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Enciclopedia Bovina
Brucelosis
Definición
Es una enfermedad infectocontagiosa de origen
bacteriano que afecta a los bovinos alterando su reproducción. Se caracteriza, fundamentalmente, por
producir abortos.
Etiología
La bacteria Brucella abortus es el agente causal; muestra afinidad por el tracto reproductor.
Epidemiología
La brucelosis tiene una amplia distribución mundial y posee enorme importancia económica, sobre
todo en el ganado lechero. La incidencia varía considerablemente en diversas vacadas, en distintas
regiones y en diferentes países, por este motivo tienen poco valor los detalles relativos a porcentajes
de animales afectados.
Esta enfermedad es de gran importancia en salud humana, por tratarse de una zoonosis. En humanos, la infección ocurre por consumo de leche
sin pasteurizar, además de que es de tipo ocupacional, ya que se observa en granjeros, veterinarios y
carniceros que manejan animales o productos contaminados con la bacteria. La infección afecta en
todas las edades, pero persiste mayormente en animales sexualmente maduros, en los que las pérdidas de productividad pueden ser de gran
importancia, principalmente por el descenso de la
producción láctea. La infertilidad como secuela,
aumenta el periodo entre lactancias y el promedio
entre partos, que puede prolongarse durante varios
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meses. En vacadas destinadas a la producción de
carne tiene gran importancia económica, ya que los
becerros representan la única fuente de ingresos. Lo
mismo ocurre por desecho de vacas, tanto en hatos
lecheros como en productores de carne y en los casos de muertes por metritis aguda seguida de retención placentaria.
Se observa la concentración más elevada de
Brucella en el contenido del útero gestante, en el
feto y en las membranas fetales; estructuras que
deben considerarse como fuentes importantes de la
infección.
Factores de riesgo
La infección se produce a cualquier edad y persiste
sólo en animales sexualmente maduros. Una pequeña proporción de infecciones intrauterinas persiste
en terneras inmunes pasivamente; estos animales
no deben utilizarse como reproductores.
Cuanto más avanzada sea la gestación en el momento de la exposición, mayor es el riesgo de infección.
Transmisión
La enfermedad se transmite por la ingestión, penetración por la conjuntiva, a través de la piel o por
contaminación de la ubre durante el ordeño. El pastoreo en áreas contaminadas, el consumo de agua
contaminada con secreciones, membranas fetales
infectadas y el contacto con fetos abortados o
neonatos, se consideran las formas más frecuentes
de propagación. Existe una transmisión congénita
provocada por la infección dentro del útero, y si el
Capítulo 4. Enfermedades de los bovinos
feto no muere, puede permanecer latente toda su
vida en la ternera; esto se explica por el fenómeno
de tolerancia inmunológica: el animal da pruebas
serológicas negativas en su primer parto, momento
en el cual comienza a desechar el microorganismo.
La transmisión horizontal suele presentarse por la
contaminación directa y la infección por moscas,
perros, ratas, garrapatas, calzado, ropa y otros objetos infectados; esto no se considera de importancia, comparado con el número de microorganismos
desechados en abortos, membranas y líquidos
fetales.
Puede sobrevivir en pastizales durante periodos variables, según las condiciones climáticas. En
climas templados, la capacidad infecciosa puede persistir durante 100 días en invierno, y 30 en verano.
Este microorganismo es susceptible al calor, a la luz
solar y a los desinfectantes (fenoles y cresoles).
En toros infectados, el microorganismo se secreta por el semen, por lo tanto, aumenta la propagación de la enfermedad si se utiliza inseminación
artificial con semen contaminado.
Pericarditis congestiva en abortado.
Placentitis con necrosis cotiledonaria.
Fuente de imágenes: J.S. King: Cornell Veterinary Medicine. Necropsy show and tell.
www.vet.cornell.edu./nst/.
Patogenia
Brucella abortus tiene predilección por útero grávido, testículos, glándulas sexuales accesorias, ubre,
ganglios linfáticos y, en menor escala, en cápsulas
articulares y bolsas sinoviales.
Posteriormente a la infección inicial, la infección se localiza en ganglios linfáticos periféricos al
sitio de entrada (que pudo ser conjuntival,
nasofaríngea, genital o piel intacta), posteriormente, se disemina en los tejidos del huésped y continua proliferando en el tejido linfoide produciéndose
una infección generalizada (fase bacterémica).
Brucella abortus es una bacteria intracelular facultativa, que puede crecer y sobrevivir en los
macrófagos y células epiteliales, también se ha observado que en cepas virulentas tienen una capa
proteica protectora en su exterior, que les permite
vivir dentro de las células y producir infecciones
generalizadas crónicas, por lo tanto, esto le confiere la capacidad de evadir los mecanismos
inmunológicos y la posibilidad de sobrevivir por largo
tiempo.
La B. abortus penetra en células epiteliales del
corion y se reproduce causando placentitis, también
produce endometritis con ulceraciones en la capa
epitelial que reviste al útero. Este microorganismo
induce una respuesta inflamatoria en las membranas, este proceso obstruye la circulación fetal y provoca cierto grado de necrosis en los cotiledones;
estos eventos explican el aborto.
Las lesiones en el feto incluyen congestión
pulmonar, acompañadas de hemorragias en el
epicardio y cápsula esplénica, pudiéndose aislar del
feto cultivos puros del tubo digestivo y de los pulmones. El aborto puede producirse en los tres últimos meses de gestación.
Posterior al parto o al aborto, el microorganismo no persiste mucho tiempo, permaneciendo algunos días hasta que desaparece.
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Además del útero grávido y de los ganglios
linfáticos, con frecuencia se descubre al microorganismo en la ubre, entre un período de gestación y
otro. El microorganismo sobrevive en el sistema
retículoendotelial de la ubre, por lo cual se secreta a
través de la leche, de ahí la importancia de la detección de animales infectados, ya que en salud pública
esta enfermedad es considerada una de las principales zoonosis. También se puede encontrar a la bacteria en higromas de las articulaciones, así como en
sinovitis, sangre (fase bacterémica) del epidídimo y
del testículo —en los cuales causa severa inflamación— así como en la vesícula seminal, provocando
esterilidad cuando afecta a ambos testículos.
dos o tres veces. Posteriormente a esto, puede llevarse a término al feto. A medida que la tasa de
abortos disminuye, ésta se limita a primerizas y a
los animales nuevos en el rebaño.
Signos clínicos
Aborto, metritis, mastitis, orquitis y, eventualmente, trastornos locomotores, aunque muchas veces
se confunden con otros padecimientos habiendo casos en que ni siquiera se presenta el aborto, sino
solamente la retención placentaria y endometritis.
Diagnóstico
Existen muchas formas de diagnosticar la enfermedad. El diagnóstico epizootiológico se basa en la
observación de presentación y avance de la enfermedad según la zona. En algunos lugares es
enzoótica (y endémica) y en otros se presenta acompañada de abortos múltiples, metritis, orquitis e infertilidad.
Diagnóstico diferencial
Lesión en testículo de toro.
Debe considerar las siguientes enfermedades
abortivas: leptospirosis, rinotraqueitis infecciosa
bovina (IBR), tricomoniasis, campilobacteriosis,
listeriosis y aborto epizoótico (espiroquetosis).
Para evitar problemas en diagnóstico diferencial, se recomienda el siguiente protocolo:
Fuente: J.S. King: Cornell Veterinary Medicine. Necropsy show and tell. www.vet.cornell.edu./nst/
Establecer la edad del feto
Los hatos susceptibles llegan a etapas críticas
cuando la mayoría de las vacas se infectan y abortan. Esta etapa se puede prolongar por un año o más,
hasta llegar a una resistencia parcial. Dicha resistencia depende de la inmunidad celular, sustentada
en la transferencia pasiva de inmunoglobulinas que
no confiere inmunidad; los linfocitos T específicos
responden a los antígenos de B. abortus y producen
linfocitos que, a su vez, activan a los macrófagos
hasta el punto de eliminar a la bacteria instalada
intracelularmente, de lo que se deduce que este no
es un proceso inmediato, sino que puede tardar cierto
tiempo, por lo que algunas vacas pueden abortar
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•
•
•
Pruebas serológicas de brucelosis,
leptospirosis, listeriosis e IBR.
Cultivo de líquidos fetales y abomasal fetal para identificación del agente etiológico.
Examen de orina para posible identificación
de Leptospira.
Entre las bases generales para el control y prevención de la brucelosis bovina, se encuentran la identificación y la eliminación de los animales infectados,
así como programas de vacunación. Se debe contar
con pruebas diagnósticas sencillas, sensibles y especificas, esta necesidad se hace más aguda en zonas
Capítulo 4. Enfermedades de los bovinos
donde la prevalencia de la infección es alta y la vacunación de animales adultos se permite.
Las pruebas serológicas se usan ampliamente
en el diagnóstico de la brucelosis humana y animal.
Si bien, se tienen muchas pruebas para detectar
anticuerpos específicos contra Brucella en suero, plasma sanguíneo y otros líquidos orgánicos —leche,
plasma seminal y moco vaginal—, no existe ninguna prueba que aplicada aisladamente permita descubrir la totalidad de los casos de brucelosis, de aquí
que los programas de erradicación se basen en el
criterio de diagnóstico de hato.
La elección de los métodos de diagnóstico para
un programa de control y/o erradicación dependerá
de la especie animal, la población bajo vigilancia, la
taso de prevalencia en los diferentes regiones, y los
programas de vacunación en curso.
Para fines prácticos, las pruebas diagnósticas
pueden dividirse en:
a) Pruebas tamiz o de screening.
b) Pruebas de vigilancia epidemiológica.
c) Pruebas complementarias.
a) Pruebas tamiz
Este tipo de pruebas se caracterizan por su alta sensibilidad, lo que significa que con su realización,
pocos o ningún animal resulta falso negativo. Además, suelen ser pruebas sencillas, económicas y prácticas. Dentro de este grupo se incluye la prueba de
tarjeta o rosa de bengala, la cual se puede realizar
en el total de los animales del hato; todos los sueros
de los animales que resulten positivos, deberán pasar a una prueba complementaria.
b) Pruebas de vigilancia epidemiológica
En este grupo se incluye la prueba de anillo en leche para bovinos, la cual se recomienda en áreas
controladas y libres de infección para descubrir hatos presuntamente infectados.
c) Pruebas complementarias
Estas sirven para resolver problemas como elimina-
ción o disminución de las reacciones heteroespecíficas,
detección de anticuerpos incompletos, diagnóstico
correcto del mayor número de casos —especialmente los crónicos, que suelen permanecer con diagnóstico incierto—, y diferenciación de títulos residuales
debidos a vacunación o a infección. Estas pruebas se
aplican en hatos problema, donde la infección persiste pese a la aplicación de exámenes serológicos y a
una eliminación rigurosa de reactores. Entre estas pruebas se incluyen la prueba de rivanol y la prueba de
fijación del complemento.
La diferenciación de los títulos residuales de
vacunación, de los de infección, es difícil e incierta
—en ambas condiciones están presentes los mismos tipos de anticuerpos— pues existen diferencias en la proporción relativa y en la persistencia de
cada tipo de anticuerpo, que dependerán de la edad
al momento de la vacunación, el tiempo transcurrido desde entonces, la exposición a cepas de campo,
la respuesta individual de los animales y la evolución de la enfermedad. En estados crónicos de la
enfermedad, los títulos de anticuerpos son frecuentemente irregulares, caen a niveles bajos y fluctúan
durante periodos indefinidos.
Indicaciones para la realización de las
pruebas
La Norma Oficial Mexicana de la Campaña Nacional contra la Brucelosis en los Animales (NOM) establece las siguientes cuatro pruebas inmunológicas
como pruebas oficiales:
z
z
z
z
tarjeta,
rivanol,
fijación del complemento y
anillo en leche
En animales vacunados, las pruebas diagnósticas deben realizarse cierto tiempo después de la vacunación. En el caso de los bovinos, en las hembras
mayores de 22 meses que hayan recibido la dosis
clásica de vacuna cepa 190 los 3 a 6 meses de edad,
ó bien, hayan recibida una dosis reducida, las pruebas deberán realizarse 10 meses después de la va-
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cunación. En el caso de animales nunca antes vacunados, las pruebas se realizan: en bovinos, a partir
de los 6 meses de edad; en caprinos, a partir de los 4
meses de edad.
Diagnóstico sexológico
Es el más útil, tanto en medicina veterinaria como
en humana. Hay pruebas de precipitación (anillo de
Bang), aglutinación en tubo, en placa (Huddleson),
pruebas de fijación del complemento, inmunodifusión e inmunoelectroforesis.
El diagnóstico concluyente es el etiológico, que
consiste en el aislamiento, tinción, cultivo y demostración del germen a partir de órganos del feto (aparato digestivo): Se aísla Brucella en cultivo puro de
líquidos fetales, escurrimiento vaginal, semen y punción de ganglios linfáticos.
Tratamiento
No existe tratamiento para ese padecimiento.
Control
La vacuna RB 51, es una vacuna viva, atenuada,
liofilizada, genéticamente estable, aprobada y comercializada en los Estados Unidos en la década del
90. Carece de la cadena –o– de lipopolisacáridos de
la superficie bacteriana, que es la que determina la
aparición de los anticuerpos detectables en las pruebas serológicas tradicionales y que interfieren en el
diagnóstico de la enfermedad. También es la única
vacuna oficial en EE.UU. y Chile, aprobada para el
control y la erradicación de la enfermedad. De igual
forma, está aprobada y se utiliza en México, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Bolivia,
Argentina, Uruguay y, recientemente, España.
Para obtener un buen manejo de la vacuna, es
importante mantener la cadena fría, la dilución correcta y la aplicación en dosis y forma indicadas. Si
bien, la RB 51 es menos patógena que la denomina-
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da Cepa 19, en caso de inoculación accidental o
salpicadura de ojos, se recomienda consultar al
médico, siendo el tratamiento de elección las
tetraciclinas y la dioxiclina.
Debido a que ninguna vacuna es curativa, sólo
se recomienda vacunar a los seronegativos. No se
debe vacunar a los machos. La RB 51 es segura a
toda edad, pudiéndose aplicar en terneras desde los
cuatro meses. Admite una revacunación en adultos,
obteniéndose así una inmunidad más sólida y duradera (efecto booster), a diferencia de la Cepa 19.
Al permitir la revacunación, se reduce la posibilidad de tener animales mal inmunizados por fallas en la primera vacunación. Únicamente el médico
veterinario podrá aplicar la vacuna.
Sobre programas de control y erradicación
Es fundamental ampliar la cobertura y protección a
todas las categorías susceptibles lo más rápido posible; en los programas para controlar y erradicar esta
enfermedad se debe aplicar la vacuna RB 51 en forma preventiva, en combinación con medidas de diagnóstico serológico y sacrificio inmediato de los
animales seropositivos.
Todas las vacunas contra la brucelosis ocasionan cierto grado de placentitis; por lo tanto, no se
recomienda vacunar a hembras preñadas en áreas
de baja prevalencia. El riesgo de abortos ocasionados por la vacuna se incrementa notoriamente después del primer tercio de gestación.
Cuando se presentan abortos e infertilidad, es
razonable pensar en la presencia de brucelosis y es
indispensable establecer el diagnóstico definitivo.
La vacuna RB 51 disminuye sensiblemente el costo
del diagnóstico de la enfermedad, ya que permite
identificar a los animales infectados (seropositivos),
lo cual facilita su pronta eliminación, reduciendo el
número de chequeos o sangradas para la liberación
del establo.
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