompe, teniendo estos el derecho de
rebelarse. El estado, por tanto, no tiene poder absoluto, su poder está limitado por los
derechos de los ciudadanos. Locke no reclama que el gobierno este en manos de todo el pueblo;
acepta la existencia de un monarca hereditario pero con su autoridad limitada a través de una
asamblea o parlamento.
En 1690 Locke publicó otra obra: “Cartas sobre la tolerancia” en la que sostiene que la iglesia
es una sociedad voluntaria de hombres que se reúnen para hacer un culto en común, por lo
tanto una iglesia es una asociación privada que no puede imponerse a otros. Por tanto el
gobierno no debe imponer ninguna religión, sino tolerarlas a todas, aunque puede tener una
religión oficial, como el anglicanismo en Inglaterra.
Estas ideas se difundieron fuera de Inglaterra y llegaron a Francia donde algunos escritores
las tomaron y comenzaron a criticar la situación política de este país. Para ellos los ocurrido en
Inglaterra era un modelo a imitar. Entre los autores más destacados de este período se
encuentran: el Barón de Montesquieu, Voltaire y Juan Jacobo Rousseau.
Montesquieu proponía la división de poderes
EL BARÓN DE MONTESQUIEU (1689-1755)
Para este noble francés los cambios en la sociedad no son obra del azar, sino de causas
perfectamente determinadas. Afirma que toda situación social lleva en sí, el germen de la
situación siguiente. En su libro “El espíritu de las leyes” expresa que existe una causalidad
social que está dada por las leyes que rigen todo lo existente. Las leyes creadas por los
hombres deben ser armónicas con las leyes naturales que rigen la sociedad. Sin embargo no
cree que exista un total determinismo y considera que las leyes humanas deben variar de un
país a otro y adecuarse a las condiciones físicas, a las costumbres, religión, etc. En definitiva
es el hombre el que debe legislar usando su razón para lograr las mejores normas.
Según Montesquieu hay tres tipos de gobierno:
a) el gobierno republicano que es aquel en el que todo el pueblo o una parte de él tiene
el poder. Puede ser una república democrática si todos tienen el poder y para Montesquieu sólo
puede darse en ciudades pequeñas donde todos los vecinos pueden reunirse en la plaza para
decidir que hacer. O puede ser una república aristocrática cuando sólo algunos gobiernan.
b) el gobierno monárquico donde gobierna uno sólo pero de acuerdo a leyes
fundamentales que debe respetar.
c) el gobierno despótico, donde uno sólo gobierna pero de acuerdo a su capricho, sin
leyes ni reglas, y donde el que gobierna es obedecido por el temor que infunde.
Para Montesquieu la mejor forma de gobierno, para su época, es la monárquica. Toma
como modelo al gobierno inglés y sostiene que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial
deben estar separados y en equilibrio.
VOLTAIRE (1694-1778)
No fue un teórico y su obra es contradictoria; fue reconocido y admirado por sus
contemporáneos y fue consejero de importantes personajes como la reina Catalina de Rusia y
Federico II de Prusia.
Voltaire criticó con humor a la sociedad
Voltaire (cuyo verdadero nombre era François Marie Arouet) pertenecía a una rica familia y
había recibido desde niño una esmerada educación. Muy joven fue encarcelado por pelear con
un noble. Viajó a Inglaterra y a su regresó publicó “Las cartas filosóficas” en las que
expresaba su admiración por el sistema de gobierno de aquel país. La autoridad francesa
condenó el libro y ordenó quemarlo así como arrestar a su autor.
Pero a pesar de esa admiración temprana por la monarquía limitada creía que una monarquía
absoluta podía ser un buen gobierno sí los reyes escuchaban los consejos de los filósofos. Fue
un precursor del despotismo ilustrado ya que consideraba que mediante la administración se
podían corregir los males de la sociedad. Propone mantener el gobierno tal cual era haciendo
algunas reformas como prohibición de detenciones arbitrarias, supresión de la tortura y de la
pena de muerte, libertad de pensamiento, supresión de las aduanas interiores para permitir el
libre comercio dentro de los países, mejorar el cobro de impuestos.
Fue un severo crítico de las costumbres de su época y especialmente de la Iglesia. Anticlerical
y deísta, consideraba que la Iglesia era el sustento de la superstición y el fanatismo. Alababa
la libertad religiosa que había en Inglaterra, donde decía “...el hombre libre va al cielo por el
camino que le conviene”. Era partidario de una religión natural, es decir de la creencia en dios o
la providencia y en la inmortalidad del alma, pero sin ritos, ni dogmas, ni sacerdotes.
No creía en la igualdad social y consideraba beneficioso la jerarquización de la sociedad en
clases sociales. Consideraba conveniente no desarrollar la educación de las clases bajas. En un
carta a un amigo decía: “...Me parece esencial que existan mendigos ignorantes, no es al peón a
quien hay que instruir, sino al buen burgués, al habitante de las ciudades. Cuando el populacho
se mete a razonar, todo está perdido...”. Nadie mejor que Voltaire expresa los deseos de la
alta burguesía de su época.
JUAN JACOBO ROUSSEAU (1712-1778)
Rousseau desconfiaba de los gobiernos
La vida y las ideas de Rousseau se diferencian claramente de otros de los filósofos de la
Ilustración. De origen humilde y autodidacta en su educación, pudo encumbrarse en la fama
gracias a su genio literario pero despreció la riqueza y la fama. Es el más radical de los
pensadores del siglo XVIII y no comparte la fe en el progreso de la civilización que
caracterizó a la Ilustración. Su principal obra fue “El contracto social” libro en el que expone
sus ideas políticas.
Para Rousseau el hombre nace libre en un estado de naturaleza, donde vive como un salvaje,
pero es un salvaje feliz. Vive con independencia respeto a los demás hombres. Pero la
necesidad de conservación obliga a los hombres a abandonar su independencia y libertad
absoluta para unirse y vivir en sociedad. Se produce entonces el contrato social, o sea los
hombres renuncian a su libertad total y obtienen una libertad convencional que se rige por las
leyes. Los hombres viviendo en sociedad forman el soberano que es el que tiene que hacer esas
leyes.
Rousseau define a la soberanía como la voluntad general dirigida a obtener el bien común. Esa
voluntad general se expresa a través de las normas creadas para permitir una mejor
convivencia entre los hombres. Por lo tanto el soberano es el conjunto del pueblo y no el
gobierno. La soberanía, o sea la voluntad general, la voluntad del pueblo, no se puede enajenar,
ni se puede delegar en otros, por lo tanto no cree que el gobierno representativo sea
adecuado: nadie puede representar al pueblo. La soberanía es indivisible, porque el interés del
pueblo es uno sólo, por lo tanto Rousseau no está de acuerdo con la división de poderes. El
poder ejecutivo lo que hace es aplicar la ley pero la ley sólo puede hacerla el soberano.
Para Rousseau el rey y el parlamento al estilo inglés no representan al soberano. Los
gobernantes son sólo “comisarios” del pueblo, o sea hacen una comisión en nombre de aquel.
“Cuando un pueblo se da representantes deja de ser libre” sostiene. A diferencia del inglés
Locke, considera que el gobierno no surge del contrato social ni es parte de él. El pueblo debe
gobernarse a si mismo. El gobierno debe ejercerse directamente por los hombres, como se
hacía en la antigüedad. Rousseau ve con nostalgia las comunidades rurales pequeñas donde los
hombres se reunían bajo un árbol a decidir su organización.
Pero para eso se necesitan estados pequeños que no sean más grandes que una aldea y hombres
que no sean ambiciosos. Rousseau observa que esa no es la realidad. El progreso, la civilización,
la ambición, el egoísmo, han corrompido al hombre. En procura de obtener dinero los hombres
se ocupan de sus asuntos personales y se desinteresan de los asuntos públicos delegando la
soberanía en otros.
Sin embargo Rousseau no cree que se pueda volver a la época anterior al contrato social, al
estado de naturaleza, del salvaje feliz. “No podemos quemar las bibliotecas y volver al bosque
junto a los osos” señala. Por lo tanto se debe hacer un nuevo contrato o llegar a una forma de
vida lo más parecida posible al período inmediatamente posterior al contrato.
LAS NUEVAS IDEAS ECONÓMICAS
En el transcurso del siglo XVIII algunos autores formularon nuevas ideas sobre la generación
de la riqueza. Se destacan los franceses Quesnay y Gournay que pertenecían a la fisiocracia ,
y el inglés Adam Smith.
LOS FISIÓCRATAS.
La Fisiocracia es un mezcla de liberalismo económico y de despotismo ilustrado. Sus ideas
giraban en torno a cuatro temas: la naturaleza, la libertad, la tierra y el despotismo legal.
Los fisiócratas creían en las la existencia de leyes naturales que regían no sólo la naturaleza
sino la sociedad y la economía. Sostenían que el hombre recibía de la naturaleza la propiedad
exclusiva sobre su persona y también de las cosas que pudiera adquirir mediante su trabajo y
esfuerzo.
Para ellos la forma más autentica y representativa de la propiedad es la propiedad de la tierra;
consideraban quela agricultura era la única actividad generadora de riquezas y por lo tanto los
dueños de las tierra son los únicos que pueden enriquecer al país.
Los fisiócratas son contrarios a toda reglamentación de la economía por parte del estado. Una
reglamentación puede afectar el normal desarrollo de la leyes naturales; las leyes humanas
sólo deben reconocer y expresar las leyes naturales. Su fórmula es “laissez faire, laissez
passer” ( dejar hacer, dejar pasar).
Eran partidarios de la monarquía absoluta, donde el rey tenía una autoridad superior y por
encima de los intereses de los particulares. El rey debía regirse por las leyes naturales
tratando de no entorpecer su cumplimiento inevitable.
Quesnay se interesaba sobretodo por la agricultura y dio origen a la corriente de pensamiento
que se llamó fisiocracia, o sea gobierno de la naturaleza. Para Quesnay la tierra era la única
fuente de riqueza, porque el cultivo de la tierra produce todo aquello que puede desearse. Los
agricultores son los únicos a quienes realmente puede llamarse productores; cuando él hablaba
de agricultores no se refería a los trabajadores sino a los propietarios de las tierras. Estos no
deben ser molestados por ninguna traba de parte del estado, quien no debe fijar precios a los
productos agrícolas y debe dejar que los productos circulen libremente. Sostiene que no debe
ponerse impuestos a la compra y venta de los productos de la tierra, sino al suelo.
EL LIBERALISMO ECONÓMICO: ADAM SMITH
Adam Smith (1723-1790) expresó en sus libros el ideal de una clase social y de un país en
plena expansión: la burguesía inglesa.
Smith conoció el pensamiento de los fisiócratas en un viaje realizado a Francia. Adhirió a sus
ideas básicas, peró les dió mayor profundidad y rigor científico. Para los fisiócrats la fuente
de riqueza era la agricultura. Para Adam Smith el que genera riqueza es el trabajo, sea
aplicado a la agricultura o a la industria o la pesca, etc. En su principal obra escrita “La riqueza
de las naciones”, dedica varios capitulos a analizar y describir la forma en que el trabajo es
más eficiente y por lo tanto capaz de crear más riqueza. Consideraba que la división del
trabajo y la especialización de cada uno en una tarea determinada aumentaba la eficiencia.
Para los fisiócratas los agricultores constituyen la principal clase porque lo que ellos hacen es
la única producción de cosas que permite el bienestar del resto de la sociedad. Para Smith en
la sociedad hay diversas clases de productores que son interdependientes: el agricultor libera
al artesano de la tarea de producir alimentos (el artesano se los compra), pero a su vez el
artesano libera al agricultor de tener que fabricar herramientas, muebles o vestidos (el
agricultor se los compra).
Para Adam Smith existe un orden natural como también creían los fisiócratas, pero ese orden
natural tiene una causa psicológica: los hombres buscan el placer, el bienestar personal y hacen
todo aquello que los proporciona ese bienestar. Cuando el hombre actúa en la sociedad o con
móviles económicos lo hace procurando su bienestar individual. La suma de los intereses
particulares lleva a la existencia de un interés general y el bienestar individual lleva al
bienestar colectivo. Por eso el gobierno debe abstenerse de dirigir la economía: debe dejar
que los individuos se muevan por su cuenta, guiados por su interés personal. El estado sólo
debe dedicarse a mantener el orden, hacer respetar las leyes, proteger la propiedad privada y
facilitar la producción.
Por lo tanto no se debe limitar ni poner trabas a las actividades privadas. Debe dejarse en
libertad de acción a los agentes económicos (productores, consumidores, empresarios,
trabajadores) para que compitan entre ellos tratando de obtener cada uno el mejor resultado
para obtener bienestar. La libre competencia se regula por las leyes naturales como la de
oferta y demanda: la oferta es la cantidad de bienes disponibles; la demanda la la suma de
necesidades a cubrir. Cuando la demanda es mayor que la oferta aumenta la compra de
productos, aumentan los precios; cuando hay más oferta que demanda se da el proceso
contrario, hay mas interés en vender y los precios bajan.
Estas ideas serán la base ideológica del liberalismo económico del siglo XIX y del
neoliberalismo del siglo XX. (Publicado por Alberto Fernández )
EL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS
En el siglo XVIII no sólo se vio el triunfo de la razón; también como consecuencia de los
cambios intelectuales se operaron grandes transformaciones en las ciencias físicas.
Se hicieron progresos en la química. En 1774, José Priestly descubrió el oxígeno y en 1776
Cavendish el hidrógeno. Valioso fue el aporte de Antonio Lavoisier (1743-1749) quien enunció
la ley de la conservación de la materia: “aunque una serie de acciones químicas pueden alterar
el estado de la materia, no cambia su cantidad que sigue siendo la misma al final que al
principio de cada operación, que pueda comprobarse con peso”
El fundador de la geología fue JACOBO HULTON en su obra teoría de la tierra, presenta la
hipótesis que, los procesos geológicos del pasado son iguales a los del presente.
DESARROLLO DE LAS ARTES
Las artes estuvieron durante este siglo dominadas por el Clasicismo. Los artistas y los escritores
trataban de imitar a los modelos clásicos. Las artes que más se desarrollaron en la época de la
revolución intelectual fueron la arquitectura y la pintura. En FRANCIA se generaliza el arte
decorativo llamado rococó.
El clasicismo en la literatura se inicio en el siglo XVII. Famosos fueron JUAN DE LA
FONTAINE. En el siglo XVIII, el acontecimiento de más trascendencia fue el nacimiento de la
música instrumental. JUAN SEBASTIÁN BACH, uno de los mas grandes genios de la música,
revolucionó la técnica de la interpretación con instrumentos de teclado, JORGE HANDEL se
dedico solo a la música religiosa su composición mas famosa fue el Mesías, FRANZ JOSEPH
HAYDN (1732-1809), compositor de sinfonías y WOLFGANG AMADEUS MOZART (17561791), considerado el más grande genio musical del siglo XVIII
IMPORTANCIA DE LA ILUSTRACIÓN
La ilustración ejerció una poderosa influencia en el pensamiento filosófico y político durante el
siglo XVIII. La idea de la ilustración contribuyó a romper la tiranía política y el poder del alto
clero. Su ideal de la libertad religiosa fue una de las causas principales de la separación de la
iglesia y el Estado.
El mundo será testigo de la concreción de los ideales de la Ilustración y la Enciclopedia en dos
grandes movimientos en ese mismo siglo: la independencia de las colonias inglesas y la
Revolución Francesa. Ideales que tendrán una influencia determinante, a principios del siglo
XIX, en la independencia de las colonias españolas en América.
La independencia de las colonias inglesas
A partir del siglo XVII y hasta mediados del siglo XVIII, a lo largo de la costa norteamericana
del Atlántico se establecen trece colonias inglesas, agrupadas en;
a) Colonias del norte: integradas por familias puritanas que huyen de Inglaterra en pos de las
libertades religiosa y política. En 1630 se establecen los primeros puritanos en Plymouth, hoy
Massachusetts. Estos colonos fundan posteriormente nuevas colonias en Rhode Island,
Connecticut y Nueva Inglaterra. Gente trabajadora, de espíritu independiente, cultivan la tierra
en pequeñas propiedades. Después desarrollan industrias y construyen ciudades como Boston.
b) Colonias del sur: conformadas por hidalgos ingleses. Clima cálido, apto para los cultivos
tropicales, permite la creación de grandes haciendas dedicadas al cultivo del tabaco, el algodón y
el azúcar, trabajadas por esclavos negros traídos del África. Al principio, a estas colonias
sureñas se les llamó Virginia.
c) Colonias del centro: predominio del espíritu aristocrático del sur, mezclado con las
tradiciones austeras características de las colonias norteñas.
En el siglo XVII, la política económica desarrollada por Inglaterra favorece totalmente
los intereses de la metrópoli. El establecimiento de actas y reglamentos fomenta la creación de
monopolios: el Acta de Navegación deja en manos inglesas el transporte marítimo, las Actas de
Comercio obligan a los colonos a la compraventa exclusiva de sus productos con la metrópoli, las
Actas de Industria prohíben la explotación y producción de diferentes manufacturas en sus
colonias e impedir la competencia con los fabricantes ingleses. Este sistema mercantilista afecta
el proceso evolutivo de las colonias; las trabas en la organización económica y las ideas de la
Ilustración originan la guerra de Independencia.
Otro factor importante en el conflicto entre Inglaterra y sus colonias americanas es la guerra
que traba esta nación con Francia. La nueva Francia (Canadá) y Virginia codician el valle de Ohio.
Los franceses lo necesitan para pasar a su territorio de Louisiano, mientras que los ingleses no
quieren obstáculos en su expansión al oeste. Las continuas guerras con Francia, sobre todo la
llamada “guerra de los siete años” provocan que Inglaterra, en bancarrota, busque aumentar sus
ingresos por medio del alza de impuestos ya establecidos en las aduanas coloniales y la imposición
de otros.
Los colonos cada día pagan más por la importación de productos como el café, los vinos de
madera, el tabaco; al mismo tiempo, reciben la prohibición de importar directamente
productos básicos, por ser comunes en su vida cotidiana, como el té.
En 1774 se convoca el Primer Congreso Continental de Filadelfia. En él, las trece colonias
redactan una declaración de derechos y la exigencia de derogar los impuestos y las prohibiciones
al comercio. El Parlamento inglés rechaza estas reclamaciones.
Un año después, en medio de disturbios y enfrentamientos más frecuentes entre las
guarniciones inglesas y los colonos, se realiza el Segundo Congreso Continental de Filadelfia
en el que se declara formalmente la guerra contra Inglaterra.
En 1776, en el Tercer Congreso de Filadelfia una comisión encabezada por Thomás Jefferson
redacta la Declaración de Independencia que servirá de modelo para los revolucionarios
franceses una década después.
En ella se establecen los principios con los que habían soñado los hombres de la Ilustración: El
derecho natural de todos los hombres a la libertad y a la propiedad; y la igualdad de todos
ante la ley. En la práctica, pasarán todavía muchos años para que sea abolida la esclavitud.
Para asegurar estos derechos, los hombres pueden establecer gobiernos. Este concepto de
soberanía popular se opone al de monarquía absoluta, donde el rey o soberano tienen el
“derecho divino” de gobernar.
El movimiento independiente, a pesar de su inferioridad ante el ejército inglés, cuenta con el
apoyo decidido de Francia y la simpatía de otros países: Dinamarca, Holanda, Suecia, España,
Rusia. En 1781, logra la victoria definitiva sobre las tropas inglesas que se rinden en Yorktown.
La nueva nación: Estados Unidos de América se establece como una federación de Estados
libres unidos en una república. En 1789, George Washington se convierte en su primer
presidente. La ciudad que lleva su nombre se convierte en la nueva capital (sustituye a la
ciudad de Filadelfia) al año siguiente.
EMANCIPACIONES DE LAS COLONIAS HISPANAS EN AMERICA.
Ya para 1815 se había creado la república de Argentina y meses después Bolívar desembarcaba
en Venezuela. Las corrientes del nacionalismo también se hicieron sentir en América. No fue
solamente la invasión napoleónica a España el motivo que impulso a los americanos a declararse
en rebeldía contra el dominio europeo.
Desde el siglo XVIII las corrientes intelectuales de la ilustración y las ideas emanadas de la
Revolución Norteamericana y Francesa, animaron a las colonias hispanas. Las ideas se
propagaron rápidamente, se escribe sobre los derechos de los indios, de los criollos y
mestizos. La conciencia de sus derechos hace de los criollos el grupo de mayor sensibilidad
frente a los problemas de la mala administración y de la explotación económica por parte de la
corona.
Surgen brotes de rebeldía en el Paraguay, Perú con la revuelta de Tupac Amarú y en Nueva
Granada con la revolución de los Comuneros y el movimiento del 20 de Julio, todos estos
movimientos preparan el camino a la independencia.
Hubo varios dirigentes entre los cuales se destacaron figuras como Simón Bolívar, José de
San Martín, José Gervasio Artigas, Manuel Belgrano, Miguel Hidalgo, José María Morales
y otros que hicieron gala de su férrea voluntad para legarnos un mundo libre. En América del
sur movimientos de independencia se organizaron en torno a los virreinatos de Nueva Granada
y Río de la Plata.
La independencia de América del Sur se logró gracias a la acción militar del general José de
San Martín, Bernardo de O´Higgins, Simón Bolívar, José Antonio Páez y Antonio José de
Sucre.
MÉXICO: El movimiento revolucionario en México, fue diferentes al resto de América.
Mientras que en América del Sur fue la clase alta la que se levanto en defensa de los intereses
de Fernando VII, en nueva España (México), los indios, encabezados por el Cura Hidalgo
quienes el 15 de septiembre con el “grito de dolores” se lanzaron a la revolución, llevando como
bandera un estandarte de la Virgen de Guadalupe. Una verdadera muchedumbre de campesinos
se le unía.
Hidalgo en vez de aprovechar este triunfo y penetrar en la cuidad de México, retornó a
Valladolid, fue derrotado finalmente por el brigadier Félix María Calleja. Hidalgo fue
ejecutado en Chihuahua, en julio de 1811.
Las campañas continuaron en diferentes puntos sin dominar un territorio definido. Fue una
lucha en forma de guerrillas, de encuentros frecuentes y sorpresivos, hasta que fue
declinando. En 1817 cuando el guerrillero español Francisco Javier de Mina, llegó a México y
levantó un pequeño ejército que en repetidos ocasiones obtuvo algunas victorias. Al ser vencido
solo uno que otro foco se mantenía en las montañas del sur, en esta forma finalizó la etapa
revolucionaria en México.
Podemos señalar al movimiento mexicano de carácter político ideológico el que motivo la
independencia definitiva. El coronel Agustín de Iturbide ambicioso del poder aprovecho la
circunstancia pactó con los rebeldes liberales para declarar la independencia. Vicente
Guerrero Iturbide proclamaron en Iguala, el plan de las Tres Garantías, se satisfacían las
aspiraciones de los tres bandos.
La independencia de México influyó en la de Centro América, el 15 de septiembre de 1821
declararon la independencia de América Central, el 5 de enero de 1822, Guatemala, los países
Centro Americanos acordaron formar la república Federal Centroamericana ( 1824) libertad
para cada estado. Fue su primer presidente Manuel José Arce
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
EL FIN DEL ANTIGUO REGIMEN
En el siglo XVIII la sociedad seguía dividida en tres estados, pero pronto cambiaría
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
El siglo XVIII termina con un acontecimiento que representa las tendencias de cambio que
caracterizaron ese siglo: la Revolución Francesa. Esta revolución es parte de las llamadas
Revoluciones Liberales como la revolución de las colonias inglesas de América del Norte (1776)
y la revolución Hispanoamericana (1810-1825), que recogieron las ideas de la Ilustración y
pusieron en práctica las ideas económicas y políticas de la burguesía. Por eso también se
conocen como “revoluciones burguesas”.
La revolución iniciada en Francia en 1789 es la más recordada de todas las revoluciones
liberales porque:
a) Provocó cambios profundos y con consecuencias perdurables.
b) Su ejemplo y sus símbolos (como la bandera tricolor y la canción La Marsellesa) se extendió
por el resto de Europa y sirvió como modelo para los movimientos revolucionarios del siglo
XIX.
Entre las causas de la Revolución Francesa podemos distinguir:
1) las profundas que se encuentran en la situación económica, social y política de Francia;
2) las causas inmediatas o desencadenantes que dieron inicio al proceso que se venía gestando
desde hacía tiempo.
LOS FACTORES PROFUNDOS DE LA REVOLUCIÓN
SITUACIÓN ECONÓMICA
La agricultura era la base de la economía francesa y se mantenía un antiguo sistema de trabajo
de las tierras con grandes propiedades en manos de los nobles y muchos campesinos pobres
que trabajaban para esos nobles (sistema de servidumbre). En años normales las cosechas
apenas alcanzaban para alimentar a la población pero una sequía o demasiadas lluvias
provocaban hambre.
En algunas regiones se Francia se habían comenzado innovaciones, cercándose los campos
comunales (trabajados en común por los campesinos sin tierras propias) y usando nuevas
técnicas de cultivo. Se intentaba introducir una explotación económica más productiva pero la
consecuencia fue que muchos campesinos se quedaron sin los campos comunales para sus
animales y sin la leña de los bosque comunes.
La industria se basaba en el trabajo artesanal limitado por los reglamentos de los gremios o
corporaciones de artesanos. Los gremios dirigidos por los maestros artesanos limitaban la
producción para evitar la competencia: había un número limitado de artesanos por ciudad y se
fijaban los precios y la calidad de los productos. Los burgueses ricos que querían invertir en la
producción industrial no podían hacerlo y reclamaban el fin de las corporaciones artesanales
para poder invertir libremente su dinero.
El comercio dentro de Francia estaba limitado por varios obstáculos: aduanas internas (se
pagaban impuestos por pasar mercadería de una provincia a otra), peajes (que cobraban los
nobles por pasar por sus tierras), los diferentes sistemas de pesas y medidas (que variaban de
una región a otra) y la escasez de moneda.
El sistema impositivo era injusto y privilegiaba a los nobles que no pagaban impuestos, al
igual que el clero. La necesidad de dinero por parte del estado endeudado imponía un aumento
de los impuestos a quienes ya los pagaban. Durante el gobierno de Luis XV se había intentado
igualar el pago de impuestos pero los nobles se habían opuesto. La resoluciones del rey
aprobando que los nobles también pagaran impuestos no fueron aceptadas por el Parlamento.
Este no era, como en Inglaterra, un órgano legislativo, sino un tribunal de justicia que tenía la
función de registrar las leyes hechas por el monarca. El Parlamento, integrado por nobles, se
negó en varias ocasiones a registrar leyes que obligaban a los nobles a pagar impuestos.
SITUACIÓN SOCIAL
Al iniciarse la revolución Francia tenía unos 25 millones de habitantes con un importante
crecimiento de población y muchos jóvenes. No debe descartarse que el impulso y entusiasmo
de los jóvenes hayan desempeñado un papel estimulante en la revolución.
El aumento de población no había sido acompañado por un aumento en las oportunidades de
empleo. Además, después de la pérdida de colonias que Francia tuvo en 1763, se había reducido
la posibilidad de enviar emigrantes hacia las colonias. La población joven, sin trabajo y sin
posibilidades de emigrar fue sin duda una de las causas de la revolución.
Los tres estados
La población estaba dividida legalmente en tres estamentos o estados: el clero, la nobleza y el
tercer estado.
El clero representaba un papel importante en una época donde la religión tenía tanta influencia
social. El clero tenía su propia organización administrativa, sus tribunales de justicia y sus
propios recursos económicos (era propietario de una décima parte de las tierras). Tenía el
monopolio de la enseñanza y una enorme influencia en el pensamiento y comportamiento de los
campesinos. Dentro del clero había profundas diferencias de fortuna, origen social y modo de
vida. El alto clero estaba formado por las jerarquías religiosas, sus integrantes eran nobles y
poseían bienes. El bajo clero provenía del tercer estado, tenía escasos recursos y compartía
los problemas e inquietudes de los sectores no privilegiados.
La nobleza podemos dividirla en dos. La nobleza de sangre o de espada era la tradicional, la
que se enorgullecía de tener varias generaciones de antepasados nobles. Una parte
considerable de ella residía en el Palacio de Versalles formando parte de la corte que rodeaba
al rey (la nobleza cortesana). Otra parte de la nobleza tradicional vivía en el campo, en sus
tierras; unos eran grandes propietarios que vivían del trabajo de los campesinos, otros eran
nobles empobrecidos que sostenían penosamente las apariencias de su pasada grandeza.
La nobleza de toga estaba formada por aquellos que habían comprado su título de noble junto
con un cargo administrativo en el estado. El estado francés necesitado de dinero vendía cargos
que eran comprados por los burgueses ricos que querían ennoblecerse.
Los nobles deseaban someter al rey a sus deseos y mantener sus privilegios. Estos privilegios
eran muchos: honoríficos (portar armas, un lugar reservado en la iglesia, escudo familiar, etc),
fiscales (no pagaban impuestos y los podían cobrar), sociales y políticos (ocupar cargos de
oficiales en el ejército, diplomáticos, altos cargos judiciales).
La mayoría de la población francesa pertenecía al tercer estado. Dentro de este había
situaciones muy distintas con grandes diferencias económicas, modo de vida, educación, etc.
Dentro del tercer estado estaban los burgueses ricos, los artesanos, los trabajadores de la
ciudad, los campesinos con tierras, los campesinos pobres y los siervos entre otros. La
burguesía la integraban financistas (banqueros, recaudadores de impuestos, especuladores),
comerciantes, profesionales y maestros artesanos. Había diferencias entre la alta burguesía y
los comerciantes minoristas y los artesanos que formaban la mayoría de este sector y a
quienes se llamaba “el pueblo”.
Todos los sectores de la burguesía coincidían en reclamar la abolición de los privilegios de los
nobles y del clero, obtener mayor libertad comercial eliminando las aduanas interiores; se
oponían a que los nobles siguieran cobrando peajes y obstaculizando el comercio. La
intelectualidad burguesa quería mayor libertad para investigar y expresarse.
Sans-culottes
Pero las diferencias económicas de los diversos sectores de la burguesía les creaba intereses
distintos y les impedía aparecer como una fuerza única. Por ejemplo los grandes comerciantes
dedicados a la importación y exportación querían libre comercio con otros países mientras que
los industriales se veían perjudicados si ingresaban productos manufacturados extranjeros.
Otro sector del tercer estado eran los trabajadores urbanos, las clases bajas de las ciudades,
empleados que vivían de un salario escaso y que no tenían seguridad de mantener su empleo.
Eran conocidos como “sansculottes” (sin culotes) ya que usaban pantalones y no el “culote” o
calza como los sectores adinerados. Sus dificultades, sobretodo si había desempleo, los
convertía en una masa furiosa y violenta, que tendrá un protagonismo importante durante la
revolución.
También formaban parte del tercer estado los campesinos, que constituían el 85% de la
población. También entre ellos había grandes diferencias, pues, mientras unos tenían grandes
plantaciones, otros tenían pequeños campos, otros eran arrendatarios (alquilaban los campos
de otros) y, finalmente, estaban los jornaleros que trabajaban para otros. Aún había siervos
que estaban obligados a trabajar para los nobles. Nueve de cada diez familias campesinas no
poseían tierras suficientes para mantenerse y debían trabajar como jornaleros para
propietarios más grandes. Si se endeudaban y no podían pagar, perdían sus tierras y
terminaban como mendigos o bandidos. La vida de la mayoría de los campesinos era penosa y sin
comodidades. La mayor parte de los impuestos recaían sobre los campesinos: pagaban los
impuestos al estado (talla, vigésimos, gabela, capitación), a la iglesia (diezmos), y a los nobles
(los derechos señoriales como uso del molino, horno y bodega del noble, arreglar caminos y
construcciones del noble, etc). Los nobles que se empobrecían por su falta de inversión o su
incapacidad, presionaban cada vez más a los campesinos para obtener ganancias.
SITUACIÓN POLÍTICA
Luis XVI
Francia era gobernada por un régimen de monarquía de derecho divino. El rey hacía la ley, la
aplicaba y tenía el poder de juzgar. Teóricamente su poder era absoluto, pero en la práctica el
poder efectivo del monarca estaba disminuido por las condiciones personales del rey. Luis XVI
era débil, tímido, impopular y estaba bajo la influencia de su esposa maría Antonieta, frívola
y alejada de la realidad francesa.
Se cuenta que cuando Luis asumió el cargo, con veinte años de edad, expresó “Dios mío
protégenos, somos demasiado jóvenes para gobernar”. Durante su reinado no mostró mucho
interés ni capacidad para la política, prefiriendo dedicarse a la caza y a las actividades
manuales.
La organización del estado francés era caótica superponiéndose los poderes y las funciones
de diversos organismos. La administración de las provincias se regía por diferentes normas y
los límites entre las jurisdicciones administrativas, judiciales militares no coincidían. Había
distintas leyes según la región. Muchos funcionarios habían comprado sus cargos (por ejemplo
jueces) y no estaban capacitados pata ejercerlos o los usaban para su provecho personal.
Otra causa de la revolución fue la influencia de la Ilustración. Francia era el foco de difusión
de las nuevas ideas del siglo XVIII. La crítica implacable al absolutismo y al clero, la búsqueda
de libertad política y económica tan ansiada por la burguesía, la difusión del deísmo, el reclamo
de igualdad ante la ley poniendo fin a los privilegios, fueron difundiéndose entre la población, o
al menos entre sus sectores más educados. Los cafés, los salones donde importantes
personajes de la sociedad recibían a los intelectuales y las publicaciones, fueron creando una
mentalidad partidaria de los cambios.
CAUSAS DESENCADENANTES DE LA REVOLUCIÓN
La reina Maria Antonieta, su origen austríacoy su frivolidad la hicieron poco amada
por los franceses
En la década de 1780 se fueron desarrollando acontecimientos que perjudicaron a muchos
sectores de la sociedad francesa. En 1785 se produjo una sequía que perjudicó la cosecha de
trigo aumentando el precio de la harina y del pan, principal alimento de la mayoría de la
población. Muchos franceses creían que el aumento del precio de la harina no sólo era por la
escasez de trigo provocada por la sequía sino por que los molineros lo escondían para hacer
aumentar su precio y tener más ganancias. Los más pobres atacaban a los molineros e incluso
asaltaban las panaderías para llevarse el pan.
Por otro lado la sequía provocó un aumento de la producción de uva creando una gran oferta de
vinos. Esto causó la caída del precio del vino que era uno de los productos vendidos por los
propietarios de tierras. Los medianos y pequeños propietarios, al ver la caída del precio del
vino, disminuyeron sus compras arruinando a los artesanos y comerciantes.
Otro hecho que generó problemas económicos fue el acuerdo de libre comercio con Inglaterra
en 1786. Este acuerdo permitió el ingreso de mercadería industrial inglesa en territorio
francés; los productos franceses no podían competir con los ingleses que eran más baratos.
Esto provocó la ruina de los artesanos.
La principal causa desencadenante fue el déficit del estado. La Hacienda Real, es decir la
cantidad de dinero disponible por el gobierno, tenía un déficit permanente: los gastos
superaban a los ingresos en un 20%. Los gastos en las guerras y en la Corte de Versalles habían
generado una deuda que ya era considerable en el gobierno de Luis XV. La participación de
Francia en la guerra de las colonias inglesas de América del Norte contra Inglaterra, generó
más gastos, sin obtener nada a cambio.
Para solucionar el déficit varios ministros intentaron sin éxito llevar adelante reformas
impositivas. Siempre sucedía lo mismo: los sectores privilegiados se oponían y los ministros
tenían que renunciar. Uno de ellos, Necker, al renunciar publicó los gastos de la corte de
Versalles, donde los nobles se divertían en fiestas y bailes que pagaba el estado. En los
sectores populares creció el descontento al comparar sus penurias con la vida fastuosa de los
cortesanos que era mantenida con los impuestos que ellos pagaban.
Otro de los ministros, Calonne, que también consideraba necesario reformar impuestos y que
los nobles pagaran una subvención territorial (es decir un impuesto a la tierra), le propuso a
Luis XVI que convocara una “asamblea de notables” para decidir que medidas tomar. Esta
asamblea fue convocada en febrero de 1787 designando el rey a sus integrantes, todos ellos
nobles o integrantes del alto clero. Esta asamblea se opuso a la reforma impositiva y Calonne
renunció.
El nuevo ministro, Brienne, intentó una nueva reforma impositiva que también fue rechazada.
El rey disolvió la asamblea y decidió imponer impuestos que también los nobles pagarían. El
Parlamento de la ciudad de París, que debía registrar la ley para que esta se cumpliera, se negó
a registrarla. Se trataba de una rebelión de los nobles contra una decisión del rey. Y aunque el
registro de la ley era un simple acto administrativo, trababa la reforma impositiva. Luis XVI
suspendió al Parlamento de París y desterró a sus integrantes. Los parlamentos de las
provincias reaccionaron promoviendo una protesta en el interior de Francia. El rey dejó de lado
la reforma impositiva, perdonó a los desterrados y decidió pedir un nuevo préstamo. Para
sentirse más respaldado decidió convocar a los Estados Generales.
EL INICIO DE LA REVOLUCIÓN
Los Estados Generales eran una asamblea integrada por representantes de los tres estados o
estamentos: clero, nobleza y tercer estado. Representaban la opinión de toda la sociedad, pero
desde 1614 no se reunían. Ni Luis XIV ni Luis XV los habían convocado porque ellos eran reyes
absolutos y no querían los consejos de esa asamblea. Luis XVI los convocó para resolver el
problema del déficit sin saber que estaba desencadenando un proceso que no podría dominar.
Se hicieron elecciones en toda Francia para elegir a los representantes de los tres estados. La
nobleza eligió preferentemente representantes que fueran defensores de la tradición y los
privilegios, pero también fueron elegidos algunos nobles liberales, es decir nobles que habían
recibido influencia de las Nuevas ideas y eran partidarios de hacer reformas.
La mayoría de los representantes del clero pertenecían al alto clero, pero también había
representantes del bajo clero que tenían afinidad con el tercer estado.
En el tercer estado los burgueses obtuvieron todos los cargos; no había campesinos ni
trabajadores urbanos electos. Pero los integrantes de la burguesía, especialmente los
intelectuales, entendía que ellos representaban a todo el tercer estado y hablaban en nombre
del “pueblo”.
Al hacerse las elecciones se redactaron los reclamos que los representantes harán en los
Estados Generales. Estos reclamos se conocen como “los cuadernos de quejas”. Cada ciudad,
cada aldea, tenía sus propios reclamos, pero hay algunos que se repiten: limitar el poder del
rey para evitar abusos, reformar el sistema administrativo y judicial, suprimir los privilegios,
igualdad ante la ley, abolición de los impuestos de los nobles y del clero.
El tercer estado había obtenido del rey la posibilidad de tener el doble de representantes que
los otros dos estados. Esto se debía a que claramente la mayoría de la población francesa, más
del 90%, pertenecían al tercer estado. Si el número de representantes fuera proporcional a la
población deberían tener muchos más, pero tener el doble ya era algo. A la nobleza y al clero
no los inquietaba que el tercer estado tuviera el doble de representantes porque los estados
se reunían por separado para discutir y resolver. Como los nobles y el clero coincidían en
muchas cosas, por ejemplo mantener sus privilegios, triunfarán sobre cualquier propuesta
reformista del tercer estado.
El 5 de mayo de 1789 se realizó en Versalles la sesión inaugural de los estados Generales.
Luego de que el rey declarara abierta la asamblea se procedió a verificar los poderes de los
representantes para verificar que habían sido correctamente elegidos. Los nobles y el clero se
dispusieron a hacerlo como se había hecho en los antiguos Estados Generales, o sea cada
estado por separado. El tercer estado expresó que debía hacerse en conjunto. Parecía una
cuestión de simple procedimiento pero en realidad lo que quería el tercer estado era que todas
las reuniones se hicieran con los representantes de los tres estados juntos y que el voto se
hiciera por cabeza o representante, de esa manera sumando el doble número de
representantes que tenía, más el posible apoyo de los nobles liberales y el bajo clero,
obtendría la mayoría de votos para que se aprobaran sus propuestas.
Juramento del frontón
Por varios días se prolongó la discusión sobre si se reunían juntos o separados los tres estados
y finalmente los representantes del tercer estado invitaron a los demás representantes a
sesionar juntos y constituirse en una Asamblea Nacional. Se trataba de un acto revolucionario,
porque iba en contra de la tradición y modificaba el motivo de la convocatoria. El 20 de mayo
Luis XVI ordenó cerrar la sala de sesiones para impedir que el tercer estado formara esa
Asamblea Nacional. Entonces los representantes del tercer estado cruzaron a un local cercano
que se usaba como cancha de pelota o frontón y juraron mantenerse unidos hasta lograr
cambios en Francia. Este episodio es conocido como el “juramento del frontón o de la cancha
de pelota”.
La toma de la Bastilla: el pueblo salió a la
calle y tomó las armas
El 23 de mayo el rey convocó a los tres estados y amenazó a quienes intentaban alterar el
orden y dispuso el desalojo de la sala. Los representantes del tercer estado no se retiraron.
Algunos representantes de la nobleza y del clero se les unieron y de hecho comenzaron a
funcionar como Asamblea Nacional Constituyente. La transformación de los Estados
Generales en Asamblea Constituyente significaba una revolución pacífica dirigida por la
burguesía ante el estupor de los nobles y las vacilaciones del rey.
Pero la Asamblea no podía considerarse segura porque el rey disponía de la fuerza militar y los
nobles no estaban dispuestos a perder el dominio de la situación. La intervención del pueblo, y
especialmente del pueblo de París, aseguró el triunfo de la revolución. El aumento del precio
del pan había creado una inquietud colectiva que podía desembocar en un estallido de violencia
ante el más pequeño incidente. Y eso ocurrió el 14 de julio de 1789. Al difundirse el rumor de
que el rey utilizaría al ejército para disolver a la Asamblea, la población de París se lanzó a la
calle en procura de armas. Como alguien recordó que en la fortaleza conocida como La Bastilla
se guardaba pólvora, se dirigieron hacia ella y la tomaron a la fuerza. Si la formación de la
Asamblea fue una revolución pacífica y burguesa, la toma de La Bastilla le dio un
carácter violento y popular a la revolución.
Luis XVI aceptó los hechos: hizo retirar al ejército concentrado en Versalles y designó
ministro de Hacienda a Necker quien se había ganado la popularidad al publicar los gastos de la
corte. El rey se presentó en Paris donde el alcalde de la ciudad le entregó una escarapela
tricolor (blanco, color de la monarquía, rojo y azul, los colores de la ciudad de París)
simbolizando la alianza del rey y el pueblo. La Asamblea nacional creó su propio ejército, la
Guardia Nacional, y designó a Lafayette, noble liberal que había participado en la revolución de
los norteamericanos contra Inglaterra, como su jefe.
En el campo los campesinos dejaron de pagar impuestos, en algunos lugares asaltaron los
castillos y cometieron actos de violencia contra los nobles. Un odio acumulado tras muchos
años de humillaciones explotó en forma violenta y espontánea.
La revolución estaba en marcha.
EL INTERES DE LOS DIVERSOS SECTORES SOCIALES
Al comenzar la revolución los sectores que participan en ella tienen algunos intereses en
común, pero también tienen intereses propios.
Los nobles liberales querían lograr algunos cambios aplicando las nuevas ideas (sobretodo de
Montesquieu y los fisiócratas), manteniendo la monarquía pero limitada como era en Inglaterra.
El interés de la alta burguesía coincidía con la nobleza liberal en la monarquía limitada y
elegir un parlamento mediante el voto censatario (sólo votaban los que tenían más dinero).
Querían gobernar para imponer cambios económicos que le permitieran invertir libremente en
el comercio y la industria.
La media y baja burguesía reclamaban mayores cambios, querían la libertad de comercio
dentro de Francia pero se oponía a abrir las fronteras a los productos ingleses. Querían la
igualdad de derechos y aspiraban a una monarquía parlamentaria, donde ellos también podrían
votar e incluso, algunos, querían una república.
Los campesinos ricos querían que se eliminaran los privilegios de la nobleza y el clero y que se
eliminaran las aduanas internas; en esto coincidían con los burgueses. Pero políticamente eran
conservadores y partidarios de mantener los poderes del rey.
Los campesinos pobres querían tierras y no pasar hambre. Como los pobres de la ciudad
carecían de educación y estaban ajenos a las ideas políticas. Estaban muy influenciados por la
iglesia católica y eran monárquicos. En el desarrollo de la revolución, en varios lugares de
Francia, actuaron como antirrevolucionarios.
Los sansculottes, los trabajadores de la ciudad y los sectores marginados tenían como
principal interés no pasar hambre. Eran una fuerza impresionante y por eso los grupos políticos
creados durante la revolución intentarán ganar su apoyo manipulándolos. La desesperación los
llevaba a radicalizarse y actuar violentamente.
ETAPAS DE LA REVOLUCIÓN
La Revolución Francesa es un acontecimiento histórico muy complejo. Se inició dirigida por
ciertos sectores sociales con determinados objetivos pero luego otros sectores se impusieron
y también impusieron sus objetivos. Además del antagonismo entre los sectores
antirrevolucionarios (monarca, nobles, alto clero) y los sectores revolucionarios, hay
enfrentamiento dentro de los propios revolucionarios. De acuerdo a quienes dirigen la
revolución y su obra podemos marcar etapas en ella.
ETAPA DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE (1789-1791)
En esta primera etapa Francia queda organizada de hecho como una monarquía parlamentaria:
se mantuvo al rey Luis XVI pero este tuvo que aceptar a la fuerza la existencia de la Asamblea
Constituyente, que tenía dos funciones: hacer una constitución y hacer las leyes.. En esta
etapa la revolución es dirigida por nobles liberales como Lafayette y Mirabeau y la alta
burguesía.
Luego de la toma de la Bastilla los nobles intentaron una contrarrevolución, pero los sectores
populares de parís se movilizaron para impedir cualquier intento de volver atrás. Una
manifestación de mujeres se dirigió a Versalles reclamando por el precio del pan y para que el
rey aceptara de la Declaración de Derechos aprobada por la Asamblea. El rey fue obligado a
abandonar Versalles y establecerse en el palacio de las Tullerías en París. Muchos nobles
comenzaron a irse a países vecinos donde buscaron ayuda de los monarcas para terminar con la
revolución.
Dentro de la Asamblea Constituyente se notan divisiones entre los revolucionarios. Por un lado
los que no querían hacer demasiados cambios y querían que el rey conservara parte de su poder
y que se sentaron en la parte derecha de la sala donde funcionaba la asamblea. Por otro lado
los que quería cambios más profundos y querían limitar más al re y que se sentaban a la
izquierda. De ahí provienen los nombres de “derecha” e “izquierda” que hasta hoy se usan en
política.
Fuera de la asamblea se organizaron clubes donde se discutían las medidas a tomar, se
distribuían volantes, se editaban periódicos y había un clima de agitación permanente.
El rey, que esta en acuerdo con los nobles emigrados y los monarcas extranjeros para terminar
con la revolución, intentó huir con su familia, pero fue descubierto y llevado de nuevo a París.
Se le mantuvo en el cargo pero aumentó la desconfianza de los revolucionarios hacia él.
La Asamblea redactó y aprobó una constitución que al entrar en vigencia establecía la
monarquía parlamentaria como forma de gobierno. El poder ejecutivo quedaba en manos del rey
y el legislativo en manos de la Asamblea Legislativa.
ETAPA DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA (1791-1792)
Robespierre, llamado "el incorruptible"
En esta etapa los nobles desaparecen de la vida política. Los contrarrevolucionarios lograron su
objetivo de obtener apoyo extranjero y varias monarquías declararon la guerra a Francia. En
realidad no peleaban contra el rey de Francia sino contra el gobierno revolucionario. Tenían
miedo que la población de sus países imitara lo que estaba pasando en Francia. Para los
monarcas absolutistas la revolución francesa se convierte en un problema europeo y para
los franceses la revolución se transformó en un problema de independencia nacional. Para
algunos dirigentes revolucionarios la guerra con otros países podía servir para crear un clima
de patriotismo que uniera a todos detrás del gobierno. Incluso algunos tenían la ilusión que la
guerra permitiera extender la revolución al resto de Europa terminando con el absolutismo.
Sólo un sector minoritario dirigido por Maximiliano Robespierre se oponía a la guerra
señalando que el rey y los oficiales del ejército estaban esperando el momento para traicionar
a la revolución. Y si se producía una victoria militar esto prestigiaría a los militares y Francia
podía ser arrastrada a una dictadura militar.
Mientras en París se temía la invasión de Austria y Prusia y la población se alistaba
voluntariamente para pelear, Luis XVI mantenía correspondencia con los reyes de esos países
alentando la invasión. La izquierda reclamaba la abolición de la monarquía, mientras la derecha,
temerosa de una rebelión popular que los desplazara del poder se acercó a el rey. El 10 de
agosto de 1792 estalló una rebelión popular en París, se desconocieron las autoridades y se
creó una Comuna para el gobierno de la ciudad. Los más furiosos asaltaron el palacio del rey y
este buscó la protección de la Asamblea a la que tanto odiaba, pero dadas las circunstancias,
era su única salvación.
Pero la situación había cambiado. La Asamblea Legislativa decidió suspender al rey y
encarcelarlo y convocar una Convención para decidir el futuro gobierno de Francia.
ETAPA DE LA CONVENCIÓN (1792-1795)
Con la suspensión y encarcelación del rey Francia quedó organizada como una república. Una de
las primeras decisiones de la Convención fue proclamar, el 21 de setiembre de 1792, la
abolición de la monarquía y la creación de la república. El rey fue sometido a juicio y
encontrado culpable de traición por lo que ejecutado.
La Convención tenía que hacer una nueva constitución y redactar leyes; las funciones
ejecutivas del gobierno quedaron a cargo de comités designados por la Convención. En realidad
quienes gobernaban eran aquellos sectores que podían movilizar a la población en su apoyo.
Durante esta etapa hay dos grupos que van a predominar y a enfrentarse entre sí. Los
moderados, conocidos como girondinos o brissotinos (por el nombre de su líder Brissot),
partidarios de mantener el orden y la libertad económica, eran respaldados por poderosos
comerciantes. Los montañeses (se sentaban en la parte alta de la convención, llamada “la
montaña”), dentro de los cuales se encontraban los jacobinos, grupo dirigido por Robespierre,
que planteaba cambios económicos que favorecieran a los sectores populares.
Ejecución en la guillotina
Los jacobinos, con el apoyo de los sansculottes de París, vana controlar el gobierno entre junio
de 1793 y julio de 1794. Van a aplicar medidas drásticas como la expropiación de las tierras de
los nobles emigrados para vendérselas a los campesinos y controlar la compra y venta de trigo
para evitar el aumento del precio del pan, así como la asistencia del estado a viudas y ancianos.
Pero a los jacobinos le era difícil controlar la situación por que en las provincias había
rebeliones que debilitaban la unidad del gobierno. Además se mantenía la guerra contra los
otros países y se temía la traición de los moderados. El asesinato del jacobino Marat por parte
de la girondina Carlota Corday exaltó los ánimos y los jacobinos recurrieron a medidas muy
severas. Comenzó así el período conocido como “el terror” donde los sospechosos de estar en
contra de la revolución eran arrestados y ejecutados en la guillotina. En tres meses que
Robespierre y sus seguidores controlaron la situación, miles de nobles, clérigos e incluso
revolucionarios fueron ejecutados. Además la población enardecida asaltaba las cárceles y
mataba a los detenidos.
Usando el terror los jacobinos lograron imponerse y Francia derrotó a las potencias
extranjeras. Pero la oposición a Robespierre y los jacobinos creció rápidamente por diversas
causas: el cansancio frente a la situación de tensión y peligro creado por el terror, la
preocupación de sectores de la burguesía temerosos por las medidas económicas que podían
perjudicarlos, las disputas internas entre los sectores radicales, las acusaciones contra
Robespierre de tomar medidas dictatoriales.
El 27 de julio de 1794 (día 9 del mes de termidor, según el nuevo calendario aprobado por la
Convención), la propia Convención arrestó a Robespierre y otros dirigentes jacobinos y al día
siguiente los ejecutó. Con este acontecimiento, conocido como la reacción termidoriana
terminaba el período más radical de la revolución.
Los girondinos controlaron la situación, o sea los sectores de la alta burguesía se impusieron y
persiguieron a los radicales. La Convención creó un poder ejecutivo integrado por 5 personas:
el Directorio.
ETAPA DEL DIRECTORIO (1795-1799)
En este período fueron derogadas varias leyes aprobadas por los jacobinos, se restableció la
libertad de comercio sin intervención del estado, provocando un aumento de precios. Para
evitar las revueltas de la población las organizaciones populares fueron disueltas y clausurado
el Club de los Jacobinos.
La alta burguesía respaldaba al Directorio para que este mantuviera el orden. Los integrantes
del Directorio no eran muy queridos por la población y había rumores de corrupción económica.
El contraste de la miseria popular con el lujo y ostentación de las minorías enriquecidas por la
revolución (en base a la especulación con los precios y los negocios con fraudes) aumentó el
malestar social. Hubo intentos de levantamientos populares que fueron aplastados por el
ejército. También hubo intentos de los monárquicos que querían aprovechar el descontento de
la población para volver a instalar el antiguo régimen.
Los militares adquirieron cada vez mayor importancia. A ellos recurría el gobierno cada vez
que debía hacer frente a una situación crítica, como los levantamientos populares. Entre esos
militares, que habían hecho carrera rápida durante la revolución ya que los oficiales que había
antes eran nobles que se habían ido, se encontraba el joven general Napoleón Bonaparte. Este
se había hecho conocido gracias a sus rápidas y brillantes campañas militares. Había asegurado
el gobierno revolucionario derrotando a Austria y Prusia y había salvado al Directorio del
complot de los monárquicos.
Fue Napoleón Bonaparte quien puso fin al Directorio al tomar el gobierno el 9 de noviembre de
1799.
ETAPA DEL CONSULADO (1799-1804)
Napoleón Bonaparte, una rápida carrera de militar
victorioso a gobernante
Tras el golpe de estado de Napoleón Bonaparte, se cambió la constitución y el poder ejecutivo
quedó en manos de un Consulado, organismo integrado por tres personas; Bonaparte fue
designado primer Cónsul, o sea que presidía ese órgano de gobierno. La burguesía lo necesitaba
para establecer el orden que el desprestigiado Directorio ya no mantenía.
Creó el Banco de Francia para impulsar la industria y el comercio; emitió papel moneda sobre
bases firmes, estabilizando la situación monetaria. Restableció el liberalismo económico
protegiendo a la iniciativa privada, como quería la alta burguesía. Creó carreteras, se abrieron
canales y se construyeron puertos y grandes obras que dieron trabajo a los desempleados.
Su prestigio fue en aumento y en 1802 se hizo designar Cónsul vitalicio. Era el paso previo para
proclamarse emperador, lo que hizo dos años después, en 1804. De esta manera Francia
regresaba a la monarquía pero no era la misma que había antes de la revolución. Económica y
socialmente muchas cosas habían cambiado y el Antiguo Régimen estaba muerto.
LA OBRA DE LA REVOLUCIÓN
Durante las dos primeras etapas de la revolución se aprobaron medidas muy importantes como
estas:
1-Abolición del feudalismo. Se suprimieron los servicios de tipo personal que los campesinos
debían hacer para los nobles (trabajar sus tierras, hacer caminos, etc). También se abolieron
los impuestos feudales que los campesinos pagaban a los nobles, pero debían pagar una
indemnización porque los nobles se sentían perjudicados económicamente. Recién en la
Convención se eliminó esa indemnización.
2-Declaración de derechos del hombre y del ciudadano. Se reconocían los derechos
naturales como el derecho a la libertad, la seguridad, la igualdad ante la ley, la propiedad de
los bienes y la resistencia a la opresión. La declaración definía a la libertad como “poder hacer
todo aquello que no perjudique a otro”. Con respeto a la igualdad se declaraba que todos eran
iguales ante la ley, eliminando los privilegios de la sociedad estamental y la igualdad de los
ciudadanos para obtener empleos públicos. También establecía la libertad de expresión y de
prensa (expresarse a través de un medio escrito, como periódicos, libros). Los derechos eran
definidos como naturales (el hombre nace con ellos), imprescriptibles (no se pierden aunque no
se usen) e inalienables (nadie los puede quitar).
3-Nacionalización de los bienes del clero. Los bienes de la iglesia católica pasaron al estado
que a su vez se hizo cargo de los servicios públicos que la iglesia daba como hospitales
escuelas. Gran parte de las tierras de la iglesia fueron vendidas en remate a precios muy altos,
sólo los adinerados pudieron comprarlas.
4-Abolición de las corporaciones artesanales. Se prohibieron los gremios artesanales y las
asociaciones de trabajadores, estableciendo que cada trabajador, individualmente, debía
contratarse con su patrón y acordar con él el salario y las condiciones de trabajo.
5-Supresión de las aduanas interiores. Se quitaron los peajes y los impuestos provinciales
que se cobraban a las mercaderías que circulaban dentro de Francia.
6-Medidas contra los nobles emigrados y los sacerdotes. Se amenazó a los nobles que
habían emigrado que si no regresaban se les quitarían sus tierras (la medida se puso en
práctica durante la etapa de la Convención). Se estableció que los sacerdotes debían jurar
fidelidad al gobierno revolucionario y si no hacían serían expulsados de Francia. También se
prohibieron las procesiones y ceremonias religiosas fuera de los templos.
Durante el período de la Convención se aplicaron medidas más radicales.
7-Fin de la monarquía. La monarquía fue abolida y el rey Luis XVI detenido, enjuiciado y
ejecutado. Su esposa Maria Antonieta también fue ejecutada por su complicidad con las
potencias extranjeras que habían invadido a Francia.
8-Ley de sospechosos. Establecía el arresto inmediato de aquellas personas que podían
considerarse enemigas de la revolución, tanto si hacían algo en contra de ella, como si no
hacían algo a favor de ella. Se calcula que entre 300 mil y 500 mil personas fueron arrestadas.
9-Intervención del estado en el comercio de trigo. El estado prohibió la exportación de
trigo para evitar que los precios subieran por su escasez y en caso necesario el estado podía
requisar las cosechas (quitárselas a los propietarios de las tierras) para que no faltara el pan.
10-Gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza primaria. Medida toada para extender la
alfabetización y el conocimiento, basada en las nuevas ideas. También se crearon centros de
investigación científica.
11-Calendario revolucionario. Se creó un nuevo calendario que se iniciaba con la creación de la
república: el 22 de setiembre de 1792 pasó a ser el primer día del primer año de la nueva era.
Los meses tenían 30 días y llevaban nombres relacionados con la naturaleza, por ejemplo
Brumario (mes de las brumas), Pluvioso (mes de las lluvias), Termidor, (mes del calor),
Fructidor (mes de las frutas), etc.
12-Culto al Ser Supremo. Muchos de los líderes revolucionarios eran deístas y anticlericales
y trataron de eliminar las fiestas que se vinculaban a la iglesia católica. Se reconoció la
existencia de un Ser Supremo (el dios de los deístas) y se reconoció que la mejor manera de
homenajearlo era cumpliendo con los deberes y derechos del hombre.
13-Constitución de 1793. Nunca llegó a aplicarse por la caída de los jacobinos que la habían
impulsado. Establecía algunos principios novedosos para la época como el sufragio universal
masculino (todos los hombres podían votar sin importar su condición económica y social) y la
posibilidad de someter las leyes a referéndum (si la población no estaba de acuerdo con una
ley, podía modificarla mediante el voto).
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Surge en el siglo XVIII; consiste en la sustitución paulatina y progresiva de la mano de obra,
de la fuerza de trabajo y de las herramientas manuales por la maquinaria.
La transformación técnica y económica intensificada en el siglo XVIII se conoce con el nombre
de Revolución Industrial.
La aparición de las primeras máquinas es consecuencia de los descubrimientos científicos, de
los adelantos en la física, en la mecánica y en la química que se traducen en avances
tecnológicos que transforman, no sólo las fábricas, sino también la vida de los hombres del
siglo XVIII.
La revolución industrial se inicia en Inglaterra en el campo textil. En 1764, Jaime Hargreaves
inventa una máquina conocida como “Juanita, la hiladora” que tenía una capacidad de
producción superior a 36 hiladoras de rueda comunes en esa época.
A este invento se agrega, en 1784, el telar mecánico de Edmundo Cartwright, operado por
fuerza hidráulica y acelera la fabricación de las telas. La máquina desmoteadora de algodón
del norteamericano Elí Whitney, en 1793, posibilita el uso adecuado de esta fibra, Jacobo
Watt inventa la máquina de vapor en 1769.
Cuando se inicia la revolución industrial, el mineral de hierro se funde en hornos que utilizan el
carbón vegetal como combustible. El trabajo es lento pues los hornos están equipados con
fuelles de mano para mantener la llama ardiente. Resulta también antieconómico porque la
cantidad de carbón que consumía era mucho mayor que la del hierro obtenido por este
procedimiento.
Aún más difícil y costosa resultaba la transformación del hierro en acero; por ello, éste sólo se
utilizaba en la fabricación de armas y herramientas. La utilización del carbón mineral en lugar
del vegetal, la sustitución de los fuelles de mano por altos hornos y el descubrimiento de un
proceso menos costoso para refinar el acero influyen decisivamente en el desarrollo industrial.
La explotación del carbón adquiere una importancia capital como materia prima indispensable
para la producción de hierro y acero.
En 1790, se sustituye la fuerza hidráulica por la de vapor y la producción de hilados y tejidos
de algodón alcanza una dimensión colosal.
La aplicación del vapor es un factor decisivo en todo el desarrollo industrial: en la industria
textil, en la propulsión de los medios de locomoción cuando, en 1814, se inventa la locomotora.
La fuerza de vapor llega antes a la navegación: en 1807, se construye el primer buque movido a
vapor.
A este maquinismo debe agregarse otro factor importante: la división, cada vez más
especializada, del trabajo para aumentar la rapidez en la producción.
Los obreros se especializan en operaciones simples, sencillas; se pierde el conocimiento y el
dominio total del oficio que habían tenido los miembros de los gremios: los artesanos.
Antes, con el fin de aprovechar los terrenos agrícolas en labores de cría y pastoreo de ovejas
para obtener la lana necesaria en la industria textil se había despojado a los campesinos de sus
tierras y obligado a emigrar a las ciudades para subsistir.
Ahora, con la introducción del maquinismo se empieza a desplazar al trabajador. En Inglaterra,
las tabernas se llenan de hombres que no tienen trabajo. Esto se agudiza cuando los
propietarios de las fábricas, para pagar bajos salarios y en vista de la sencillez del manejo de
muchas máquinas, empiezan a contratar mujeres y niños.
Los métodos de producción hacen que cambie también el concepto mismo del trabajo.
Por eso no es de asombrar que los trabajadores, desesperados, vean en la máquina un posible
enemigo y recurran, desde fines del siglo XVIII, a la destrucción de éstas y a incendiar las
fábricas.
A este movimiento se le llamó ludismo porque su organizador era el obrero John Ludd. El
Parlamento inglés promulga una ley mediante la cual se castiga, con la pena de muerte, a las
personas que destruyan las máquinas. Será hasta el siglo XIX cuando aparezcan las primeras
organizaciones laborales como sindicatos.
COMERCIO. EXPANSIÓN COMERCIAL Y FINANCIERA
Según el historiador Immanuel Wallerstein, el comercio forjó a lo largo de la Edad Moderna un
único sistema mundial capitalista, y el Estado inglés, poco a poco, venciendo a menudo en
guerras comerciales, se convirtió en su centro. Los ingleses y holandeses surcaron todos los
mares haciendo escalas siempre beneficiosas, pero frecuentaron la ruta triple que se ha
denominado comercio triangular.
Mediante este comercio, los británicos obtuvieron materias primas de todo el mundo,
exportaron sus productos industriales y suministraron mano de obra (muchas veces esclava)
allí donde fuera lucrativo hacerlo. Este trasiego marítimo se complementó con un mercado
interior cada vez más integrado, cuya regularidad aumentó la demanda de productos
industriales y, como consecuencia, la producción, creando un "círculo virtuoso" de acumulación
de capital que conduciría a la industrialización.
CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
El desarrollo industrial tendrá enormes consecuencias de carácter político, pues será la clave
de la aparición de nuevas potencias o el afianzamiento de las existentes, pero también de
carácter social, con el ascenso de la burguesía industrial y la aparición de masas de
proletarios, con formas de vida diferentes y enfrentadas, en unas ciudades en plena
expansión y con incertidumbres a largo plazo sobre la duración de los recursos y el deterioro
medioambiental.
Lectura:
La Revolución Industrial: Situación de la clase obrera en Inglaterra.
“(Las ciudades) Son casi enteramente barrios obreros interrumpidos sólo por fábricas y por
algunas calles distinguidas cuyas partes principales están formadas por comercios y por
algunas vías donde están construidos, a modo de villa, los jardines y las casas de los
fabricantes. Las mismas ciudades están construidas mal e irregularmente, con corrales, calles
y callejones sucios y llenos de humo, y especialmente por su aspecto parecen inhabitables,
construidas como están con ladrillos originariamente rojos, con el tiempo ennegrecidos por el
humo [...] En general, los sótanos están habitados; estos subterráneos se construyen en todas
partes, donde es posible, y en ellos habita una parte muy notable de la población.”
G. Doré: Barrio obrero de Londres, 1872. Detalle
Friedrich Engels, Situación de la clase obrera en Inglaterra.
Actividades:
A) Responda en forma breve:
1. Mencione dos inventos que permitieron el desarrollo de la industria textil.
2. ¿Qué significó la división especializada del trabajo?
3. ¿Por qué se prefiere el trabajo de mujeres y niños en los inicios de la revolución
industrial?
4.¿Cómo era el Comercio Atlántico de Inglaterra en los siglos XVII y XVIII.?
5. ¿Cuál es la característica principal de la Ilustración?
6. ¿Cómo es el hombre para los filósofos de la Ilustración?
7. ¿Qué plantea Juan Jacobo Rousseau en su obra El contrato social?
8. ¿Qué busca el barón de Montesquieu con su teoría política expuesta en El
espíritu de las leyes?
9. ¿Cómo se agrupan las colonias inglesas establecidas en América a partir
del siglo XVI?
10. Indagar sobre las diferencias socioeconómicas más notables entre las Trece colonias
inglesas del este de Norteamérica y las colonias españolas y portuguesas del resto del
continente. Establecer su impacto en la organización de las naciones que se instituyeron
después del siglo XIX.
11. Mencione dos causas de la Revolución Francesa.
12. ¿Quiénes integraban los Estados Generales?
13. Mencione tres resultados de la Asamblea Constituyente.
14. ¿Cuál es el periodo más crítico y violento de la Revolución Francesa y por qué?
B) Busque en el diccionario el significado de las siguientes palabras
- soberanía - legislativo
- asamblea - fuelle
- perfectible - democracia
- superstición - directorio
C) Complete el siguiente cuadro, anotando en la columna de la derecha el punto
central de los siguientes movimientos, acuerdos, decretos y actas:
La paz de Augsburgo
Edicto de Nantes
Acta de Supremacía
Tratado de Westfalia
Concilio de Trento
La Fronda
La Paz de los Pirineos
Acta de Navegación
Declaración de Derechos
Actas de Comercio
Actas de Industria
Declaración de Independencia
Declaración de los derechos del hombre
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