E01_La_gestion_del_proceso_de_enseñanza

Acción tutorial en entornos virtuales de formación
La gestión del proceso de enseñanza
La flexibilización de los procesos de enseñanza apoyados en las tecnologías de
la información y la comunicación traen consigo un replanteamiento y redefinición
del contexto de enseñanza. Ahora, surgen escenarios de aprendizaje distintos al
aula presencial: podemos acceder a los contenidos y interactuar con el docente
y los compañeros desde múltiples ubicaciones. Y todo ello en procesos
comunicativos tecnológicamente mediados.
Desde el punto de vista docente, se nos plantean nuevas modalidades de
gestión de los espacios y los tiempos en el aula virtual: gestionar los procesos
interactivos a través de herramientas de comunicación (foros, chats,
videoconferencias, wikis, blogs, etc.) combinar tiempos sincrónicos y
asincrónicos, y gestionar la presentación de los contenidos, manteniendo un
principio de equilibrio entre la flexibilidad y autonomía en el aprendizaje y las
necesidades del proceso de trabajo en grupo.
Seguramente es aventurado hablar de nuevas metodologías de enseñanza,
puesto que, en el mejor de los casos se vienen desarrollando los mismos
modelos que en la enseñanza presencial; tampoco de nuevas estrategias porque
nos basamos en las mismas: estudio de casos, aprendizajes basados en
problemas o métodos expositivos.
En cambio si se dan diferencias importantes en la gestión de la comunicación en
el entorno virtual, entendida como sistema de apoyo o tutoría en los nuevos
espacios y nuevos tiempos
Actuaciones del docente-tutor en el proceso de enseñanza y aprendizaje
online
Las actuaciones de tutoría cubren la orientación y seguimiento del alumno desde
que contacta con la organización del programa formativo hasta la finalización
completa del mismo. Por lo que podemos identificar tres momentos de tutoría.
Unas requieren de actuaciones transversales, a lo largo de todo el programa
formativo y otras se concretan en un espacio temporal puntual. Por ejemplo, si
nos ubicamos en las actuaciones de acompañamiento que se dan durante el
curso, encontramos situaciones de tutoría transversal y otras de tutoría puntual.
•
Las actuaciones de tutoría transversal, implican un seguimiento
individual del alumno durante todo el proceso, desde del momento que
el alumno ingresa en el curso: ofreciendo la información necesaria
sobre el funcionamiento general del curso, plan de trabajo, contacto
con los profesores, promoviendo actividades iniciales de acogida y
familiarización con el entorno, resolver dudas sobre aspectos
generales del curso, etc. Esta tutoría se concibe como puente entre la
dirección o planificación del curso y el alumno.
•
Las actuaciones de tutoría puntual, suponen el seguimiento del
alumno en la actividad, módulo de contenidos o proyecto de trabajo.
En este caso el profesor es el responsable de la gestión y dinamización
del grupo para la actividad, resolver dudas, reorganizar, evaluar,
orientar, guiar y realizar el seguimiento de la actividad y del alumno
individualmente y en grupo.
A continuación presentamos las principales actuaciones tutoriales de programas
formativos universitarios, organizados según sean procesos transversales o
puntuales:
En función del contexto organizativo, estas funciones pueden concentrarse en
un solo tutor o distribuirse entre varios tutores. En este último caso, cada tutor
puede especializarse según el tipo de acompañamiento que realice.
Según la organización del programa o institución, la función tutorial puede
concretarse en una sola persona: el docente, o distribuirse entre diversos perfiles
de tutor, por ejemplo:
•
tutor transversal, que realiza el seguimiento y orientación personal del
alumno desde el inicio del programa hasta su finalización
•
tutor pedagógico de tema, bloque o módulo de contenidos; tutor de
proyecto -si lo hay, tutor de prácticas
•
tutor académico-administrativo, que informa y orienta al alumno en
aspectos relacionados con trámites administrativos como la matrícula,
solicitud de becas, acceso a servicios, etc.
Y puede realizarse por un docente, un alumno, o un tutor no docente.
Sin embargo, sea cual fuera la distribución, es imprescindible que exista una
fuerte coordinación e intercambio de información entre los tutores, los docentes
y de éstos con la organización.
Finalmente, a modo de concreción de las actuaciones del tutor en la tarea de
orientación y acompañamiento del alumno presentamos algunas actividades, en
el cuadro que sigue: