Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 El director de comunicación que la universidad, la empresa y la sociedad necesitan Magdalena Mut Camacho – Universitat Jaume I de Castellón – [email protected] Resumen: La figura del Director de Comunicación inicia un desafío conceptual y afronta un importante momento de cambio en el que su papel adquiere aún más importancia en la conformación de la estrategia de la organización. Ello es porque su vinculación con el entorno es sustancial, además de que una nueva visión de la empresa más unitaria, cercana y perceptiva completa su vanguardia. El presente trabajo se encarga de analizar cuales deben ser los contenidos docentes que debe impartir una asignatura sobre la Dirección de Comunicación. El profesional encargado de la comunicación en las organizaciones se está viendo inmerso en un momento trascendental que nos obliga a los docentes a replantearnos cómo hemos de afrontar la enseñanza de las habilidades y las capacidades que los alumnos han de adquirir para llegar a ser el profesional que se demanda, desde la punto de vista de las organizaciones y de la sociedad. Si definimos al dircom como el encargado de guardar la reputación de la empresa y como el encargado de velar por la confianza de los públicos de interés, debemos los docentes atender la revisión de contenidos académicos sobre el Director de Comunicación. Palabras clave: Director de Comunicación, dircom, estratega, comunicación corporativa 1. Introducción La universidad se está reconstruyendo para adaptarse al Espacio Europeo de Educación Superior y las titulaciones derivadas de la disciplina de comunicación están, a través de nuevos planes de estudios, modelando sus contenidos a las nuevas tendencias tanto las formales, que exige el nuevo andamiaje europeo, como las temáticas, que exige la actualidad en la que nos hallamos inmersos. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 1 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Por tanto, desde el mundo académico nos encontramos ante un momento muy interesante y fructífero, pues es época de meditar y llevar a la realidad lo que desde los diferentes ámbitos se exige que ha de ser un profesional dircom. La realidad competitiva nos indica que la figura del profesional dircom inicia un desafío conceptual y afronta un importante momento de cambio en el que su papel adquiere aún más importancia en la estrategia de la organización. Ello es porque su vinculación con el entorno es sustancial y, además, la compresión de la existencia de una nueva visión de la empresa más unitaria, cercana y perceptiva, sirven para perfeccionar su vanguardia conceptual. Desde este punto de partida, el presente trabajo se encarga de analizar cuales deben ser los contenidos docentes que debe impartir una asignatura sobre la Dirección de Comunicación. Arrancaremos desde el conocimiento de que el profesional encargado de la comunicación en las organizaciones se está viendo inmerso en un momento trascendental que nos obliga a los docentes a replantearnos cómo hemos de afrontar la enseñanza de las habilidades y las capacidades que los alumnos han de adquirir para llegar a ser el profesional que se demanda. Si definimos al dircom como el encargado de guardar la reputación de la empresa y como el encargado de velar por la confianza de los públicos de interés, debemos atender tres frentes imprescindibles: el triunfo de las teorías sobre la reputación, la investigación social sobre la confianza y sus implicaciones, y el manejo útil de los indicadores de intangibles para la toma de decisiones estratégicas. Desde el punto de vista de la gestión, han sido las Direcciones de Comunicación las que han ido asumiendo funciones con un esfuerzo de transformación continuo. Estas áreas de gestión, herederas de los departamentos de prensa, gabinetes de comunicación, etc. han evolucionado y han redefinido el rol de la comunicación, aunándolo a los intangibles estratégicos, cada vez más crecientes en importancia (Arthur Page Society, 2012), (European Communication Monitor, 2012), (DIRCOM, 2010), (Mut Camacho, 2010) (Villafañe, 2007). Por tanto, se propone desde la visión de la actualidad una revisión de contenidos académicos sobre cómo ha de ser un Director de Comunicación. 2. La enseñanza de la disciplina que entronca con el Director de Comunicación Cuando iniciaron su andadura las primeras titulaciones de comunicación en España pronto se convirtieron en un referente tanto a nivel europeo como iberoamericano, por haber sabido articular los contenidos transversales, metodológicos y hermenéuticos que provienen del núcleo teórico del campo de las ciencias de la comunicación con las competencias y habilidades derivadas de los diferentes entornos profesionales, a su vez en constante transformación como consecuencia de la expansión y generalización de las tecnologías de la comunicación (ANECA, 2005). ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 2 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Aquella fue una fortaleza que imprimieron los primeros planes de estudios en las facultades de comunicación allá por el año 1971, cuando aparecen las primeras facultades de Ciencias de la Información. Con la inminencia del objetivo 2010 que marcó las declaraciones de Sorbona (1998), Bolonia (1999) y el comunicado de Praga (2001), la ANECA, en 2005, realizó un informe pormenorizado de los estudios en comunicación que se desarrollaban en ese momento en la universidad española, con el objeto de crear una propuesta que permitiese adaptar los títulos a los parámetros que establecía la convergencia europea. El resultado fue el Libro Blanco, Títulos de Grado en Comunicación y en él se recogían los perfiles competenciales que los nuevos títulos de grado iban a recoger. Para la titulación de publicidad y relaciones públicas se recogían cuatro perfiles agrupados de la siguiente forma: • Director/a de comunicación, investigador/a y consultor/a estratégico en publicidad y relaciones públicas • Investigadores/as, Planificadores/as y Compradores de medios • Creativo/a y diseñador/a • Gestor/a de comunicación corporativa La figura del Director de comunicación se definía como “profesionales que ejercen su actividad desde el ámbito de las organizaciones o bien desde la agencia de publicidad o de relaciones públicas y similares (cuentas y planificación estratégica, por ejemplo) o desde la empresa consultora. Responsables del área de comunicación, director de publicidad y de relaciones públicas, de un organismo o empresa, que establecen contacto con los diversos públicos potenciales, tanto internos como externos, así como de la planificación, gestión y control del plan de comunicación anual” (ANECA, 2005, pág. 35). Como se comprueba, también se añadía el perfil Gestor/a de comunicación corporativa, definiéndolo de la siguiente manera, “profesional responsable de la gestión estratégica de la imagen y de la comunicación corporativa, tanto en su naturaleza intangible (identidad visual, comunicación y cultura corporativa) como en sus interrelaciones funcionales (financiera, comercial, de producción, etc.), y de establecer diálogos constructivos con los diferentes públicos relevantes de la empresa, internos y externos. También se ocupa de la reputación corporativa, en función del grado de cumplimiento de sus compromisos en relación con los públicos implicados” (ANECA, 2005, pág. 36). Definición en la que ya hallamos conceptos como intangibles y reputación, pero aplicados a una figura que es diferente al Director de Comunicación. Por otra parte, en el perfil de la titulación de Periodismo encontramos definida la figura de redactor/a o responsable de prensa o comunicación institucional, como el profesional de un gabinete de prensa o comunicación de una institución pública o privada para coordinar o ejecutar cuantos trabajos de carácter informativo o comunicativo necesite la entidad (ANECA, 2005, pág. 191). Con el paso de los años, comprobamos como la figura del Director de Comunicación ha evolucionado tremendamente, dejando de ser eso que definía el Libro Blanco para pasar a ser aquello que definen como Director de comunicación corporativa, pero aumentado en responsabilidades. Ello es ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 3 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 consecuencia de que la figura del Director/a de comunicación es bastante joven en el mundo empresarial, y aún más desde las nuevas teorías que están dándo una forma más precisa y omnicomprensiva de qué es la gestión de los valores de una organización, más allá de los financieros. Es por esta razón de juventud que adolece de un claro entendimiento en la mayoría del mundo empresarial/institucional/empleador sobre cual es su misión y, por tanto, qué disciplina científica prepara a este profesional. Por tanto, en la actualidad, con la desaparición de las antiguas licenciaturas y el nacimiento de los nuevos grados, una universidad como la Jaume I de Castellón (UJI) ha incluido en sus planes docentes de sus tres titulaciones de comunicación, la asignatura obligatoria de Dirección de Comunicación. Una firme apuesta y una forma de mostrarle a la sociedad de forma clara, que dónde se forma a un Director de Comunicación es en las titulaciones de Publicidad y Relaciones Públicas, Periodismo y Comunicación Audiovisual. Ya en el antiguo plan de estudios de las titulaciones de Publicidad y Relaciones Pública y en la de Comunicación Audiovisual (Periodismo no existía aún) se apostó por formar en temáticas como “Imagen y comunicación corporativa” (obligatoria) y Dirección de comunicación (optativa), como conocimientos disciplinares para la formación de profesionales de la comunicación empresarial e institucional. Materias desde donde se enseñaba a ser un gestor de intangibles. Además, el Departamento de Ciencias de la Comunicación de la UJI, imparte desde el curso 2007-08, unos estudios de postgrado adaptados a las directrices europeas. El Máster en Nuevas Tendencias y Procesos de Innovación en Comunicación posee la especialidad profesional en “Dirección Estratégica de la Comunicación” donde se ofrecen las claves para afrontar la gestión de la reputación corporativa en empresas e instituciones públicas, con una visión avanzada y prospectiva de lo que ha de ser un dircom actual. Aún podemos añadir un valor más a los estudios del Departamento de Comunicación de la UJI, pues la universidad pública siempre ha apostado por contenidos relativos a cuestiones que tienen que ver con la ética de las organizaciones y la confianza que éstas deben ganarse para estar legitimadas ante la sociedad. Cuestión que es importante remarcar, puesto que hoy en día es un debate el de la responsabilidad que las empresas tienen con todos sus públicos de interés y con la sociedad en general. Desde la academia (desde la UJI) siempre se ha tenido claro que una empresa virtuosa es aquella que consigue estructurar su funcionamiento a partir de la reciprocidad, la cooperación y la confianza. Aquella que consigue integrar todos los beneficios de los grupos afectados y el consenso de todos ellos. Es decir, la organización que disponga de un alto capital económico y social (García Marzá, 2004, pág. 64). Y esta convicción se ha llevado a los contenidos académicos con una clara visión de cómo ha de ser una empresa de presente y de futuro. También, observada la figura desde una esfera mucho más amplia, podemos hacer hincapié en que es destacable la aportación que a la figura se hace desde Europa, pues debemos entender como una fortaleza cultural de este continente el saber integrar en los estudios formativos del profesional dircom la creatividad latina, el racionalismo germano, el pragmatismo angloescandinavo ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 4 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 y nuestra común visión humanista (Maurech-Siman, 2005, pág. 9). Guías filosóficas que han ayudado a descubrir dentro de las empresas lo humano, la responsabilidad y la ética, como valores paralelos (y la mayoría de las veces superiores) a los valores de las exigencias economicistas del mercado. 3. El nuevo dircom de la nueva empresa Como ya se ha comentado, de hace unos veinte años a esta parte, la comunicación corporativa en España, conceptualmente se ha ensanchado de forma asombrosa, tanto en su carácter formal y tecnológico, como en los discursos, en los mensajes y los vínculos relacionales que utiliza la empresa para conseguir ser legitimada por sus públicos. Más aún en España, cuando además se sucedieron una serie de importantes transformaciones que añadieron complejidad al escenario en el que interactuaban el emisor y el receptor de la comunicación corporativa: se entró en la Comunidad Económica Europea, se privatizaron las empresas públicas, llegaron las empresas extranjeras, la bonanza económica, las marcas españolas saltaron hacia el mercado internacional. Y más recientemente, el despertar del sentido social de responsabilidad aplicado a las empresas y la revolución tecnológica de la comunicación. Aunque puedan encontrarse antecedentes hacia finales de los setenta con la llegada de la democracia, no será hasta bien entrados los años ochenta y la década de los noventa cuando la gestión estratégica de la comunicación, a nivel formal, se transformó realmente en un vector de competitividad fundamental dentro de los nuevos escenarios organizacionales y se empezó a comprender como un proceso de gestión integral (Álvarez Novell, 2011). Un pionero en la profesión y también visionario teórico de la comunicación corporativa como Costa, ya a finales de los años setenta, avanzó que la comunicación debía ser integrada para ser efectiva (Costa, 2001). En nuestro país, la comunicación en la empresa o en la institución no es conocida como tal hasta finales de los años 60 ó principios de los 70, época en la que comienzan a formarse los primeros gabinetes de comunicación, herederos de los antiguos gabinetes de prensa y de relaciones públicas, pero con funciones más amplias (Martín, 1995, pág. 29). El despegue de la actividad y su paulatina importancia, comienza cuando cada vez más organizaciones crean su propio gabinete o contratan consultoras de comunicación, de imagen o de relaciones públicas, lo que propició la creación de empresas especializadas en comunicación de empresa y también el establecimiento de empresas multinacionales de publicidad y relaciones públicas. De esta forma, encontramos que el primer director de comunicación se encargó de gestionar las relaciones de la organización con los medios de comunicación. Más tarde se vio que era positivo integrar las comunicaciones de la empresa y el nuevo rol del dircom pasó a ser comunicar la empresa con criterios unitarios. Eso ofrecía una imagen más fuerte, coherente y más competitiva. Pero con el paso de los años y de los acontecimientos aquello ya no sirve, ahora sabemos que lo que las organizaciones deben suscitar es confianza. De forma que entra en juego la reputación de la mano de cuestiones como la ética, las relaciones con el entorno, el medioambiente, la responsabilidad, las promesas. Toda esta ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 5 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 complejidad plantea nuevos escenarios para las empresas, y los nuevos escenarios plantean nuevas necesidades en los públicos que han de ser conocidas y dominadas. El nuevo director o directora de comunicación ya no puede abordar la situación con la antigua herramienta de la integración de las comunicaciones. Es buena, pero está centrada en mensajes, medios, canales, procesos y se deja de lado lo importante: que la reputación no es una cuestión únicamente de comunicación, también es de conducta. El dircom de hoy es un estratega de la comunicación y de la conducta para conseguir la confianza de sus colaboradores, de todos sus públicos de interés por el bien común de todos. La empresa se manifiesta y es conocida, y en su grado máximo provoca simpatía, respeto y admiración, a través de tres discursos: • Sus acciones. • Su producto o servicio. • Su comunicación. Por lo tanto, ya no sirve un dircom que tan solo trabaje en el discurso de la comunicación. Su ámbito ha de abarcar los tres discursos, porque son estos tres los que construyen la reputación de la organización. El dircom es el estratega de las cuestiones intangibles que agregan valor diferencial a la organización en estos tres discursos, ya no es el técnico que maneja tan solo el discurso de la comunicación, ahora tiene nuevas responsabilidades, justificadas por un nuevo escenario en el que hay que aprender a actuar de forma eficiente. Se trata de una toma de conciencia por parte de los dos implicados más importantes, el profesional que ha de prepararse para el interesantísimo reto que se le presenta, y del máximo ejecutivo que ha de apostar decididamente y convencido de que la reputación es el camino de la excelencia. Y en estos dos ámbitos la academia tiene un papel fundamental como formadora de profesionales que sepan hacer frente a nuevas situaciones. 4. El estratega de la reputación Hemos comprobado como antes, la tarea del dircom era la comunicación corporativa entendida como las diversas formas comunicativas de relacionarse con los distintos públicos de interés de la organización, para darles información más o menos persuasiva, pero siempre hablando sobre la organización de forma que la conociesen del modo más positivo posible en pos de la diferenciación y distinción. Con los cambios, la tarea del director de comunicación ha evolucionado y ya no es ésta únicamente. Sus responsabilidades han aumentado y su tarea abarca cuestiones que también tienen que ver con el mismo objetivo de conseguir la diferenciación y distinción de la organización, pero con una visión mucho más amplia y perspicaz. Esta visión es más amplia y profunda porque se ha descubierto que los diferentes caminos hacia el objetivo de la distinción y la diferenciación, pasa por otras cuestiones que no únicamente tienen que ver con la comunicación, ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 6 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 pero sí con las percepciones que sobre la empresa se tienen. Esto hace que la tarea sea más trascendente y más fascinante. El reto de la alta dirección de las empresas es comprender que si no se hace así, la empresa no avanzará al ritmo que podría, ni se desarrollará eficientemente y, por otra parte, el dircom perderá su área de competencia si no hace valer sus conocimientos, mostrando que quien sabe de conseguir la diferenciación y la distinción es el dircom. A estas alturas ya nadie duda ni discute la importancia y la presencia en cualquier actividad económica de la comunicación. Así como que la comunicación corporativa es una estrategia y no una herramienta de la organización. Los datos empíricos así lo confirman, por lo menos como una intención en el talante de los actuales profesionales de la comunicación en las organizaciones, a la vista del resultado de la investigación: Fuente: El Estado de la comunicación en España 2010. DIRCOM La investigación El estado de la comunicación en España 2010 nos demuestra que el avance cualitativo del profesional es una realidad. A la pregunta sobre cómo ha evolucionado la gestión de la comunicación en los últimos cinco años la respuesta mayoritaria es para dos cuestiones intangibles estratégicas: la responsabilidad social (68,59%) y la gestión de intangibles (52,7%). Esta es una corriente actual pues a la pregunta sobre cuál será la tendencia evolutiva de la comunicación en los próximos años, la respuesta es un 81,82% es la responsabilidad social y un 78,15% es la gestión de intangibles. Por otra parte, en el mismo estudio comprobamos como la incidencia en la estrategia de la empresa de la tarea estratégica del dircom es una evidencia constatable en la actualidad. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 7 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Fuente: DIRCOM, Asociación de Directores de Comunicación Entre la respuesta “bastante” y “mucho” suman un 87,43% de directores de comunicación que consideran que su tarea es estratégica. Por tanto, superado este paso categórico y condicional, hay que seguir avanzando. Llegados a este punto es necesario recalcar que este camino intangible no es en contra de las gestiones tradicionales de la organización, es la culminación de una concepción de la empresa que lo engloba todo y le añade más valor. El dircom de hoy conoce que la eficacia es la demanda fundamental de las empresas, que es necesario el avanzar en los modelos y metodologías de gestión de la reputación, y asumir como propias las tareas de la correcta gestión de los intangibles como adecuado proceder en este nuevo paradigma existente. Entiende que se ha modificado la conceptualización sobre la comunicación, a incluir la dimensión intangible de las organizaciones y a considerar la comunicación estratégica. Hoy ya existen nuevos modelos de gestión que desplazan la práctica tradicional de la comunicación, tan polarizada en las técnicas y que ha descubierto la importancia decisiva de los activos intangibles, las relaciones, los valores y la reputación. Esta nueva concepción de lo que es la comunicación corporativa es el producto genérico y característico de nuestra época. Esta evolución es causa y efecto de la nueva forma de entender la empresa y su forma de comunicarse y relacionarse. Es un nuevo profesional. 5. El dircom de la nueva sociedad El momento histórico actual nos sitúa ante un nuevo escenario con desconcertante futuro, el economista Jeremy Rifkin señala que la segunda revolución industrial cimentada en el petróleo, el automóvil y la centralización de la electricidad, ha llegado a su colapso a finales del siglo XX y que la burbuja crediticia ha sido un falso intento de mantener con vida un sistema muerto. Para el premio Nobel de economía Paul Samuelson esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS fue para el comunismo. Más que nunca se demuestra que la superación de momentos como el actual incumbe a todos, a la empresa, a la sociedad, a los gobiernos y a la academia. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 8 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 El documento de trabajo de la Comisión Europea donde se da respuesta a la consulta sobre la futura estrategia «UE 2020»1 empieza diciendo que Europa atraviesa una época de profunda transformación pues se ha visto duramente afectada por la peor crisis económica y financiera desde hace décadas y que se ha traducido en una fuerte contracción económica. Apunta que pese a que la intervención pública ha evitado el derrumbe de la economía y la confianza por añadidura, ésta crisis ha minado la capacidad de resistencia. Pero la Comisión mantiene una actitud positiva llamando a redoblar esfuerzos para salir airosos de la crisis y propone el diseñar la próxima generación de políticas públicas incluyendo algo muy interesante pues reconoce que a partir de ahora las circunstancias serán harto distintas. Propone que la salida de la crisis deberá ser el punto de entrada en una nueva economía social de mercado sostenible, más inteligente y más respetuosa con el medio ambiente, en la que nuestra prosperidad reposará en la innovación y en una mejor utilización de los recursos, y cuyo principal motor será el conocimiento. El documento incluye reflexiones valiosas pues hace hincapié en que para hacer posible el crecimiento sostenible en ese nuevo paisaje que quedará tras la tormenta, es imprescindible el tener en cuenta que hay que poner en primer plano a las personas y la responsabilidad. No es posible que las cosas cambien si se sigue haciendo lo mismo, las épocas de dificultades y crisis conllevan cambios. En las empresas es necesario meditar, descubrir, explorar y dar un paso más allá. Los desafíos son un aliciente. «El mayor peligro en tiempos de turbulencia, no es la turbulencia, es actuar con la lógica de ayer» decía Drucker sintetizando desde su experiencia e investigación cuán importante es que la empresa se mantenga evolucionando con la sociedad y mirando hacia ella, sobre todo en momentos de crisis. Toda esta evolución social hace mover a las empresas y afecta a la comunicación de la empresa como se van a ver afectadas otras de sus actividades nucleares. La comunicación es estrategia que facilita y propicia la evolución de la empresa al incentivar nuevos planteamientos y estrategias hasta hace unos años impensables. La empresa y la institución moderna y el comunicador profesional saben que al diseñar su estrategia, ésta compite por el futuro y que, por ello, tiene que interpretar los datos en clave de futuro y no de pasado, poniendo empeño y talento en identificar y desvelar cuáles son las relaciones relevantes de una organización con sus públicos y adónde le conducen. Ahora bien, para tomar decisiones adecuadas de antemano, el estratega de comunicación ha de tener visión y debe saber captar las fuerzas críticas que van a condicionar el futuro de su actuación, de su mercado y de su organización. En todo este panorama, y teniendo en cuenta que hoy en día el papel de la universidad es fundamental en la sociedad, no solamente como centro de cultura y saber sino también como motor en el desarrollo cultural, económico y social de un país. Por lo tanto, la Universidad, debe adecuarse y dotarse de 1 Fechado en Bruselas el 24.11.2009. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 9 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 estructuras de mayor flexibilidad para afrontar estrategias diferenciadas en el marco de un escenario vertebrado, para poder así responder al dinamismo de una sociedad, como la española, que debe avanzar. De esta forma la misión de la universidad en la sociedad actual será la de afrontar los nuevos retos derivados de la sociedad del conocimiento, por lo que podrá ofrecer y la sociedad exigirle: una docencia de calidad y una investigación de excelencia. La Universidad, en su conexión con la sociedad donde se encuentre integrada, no ha de ser ajena a factores como la demanda de trabajo, que vendrá mediatizada por el entorno, es decir, las necesidades de las empresas, industrias y empleadores de la zona, así como de otros aspectos que se consideren importantes, como los valores que pretenda impregnar a cuantos estudiantes/as pasen por sus aulas. Por estos motivos, debe adecuar sus estudios y dirigir su investigación y enseñanza en la línea de conseguir del estudiantado su formación como ciudadano/a abierto/a a la inquietud por el conocimiento y la resolución de problemas de la sociedad, más allá de la pura función eminentemente cultural, o incluso más allá de la visión profesionalista puramente pragmática, por la que se estima que el objetivo de la universidad es lograr una formación integral del estudiantado, en el que confluyan en un mismo nivel los tres objetivos que debe perseguir la universidad: investigación, enseñanza y formación humanista. Esta idea se ha de plasmar en los estudios que preparan al dircom, se debe formar a profesionales completos y bien preparados, con un perfil generalista, teniendo en cuenta las teorías sobre la reputación, la investigación social sobre la confianza y sus implicaciones, y el manejo útil de los indicadores de intangibles para la toma de decisiones estratégicas en la formación y aplicación de la estrategia de negocio de las organizaciones. Este ha de ser el horizonte formativo del Director/a de Comunicación. 6. Contenidos curriculares para el dircom A la luz de lo observado, consideramos que las capacidades y habilidades de un dircom han de ser las siguientes: ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 10 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 Conocimientos sobre cómo entender el contexto social Conocimientos en estrategia Conocimientos sobre gestión de intangibles Conocimientos sobre evaluación de intangibles DIRECTOR DE COMUNICACIÓN Conocimientos en habilidades ejecutivas Conocimientos en comunicación Conocimientos en creatividad Fuente: elaboración propia Sin olvidar el proceso evolutivo que ha llevado al dircom al lugar que ocupa conceptualmente hoy en día, y recordando el bagaje que le ha cimentado, “el primer paso en la construcción de la Dirección de Comunicación fue entregar la tarea de comunicación como parte de la estrategia empresarial, el siguiente paso, el que le dio cuerpo, fue convertirse ella misma en estrategia que añade valor a la estrategia de negocio y consolidar al dircom como un estratega de la empresa, por último, la consolidación de la figura del Director de Comunicación pasa por la gestión de intangibles” (Mut, 2010, pág. 29), se propone una figura encargada de la reputación de la organización. Respecto a su formación, un enunciado rápido de los conocimientos imprescindibles que un Director de Comunicación debe dominar son: los correspondientes a la gestión empresarial, los que conciernen a la organización y a su cultura corporativa y, por último, los que atañen a la comunicación (Villafañe, 2001). El carácter y originalidad del dircom se basa en esta fusión, en integrar los aspectos sobre el management con el conocimiento sobre su organización y con las teorías de la gestión intangible y la comunicación. Todo amalgamado con visión estratégica y pensamiento creativo. Planea y gestiona cuestiones cruciales de las que tan sólo él es especialista capacitado por su formación y su visión integradora y transversal de la acción estratégica. Ciertamente la gestión de intangibles, como saber que bebe de muchas ciencias y saberes, conforma a un profesional con unos conocimientos y habilidades multidisciplinares. Se considera la formación universitaria en las disciplinas insertas en Ciencias de la Comunicación como las adecuadas, porque se hallan ubicadas en las Ciencias Sociales, área de conocimiento que hoy en día es primordial para la conformación de este moderno alto ejecutivo. A nivel teórico la comunicación se bifurca en dos grandes áreas: psicosociología y tecnología. “A la dirección de comunicación le interesará ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 11 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 especialmente la primera, que es la que presenta déficit en las empresas. La segunda es cuestión de técnicos, y el Director de Comunicación no es un técnico ni un especialista, sino un estratega y un generalista polivalente. En sí misma, la ciencia de la comunicación resulta de la fusión de tres doctrinas: la Sistémica, la Teoría del feedback o retroacción y la teoría de la información. Esto es útil para entender la organización empresarial en tanto que un sistema vivo que interactúa consigo mismo y con su entorno socioeconómico y cultural” (Costa, 2001, pág. 261). Es imprescindible el poseer los conocimientos y habilidades suficientes en el área específica de la gestión, análisis comercial y finanzas aplicadas, que le permitan participar de modo profundo en la toma de decisiones en la empresa, desde un prisma estratégico y gerencial (Garrido, 2004, pág. 113). Estos conocimientos reglados le servirán para ser ese profundo conocedor de la entidad para la cual presta sus servicios. Debe ser el experto en las relaciones de la organización, en las estrategias de intangibles y las tácticas de comunicación. Su actuación vendrá encaminada por una filosofía integradora en la que la obtención de beneficios es importante, pero también lo es el desarrollo común de los principios esenciales y cultura de la organización2. Estas destrezas le otorgará el conocimiento real a través de los teóricos. Todo esto tiene el mérito de ubicarlo en la lógica empresarial, en el ámbito cotidiano donde tendrá que actuar. Con su formación se complementan una serie de aptitudes como es la de permanecer atento al entorno, a lo que sucede en la sociedad, a cómo se desarrollan sus expectativas y saber traducirlas estratégicamente a los modos de la organización. Ello comporta mantener esa capacidad observadora, curiosa e investigadora de oportunidades. Es analítico con los datos que busca, desarrollando su capacidad intuitiva para comprender qué hay de beneficioso y que se puede hacer con ese mundo que evoluciona. Tendrá la visión estratégica para saber integrar la empresa en ese mundo vital y viceversa. Una habilidad que se debe propiciar en el aula es la proactividad. Palabra procedente del latín, está compuesta por dos raíces latinas, pro-, que significa “ante” o “delante de”, y -actividad, que significa “eficiencia de obrar, diligencia, eficacia”, del latín activĭtas, -ātis. Viktor Frankl, un neurólogo y psiquiatra austriaco que sobrevivió a los campos de concentración nazis, introdujo este término en su libro de 1946 Man's Search for Meaning (El hombre en busca de sentido). Describía la habilidad como una actitud en la que el sujeto u organización asume el pleno control de su conducta de modo activo, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras, haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias del contexto. 2 ÁLVAREZ, T. y CABALLERO, M. (1997) Vendedores de imagen. Los retos de los nuevos gabinetes de comunicación. Paidós. Barcelona. Pág. 89. También en MARTÍN MARTÍN, F. (1995) Comunicación en empresas e instituciones. De la consultora a la dirección de comunicación. Ediciones Universidad de Salamanca. Salamanca. Pág. 35. También en VILLAFAÑE, J. (1999) La gestión profesional de la imagen corporativa. Pirámide. Madrid. Pág. 100. ISBN-13: 978-84-15698-06-7 / D.L.: TF-969-2012 Página 12 Actas on-line: http://www.revistalatinacs.org/12SLCS/2012_actas.html Actas – IV Congreso Internacional Latina de Comunicación Social – IV CILCS – Universidad de La Laguna, diciembre 2012 En conclusión, se propone la construcción de unos contenidos académicos que preparen al alumno para ser no únicamente un comunicador, o un experto en herramientas de comunicación, sino para ser el profesional que trabaja con expectativas, con tendencias, con hábitos y con emociones. Y todo dentro de un entorno global y complejo que debe conocer mejor que nadie en la empresa. El dircom es un generador de contenidos, debe conseguir que la realidad reputacional de la empresa sea similar a la percepción de los públicos. 7. Referencias bibliográficas Álvarez Novell, A. y. (2011). Medición de los aportes de la gestión estratégica de comunicación interna a los objetivos de la organización. Palabra Clave. Vol. 14 (1), 11-30. ANECA. (2005). Libro Blanco. Titulo en grados de comunicación. Madrid: ANECA. Arthur Page Society. (20 de marzo de 2012). Insights and Research. Obtenido de sitio web de Arthur Page Society: http://www.awpagesociety.com/insights/building-belief/ Costa, J. (2001). El Director de Comunicación. La nueva figura central en la empresa del siglo XXI. In J. Benavides, Dirección de Comunicación (pp. 47-66). Barcelona: Gestión 2000. Costa, J. (2001). Imagen corporativa en el siglo XXI. Buenos Aires: La crujía. DIRCOM. (2010). Estado de la comunicación en España 2010. Madrid: DIRCOM. European Communication Monitor. (2012). 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