Marcha Nacional por la Soberanía Energética y Eléctrica

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Frente Nacional de Organizaciones Campesinas
Marcha Nacional por la Soberanía Eléctrica y Energética
Martes 26 de septiembre del 2005
Olegario Carrillo Meza
UNORCA
Hoy se cumplen 45 años de la nacionalización de la industria eléctrica, última de las
ramas estratégicas que fueron expropiadas para cumplir los compromisos que el estado
tiene para atender por el bienestar de su sociedad. Digo esto por que otras
nacionalizaciones, como la bancaria sólo duró unos años frente a los voraces intereses
del capital financiero internacional, la privatización de la banca fue el camino definitivo
para que los bancos privatizados pasaran al capital internacional. Con ello, con la ventas
y reestructuraciones, se fue construyendo una bola de humo para ocultar el fraude más
grande de la historia contemporánea: me refiero al FOBAPROA que nos endeudó por
más de 25 años y que ahora (por ese famoso error de diciembre) se ha multiplicado la
deuda interna y la deuda externa de nuestro país.
Fue con el inicio del periodo neoliberal (de tres sexenios priistas y uno panista) que se
retrocedió rápidamente al devolver la banca al sector privado, bajo el argumento de que
la empresa privada es más eficiente, de que vendrían capitales privados a invertirse en
este sector, ahora tenemos los resultados de esta privatización, es evidente que el
FOBAPROA viene siendo el rubro más costoso en el presupuesto nacional año con año.
Estos señores se sirven con la cuchara grande cuando todos sabemos que el
financiamiento es caro; y en el caso del sector rural es muy difícil (sino imposible) de
conseguir. Es conocido también que muchos bancos ganan más por lo que se transfiere
del presupuesto y no por ser financieramente eficientes.
La banca de desarrollo esta en riesgo ante los constantes reducciones presupuestarias y
con ello el gobierno federal ha confundido las funciones obligatorias del Estado con sus
intereses como empresarios.
La nacionalización de la industria eléctrica, que junto con la expropiación petrolera son
las acciones más sólidas, con 45 y 67 años de haberse realizado, tienen ahora el riesgo
de privatización más grande de su historia. Resulta inconcebible que con los ingresos
excedentarios por petróleo nunca antes vistos (por el precio internacional tan alto)
tengamos una empresa que se declara casi en quiebra y sin recursos para invertir, unas
instalaciones que a pesar de absorber el 50% de los excedentes (entre 70 y 80 mil
millones de pesos) siga presentando a diario siniestros, accidentes, fugas o explosiones
que son inexplicables: La conclusión es a todas luces una intención del gobierno foxista
para poner las empresas en quiebra para justificar su privatización.
La industria eléctrica tiene una situación similar, el gobierno incrementa el
endeudamiento de este sector a partir de los famosos Pidiriegas, con lo que ha logrado
poner en manos privadas el 30 por ciento de este sector, mediante mecanismos de muy
dudosa legalidad.
Por ello demandamos:
1. El respeto a la soberanía energética de México, ningún cambio Constitucional que
represente privatizar la energía eléctrica, el petróleo o la banca de desarrollo.
2. Que cualquier cambio legal de estos sectores sea respaldado por un plebiscito, ya
basta de acuerdos en lo oscurito, ya basta de que los legisladores se reúnan en casa de
Salinas para acordar como venden nuestros bienes o como aumentan los impuestos.
3. Que el presidente Fox informe a todo el país ¿dónde están los excedentes petroleros?
¿Qué se hizo con ese dinero? ¿Dónde se aplicó? Que los gobiernos de los Estados
informen ¿cómo aplicaron los recursos que se les enviaron y cuánto se les envió?
Resulta irónico que ahora hasta los organismos internacionales que nos han impuesto
este modelo económico nos digan que desaprovechamos la oportunidad de utilizar esos
recursos excedentes para crecer.
¡No a la privatización de la energía eléctrica!
¡Ni un paso atrás en nuestra soberanía petrolera!
¡Por la defensa de la Banca de Desarrollo!
¡Que el presidente Fox transparente la deuda pública y abra el FOBAPROA!
Compañeras y Compañeros:
En el campo vivimos una de las peores crisis que tengamos memoria, desde que el
mercado se constituyó en el eje de todas las políticas del Estado, convirtió al Tratado de
Libre Comercio de América del Norte en el instrumento que determina todas las
decisiones gubernamentales.
Se incrementó la dependencia alimentaria, hoy importamos 39 por ciento de los
productos básicos que consumimos.
Vivimos una crisis económica, social y ambiental en el campo mexicano.
La pobreza, desnutrición y marginación se incrementan en el medio rural; los efectos
son alarmantes: explotación infantil, problemas de salud y desnutrición; más de 6
millones en edad escolar no van a la escuela; sólo 1 de cada 10 alumnos que ingresan a
estudiar la primaria terminan una carrera. De cada 10 habitantes rurales, ocho son
pobres y de estos seis son indígenas.
Contrario a lo que dice el presidente las oportunidades son pocas y la opción que nos
queda es la migración.
Cada año emigran a los Estados Unidos más de 400 mil mexicanos, ahora las remesas
son la segunda fuente de ingresos al país, después solo del petróleo, resulta injusto que
el gobierno siga sin crear opciones de empleo para evitar esa emigración de casi 400 mil
familias que se desintegran cada año.
Situación por demás paradójica, ya que con ello México subsidia a la economía de
Estados Unidos vía la mano de obra barata que ofrecen los mexicanos que migran hacia
ese país.
Mientras tanto en nuestro país se abandona la agricultura campesina, el gobierno utiliza
las divisas de las remesas para pagar deuda externa y considera que sean estos recursos
el motor del campo.
Ante ello el Frente Nacional de Organizaciones Campesinas, proponemos nuestro
Proyecto Alternativo Campesino, que tiene como eje la Soberanía Alimentaria, la
protección del ambiente y la biodiversidad, para lograr una vida digna de las
comunidades rurales de nuestro país. Para impulsar nuestro proyecto alternativo
campesino tenemos el reto de romper el determinismo con el cual todo el gobierno y los
funcionarios públicos pretenden imponer las políticas dictadas por la escuela neoliberal
y los lineamientos de los organismos internacionales como la Organización Mundial del
Comercio, el Banco Mundial, y el Fondo Monetario Internacional.
Nuestro proyecto alternativo, incluye la revisión obligada del capitulo agropecuario del
Tratado de Libre Comercio; queremos a la OMC fuera de la agricultura; exigimos el
cumplimiento de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable para garantizar la soberanía y
seguridad alimentaria dando trato de interés publico a los productos considerados como
estratégicos y prioritarios. Demandamos se suspendan las importaciones de maíz
transgénico y exigimos condiciones de igualdad ante los alarmantes subsidios con los
que nos enfrentamos por parte de los llamados socios comerciales.
El proyecto alternativo campesino plantea un Acuerdo Migratorio que reconozca la
existencia de un mercado de trabajo trinacional, que otorgue trato especial a nuestros
migrantes y que otorgue la regularización a los mismos.
Revertir los efector negativos de las reformas realizadas al artículo 27 Constitucional y
la Ley Agraria, recuperar el carácter imprescriptible, inembargable e inalienable del
ejido y la comunidad, que la parcela ejidal se considere como patrimonio familiar, que
se excluya a las sociedades mercantiles de ser propietarias de tierras y que se transforme
la Procuraduría Agraria en la Comisión de Derechos Campesinos e Indígenas con
carácter de organismo autónomo.
Proponemos un presupuesto multianual y creciente año con año, que se aplique el
presupuesto autorizado para el 2005 y que se elabore un programa emergente para la
entrega de los recursos rezagados del presupuesto.
Que el presupuesto 2006 considere los recursos necesarios para cumplir con el Acuerdo
Nacional para el Campo y con la Ley de Desarrollo Rural Sustentable.
Como fuerza democrática rechazamos el fuerte corporativismo y clientelismo con el
cual se ejercen los programas públicos, la actual administración ha construido en forma
acelerada organizaciones partidistas para que reciban los apoyos de los programas
públicos que tienen un propósito de base electoral, por ello rechazamos las acciones
asistencialistas y propagandísticas con que el gobierno ejerce el presupuesto social.
Exigimos una verdadera política social de Estado.
Nuestra agenda legislativa tiene como propósito fortalecer el papel de la función social
que debe de ejercer el Estado, para recuperar los espacios políticos, económicos y
sociales que hemos perdido en 20 años de neoliberalismo.
¡Viva la soberanía alimentaria!
¡Viva Zapata!
¡Viva el Frente Nacional de Organizaciones Campesinas!
¡Ni una privatización más!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
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