JURISPRUDENCIA PENAL Estado de necesidad

Anuncio
JURISPRUDENCIA PENAL
/. Estado de necesidad (en delitos culposos)
Pese a que no hay razón que justifíque la no aplicación del estado de necesidad en los delitos de imprudencia, el Tribunal Supremo se venia pronunciando en contra de los supuestos donde la necesidad habia sido provocada por el propio sujeto necesitado, debido a un comportamiento antirreglamentarío o negligente. En este sentido las Sentencias de 24 de septiembre
1953, 1 febrero de 1960 y 16 enero de 1968, entre otras. Sin embargo, la Sentencia de 29 de octubre de 1976 (anteriormente las Sentencias de 29 enero de 1971 y 15 junio de 1971), rompe
con el criterio anterior al establecer:
En el comportamiento culposo, si bien falla la voluntad proyectada sobre el evento, existe
para lesionar la norma de cuidado, al actuar voluntariamente sin cautelas, con falta de atención
o negligentemente, por lo que parece, que incluso en las situaciones de necesidad provocadas
por la culpa propia —y más aún la ajena— cabe hacer actuar dicha eximente, pues el requisito
segundo del número 7 del articulo 8." del Código penal la permite, al referirse a que la situación
de necesidad, no ha sido provocada intencionadamente, y la culpa está fuera de esta querida
provocación. La existencia de la actuación primaría imprudente no puede cohibir el conflicto de
bienes, debiendo de concurrir todos los requisitos propios de dicha circunstancia para poder actuar dentro de la culpa, y concretamente un peligro o mal actual, grave y eminente, que amenace un bien jurídico y que el mal que se trata de evitar no sea mayor que el eludido; se juega en
definitiva con tres males: El que se trata de salvar, el que se propone lesionar y el que efectivamente resulte vulnerado. En todo caso el acto necesitado, debe ser totalmente inevitable.
2. Coautoría
La coautóría en los delitos de utilización ilegítima de vehículo de motor ajenos —artículo
516 bis de Código penal— tiene sus peculiaridades en relación a la normativa general, ya que
conforme al párrafo primero del citado articulo para que se considere al sujeto coautor, no es
necesario que haya participado en la ejecución de los hechos como puede ser abrir el coche, hacer el "puente" para ponerlo en marcha, etc., sino que haga uso del vehículo a sabiendas de uqe
ha sido sustraído. En este sentido, la Sentencia de 20 de diciembre de 1976 establece:
El singular y frecuente supuesto de efectuar un sujeto activo, sin contrato criminal con
otros, sustracción del carruaje y sin ánimo de haberlo como propio, con fuerza en el mismo o
178
sin ella, y de que posteriormente otras personas lo utilicen para su uso, con conocimiento del
desapoderamiento del titualr, también sin autorización del dueño y sin causa legitima, no puede
calificarse como delito de receptación, sino conforme al número 1.° del articulo 14. Todos los
que utilizan el vehículo, que saben ajeno, dan plena realidad al contenido del articulo 516 bis, ya
que la utilización entraña, un acto injertado en el tracto sucesivo, con repetición de nueva actividad de posesión ilegítima, que se concreta por la voluntad de todo usuario, por lo que son
coautores todas cuantas personas se insertan en el uso del vehículo, mientras no se efectúe la
restitución, y lo ocupen o utilicen, hayánlo o no sustraído, hayánlo o no conducido.
El uso o la utilización del vehículo de motor, a sabiendas de la sustracción, hace coautores
a quienes tal comportamiento realicen, siempre que conozcan que otras persona realizó la sustracción, y aunque su uso posterior sea en conjunción con quien realice éste, sin perjuicio de
atender en cada supuesto al tiempo de duración del uso, para saber si fue en unos inferior y en
otros superior a las veinticuatro horas, a que se refiere al párrafo tercero del articulo 516 bis, a
efectos de la precisión de la penalidad.
3.
Estafa
La concesión por los bancos de la "tarjeta de crédito bancario" a particulares, mediante
las cuales pueden disponer de una cantidad límite de dinero para la compra de bienes muebles,
cantidades que han de reintegrarse a la entidad bancaria, más los intereses correspondientes, ha
dado lugar a una serie de infracciones panales en el campo de las defraudaciones, de las que la
Sentencia de 22 de noviembre de 1976 recoge tres, a saber:
a) La falsificación de la tarjeta, bien simulándola enteramente de modo que induzca a
error su autenticidad, bien introduciendo en la tarjeta verdadera alteraciones que modifiquen su
texto, ampliando así el límite máximo del crédito o sustituyendo el nombre y apellidos del titular
por otros falsos, defraudando con ello bien al banco, bien a los comerciantes que entregan mercaderías, objetos o efectos fiados en la autenticidad de la tarjeta y en la confianza que en ellos
despierta la entidad bancaria de que se trata —artículos 303, 302 núm. 6.° y 9.°, 529, núm. 1.° y
528 del Código penal
b) El fingimiento o apariencia de bienes, empresa o cualidades, con el fin de obtener la
tarjeta, que concede el banco confiado en la veracidad de los datos aportados, pero que una vez
realizadas las compras, no se reembolsa su importe al banco —artículo 529, núm. 1.° y 528 del
Código penal.
c) El agotamiento del crédito concedido, pero aprovechando que al no reflejarse en la
tarjeta las operaciones realizadas, se finge ante los comerciantes que no se ha agotado el crédito, sobrepasándose del limite máximo concedido, teniendo el banco que satisfacer facturas por
encima del límite del crédito concedido —articulo 529, núm. 1." y 528 del Código penal.
4.
Amancebamiento
Se viene discutiendo la conveniencia de que sean derogadas del Código penal las figuras de
adulterio y amancebamiento, entre otras razones por la diferencia de trato que reciben los cónyuges, los cambios que han sufrido en los últimos tiempos las concepciones ético-sexuales, así
como en definitiva lo que se busca en muchos casos es la separación por vía civil de los cónyuges. Hay un proyecto muy avanzado en los momentos actuales encaminado a la derogación de
esas figuras.
179
En la Sentencia de 24 de noviembre de 1976 estima que este delito se configura por los requisitos primordiales siguientes: a) Que el sujeto activo sea un marido; b) Que tenga manceba,
amante o concubina, lo que necesariamente implica o presupone, mujer no legitima distinta de
la esposa, con la que mantiene trato intimo camal asiduo, frecuente y continuado o con cierta
permanencia más o menos prolongada, y no de manera accidental, ocasional o meramente efímera; c) Conocimiento de ésta del estado de casado del hombre con el que mantiene tales relaciones sexuales ilícitas, y d) Que dichas relaciones entre ambos se desenvuelvan o tengan lugar,
bien dentro de la casa conyugal de los esposos, o bien fuera de ella con notariedad, cuyos adverbios "dentro" y "fuera" significan situaciones de lugar opuestas, brindando disyuntivamente
una protección penal a la mujer legítima frente a la violación de la fidelidad conyugal realizada
por el marido, con ofensa y ultraje de aquélla, bien por razón de lugar (si es dentro de la propia
casa conyugal) o bien por razón de la publicidad de la acción (si es fuera de la misma). El vocablo "notoriamente", al que hace referencia el articulo 452, está referido a la publicidad de la acción en el doble sentido de que se manifieste por hechos externos de los concubinos a los componentes del grupo social de los que los mismos forman parte y de que la existencia del concubinato sea conocida por personas que normalmente relaciones más o menos cercanas o intimas
con los esposos legitimos, habiendo tenido trascendencia pública.
180
Descargar