SI 4D, ENTONCES 3R Rosana Castañón

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SI 4D, ENTONCES 3R
Rosana Castañón
En los últimos siglos, con la evidente aceleración del tiempo, la vida de las
personas dejó de ser estática para hacerse móvil. Esto se reflejó en un
principio en el arte, y después en todas las disciplinas sociales. Teorías que
cambiaron la percepción del universo incluyeron el concepto tiempo: la teoría
de la evolución, o las leyes de la termodinámica. La influencia llegó hasta la
lógica, en apariencia intemporal, que cambió a lo largo de la vida de
Wittgenstein. Desde la década del 1960's, se habla de la arquitectura de
procesos. En los procesos hay materiales al inicio, y deshechos al final. Es
por eso que la arquitectura, si se proyecta en cuatro dimensiones, ha de
cumplir con las tres reglas del reciclado. O sea, si se proyecta pensando en
que la arquitectura cambia a través del tiempo, necesariamente se ha de
pensar en cómo se reducen, reutilizan y reciclan sus materiales.
En la sociedad estamental, cada persona tenía su lugar. El arte representaba
temas religiosos, mitológicos o históricos, y sus autores no eran mencionados.
Cuando esto cambió en la era moderna, los pintores, como individuos,
empezaron a retratar a otras personas de su tiempo. Más tarde, los
impresionistas eternizaron la luz de cada instante. Duchamp observó desde un
punto de vista estático cómo un desnudo bajaba una escalera, mientras
Picasso miraba sus modelos desde diferentes ángulos. Los futuristas nos
enseñaron como la máquina se aceleraba...
En arquitectura, los constructivistas soñaban con edificios que se movían, y
Rietveld construyó la primera casa que cambiaba según la hora del día. Las
verdaderas metamorfosis se idearon en las utopías de los sesenta. En estos
grupos convergían las ideas esperanzadoras de Bloch, y las tecnológicas de
Fuller.
Las máquinas resolvían los temas que a Fuller le preocupaban, que eran de
carácter social. Por su experiencia como marinero, sabía de la importancia de
economizar (no confundir economía con crematística) los recursos que son
limitados en una nave. Siendo el planeta Tierra una nave con recursos finitos
dónde viajamos, se debía hacer un uso racional de ellos para que lleguen a
todos. Difundió sus pensamientos entre los jóvenes arquitectos alrededor del
mundo.
En los sesentas, aún antes de que el Apollo enseñara el globo terráqueo como
la pequeña esfera donde todos vivimos, empezaron las preocupaciones
ecológicas. Éstas no sólo afectan el consumo del material, sino el destino que
tienen los deshechos de las actividades humanas. Con el tiempo se han
demostrado causantes del cambio climático que podría llevar a la especie
humana a su extinción. Veremos cómo, al ser las tres reglas del reciclaje
normas de sentido común, están implícitas en los proyectos de Archigram, el
grupo creador de las utopías más influyentes en la desarrollista década de los
sesenta. El interés que les despertaba la implantación, uso y desaparición de
sus estructuras se manifestaba en el dibujo de las diferentes fases, como si se
tratara de una película. Introducían así el tiempo también en la representación
arquitectónica.
REDUCIR
Los seres humanos son realmente pequeños, no necesitan grandes estructuras
para vivir. Se dirigieron en la dirección contraria a Fuller, que había propuesto
una gran cúpula sobre Nueva York. Con los trajes de submarinismo y sus
escafandras, que protegen el cuerpo humano de las condiciones adversas del
medio, crean proyectos como el Cushicle, Suitaloon, Electronic Tomato,
Bathamatic, que no solo reducen el material para su producción, sino también
la energía necesaria para su uso.
La reducción máxima la encontramos en los proyectos donde la información es
la arquitectura, como City Intenchange, o Invisible University.
REUTILIZAR
Las cápsulas en las que creían que la gente debía vivir, estaban muy cerca del
existenzminimum, pero además, eran móviles. Se enchufaban en otro lugar en
la ciudad, como en la Plug-in City, o se movían por el país, como la Living Pod.
Como si se tratara de caravanas nómadas son aptas para vivir todo el año, con
el mínimo impacto sobre el territorio.
RECICLAR
Esta es, para ellos, una estrategia urbana. Existen ciudades más viejas, o más
nuevas, que no cumplen con las expectativas de sus habitantes. Si se resuelve
el problema a base de derribos y construcción, se pierde la riqueza material
invertida en esos edificios. Pero, como señalaba Jane Jacobs en "Death and
Life of Great American Cities" (1961), también se pierde la memoria histórica y
las redes sociales de los que allí habitan. Archigram propone, con una beca de
la Graham Foundation, la Instant City, un conjunto de servicios que viajan de
una población a otra, dándoles nueva vida.
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