Carta-N5-Hna-Suzanne

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Franciscanas Misioneras de María
Via Giusti 12
I-00185 ROMA
-------------------------Superiora General
N°5
Grottaferrata 6 de septiembre 2012
Queridas hermanas,
¡Saludos de paz para cada una!
En primer lugar me gustaría agradeceros por vuestras
oraciones y las expresiones de condolencia que he recibido con motivo
del fallecimiento de mi padre. Mi madre estaba profundamente
impactada, sabiendo que nos apoyabais con vuestras oraciones desde
diferentes partes del mundo, mi familia se ha sentido muy
privilegiada; gracias por este precioso don. También por todas las que
me habéis enviado un saludo el 15 de Agosto; fiesta de todo el
Instituto y patrona de la superiora general,1 gracias.
Sin embargo todo esto lo vivimos en un contexto de violencia continua,
la tragedia de las catástrofes del medio ambiente y los conflictos
políticos, especialmente en este momento en Siria. Nuestro Dios
Emmanuel continúa llorando ante el daño y la devastación que afligen
a la humanidad, en particular a los más pobres y vulnerables.
La reciente celebración de la fiesta de la Asunción, una semana
después de la de María Reina, una vez mas nos recuerda la solidaridad
de Dios con nuestra condición humana. No sólo por la encarnación y el
nacimiento de Jesús, sino por el gratuito respeto y el reconocimiento
de la mujer, María de Nazaret y su colaboración en el plan de
salvación de Dios. Muy pronto, celebraremos el nacimiento de Nuestra
1
JO 697, 12 mayo 1903
Señora2, tal y como está establecido en el calendario litúrgico de la
Iglesia. Los temas de la muerte y de la vida parecen estar siempre
tejiendo su camino a través de la tela de nuestras vidas.
¡Con cuanta frecuencia nos encontramos nosotras mismas, de
alguna manera, literal o figuradamente entre las dos realidades!.
Literalmente si, estamos físicamente presentes para cada una, ya que
nuestro tiempo de volver a la casa de Dios no ha llegado para nosotras
todavía, por lo tanto, la misión de vivir plenamente la presencia de
Dios entre nosotras es todavía la nuestra.
Con todo, figuradamente ¿dónde estamos nosotras? En
nuestra relación con el Dios de nuestras vidas, en nuestra vida
comunitaria, las relaciones con nuestras hermanas, con los demás; en
nuestra manera de vivir la llamada a la vida consagrada para encarnar
el Evangelio, ¿dónde nos encontramos a nosotras mismas?
¿Estamos verdaderamente vivas; viviendo apasionadamente nuestra
llamada, o el sentido, la energía y el entusiasmo por la vida, la oración,
la comunidad, lentamente va deslizándose lejos de nosotras, y se
manifiesta así mismo en mediocridad, rutina, aburrimiento, falta de
vida, desasosiego, insatisfacción o con una postura negativa?
Puede haber muchas razones para esto, obviamente la salud y
la edad son una de ellas; pero no es a esto a lo que me refiero.
Tenemos innumerables ejemplos de hermanas que a pesar de las
limitaciones de la edad y de la salud, viven plenamente su compromiso
con el Dios que llama; su sentido de pertenencia al Instituto, con
profunda serenidad, testimoniando fielmente al Dios que es Presencia
Amorosa. Sus vidas están centradas en la corriente de la gracia de Dios,
colaborando con el movimiento del Espíritu.
Desde el fervor inicial de nuestra juventud, algunas de
nosotras, por alguna razón, parece que han perdido su camino. Hemos
seguido otras sendas, porque la vida no ha sido como nos
imaginábamos que podría haber sido.
2
8 sept.
2
Con frecuencia en nuestro camino espiritual, somos llamadas
a desprendernos de aquello que es más precioso para nosotras, con la
finalidad de re-descubrir que el camino hacia nuestra verdad más
profunda y la plenitud de la vida, se encuentra en el seguimiento del
camino de Dios para nosotras. Cada una de nosotras como Abraham,
tenemos nuestro propio Isaac 3; llamadas a desprendernos de aquello
a lo que nos aferramos mas firmemente4; un ministerio, una
comunidad, una responsabilidad, una amistad exclusiva, acceso directo
al dinero, una necesidad excesiva de contacto con la familia, o
cualquier otra cosa, que solo en sincera honestidad con nosotras
mismas lo conoceremos. Hay muchas dependencias que son como
adicciones que dirigen nuestras elecciones, en vez de permitirnos a
nosotras mismas ser libres en el discernimiento y dejarnos conducir
por la vida en su desarrollo 5, experimentando la consiguiente gracia y
bendición.
Dios trabaja en nosotras y en todas las experiencias que
aparecen en el camino. También Maria de Nazaret tuvo que aprender
que lo importante no era ser la “madre de Jesús”, sino en ser discípula6
y Maria Magdalena tuvo que desprenderse de su deseo de ver el
cuerpo de Jesús, antes de que pudiera reconocerle en el jardín.7
El camino espiritual es un movimiento interior del Espíritu, es
como la energía de la vida que está tan presente en toda la creación,
en cada cosa que vive y crece. También a nosotras, el Espíritu nos esta
siempre impulsando hacia delante ¿estamos nosotras escuchando,
colaborando, moviéndonos y progresando? o ¿hemos puesto los
frenos a nuestro crecimiento espiritual? Todos los grandes maestros
espirituales, nos dicen que si no progresamos en la vida espiritual,
entonces retrocedemos. La elección es nuestra. Venimos a la vida
consagrada, tratando de buscar con otras al Dios de nuestras vidas y el
Instituto, nos ofrece todas las oportunidades para hacerlo.
3
Gen 22, 14-19
Lc 8, 21
5 Rm 11, 33
6 Lc 8, 21
7 Mc 16, 9 ; Jn 20, 11-17
4
3
Pero en algún lugar, a lo largo de la línea, ¿perdemos la vista
de las cosas esenciales de nuestra vida, cogidas por tantas
distracciones que dispersan nuestras energías, o permitiendo que
experiencias dolorosas del pasado, bloqueen la corriente de la vida,
todo lo que lleva a algo así como un ir “muriendo por dentro” porque
permanece no-curado, desnutrido? Nuestro Dios es un Dios intenso de
vida y amor, sin embargo, nosotras no sentimos, gustamos ni
percibimos esta realidad. La sal ha perdido su sabor8; la semilla ha
caído en pedregal.9
Jesús, la imagen del Dios invisible,10 en todos sus curaciones
milagrosas, liberaba a todos los que se le acercaban, no sólo de aquello
que los mantenía cojos, ciegos y enfermos, sino sobre todo, de aquello
que los mantenía en los márgenes, o como parias de su sociedad. El les
capacitó para que tomaran plenamente su lugar, como miembros
responsables, nunca más en los bordes de la sociedad, sino en el
centro. De la misma manera podemos decir que Dios, al escoger a
María para ser la madre de Jesús, la tomó de ser de los bordes de la
sociedad de su tiempo, dado que era mujer y era pobre, y la hizo
central para Su historia de salvación.11
Por lo tanto podemos decir, que la acción salvadora de Dios en
cada una de nosotras, es siempre trayéndonos, desde los bordes del
río de la Vida, al centro mismo de Su corriente de vida y de gracia que
fluye dentro de nosotras. ¿Deseamos realmente esto? ¿Deseamos
realmente cooperar con la acción salvadora de Dios en nuestra vida
personal y comunitaria, de manera que también nosotras como María,
podamos cantar el Magníficat12 y dar testimonio de El por nuestras
vidas? Una vez mas la elección es nuestra. Nosotras sabemos que el
Dios humilde solo espera siempre nuestro “si”, así como hizo con
María en la Anunciación, antes de ayudarnos a movernos hacia delante
en el camino de la Vida. Dios bendice nuestros mas íntimos deseos y
8
Mt 5, 13
Mt 13, 20-21
10 Col 1, 15
11 Lc 1, 48-49
12 Lc 1
9
4
anhela compartir con nosotras13, a través del Espíritu, la inagotable
riqueza de su misterio de Amor.14 ¿Podemos preguntarnos a nosotras
mismas si verdaderamente deseamos ser mas conscientes de esta
realidad de Amor, en quien” nos movemos, existimos y somos”15?
El 11 de octubre, 50 Aniversario del comienzo del Concilio
Vaticano II, el Papa Benedicto XVI va a abrir oficialmente el Año de la
Fe (11 de Octubre 2012 - 24 de Noviembre 2013 fiesta de Cristo Rey)16.
La Iglesia oficial nos esta llamando a todos, a centrarnos una vez mas,
en nuestra vivida relación, con la persona de Jesús, que es el único
sentido y conocimiento para nuestra vida de fe. Esta llamada no es
sólo para nosotras, sino para que nuestra única, personal experiencia
del Dios de nuestra vida, sea una vez mas, nuestra fuente y respuesta;
como Pedro fue capaz de responder cuando Jesús le preguntó “quien
decís vosotros que soy yo”?17. También nosotras, como la mujer
Samaritana ¿podemos dejar detrás nuestras vasijas y todo lo que nos
limita, y correr a decir a los demás, por nuestro testimonio de vida,
con quien nos hemos encontrado.18? Yo creo que como personas
consagradas, es muy importante para nosotras, tanto individual como
colectivamente, que le prestemos atención a esta llamada de la Iglesia.
Nuestro mundo y la Iglesia están necesitando mucho de este
testimonio.
La apertura del Año de la Fe tendrá lugar durante la primera
semana del Sínodo sobre la nueva Evangelización para la Transmisión
de la Fe Cristiana19, del 7 al 28 de Octubre, 2012 en el cual nuestro
Instituto estará presente. Los Obispos y los invitados se reunirán para
buscar caminos, para transmitir este tesoro que es nuestro, a un
mundo que busca desesperadamente sentido y esperanza. Nuestra
espiritualidad franciscana tiene mucha relevancia para los tiempos
actuales, pero todo permanecerá irrelevante a no ser que tratemos de
13
Hch 17, 27
1 Cor 2, 9-10
15 Hch 17, 28
16 www.annusfidei.va
17 Mc 8, 29
18 Jn 4, 28
19 Documento de trabajo Sinodal: www.vaticano.va
14
5
vivir lo que proclamamos, con una honesta y esperanzadora búsqueda
del Dios que es Vida para nosotras.
En esto, oímos de nuevo la llamada de San Francisco a sus
hermanos, de seguir las pisadas de Jesucristo20; de Santa Clara a sus
hermanas, de ser como espejos que reflejan a Jesucristo 21, tanto para
el beneficio de las otras hermanas como de los demás. Nosotras
también, escuchamos el mismo eco en la exhortación de la Beata
María de la Pasión, diciéndonos que nosotras debemos de llenarnos
con la gracia del Evangelio en toda su riqueza, que toda nuestra
vocación se basa en esto22.
Como en el Deuteronomio23, la elección es nuestra, la elección
de cada una de nosotras, la que lleva a la vida o la que lleva a la
muerte, la pregunta que necesita colorear las decisiones de cada
nuevo día. Nuestro Dios de profunda humildad nos ha dado una
voluntad libre, pero por la causa del Evangelio, por la causa del mundo
y por la causa del Carisma, somos llamadas individual y
colectivamente, a Elegir la Vida24!
Bendiciones de paz y amor.
Vuestra hermana,
Suzanne Phillips fmm
Superiora General
(Traducción)
20
Regla Primitiva 1, 1
Testamento 6
22 2 Feb. 1899
23 Deut 30, 19
24 Jn 14, 6
21
6
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