El “Pregón Criollo” - Academia de Folklore

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Pregón Criollo
Nº 34- Mayo 2014
Noticias, artículos e información de las actividades del Folklore
Publicación de:Academia del Folklore de la República Argentina
Editor: Carlos Molinero
Compaginación y transmisión: Darío Pizarro
Contenido
a) Todo el “Pregón Criollo”: Si pulsa aquí verá en despliegue todo el “Pregón
Criollo”, con los “copetes” de los artículos (el modo usual, anterior).
b) Comenzando por su sección preferida (pulsando abajo en cada título
descriptivo de la misma),
c) Ver solo una sección, pero de todos los “pregones”: puede ubicarla solo con
pulsar en donde se encuentra la foto de la sección que le interesa, más abajo
El “Pregón Criollo” ofrece en Mayo de 2014, las siguientes secciones:
1)
2)
3)
4)
Novedades
Teresa Cultura
Premios Konex 2014
Noticias de los amigos/regionales
Cursos, Actividades, actuaciones
5) Del Origen
5.1 Día de la Lengua Quechua
5.2 Lenguas
5.3 Historia
6) Obras Integrales
La Conquista del Desierto, de Carlos Di Fulvio. Primera parte
7) Comidas Criollas
Tortilla a la parrilla
8) Museo del Hombre
9) Grandes Maestros
Lazaro Flury- El horizonte pampeano en la formación del hombre
10)
Danzas Nuestras
El Remedio Pampeano
11)
Joyitas del Recuerdo
Pajarito Velarde
12)
13)
14)
Libros
Discos
Armando Poesias
Tonadas para usar
15)
Folklore de Latinoamérica_- Uruguay
Raul Iturria y el Dr Regules
16)
Devociones
17)
Regionalismos
De la Rioja y con “S”, Segunda parte
18)
Literatura Folklórica
Dos casos: Al señor de Renca, de Leopoldo Lugones y El Viento Blanco de Juan
Carlos Davalos
19)
Reflexiones
Meditaciones sobre el Folklore, Tercera Nota, por Rafael Rumich
20)
Correo
Novedades
Teresa Cultura
Konex
Noticias
(pendiente)
Del Origen
Grandes Maestros
Discos
Obras Integrales
Cocina Criolla Museo del Hombre
Danza Pampeana Joyitas del
Recuerdo
Armando Poesías
Uruguay
Libros
Devociones
Regionalismos
Literatura Folklorica
Reflexiones
Correo
1) Novedades
Novedades


Este mes es más que activo. Y de hecho plenamente ocupado para y por los
proyectos principales de la Academia. Por una parte, varios asesores y
senadores de la nación se han reunido con integrantes del Consejo Directivo de
nuestra Institución para tratar la incorporación de la misma al régimen de
Academias Nacionales, mostrando su apoyo, que agradecemos sinceramente. El
proyecto que viene de Diputados se tratará muy pronto en sesión de la
Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores, para posteriormente pasar al
recinto. Esperamos así que tenga resolución favorable y se convierta en Ley.
También han comenzado las reuniones, con senadores y asesores, para avanzar
en la ley de Enseñanza del Folklore en las Escuelas. Importantes clarificaciones
y aportes legales han venido dándose en ese sentido. Siguiendo la Ley Nacional
de Educación, los contenidos en materias y programas resultan
responsabilidad y jurisdicción de los distritos. Por ello en la ley nacional que
promovemos, se buscara definir con precisión qué es nuestro folklore,
unificando así la concepción del eje a enseñar. Este claramente excede “música
y danzas”, ámbitos valiosos desde luego, pero restringidos, y a los que muchas
veces se lo limita escolarmente. Queremos que la ley promueva que en cada
provincia se realice la enseñanza integral del Folklore. Artesanías, costumbres,
literatura, comidas, trabajos, refranes, y en fin todos los aspectos de la cultura
popular, tradicional, funcional, anónima y regional, vigente, tanto como las
manifestaciones artísticas que la proyectan, pues todas forman ese cuerpo que
promovemos y que cada jurisdicción definirá en contenidos propios. Pero
además de la lógica prioridad al propio folklore promoviendo que en cada una
de las regiones de nuestro país, se difunda el conocimiento del de las

restantes. En esto se ha comenzado a trabajar, con el comienzo del año
legislativo, con entusiasmo y optimismo.
Avanza el III congreso de nuestra Institución, a realizarse en el Centro Cultural
Recoleta entre el 20 y el 23 de Agosto de 2014. Como siempre estarán
presentes las tareas especificas de investigación y ciencia, así como los ámbitos
artísticos en las diversas disciplinas. Aunque ya avanzada la planificación de
las mesas, faltan detalles de conformación de algunas mesas. Emitiremos
apenas completados, una notificación especial, así como un el detalle más
completo de este Congreso, dedicado a don Eduardo Falú, en el próximo
Pregón Criollo .
2) Teresa Cultura
Vaya si es noticia: Nuestra Vicepresidente es Ministra de Cultura…¿que más?. Y su
gestión no será ni indiferente ni pasatista. Sus comentarios y opiniones, directas y
claras, siempre lo fueron. La repercusión fue favorable, en el amplio espectro político
cultural (dicho con elegancia). Así lo comentó por ejemplo La Nación (el 7 de Mayo de
2014):
“Las canciones populares acompañan a la gente en todos los momentos de la vida, en
los buenos y en los malos, en los dulces y en los dolorosos, inolvidables siempre y
marcados a fuego por una canción. Las letras provocan emociones. Yo trato de dar
amor en las canciones ".
La cantautora y compositora Teresa Adelina Sellares, más conocida como Teresa
Parodi , fue designada hoy ministra de Cultura. Artista de gran trayectoria, es una de las
figuras más representativas de la música popular argentina. Nacida en Corrientes hace
66 años, su carrera despegó en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín de 1984,
adonde exactamente 30 años más tarde, en febrero de este año, haría una crítica sobre el
rumbo que tomó el festival. Artista, militante y docente, la vida de Parodi está marcada
por su infancia en Corrientes, su temprano inicio en la música, su experiencia como
maestra rural en Misiones, su militancia en la juventud peronista, su mudanza a Buenos
Aires, en 1979, ese puntapié que fueron las giras junto al quinteto musical de Astor
Piazzolla como cantante invitada y, más cerca en el tiempo, su cercanía con el
kirchnerismo. Desde la década del 80, Parodi compuso más de quinientas obras. Tiene
30 discos editados. Recorrió teatros, salas y festivales de todo el mundo. Compartió
escenario con artistas como Piazzolla, Mercedes Sosa, Víctor Heredia, León Gieco,
Julia Zenko, Pablo Milanés, entre muchos otros. La cantautora fue reconocida con el
Konex de Platino al mejor autor-compositor de la década, en 1995; con el Camín de Oro
a la Trayectoria, en 1999; con el Premio del Fondo Nacional de las Artes, ese mismo
año; con el Gardel a la Música, en 2003; con el Gran Premio Nacional de las Artes y
Ciencias, en 2011, entre otros. En el verano de 2002, su canción Resistiendo se convirtió
en una suerte de himno. Tres años más tarde, con Jorge Telerman como jefe de gobierno
porteño, Parodi asumió al frente de la Dirección General de Música de la ciudad de
Buenos Aires. Estaría en ese cargo hasta 2007. Poco después, la artista desembarcó en
el Espacio Cultural Nuestro Hijos (ECuNHI), en la ex ESMA y de la mano de las
Madres de Plaza de Mayo, "para sembrar de libertad, creatividad, cultura y risas" ese
lugar. (…)
Este año, la compositora correntina fue a Cosquín a celebrar los 30 años de su
consagración allí. No se guardó palabras. "Creo que Cosquín es el reflejo de algo que
nos está pasando en la cultura. Yo gané en aquel Cosquín del 84 con canciones
desconocidas y ante un público que era capaz de escuchar en silencio a Yupanqui como
si estuviera en un teatro. Pero el festival cambió tanto que si hoy fuera de
nuevo con aquellos 30 años y mis canciones nuevas, no llego ni a la plaza
Próspero Molina. Lo efímero ganó la discusión cuerpo a cuerpo en el
escenario. No creo que haya que refundar Cosquín, sino que hay que inventar nuevos
espacios para pensar la música argentina", lanzó en febrero.
Pagina 12, por su parte,m el 8/5/14 publico su perfil:
El Pais › La Trayectoria De La Nueva Ministra De Cultura
La música y la militancia
Por Cristian Vitale
Activa militante política y cultural, Teresa Parodi nació en Corrientes y tiene más de
veinte discos. Entre 2005 y 2007 fue directora de música de la ciudad de Buenos Aires.
Estaba a cargo de la dirección del museo del Espacio Cultural Nuestros Hijos
(ECuNHi). Unas cuatrocientas canciones, más de veinte discos, muchos años repartidos
entre la docencia rural y una activa militancia político/cultural en diversos organismos,
cinco hijos, y 66 años de vida total preceden al nombramiento de Teresa Parodi como
ministra de Cultura de la Nación. Nacida en Corrientes, a orillas del Paraná, como
Teresa Adelina Sellares en plena época peronista (30 de diciembre de 1947), su data
temprana cuenta que a los nueve años ya había anunciado su norte: la música popular. Y
actuó en consecuencia. Lo primero fue llegar a primera solista del Coro de la Orquesta
Folklórica de Corrientes; luego, a fines de la década del setenta, a cantar en el Quinteto
de Astor Piazzolla, y, ya instalada en Buenos Aires, donde anidó en 1980, a través de
sus tempranos recitales en El Teatro del Bajo, La Manzana de las Luces, el anfiteatro de
la Universidad de Belgrano, la Sala Planeta, o el Museo Larreta, y de su primer disco,
auspiciado por la Dirección de Cultura de Corrientes: Teresa Parodi desde Corrientes
En la senda estrictamente musical, la por entonces joven cantautora le puso música a
Llegada de un jaguar a la tranquera, la cantata de Francisco Madariaga, y en 1984 fue
elegida como consagración del Festival de Cosquín, lo que determinó una instancia
parteaguas en su vida artística. Al siguiente año, amparada en bellas piezas de su autoría
como “Pedro Canoero” y “Apurate José”, explotó el Purajhei –tal el nombre del disco
que contiene esas piezas– y empezaron a llover los premios, los Luna Park llenos, los
discos de oro y platino, las giras por el mundo, más clásicos como “La negra Eulogia”,
“Canción para Verónica” o “Las voces del río”, varios discos significativos en eso de
tender puentes entre Corrientes y el mundo (Letra y música, junto a Antonio Tarragó
Ros (hijo), otro prócer del pago; Ya está la taba en el aire; Correntinas, junto a Ramona
Galarza; Con el alma en vilo y Parte de mí) y un gran reconocimiento del país folklórico
que, a través de su máxima expresión (el festival de Cosquín) la premió con el Camín de
Oro, en el último año del siglo pasado. “En los ’90 seguí grabando discos, pero pasé a
ser una artista no mediática. Mi canción quedó atrás porque se instaló un modelo
cultural que no le correspondía. En la sociedad había parálisis, silencio, una especie de
complicidad preocupante. Modelo perverso como pocos fue ése, otra forma de
desaparecer”, señaló en entrevista con Página/12 sobre aquellos años.
En 2002, con los aires a punto de cambiar, afianzada ya entre los artistas principales de
la música popular argentina y tras una gira por Israel que protagonizó junto a Mercedes
Sosa, grabó el tema “Resistiendo”, una acabada muestra de las vicisitudes políticas,
económicas y sociales que atravesaba el país por aquellos años. Al año publicó Soy feliz
y luego llegaron Pequeñas revoluciones (2005), Autobiografía (2007), disco en el que
regrabó trece de sus grandes clásicos, y Otro cantar (2011), su última placa a la fecha. A
través de ellos, se pueden rastrear piezas que, además de sus aires litoraleños,
contemplan sus preocupaciones por los derechos humanos (“María
Pilar”, “Nunca más”, “Que se queden quietas”, “Aún caminan
conmigo”); también por personajes referentes en su vida como Eva
Perón (“Ella es de octubre”) y la luchadora guatemalteca Rigoberta
Menchú (“Rigoberta”) o la militancia en tiempos difíciles (“Hay
gente que sueña”, “Mis compañeros”), un trascender al que sumó significativas juntadas
con Liliana Herrero y Ana Prada.
Teresa también modeló su largo día de vivir a través de otros dos vectores: la docencia y
la política cultural. El primero empezó en 1964, con apenas 16 años, cuando se recibió
de maestra y ejerció como tal –maestra rural– en el pueblito de Eldorado, Misiones,
entre otras escuelas rurales de su región. Y el segundo, a partir del segundo lustro de la
primera década del siglo, cuando incursionó como directora de música de la ciudad de
Buenos Aires y luego, junto a las Madres de Plaza de Mayo, como directora del museo
del Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi), donde no hizo más que actuar acorde
con su compromiso de siempre. “¿Cómo negar que ha vivido?”, dijo una vez en
entrevista con Página/12, sin saber que le esperaba tan buena noticia. “Me siento invicta
como la esperanza, a pesar de que vengo de una generación que tuvo muchas derrotas.
Creo que la gran victoria es que no me he rendido, soy parte de un período que veo
como un giro histórico”, dijo también, anticipando, tal vez inconscientemente, tamaño
devenir.
¡Mucha Suerte y nuestro apoyo para la gestión que el país necesita y espera!
En Tucuman, La Gaceta escribió, el 7/5/14:
Positiva creación del Ministerio de Cultura
Es cultivo, es decir que antes hubo siembra. Es también el acervo de modos de vida y
costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una
época, grupo social, así como el conjunto de conocimientos que permite a alguien
desarrollar su juicio crítico. La cultura forma parte del ser humano y está íntimamente
ligada con la identidad. Cuando mayor gravitación tenga en una comunidad, contribuirá
a mejorar la calidad espiritual de sus integrantes. Ayer, mediante el decreto 641,
publicado en el Boletín Oficial, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner creó el
Ministerio de Cultura de la Nación y designó a la cantante y compositora correntina
Teresa Parodi al frente del nuevo organismo. En los fundamentos de la medida se indica
que con el fin de perfeccionar el uso de los recursos públicos incrementando la calidad
de la acción estatal, corresponde efectuar un reordenamiento estratégico que permita
concretar las metas políticas diagramadas, así como racionalizar y tornar más eficiente
la gestión pública. Que, en ese orden de ideas, y habiéndose analizado los cometidos
asignados a la actual Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, y
considerando la trascendencia que la cultura representa como inductora del desarrollo y
de la cohesión social, de su relevante papel ante la cuestión de la diversidad cultural y
de la integración de comunidades minoritarias, así como en los procesos de igualdad de
género y de las vinculaciones entre las comunidades urbanas y rurales, hacen necesaria
la jerarquización del área mencionada. Entre otras cosas, el Ministerio se ocupará de
elaborar y promover políticas de participación institucional en la defensa de la identidad
cultural nacional, implementar las políticas de difusión en el país y hacia el exterior de
los hechos culturales; promover y difundir el desarrollo de actividades económicas
asociadas con la cultura; planificar políticas de financiamiento de la actividad cultural
junto con el sector privado y organizaciones de la sociedad civil; promover políticas de
integración e intercambio cultural entre las jurisdicciones del país y hacia el exterior, así
como políticas de incentivo y desarrollo de las culturas nacionales. Sin duda, se trata de
una importante decisión porque tiende a jerarquizar un área que contará a partir de ahora
con un presupuesto muy superior al de su antecesora, la Secretaría de Cultura, y en
consecuencia, con una mayor capacidad operativa. Lo importante será la política que se
implemente en el sector. Sería positivo que esta apuntara hacia un verdadero
federalismo, en el que las provincias tengan un participación activa en los planes y
programas que se diseñen donde tenga cabida la opinión de los artistas, de los creadores,
de los intelectuales y no únicamente los funcionarios. Sería interesante que no se
asociara la cultura solamente con el espectáculo, sino que se profundizaran programas
de inclusión social que tienen que ver con la siembra del arte y la formación de niños y
jóvenes y se generaran otros.
Parece también un acierto designar como ministra a Teresa Parodi, una de nuestras
artistas más representativas, que proviene del interior del país, se ha caracterizado por
ser una luchadora y tiene su experiencia en la gestión pública. “La libertad que hay que
darle al pueblo es la cultura”, sostenía Miguel de Unamuno. Sería bueno que así lo
entendiéramos.
Y por último el editor de este PREGON CRIOLLO, en forma personal y sin
comprometer con su opinión a nadie, modesta pero responsablemente señala:
Nada es fácil en la vida, ni en la cultura, que es otra forma de decir vida del pueblo,
nomás. Teresa es una artista con clara posición política, y no de ahora. Y ha sabido superar
crisis de todo tipo en su vida. Es una de las pocas personas que hacen de su nombre de pila una
marca. Como con Diego, Mirta, o Mercedes, no nos hace falta a los argentinos agregar un
apellido para saber de quien hablamos.
En su momento escribí para el período 1944 a 1975 mi análisis sobre “Militancia de la
Canción”. Cuando me toque hablar del periodo posterior, alguna vez, estoy seguro que deberé
tratar varios ejemplos de una militancia artístico-política distinta a la de ese período. Como
sucedió con el Tercer LP de Huerque Mapu, se puede ver que al llegar al gobierno el
movimiento propio, la función de la canción (de denuncia hasta entonces) requiere un necesario
cambio (hacia la promoción/colaboración). Podríamos decir, no casualmente, que a partir de
ese momento para los artistas la cosa era “Otro Cantar”.
En ese marco el caso de Teresa, designada en el Ministerio de Cultura, resulta ser el
ejemplo más elevado de función política (y la oportunidad consecuente) a que ha llegado una
artista por su militancia. El resultado de su gestiónno será , entonces, indiferente para el futuro
de esta especial modalidad de conjunción político-artística, que tanto me entusiasma. Por ello
me interesa referirme a ella. Es más, me deslumbra, y me apasionará estudiar, seguir, apoyar en
lo que se pueda, y sobre todo “historiar” esta experiencia. Su resultado marcará ejemplo. En
cierta incomprensible sensación personal, me parece “propia” (como cuando uno piensa propio
a su equipo de futbol, su cantor, autor, o género favorito). Ella simbolizó la militante política
cantautora perfecta. ¿Qué le pasará, ahora, como “ministra”?
Al igual que al acercarme a la Academia, sé (y dije a su presidente, como anticipo igual
en este caso) que la lucha por egos (artísticos o profesionales) o por posicionamientos
(interesados, o no, económicos o políticos), seguramente afloraría en el trabajo de todos los
días. Esto requiere firmeza y flexibilidad; objetivos claros, y colaboración amplia. La Academia
del Folklore, que se enorgullece de tenerla en su Directiva, no puede ser menos, ofrece y debe
ofrecer, sin restricciones, su apoyo en todo lo que pueda ser necesario. Lo mismo deben y
pueden hacerlo todo el resto de las instituciones y expresiones culturales del país, sin privilegios
ni exclusiones, sin favoritismos ni descuidos. Las convocamos a ello. La convocatoria en ambos
sentidos (de y hacia el nuevo ministerio) requiere amplitud, tipológica y personal. En música y
literatura, en artes y en ciencias, en artesanías y costumbres, sumar a todos. Ningún género
musical, por caso, ninguna actividad cultural especifica, artística profesional o de
aficcionados, de transmisión generacional o de modalidad circunstancial, será/ es para
desmerecer, ninguna para olvidar o desatender. Aunque gobernar es elegir prioridades. No nos
sentiremos mal si no pone al Folklore como centro. Igual deben considerarlo otras ramas de la
cultura, tan dadas a autovalorarse como esenciales, como la nuestra. La cultura, toda, en un
marco de avance de amenazas de disgregación por ataques de narcotráfico y de des-arraigo, es
clave para la sociedad que necesitamos a futuro.
Personalmente creemos, obviamente, en el valor del Folklore sobre todo como “pasado
presente” para construir futuro. Y como base de la con-formación hasta aquí y desde aquí,
regional y nacionalmente, de nuestra base identitaria. Que es, claro, múltiple pero a la vez
consolidada en esa multiplicidad. Pero también sabemos que no necesitamos ni debemos
imponer esta concepción, aunque sí promover nuestra perspectiva para que pueda, en su caso,
ser compartida si así lo eligen los demás integrantes de nuestra comunidad.
Sabemos también, como se ha dicho tantas veces, que no se ama lo que no se conoce, y
que son cruciales las nuevas modalidades de transmisión múltiples (TV, FB, Tw, la red), hoy
mediadas por nuevos canales comunicativos (de igual a igual, de desconocido a desconocido)
por sobre los personales (de padres a hijos), y los “escolares” (de maestros a alumnos), incluso
“invirtiendo” las jerarquías de “saberes” ya que hoy enseña más el compañerito que el padre o
abuelo sobre o usos de artefactos y/o juegos electrónicos, ya que saben mas que sus mayores a
quienes en realidad “ilustran y ayudan” en ese campo, hoy clave en las destrezas de la vida.
Por ello preferiríamos ver parte de los esfuerzos del nuevo ministerio en la enseñanza del
folklore en las escuelas, pero también en armar Casas del Folklore regionales y nacionales, en
producir y circular bibliografía, discografía, material audiovisual, etc., para el mayor
conocimiento de nuestro patrimonio, pero además, como si esto fuera poco, ponerlo a
disposición también con nuevas formas, (no en lugar de) las tradicionales, superando
esclerosamientos. Este es a nuestro entender el desafío mayor que enfrentará Teresa. Y no solo
en la parte de su tarea que tenga que ver con el Folklore en cualquiera de sus vertientes,
artísticas o investigativas, y que nos motiva a este comentario- ruego..
Teresa ha sido siempre abierta, a la vez de defender, firme, sin cortapisas ni doble faz
sus propias opiniones. En lo político de su cargo (que es en definitiva eso: promover políticas
culturales) deberá potenciar estas características. Por ella y por el país. La cultura es columna
vertebral del futuro del pueblo si quiere ser, y si quiere expresarse UNO. Hecha por y con
todos.
Finalmente su gestión no estará exenta de riesgos. Los errores serán inevitables, como en
el 100% de los casos humanos al frente de un cargo. No vale la pena preocuparse por ellos. Lo
importante en cambio, además de su personal claridad y apertura de miras, le será cuidarse en
lo administrativo (el Estado oculta muchas veces una serie de trampas en el bosque), una parte
pesada burocrática y que “no luce”, que se produzcan ocasiones para que quienes quieran que
sus políticas no continúen, tengan ocasión de aferrarse. Sus colaboradores serán en esa
parte esenciales.
A esta altura de éstos, nuestros deseos de éxito, nos preguntamos quienes somos nosotros
para presentar estos insolicitados consejos y pedidos …. Y solo pensamos que el amor a su
trayectoria es la única carta de presentación para ello, y que eso mismo nos hace pedirle a Dios
que ilumine su camino, también en esta etapa. Lo merece, como el puesto la merece a ella.
Carlos Molinero
3) Premios Konex 2014
La importante institución cultural , con nuestra querida Olga Fernandez Latour de
Botas en su jurado, eligió los premios Konex de Folklore, de este año, que
distinguieron a
Héctor Aricó
Teresa Beatriz Barreto
María Azucena Colatarci
Ruth Corcuera
Margarita Fleming de Cornejo
¡Una felicitación para los merecidamente distinguidos!.
4) Noticias de los Amigos
+ Presentaciones, Seminarios y Cursos
 Apareció, editado en inglés, en Estados Unidos, el libro coordinado por Pablo
Vila que presenta la militancia cancionera del Cono Sur (Argentina, Chile y
Uruguay), en nueve artículos, de los cuales dos son realizados en colaboración,
por nuestro Editor, que algunos dicen que desde entonces anda como perro con
dos colas… Ya habrá lugar para la crítica, cuando llegue. Por ahora solo
entregamos el folleto de su presentación, en la Universidad de Temple.
 Curso en la UCA, de la reciente premio Konex.
Pontificia Universidad Católica Argentina
Santa María de los Buenos Aires
Departamento de Historia
Centro de EstudiosFolklóricos ‘Dr.
Augusto RaúlCortazar’
Seminario/taller
El Carnaval: desde “El Carnaval en el Folklore Calchaquí” de
Augusto Raúl Cortazar a los registros del Carnaval puneño actual.
Dictado por: Magister María Azucena Colatarci (CEFARC/UCA)
Fecha de inicio
Fecha de finalización
Total de horas de la actividad
Miércoles 7 de mayo
Miércoles 28 de mayo
12 horas (un encuentro semanal de
3 horas cada uno. Duración: 4
semanas.)
Evaluación: un trabajo final para obtener certificado de
APROBADO.
Se entregarán certificados de ASISTENCIA.
Actividad sin costo.
Edificio y aula a confirmar
Informes: [email protected] | Tel/Fax: (011) 4804-4329
La Asociación Amigos de la Educación Artística tiene el agrado de invitar a usted y familia al Acto que
realizará en la sala José Hernández (Pabellón Rojo) el jueves 8 de mayo del corriente año a las 15:00.
Se ofrecerá el espectáculo Color y festejo de las celebraciones en Jujuy, con la participación de artistas
invitados.
Saludamos a usted con distinguidaconsideración.
Zulma Prina
María Azucena Colatarci
Josefina del Solar
Secretaria
Presidenta
Vicepreside nta
Olga Fernández Latour de Botas
Socia fundadora
40º Feria Internacional del Libro
 MUS I CA S E P RES E NTA N L O S G A N A DO RE S DE L A S
UL T I MAS E DI CI ONE S DE L OS P REMI O S AT A HUA LP A
Nuevas caras para el folklore argentino
La charanguista María Laura Caballero, el guitarrista Catriel Ramírez y la cantante Laura Echeverría se mostraron en el
teatro Gastón Barral. El premio va más allá de lo nominal: los tres ya tienen sus discos editados, otro impulso para su
carrera.
La charanguista María Laura Caballero, el guitarrista Catriel Ramírez y la
cantante Laura Echeverría tienen al menos tres cosas en común: la primera,
ser jóvenes exponentes de las buenas nuevas propuestas que se están
consolidando en el folklore argentino. La segunda, ser especialmente
talentosos, cada uno en lo suyo, lo cual lleva inmediatamente a la tercera
coincidencia: los tres resultaron ganadores, en diferentes años, de los
premios Atahualpa, que otorgaba el Instituto Cultural de la Provincia de
Buenos Aires a las “revelaciones provinciales” (se trata de un certamen que
no se siguió haciendo). El premio ya tomó forma de buenos discos con las
ediciones de Desde la misma huella (Caballero), Guitarra dímelo tú
(Ramírez) y Por la huella de la tarde (Echeverría),
+ Actuaciones
Cuyo
Auditorio Deodora RocaMendoza
San Martin- Buenos Aires
San Fernando- Buenos Aires
Carlos Casares- Buenos Aires
Tucuman
CHICOS MúSICOS
Una estrella azul llevó a la Orquesta del barrio Juan
XXIII al teatro San Martín
El cantautor Coqui Sosa grabó un tema con la agrupación vocacional para su próximo disco
Miércoles 23 de Abril 2014
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LA MÚSICA TRANSFORMA. La grabación terminó y la satisfacción se trasluce en las sonrisas; la más amplia es la de Coqui Sosa (centro, en cuclillas). la
gaceta / fotos de diego araoz | Ampliar (1 de 2 fotos)
Alicia Fernández
LA GACETA
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¿Dónde estará la estrella azul?
esa estrellita del alma
sus ojos suelen brillar
perdidos en la inmensidad.
El escenario del teatro San Martín acogió, generoso, a la Orquesta Juan XXIII, del barrio homónimo. Los chicos se vieron
rodeados de micrófonos, aparatos y algunos técnicos. Coqui Sosa, que los había convocado, estaba exultante.
“Son más de 40 integrantes pero en esta grabación intervienen 30. Grabamos el huayno ‘La estrella azul’, de Peteco
Carabajal. Nosotros no tenemos la formación clásica de la orquesta sinfónica sino una estructura que mezcla instrumentos
académicos con autóctonos como quena, siku, junto con guitarra, violín, clarinete y percusión latinoamericana. En este tema
usamos sólo el bombo”, explica Gabriela Agüero, la directora de la orquesta.
¿Dónde estará la estrella azul?
esa estrellita del alma,
sus ojos suelen brillar
perdidos en la inmensidad.
“Esta es la última canción de mi disco (el N° 12), que saldrá en mayo, con la dirección de Francis Moreno, de Concepción, y
con artistas tucumanos. La idea es integrar a los chicos de la Orquesta Vocacional Juan XXIII, que hace música popular.
Participé el año pasado en el cierre de los talleres y quise darles un espacio a chicos que han elegido el camino de la música y
del arte como una salida al futuro”.
Popi Spatoco (conocido, entre otras cosas, por haber sido el arreglador de temas paraMercedes Sosa) hizo el arreglo de la
pieza y lo cedió para las orquestas de música popular del país.
“A ellos les da la posibilidad de interpretar un arreglo de primer nivel, y a mí me da la posibilidad de trabajar con música
orquestal, además, porque en realidad este disco es distinto. Es la primera vez que grabo un disco que no tiene folclore nativo.
Son canciones que llevan un mensaje para estos tiempos: de virtud, de solidaridad, de adquirir la energía y la fuerza para
cambiar lo negativo en medio de la crisis de valores”, asevera Sosa. Se refiere a inolvidables temas de Facundo Cabral y
de María Elena Walsh, reversionados, junto a sus propias composiciones.
¿Dónde estará la estrella azul?
ya no podré con mi dolor.
En otros cielos brillará
esa estrellita del amor.
“Toco el siku hace muchos años. Lo elegí porque me encanta tocar”, dice Lourdes Camila (8 años) y hace una demostración.
Martín (9) toca el violín desde hace cuatro años: “aprendí en la orquesta, con el profesor Genaro. Ya conocía el teatro porque
vine a ver una peli con la escuela”.
El otro Martín (12), protagonista en la grabación, cuenta: “primero tocaba el clarinete, pero después me pasé al bombo porque
me gusta más”. A su lado, con ojitos pícaros, Lucas (10) muestra su siku.
Hay otro Martín, el mayor, don Martín Mamaní (50), que trae su siku. “Empecé hace seis meses; antes tocaba guitarra. Soy de
San Pedro de Colalao, pero vivo acá -cuenta-. Llegué a través de un chico (Luis Jara) que conocía; me gustaba lo que él
hacía. Le pregunté si podía ir yo, por mi edad, y él me alentó. También toco charango. Yo arreglo instrumentos. La Orquesta,
por medio de Música Esperanza, abrió un taller de construcción y arreglo de instrumentos. Ahí estoy trabajando”.
Los chicos provienen de un barrio que tiene el estigma de ser una villa violenta. Más conocido como “La Bombilla”, estos
jóvenes pelean ahora para demostrar que el barrio puede superar estigmas y generar arte de la mejor factura.
En una lágrima quedó
hasta perderse en el cielo.
Mi corazón se partió
atravesado de penas.
“Ellos no saben que la primera presentación es en París, en la Casa Argentina -revela Sosa-. Se vienen preparando desde
hace tres meses para esto. Para mí es muy valioso, pero además técnicamente están tocando muy bien. A mí me conmueve
mucho; muchas veces no se les da la oportunidad de ser todo lo que pueden ser”.
El orgullo: entró por concurso en la Juvenil de la UNT
Luis Jara (16) es alto, flaco, y el pelo revuelto es todo un detalle de su personalidad. Toca la flauta traversa. “Entré en
la Juan XXIII, a través de Música Esperanza, a los nueve años. Desde 2010 estudio el Conservatorio Provincial. Este
año me presenté a audición para la Orquesta Juvenil de la UNT, y entré. Toco como flautista primero. Estoy contento;
es un honor -y un gran aprendizaje- tocar bajo la dirección del maestro Gustavo Guersman. Los compañeros son muy
buenos, profesionales y piolas conmigo. Soy del ‘Trula’ pero estoy temporalmente en ‘La Bombilla’ porque hay
problemas con la casa donde vivimos y tenemos que desocuparla. Vivo solo porque mi vieja trabaja cama adentro.
Tengo hermanos por parte de padre pero no viven conmigo”.
Chaco
San Martín- Bs As
Paraná- Entre Ríos
Mendoza
Patricia Brañeiro, Paloma Kippes, Isabel Fernandez, Martin Casarino, Liliana
Vitale, Sara Mamani, Raíces Con Blanca Rébori, Juan Sixto yNicolás Falcoff.!!!
San Antonio de Areco- Buenos Aires
5) Del Origen
5.1 Día de la Lengua Quichua
Nos llego esta más que oportuna invitación, que retransmitimos; Colegas, amigos y
alumnos: Les envío una nota que me hicieron en Radio Independencia el 24 de abril en
relación con el "Día de la Lengua Quichua".
Aguardo comentarios y reflexiones. Saludos, Horacio E. Ruiz
Y aquí el motivo
DIA DE LA LENGUA QUICHUA. UN RECONOCIMIENTO A NUESTRA
CULTURA PRECOLOMBINA
El día 24 de abril se decretó a partir del año 2010, “Día de la Lengua Quichua”,
con motivo de conmemorarse el aniversario del deceso del santiagueño don
Sixto Palavecino (1915-2009), el gran folklorista defensor de la cultura quichua.
En nuestra ciudad este hecho ha pasado casi inadvertido, a pesar de la
declamación incesante de ciertos sectores presuntamente “revisionistas”. Se
debe resaltar que la lengua quichua abarcó un extenso territorio: desde el sur de
Colombia hasta en norte de la Argentina.
La lengua (“qhicwa” o zona templada) es un conjunto dialectal que ocupa el
cuarto lugar entre las lenguas más habladas de Nuestra América, seguida del
guaraní y luego del aimara. Se trata de una lengua polisintética y su morfología
es aglutinante, pero sus rasgos más sobresalientes se observan en el énfasis que
recae sobre el verbo, las partículas de tópico y sobre todo, la veracidad de lo
expresado (evidencialidad). Según la Academia de la Lengua Quechua “el
quecha es uno sólo y el quechua cusqueño es el dialecto estándar”.
El español americano utiliza una cantidad importante de quechuismos, como
por ejemplo carpa, cóndor, choclo, taita, cancha, tambo, yuyo, pampa o guacho.
Esta conmemoración, de la cual participé en un medio radial de la provincia de
Tucumán, adquiere singular importancia en un momento en que la extinción de
muchos dialectos de las comunidades conspira contra la tan mentada identidad
nacional. Es posible que más allá de una fecha (que tiene como referente al
enorme don Sixto) se trate de un espacio de reflexión y no de mero oportunismo
para hacer de nuestra cultura original una celebración colorida y vacía.
A pocos meses del bicentenario de nuestra independencia, no es un dato menor
que el “Acta de Independencia declarada por el Congreso de las Provincias
Unidas” se haya redactado en español, quichua y aimara.
Dr. Horacio Eduardo Ruiz
Universidad de Buenos Aires- Universidad de Tres de Febrero
Correo: [email protected]
Y Clara Flamante (nuestra Académica de Honor, que a veces actúa bajo el
“seudónimo” de Olga) escribió sobre esto:
Felicitación a don Horacio Eduardo Ruiz
La quichua es un don sagrado
que, de las tierras andinas,
ha bajado a la Argentina
y siempre ha sido apreciado.
Ya don Ruiz ha recordado
que el Acta de Independencia
quiso difundir su esencia
en lenguas americanas
y así es que, en quichua, proclama
la decisión ,que es herencia.
Bien está que se ha ensalzado
a Sixto Palavecino,
santiagueño campesino
de gran prestigio nimbado.
Pero, según yo he pensado
también se ha que homenajear
a otros hijos del lugar,
que enaltecen el quichuismo:
Domingo Bravo es su símbolo
pues nos lo hizo cultivar.
Felicito al estudioso
que en radio fue entrevistado
y que ha dejado grabado
todo su saber valioso.
De hablar quichua está orgulloso
y de escribir en "castilla",
porque esa es la maravilla
de nuestra criolla entidad:
al forjar la identidad
cultivar toda semilla.
Clara Flamante. Payadora de Palermo
5.2 Lenguas – Artículos prestados
Página 12, del 5/5/14, presenta un interesante dialogo con Cristina Messineo, investigadora de los “idiomas
originarios” en la Argentina, y dado que nuestro folklore esta en los habitantes, sus distintas lenguas vivas son
materia vital, que nos interesa. Y recordar el estado del resto, también…Por ello lo reproducimos:
“Es prejuicio decir que las lenguas indígenas no son comunicativamente eficientes”
Por Verónica Engler
Pionera en el desarrollo local de la lingüística antropológica, su
foco de atención son las lenguas que se hablaban aquí antes de la
llegada de los españoles. “Cuando empecé, a los chicos que hablaban una lengua
indígena en la escuela les hacían lavar la boca”, dice para recordar que hasta no hace
tanto tiempo imperaba lo que llama la “ideología del desprecio”. Las actuales políticas,
la tarea de recuperar las lenguas en peligro.
Cuando empezó a ocuparse de las lenguas indígenas hace ya tres décadas, quienes se
dedicaban a la lingüística antropológica –un campo en el que comulgan varias
disciplinas académicas– eran apenas una minoría que se podía contar con los dedos de
una mano. Fue en plena primavera alfonsinista cuando, entre otras cuestiones, se
empezaba a reconocer positivamente a esas voces silenciadas de la América profunda.
Desde entonces, la doctora Cristina Messineo ha recorrido diferentes zonas de la
Argentina y países limítrofes para encontrar los sonidos del wichí, del toba, del quechua
y del maká, entre otras lenguas. Pero para esta lingüista, un idioma no es un gramática
compendiada en un libro, “es la manifestación, la construcción de un individuo, de un
grupo, de una identidad. En ese sentido, es un aporte a la riqueza de un territorio, de
un pueblo”, sintetiza su visión.
La situación de las lenguas indígenas, la forma de estudiarlas y de incluir a sus
hablantes en los proyectos de investigación, las políticas lingüísticas, la ideología del
desprecio que imperaba hasta no hace mucho sobre estos idiomas vernáculos, la
recuperación de las lenguas que están en peligro y la función social de la ciencia son
algunas de las cuestiones que aborda Messineo en la entrevista que sigue.
–¿Cómo empieza a trabajar con las lenguas indígenas desde la lingüística
antropológica?
–Fue en un momento bastante especial de nuestro país, al inicio de la democracia. Yo
me contacté con una profesora de Letras que estaba trabajando con un grupo de
antropólogos en el oriente boliviano con una lengua de esa zona. Ella dio un seminario
en un instituto de antropología al que yo asistía, en el que hubo una clase abierta que
dio ella con un hablante toba. Fue muy interesante porque él enseñó lo que es un
consejo qom. Un consejo en realidad es una práctica lingüística comunicativa de los
ancianos a los jóvenes, de los padres a los hijos, que regula la conducta de los tobas,
pero tiene una forma y una estructura especial. Es el medio o instrumento por
excelencia de educación, pero no sólo pedagógico, sino para transmitir los valores
culturales, las conductas: qué es lo que se puede comer, qué se debe hacer cuando la
persona va al monte a cazar, cómo debe ser el matrimonio. Es un compendio jurídico
de toda la cultura. Eso fue lo primero que vi de este idioma. Así es como empecé. Pero
en la Facultad de Filosofía y Letras (de la UBA) no hay una especialidad que sea
Lingüística antropológica, sino que es un amplio campo de disciplinas. A quienes nos
dedicamos a esto lo que nos interesa es relacionar fenómenos de la lengua con la
cultura, ver cómo las personas se comportan lingüísticamente.
–¿Cuál es la situación actual de las lenguas indígenas en Argentina?
–A partir de los años ’90, de la reforma de la Constitución nacional, lo que se ve es que
hay un interés especial desde varios campos, por ejemplo la educación, que ha puesto
mucho la mirada en los pueblos y las lenguas indígenas, y la investigación académica
también. Antes éramos cuatro o cinco los que investigábamos esto y ahora hay muchos
estudiantes y equipos de investigación dedicados a estos temas. En cuanto al número de
lenguas indígenas que se hablan hoy en Argentina, la cifra va a depender de qué se
denomine lengua, o variedad dialectal, y si se consideran las lenguas de un solo
hablante o lenguas cuyos hablantes sólo recuerdan palabras sueltas. Por eso es difícil
hablar con números absolutos. Teniendo esto en cuenta, se puede decir que existen
catorce lenguas, de unas treinta y cinco que se hablaron en lo que es hoy el territorio
argentino antes de la llegada de los españoles a América. Las lenguas son: toba,
pilagá, mocoví, wichí, nivaclé, chorote, tapiete, ava-guaraní, mbya, guaraní (familia
tupí-guaraní), quechua, tehuelche y mapuche. Gracias a investigaciones recientes, se
pueden agregar a la lista las lenguas vilela, considerada extinta desde la década de
1960, y chaná, oculta durante casi doscientos años.
–¿Y en qué estado se encuentran estas lenguas que han sobrevivido?
–Hay de todo tipo, hay lenguas que tienen muy pocos hablantes, como el caso del
tehuelche. También hay lenguas indígenas que no las habla la
población indígena, por ejemplo el quichua santiagueño, la
población que la habla es criolla, lo mismo el guaraní, que es una
lengua indígena y se habla en todos lados. Desde el punto de vista
de sus hablantes hay lenguas indígenas que se hablan
cotidianamente y tienen un número importante de hablantes,
como el quechua que hablan los bolivianos migrantes a la
Argentina, pero también se consideran dentro de las lenguas
indígenas que se hablan en el país. Y hay lenguas que tiene un
solo hablante, como por ejemplo el vilela, que es una lengua de la región chaqueña, de
la que se ha encontrado a un solo hablante. Y también hay grupos indígenas que se
reivindican como tales y están buscando su identidad, están tratando de recuperar su
idioma, como es el caso del huarpe, que para los científicos había desaparecido en el
siglo XVII.
–¿Cómo se recupera una lengua después de tanto tiempo en el que no fue utilizada
por hablantes?
–Es una pregunta a la que no sé muy bien cómo contestar. Técnicamente no puedo
decir cómo se recupera, pero lo importante no es si se recupera técnicamente, sino que
es el deseo de los descendientes de huarpe, que intentan recuperar su identidad y con
eso su idioma. Quizá recuperan una palabra, dos oraciones o un pequeño texto. Para la
antropología lingüística, el idioma no son sólo las palabras, las oraciones o la
gramática, el idioma está ligado a un sentimiento de identidad muy profundo, de
recuperar el pasado, un pasado que ha sido silenciado, ocultado durante años, durante
siglos. No hay un técnica de recuperación, pero cuando hay un deseo, sobre todo de
gente joven, descendientes, que hacen el esfuerzo por recuperarlo, eso ya es algo
importante.
–En el caso del vilela, que tiene un solo hablante, ¿cómo es una lengua cuyo único
hablante no la puede hablar con nadie?
–Es muy interesante porque es una lengua sin comunidad lingüística, sin comunidad de
habla. Para eso está el trabajo de los lingüistas, es el trabajo de documentación, que es
una de las tareas del lingüista. En este caso se trata de documentar una lengua cuyo
hablante es un recordante de la lengua, no es un hablante, no se comunica con esa
lengua. Y eso es un paso, trabajar con la recuperación de las palabras, de las formas
verbales, de textos.
–¿Y ese registro, esa recuperación, es una especie de legado, de objeto museístico?
–Yo no trabajo con lenguas en “extremo peligro”, como el vilela. Pero en realidad son
lenguas que tienen un solo hablante que no es hablante, sino que recuerda de sus
abuelos o de su infancia. Entonces, el trabajo puede ser de dos tipos: o de museo, de
archivo y documentación, o puede tener el otro apoyo, que es el de producir material en
esa lengua para transmitirlo: por ejemplo, esa persona se lo puede transmitir a sus
nietos, y les puede enseñar a los nietos o a los hijos algunas palabras, y eso puede
llegar a tener en el futuro cierto efecto. Los idiomas no son meras palabras, sino que
conllevan todo un significado y un conocimiento del mundo. Por ejemplo, en el toba,
que es una lengua que tiene un número importante de hablantes, hay muchas palabras
que refieren a especies naturales, y hay un nombre para un árbol que es el eucalipto,
que se llama “domiaGai”. Esta palabra en toba significa “el que zumba”, “el
zumbador”, porque en determinada época del año se acerca una especie de abeja que
produce una miel especial, y que hace que el árbol zumbe. Ligada a esa palabra hay un
montón de conocimiento acerca de la producción de la miel, de la época en que
recolecta esa miel. Hay una serie de conocimientos entrelazados que si se pierde la
palabra se pierden también.
–Usted investiga el qom l’aqtaqa (lengua toba) desde hace varios años. ¿Qué
cuestiones le parecen relevantes o significativas de esta lengua?
–A mí siempre me interesó la relación lengua-cultura, poner el foco en ese aspecto. De
todos modos, como mi formación es en lingüística, empecé trabajando con la
gramática, con los aspectos más formales de la lengua. La perspectiva mía era la de
ver cómo funcionaba la gramática con el significado. Porque todos los hallazgos que
uno puede hacer en la gramática de una lengua no europea o no de las mayoritarias,
pueden aportar a la teoría lingüística general. Y, justamente en ese sentido, las lenguas
indígenas de América, sobre todo las latinoamericanas, tienen la particularidad de
codificar ciertos aspectos del significado que las lenguas europeas no hacen de la
misma manera. Entonces, en ese sentido, se tornan interesantes científicamente.
Algunas tienen la particularidad de que en un verbo, además de tener todo lo que tiene
un verbo en español, como el tiempo y la persona, codifica si el hablante lo vio o no lo
vio, si fue testigo o no, si lo escuchó. Eso es lo que se llama “evidencialidad” en las
lenguas, sería como el conocimiento del hablante sobre lo que sucedió, sobre lo que
está relatando, la fuente del conocimiento. Eso es algo que en las lenguas europeas no
existe codificado en la gramática, uno puede decir “me dijeron que está por llover”,
pero la relación entre lo que se dice y el conocimiento de quién lo dice no está en el
verbo.
–¿Por qué en el ámbito académico se hace referencia a las lenguas indígenas como
lenguas “minorizadas”?
–Tiene que ver con una concepción prejuiciosa acerca de que esas lenguas no son
comunicativamente eficientes, porque no pueden comunicar conceptos abstractos o
teorías, o que no son gramaticalmente completas. Nada de esto es cierto. Está la idea
de que son dialectos, que no tienen el status de lengua. Pero en realidad no hay
ninguna diferencia lingüística entre dialecto y lengua, es sólo política. Un
sociolingüista muy conocido decía que la lengua es un dialecto con ejército, por eso el
castellano es una lengua y el chorote es un dialecto. Hay una autora, que se llama
Nancy Dorian, que hizo un trabajo interesante sobre ideologías lingüísticas, y habla de
la ideología del desprecio, que es una ideología muy europea que vino con la
conquista, y que adoptó esa mirada respecto de las lenguas en América. La ideología
del desprecio tienen mucho de estos rasgos que comenté: supone que las lenguas
indígenas no tienen una gramática, no pueden expresar el conocimiento abstracto, la
idea de que si un hablante habla el español y una lengua indígena es nocivo para su
aprendizaje, en cambio si habla inglés y español es bárbaro.
–Con la reforma de la Constitución nacional en 1994 parece expresarse un interés
desde el Estado de revalorizar las lenguas indígenas y desarrollar una política
lingüística más ligada a un bilingüismo vernáculo. ¿Hubo cambios reales en la
educación desde entonces? ¿Los maestros y maestras pudieron prepararse para
enfrentar esta situación y que no termine siendo un “problema” en clase que el
niño o la niña hablen guaraní en su casa?
–Creo que hubo cambios. Hay muchas escuelas preparadas. Me dediqué mucho tiempo
a este tema de la educación bilingüe intercultural. En este momento no tengo cifras
exactas sobre la situación porque no me estoy dedicando a eso, puedo dar una
apreciación muy general. Cuando yo empecé, en el año ’89, en lo que fue el Programa
Bilingüe Intercultural de la provincia de Chaco, se venía de una época en la que a los
chicos que hablaban una lengua indígena en la escuela les hacían lavar la boca o los
ponían en penitencia. Ahora ya hay muchas experiencias de educación bilingüe
intercultural, mucho camino recorrido, están lo que se llaman “auxiliares docentes”,
los maestros indígenas. Antes uno veía que el auxiliar docente barría el patio de la
escuela. Creo que ahora hay mucha gente que tiene incluso formación terciaria como
maestros, veo que hay un gran avance en la formación de los propios indígenas como
maestros.
–¿En qué momento comienza a darse este cambio en la valoración de las lenguas
indígenas?
–Yo creo que empieza con la democracia, como tantas otras cosas que estaban ocultas,
que eran consideradas denigrantes. Estas lenguas eran consideradas como yendo en
contra de un proyecto de país que miraba la unidad. Cuando se unifica este país como
Estado-nación a lo primero que se hace referencia es al puro idioma español, que no
debe mezclarse con esos híbridos dialectos, y ahí también incluían a los dialectos que
traían los italianos y los españoles inmigrantes, y a las lenguas indígenas. A partir del
comienzo de la democracia, de alguna manera, empieza a romperse ese proyecto tan
europeizante.
–Usted realizó un proyecto de investigación colaborativa en la comunidad toba de
Derqui (Pilar, provincia de Buenos Aires). ¿Me puede contar qué características
tiene una iniciativa de este tipo en la que los propios hablantes nativos colaboran
activamente con la investigación?
–Es un proyecto que empezó en 2001 y duró hasta 2006. Fue un
proyecto que surgió bastante del interés de los científicos e
investigadores de volcar o de transferir los conocimientos a una
comunidad que recién se estaba organizando. Investigación
colaborativa significa que el interés de la investigación se traslada a
los propios actores, a los propios hablantes. Ese fue un trabajo muy
lento. Cuando yo terminé mi tesis de doctorado, que es una
gramática sobre la lengua toba, tuve el impulso de llevar la tesis a la
comunidad y ver qué pasaba, qué podíamos hacer en ese lugar donde se estaba
nucleando un grupo de gente que venía de distintos lugares del Chaco y que además
tenía una problemática muy importante desde el punto de vista lingüístico, que era que
los niños ya no hablaban más la lengua nativa, aprendían el español como primera
lengua. Y eso es grave, porque el síntoma de que una lengua se pierde es cuando los
niños ya no la hablan, cuando los padres ya no la transmiten. Se estaba dando esta
situación ahí, yo había escuchado la preocupación de los mayores, de algunos
ancianos, y pensé que quizás era un buen momento para empezar a trabajar en este
sentido. Una comunidad urbana bilingüe, pero con niños monolingües en español, era
una situación muy peculiar, distinto de lo que pasaba en el Chaco, en donde los niños
eran monolingües pero en una lengua vernácula. Entonces empezamos unos talleres en
los que se incorporaron muchos adultos y adolescentes. Y en esos talleres en realidad
empezamos juntos a ver qué podíamos hacer. La primera cuestión que surgió es que
querían aprender a hablar mejor el español, para poder desempeñarse mejor en el
mundo laboral y educativo. Y mi idea era que eso estaba bien pero que también
necesitaban recuperar su idioma, porque eso iba a ser positivo. Esta es una idea que a
la gente le costaba entender. Pensaban que aprendiendo en toba se atrasaban en su
aprendizaje del español. Pero mi hipótesis era que recuperar el toba también iba a
servir para que se afianzara la confianza en uno mismo y fuera posible aprender el otro
idioma. Entonces empezamos con los talleres en los que teníamos sesiones de
gramática, de relatos sobre la historia, sobre las costumbres, de dramatizaciones de
algunas situaciones comunicativas. En un proyecto colaborativo las personas no son
estudiadas como objetos, sino que se incorporan a ese interés de la investigación y,
justamente, se interesan por su propio idioma, y empiezan a encontrarle la belleza, la
estructura, y se interesan en trasmitírselo a sus hijos.
–Y de esa experiencia colaborativa surgió un material que luego publicó el
Ministerio de Educación de la Nación, ¿verdad?
–Sí, fue muy lindo porque se hizo un acto de presentación en el Palacio Pizzurno, y en
el acto estaba el ministro de Educación, que era Daniel Filmus, el director del
programa, un anciano toba y yo. Cada uno habló, y fue hermoso porque el ministerio
había puesto a disposición micros, y así pudo venir gente de todos lados. La plaza de
enfrente del palacio estaba llena de gente qom, que llegaban al ministerio, y se llenó de
whipalas, eso fue muy lindo. Otra cosa muy interesante es que una de las personas
adultas que venía al taller, con un conocimiento y una sabiduría increíble, empezó a
dar clase como maestro de lengua toba en la Facultad de Filosofía y Letras. Se llama
Mauricio Maidana. Ahora va a salir un libro que hicimos, que incluye textos de él: Arte
Verbal Qom: consejos, rogativas y relatos de El Espinillo (Chaco). Textos bilingües
anotados.
5.3 De Historia- Artículos Prestados
Reproducimos aquí una nota, que complementa, desde otro ángulo, la visión de los dos
artículos anteriores. Nunca ha faltado la interpretación político/ antropologica, a favor o
en contra de la historia que se dio, o que se esta dando. En Clarin, 27/4/2014, reportaje
de Claudio Martiniuk, vemos esta posición de Raúl Mandrini, que reproducimos , tal
vez como prologo a nuestro tratamiento de la Obra Integral de don Carlos Di Fulvio
“Aún hoy hay gente que discrimina entre ‘aborígenes’ y personas”
Dice Mandrini que los europeos “fabricaron” una falsa identidad común para los pueblos
originarios de América. Y que los prejuicios y los estereotipos subsisten,
Así como los europeos “inventaron” un nuevo continente al bautizarlo “América”, también
pusieron bajo una misma etiqueta a todos sus pobladores. El término “indio”, como lo explica el
historiador Raúl Mandrini, adquirió los significados de “bárbaro” y “salvaje”. Los así
nombrados quedaron expuestos a matanzas y encadenados a tratos cruentos y discriminatorios.
Es comprensible, entonces, que la denominación “indio” sea repudiada por los pueblos
originarios. ¿Pero con qué otro nombre sustituirlo, si no existía en las lenguas locales una
denominación que unifique a los diversos pueblos? ¿Acaso se debería decir, como en un
paréntesis de la entrevista sugirió Mandrini con un dejo de ironía y escepticismo, “las
poblaciones que vivían en el territorio hoy llamado América antes de la invasión europea y sus
descendientes”? Seguimos sin siquiera hallar las palabras reparadoras correctas. No lo son
“indígenas” o “aborígenes”, tampoco “originarios”. Seguimos empeñados en ponerlos en una
misma bolsa que les impone una identidad compartida que nunca tuvieron. Y persiste el empeño
en dejarlos bajo un manto de silencio.
¿Qué sabemos de los pobladores de nuestro continente hace 500 o dos mil años? ¿Se sabe,
por ejemplo, cómo sentían o si eran felices?
Es un período muy largo y la situación no es siempre igual. Se trataba ya de hombres modernos,
de homo sapiens. De sus expresiones pocas quedaron registradas. Un caso, no el único, son las
pinturas rupestres. No podemos saber su significado exacto, ni los mensajes que querían
trasmitir, pero reflejan un rico universo de creencias y sentimientos. Al final de la época
prehispánica la situación es distinta. Hay muchos más testimonios y, además, muchas
tradiciones duraron hasta después de la invasión y fueron registradas por escrito, muchas veces
por los descendientes de las antiguas elites indígenas.
¿Qué se le adeuda a los “pueblos originarios”?
Muchas cosas. Distinguiría dos grandes ámbitos. Uno se vincula con sus condiciones materiales
de vida y en este aspecto resulta fundamental la cuestión de la tierra, pero no únicamente. Las
condiciones de marginalidad y discriminación a que fueron sometidos tras su integración
forzada en los niveles más bajos de la sociedad nacional afectaron profundamente sus
posibilidades de tener una vida digna. El segundo aspecto tiene que ver con el reconocimiento
de identidad y de sus modos de vida. Para ello es necesario empezar a pensar la nación como
una entidad heterogénea, multicultural y respetuosa de las diferencias.
¿Cómo considerar a nuestros aborígenes? ¿Cómo “pobres” sobrevivientes, “hermanos”,
“argentinos”, “minoría”, encarnación del “otro”?
Simplemente como personas, como personas distintas, pero personas, que viven y sienten, aman
y odian, piensan, sufren y gozan, tienen virtudes y defectos. En suma, como seres humanos.
¿Cómo podemos ir más allá de una mirada turística nostálgica, o de la derivada del
consumo de mercancías exóticas, artesanías?
En Argentina, salvo entre especialistas, hay dos posiciones básicas. Una, la más tradicional, es
denostar a los indígenas, considerados como salvajes y vistos como ajenos a la Nación, como
extranjeros. El ejemplo más claro es el de los mapuches, considerados chilenos aun cuando los
ancestros de ellos andaban por las pampas mucho antes que fueran incorporadas al país. La otra
postura, aunque con más simpatías hacia el mundo aborigen, se vincula a un romanticismo más
o menos ingenuo y se expresa en la mirada nostálgica del turista, en el consumo de artesanías o
el vuelco a ciertas creencias de carácter mágico o esotérico. Aquí aparece la atracción de lo
exótico o el escape de la dura realidad contemporánea. Pero ni una ni otra postura se
corresponde con las realidades sociales.
Esos mundos de los pueblos originarios, ¿cómo se relacionan con este presente?
En muchos países latinoamericanos, el mundo indígena tiene una presencia muy fuerte, como
por ejemplo en México, América Central o los países andinos. Pero la realidad de esos pueblos
ha cambiado mucho desde el momento de la invasión europea y por tanto también sus
problemas. Sin duda preservan una parte de su acervo cultural que es la base de su identidad
étnica, pero deben al mismo tiempo ajustarse a su entorno real. De lo contrario podrían pasar de
pueblos vivos a recuerdos arqueológicos.
¿Cómo pensar hoy la “conquista del desierto”?
La llamada “conquista del desierto” fue parte esencial del proyecto político de la elite que
encaró en la segunda mitad del siglo XIX la construcción en la Argentina de un estado moderno,
y cobra sentido en el contexto de ese mismo proyecto, que implicaba la creación de un Estado
nacional culturalmente homogéneo. Esa homogeneidad estaba dada por la tradición del
Occidente europeo cristiano, entonces considerado modelo de civilización y herramienta por
excelencia del “progreso”. Enraizada en el pensamiento de la época, la historia, al crear al
“bárbaro”, brindaba a la “conquista del desierto” un carácter civilizador que la justificaba. La
cuestión es que esos modelos de Estado, civilización y progreso hace ya bastante tiempo que
han caducado.
¿Es muy diferente lo que pasó con los aborígenes en Estados Unidos a lo que pasó aquí?
En general, la expansión territorial de los Estados americanos en la segunda mitad del
siglo XIX se dio sobre las tierras que los pueblos originarios no incorporados por la
conquista a los imperios coloniales habían conservado hasta entonces. En este sentido, los
distintos procesos tienen elementos comunes. Para la Argentina y los Estados Unidos, más
allá de las formas concretas adoptadas, la ocupación e incorporación de los territorios
indígenas fue parte esencial de los proyecto de construcción de los estados nacionales.
Lo étnico prehispánico parece haberse convertido en divisa de resistencia y búsqueda de
otra política en América Latina. ¿Es así?
La situación de los pueblos indígenas actuales es hoy muy compleja y diversa. En su mayor
parte, sin embargo, son pobres y sufren las mismas carencias y marginaciones que otros sectores
no indígenas postergados. En este sentido, sus problemas son ante todo económicos y sociales.
Pero además, como aborígenes son también discriminados social y culturalmente. Se trata de
una doble marginación pues la pobreza y discriminación que a veces llega al racismo no se
excluyen: se suman. En tal contexto, resulta lógico que los componentes étnicos se conviertan
en un elemento central de resistencia y cohesión frente a los sectores dominantes. Sin embargo,
creo, la salida a esa situación tendrá que ver con un cambio político profundo que ataque las
causas que llevan a la exclusión de amplios sectores sociales, sean aborígenes o no, así como un
cambio cultural que ataque la discriminación y el racismo. En estos cambios, la comunidades
originarias deberán ser actores relevantes pues es su destino el que está en juego.
¿Perdura el racismo en las políticas públicas?
Sin duda. A veces, y cada vez más, en forma encubierta, pues hay un poco más de conciencia de
que ciertas cosas no están bien, o al menos no deben decirse. Pero otras veces se hace de modo
explícito. Un ejemplo: en noviembre, el director de un hospital de Misiones, responsable de las
encuestas de desnutrición, dijo en una entrevista que “había que diferenciar entre los aborígenes
y las personas”. Como ve, aún hoy hay gente que hace ese tipo de discriminación.
¿Ayuda la historia a reparar la violencia del pasado?
La historia no puede reparar la violencia del pasado. Lo ocurrido ocurrió, pero lo más peligroso
e injusto es el olvido. La historia puede contribuir a recuperar esa memoria, a explicar qué pasó,
cómo pasó y por qué, y crear conciencia. Puede contribuir a dar a los pueblos aborígenes el
lugar que deben ocupar en el pasado, un lugar del que fueron eliminados por la misma
historiografía. Esa recuperación de la memoria es un aspecto de la reparación a los
descendientes de las víctimas de esa violencia. El otro aspecto, el material y social, deben
afrontarlo las sociedades que fueron responsables de esa violencia.
¿Cómo identificar a los pobladores prehispánicos? ¿Indios, aborígenes? ¿Qué implica usar
el término impuesto por los conquistadores?
Identificar al sujeto, al actor de nuestra historia, es difícil. Significa referirse a su identidad y el
nombre que se elija tiene implicaciones. La identidad es el modo en que un grupo humano se
identifica a sí mismo y es identificado por otros. Las identidades son, como las realidades
sociales, construcciones culturales que se transforman en el devenir histórico. Así, con el
tiempo, un etnónimo (el nombre de un grupo étnico) puede referirse a identidades y realidades
distintas. En el caso de pueblos muy antiguos, ignoramos los etnónimos que los designaban,
pero con seguridad había elementos que los identificaban, como lengua, parentesco, tradiciones
y estilos que se expresaban en las producciones materiales. Sin duda, las poblaciones anteriores
a la invasión europea, se reconocían a sí mismas y reconocían a los otros, a los distintos, con
quienes comerciaban, competían o luchaban, como los mexicas con los tlaxcaltecas y los
purépachas, o los incas con los chancas y los collas. Todos ellos se reconocían entre sí, pero no
había un nombre que los designara a todos, pues no había una identidad común.
Los europeos “fabricaron” entonces una falsa identidad común de pueblos diferentes ...
Sí, fueron los europeos quienes los englobaron bajo una denominación común, “indios”, usada
inicialmente por Colón -pensaba haber llegado a la India- para las poblaciones de las Antillas.
El nombre se mantuvo, incluso cuando ya se sabía que se trataba de un territorio distinto, y
terminó englobando a todas las poblaciones del continente, tanto a los vencidos y dominados
como a aquéllos que quedaron fuera del control colonial. A todos esos pueblos no los unían la
lengua, las tradiciones o las creencias sino el ser “los otros”, los no europeos.
http://www.clarin.com/edicion-impresa/hoy-gente-discrimina-aborigenespersonas_0_1127887282.html
Fuente:
6) Obras Integrales
Por Carlos Molinero
Siguiendo nuestra serie de trabajos sobre Obras Integrales,
deseamos analizar (o mejor, hacer acotaciones) el texto, más que
interesante, profundo, de Carlos Di Fulvio “La Conquista del
desierto”, del cual reproducimos, marcando y llamando a pie de
pagina, las observaciones de detalle que en su momento,
trabajando para el análisis de las visiones políticas del periodo de los ’70 en el folklore
argentino, nos llevo a un análisis de tallado devarias obras integrales. Algunas, como
esta, quedaron afuera del trabajo final, y aprovechamos para su divulgación ahora. En
síntesis sus textos nos dicen:
La Conquista del Desierto- Carlos di Fulvio
Análisis-Primera parte
Información General
Desde que una Obra se pretende más compleja, como dijimos, que una reunión de
canciones, importa tener una visión panorámica de la misma. Estos son los parámetros
que deseamos rescatar:
“Gran Epopeya Argentina” se autodesigna, con textos y música de Carlos Di Fulvio
interpretado por el autor con el conjunto “Los Montoneros”
Su Indice
1) Prologo-relato- La Conquista del desierto (Gran Epopeya Argentina)
2) Carne de Cañon- aire de gato
3) Rumbo al Colorado- Tema sobre la media caña
4) El Imperio de Piedra- relato-Pasa el malon –loncomeo
5) Francisquita Adaro- cancion
6) Tierra Ranquleina- milonga
7) El Combate de San Carlos- relato- La muerte de Calfucura-rogativa
8) Alla Va el Toro Villegas- cifra
9) El Triunfo del Alambre- Triunfo
10) Soldado Frontera- aire de huella- El Final de la Epopeya- marcha
Quienes no lo conocen pueden bajar este archivo “rar” de modo de seguir nuestros
comentarios.
http://www.mediafire.com/download/jre951iqssrn9uh/Carlos+Di+FulvioLa+conquista+del+desierto.rar
La obra fue realizada en 1970, durante la dictadura de Onganía,
y prohibida luego, pero por la dictadura de Videla, mediante las
resoluciones Nos. 62 (25-10-79) y 66 del COMFER (02-11-79).
Su carátula, obra pictórica de un malón indígena, más que de
una tropa del ejercito, fue realizada por Álvaro Izurieta (quien
nace en 1944 en Buchardo, Provincia de Córdoba, y hoy vive en
Unquillo). Sus dibujos han ilustrado distintas publicaciones,
entre ellas el libro "Shalacos" de Jorge W. Abalos y la que
analizamos, de Carlos Di Fulvio.
Nuestra visión
Presentar una obra de Carlos Di Fulvio, no es hablar de “florcitas de colores” ni
encontrase con que se rima corazón con amor. Es entrar en una concepción del mundo y
de la historia. Una concepción que no es ni solemne ni rígida. Pero lejos esta de ser
simplista. Sobre todo, como ya aclaramos en otra oportunidad1pues su concepción era
1
Molinero Carlos, Militancia de la Canción , De aquí a la Vuelta, Bs As, 2012
una osadia, al presentar visiones personales en momentos de oleadas nacionalistas
revisionistas. Este es el caso del Canto Monumento, y también de La Conquista del
Desierto.
Por ello cuesta simplificar el comentario. Y hemos elegido presentar los concepto clave
más la acotación a pie de página de estos elementos.
La historia se entrelaza con la concepcion del mundo y del lugar del hombre en
ella. Y esa historia no es “argentina” sino americana, en un sentido amplio. Asi como
hay quienes (respetando ciertamente la opinión que no compartimos) considera a los
mapuches como “chilenos” invasores de la argentina, cuando estaban, alli y aquí
(entendiendo alli y aquí como dos lados de una montaña americana en cordillera),
mucho antes que se separaran lo que hoy es Chile y lo que hoy es Argentina, es pensar
las fronteras y la Nación como unica, preexistente desde el inicio de los tiempos,
inmutable y perenne. La identidad así es única, y ya no más movil, fluída, cambiante
con los tiempos y las culturas que se incorporan o se desintegran. Concebir una
identidad multipolar, o mejor, que la sociedad es multicultural, no es pèrder lña
identidad, sino perder el miedo a no ser, salvo por la amenaza del otro.
La descripcion de la historia de Di Fulvio, sin entrar a estas disquisisciones,
claramente integra una realidad, mas alla del lado de la montaña en que haya pasado.
Sin obviarlas.
La historia siempre es mas compleja. Se suele adjudicar a la
llegada de Calfucurá, el proceso de araucanización que en realidad
comienza mucho antes, en los años 1600. Por caso recordamos, con
el diccionario de la red:
A la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, habitaban
entre el río Limarí y el centro de la isla de Chiloé, en el actual
territorio chileno. Los grupos septentrionales, llamados «picunches»
por los historiadores, se hallaban parcialmente bajo el dominio o
influenciados por el Imperio inca y en su mayoría fueron sometidos a
los conquistadores, pero quienes vivían en el territorio al sur del río
Maule jamás pudieron ser dominados por los incas y también se
opusieron a los españoles en la llamada Guerra de Arauco, donde mostraron un destacado
dominio del caballo, que fue un importante factor en el desarrollo de su cultura. Entre los siglos
XVII y XIX los mapuches se expandieron al este de los Andes, de forma violenta en unos casos y
pacífica en otros, en un proceso que significó la aculturación de los tehuelches y otros grupos de
cazadores nómadas.
Si el sur de chile, Arauco, donde comienza entonces, no casualmente, la Cantata,es
muestra de la ubicación sin desvíos del autor, a la vez presenta la historia de cataclismo
de lanzas, ya sufrida por Valdivia, y que se vuelve pampero en estas sabanas verdes. La
referenciaa los araucanos como viento, y mas aún viento arrasador, recuerda en
contraposición a la forma con que Armando Tejada Gómez utilizaba este mismo
elemento natural, en ese caso como ideología, que mueve, y es invisible.Aquí es una
fuerza imparable, natural, pero a la vez que se hace “local”, por ser de la pampa,
pampero.
Así como la diversidad de las distintas familias de mapuches es claramente expresada:
huiliches, puelches, picunches, pehuenches y maluches. Muestra que lejos esta de
comprender en un único generico (“indios” , originarios, o mapuches) una realidad que
es y ha sido multiple.
Esta preexistencia, no obviada ni romantizada, es el marco de refrencia. Es el lugar de
negras tolderías, pero a la vez preludio de lo que luego desataría la guerra. Una especie
de, aunque no retratado así, paraiso previo; pues lo que le sucede es la caída.
1) Recitado
En sur de Chile cardinal pantano
la greda estampa el digito de Arauco
El mismo que un día aplastó a Valdivia
con sus hueste en Tucapel de barro
El primer cataclismo de araucanos
inundando de lanzas las comarcas
Hasta cruzar las piedras de los andes
por pisar las nieves de las manzanas
Por volverse pampero en estas sabanas verdes
que mojan las aguas del Plata
Asi fue que los puelches por el este
inauguraron negras tolderias
Mientras los picunches de tierra andina
extendian su dominio hasta Cuyo
(Cullun mapú, pais de las arenas)
Las cuencas del Neuquén y del Limay
por los huilliches fueron recorridas.
Y en aquel país de maravillas
Que aun conserva el pinar por trovero
El pehuenche habitó primero
Antes que al oeste llegaran los moluches
Después, la gran ambición de los hombres2,
fue poblando de celos y de angustias,,,
hasta entonces el territorio de los indios
Tal vez por eso3
cayeron malones como rayos,
en todos los fortines
El que interpretamos “paraíso previo”, de aquel país de maravillas tuvo como en el relato bíblico su
caída. Y su razón: la ambición de los hombres. Es esto lo que trajo los malones. Y los hombres están de
ambos lados… si en el recitado parece que estos son los hombres mapuches, en el canto esto se rompe
cuando se dice que la tierra era “de ellos”. Y es la conquista la que los obliga a los indios (palabra que se
usa, diferenciando, luego de hombres, y de gente) a defender su historia, lo que vio y sabe fue suyo.
Lugar donde andaban libremente, y ha perdido la tierra y el toldo. Posesiones y lugar. Ha sido desplazado
y expropiado, sin compensación. El retrato es más que claro. Y esa imagen es la que basa el resto del
relato, que sin embargo no oculta el resto
Canto
2
3
El paraíso perdido se muestra en la causa de la Caida: la ambicion. Dos veces repetida
La justificación de la mancha india en el encuentro de culturas: los asesinatos del malon
******
La tierra era de ellos
Hasta que una vez
vinoLa Ambición4
y ya nunca mas pudieron andar libremente
¡Cómo es la gente!
es tan cruel,
tambien sin piedad.
Capaz de matar
Porque?
porque todo es ambición
Pero el indio no se rinde5
Vive,
mata y muere sin dolor…
La conquista lo obligó6
Mas alla de todo lo que vió
Mas aca de todo lo que fué
Hay un ser que nunca olvidará7
de quien fue la luz de la verdad
Fue de aquellos seres que al nacer
vieron un desierto8 para defender
Por eso es que no se rinde.
Vive,
mata y muere sin dolor
Lo ha perdido todo,
su tierra y su toldo
…Y hasta el brillo de su sol!
El planteo de la realidad indígena
como preexistente, causa y
consecuencia de la caída, por
ambición,
se
engancha
rápidamente con el actor “otro”
(mas que el otro actor), el
subalterno español, no por
nacionalidad sino por blanco, que
pobló la otra mitad del desierto, la
“civilizada2, en una cárcel sin
rejas, pero con paredes de
distancia. Y la visión de Di Fulvio
4
Casi una subjetivizacion del mal.
No se explica el silogismo de porque no se rinde. En todo caso es una muestra importante de la
valoración del coraje de una raza. No rendirse es señal de fortaleza, en este contexto
6
Laconquista ya no es como la ambición (de cualquiera de los dos bandos, indios o blancos) una causa
“abstracta”, religiosa o moral. La conquista es un derecho arrasado. Mata y muere porque lo mataron
antes. Se afirma un derecho. El contexto, no solo en esta parte de la Obra, sino de toda la obra en si
(referir los aspectos de luces y sombras, de todos los actores, aun no neutralmente) hace que La
Conquista, aun siendo llamada la Gran Epopeya, sea reflejada como moralmente cuestionable.
7
Esta frase es tal vez una de las mas importantes a nuestro interés: Nunca olvidara quien fue dueño y
libre, que le robaron, y esclavizaron. El “problema del Indio” no tiene final.
8
Interesante que se llame desierto, aun para reafirmarlo como de propiedad del que lo vio, y suyo, al
nacer.
5
no oculta la realidad del subalterno permanentemente secundario, que comenzó con el
moreno, hasta que ya no hubo más. Que el gaucho así visto es mestizo, hijo de india y
leal, que no al revés… para ser paria de ambos lados, y por tal, independiente . Portador
de esa libertad que Lugones proclamaba como atributo esencial de la raza, única, que
sentía esencial de Argentina, pero también, hijo natural de los morenos, subalterno,
explotado, Martin Fierro. En canto rítmico y en palabras secas, una herida abierta… que
la Conquista no cierra, como se verá. No explica, sino que enmarca.
Recitado
Esos fuertes y fortines, los mojones fronterizos de nuestra incipiente patria9
Hogar para muchos hombres, destierro para otros tantos,
La carcel de aquel hispano, conquistador conquistado
Espia al fin de los indios por solo vengarse de nuestra libertad proclamada
Ya no abundan los morenos, los infantes de la guerra.
los diezmaron los ingleses
Y el grito de independencia10
Tal vez por eso ahora falte carne de cañon para enviar a la frontera
¿serán gauchos esta vuelta los bocados de la muerte
Hijos de la mala suerte11 de una india y un leal
No culpen tu desarraigo familiar ni su calvario
Si los dos te abandonaron, si los dos te proclamaron ave errante del desierto
Justo es que remontes vuelo, y no confíes en nadie
Canto
Batallones de morenos no hay más
Para carne de cañón y luchar
Solo queda algún mocito betun
Rejuntando de a poquito algún real
Quiero comprar mi libertad
¡Libertad libertad Libertad!12
Mi abuelo ha sido un esclavo SI
Que vino en un barco, SI
Lo trajo el obispo Trejo SI
Remando, SI, remando
Batallones de morenos no hay mas
Para enviar a la frontera y luchar
Mi padre ha muerto luchando Si
Fue infante SI
mulato
9
Aquí aparece el juego de pertenencias tradicionales: La incipiente patria es el fortín, mas que el toldo
Di Fulvio es un Caso bastante especial por su busqueda de equilibrio, de verdad histórica. Aquí centra,
conscientemente la obra en el rol del subalterno. Y no erra al presentarlo primero como el negro. Carne
de Cañon luego el gaucho, para matar al indio, por ausencia de aquellos. La forma de presentación, como
la apelación final al soldado de Frontera, hace traslucir, oculto, al que mueve los hilos de los que ponen el
cuerpo.
11
Notable que los mestizos sean denominados hijos de la mala suerte. Por su origen pero también por su
destino.
12
La apelación a las palabras del Himno argentino, no son casualidad. ¿Libertad de quien? De que clase?
Di Fulvio hace pensar.
10
También tu madre mulata, ha muerto
Lavando
Pobre patrón… ¡sus treinta real!13
¡Libertad libertad, Libertad!
Batallones de morenos no hay mas
Nadie sabe a quien le puede tocar
De marchar a la frontera y vivir
O morir de algún lanzazo14 y sin par
Lo ha de llamar El juez de paz
La partida se lo llevara
Asi llevaron a Fierro,SI15,
Mintiendo Mintiendo
Que volveria en un tiempo NO
No es cierto, SI,
no es cierto
Batallones de morenos no hay más
Y los gauchos desertando se van
Su premio ha sido una tunda
Rotunda de palos
Sino que desmienta Fierro, cantando, cantando
“Lo que pinto este pincel16
Nunca mas lo podrán despintar”
Si hasta ahora el autor ha mostrando los personajes en juego, pinta la historia, con Rosas (la primer
Campaña, mas de negociación y compra, que de pelea), con sus lugartenientes, y personajes de Jueces de
paz, que en cierta manera arman un sentimiento. “ahora que somos varios”, muestra la sensación de
soledad previa, y la consolidación, basada en la fuerza, en la firmeza de la ocupación, que logra esa
campaña. Desde el personaje que es protagonista de la misma, lado ocupante de frontera, autovalorándose, va armando el espectro de apoyos y realidades, en eso “nuevo” que es también personaje, y
que pone en la frase “los caballos patrios”.
Primera conclusión: el paisaje es hombre, historia y construcción sucesiva; y éste es mas el subalterno que
los “héroes” militares o políticos. Esto es definir el ámbito del folklore en muestra de arte, y en ella la
visión del indio y del moreno no son en definitiva sino el origen y pertenecía que abre el camino del
soldado, que asi es distinto e igual a su “otro” indio: ambos víctimas de la ambición.
(continuará)
Ironico presentar la preocupación por la perdida que tiene el patrón al “desaparecer” su activo util de
treinta reales, por la negra que muere, siendo su madre….
14
Se determina la muerte en manos del indio, uyy con esta frase , se ubica de que parte de la lucha se
posiciona. Es blanco, aunque reconozca , a lo largo de la Obra, las características, derechos y tragedias
del indio.
15
LA reiteración por el coro del SI o NO, es un elemento de refuerzo recurso de alta valoración. La
apelación a la historia hernandiana tiñe de legitimidad, particularmente para el oyente “folklórico” todo el
relato. Ya lo dijo la voz autorizada (criterio de Autoridad dirían con Aristóteles)
16
Y la frase textual, mas aún.
13
7) Cocina Criolla:
Tortilla a la parrilla
Receta Ideal para aprovechar el fuego después del asado
Entre las delicias gastronómicas de Argentina se encuentra la tortilla. En el norte del
país una de las recetas más conocidas es la de las “ Tortillas Santiagueñas”, si bien se
realizan en otras provincias Santiago del Estero se destaca por la tradición y la
costumbre de consumirlas, ya que en cada esquina de la ciudad se pueden ver puestos
varios con esta exquisitez ,que en general se dice que es ideal para acompañar con un
buen mate.!.
VisitingArgentina.com te brinda la receta para que aproveches el fuego a la parrilla
luego de un rico asado de domingo y ya a la tarde a la hora de la merienda puedas
disfrutar de este sabor inigualable!.
Ingredientes para Tortilla Santiagueña:
1 kg de harina 0000 ó 000
300 gr de grasa de pella derretida (grasa de carne de vaca),
1 cucharada de sal gruesa en 1/2 vaso de agua caliente.
Cómo hacer Tortilla Santiagueña paso a paso:
Mezclar muy bien hasta obtener una masa no muy blanda.
Sobar hasta que haga ampollas. Dejar descansar.
El bollo será cortado en porciones y estirar hasta darle forma de masa de pizza (de unos
15 a 25 cm de diámetro y no más de1cm de altura).
Pinchar con un tenedor la superficie.
cocinar a la parrilla por ambos lados hasta que se dore. El centro queda algo tierno.
Formará una capa externa seca y semi dura, será interesante jugar con el dorado de las
barras de la parrilla para que quede un dorado enrejado.
FUENTE http://bit.ly/tortillaalaparrilla
Nota: Este editor probo en la casa de uno de los integrantes de la familia Carabajal, allá
cuando era veinteañero, en Moron, una tortilla santiagueña…en horno de barro… ¡y fue
de lo mas rico que comió como “entremés” en la vida!!!!
Al horno se hacen así:
Entibiar el agua y disolver en ella la sal gruesa, para obtener una salmuera.
Disponer la harina en forma de corona sobre la mesa. Colocar en el centro la grasa derretida y la
salmuera tibia. Unir los ingredientes centrales e integrar de a poco la harina de alrededor para
formar una masa.Amasar hasta que resulte compacta y lisa. Dejar descansar 20 minutos.
Estirar la masa en forma de disco de 5 mm de espesor. Apoyarlo sobre una placa.
Cocinar en horno caliente de 7 a 10 minutos. Consumir tibia.
A la parrilla se ve también en:
http://razafolklorica.com/blog/como-hacer-unas-ricas-tortillas-santiaguenas/
En Cocineros Argentinos lo muestran así en vivo
http://www.youtube.com/watch?v=jLwVaH4pa3w
8) Museo del Hombre
Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento
Latinoamericano
Dos secciones del Boletin nº 75 del Instituto merercne ser recordaddas:
>Museo Nacional del Hombre ·
Cuenta con un patrimonio de alrededor de 5000 piezas, que se conformó con el aporte
de los materiales provenientes de distintas investigaciones con sede en el INAPL,
mediante importantes donaciones y a través de la adquisición de piezas específicas.
Exhibe y difunde su patrimonio en el marco de contextossocioculturales pertinentes,
rescatando los usos sociales y los valores asociados a los objetos,
reconstruyendo la forma de vida de los pueblos representados.
Servicios> Visitas guiadas a la muestra permanente “Aborígenes argentinos: del pasado
a la actualidad”. > Talleres didácticos de cerámica aborigen y de tecnología de
cazadores prehispánicos. > Exposiciones temporarias organizadas temáticamente para
instituciones. >Talleres de capacitación y asesoramiento técnico a museos. Para visitas
guiadas y talleres, solicitar turnos con antelación a los teléfonos 4783-6554 / 4782-7251
o por correo electrónico: [email protected]
Horario de atención al público | Lunes a Viernes de 10 a 19 hs.
>Biblioteca Juan Alfonso Carrizo
· Especializada en antropología, arqueología,
etnografía, folklore, historia colonial y disciplinas afines. El acervo está conformado por
aproximadamente 25.000 obras. Esto incluye las colecciones especiales, tales como las
bibliotecas personales de Juan Alfonso Carrizo y Manuel Ortiz Oderigo y los
manuscritos de la Encuesta de Folklore de 1921, además de la hemeroteca que se
actualiza en forma permanente por medio de suscripciones y canjes. Distribuye por
canje la publicación periódica Cuadernos del INAPL y otras ediciones del organismo.
Servicios > Préstamos en sala de lectura > Préstamos interbibliotecarios (con convenio)
> Referencia especializada > Atención de consultas telefónicas, por correo postal y por
correo-e ([email protected]) > Asistencia técnica en temáticas vinculadas a centros de
documentación.
Horario de atención al público | Lunes a Viernes de 10 a 17 hs
De ambos presentamos a continuación lo que la página muestra del Museo
Museo Nacional del Hombre
del Museo Nacional del Hombre es rescatar, investigar, conservar, difundir y exhibir sus coleccione
, arqueología y artesanías tradicionales principalmente. Dirigido a organizaciones educativas, de
ión, organismos no gubernamentales, grupos étnicos y público en general. Sus proyectos están rela
vestigaciones que lleva a cabo el INAPL, del cual depende. Fomenta la recuperación de las historias
comunidades involucradas en sus exhibiciones, recobrando su memoria oral y su patrimonio mater
; con el fin de incentivar al conjunto de la sociedad argentina el conocimiento y respeto por la
ralidad.
nes
onio de alrededor de 5000 piezas, se conformó con el aporte de los materiales proveniente de las d
iones que a lo largo de su historia han realizado y realizan los equipos de investigación del INAPL, s
antes donaciones de colecciones recibidas desde su creación, así como la adquisición en la actualid
pecíficas.
colecciones podemos resaltar:
ogía argentina y de Sudamérica, que incluye cerámica, textiles, piedra, cestería, metales y otros.
ortante colección de textiles argentinos, etnográficos y rural criollo. Incluyendo el instrumental par
n.
s de Argentina, África, México, Bolivia, Brasil, Perú, Guatemala y Asia.
s artesanales, aborígenes de Argentina y Latinoamérica.
, de comunidades aborígenes y artesanal de Argentina, Latinoamérica, Europa y África.
osa y destacable colección de grupos africanos que contiene armas, cestería, máscaras, atuendos,
de indumentaria, instrumentos musicales, fetiches y amuletos, entre otros. Muchas fueron donada
Misioneras de África en el año 1966 y otras por particulares en diferentes años.
de uso cotidiano, rituales, vestimenta, armas y artesanías de grupos aborígenes de nuestro país.
as argentinas criollas; trabajos en plata, cuero, hueso, asta, cestería, madera, instrumentos musica
maginería, cerámica, metales, textiles, calabaza y cuentas.
n de arte popular polaco, donación de la Embajada de Polonia en el año 1961.
9) Grandes Maestros: Lazaro Flury
El Horizonte en la formación del hombre pampeano
Tomamos su nota de “Folkolore Prohibido”
Al hablar de la presencia del hombre en la pampa,
consideramos previo delimitar sus dos ciclos
fundamentales. Porque es evidente que existió una
pampa virgen, con su paisaje natural, y una pampa
conquistada, con su paisaje artificial, poblada de
elementos heterogéneos. Indios y gauchos fueron
los actores de la primera. Inmigrantes y mestizos de la segunda.
El hombre de la pampa “vive con los ojos puestos en el
horizonte”. En él encuentra su rumbo, intuye el peligro, presiente la
tormenta. La pampa respira habla y también suele abismarse en silencios
impresionantes. Hay en el horizonte una honda sensación de vacío y
esperanza. Ha sido para los pobladores de la primera época una eterna
promesa. Pero nunca han tratado de evadirse del círculo alucinado de su
lejanía inasible, y explicaron a su manera esa grandeza en su canto y en
su música. El mundo físico y mental del hombre pampeano es complejo.
Ha sido plasmado por el medio circundante “esos ruidos que uno siente
sin saber de dónde vienen”. La lejanía gravitó directamente sobre su
expresión íntima. Esa tristeza cósmica que solamente puede generar la
contemplación de la naturaleza, trasuntada en las expresiones ódicas,
donde las frases conclusivas son alargadas y en tono menor. Las
manifestaciones coreográficas, orgánicas y mixtas que nacieron después,
tuvieron origen en otro escenario, ligeramente transformado. La pampa
ya tenía pobladores, aldeas, alambrados, caminos.
El hombre de la pampa siempre vió* mas allá del horizonte un mundo
extraño, perdido en la bruma del misterio. La infinitud del paisaje
transmitía a su corazón una sensación de tristeza infinita(-1). La soledad
circundante coincidía con la soledad de su alma, ante la falta de
elementos naturales que desviaran su pensamiento hacia otros motivos.
Por eso las Cifras reflejaban un acento cósmico, a pesar de constituir el
contrapunto su función específica. Y por eso todo contrapunto tenía
también algo de torneo filosófico, donde se trataba de resolver el enigma
del silencio pampeano y sus voces incognoscibles, donde los silencios
nocturnos son
Los secretos misterios
Que las tinieblas esconden (**1)
Hemos dicho que todas las manifestaciones ódicas tienen esa particularidad y es muy
fácil cerciorarse escuchando Cifras, Milongas, Tristes, estilos y simples melodías
pampeanas, que brotan espontáneamente ante la visión del horizonte, cuyo paradigma es
invariablemente:
El horizonte y la pampa tienen como la selva o el mar, una mágica atracción para sus
habitantes. El pampeano no abandona jamás su tierra para no regresar. Si las
circunstancias de la vida lo obligan a vivir en la montaña o junto al mar, siempre sentirá
nostalgia por el paisaje sin límites, donde el horizonte es una mágica cinta que le
recuerda su efímera existencia, y donde cobran importancia las cosas más
intrascendentes: la brizna de hierba, la flor, el insecto, el pájaro cuyo grito se pierde
como un eco lejano. Y anhela, como punto final de su viaje, regresar a esa tierra querida
donde la vista se pierde en lontananza para hablar con el misterio de las cosas. Nunca
podrá olvidar los amaneceres de su suelo y la muerte del sol en el poniente. Nada habrá
como en
la grandiosa llanura
el pálido anochecer…(**2)
Es cierto que en esto juega un papel importante la sensibilidad del hombre.Pero el
pampeano precisamente es sensible por excelencia; se emociona con el aroma del trébol
en flor o el penacho del cardo. La soledad le ha agudizado el oído y ensanchado la
visión. El aguzamiento del oído es sobretodo poético, porque lo identifica con las
armonías silenciosas del paisaje. Según propia confesión “oyen crecer el pasto” y
“respirar el grillo”, y tienen (*2) plena conciencia que en un milímetro de suelo
húmedo, vive, se debate, y lucha un mundo microscópico intrascendente, pero formando
parte vital del ciclo de la vida diaria. El insecto, el reptil, el árbol le enseñan cosas que
no se aprenden en los libros. Cuando aparece el período orgánico-coreográfico y la
pampa se cubre de aldeas y ciudades, la monotonía de la huella, el lento andar de la
carreta, el rugido del pampero, el ombú solitario, los gritos nocturnos, “los hilos de la
virgen”, flotando después de las lluvias, las luces malas, el fatídico grito de la lechuza,
seguirán siendo el trasfondo emocionalde un pueblo hecho al aire libre, al sol y al viento
(*3)
El espejismo del horizonte en los días luminosos ha influído también sobre su espíritu y
su mente pues aquellas figuras informes que eran
vastos oleajes que ruedan
sobre fantástico río(**3)
estimulaban en su pensamiento las más extrañas fantasías.
La evolución de la vida en la llanura, la colonización, la modificación
de la flora por influjo del arado, el éxodo de su fauna, los nuevos
métodos de trabajo, han obligado al hombre pampeano a cambiar su
ritmo. Nada más que eso. Pervive en el fondo de todo pampeanola
misma tristeza, el mismo afán lírico. Mas no la tristeza de una
frustración. La eterna e infinita tristeza del horizonte, que es puramente
cósmica. Difícilmente puedan entender esto, quienes no han intimado
con la pampa.
En esta segunda época las cosas cambian radicalmente. El hombre pampeano ya no
puede hacer vida contemplativa. Es absorbido o repelido por el progreso, que el asfalto
y la ciudad llevan a todos los rincones. Debe adaptarse o sucumbir. Antes fue la guerra.
La guerra por la libertad de su suelo, seguida por la interminable guerra entre hermanos.
El hombre de la pampa monta a caballo y no desciende de él en casi medio siglo.
Recorre todos los caminos luchando por la libertad de su tierra y por la ajena. Una
epopeya sin precedentes. Cuando regresa se encuentra sin ubicación, sin tierras y sin
casa. Las tierras ya tenían dueño; llegaba tarde al banquete nacional y constituía poco
menos que un estorbo. Quedaban para él los puestos de frontera, los fortines y los
menesteres nómades de arreador o domador. Su innata rebeldía lo convertiría en
matrero. Su doloroso drama social está pintado con toda fidelidad en el “Martín Fierro”.
Y comenzó la lucha en su tierra y por su tierra. Pudo evadirse y no lo hizo, muriendo en
ella como peón o como matrero. Exterminando el arquetipo pampeano, la vida de la
pampa inicia su segundo ciclo, como hemos anotado. Nuevos hombres luchgan,
trabajan y sueñan… y nuevos problemas obligan a los hombres a adaptarse a la realidad
ambiente. Es natural. El hombre, ante todo, necesita asegurar su subsistencia. La idea de
la evasión es siempre una esperanza, en todos los rincones del orbe.
Algunos autores – Ramos Mejía entre ellos- han creído ver en el hombre pampeano una
innata propensión al radicalismo, a conductas expeditivas, por influencia del horizonte
que habría moldeado en la mente de sus hombrees una obsesión por “ver todos sus
caminos libres”. Sin embargo las estadísticas niegan esa afirmación. En cambio, la
conducta del hombre pampeano a lo largo de su trayectoria, revela que ha sido el más
consecuente abanderado de la libertad y de la democracia. La historia puede
corroborarlo.
En resumen, aquella pampa que contribuyó a la formación mental del hombre
pampeano, prácticamente ha desaparecido. Pueblos, ciudades, caminos asfaltados,
árboles plantados por el hombre, automóviles, aviones, han desnaturalizado totalmente
el paisaje original. Sin embargo la supervivencia de aquella influencia no ha sido
borrada. Subsiste en los hombres de la pampa actualmente, bajo otra forma y otros
caracteres. Por herencia, por atavismo si se quiere. Hay en todo pampeano, aun nacido
en la ciudad, algo de esa tristeza infinita que nutrió durante siglos a nuestra raza, y que
tuvo como centro mágico el feérico enigma del horizonte, y que perdura en todo el
repertorio lírico del gaucho.
---- --------- -------------- --------* ( N del E) El interés por encontrar una explicación abarcativa lleva a simplificación es, que
luego encuentran límites: LF acá unifica a los hombres con una sola tipología filosófica y
esencial. Esta visión corresponde a la amalgama, o fusión de razas en un nuevo tipo (caldero o
crisol de razas), también lo unifica en el tiempo: parece igual el hombre de 1700 que de 1800, y
aunque aclare al inicio la pampa deshabitada de la conquistada, al menos lo hace para esta
segunda con el de 1900, 2000 o de este mas sojero e interconectado del siglo XXI. Sin duda la
explicación tipológica tiene raíces que al menos en el Sarmiento de Facundo encuentra
antecedentes fundantes.
*2 Pasa aquí casi inconscientemente del singular al plural. Esto lo coloca en un ámbito
diverso: De la singularidad genérica del hombre pampeano, pasa a los múltiples ejemplos
concretos con los que ha hablado y al contrale sus dichos le permiten ascender a la tipología.
Esta operación unificadora es la que constituye la esencia de su análisis.
*3 Aquí otra operación se reconoce. Cambian los tiempos, pero el pueblo es uno, ya no
como suma de múltiples componentes, sino como intertemporalidad que aunque se
adapte a cambios exteriores, permanece esencialmente igual. Ese específico
esencialismo, dado como obvio, es el que fundamenta la noción de pueblo uno, de alma
nacional y único destino y conformación.
**1Estrofa del MartinFierro, de José Hernandez, en la payada con el moreno, y
expresada por este último (NdelE).
Son los secretos misterios
que las tinieblas esconden;
son los ecos que responden
a la voz del que da un grito,
como un lamento infinito
que viene no sé de dónde.
**2 Estrofa de La Cautiva, de Esteban Echeverría,(NdelE)
¡Cuántas, cuántas maravillas,
sublimes y a par sencillas,
sembró la fecunda mano
de Dios allí! ¡Cuánto arcano
que no es dado al mundo ver!
La humilde yerba, el insecto,
la aura aromática y pura;
el silencio, el triste aspecto
de la grandiosa llanura,
el pálido anochecer.
**3 Estrofa de Santos Vega, de Rafael Obligado,(NdelE)
Cuando, en las siestas de estío,
las brillazones remedan
vastos oleajes que ruedan
sobre fantástico río,
mudo, abismado y sombrío,
baja un jinete la falda,
tinta de bella esmeralda,
llega a las márgenes sola...
¡y hunde su potro en las olas,
con la guitarra a la espalda!
(-1) Sobre la razón de la tristeza pampeana, viejos paisanos nos expresaron en rueda
íntima, que el horizonte les contagiaba una tristeza inexplicable, y que a veces sentían
ganas de llorar. Parea ahuyentar esa tristeza cantaban con el monótono arrastre de las
frases o el simple tarareo que semejaba un lamento y que es el mismo que ha servido de
matriz para la Cifra y la milonga.
(N del E): La que entendemos no casual fundamentación de su interpretación en
conversaciones de investigación de campo, presenta la faceta más “folklorista” de su
explicación.
Estilo Pampeano ( por cacho tirao)
http://www.youtube.com/watch?v=KjnriboFcVU
Huella ( Anibal reynoso)
http://www.youtube.com/watch?v=eY4SOiS5gQQ
Cifra de Abel Fleury
http://www.youtube.com/watch?v=y2hPDo0BnwI
10) Danzas Pampeanas
Complementando el trabajo de Don Lázaro, recordemos la coreografía de una
de las danzas características de la región: El Remedio Pampeano
Con este análisis:
Documentos Históricos: Se trata de una danza tradicional, y fue recogida por Domingo V.
Lombardi. La denominación de "Pampeano" en el nombre de la danza, se refiere a las llanuras pampeanas y no a la Prov. de La
Pampa; bien hago esta aclaración por la existencia este error o accidente geográfico.
Clasificación: Es una danza tradicional argentina, de parejas sueltas e interdependientes y de movimientos
pausados. Tiene aire sureño.
Coreografía: (2 parejas)
POSICIÓN INICIAL: Las 2 parejas formando cuarto. Los bailarines se ubican los vértices del cuadro de baile; el varón de la
pareja, la cual se encuentra más cercana al público, da su flanco der. al mismo. La pareja 2 a la inversa. Todos guardan la
posición de firmes y mantienen el pie izq. ligeramente adelantado.
Se baila con Paso básico común, de Gato, y castañetas. Todas las figuras comienzan con el pie izq.
PRIMERA: Introducción, 8 compases; baile, 56.
1- Avance, Cruce, y Retroceso: (4 c.) Con castañetas. Avanzando por la der. y retrocediendo por la izq.
Lo realizan por pareja; parten en sentido de vuelta, avanzando por la der., y al encontrarse se dan los flancos izq., para luego
iniciar el cruce de espaldas en el centro, y quedar en el 2° c. de frente a la base del compañero, dándose las espaldas en el centro
con el otro. En el 3° c. terminan el cruce e inician el retroceso dándose los flancos izq., y en el 4° c. retornan a sus bases, siempre
retrocediendo. (Mirar el gráfico).
2- Cambio de Esquina (2 c.) y Girito (2 c.) con castañetas.
Se desplazan en línea recta a la esquina de la der., es decir, los varones se dirigen a la base que estaba ocupando su compañera y
estas se dirigen a la base del varón contrario; En su desplazamiento, los varones lo harán avanzando y ellas retrocediendo, 2 c.
En los 2 c. restantes realizan un girito en sus nuevas bases, girando en el lugar, y en el 4° c. se enfrentan entre compañeros.
3- a 8- (Se repiten las 2 figuras anteriores, recorriendo los 3 lados restantes del cuadro, y retornando a sus
bases luego de la última repetición) Mirar el gráfico.
9- Zapateo y Zarandeo: (8 c.)
10- Vuelta Entera: (8 c.) Con castañetas. La comparten los 4 bailarines, “en conjunto”; en el 8° c. cada quién se encuentra en
su base inicial.
11- ½ Vuelta: (8 c.) Con castañetas. En conjunto.
Finalizada la vuelta entera anterior, desde sus bases, parten a realizar ½ vuelta más, hacia la base del contrario, a la cual llegan
en el 4° c.
12- Giro Final: (4 c.) con castañetas y coronación.
SEGUNDA: Es igual a la primera, los bailarines la inician desde las bases opuestas.
Gráfico Coreografía: “El Remedio Pampeano”:
Versión Musical:
Esta versión la interpreta Juan de los Santos Amores, y la canta Elba Peralta
Luna.
Remedio
http://www.youtube.com/watch?v=KF76g2UYP6s
11) Joyitas del Recuerdo
Pajarito Velarde
Una foto de los primeros tiempos de Los
Fronterizos, con Carlitos Barbarán, Gerardo Lopez
y Juan Carlos Moreno empuñando las guitarras. Se
nos escapa la identificación de Eduardo Madeo, pero
su hijo la compartió y proviene del Museo de
Pajarito Velarde, a quien puede identificar mejor
con esta foto individual:
Y nuevamente con Los Fronterizos, ahora en la
integración de Cesar Isella, en esta otra, que NO desacribimos, pero que puede
complementar en http://cafelabarra.blogspot.com.ar/2012/06/pajarito-velarde.html
Como dijo Eduardo Madeo (h): HAY OTRA ZAMBA QUE COMPUSIERON EL POETA JOSÉ RÍOS Y EL
MÚSICO JOSÉ BOTELLI, ESPECIALMENTE DEDICADA PARA GUILLERMO "PAJARITO" VELARDE.
ESTA ZAMBA, AÚN NO FUE GRABADA PERO SÍ, CANTADA (A MODO DE SERENATA PARA ÉL) POR
"LOS FRONTERIZOS", UNA MADRUGADA DE 1963 AL PIE DE SU VENTANA (SOBRE LA VEREDA DE
LA CALLE PUEYRREDÓN)
LA ZAMBA LO DESCRIBE ASÍ...
PAJARITO VELARDE
Hay en Salta un distinguido
gran señor de la amistad,
que tiene abierta su casa
a todo el que pasa
por esta ciudad.
Bajo su techo de cañas
Nunca falta una canción
Y es el farol de la esquina
que siempre ilumina
Su buen corazón.
Caballero de Salta, gentil,
Pajarito Velarde, jovial,
por señorial y elegante
soltero y galante
te vengo a cantar,
y en el compás de esta zamba
un poco de mi alma
te quiero dejar.
Un jazmín recién cortado
Que se desmaya de amor.
deja su blanco reflejo
prendido al espejo
de su tocador.
Se oye la voz de la tierra
como él la sabe querer
en la guitarra que deja
su canto en la reja
al amanecer.
Caballero de Salta, gentil,
Pajarito Velarde, jovial,
por señorial y elegante
soltero y galante
te vengo a cantar,
y en el compás de esta zamba
un poco de mi alma
te quiero dejar.
Si quiere ver la casa de Pajarito que aun hoy junta canto, como esta con su nieto:
http://www.youtube.com/watch?v=saXf23d1WyY
Y para recordarlo, lo inmortalizó entre otras, la zamba “Padre del Carnaval”, de César
Isella y Horacio Guarany, aquí en la interpretación de Isella. En la primer estrofa de la
segunda parte justamente se refiere al alma sola de “pajarito”, pues sin vino…¡Que frío
hará!
http://www.youtube.com/watch?v=p4EizCG7hQk
12) Libros
Nos han acercado libros, que merecen su mención… y oportunamente (estamos
debiendo varios) su comentario. Para que los conozca:
En la "Introducción" Schubert Flores Vassella cuenta:
"Hace aproximadamente quince años, Héctor García Martínez me alcanzó algunos
artículos escritos por Atahualpa Yupanqui que la revista FOLKLORE publicó en su
momento. Comentó que nunca habían sido reunidos en libro." Más adelante expresa:
"La Tierra Hechizada surge a partir de las colaboraciones de Atahualpa Yupanqui para
la revista FOLKLORE en 1964. Bajo ese título escribió una serie de nueve notas en los
números 82 a 92 entre el martes 1 de diciembre de 1964 y el martes 20 de abril de 1965.
Antes, Don Ata publica otra serie con el nombre "El Canto del Viento" que después la
editorial reunió y editó como libro, obra que con García Martínez siempre consideramos
la cumbre yupanquiana."
Por su parte, en el "Prólogo", Héctor García Martínez expresa: "Atahualpa Yupanqui
fue mucho más que un cantor de artes olvidadas, como gustaba definirse.
Ricardo Luis Acebal ha escrito estas palabras, que reproducimos: Hasta el presente son
del conocimiento público de América y el mundo sus canciones, sus poemas, algunos
libros: "El Canto del Viento", "Aires indios", "Guitarra", "Piedra sola"... por citar
algunos títulos. Pero el pensamiento profundo de éste artista genuino, `inspector de
soledades`, indagador de los tres misterios de los paisajes argentinos: la pampa, la selva
y la montaña, todavía permanece ignorado por la mayoría de sus admiradores."
También dice García Martínez: "Quien tenga la intención de profundizar el mensaje que
desea transmitir, encontrará en las sentencias y reflexiones yupanquianas una
importante fuente para nutrirse. Tomemos por ejemplo algunas de ellas: `Pero es seguro
que ninguna fuerza se pierde si esa fuerza se afirma en el corazón de los desvelados`; o
esta otra: `el silencio es fundamental, significa el basamento donde se apoyan todos los
sonidos, empezando por la música.`
Toda la visión sustancial, poética y humana del paisaje, Don Ata la aprendió y la
aprehendió en su doble condición de cantor y caminante impenitente por tierras
americanas, fruto de sus observaciones y vivencias con los habitantes de las distintas
zonas por donde anduvo, y de quienes se nutrió y tradujo con genuino sentimiento y
maestría."
Luego de estas "entradas" viene don Ata: El dulcero, el yuyero riojano, canciones en el
mar, "Soco" Diaz: músico de la tierra, el monte de los mil pinos...
Si usted ha pensado que le voy a recomendar o subrayar alguno de estos "hechizos" en
particular, se ha equivocado. TODOS lo van a embrujar.
¡Y qué decir de las fotos, de las entrevistas, de los datos que nos suministran los
autores!
Anote, por si ya quiere tener "La Tierra Hechizada":
[email protected] - telef.: 011-4981-7948
[email protected] - 011-4867-4970
13) Discos
Luna Monti y Juan Quintero presentan su nuevo disco, 15 composiciones de
distintos autores como Hugo Fattoruso, Raúl Carnota, Victor Jara, Hermanos
Nuñéz y Edgardo Cardozo. Además de motivos populares argentinos, chilenos
y españoles, más dos pequeñas yapas grabadas de entre casa. Editado en Julio
de 2013.
Luna Monti y Juan Quintero
DESPUES DE USTED
1-Conmigo (H. Fattorusso)
2-El cumpita (Hnos Nuñez) *
3-Tríptico mocoví, I y II (G. Aisberg/A. Ramírez)
4-De los centros de la luna/Rondadora (anónimos Chileno y español)
5-Antofalla (N. Vidal)
6-Bandera (J. Quintero)
7-Caramba (Danza popular argentina)
8-Curativa (N. Vidal)
9-Regalitos (J. Quintero) *
10-Ir yendo (E. Cardozo)
11-Mba e pa Doña Froilana (R. Carnota/T. Parodi)
12-El sachapuma (O. Valles) *
13-El cigarrito (V. Jara)
14-Chacarerita Mpchiporodoble (J. Biagosch) *
15-Hermanos (J. Quintero)
más dos yapas grabadas de entre casa.
Interpretes
Luna Monti Voz
Juan Quintero Voz y guitarra
Músicos Invitados:
Percusión: Facundo Guevara, Juan Berbín, Mariano Cantero, Manuel Rangel y
Santiago Michaël.
Baile-Percusión corporal: Coqui y Pajarín Saavedra.
Cuatro Venezolano: Aquiles Báez.
Vientos: Uriel Fernández y Juan Pablo Di Leone.
Bandoneón: Santiago Segret.
Violoncello: Jorge Bergero.
Voces: Coco Quintero, Leticia Bibiloni, Malena Zuelgaray, María Birba y
Sebastián Guevara.
Grabado y Mezclado: por Juan Belvis, en el estudio de Lito Vitale.
Masterizado: por Andrés Mayo.
Diseño y fotografía: María Birba.
14) Armando Poesías
Una sección que pensamos como homenaje y difusión: la poesía
de Armando Tejada Gómez no merece , no debe estar encerrada
en bibliotecas. Era y es una poesía para ser dicha, repetida,
liberada.
Las Tonadas de “Tonadas para Usar” son bellos, mínimos
ejemplos de su síntesis para provocar…. Provocar emociones,
suscitar polémicas, promover reflexiones, cuestionamientos y
movilizaciones. Individuales y sociales. Solo palabras, pocas
pero intensas, en cada una simples, de a pares provocantes.
Solo por dar unos ejemplos estas tres bellas coplas, cada una precedida de su número
identificatorio en el libro, y sucedida de unas tan breve como innecesaria presentación
por parte de este editor, que no puede con su genio….
26
Mi madre,
que era muy criolla,
le echaba amor
a la olla.
Simple y cordial, desnuda lo criollo de sus elementos pintoresquistas, dejándole
en cambio su esencia de pintura. Y pinta, poeta, como Yupanqui había predicho: por
dentro, el sentimiento (“ganas de vivir la vida sin pesares ni tormentos”). El criollismo
es en él y para él una unidad: pobreza, y amor. Es simple, asumido no aceptado. No
denuncia, refleja y es un grito conmovedor, a la vez. Ternura y rebelión.
28
En Tucumán, un zafrero,
me dijo:
-vamos a ver
por qué llora esa mujer:
seguro que si no es de hambre
es de ganas de comer.
Podría repetirse el mismo comentario, agregándole la ineluctabilidad del destino.
Hambre o ganas de comer. A la vez la invitación de una cínica afirmación, es una
invitación a mirar, comprender, entender. No hace falta preguntar basta ver. Y se lo dice
al que llega, el que de afuera no entiende como es lo que solo es. Es en Tucumán, como
su mendocina madre, que un zafrero asume, no acepta, muestra y llama. Así el cantor
poeta debe aprender, viendo, viviendo.
29
Le echaron chicha al cachicho
y aguardiente a la cantora.
Nada que hacerle. Lo mismo
La copla protesta y llora.
Esa ineluctabilidad es sentido. Ya no en la realidad sino en el destino del canto.
Con coplera borracha o con fiestas propagadas. La copla es la que llora. Viene de su
misma esencia, por ser reflejo de la realidad profunda, que no puede taparse. Una cierta
“resignación” (Nada que hacerle) es preludio de la asunción de la tarea que el poeta se
auto impone; pues es en realidad impuesta por encima de él. Es la copla inmemorial y
popular quien se lo marca. Asi la transformación de estas coplas a lo largo del libro, sin
marcar un camino, marcan un modo de relación, aprendiendo, para llegar a:
38
Sí señor:
el color
es un modo
del sol
Y en esta frase en cuatro versos pone amor, ilumina e identifica. La vida esta en lo no
gris, lo nuevo, lo despierto, lo cálido. Lo universal y bello es múltiple caleidoscopio y
fuente de energía. La afirmacion, reafirmación, con que empieza muestra que se ha
cuestionando, indagado y como en otras cosa “está de vuelta”, y es luz.
¿Cómo no admirarlo?
Para escucharlo
http://www.youtube.com/watch?v=hzLI3y7F5Zs
http://www.youtube.com/watch?v=Styntxk-FLI
15) Folklore De Latinoamérica- Uruguay
El Dr. Elías Regules Uriarte y la Sociedad Criolla que lleva su nombre.
Por el Dr. Raúl Iturria.
"El veinticinco de mayo de 1894, reunidos en el Circo-Teatro de los Sres. PodestáScotti, por iniciativa del Dr. Elías Regules los señores…(aquí la lista de otros 32 amigos)
"…resolvieron dejar constituida una sociedad recreativa, con el título de "Sociedad
Criolla", así rezaba el acta de constitución de dicha sociedad nativista.
El día anterior en una chacra de Piedras Blancas se había organizado una fiesta criolla y
se había desarrollado un gran desfile de caballería, y ahí nació la idea que se comenzó a
materializar el 25 de mayo, fiesta nacional en conmemoración de la revolución de mayo.
Más tarde, cuando se redactan los estatutos de "La Criolla", se establece en el artículo
1º: "Crease una asociación recreativa con el título de Sociedad Criolla destinada a
fomentar y rendir culto a la reacción iniciada a favor de nuestras costumbres
nacionales".
Así nace, pues, la primera sociedad en su especie, que cumplirá en 2014, 120 años de
existencia, tramo en el cual ha desarrollado con éxito los fines para los cuales fue creada.
En un reportaje que le hiciera Luis Alberto Reilly, para la revista “Mundo Argentino”;
Regules afirmó:
“Obras? La que me ha proporcionado mayor satisfacción es “La Criolla”,
sociedad que formé con algunos connacionales en 1894. En ella hicimos culto de las
tradiciones, más como un regocijo nacional, que por un propósito recreativo. Fue
conmigo iniciador el doctor Juan Andrés Cachón, personalidad destacada en el foro y
la política. “La Criolla” formó cortejos en las inauguraciones de los monumentos de
Artigas en San José, de Lavalleja en Minas y del “Gaucho” en Montevideo.”
Su perfil de tradicionalista le forjó a Regules, un prestigio propio y casi único en la
región, empinado por esa vocación y un sentido realista de la finalidad del hombre en la
vida, dedicó muchas horas de ella en la generación de acciones positivas de revalorización
de la patria y de su gente. En su entorno encontró seguidores de fierro, que le acompañaron
y que una vez desaparecido, continuaron su obra.
La Criolla fue un instrumento, una herramienta para esa labranza que no terminó con él,
ni terminará con nosotros ni con nuestros descendientes, si hacemos el esfuerzo por cultivar
nuestra herencia y enseñarla en el hogar a hijos y nietos. La escuela hogareña, es de
importancia radical para éste y otros fines superiores.
Eran tiempos en que nuestra sociedad más culta se inspiraba en Europa, y en particular
en Francia, para todo su quehacer mundano, cultural y científico. Se habían roto los
vínculos afectivos con España y su cultura era ignorada en absoluto.
Lo tradicional parecía cosa antigua. Se despreciaba lo nacional, mientras comienza a
producirse una verdadera "reacción" como dicen los hombres de la Criolla; reacción que
busca valorar lo nuestro y divulgarlo en la sociedad.
El romanticismo se interesa por el estudio del folklore y aviva las brasas que encienden el
fuego nacionalista y criollo. La asociación creada por Regules, fue semilla que se esparció a
los cuatro vientos por todo el Uruguay. Hay en la actualidad cerca de 100 instituciones de
tal naturaleza, y todas con la finalidad de mantener vivo el fogón de las tradiciones.
Cuando se analiza una creación ingeniosa, se debe mirar los efectos que ella produce en el
medio ambiente donde se desarrolla. Acá, se nota el efecto positivo que la original creación de
1894, generó en todo el país y ese sí que es una buena cosecha, del cultivo de Regules.
En opinión de su amigo el Dr. Martiniano Leguizamón:
"Regules es un evocador. En sus versos palpita el alma del terruño y vocea la melodía
lejana, ya casi perdida, de los tiempos idos para no volver. A través de sus cadencias
parecen cobrar vida, erguirse y pasar las sombras errantes del tipo étnico que fue un día
altivo señor del monte y la llanura. Sus paisajes nos dan la emoción prestigiosa de la
realidad. Sus gauchos y sus morochas¸ las alegrías de los bailes nacionales¸ las plantas, los
animales, los arroyos, las aves, el color del cielo tachonado de trémulos luceros, o bañado
en la blanca luz del amanecer¸ han brotado de su pluma con la visión sentida del “lindo
suelo oriental”. (Trabajo publicado en la revista “Cimarrón”, mayo de 1938).
La Sociedad Criolla, que desde la muerte de su creador lleva su nombre, fue un instrumento
para formalizar la doctrina tradicionalista, difundirla y hacerla carne en los habitantes de la
región.
Por ley nacional se estableció como día de la tradición en nuestro país, el 21 de marzo, por ser el
día del nacimiento del Dr. Elías Regules Uriarte, y en tal virtud los festejos conmemorativos de
los 120 de creación, se cumplirán el próximo año el domingo 23 de marzo.
El lema del Dr. Regules, resume su pensamiento, al afirmar que: "Vivo feliz con sangre
americana. Yo no tengo vergüenza de mi raza". Y siendo coherente con éste lema dedicó
parte de su vida a exaltar la figura del gaucho.
Cuando Regules habla de "La raza nuestra", está marcando los caracteres del Gaucho; y así
nos dice: "En la comarca verde, en el ambiente azul, en las crestas aguzadas de las sierras
y en el mullido gramillar del llano se estremecía agitada un alma grandiosa, que iba
emergiendo en objetivaciones vigorosas, a medida que el golpe de las fuerzas se
derramaba en chispas cuajadas de frescura y altiveces.
Así creció al borde de las aguas el crudo coronilla, ataviado de espinas; así vadeó los aires
la majestad del águila, buscando las alturas; así cruzó los montes el receloso puma
confiado en sus arrojos y en sus garras; así vistió la selva su traje de más lujo, tejido con
aromas y colores; así entonó en el bosque el ave de armonías la nota de sus dichas y sus
penas; y así brotó una raza, con el conjunto pleno de todos los factores, para ofrecer en
síntesis completa la viril resultante, donde temblaron ardorosamente púas del coronilla,
majestades del águila, valentías del puma, perfumes de la selva y endechas de las aves.
Esa raza es la nuestra. Cerril por nacimiento, guardada en los repliegues de su cubierta
agreste la ebullición de glóbulos hispanos; extracto de arrogancias e hidalguías, que
germinando en cuna de vida exuberante, produjo anhelos de horizontes sin brumas y
esperanza de actividades sin señores.
Firme sobre el andar de sus baguales, allá fue nuestro gaucho, cruzando territorio, a
reclamar el reino de su tierra; porque ya en posesión de sus intensas aptitudes, quería, por
legítimo derecho la facultad de movimientos libres que dejaron por cuyos el nido en que
aletearon sus ensueños, la luz que pintó el bronce de su mejilla y el viento que enredaba su
melena."
Bella definición del trabajador y soldado de nuestras Patrias, hacedor principal de nuestra
independencia y ejemplo para mirarnos, aún hoy, los hijos de estas tierras.
Dr. Raúl Iturria. Montevideo. Uruguay, diciembre de 2013.
16)
Devociones
Seguimos entregando aquí una serie de análisis y apuntes sobre devociones
populares. Esperamos, desde luego, los ajustes y las correcciones. De la
evolución y difusión se irán aclarando los aportes. Para ello, aportamos con
negrita desplazada, las observaciones del editor.
En la red hay monografías interesantes, como la que acercóGabriel
Cocimano, en http://www.monografias.com/usuario/perfiles.lA tomamos con
eje simplificador que permite opciones de análisis. Comenzamos por una
síntesis de su planteo. Primera Parte.
Canonizaciones populares
"...el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua
con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria
colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el
olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria..."
Leopoldo Marechal
La religiosidad popular –muchas veces ajena a la ortodoxia vaticana- suele generar
“canonizaciones” de hombres y mujeres a quienes se adjudican la realización de verdaderos
milagros. Desatendiendo a la autoridad oficial en materia religiosa, la religiosidad popular
prescinde del sinuoso y complejo camino de la ortodoxia en la elección de sus figuras de culto.
(N.E: En la década del setenta, Susana Chertudi y Sara Newbery definieron a
las canonizaciones populares como aquellas que tienen por objeto de culto
personas que han sido santificadas por el pueblo, es decir, que en su “proceso
de canonización” no había intervenido la Iglesia Católica como institución.
Es más, la Iglesia, decían, reprueba estas muestras de fervor religioso que
suele definir como supersticiones.Hoy ya se dice en la red: “Se habla
de supersticiones cuando las creencias corresponden a hechos explicados ya
por las ciencias (como ocurre por ejemplo con la luz mala). Es interesante
que deriva de superstitio,en latín, que significa algo
así como “por encima de lo que está”. Y de allí se
aplicaba a la “intención de supervivencia”, en el
sentido de “de trascender y perpetuarse a través de la
realización constante de rituales”.Por otra parte, y
especialmente desde la segunda mitad del siglo
XIX ha surgido un importante conjunto de
devociones populares hacia ciertas personas, las
cuales suelen ser consideradas milagrosas, tales
devociones populares están fuera del culto canónico de la Iglesia Católica
Apostólica Romana (iglesia que fue absolutamente mayoritaria entre la
población argentina la cual es mayoritariamente descendiente de países muy
católicos como España, Italia e incluso Irlanda y Polonia, hasta mediados
de siglo XX, a tal grado que el primer papa americano en la historia es el
argentino papa Francisco ), pese a esto, la población las ha asimilado dentro
de las prácticas de esa misma iglesia.”. Sin embargo la monografía, presenta
que La Iglesia tildó de supersticiones a estas prácticas de culto erigidas por la
voluntad popular.)
"Pero el problema es complejo –apunta Félix Coluccio14- pues lo que con frecuencia se
designa como superstición es una auténtica manifestación religiosa de las clases bajas, la
proyección de esquemas lógicos diferentes a los occidentales, problema ya conocido por los
cristianos que propugnan la adaptación del culto romano a los valores culturales de cada
país". No es sólo una manifestación de las clases bajas,otros sectores de la población –más
acomodados socioeconómicamente- suelen también adscribir a algunos de estos cultos.
(NE: aunque los folkloristas investigadores inicialmente restringían su
ámbito a éstas, y en particular a las rurales, como reservorio de tradiciones
“incontaminadas” hoy su campo de investigación se ha ampliado)
Muchas de estas canonizaciones populares tienen una vida efímera, y están circunscriptas en
una determinada área; en cambio, hay otras que no sólo perduran en una región, sino que, con el
paso del tiempo, se expanden, incrementando su área de difusión, y ganando incluso más
devotos que en su lugar de origen.
(NE: Por caso la Difunta Correa, en la primera mitad del siglo XX o el
gauchito Gil, en los últimos treinta años).
Pero estos cultos tan heterodoxos no se constituyen en oposición a la Iglesia; por el contrario,
"los devotos son en su casi totalidad cristianos practicantes: asisten a misa, bautizan a sus
hijos, contraen matrimonio religioso, se confiesan sus faltas, comulgan y hasta honran a sus
sospechosos ‘santos’ con exvotos ‘intachables’, como imágenes de Cristo, la Virgen y los
santos conocidos".15
(N.E. Sobre esto el diccionario de la red sintetiza así: “Como en
prácticamente todos los países, en Argentina existe un conjunto
de mitos y ritos que les son propios, tales mitos y ritos, junto a otras formas
de creencias y devociones constituyen parte principalísima de su folklore.
Como todo es dinámico, muchas de las creencias, en especial las surgidas
de etnias de los pueblos amerindios, son compartidas por las poblaciones de
estados vecinos. También (y especialmente en Argentina) las creencias con
origen en los indígenas suelen haber sido sincretizadaso resignificadas ante
los influjos procedentes de Europa e incluso de África.Aunque las creencias y
devociones populares comparten elementos con la religión, frecuentemente
distan de ser incluibles en una o varias religiones, en todo caso forman parte
del sistema de creencias de un colectivo e incluso un solo sujeto (un sujeto
puede creer en uno/s de los fenómenos creenciales y devocionales y no creer
en otros ya que, precisamente, están fuera de una religión)”).
Si el proceso de canonización oficial posee rasgos complejos por la propia naturaleza de la
Institución,con normas a las que hay que someterse, jerarquías a las que hay que asirse,
y límites y restricciones a los que hay ineludiblemente que ajustarse,
representa y
genera poder: es un poder en sí mismo, unaestructura con representatividad y representación.
La religiosidad popular,en cambio carece de estructuras y de normas, prescinde de concilios y
de derechos canónicos, de juristas y teólogos; traspasa la idea de sistema y no ancla en lo
institucional; en tanto construcción, no soporta estructuras, y se nutre en la espontaneidad, en
lo disperso y flexible, lo fragmentado y heterogéneo.
Esta religiosidad expresada por el pueblo utiliza sus propios mecanismos y criterios de valor en
la elección de quienes siente deben formar parte de esa constelación extraña de venerables.
Muchas veces lo hace utilizando los gestos exteriores y las formas institucionalizadas de
la religión (NE: es mas que habitual ver realizarse la señal de la cruz ante los distintos cultos no
cristianos) : esto es, los conceptos, los símbolos y los ritos de aquella aunque, en muchos casos,
estas
formas
son
resignificadas
o
reinterpretadas.
Otras
veces,
en
cambio, refuncionaliza resabios de paganismo, creencias y prácticas supérstites, en un curioso y
particular sincretismo.
¿Qué papel cumplen las devociones populares en el imaginario colectivo?
¿Por qué, en muchos ambientes, ocupan un lugar tan importante como la Virgen o el Señor en
su expresión de culto y en la interiorización valorativa?
"El Hacedor –dice Jorge Gallardo16- está allá arriba (...) demasiado lejos: la distancia lo
vuelve impersonal. Por ello no cabe siquiera que se le rinda culto, o en todo caso un culto
abstractamente propiciatorio, porque como destinatarios de las impetraciones concretas aquí
están, mucho más próximos, los mensajeros divinos".
Estos mensajeros, intermediarios entre Dios y nosotros, son objeto de temor y devoción a veces
simultáneos –recordemos el ‘misterio tremendo y fascinante’- y constituyen esa singular
constelación en la que caben:
"los iluminados del santoral cristiano, las
potencias etónicas, las acuáticas, aéreas y
del fuego, los ángeles del cielo, las almas de
los antepasados, las que ambulan ‘en pena’,
las que se institucionalizan como cultos
locales a raíz de muertes accidentales y de
otros tránsitos y resurrecciones más o
menos
anónimos,
históricos
o
legendarios".17
En el siguiente párrafo –citado por una catequista en el NorEste argentino- queda consignado
el carácter de intermediación que ejercen estas devociones, en cuanto permiten a los fieles tener
a su alcance a determinado santo, alguien que participó en vida de similares
experiencias terrenales, alguien que fue como ellos:
"Un tema muy especial es el de los santos. En este campo nuestra gente se siente más segura.
Muchas veces el culto a los santos es exagerado. Pero el santo es algo más cercano a ellos que
la teoría y la práctica de los sacramentos. Con qué fervor rezan ante la estatua de un santo,
aunque no les interese la Eucaristía (...) Donde hay instrucción, la influencia del culto en las
familias humildes tiene aún más peso. El ‘Santito’ vale mucho más, y ellos a la pregunta: ‘¿por
qué le tributan tanto culto?’, responden: ‘Por fe en ellos’ (...) Creen en su existencia, su ayuda
y su presencia. La catequesis actual toca muy poco el tema de los santos. Razón por la cual
algunos dudan de la enseñanza del sacerdote o catequista".18
(N.E: el tema de la relación entre religión, particularmente la católica, y las
creencias populares, ha sido comentado de diversas formas. Por caso
enhttp://www.santospopulares.com.ar/se lo comenta así: “Pero que se ha
comprobado hasta en sectores eclesiaticos que la devoción tan grande y el
amor que tantos miles y miles de creyentes profesan a Pancho Sierra, Serapia
Sierra, su hermana religiosa llamada en los claustros religiosos, sor María de
Lujan Sierra, Antonio Mamerto Curuzu Gil (Gauchito Gil), y la
hermanita IRMA DE MARESCO (Hermanita Caridad), no perjudican para
nada la educación religiosa de los creyentes. Todo lo contrario, en el culto
donde se veneran estas devociones adoctrinan y conducen a reverdecer las
virtudes teolegales de la fe, esperanza y caridad, que fueron base en la vida de
estas queridas devociones populares(…y) se tienen cada vez más en cuenta y
de ninguna manera podemos confundirlas con paganismo o brujería. Basta
consignar cuantas veces se llevó al cine o la televisión la vida de estos
queridos personajes que la devoción del pueblo ha santificado. Monseñor Dr.
Gerardo Farrell, Previcario General del Obispado de Morón, apoyó a dichas
devociones, y reafirmo en una nota periodística publicada en el matutino
“Clarín” el 11 de noviembre de 1976, titulada “La Religiosidad Popular y La
Teología”. Otras versiones por ejemplo nos dicen: Algunos pastores, iniciados
recientemente en el apostolado hispano, se muestran asombrados ante lo que
a primera vista pudiera parecerles folclórico, carente en todo caso de
fundamento bíblico y un tanto supersticioso. Otros por el contrario, se quedan
admirados por la vistosidad de las devociones populares y por la indudable fe
que el pueblo manifiesta en ellas. Todas éstas son primeras consideraciones
dignas de ser tenidas en cuenta. Y no se debiera emitir ningún juicio crítico
negativo de estas devociones populares sin un conocimiento previo profundo”
y de hecho su planteo mas actual sería algo así: “De hecho, el fenómeno que
las distingue es la emotividad, el color, la música, la danza y toda una
constelación de matices y detalles que hacen de esas prácticas una amalgama
de cultura y religión, a veces no exentas de dificultadpara entenderlas. Por
todo ello, resulta complicado comprenderlas si nos acercamos a ellas con el
bisturí de la inteligencia. No cabe duda que a veces esa religiosidad popular
nos parece que raya en lo supersticioso, o incluso en lo ridículo, si nos fi
jamos en los calificativos que se suelen emplear. Así, se da culto a un Cristo
llamado de las “ampollas”, “de la reja”, “de la sangre” y “de los pasos”.
Pero, es precisamente en ese “calificativo” donde subyace parte de la propia
historia que origina la devoción popular. Son prácticas que, en definitiva,
manifiestan el alma de un pueblo, su cultura y forma de entender el mundo y,
por ello, no se pueden descartar de un plumazo. Antes bien, hay que
conservarlas, pero entendiéndolas desde una perspectiva moderna”
( verhttp://archive.episcopalchurch.org/documents/HM_devociones.pdf)
El tema de la terrenalidad de la “deidad” queda claro en ciertas devociones de alcances locales
o nacionales, sobre todo en aquellos cultos tributados a ciertos muertos desaparecidos en
forma trágica o heroica, como así también a aquellos que, asumiendo el rol de milagreros,
iluminados y guías espirituales, quedaron en la memoria popular investidos con un halo de
veneración.
Y tiene estrecha vinculación con el tema de la pertenencia, de la identificación de los fieles
respecto de la devoción: un determinado ‘santo’ –Ceferino, por ejemplo, o la devoción a la
Difunta Correa- irradia una motivación particular hacia quienes lo consideran suyo,
por nacionalidad, costumbres, y por haber transitado –geográfica y experimentalmente- la
propia problemática. Lo mismo ocurre, por supuesto, en el caso de las canonizaciones oficiales.
"Tener un santo nuestro significa haber logrado una meta como Iglesia Nacional –dice el
hermano lasallano Telmo Meirone, a propósito de la canonización de Héctor V. Saez-. Ante el
desamparo colectivo, tener un santo que caminó los mismos adoquines que nosotros y que es
capaz de darnos protección espiritual es una llamita de esperanza".19
Otro mecanismo influye a la hora de elevar santos a los altares populares es el de conmiseración
o piedad, en especial en aquellos casos de muertes trágicas y horrorosas (como en las
devociones a la Difunta Correa –en la provincia de San Juan- o la Telesita –en Santiago del
Estero-), en aquellos seres cuyas vidas han estado signadas por el sufrimiento (debido a
imposibilidades, como es el caso del
ciego Carballito, en Santiago del Estero o del
recién nacido Pedrito Hallado, en Tucumán), o
por
trágicos conflictos pasionales
(Juana
Figueroa, en Salta). En algunos de estos casos,
si bien puede existir algún otro mecanismo –el
de identificación, como por ejemplo en la devoción a la Difunta Correaconsideramos que la compasión y la piedad que estas figuras provocaron en
el imaginario popular resultan el mecanismo predominante.
Hay,
además,
un mecanismo
de
admiración hacia muchas de las figuras
santificadas por la espontaneidad popular. Es
el típico caso de las devociones a los gauchos
justicieros, que el pueblo ha entronizado y
elevado a la categoría de verdaderos santos:
su coraje y valor hasta el punto de jugarse la
vida por favorecer a los pobres quitándoles a los ricos, han hecho objetos de devoción
al Gaucho Cubillos, a Juan Bautista Bairoletto, al Gaucho Gil, a Isidoro Velázquez, y a tantos
otros personajes míticos del ámbito rural que pueblan el colectivo social a lo largo de todo el
país. Admiración que también sostiene la devoción de figuras conocidas, tan disímiles como,
por ejemplo, la Madre María, Pancho Sierra y la cantante de música tropical Gilda, entre otros.
Es evidente que se da en estos seres una proyección
de los deseos del pueblo: esto es claro en el ejemplo
de los gauchos milagrosos, muchos de ellos
delincuentes tenidos por héroes justicieros, por haber
ayudado a los necesitados. El pueblo los ha
canonizado, proyectando en ellos sus deseos
de justicia social, suerte de vengadores de los
sufrimientos de la gente ante un sistema que los
oprime y margina.
Ninguno de estos mecanismos mencionados
son excluyentes, como en algún lugar hemos ejemplificado. Sólo que, de acuerdo a cada
devoción, hay siempre uno que predomina por sobre el resto.
Un elemento característico de las canonizaciones populares es la espontaneidad con que se
generan las devociones; se las crea con celeridad, según la trascendencia e impacto de la muerte,
o de la envergadura personal del ‘santo’, y muchas veces arraigan en el imaginario social,
aunque tantas otras caen rápidamente en el olvido. Algunas de ellas perduran, pero siempre
circunscriptas a un determinado lugar, y no son siquiera conocidas fuera de su zona de
influencia. Para el colectivo popular, cada uno de estos seres elevados a los altares sin la
bendición de la Iglesia posee un rasgo distintivo sin el cual no hubiera podido constituirse en
objeto de culto y devoción. Un elemento que lo acredita a serpasibles de devoción popular es su
condición de seres diferentes, condición que se manifiesta en una marca o huella divinas, y que
el imaginario popular interpreta como signos de intermediación entre ellos y Dios.
Culto de los muertos
El culto de difuntos es uno de los elementos típicos de nuestro mundo social, cultural y
religioso, y demuestra que ese acontecimiento doloroso e irreversible que significa la muerte no
permanece indiferente en ninguna cultura, ni primitiva ni actual, más allá de los ritos o prácticas
que cada una de ellas asuma sobre el particular.
Pero, ¿dónde y cómo se origina ese culto? Según las teorías animistas, se supone que todo lo
inanimado y, por lo tanto, también los muertos, tienen alma y son capaces de acción. Todo
aquello que rodeaba al primitivo –el agua, el aire, las piedras, los animales- poseía para aquel un
espíritu, un alma, un fluido, de origen desconocido, y que se manifestaba algunas veces en
forma negativa (terremotos, huracanes, desprendimientos) otras en forma benéfica (a través
de alimentos, cobijo y protección). La inseguridad que le provocaba el destino inexorable de la
muerte, debió generar las primeras creencias en un espíritu o espíritus que hacían vivir a la
materia inerte, en una serie de entes o fuerzas misteriosas que rodeaban al hombre y que vivían
en los elementos naturales que le circundaban. De acuerdo a estas teorías, cada ser humano
posee un alma que sobrevive a la muerte del cuerpo: de allí que muchos rituales
funerarios celebrados a la muerte del individuo, tengan la finalidad de facilitar la separación de
alma y cuerpo, y ayudar al alma en el viaje hacia la ‘otra vida’.
Sin embargo, Rudolf Otto descarta que el culto de los muertos proceda de la teoría animista: "el
muerto se hace importante para el ánimo cuando se convierte en algo espantoso y fantasmal".
Para éste autor, "los reflejos sentimentales que se dan naturalmente ante el muerto son de dos
clases: de un lado, asco hacia lo hediondo, corrupto, repugnante; de otro lado, la turbación,
inhibición de la propia voluntad vital, el temor a la muerte, el horror que se experimenta
inmediatamente a la vista de un muerto, sobre todo si es de la propia especie (...) Pero ninguno
de esos dos matices sentimentales constituyen todavía el arte del estremecimiento (...) Esto no
existe, dado de antemano, por sí mismo, en los sentimientos naturales de asco o de horror (...)
Es un pavor de una calidad peculiar y propia".20
Esta conmoción, este estremecimiento, produce un poder fascinante. Para Otto, son
puros productos del sentimiento religioso, y no preexisten en la psique general como algo
natural al hombre, sino que son "intuiciones de ciertos individuos dotados
de naturaleza profética", que despertaron en los demás semejantes sentimientos.
Más allá de éstas teorías, el hombre -en la noche de los tiempos- se ocupó de que sus difuntos
estuviesen cuidados, alimentados, y hasta acompañados de sus familiares. "Será en estos ritos de
enterramiento donde se encuentren las huellas de una primera creencia en la inmortalidad".21
En ellos, colocó junto a los cadáveres, de forma ritual, objetos y utensilios de la vida diaria:
vasos, recipientes, collares, armas; a veces, añadió a los enterramientos de bebés sus primeras
vestimentas y sus juguetes. "Se aseguraba así a los difuntos un más allá más confortable pero,
sobre todo, otra vida con elementos ya conocidos y cotidianos que harían un mundo más
llevadero. Todas estas preocupaciones por el ajuar y los ritos de enterramiento debieron de
producirse no sólo con el loable propósito de su confortabilidad o felicidad en la otra vida sino
también, y sobre todo, para que los difuntos no volviesen a molestar a los vivos. Efectivamente,
la creencia en el retorno de las almas de los difuntos (...) debió de ocasionar el surgimiento de
numerosas prácticas mágico-religiosas, dado el temor que las almas de los difuntos han
suscitado y suscitan en todas las civilizaciones".22
El hallazgo de cadáveres fuertemente atados, en posturas extrañas o enterrados boca abajo para
que no puedan lograr salir a la superficie, son algunos ejemplos de esas prácticas; cadáveres con
piernas y brazos plegados contra el pecho y otras veces en cuclillas demuestran que fueron
inhumados con ligaduras, aunque éstas no hayan resistido el paso del tiempo. Esa posición
encogida de los cadáveres –posición fetal- puede ser interpretada como una esperanza en
su renacimiento.
De ayer a hoy, todas las culturas –como quedó dicho- ofrecen mecanismos y rituales a través de
los cuales los hombres intentan adaptarse a esa realidad dolorosa que es la muerte. Algunos de
los gestos más característicos en las sociedades occidentales, como los velatorios, las exequias
de entierro, el recuerdo periódico y la visita a los cementerios, se repiten –en tanto
formas supérstites- con matices propios de cada región y cada subcultura.
El velatorio es uno de los momentos de intensidad y significación en el culto de difuntos: allí se
mezclan y se entrecruzan elementos religiosos, costumbristas, supersticiosos. Algunos
testimonios corroboran esta característica:
"Los velatorios constituyen actos de culto de una gran significación. Los deudos sobrepasan los
límites de la templanza en la comida y la bebida. Al difunto lo rodean de ritos supersticiosos,
siembran ceniza bajo el ataúd. Si el difunto es un niño, se le provee de alas de papel (...) Se cree
que le han crecido alitas y vuelan al cielo, por lo que no hay que llorar, pues se les mojarían
aquellas; la madrina le pone un cordón en la cintura para que con él pueda sacarla del
purgatorio".23
Respecto de esta yuxtaposición de elementos, Bruno Jacovella se refiere a la creencia según la
cual ‘las almas de los muertos beben’: esto ha dado lugar al uso mortuorio, muy difundido en el
norte argentino, de colocar un vaso de agua en la habitación "donde se ha velado el difunto y
donde se rezan las nueve noches; al cabo de ellas, el agua ha acabado por desaparecer o poco
menos; el muerto se la ha bebido, es decir, su alma".24
En esta creencia, el elemento supérstite, pagano, se presenta inconfundiblemente ligado a un
gesto cristiano (religioso): el novenario. Es ésta una costumbre que permanece en ciertas zonas
rurales, pero prácticamente ha desaparecido en las grandes ciudades. Rezar las nueve noches
consecutivas a la muerte de un ser implica, además de una claramotivación religiosa, el gesto de
acompañar a la familia del difunto. Los siguientes testimonios25 brindan ejemplos de las
diferentes modalidades y usos de los novenarios:
"A partir del día de fallecimiento de una persona se inicia una novena por su eterno descanso.
Adornan una cruz con flores y junto a ella se reúnen, en una hora determinada de la tarde, los
allegados, amigos y vecinos del difunto. Rezan el santo rosario y otras preces. Es una cita a la
que nadie quiere faltar"
"La novena no puede ser rezada por ningún pariente del difunto, pues lo llevaría muy pronto;
debe iniciarse todos los días a la hora indicada y sin cambiar el guía, a la luz de tres velas: dos
para el muerto y una para la cruz, de lo contrario trae mala suerte. El noveno día (al finalizar
la novena) se levanta un altar que tiene varios escalones, en número impar, si el difunto es
casado, y par si es soltero. Ese día se consumen totalmente las velas que se prendieron durante
el novenario. Todo concluye a la medianoche, momento hasta el cual velan parientes y amigos
con el fin de deshacer el altar".
De acuerdo a esto, muchos de los gestos populares en torno al hecho de la muerte son
vehiculizados, con frecuencia, a través de los ritos religiosos institucionalizados.
En el caso de las canonizaciones populares, el culto de difuntos se convierte en práctica
de devoción: fieles y promesantes acuden hasta las tumbas, altares y ermitas levantados en
honor de aquellos que han sido erigidos santos por la sensibilidad popular. Algunos cultos
tienen lugar en determinadas fechas: Semana Santa, Día de los Muertos, los días lunes –Día de
Animas-, los aniversarios de sus respectivas muertes, etc.En muchos de los casos, los devotos de estos santos populares concurren a venerarlos hacia el
mismo lugar donde acontecieron sus muertes, la inmensa mayoría trágicas. De modo que el
objeto de culto está allí mismo, ‘in praesentia’, en el lugar de su vía crucis. En la provincia de
Salta, una devoción popularizada es la de Juana Figueroa,
hermosa mujer que fue asesinada por su esposo al ser sorprendida
con otro hombre en un acto de infidelidad. El pueblo la ha
canonizado, y se le rinde un culto habitual en toda la provincia;
pero, en su domicilio, es un espectáculo común contemplar las largas filas de piadosas que
acuden a venerar a esta mártir:
"El pueblo de Salta hizo de ella un mito. Le erigió un túmulo junto al cual acude, numeroso, a
rezar. Los lunes, día –como se sabe- consagrado a las almas, la luz de muchísimas velas
ilumina su nombre. Rinden estos tributos de fe gente de toda edad y condición: niñas que
anhelan aprobar sus exámenes, desolados amantes, enfermos sin remedio".26
Este, como tantos otros ejemplos, configura un perfil sociocultural y socioreligioso típico de
cada región o subcultura, con matices que le son propios. Pero, como ya indicáramos, muchos
de sus gestos son vehiculizados a través de rituales de la liturgia católica: plegarias,
rezos, ofrendas; incluso, muchas oraciones que se elevan en honor al santo son las mismas
utilizadas en el oficio religioso católico. "Este esfuerzo por ajustarse en lo posible al
catolicismo viene a atestiguar una carencia, un desamparo que la legalidad parece no poder
remediar. Y esto es fácil de entender, porque la Iglesia no recoge los códigos culturales de
esos pueblos. Los mismos no resultan violados, sino confirmados, cuando buscan acceder por
la vía de la canonización a los que han dedicado su vida al bien y el amor al prójimo, como la
Madre María; o hasta quien al morir sedienta hizo el primer milagro de continuar
amamantando a su pequeño hijo (caso Difunta Correa); o hasta quienes ‘dieron la vida’ por
favorecer a los pobres quitándoles a los ricos (caso Gaucho Cubillos)".27
Además de todos estos elementos, hay un matiz peculiar, que suma un ingrediente valioso a la
hora de erigir una devoción: la martirización de estas figuras populares.
Gabriel Cocimano
(N.E. como cierre de esta primer parte, “provocativo” como es este editor, <y
practicando devociones>agrega este comentario que reproducimos de
http://arcanoseptimo.blogspot.com.ar/2013/03/cultos-populares.html:
“Un
aspecto adicional, que puede no agradar a los devotos de estos cultos es el
hecho de que en su mayoría no exigen un comportamiento honorable, el
cumplimiento de las leyes divinas (los diez mandamientos) y humanas, y a
veces ni siquiera exige pasar por un proceso de iniciación para recibir los
favores de las divinidades populares. Mientras las iglesias protestantes
requieren de una vida disciplinada para alcanzar el favor divino, el judaísmo
exige fidelidad y el catolicismo considera el conocimiento de una teología más
o menos amplia, los cultos populares prometen el favor divino a cambio de
muy poco.” El sincretismo que todo ello muestra (Según el Diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española (DRAE), sincretismo es “la coalición
de dos adversarios contra un tercero”, y lo define también como un “sistema
filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes”) tiene raíces históricas
en América Latina: Según Padilla (1992: 45), “el proceso de evangelización
no fue más que una transferencia externa de un sistema religioso a otro, sin
que jamás se llegara a una verdadera conquista espiritual de los indígenas”.
La jerarquización de santos que tenía la iglesia católica fue fácilmente
asimilada por los indígenas, debido a que ellos también tenían una legión de
dioses a los cuales rendían culto. Para los nativos, lo que ocurrió fue una
simple transferencia de nombres; ahora sus dioses debían llamarse de otra
manera, y debían mezclar sus creencias y rituales con las nuevas enseñanzas
que traían los misioneros españoles. En la mayoría de los casos, no hubo un
cambio
sustancial
sino
meramente
formal.
(verhttp://www.unisbc.edu.co/investigacion/ventana-teologica/edicionesanteriores/19-tercera-edicion/95-sincretismo-impacto-colombiay también
http://revistas.ucm.es/index.php/RCHA/article/viewFile/RCHA93931100
11A/29290)
(continuará…)
Fuente: http://www.monografias.com/trabajos909/lugar-devociones/lugardevociones2.shtml#devoc#ixzz30DS39zxN
Bibliografía( parte utilizada en este articulo):
14.-COLUCCIO, Félix: "Las devociones populares argentinas", Buenos Aires, Ediciones Nuevo Siglo, 1995.
15.-íbid.16.-GALLARDO, Jorge E.: "El animismo popular"
17.-íbid.18.-BUNTIG, Aldo: "El Catolicismo popular en la Argentina".
19.-ARTUSA, Marina: "San Argentino"; en Revista "Viva", "Clarín Ediciones", Buenos Aires, 14/11/1999.
20.-OTTO, Rudolf: "Lo Santo".
21.-ROMAN, María T., y VAZQUEZ, Ana: "Los viejos dioses no han muerto", Madrid, Aguilar, 1996.
22.-íbid.
23.-en BUNTIG, A.: ob.cit.24.-JIJENA SANCHEZ, Rafael y JACOVELLA, Bruno: "Las Supersticiones: Contribución a la metodología de la
Investigación Folklórica".
25.-en BUNTIG, A.: ob.cit.26.-CALVETTI, Jorge, cit. en COLUCCIO, Félix: ob.cit.27.-COLUCCIO, F.: ob.cit.-
Leer
más: http://www.monografias.com/trabajos909/lugar-devociones/lugardevociones3.shtml#ixzz30DUe2q4t
17) Regionalismos
De La Rioja
Del diccionario de Julián Cáceres Freyre, y con “S…” segunda parte
Ser mas interesado que las arañas: Ponderativo (aunque el autor no
entiende la comparación… y lo aclara, suponemos que es por la rapidez
con que se mueven cuando buscan un objetivo)
Ser más mala que perra parida: Comparación con la perra cuando
amamanta, que recela de todo y todos.
Shalo: Hip. quechuizado de Salomé. Se usa en forma familiar y afectiva
Shambo: parte de la pierna de la res, de la cadera a la taba.
Shanjua: Hip. quechuizado de sanjuanino, forma despectiva.
Sheca: Secar, tomando y dejando sin una gota, el vaso de vino.
Shego:Hip. quechuizado de Segundo. Analogamente: Sheba, Sheshi, Shimo, Shinfo, Shishi,Shola,
Shono, y Shusha lo son respectivamente deSebastián, Cecilio, Simón, Sinforoso o Sinforosa,
Cecilia,Solano,Celedonioy Susana o Azucena
Shiclón: Ciclán. Que tiene un solo testículo
Shimiar: Mentir
Shimpa: la trenza del cabello. Análogamente Shimpar es trenzar y
shimpear es tirar de las trenzas.
Shinqui: arbusto muy resinoso
Shishihuasi: hormiguero
Shiquiniar: acoplarse los animales.
Shishapuca: variedad de portulaca o flor de la seda, crece en los arenales, después de las lluvias
Shopón: Puñete, golpe dado con el puño cerrado
Shosho: interjección para ahuyentar gallinas y aves de corral.
Shulco: el hijo menor, lo menor de una especie.
Shumir: introducir con fuerza, sumir
Shuncalo: de frente chica y cubierta con cabello
Shuningo: patay fino con harina de algarroba amasada con agua.
Siabe: atajacamino
Silbón: silboso
Sí Juan: expresión de incredulidad
Silencio: Se lo usa a veces como adjetivo (silencioso)
Simbol: gramínea útil para tejer cestos. Simbolar es el lugar donde estas abundan
Simihuatana: Bocado de cuero que se coloca a los animales chúcaros que se están domando
Sin destino: pícaro o sinvergüenza
Sisanquillo: jaboncillo también llamado quillay. Su infusión sirve para
lavados oculares.
Sobrepaso: marcha rápida y fuerte de los caballos
Sobrepellón: cubre pellón o “carpincho”.
Socavón contra veta: aquel que se hace a un costado del cerro, en dirección contraria a la veta para
cortarla a grandes profundidades, trabajando en dos direcciones.
Sogazo: en el juego del trompo, acto de arrojar un trompo envuelto en la
soga sobre otro que ha quedado en penitencia.
Solsear: tomar sol
Sombra de Toro: árbol Jodniarhombifolia (usado para curar
enfermedades de la sangre)
Sonco: alma, corazón , o parte central de una cosa.
Soncoyana: entrañas de vacuno asadas o cocinadas.
Sopaipilla: Torta frita servida con miel y leche.
Sorochar: apunarse. Soroche, apunamiento
Sucucho: Rincón chico y oscuro, inhóspito.
Sucho: granitos en la cara.
Suelda (aveces Shuelda): La flor del aire (alimento de ganados cuando florece)
Suico: hierba medicinal
Sullo: nonato, feto
Sumido: callado, reservado.
Sunchillo: hierba maligna de los sembradíos. De hojas venenosas para el
ganado.
Suri: avestruz
Susto: fantasma que provoca espanto.
Fuente: Diccionario de Regionalismos de la Provincia de La Rioja, de Julián Cáceres
Freyre, Bs As, 1961
Literatura Folklorica:
Tres trabajos
18) Literatura tradicional, entre oralidad y escritura
Leyendo El Hilo Secreto de Perla Montiveros de Mollo, lo encontramos un libro
extraordinariamente fértil, prologado además por nuestra Académica de Honor, Olga
Fernandez Latour de Botas. En él, la autora hace tres análisis de obras literarias, los
Cuentos mentirosos de Don Benito Rosales, obra de su madre, María Delia Gatica de
Montiveros, que como dice la ilustre prologuista, “constituye un testimonio singular e
intransferible de su autora, de autenticidad incontestable y extraordinario valor
vivencial (… que es como la autora de los cuentos) portadora participante de los bienes
culturales tradicionales de San Luis, resulta no un hecho externo al proceso descripto,
sino un eslabón más de aquella relación fecunda y aún abierta”. Abarca además la
leyenda de el señor de Renca, en el romance de Leopoldo Lugones, análisis escrito en
ocasión del quincuagésimo aniversario de la muerte de Leopoldo Lugones; y
completando con los emergentes tradicionales en Sobre Héroes y Tumbas, del que la
querida Olga menciona con precisión que “se ha puesto de manifiesto el amplio y
actualizado instrumental crítico de que dispone la autora y particularmente su lucidez
para la interpretación de los hechos y de sus relaciones mas sutiles”.
Claramente el trabajo de Perla Montiveros de Mollo no es el único en el caso de Lugones.
Varios estudios se han realizado. Citamos solo por caso, el deCecilia Avenatti en Voces y
mestizaje cultural en Romances de Río Seco.Ella califica a Los romances de Rio Seco como ecos
de los romances hispánicos, y acude a Menéndez Pidal no sólo por su definición del
romance(una composición en verso, que a su vez presenta como diferencia específica la rima
asonantada en los pares y cuyos versos tienen medida octosilábica), sino también para destacar
los distintos tipos de romanceros (que confronta con los lugonianos). ConFlor nueva de
romances viejos (Espasa Calpe, 1955) recorre las distintas clases de romanceros hispánicos: el
viejo, el nuevo, el plebeyo y el romántico, con sus respectivos períodos de desarrollo, a fin de
destacar lo propio de cada uno de ellos. Lugones que los adoptó a sus romances, conoció y
manejó ejemplares del romancero español tradicional, cuyas características, puntualizadas por
Menéndez y Pidal son: la esencialización, la naturalidad, la liricidad, el dramatismo y la
impersonalidad. De hecho todas ellas, menos la última, se reflejan en los romances del poeta
cordobés. La “naturalidad” es una modalidad que Lugones cultiva con preferencia, cosa que
aparece tanto en el romance “El reo” como en “El regalo”, donde el poeta rescata la frescura del
decir del pueblo. La “liricidad” se traduce en los romances lugonianos por breves cuadros del
entorno transidos de emotividad; así en “El obispo”: “Tardecita de la sierra,/ que al apagarse el
bochorno,/ Bajaba como cantando/ por las peñas del contorno…” . En lo que atañe al
“dramatismo”, éste es concentrado por Lugones en el discurso directo dialogado, sin caer en el
impersonalismo, al modo del viejo romance.De fundamental importancia es en el poeta cordobés
la toponimia, ya que los episodios de los romances evolucionan alrededor de un centro
geográfico que es la Villa de María del Río Seco, un antiguo fuerte, que defendía a los
moradores del ataque de los indios. Otro problema abordado por la autora de Voces y mestizaje
cultural en Romances de Río Seco es el de la tradición oral. En efecto, la transmisión de lo
hispánico a lo argentino y cordobés, que marca la serie de romances lugonianos, no se produce
por vía directa sino “a través de la tradición oral que llegó a América en la memoria de aquellos
que tripulaban las naves descubridoras y en el recuerdo de cuantos después allá fueron”, afirma
Pidal en el capítulo dedicado a la expansión territorial del romance, en Flor nueva de romances
viejos. Hay pues en Lugones, como sostiene Juan Alfonso Carrizo, “junto a la influencia letrada,
que sobre el poeta argentino ejercieron los románticos, una indudable incidencia de esta poesía
popular autóctona de raíces hispánicas sobre el proceso de gestación de los romances”
(Colección de cantares populares de 1926).
Como resulta interesante, comenzaremos por el segundo de los trabajos, y más en
particular en este número de nuestro Pregón Criollo, con la reproducción, para quienes
no lo conocen, del relato lugoniano sobre el señor de Renca.17 En otro número
comentaremos específicamente el trabajo de la gran puntana sobreél.
18.1 Leopoldo Lugones: Al Señor de Renca
I
Echen pregunta y respuesta,
y tras respuesta pregunta.
Favor que alcanzó del cielo.
Renca en San Luis de la Punta.
Antes de entrar a contarlo
Permítanme que les diga
Que la historia de ese pueblo
Con gratitud nos obliga
Pues en la primera victoria
De nuestro gran capitán
Corrió sangre de sus hijos,
Según ustedes verán.
Fue aquella de san Lorenzo
Donde, como saben todos
Granaderos a caballo
Se estrenaron con los godos
De los quince combatientes
Que ahí por la patria cayeron
La quinta parte, y son tres,
A renca pertenecieron
Viva la Patria en su muerte,
Y envidiemos su destino
Solo codicia laureles
El buen soldado argentino.
II
Relatan, pues, que hubo allá
un ciego que en su indigencia,
supo buscarse la vida
con industria y diligencia.
Era ciego de la peste
-Dios lo guarde y nos asista-.
Lleva la tumba consigo
quien muere así de la vista
17
.
Hasta los bandoleros
consideración merecen.
Cuantimás si su desgracia
no lo abate ni envilece.
Por no mendigar de nadie
ni un puñado de maíz,
con la música ganaba
su pan aquel infeliz.
Tocaba en las diversiones
-carnaval, boda, bautismoen un violín de cardón
que se había labrado él mismo.
Y como entre los cantores
de mejor voz se contaba
solían costearlo a la sierra
hasta el pago de Luyaba.
En serenatas de amor,
por allá dejó memoria.
Pues a usted le concertaba
cualquiera dedicatoria.
No había más que darle el nombre
de la rubia o la morena...
¡Pero es y que era entendido
hasta en gozos de novena!
Por eso lo preferían
para los más serios asuntos,
como ser responsos de ánimas
y otras honras de difuntos.
Con lo que, el dos de noviembre
era también fácil verlo,
dándose tiempo en Luyaba
ya que les dije, y en Merlo.
Fue hábil para torcer cuerdas
con la tripa de vizcacha
que resistía los temples
hasta el grosor de una hilacha.
Y para yapar el arco,
por ahí lo encontraban solo,
buscando en los matorrales
cerditas como el chingolo.
O entre los molles y breas
que suplían su escasez
con la resina que manan
y a él le servía de pez.
Acaso quien esto ignore,
lo tomará por idea.
El ciego ve con las manos
y con la frente rumbea.
Por eso anda precavido,
midiendo a bastón los trancos,
levantada la cabeza,
remotos los ojos blancos.
Nadie su amparo le niegue,
sin esperar que lo pida.
La buena acción es por dada
II
mejor que por recibida.
Pues -dijera el cura Roque,
capaz como no hubo dosla mano del pordiosero
nos trae la gracia de Dios.
Asi, allá, ese desvalido
iba pasando sus días.
Todos le hacían lugar
en sus penas y alegrías.
III
Pero el año de esta historia
fue año de calamidad,
pues con rigor castigaron
la seca y la mortandad.
Llegó muy crudo el invierno
para la gente paisana,
mucho sufrió el pobrerío
con la carencia de lana.
Se apestaron las ovejas,
y cundió tanto el azote,
que con pelo de jumento
debió terciarse el picote.
Hubo que entrar a cuerear
luego, no más, el vacuno.
La gente, como en cuaresma,
se lo pasaba de ayuno.
Los vecinos más pudientes,
no estaban para jolgorios.
Se acabaron funerales,
serenatas y casorios.
Éstos no se descuidaron
en guardar hasta la chala.
No busque recurso en ellos
quien llegue a verse en la mala.
Pues socorro de tacaño,
según el refrán sabido,
es como mate de vieja:
dos chupadas y un ronquido.
No pudo ese año cobrarse
diezmos, primicias ni arriendo.
Hasta las más copetudas
se agacharon al remiendo.
Cada cual fue reservando
potrero, despensa y troja.
Mas, siempre animoso el ciego,
no lo agobió la congoja.
De hachero se largó al monte,
y causándoles asombro,
cada tarde regresaba
su carga de leña al hombro.
De puerta en puerta la ofrece,
con una copla de yapa.
Si en la cocina lo albergan
él prende el fuego y lo tapa.
Mas en el monte precisa
quien pueda prestarle ayuda,
y a real por mes tiene un chico
que le conchaba una viuda.
También le enseña a rezar,
esto es parte del salario,
y a más le da el buen ejemplo
que al hombre le es necesario.
De ese modo lleva guía
para no errar en lo espeso,
o acabar cerrando el corte
cuando hacha un tronco grueso.
No requiere dirección
sino en el primer hachazo,
después se basta, certero,
con la fuerza de su brazo.
Y a fe que la necesita
porque es duro ese trajín.
La puntada de costado
con muchos allá da fin.
Otros mueren de aneurisma,
a otros los llaga el quebracho.
Así acaba por hundirse
sin remedio el más fortacho.
III
Sólo al dolor de cintura
me han dicho que uno lo ataja
con una cola de puma
que a raíz de carnes se faja.
También usan el emplasto
de hojas fritas de chamico.
Por ahi colijan la suerte
de aquel lisiado y su chico.
Para mejor las vecinas
le piden en la ocasión
leña durable que deje
poca ceniza y carbón.
Pero por más que se afane
y apenas coma ni duerma,
los árboles va raleando
de mancha en mancha la merma.
No quedan, a poco andar,
sino broza y monte blando.
Hay que entrar siempre más lejos,
y el día se va acortando.
Tapados por las tinieblas,
para creerse más seguros
rezando el rosario vuelven
por los caminos oscuros.
Con el hambre y el cansancio
más les asienta la escarcha.
Pone la carga de leña
dolor de cruz en la marcha.
Y sobre ese triste ciego
y esa pobre criatura,
parece que las estrellas
lloran tanta desventura.
Hasta que al fin una vez,
en la mancha solitaria
sólo quedó un espinillo
de dureza extraordinaria.
Aunque le buscó la horqueta,
aprovechando que es bajo,
sin suceso se malgastan
su baquía y su trabajo.
Y éll solo comienza a ladear,
y apenas le ha hecho una muesca.
Su cintura es un calambre,
su garganta es una yesca.
Para él podrá ser castigo,
mas, cómo el cielo consiente
que sin culpa ni malicia
padezca aquel inocente.
Allá comparte sus penas
hecho un ovillo en el suelo,
ya ratos llorar lo siente
sin encontrarle consuelo.
Entonces, a Dios rogando,
le pide que por la cruz,
tras la nube de sus ojos
haga en su conciencia luz.
Marcará con cinco hachazos
el término de su empresa,
Serán por las cinco llagas
a la facción de promesa.
Si no puede así alcanzar
el corazón de aquel leño,
sabrá que la Providencia
le manda cesar su empeño.
Tendrá que salir del pago
para irse quién sabe dónde.
A sus fervorosos ruegos
ninguna señal responde.
En la inmensa soledad
insensible a todo aquello,
sólo se oye los hachazos
y el quejido del resuello.
El árbol, siempre más duro,
sigue resistiendo en pie.
Juntamente con su firmeza
va agotándose su fe.
Cuando, al rajarlo el hachazo
que por último le aplica,
salta un goterón de sangre
que los ojos salpica.
Y al calor como de fuego
que por sus pupilas sube,
vuelve a ver la luz de Dios
y se disipa la nube.
Allá de rodillas cae
medio loco de contento,
deslumbrado todavía
más que del sol, del portento.
Entra la causa a buscar,
y maravillado ha visto
que en la misma cortadura
tallado aparece un Cristo.
Es el del Descendimiento,
ya de la cruz desclavado,
con su corona de espinas
y su lanzada al costado.
Dentro de aquel tronco añoso
-todo estriba en que Dios quieralo iría, sin duda, formando
la entraña de la madera.
Y habrán de creerme esos sabios
mas que su copete bajen,
pues los vecinos llevaron
tal cual, al pueblo, la imagen.
Desde entonces, en la iglesia,
venerada con fervor,
le dan por muy milagrosa,
pero ir a verla es mejor.
Allá el hecho está patente,
porque todo se conserva.
Conocí a uno que del árbol
sacó una astilla de reserva.
Se había hecho un escapulario
con aquel sagrado resto.
Ahora todo está en un nicho,
sin duda será por esto.
Es de ver, para la fiesta,
la gente acampada al raso:
van fieles de todo Cuyo
y hasta porteños de paso.
Inmensa es la luminaria
con que ofrecen por rescate
su candil de penca el pobre,
su hermoso ciro el magnate.
En vestimenta y apero,
nadie su haber escatima,
y solteras y casadas
se echan el ropero encima.
Cae la fiesta el tres de mayo,
y eso fue lo que yo vi,
una vez que en mis andanzas
llegué a pasar por allí.
Leopoldo Lugones
18.2 Juan Carlos DAVALOS : El Viento Blanco
Antenor Sánchez dio la voz de alto. Disciplinada por seis días y cinco noches de viaje, la remesa
detúvose al mismo tiempo que los arrieros.
Incluso el patrón, los hombres eran cuatro; número
suficiente para arrear los cien toros de que constaba la
tropa. El trabajo de arrear es fatigoso durante el primer
día, al salir del valle de Lerma, después de la herrada.
Los novillos están entonces en la plenitud de su fuerza,
gordos y levantiscos, aquerenciados en los verdes
alfalfares de las fincas, donde algunos han invernado
hasta cinco meses. Pero una vez encajonados en la
Quebrada del Toro, se van acostumbrando
gradualmente a caminar despacio y en orden; y como el
terreno es áspero y pedregoso, allí se acaban las
tentativas de fuga, las pesadas cabriolas en dos patas y
el goce de marchar a la loca, merodeando al pasar en las
retamas.
Ahora, la voz del patrón ha detenido a la remesa junto a
una vega, más allá de Cauchari, en el territorio de Los
Andes.
Lentamente, ahorrando fuerzas, hundiendo las pezuñas
en el médano ardiente; las fauces resecas, los ojos
llorosos, las ancas enjutas, el testuz vencido, paso ante
paso, los toros van apartándose del camino para
acercarse al agua. Es un día de pleno sol a fines de
junio, un día de invierno en la altiplanicie andina. Son las dos de la tarde. Solo a esta hora
empieza el deshielo de las vegas y hay entre las espesas matas de "iros" 1 algunos pocitos de
agua cristalina.
—Buen sitio es éste para un real —dijo Sánchez, y él y sus hombres echaron pie a tierra.
Cada cual sacó de la montura su bolsita de avío, desató de los tientos su barrilito de agua dulce,
y luego de aflojar las cinchas, quitar los frenos y asegurar las mulas, sentáronse en corro a
preparar la merienda.
—¿Qué te parece, Loreto; llegará el hosco a Catua? —preguntó Sánchez.
Extrajo de la bolsa unas cucharadas de azúcar, echólas en el jarro, añadió luego el agua y la
harina cocida y comenzó a revolver prolijamente el contenido.
—De llegar, hay llegar, aunque está medio "despiao".
Aquellos hombres hablaban con grave cachaza, meditando las preguntas, reflexionando las
respuestas, como si el esfuerzo que exige tal género de vida hiciera necesario reservar todas las
energías de que dispone el organismo; y así, eran parcos en el ademán como sobrios de
imaginación y de palabras.
Mientras gustaban ellos su ración de "ulpada", los novillos andaban dispersos por la vega.
Algunos se entretenían sorbiendo el agua de los charcos fangosos, algunos buscaban un sitio
limpio donde echarse a descansar.
—Baquiana su "moina"2 pa comer, patrón —observó uno de los arrieros.
—Van doce viajes que me acompaña. Sabe buscarse la vida —contestó Antenor, mirando a su
mula, que manoteaba en una mata de "iro" para darla vuelta de raíz y así comerla sin hincarse el
hocico.
La atmósfera estaba serena, diáfana, como en los mejores días de enero. Sólo se conocía que era
invierno por el tono amarillento del "iro" en los cerros próximos y por la nieve que cubría, hacia
occidente, los picos más altos de la cordillera. Una brisa tenue y helada bajaba de las cumbres
rasando los médanos, caldeados momentáneamente por el sol. Era sobre las vastas planicies
como una leve sensación de escalofrío, tan sutil, que donde una mata hace sombra la escarcha
no se derrite, y donde el sol asienta, el aire y la arena vibran como al soplo de una llama.
Exhalaban los campos un hálito remoto de jarillas y de tolas3 atormentadas junto a las vegas por
la sequedad casi absoluta de la atmósfera.
Más de una hora duró el descanso de la tropa. El primer novillo punteó por la huella, unos
cuantos le imitaron y al grito de arreo de los peones, poco a poco, toda la remesa se puso en
marcha. Iban en simétricas filas, moviendo pesadamente los toscos remos, guardando distancias
para no estorbarse con las astas, regimentados por el hábito de andar así, leguas y leguas, uno
tras otro.
Ocuparon los hombres sus sitios habituales: uno a vanguardia de la tropa, dos a los flancos, y a
la zaga el patrón. A intervalos regulares, el grito de ¡huella…! Prolongado, agudo, estimulaba a
aquella lenta masa de carne pasiva y melancólica. Veíase hacia delante, extendida a lo largo del
campo inmenso, la faja parda y recta del camino, que en suave cuesta ascendente iba a
esfumarse en una abra, allá lejos, entre unos cerros chatos y rojizos.
De cuando en cuando los arrieros miraban polvear a ras del horizonte esas ligeras nubecillas que
levantan, al huir, salvajemente ariscas, las tropas de vicuñas.
Antenor Sánchez recordaba, al verlas, sus correrías de Semana Santa en las montañas del
Incañán y del Chañe, cuando, acompañado a veces por amigos puebleros de Salta, pasábase los
días "cerreando" de cumbre en cumbre, para bajar a su finca con veinte o treinta pieles. A mil
metros de la tropilla, en aquellas punas, donde Antenor ponía el ojo, ahí mismo metía la bala.
Pero cuando se viaja con hacienda no es bueno perder tiempo en cacerías, ni hay a qué llevar
máuser. Andar, andar siempre, caminar noche y día, es el afán constante del arriero, pues a cada
legua la novillada merma de peso y es necesario llegar a Chile en las condiciones exigidas por
los contratos.
Al cerrar la noche se detuvieron en una hoyada. Como arreciara el frío, los hombres hicieron
fuego con "cuerno de cabra"4 que traían en las alforjas. El cuerpo les pedía algo caliente.
Fabián Martínez rondaba el ganado. Anastasio Cruz aliñaba en una olla pequeña la sopa de
harina cocida y "charque". Antenor Sánchez, arrodillado en la arena, defendía el fuego con su
poncho, de espaldas al viento. En cuanto a Loreto Peñaloza, permanecía montado, ahí cerca,
teniendo las riendas.
—¿Qué hacís áhi como fantasma? —preguntole Sánchez.
—Me está cascando el chucho —contestó Loreto con voz temblona.
El pobre muchacho, dando diente con diente, se sacudía estremecido por el acceso.
—Echá pie a tierra. Vení, acostate un rato. Allegate al fuego.
—¡Bah!, si ya me hay pasar… Si me acuesto va a ser pa pior. Más decaicido voy a quedar…
Más vale déme algún remedio, si hubiera…
—¡Sí, hay! Yo tengo quinina.
Sánchez le convidó con una pastilla de medio gramo y puso a hervir un jarro de vino con canela.
El enfermo echóse al pecho, de un envión, aquel brebaje, y se quedó dormitando, aletargado por
la fiebre, inmóvil sobre su mula.
Los otros, recostados en la arena, tomaron sopa,
galleta, unos tragos de vino y un jarro de café.
Comieron en silencio, mirando absortos el encanto
del fuego, calentándose las manos y exponiendo
sucesivamente al calor de la llama las canillas, los
costados y las plantas de los pies. Luego de comer
pusieron sendos "acullicos"5, armaron cigarrillos y
se pusieron a fumar concienzudamente, imbuidos de la honda laxitud nocturna.
Anastasio y Fabián se acomodaron juntos y se durmieron acurrucados como dos perros debajo
de sus ponchos.
Antenor dormitó unos instantes y se levantó a rondar. De noche, por mucho que se abrigara, se
le enfriaban los pies y no podía dormir.
Una hora más tarde, Loreto Peñaloza, de espaldas al viento, continuaba plantado en el mismo
sitio. Antenor llegose a él:
—¿Cómo va el cuerpo?
—Ya estoy aliviao, patrón.
—¿Te sentó el vino?
—Harto me ha hecho sudar. También he dormío.
—¿Querís un chilcán6?
—No se moleste, patrón. Velay, ya me bajo pa hacérmelo yo.
—¡Vaya, hombre! Me alegro que ya estís mejor.
Antenor Sánchez hacíase querer de sus peones porque, siendo superior a ellos, los trataba de
igual a igual, con afecto de amigo. Lo respetaban porque era más hombre que todos ellos, y lo
admiraban porque era capaz de acciones bellas y generosas. Toda su persona respiraba
franqueza; sus grandes ojos negros expresaban perspicacia y lealtad. Era hidalgo de raza y
gaucho por educación y por temperamento.
Sin perder las cualidades de su casta, habíase asimilado todas las aptitudes físicas y espirituales
del nativo. Y era sobrio como un indio, aguerrido como un indio, conocedor como un indio de
las cosas del campo.
Al otro día a media tarde la remesa llegó a Catua.
Un peón quedó cuidando los toros en la vega, en tanto que Sánchez con los otros se adelantaron
un trecho hasta la casa, la cual era tan rústica que apenas se diferenciaba, por el color y el
aspecto, de los barrancos circunvecinos, y de estatura tan chata que el edificio parecía más bien
hundirse que levantarse del suelo. Pero la arquitectura correspondía cabalmente a los rigores del
clima. Levantábase la casa junto a un manantial de agua dulce y unos barrancos a pique la
resguardaban de las nevadas y los vientos.
Antenor entró en el patio haciendo cantar las espuelas. Densa humareda y un tufillo de
churrasco salían por la puerta de la cocina.
En medio del desamparo de la puna, después de caminar treinta leguas sin ver alma viviente,
cómo reconforta el ánimo llegar a las vegas de Catua y ver a su sencilla y hospitalaria gente,
mirar sus verdes y abundantes pastaderos, sus tolares, olorosos y, como flores vivas, alegrando
la desnudez de los cerros, sus inquietas majadas de cabras multicolores.
—¡A ver! —gritó Antenor, dando palmadas—. ¡Dónde está la gente!
En esto abrióse una cribada puerta de cardón y apareció medio encorvada, bajo el dintel enano,
la robusta figura del dueño de casa.
—¡El "guatón"7 Calloja! —exclamó Antenor.
—¡Velay, pues! ¡Aquí está Sanchecito!
—¡Que tal, don Heriberto!
Echose éste con zurdo ademán el poncho al pescuezo y avanzó riendo al encuentro del visitante.
Y los dos amigos, trenzados en cordial abrazo, se sobaron los lomos enérgicamente a la manera
gaucha.
Luego entraron en el boliche, pieza en la que había, frente a la puerta única, un mostrador y una
estantería de almacén.
En los estantes habían riendas y frenos chilenos, sogas de lana, cortes de barracán, botas de
arriero, medias y chulos de vicuña, latas de conservas y dulces, gruesas de fósforos, cajas de
cigarrillos, un tambor de coca, una ristra de ajos y un blanco sombrero de ovejón para novia,
adornado con un tul rosa de mosquitero. El suelo y los rincones estaban atestados de aperos,
caronas, cueros salados y pieles de zorros y de vicuña. En las paredes terrosas veíanse
pendiendo de unas estacas de palo, correones, cinchas, una guitarra y algunas pieles de
"choschoris"8 y de chinchilla ordinaria. Y de todo aquel cúmulo de trastos limpios y sucios,
nuevos y viejos, emanaba, con la sequedad, un olor mixto capaz de hacer cejar a cualquiera que
no siendo arriero asomare las narices por el boliche.
—Aquí se está bien —observó Antenor.
—Es la pieza más abrigada de la casa.
Calloja brindó con su huésped unos tragos de pisco de una botella que guardaba
cuidadosamente oculta en cierto agujero de la pared. Mandó a su hijas que preparasen café,
obsequió a los peones con achura fresca para asado y racionó a la mula de su amigo con un
morral de maíz.
La gente de Catua pasábase el invierno comiendo churrasco. Toro que caía por ahí cerca, de
puna o de frío, quedaba para Calloja y la remesa seguía viaje. A trueque de tan valiosos cuanto
obligados obsequios, el buen hombre prestaba a los remeseros sus servicios como baqueano.
Muchos años hacía que se instalara en Catua, posta ineludible de viajeros, contrabandistas,
cazadores y mineros, y como en aquellos tiempos la caza era abundante y no estaba prohibida,
el negocio de Calloja comprendía ramos tan importantes como el comercio de pieles de vicuñas
y chinchillas. Había realizado con tal fin devastadoras y lucrativas correrías, en las que aprendió
a conocer la cordillera como a sus manos, en veinte leguas a la redonda.
Predecía con certeza de augur los cambios de tiempo y solo él sabía hallar el rumbo de salida
cuando la nieve, tapando las huellas, transformaba por completo los aspectos habituales del
camino.
A instancias de Calloja, Sánchez habíase acostado a dormir siesta en el aposento de aquél. Era
oración cerrada, cuando Heriberto entró a despertarle para ofrecerle un asado. Trajeron una
mesa y sobre ella colocaron una fuente de hierro enlozado en la que venían chirriando y oliendo
bien un suculento pedazo de "visacara" y un troncho de costilla. Todo lo cual fue devorado con
un picante a la moda de Tarija y asentado con dos o tres jarros de excelente vino tinto.
Habiendo mandado Sánchez a sus peones que se alistasen para reanudar el viaje, Calloja quiso
disuadirlo:
—Quédese hasta mañana, don Antenor.
—No voy a poder, compañero. El lunes tengo que estar en San Pedro de Atacama.
—Pero… ¿qué, no ha divisao pa la cordillera?
—El tiempo está lindo nomás.
—Sí. Pero esta noche cambia la luna. El otro mes se nos viene encima y todavía no ha nevao.
—Pasando pronto al otro lao de Lari, aunque nevara no importa. No es la primera vez que voy a
trastornar la cordillera.
—Ta güeno, entonces. Pero con "esa" no hay jugarse.
Ya los peones pasaban con la tropa por frente a la casa y se oían el ajetreo de la marcha y los
gritos:
—¡Aióo…! ¡Ah, matrero, buscá la huella!
—¡Arre, buey…!
—¿Y el hosco? —preguntó Sánchez en alta voz, incorporándose a la tropa.
—Estropeao venía —dijo una voz.
—Se le ha cambiao callo y va bien nomás.
—A la huella, huella… ¡Toroo!
Y se adentraron de nuevo lentamente en el sombrío desierto, mientras en la altura infinita las
estrellas temblaban como flores de nieve irisadas de luz.
Caminaron toda la noche, con pocos descansos en el trayecto. Al rayar el alba sentaron real al
pie de una cuesta, junto a un arroyo donde el ganado tenía agua buena y pasto en abundancia.
Era en el cañadón de Huatiquina, profundo tajo entre cerros de arenisca roja que destacaban al
alto cielo sus ásperos crestones de escoria grisácea.
No lejos del arroyo, buscando abrigo en las oquedades de unas rocas, los hombres se habían
echado a dormir sobre sus monturas. Andaban los novillos desparramados por los contornos.
Rumiaban y dormitaban algunos apaciblemente recostados en tierra. Otros parecían gozar
hundiendo las patas en los fangales escarchados. Dos torunos pesados y viejos mirábanse frente
a frente con obstinada y muda terquedad. Un corpulento b buey chaqueño, plantado inmóvil en
medio camino, levantó las babeantes fauces al viento y lanzó un balido largo, agudo,
gemebundo: grito arisco y doliente en que el alma salvaje de la bestia lloraba la ausencia de la
fértil pradera natal.
Al fondo de la quebrada no llegaban todavía los rayos del sol, pero allá arriba los picachos
enhiestos empezaban a teñirse de una intensa
claridad anaranjada. Ya se oía a lo lejos el
arrullo de los "quegües"9 acompasado y triste.
Una hora después la remesa ascendía
penosamente por la cuesta rumbo al "alto del
polviadero". Iba deteniéndose en masa, a
trechos cortos e iguales, envuelta en vaho
cálido que exhalaban, al acezar como fuelles,
los pulmones distendidos por la asfixia de la
altura enorme.
Ya no volverían a encontrar, en seis días de
camino por tierras de Chile, ni una brizna de
hierba, ni una gota de agua, ni un lugar de
refugio. Les esperaba la desolación inerte de los yermos de piedra, el desamparo glacial de las
cordilleras, en cuyas agrias cimas ni los cóndores se asientan.
A mediodía se hallaban en el "losal de Lari ", el punto más elevado de la ruta, a una legua de
altura sobre el mar.
Una ráfaga de aire tibio los tomó de flanco. Luego sopló una ventolera fría del lado de Chile. Y
los cuatro hombres sintieron de golpe que sus rudos corazones se achicaban.
—Heriberto Calloja tenía razón —pensó Sánchez, divisando allá abajo, a inmensa distancia, una
nube oscura que flotaba revuelta en jirones sobre la cumbre de un cerro.
Las ráfagas se hicieron cada vez más fuertes y continuas. El huracán zumbó furiosamente en los
peñascos, aventando la arena. En ciertos instantes su violencia fue tal que los arrieros apenas
podían sostenerse sobre sus mulas. Las puntas de los ponchos flameantes estallaban al aire
como latigazos. Las mulas se encogían y apagaban las orejas. Hostigada por el frío, cegada por
los golpes de tierra, la novillada se arremolinó mugiendo, perdido el rumbo.
—¡A la huella!
—¡A la huella! —comenzaron a gritar los hombres, avanzando encorvados de cara al viento.
Por el horizonte del oeste, erizado de conos volcánicos, fueron apareciendo poco a poco
montones de nubes que gravitaban como el humo negro de una erupción gigantesca. Y era como
si todos aquellos cráteres helados para siempre se hubieran puesto a rememorar, en mudo
simulacro, el horror nunca visto de sus antiguas convulsiones.
Al comenzar el descenso de Lari, Anastasio Cruz quedose esperando a Sánchez.
—¿No le parece mejor que se volvamos? ¡Hay tiempo! Catua está cerca —gritole para hacerse
oír.
El indio tenía malos presentimientos, porque la noche anterior, al salir de Catua, un zorro se le
cruzó por delante, de derecha a izquierda.
—Yo tengo contrato y no me vuelvo —contestó Antenor—. Cuando uno se mete en el baile
¡hay que bailar!
Anastasio bajó la cabeza, resignado. Picó la mula y fue a ocupar su puesto junto a la tropa.
—Yo también tengo trato de palabra con don Antenor —pensó—. No hay más remedio que
seguirlo.
Como el frío arreciara, los hombres echaron mano de sus abrigos de reserva. Sustituyeron las
botas con medias y rodilleras de punto, caláronse guantes y chulos de vicuña, envolviéronse el
cuello con bufandas y se pusieron las antiparras de vidrio oscuro.
Y después sobrevino lo que temían. Apenas alcanzaron a trastornar la cuesta, cuando el nublado
los envolvió y empezó a nevar. Habiendo cesado el viento, ya no sentían tanto frío como en el
alto.
Un silencio inmenso, un reposo amenazante, una penumbra de sueño reinaron entonces en la
Naturaleza, infundiéndose en aquella taciturna recua de almas que una voluntad audaz empujaba
a través del hosco desierto. En adelante era preciso avanzar a toda costa, avanzar sin tregua,
descansando lo menos posible, para salir cuanto antes de la cordillera.
El nublado tapó todos los rumbos, el camino se borró bajo la nieve. Tuvieron que guiarse por las
osamentas que en muchos años de tráfico habían ido amojonando el camino con su espanto
grotesco. Veíanse, de pasada, montones de costillas y de vértebras, grandes huesos que los
zorros habían roído, cornudas calaveras que aún guardaban en el cuero momificado del hocico
la mueca torturada de una agonía solitaria, brutal. Caminaron así toda la tarde; caminaron así
toda la noche, cruzando llanos, salvando cuestas, bordeando laderas, siempre bajo el mismo
cendal de nieve silenciosa, sutil, continua, inacabable. Caminaron hasta el momento en que la
cerrazón, cada vez más tupida, se anticipó a la noche del segundo día. La tropa al detenerse fue
derritiendo la nieve con el calor de los cuerpos y quedó como encerrada en un corral fantástico.
Ahora el trabajo era impedir que los animales se echaran. Tenían que moverlos a gritos y a
guascazos. Sánchez recontó el ganado. A Dios gracias, no faltaba ninguno.
—La mano es dura —pensó—; pero tal vez el tiempo despeje esta noche.
Venía calado hasta el alma. Sentía los labios duros; las orejas, quemadas, le ardían; le dolían los
dedos, de tener las riendas; a ratos movía los pies para sentirlos sobre los estribos. Encajado en
el apero, encorvado, aterido, soñoliento, iba y venía, paso ante paso, por entre la tropa. De
cuando en cuando tomaba de la caramañola un trago de vino para entonarse un poco. Cerró la
noche y seguía nevando.
Los hombres convinieron en que, por turno, mientras uno dormía, los otros habían de rondar.
Descansaban y velaban sin pensar en apearse, y únicamente lo hacían cuando tocaba racionar a
las mulas con un morral de maíz. ¡Quién se hubiera atrevido a caminar o tender el ensillado en
el suelo! Un suelo penetrado de orines y de estiércol.
—¡Toro!…
—¡Toritoo! —gritaban "de un tesón" los rondadores.
—¡Aquí ha caído uno! ¡Ayudenmé! —clamó la voz de Cruz.
En medio de las tinieblas yacía tumbada una gran masa negra que se quejaba y resoplaba.
Loreto acudió. Le dieron una soba con las chicoteras. Le buscaron la cola y se la retorcieron. Le
picanearon las ancas con las espuelas. ¡No hubo caso! La pesada masa negra quedose por fin
inmóvil, muda.
La novillada, olfateando la muerte, comenzó a balar. Fueron al principio desgarradores alaridos:
luego un clamor quejumbroso, apagado, constante.
Todavía nevaba al amanecer del tercer día. Y todo aquel día nevó y en la noche de aquel día. Y
el cuarto día amaneció nevando aún. La muralla de nieve ya era tan alta como un toro.
Hombres y bestias lloraban. Éstas con un mugido lúgubre; los hombres con una que otra
lágrima silenciosa, al recuerdo del hogar, allá muy lejos, en la tierra hermosa y benigna.
Antenor Sánchez, mudo de abatimiento, sentía en su conciencia la responsabilidad de aquella
aventura absurda. Veíase arruinado por su propia culpa. Habíase empeñado en seguir adelante,
más por altiva testarudez que por necesidad, pues al fin y al cabo su contrato preveía en su favor
las causas de retardo forzoso.
¿Por qué había desechado con tanta ligereza los pronósticos de Calloja?
¿Por qué éste habíale dejado arrostrar el temporal, sin insistir apenas?
Sánchez conocía quizá mejor que el indio la cordillera. Habíala cruzado muchas veces, incluso
en invierno; pero a decir verdad, con su optimismo de hombre blanco, nunca la hubiera creído
tan brava. Ahora reconocía, aunque tarde, la implacable hostilidad de aquella Naturaleza con
quien él habíase familiarizado hasta perder todo recelo. Y recordó las palabras de Calloja: "No
hay que jugarse con la cordillera".
Consideró la triste situación de los peones, estos seres pasivos y leales en cuyas rudas almas el
sufrimiento era un hábito heroico. Ellos no le dijeron ni una palabra de queja, pero Sánchez les
había visto en diversos momentos ocultar su aflicción y sacudirse sollozando en silencio. Loreto
le inspiraba, más que los otros, una profunda lástima. Como el pobre muchacho venía enfermo,
había tenido que prestarle un poncho y en dos ocasiones racionarle la mula para que no pisara el
suelo mojado.
Esto pensaba cuando fijó su atención en un toro. Le vio los ijares hundidos, las ancas
estragadas, el espinazo en arco. El cogote filoso, enclenque, habíase curvado en una contracción
tan violenta, que los cuernos tocaban casi el lomo. Mostraba los dientes con la boca abierta, con
las narices arremangadas, la lengua rígida, los ojos vueltos al cielo. El pobre animal se tambaleó
sobre las patas y cayendo de rodillas se volcó a un costado con un quejido, desfalleciente,
profundo.
Con éste, iban cinco.
Al centro el poeta Joaquín Castellanos (sentado ),
Juan Carlos Dávalos (de pie a sus espaldas),
Ricardo Guiraldes, el ultimo a la derecha,
en el trascurso de una reunión en el solar de los Castellanos
Los peones continuaban moviendo a la tropa. Si algún novillo se echaba lo dejaban descansar
un poco y lo obligaban pronto a levantarse.
A eso de las doce la atmósfera pareció despertar de su sombrío letargo y unos ligeros y helados
soplos de brisa comenzaron a reanimar el aire inerte.
Poco a poco disminuyó la nieve y no tardó en cesar. Las nubes, enrarecidas, se soliviaron por
encima de los cerros, y una clara vislumbre de resolana iluminó la vasta extensión de los
páramos abiertos.
Los novillos empezaron a mugir con toda la fuerza de sus pulmones, como en los rodeos,
cuando mugen y esperan que algún eco lejano les responda. Las mulas, llenas de impaciencia,
rebuznaban y tascaban nerviosamente el freno.
— Esto es laguna Lejía —dijo Cruz—. Allá está el volcán. ¡Vea, patrón! —Y señaló la escueta
mole de ásperas escarpas.
Vieron que se hallaban a la orilla misma de la laguna, en un bajío donde la nieve, al caer en
suelo parejo, había alcanzado mayor espesor que en las laderas. Sobre la blancura de las nubes y
de los montes, resaltaban las líneas de las cumbres sinuosas y negras.
—Aquélla es la cuesta —exclamó Antenor, acabando de orientarse—. Allá está la "apacheta"10.
Por aquel filo hay salida.
—Por ahí va el camino. Pero de aquí… ¿cómo vamos a sacar la tropa?
Antenor calculó la distancia que los separaba de la cuesta, que no sería más de diez cuadras, y se
le ocurrió un medio:
—No hay más que abrir un callejón, quitando la nieve con las caronas. Así la tropa se salvaría…
Pero ustedes, por mi culpa, han corrido peligro de dejar aquí los huesos. Yo no puedo exigirles
más. Ahora puede empezar a correr viento y en tal caso el peligro sería mayor. Si quieren dejar
la tropa, la dejemos y nos salvemos nosotros…
Los hombres lo escucharon atentamente. Meditaron un rato, hasta que Anastasio Cruz habló:
—Patrón Antenor, usted también ha padecido a la par de nosotros… ¿Cómo cree que vamos a
dejarle la tropa botada aquí? Hagamos otro esfuerzo. Por mi parte, yo estoy a lo que usté ordene.
—A lo que usté ordene, patrón —afirmaron los otros.
—Gracias. En estas ocasiones se prueban los hombres y si son amigos o no son amigos —
respondió Antenor—; ¡gracias! No perdamos más tiempo entonces. ¡A desensillar!
Y se entregaron a la ardua tarea, desplegando una actividad premiosa, febril. Con las caronas de
cuero hicieron palas y empezaron a cavar en la nieve una zanja en línea recta a la cuesta. No
sentían la fatiga de la puna, ni el frío cada vez más penetrante. Toda la tarde trabajaron con un
ahínco tenaz, desesperado, hasta llegar al pie de la cuesta, donde encontraron en suelo firme la
salida que habían previsto.
Regresaron al lugar en que la tropa permanecía acorralada, ensillaron las mulas y comenzaron a
arrear. Los toros más huelladores puntearon por la zanja; los demás a fuerza de azotes los
siguieron. La remesa se salvaba.
Pero ya la noche se les venía encima y el cierzo helado de las primeras horas había ido por
grados adquiriendo impulsos de ventarrón. De repente oyeron a gran distancia el fragor
tremendo de los aludes que se despeñaban.
—¡El viento blanco!
—¡El viento blanco! —clamaron los hombres. Y vieron que el huracán desnudaba las rocas y
que la inmensa sábana blanca se revolvía ondulante, proyectando al espacio raudos jirones de
nieve pulverizada que corrían por las laderas, en la penumbra, como legiones de fantasmas
enloquecidos.
—La ráfaga llegó, cerráronse los bordes de la zanja y la remesa íntegra desapareció de golpe
bajo la nieve. En medio de aquel turbión infernalmente blanco, aquí y allá sobresalían como
puntos negros los hocicos de los toros. Y se apagaron sin eco su mugidos de zozobra y en sus
oscuras pupilas dilatadas por el espanto, se reflejó la luz de las estrellas innumerables.
Antenor Sánchez que, como siempre, habíase quedado a retaguardia, fue el último en llegar a un
altozano donde los otros ya lo aguardaban, al pie de la cuesta. Los halló como él cubiertos de
nieve. Estaban mudos, quietos, anonadados. Daban diente con diente y apenas tenían ánimo
para resguardar del viento, con el ala del chambergo, sus caras hinchadas por la quemadura.
—¡A componer las cinchas! —ordenó.
Maquinalmente, descabalgaron.
—Patrón, yo tengo mucho frío —dijo Loreto con voz aniñada.
—Espérate, ya voy yo —le respondió Sánchez. Apenas podía moverse, entumecido. Sentía
dolores atroces en los dedos de las manos y en los pies.
Cuando acabó de cinchar volvióse hacia el muchacho, y lo vio en el suelo, sentado en cuclillas,
chiquitito, hecho un atado:
—¡Loreto!
Pero Loreto ni respondió, ni se movió.
—¡Vengan!, le demos friegas con nieve gritó Antenor. Se le allegó, quitole el chulo de un tirón;
le palpó las mejillas; lo miró en los ojos—. No hay caso —dijo—; ya ha pasao… ¡está muerto!
No podían perder tiempo. Le quitaron los ponchos, lo acostaron en sus jergones, le cruzaron las
manos sobre el pecho, y la ventisca glacial cubrió su cuerpo como un sudario.
Y los tres hombres siguieron viaje, luchando mano a mano con la muerte, aturdidos por el azote
que les helaba la sangre, compelidos por la necesidad instintiva de vivir.
El viento blanco y otros cuentos - Eudeba - Buenos Aires – 1971
1
Pasto de las punas.
Color de mula negra.
3
Arbusto que crece en las laderas de las montañas.
4
Leña del desierto andino.
5
(De acullis). Bolo de coca, que se mantiene en la cavidad bucal.
6
Harina de maíz cocida en agua caliente (voz quichua).
7
Barrigón. Se usa en Salta y Chile.
8
Ratón de piel fina y muy apreciada.
9
Paloma de los Andes.
10
Montón artificial de piedras.
2
El viento blanco" de Juan Carlos Dávalos
(Un proyecto cinematográfico postergado )
Dra. Alicia Poderti, Salta.
[ Doctora en Letras, especializada en temas transdisciplinarios. Investigadora del (CONICET)
CONSEJO NACIONAL DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y TÉCNICAS. Profesora
de la Universidad Nacional de Salta. ]
Fuente:http://imaginario.org.ar/territorios/noa/davalos.htm
Un conjunto de cartas escritas por Dávalos al escritor Ernesto Díaz Villalba dan cuenta del
proyecto de llevar al cine el cuento "El viento blanco". Pero el sueño de Dávalos, que se fue
gestando paralelamente al de la adaptación para cine de la obra dramática "La tierra en
armas", fue desdibujándose. Hoy sólo nos quedan las cartas del narrador salteño para
reconstruir lo que hubiera sido una exitosa puesta cinematográfica.
La idea de llevar al cine la aventura protagonizada por los personajes de "El viento blanco" fue
gestada por Juan Carlos Dávalos y Ernesto Díaz Villalba en 1941. Los dos escritores,
acuciados por estrecheces económicas, intentaban poner en funcionamiento posibilidades de
orden privado que les permitieran paliar su delicada situación financiera.
Las misivas de Dávalos, escritas o firmadas en tinta de color verde, se encontraban en el
archivo del escritor Raúl Aráoz Anzoátegui, quien nos cedió generosamente el material para
nuestro estudio "Tinta y Celuloide. Proyecto cinematográfico sobre el viento Blanco de Juan
Carlos Dávalos (Salta: Ediciones del Robledal, 1999). En la correspondencia es posible
descubrir las vinculaciones del escritor con los artistas metropolitanos y sus ideas acerca del
mundo en el que se insertaba como creador, todo esto matizado por su peculiar sentido del
humor.
Dávalos en la pantalla grande.
Las cartas de Dávalos permiten conocer sus contactos con el binomio de guionistas
profesionales más conocido de la época: el constituido por Ulyses Petit de Murat y Homero
Manzi. Ellos trabajaron, durante 1941, en una versión de "La tierra en armas" de Juan Carlos
Dávalos, film que iba a dirigir Mario Soffici. Sin embargo, y a pesar del entusiasmo inicial
generado en la voluntad de los adaptadores, ellos se desvincularon afectivamente de la pieza
teatral de Dávalos y se abocaron a los cuentos de "La guerra gaucha" de Leopoldo Lugones.
En un primer momento, Dávalos sugiere que Manzi y Petit de Murat podrían hallar en su relato
"El viento blanco" temas para realizar una adaptación cinematográfica. Difuminada esta
posibilidad, el autor de "El viento blanco" pensó en Díaz Villalba como intermediario entre su
texto y los productores, esbozando un detallado Contrato en el mes de febrero de 1941.
Un personaje cobra singular relevancia en la correspondencia escrita por Dávalos: se trata de
don Ricardo Cerebello. Este agente de negocios pactaba, desde su oficina de la calle
Talcahuano, los contratos del escritor. Luego de la firma del convenio para la filmación de "La
tierra en armas", Cerebello también sería el encargado de establecer las pautas de otros
proyectos surgidos de la vertiente creativa de Dávalos.
Una versión transformada
La nota más llamativa de la correspondencia está encerrada en las acotaciones de Dávalos con
respecto a su cuento "El viento blanco" y a ciertas modificaciones por él propuestas para
trasladar el relato a la pantalla grande, procurando que la historia resulte más "atractiva"
para el público. En esta faceta las ideas de Dávalos se orientaban a condimentar el libreto con
algunas estrategias eróticas de tono subido, las que debían ser tomadas en cuenta por Díaz
Villalba a la hora de adaptar el texto. Con esas sugerencias, que resultaban escandalosas para
la época, Dávalos se adelanta a los tiempos literarios futuros, incluyendo ingredientes que
luego se volverían indispensables para las fórmulas narrativas exitosas.
"El viento blanco", cuento que da nombre al volumen aparecido en 1922, fue uno de los más
publicados y difundidos. Su protagonista -Antenor Sánchez-, es un personaje extraído de la vida
real que presta a Dávalos las características del hombre comprometido en un episodio
cotidiano de la economía regional: el arreo de ganado hacia Chile y Bolivia. Los arrieros
habrán de enfrentar una serie de conflictos que signarán su itinerario a través de las montañas.
Así, el clímax narrativo va creciendo a medida que se aproxima la gran tormenta de nieve que
tejerá el trágico desenlace.
Los elementos descriptivos y argumentales del cuento de Dávalos permitirían realizar una
excelente versión cinematográfica basada en el relato que recogió las peripecias de un
conjunto de personajes andinos desbordados por la naturaleza cordillerana y por las
limitaciones de su propia condición humana.
Sin embargo, los planes de Dávalos con respecto a su cuento quedaron inconclusos. La
historia de los arrieros, desarrollada a más de cinco mil metros de altura sobre el mar, aún no
ha sido transportada desde la escritura hacia el cine...
Texto de (Quinta Carta de Juan Carlos Dávalos a su amigo Ernesto Díaz Villalba).
Salta, 10 de abril de 1941.
Querido Ernesto: no creas que me equivoco, ni que estoy ya completamente loco. Pero a mí, como a todos los mortales-, me suelen sobrevenir ataques de pesimismo, después de algún
período de optimismo delirante. A fin de cerciorarme de que no debo alarmarme por uno ni
por otro extremo, te escribo en demanda de noticias sobre tu colaboración en el Viento Verde.
(Hoy lo veo verde). ¿Estás trabajando? ¿Has acabado tu cometido? ¿No se te acostó la burra
entre grandes resoplidos de invencible hastío?
¿Continúas creyendo que esto nos dará algunos pesos?
Escribí a varios amigos míos, -en el período optimista, -y ellos me contestan en forma dudosa,
como si pensaran que rengueo de una cuarta pata. Pesimistas son Quesada, Arturo
Capdevilla y Schaeffer Gallo. No parecen creer en LA NIGOCIOS.
Contéstame, porque yo sepa si me equivoco,O si estoy ya completamente loco.
Tu afmo. Amigo
Juan Carlos Dávalos
http://www.youtube.com/watch?v=wm5vua8nDiM
19) Reflexiones
En esta sección publicaremos una serie de notas especiales de nuestro Académico
Correspondiente, Rafael Rumich, formoseño de ley. Que está desarrollando su
investigación , profunda como todas las que hace, sobre un tema muy especial. En sus
propias palabras:“estoy empecinado en demostrar que el folklore (ya sea en la
superficie o en el subsuelo) está en todos lados, en todos los saberes (científicos,
artísticos, filosóficos, tecnológicos, como en los distintos ámbitos del saber, ya sea el
provisto por los sistemas educativos o los adquiridos empíricamente). Estoy indagando
bibliográficamente sobre las conexiones que pueden existir entre el folklore y la
filosofía. En Argentina no hay muchos antecedentes, pero grande fue mi sorpresa al
constatar que en otros países, especialmente España, muchos filósofos se han dedicado
a lo que llamaríamos Filosofía del Folklore. Para mi es sumamente interesante e
importante, por lo tanto estoy decidido a seguir con estas investigaciones, utilizando de
objeto de estudio el folklore formoseño, introduciendo a la filosofía folklórica como un
instrumento o categoría de análisis.
Aquí entonces la primera de una serie de notas que prometen ser, no solo intensas, sino
por demás interesantes ( y ¿porque no?) que suscitan debates…. bienvenidos.
MEDITACIONES ACERCA DEL FOLKLORE
(Tercera Nota)
Por Rafael Rumich
MEDITACIONES ACERCA DEL FOLKLORE
(Tercera Nota)
Por Rafael Rumich
¿Qué es el folklore? Esta simple pregunta que nos
introduce al ámbito de la reflexión, ya constituye un acto
filosófico. Según la historia de la filosofía el hombre creó el
pensamiento racional (logos) cuando percibió asombrado las
cosas que conformaban la realidad en que estaba sumergido.
Este fue el móvil que despertó su atención e interés por
racionalizar y conocer las causas que provocaban el origen y la existencia de cada una
de ellas.
Durante ese trance histórico y los acontecimientos que se fueron sucediendo
posteriormente, no quedó de lado el simple mirar, pero los que estaban descubriendo el
potencial y las facultades del razonamiento iban ingresando a un nuevo mundo, el del
pensamiento, ocasionado fundamentalmente por el advenimiento de la admiración.
Mediante dicho proceso se estaba construyendo la mente humana y el hombre
ingresaba a una nueva etapa de su existencia y relación con la sociedad.
Tal hecho, descrito metafóricamente por Platón en uno de sus últimos diálogos,
el Teeteto; marcó el reemplazo de un largo tiempo de relatos simbólicos en que los
dioses eran los responsables de todas las peripecias que le acaecían al hombre, por uno
nuevo, donde las personas empezaban a tener preponderancia sobre si mismas, el
control de sus conductas, como así también, la asunción formal respecto a las
decisiones y consecuencias de sus propias acciones.
Dicho proceso fue considerado como el paso o cruce del mito al logos, pero, con
el tiempo se comprobó que mithos no se extinguió como componente de un estadio
agotado y, por ende, superado, sino que se refugió en las profundidades de la mente
humana, hasta que Freud lo descubrió habitando en el inconsciente y Jung lo detectó
como el polizonte que viaja en el tiempo, de generación en generación, a través del
inconsciente colectivo.
Desde entonces, ciencias como la psicología, la lingüística, la antropología, la
semiótica, la neurología, entre otros, entendieron que mithos y logos residen juntos,
teniendo como vehículo de expresión y comunicación con el exterior, la palabra. Ambos
compiten y alternan, fusionándose a veces, o prevaleciendo, en otras ocasiones, uno
sobre el otro, pero nunca ninguno de los dos termina por lograr una absoluta
supremacía. Del cómo se conectan ambos factores y qué construyen juntos,
alimentándose mutuamente mediante una puja por ganar la total dominación del espacio
que comparten, ha dado lugar a ese compuesto indefinido que desde 1884 llamamos
folklore. En definitiva, el folklore es hijo de esa controversia; dos padres que siguen
divorciados, pero que de noche cohabitan la misma alcoba. Por eso las pulsiones que
tienen asidero y se constituyen a partir de ese elemento biopsíquico que denominamos
folklore, que existe por sí mismo y es soporte de sus cualidades o accidentes, emergen
con mayor fluidez y consistencia especialmente mientras dormimos, a través del sueño,
manando desde los infinitos recovecos y vertientes que componen el mundo onírico.
Despiertos, bajo el influjo de esa energía psíquica profunda, esta orienta nuestro
comportamiento hacia un fin, a veces consciente, otras no, y presiona por descargar todo
su vigor hasta conseguir su propósito; de allí que la mayoría de tales impulsos se
corporizan a través de creaciones materiales, pero fundamentalmente se modelan
mediante las concepciones o bienes que categorizamos como espirituales. Son las que se
ponen de manifiesto, plasman y pasan a formar parte del mundo real, como así también,
del imaginario colectivo; los que alimentan el arte y otorgan movilidad estética a través
de la inspiración y la renovación constante, aquello que parece cambiar pero permanece
firme en cuanto a su esencia original, porque está sujeto a la naturaleza del colectivo
humano, que deviene instintivamente desde antes que el hombre se constituyera como
ser humano y que, sin dudas, seguirá viajando con él, en lo más profundo de su mente,
por más que su organismo mute y la sociedad se transforme al influjo de la ciencia o la
tecnología, y el medio ambiente cambie por influencia de la nueva era geológica que ya
hemos comenzamos a transitar.
Estas cuestiones que, por su intento de volver permanente al sitio original a
través del inconsciente colectivo, procurando ceñirse y atarse al punto inicial mediante
una tendencia y un recorrido atávico, son del dominio del religare, instalando un
espacio para que ineludiblemente actúen en él la reflexión y especulación filosófica, dos
herramientas creadas por el hombre para destrabar y tratar de resolver este tipo de
incógnitas. De igual manera, abre puertas para albergar a las ciencias a fin de que
intenten hallar explicaciones, o, al menos, ensayar interpretaciones. Pero es el arte el
que logra el mejor camino de expresión, sin ninguna duda, porque es la manifestación
que permite canalizar libremente la sensibilidad humana y exteriorizar sin limitaciones
todo el mundo interno que bulle en la mente.
Ahora bien, lo que nunca vamos a poder dejar de pronunciar es ¿por qué? Ese
cuestionamiento y la búsqueda de respuestas le corresponden solamente a la filosofía.
A través de la historia de la filosofía podemos enterarnos del trayecto recorrido
por este saber.
Somos universales y locales, locales y universales, porque tenemos y
compartimos características generales del ser humano, pero, al mismo tiempo,
particularidades que vamos desarrollando individual, grupal y comunitariamente.
El folklore, por su parte no es ciencia solamente, puesto que los fenómenos y
hechos que componen el complejísimo conjunto de elementos que integran dicha
materia, precisan de una mirada e intervención mega y transdisciplinaria. Por la
constitución de dicho material y sus características generales, abarcando toda la especie
humana, el folklore es universal, pero por ser el hombre una entidad
biopsicosociocultural que en cada sitio del planeta presenta sus propias particularidades,
corresponde ser estudiado desde una perspectiva local y no solamente desde un punto de
vista, aquel que parcializa la realidad, sino desde una postura holística que no deje
afuera nada ni excluya a nadie. De ahí que podemos hablar de características humanas
que se dan en todos los seres de nuestra especie, en mayor o menor grado, pero que
toman formas definidas y concretas en lo local. En ello reside la importancia del
folklore: constituye lo amplio o extenso y lo común, local o concreto.
Discernir sobre todo esto, tratar de encontrar las primeras y últimas causas es lo
que dio lugar hace más de 2.500 años a que surja la filosofía y mientras exista el
hombre, éste seguirá preguntándose y cuestionando cosas. Es momento, entonces, que
empecemos a razonar convenientemente en torno al folklore. Si nos atrevemos a mirar y
abordar esta cuestión desde dicho sitio, entonces comprenderemos la importancia y
alcance del folklore. Hasta la próxima.
20) Correo
+ Ferlabó: Una mala noticia. A los 76 años murió la madre del ex
bailarín Julio Bocca. Nancy Bocca, la madre del ex bailarín Julio Bocca,
falleció esta madrugada( 27/4/2014) a los 76 años, de un paro cardíaco,
mientras dormía en su casa. La Institución FERLABÓ ruega una oración
por su querida memoria
Olga Fernández Latour de Botas
Presidenta de FERLABÓ
Respuesta: en efecto, nos deja una gran profesora. En sus palabras (en 2012):
"Cuando tenía ochos años se abrió la primera escuela de danzas en Munro. Mi papá,
que conocía mis gustos, me anotó enseguida. El colegio después cerró y me
comenzaron a pagar un profesor particular. Luego continúe mis estudios en Capital
Federal y egresé de la Escuela Nacional de Danzas",. Mientras realizaba la carrera,
Nancy recibía a alumnas del barrio para darle clases. "Una vez recibida, mi papá me
construyó un estudio de danzas en nuestra casa para poder enseñar. Las barras que
colocó en ese momento son las mismas que hoy se mantienen firmes". Su estudio se
inauguró en 1958, hoy sigue en funcionamiento y recibe a más de 60 alumnos. "De los
habitantes de Munro de toda la vida, el 70 % pasó por mi escuela ya sea para estudiar
clásico, folklore, guitarra, danza española y piano", agregó.
+ Rito Jaimes: Adjunto (modestamente) material relacionado con el artículo aparecido en el
Pregón del mes de marzo 2014.(N del E: Listado de Obras Integrales)
Listado:
1986 - Historia de tu Ausencia - Armando Tejada Gómez
Canto al Libertador - Fermín Fierro
Misa para el 3er. Mundo - Grupo Vocal Argentino nuevo
2012 - El Grito de Alcorta - Gustavo Machado (autor)
Cantata Cafayateña - autores/compositores e intérpretes varios
Kurundú
Jairo canta a Borges
Cantata a Felipe Varela - Julián Córdoba-Raúl BArboza
1976 - Madre Luz Latinoamérica- Los Andariegos Nuestro Río y su Gente - Mario Alessandrini (autor)
Movimiento I -Movimiento 1982 Coral Terrestre - Armando Tejada Gómez y Grupo Sanampay
1966 Pampa Salvaje - Waldo de los Ríos (banda de sonido de la película)
1974 Concierto para la Guitarra Criolla - Waldo de los Ríos y Ernesto Bitetti
Los Trovadores cantan A Pedroni
Todas las obras tienen registros grabados.UN abrazo de un rosarigasino auténtico...
Respuesta: Muchas, muchas gracias… el listado está, aún en elaboración y todas las
adiciones que se nos marquen son Muy Bienvenidas!
Noticia importante: Nos han consultado varios amigos sobre la posibilidad de incorporar escritos o notas
para el Pregón, que sale todos los meses. Desde luego aceptamos (esperamos) tanto sugerencias como
correos (con críticas o elogios), así como notas y noticias para publicación. Pueden ser enviadas a estos
correos:
de la Academia: [email protected]
del editor: [email protected]
Sugerimos, eso sí, que las eventuales notas sean breves, como es el estilo de este periódico digital que uds
pueden apreciar. Y las noticias, que sean de la fecha del próximo Pregón Criollo, para no mantener
demasiado archivos “a futuro”. Los esperamos.
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