ORACIONES - Religiosas de María Inmaculada

Anuncio
La mujer joven que entra en el plan de Dios libre y
gozosa.
ORACIONES
1. OFRECIMIENTO A MARÍA
Mi corazón joven se alegra ante tu presencia luminosa
Mi corazón joven busca en el tuyo un camino de
verdad,
Mi corazón joven se abre a tu vida limpia y profunda;
Mi corazón joven busca en tus ojos un camino de
libertad.
María, Madre...
Con esta palabra que resonó tantas veces
En el corazón de Jesús,
Y que sus labios pronunciaron con cariño de hijo,
vengo a consagrarme a ti,
Con todo lo que soy...
Eras joven, María, cuando revolucionaste la Historia
Eras joven cuando Dios, de puntillas, llamó a tu
puerta,
Eras joven cuando dijiste "si" a su proyecto de vida
Eras joven cuando diste decidida, a su plan su
respuesta,
Eras joven y te abriste a Dios como la flor al sol,
Eras joven y dejaste a Dios que entrara libre en tu
tienda
Eras joven y tus alas alzaron el vuelo hasta la cumbre,
Eras joven y en tu vida, con Dios, entró el ritmo de la
fiesta.
Te ofrezco, María, mi juventud
con todas sus riquezas y pobrezas,
con sus anhelos de verdad, de justicia, de paz...
Te ofrezco mis deseos de ser para Dios
y para los demás, como Jesús,
mis ansias de amar como Jesús ama...
Te ofrezco mi corazón que quiere dejarse
transformar por los sentimientos de Jesús
María, quiero que tu luz ilumine mi sendero, que tu
mano me guíe hacia la realización de los ideales de mi
vida, que tu corazón me atraiga y me lleve siempre a
elegir lo que es de Dios.
Tu corazón joven dijo: ¿Cómo podrá ser esto?
¿cómo?
Tu corazón joven dijo: Ha aquí la esclava; he aquí
Tu corazón joven dijo: Mi alma glorifica al Señor; mi
alma
Tu corazón joven dijo: Hágase en mí según tu
Palabra; tu Palabra
Tu corazón joven dijo: Tus caminos son mis caminos;
mis caminos.
Tu corazón joven dijo: ¿Qué quieres, Señor, que yo
haga?.
Tu corazón joven dijo: Tu proyecto es mi proyecto, mi
proyecto.
Tu corazón joven dijo: Me alegro en el Dios que me
salva.
María, acoge lo que hoy te entrego, y no dejes que yo
me aleje nunca de ti.
Que en ti encuentre siempre estímulo
para la lucha, apoyo en el desaliento,
sonrisa en la tristeza,
fuerza para seguir creyendo que Dios es amor,
me llama a ser amor,
a construir la nueva civilización del amor...
2 ANGELUS
El Ángel del Señor anunció a María:
y concibió por obra del Espíritu Santo
Gracias, María, por tu corazón bueno y disponible
Gracias, María, por tu corazón de ojos limpios y puros
Gracias, María, por tu corazón sincero y transparente
Gracias, María, por tu corazón claro y luminoso
Gracias, María, por tu corazón sencillo y humilde
Gracias, María, por tu corazón lleno de luz y de amor
Gracias, María, por tu corazón abierto al infinito
Gracias, María, por tu corazón joven; sencillamente,
joven
Dios te Salve, María
He aquí la esclava del Señor;
hágase en mi según tu palabra.
Dios te Salve, María
Y el Hijo de Dios se hizo Hombre;
y habitó entre nosotros.
Aquí me tienes, en busca de un camino libre de fe
Aquí me tienes, en busca de un proyecto de vida
Aquí me tienes, en busca de Alguien en quien dejar mi
amor.
Aquí me tienes, en busca de semillas de alegría
Aquí me tienes, en busca de la paz y el bien
Aquí me tienes, en busca de un sendero de justicia
Aquí me tienes, en busca del rostro del Dios vivo
Aquí me tienes, en busca de la libertad perdida
Dios te Salve, María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en
nuestras almas, para que, los que por el anuncio del
Ángel hemos conocido la Encarnación de tu Hijo
Jesucristo, por su Pasión y su Cruz seamos llevados a
la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo
Nuestro Señor. Amén
¡Gloria a ti, María, casa donde Dios mora!
¡Gloria a ti, María, Madre de Cristo y Madre mía!
3. SALMO DESDE LA TERNURA A MARÍA
Tú eres, María, la experiencia más bella del Evangelio
En ti Dios se ha hecho Noticia Buena para el hombre
Eres como la luz del alba que abre camino al Sol;
Eres esa estrella matutina que anuncia el Día.
Eres la mujer creyente que acoge y guarda la Palabra
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4. TODOS SOMOS NECESARIOS
queremos vivir alegres,
y no dejaremos que el enfado nos separe.
Si la nota dijese: una nota no hace melodía,
... no habría sinfonía.
Si la palabra dijese: una palabra no puede hacer una
página... no habría libro
Si la piedra dijese: una piedra no puede levantar una
pared... no habría casa.
Si la gota de agua dijese: una gota no hace río... no
habría océanos.
Si el grano de trigo dijese : un grano no siembra un
campo... no habría trigal.
Si el hombre dijese: un gesto de amor no puede salvar
a la Humanidad... jamás habría justicia y paz, dignidad
y felicidad, en la Tierra de los hombres.
Queremos ser una fuerte cadena,
Y entre todas haremos cosas grandes.
Que ninguno se sienta marginado,
ni haya nadie despreciado entre nosotros.
Al que esta triste o preocupado,
trataremos todos de ayudarle.
PORQUE ERES TU QUIEN NOS UNE .
7. ORACION POR LA FALTA DE PAZ
Danos, Señor, la paz – tu paz- de cada día. La paz de
no quedarnos del todo satisfechos; de no encontrar
ahora la meta apetecida, ni el árbol misterioso de la
sombra perenne; de no beber el agua que nos deja
saciados, ni el vino que nos haga demasiado sabida,
demasiado segura la canción.
Como la sinfonía necesita de cada nota
Como el libro necesita cada palabra,
Como la casa necesita cada piedra,
Como el océano necesita cada gota de agua,
Como el trigal necesita cada grano .
Que nunca desemboquen en el mar nuestros ríos; que
nunca encuentren un nido caliente nuestros pájaros;
que nunca nos cansemos de buscar los caminos más
nuevo y más largos, de escalar las montañas, de tocar
los abismos.
Así la humanidad entera necesita de ti, allí donde
estés, Único, y por tanto insustituible.
5. JUNTOS HACEMOS TIERRA
Que nunca descansemos por tener ya instalado en su
sangre y su ritmo demasiado seguro el corazón.
Nunca digas
no sé, no valgo, no puedo
no tengo fuerzas, no entiendo,
esas cosas son para los que saben...
8. MI CORAZON
CANTA AGRADECIDO
Para hacer pueblo y tierra
todos valemos, sabemos y podemos.
Señor, mi corazón rebosa de agradecimiento por
tantos dones y bendiciones tuyas.
Si tienes cinco, pon cinco
si tienes dos, pon dos
si tienes uno, pon uno
si eres ciego, sostén al que es cojo
si eres cojo, sostén al que es ciego
si eres cojo y ciego, aún puedes cantar
y no es poco en tiempos de desencanto
No bastaría el canto del corazón ni de los labios si no
pusiera mi vida a tu servicio, para darte testimonio con
mis acciones. A ti la gratitud y la alabanza.
Tú me has sacado de la nada y me has hecho tu
elegido; me has hecho feliz con tu amor y tu
presencia.
Se valiente y humilde
para descubrir y reconocer tu don
acéptalo y acéptate a ti mismo con él.
si Dios te dio corazón
que tu corazón no falte en la hora de la fraternidad.
si Dios te dio alegría
que tu alegría no falta en la fiesta de los pobres.
si Dios te hizo reflexivo
que tu reflexión no falte
a la hora de medir los pasos
para conseguir un mañana mejor.
No te conozco bien, no conozco siquiera mis
necesidades.
Pero tú, ¡oh Padre! Tú nos conoces por entero. Soy
incapaz de amarme a mí mismo como tú me amas. Tú
¡oh Señor!, me has creado con un solo corazón, para
que sea para ti, sólo para ti.
Señor, estar ante ti es lo más grato que pensar se
puede. En este momento me presento ante ti.
Acéptame cuando y tanto como quieras. Haz de mí
según tus deseos. Tú eres mío y yo soy tuyo. Me has
creado a tu imagen, de un poco de polvo y me has
hecho hijo tuyo. Honor, gloria y alabanza para ti, por
los siglos de los siglos.
¡¡Anímate!!! Juntos hacemos tier
6. MANOS UNIDAS
Con las manos unidas,
formamos grupo junto a ti, Jesús.
sentimos el calor del compañero.
Nuestra fuerza une las manos,
nuestros corazones los unes Tú.
Y al sonreírnos entre nosotros,
es tu alegría la que asoma en nuestros labios.
tu amor, tu alegría y tu fuerza,
habitan en cada uno de nosotros,
y nos impulsan a formar un grupo unido.
Señor, nosotros queremos amarnos,
sin que nadie quede excluido.
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9. GRACIAS, BUEN DIOS.
Gracias, buen Dios, porque nos das el pan de cada
día. Gracias porque nos alimentas.
12. UN NUEVO DIA
No nos damos cuenta, pero ¡cuántos panaderos no
duermen para que cada día podamos comer el pan!
Gracias por todos los panaderos.
Al comenzar el nuevo día,
te pedimos nos ayudes hoy,
que nos libres de todo mal,
de todo peligro, de todo pecado.
Gracias por el trigo y por los agricultores que lo
siembran y lo cosechan.
Gracias por el molinero que lo muele para sacar la
harina.
Que sean buenas nuestras palabras,
nuestras miradas y sentimientos.
que sean buenas nuestras acciones
y el fondo de nuestro corazón.
Gracias por el agua, por la sal, por el azúcar.
Así, cuando se ponga el sol
y llegue de nuevo la noche,
podremos cantar tu alabanza
y darte gracias por todo.
Gracias por la levadura Gracias por el fuego y el calor
que doran el pan.
¡Qué bien hace las cosas, Dios!
Gloria a Dios, Padre del cielo,
gloria a su Hijo Jesucristo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ojalá que todos los hombres tengan pan.
Nosotros queremos compartirlo con los demás, sobre
todo con los que no lo tienen.
Gracias, Señor, por el pan de cada día.
13. BUENOS DIAS
Señor,
me cuesta comenzar este día,
porque sé que es
una nueva tarea,
un nuevo compromiso,
un nuevo esfuerzo.
10. ORACION DE LA ACOGIDA
Ayúdame, Señor, a ser para todos aquel que espera
sin cansarse, que escucha sin fatiga, que acoge con
bondad, que da con amor, aquel a quien se puede
encontrar siempre que se le necesita.
Pero quiero comenzarlo
con entusiasmo,
con alegría reestrenada,
con ilusión nueva.
Ayúdame a ser una presencia segura a la que se
puede acudir cuando se desea; a ofrecer esa amistad
que descansa, que enriquece en ti y por ti, a irradiar
una paz gozosa, tu paz, Señor.
Sé que estás a mi lado:
en mi familia, en mis amigos,
en las cosas, en mi propia persona
Ayúdame a estar recogido en ti, siempre disponible y
acogedor para todos. Y por eso tu pensamiento no me
abandone para permanecer siempre en tu verdad y no
faltar a tu ley. Y así sin hacer obras extraordinarias,
sin vanagloria, pueda yo ayudar a los otros a sentirte
más cercano, porque mi alma te acoge en cada
instante. Amén.
Gracias, por este nuevo amanecer.
gracias, por este nuevo empezar.
gracias, por tu nueva presencia.
Quiero sembrar paz, solidaridad,
amor, entre mis hermanos.
y sé, Señor, que esta tarea
la comienzan cada día,
muchos hermanos,
de cualquier punto de la tierra;
y eso me alienta y empuja.
11. DESDE ESTE AMANECER
Señor,
desde el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz, sabiduría y fortaleza.
Quiero mirar hoy el mundo
con unos ojos llenos de amor;
quiero ser paciente, comprensivo y amable.
quiero ver, más allá de las apariencias,
a tus hijos, mis hermanos,
tal como tú los ves,
para no mirar nada más que lo bueno
de cada uno.
También te pido por ellos,
y con ellos te digo: ¡Buenos días, Señor!
14. PADRE, ME PONGO EN TUS MANOS
Padre, me pongo en tus manos.
haz de mí lo que quieras.
sea lo que sea te doy las gracias.
Cierra, Señor,
mis oídos a todo lo que sea calumnia;
guarda mi lengua de todo malquerer;
que sólo permanezcan en mí
los pensamientos que te alaben.
que yo sea de tal manera,
que cuantos se acerquen a mí
descubran tu presencia.
Estoy dispuesto a todo.
lo acepto todo.
Ilumina mi vida con la luz de Jesús
que no vino a ser servido sino a servir.
que mi vida sea como la de El, servir.
Grano de trigo que muere en el surco del mundo.
Que sea así de verdad, Padre.
Lléname de todo lo tuyo,
para que a lo largo del día
te revele en todo y a todos.
Te confío mi vida, te la doy. Condúceme.
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envíame aquel Espíritu que movía a Jesús.
17. SALMO EN BUSCA DE LA IDENTIDAD
Me pongo en tus manos,
sin reservas, con confianza absoluta.
Porque tú eres mi Padre.
Señor, ten piedad de nuestra rutina, de nuestra
cobardía de mostrarnos como cristianos.
¿Me conoces, Señor? ¿Sabes quien soy por dentro?
no te fijes en mi rostro, que no tengo rostro.
a lo mejor, señor, es un rostro desfigurado como el
tuyo.
El tuyo en la Cruz. El tuyo cuando estabas solo en el
madero.
Estoy aturdido, desconcertado y perdido en mí mismo.
Quiero hacer camino hacia mi interioridad
Y no sé cómo avanzar paso a paso.
Soy un desconocido para mí. Desconocido para los
otros.
¿También para ti, Señor Jesús? ¿Te soy extraño?
Aquí estoy y no sé por qué. Sencillamente estoy.
Queremos ser sinceros y admitimos que se hable mal,
Que no hay mejor ambiente porque nos cuesta
colaborar en todo lo positivo.
Señor, no basta que seamos buenos, hemos de ser
mejores.
Queremos cambiar para celebrar con más alegría la
resurrección.
Busco un amigo. Busco la cercanía de alguien,
Y hoy, sin quererlo, me he encontrado contigo.
Me siento raro ante ti. Porque tú te comunicas desde
el silencio.
Ahora me apetece callar, callarme ante ti.
Me siento bien mirándote como un refugio de paz.
No sé por qué, pero me siento bien contigo.
Queremos reconocer que no nos acercamos más a
Dios porque vivimos sin preocupaciones del pecado,
porque estamos llenos de defectos humanos.
¿ Cómo habría que decirnos, Señor, que estamos
llamados a ser santos?
Ayúdame, señor a buscar mi rostro.
Ayúdame a descubrirme por dentro.
Ayúdame a aceptarme como en realidad soy.
Ayúdame a aguantar mis miedos, mis inseguridades.
Ayúdame a superar mis fracasos y salir de mis
derrotas.
Ayúdame a seguir adelante y no volver a atrás.
Ayúdame a superar mis desánimos y mis desilusiones.
Ayúdame a saber comenzar cada día: ¡siempre!
15. SEÑOR, QUREMOS... PERO...
Muchas veces, Señor, no somos como deberíamos
ser.
Echamos la culpa al ambiente, decimos que son los
amigos...
Cualquier cosa nos hace olvidar nuestras intenciones.
Por tu misericordia perdona todos nuestros pecados.
16. DIOS, ALGO MÁS QUE UNA PALABRA
Tú, Jesús, eres como la roca firme junto al mar.
Tú, Jesús, eres como la raíz fuerte que aguanta el
árbol.
Tú, Jesús, eres como el manantial que alimenta el río.
Tú, Jesús, eres como una cantimplora en pleno
desierto.
Tú, Jesús, eres la fuerza, el apoyo que necesito.
Dije al almendro: ¡Háblame de Dios! Y el almendro
floreció.
Dije al pobre: ¡Háblame de Dios! Y el pobre me ofreció
su capa.
Dije al sueño: ¡Háblame de Dios! Y el sueño se hizo
realidad.
Dije a la casa: ¡Háblame de Dios! Y se abrió la puerta.
Señor Jesús, no quiero quedarme encerrado en mí
mismo.
Señor Jesús, rompe mi concha, derriba mi muro
Y sé para mí Puente, ese Puente que necesito
Para pasar del cerco de mis amarras
A la libertad de un corazón nuevo y lleno de vida.
Dije al campesino: ¡Háblame de Dios! Y el campesino
me enseñó a labrar.
Dije a la naturaleza: ¡Háblame de Dios! Y la naturaleza
se cubrió de hermosura.
Dije al amigo: ¡Háblame de Dios! Y el amigo me
enseñó a amar.
Dije al pequeño: ¡Háblame de Dios! Y el pequeño
sonrió.
18. HOY, SEÑOR
Hoy, Señor,
venimos a pedirte por nosotros mismos.
por nosotros, que decimos y no hacemos.
que vemos la paja en el ojo del vecino
y no vemos la viga del nuestro.
por nosotros, que somos sal insípida
y luz que se esconde.
que amamos al amigo y aborrecemos al enemigo.
Dije al ruiseñor: ¡Háblame de Dios! Y el ruiseñor se
puso a cantar.
Dije a un soldado: ¡Háblame de Dios! Y el soldado
dejó sus armas.
Dije al dolor: ¡Háblame de Dios! Y el dolor se
transformó en agradecimiento.
Dije a la fuente: ¡Háblame de Dios! Y el agua brotó.
Dije a mi madre: ¡Háblame de Dios! Y mi madre me
dio un beso en la frente.
Por nosotros que no perdonamos las ofensas.
que pretendemos compaginar
el servirte a ti y al egoísmo.
Dije a la mano: ¡Háblame de Dios! Y la mano se
convirtió en servicio.
Dije al enemigo: ¡Háblame de Dios! Y el enemigo me
tendió la mano.
Dije a la gente: ¡Háblame de Dios! Y la gente se
amaba.
Por nosotros, que no nos atrevemos
a ir por la senda estrecha.
que nos contentamos con decir: “Señor, Señor”
sin hacer caso de tu voluntad.
Dije a la voz: ¡Háblame de Dios! Y la voz no encontró
palabras.
Dije a Jesús: ¡Háblame de Dios! Y Jesús me enseñó
el PADRENUESTRO...
Por nosotros, que no amamos con obras y de verdad.
que queremos seguirte
sin renunciar a nuestras comodidades
y haciendo nuestros gustos.
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22. GRACIAS SEÑOR
Míranos con cariño para que lleguemos a ser
personas nuevas, como tú quieres.
Gracias Señor,
porque podemos ser fuertes.
Gracias Señor,
porque podemos ser sinceros.
Gracias Señor,
porque somos alegres
Gracias Señor,
por la vida que nos das.
Gracias Señor,
porque nos quieres libres.
Gracias Señor,
porque nos das responsabilidades.
Gracias Señor,
porque somos capaces de tener amigos.
Gracias Señor,
porque así podemos hacer un mundo de hombres
hermanos.
19. EL CODIGO DE LA LIBERTAD
Soy libre cuando creo en un Dios que todo lo ha
creado con libertad.
Soy libre cuando acepto la libertad de los otros.
Soy libre cuando logro ser persona.
Soy libre si advierto que los demás me necesitan.
Soy libre cuando soy consciente de que “todo me está
permitido, pero no todo me conviene”.
Soy libre si sólo la verdad puede hacerme cambiar de
camino.
Soy libre cuando logro que florezca la libertad a mi
alrededor.
Soy libre cuando estoy persuadido de que no soy vaso
lleno sino que sigo necesitando siempre a los demás.
ORACIÓN por la falta de PAZ
Soy libre cuando no he perdido la esperanza de poder
enriquecer a los otros.
Danos, Señor, la paz “tu paz”
20. TE PEDIMOS, SEÑOR
23. CORAZÓN NOVO
Señor, amence un novo día, o teu sol está na miña
vida. Outra vez o traballo chama por nos, o quefacer
da cada día.
O agobio afúndenos, o estrés axítanos e atóntanos.
Un novo día no que hay que ir de acó para aló, ás
présas.
Por nuestras pandillas, para que tengamos confianza,
nos queramos y ayudemos.
Por nuestras familias, para que estemos a gusto y nos
queramos al máximo.
Por nuestros grupos de clase, para que nos
aceptemos y ayudemos. Por nuestros equipos de
deporte, para que a través de ellos nos unamos,
apoyemos, encontremos ilusión y nos sintamos más
sanos.
Axúdanos a sair e toma-lo aire,
a estar a carón de Ti e de nos mesmos,
preto da verdade da vida,
dun certo silencio que nos asulage,
dun eco que non deixe de dicir ¡ánimo¡,
dunha fe que nos solde.
Por la gente joven que se une buscando un poco de
apoyo y calor y que, a veces, derivan hacia la droga,
la superficialidad, el atraco...
Que non nos pese o cansazo, Señor.
Que nos queiramos todos cada día un chisco máis
e que saibamos que Ti nos queres así como somos,
coas nosas virtudes e os nosos defectos.
Por los que se unen con fines buenos: formarse, hacer
campañas en bien de los demás, hacer mejor política,
hacer arte, hacer una Iglesia mejor.
Gracias, Señor, porque, maila as nosas quixas,
nos dás un novo día, un novo sol, unha nova loita,
xente que nos quere e nos apoia,
e , por riba de todo, porque cada día te nos dás Ti.
21. EL PROGRAMA DE LA FELICIDAD
Dichosos los que tienen un corazón de pobre, abierto
a Dios y a los otros; Dios está con ellos.
Dichosos los que saben llorar y compartir el
sufrimiento de los hermanos, también serán
consolados.
Dichosos los humildes y sencillos, que no se ponen
encima de los otros; todo el mundo los amará.
Dichosos los que tienen hambre y sed de ser justos y
buenos; un día serán saciados.
Dichosos los que tienen un corazón transparente;
descubrirán y vivirán el amor de Dios.
Dichosos los que hacen la Paz; Dios los reconocerá
como hijos suyos.
Dichosos los que están dispuestos a sufrir por ser
fieles a Dios; Dios está con ellos y les recompensará.
... propuesto por Jesús a sus amigos.
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OFRECIMIENTO A MARÍA
PARA COMENZAR EL DÍA
María, Madre...
Con esta palabra que resonó tantas veces
En el corazón de Jesús,
Y que sus labios pronunciaron con cariño de hijo,
vengo a consagrarme a ti,
Con todo lo que soy...
Señor Jesús,
Enséñame a vivir a fondo cada instante,
Cada segundo que me es dado.
Haz que aprenda a actuar con serenidad,
A empujar sin precipitación,
A unir paz y valentía, sensatez y decisión.
Y justamente ahora que comienzo, ayúdame, porque
soy débil.
Te ofrezco, María, mi juventud
Con todas sus riquezas y pobrezas,
Con sus anhelos de verdad, de justicia, de paz...
Permanece conmigo cuando trabajo,
Llena el vacío de lo que hago,
De mis obras,
De manera que lleguen a ser
Fruto de tu mismo amor.
Te ofrezco mis deseos de ser para Dios
Y para los demás, como Jesús,
Mis ansias de amar como Jesús ama...
Te ofrezco mi corazón que quiere dejarse
Transformar por los sentimientos de Jesús
María, quiero que tu luz ilumine mi sendero, que tu
mano me guíe hacia la realización de los ideales de mi
vida,
Que tu corazón me atraiga y me lleve siempre a elegir
lo que es de Dios.
Y no permitas que el orgullo me traicione.
Porque todo, absolutamente todo,
Señor, te lo debo a Ti.
AL TÉRMINO DEL DÍA
María, acoge lo que hoy te entrego, y no dejes que yo
me aleje nunca de ti.
Señor, del universo
Perdono a todos cuantos me han ofendido
A los que me han hecho daño,
Adrede o sin querer.
Que en ti encuentre siempre estímulo
Para la lucha, apoyo en el desaliento,
Sonrisa en la tristeza,
Fuerza para seguir creyendo que Dios es amor, me
llama a ser amor, a construir
la nueva civilización del amor...
Si he hecho algo mal, olvídalo.
Que mis pensamientos y mis palabras,
Te sean agradables,
Mi Dios y mi Libertador.
PLEGARIA DEL ÁRBOL
Gracias por el día que me has dado:
Vela mis descanso,
Yo quiero estar contigo.
Mírame, Señor,
Con mis brazos extendidos,
Con mis manos abiertas,
Con mi corazón lleno de bondad;
¡soy como un árbol !
PARA COMENZAR LA CLASE
Y hasta soy más grande, Señor,
Que esos árboles de allá abajo, de la ribera; yo,
Señor, doy frutos
En todas las estaciones, hasta en invierno, hasta
cuando el cielo está gris
Y el frío cubre de hielo
A los hombres y la tierra.
Aquí nos tienes, Señor,
Siempre dispuestos,
Rodeados de libros y tareas,
Y con el corazón abierto,
Siempre abierto
Por si quieres llamar a nuestra puerta.
Mírame, Señor, soy como un árbol
Y le digo a todos:
¡Ven a comer de los frutos de mi árbol!
¡Ven a tomar mi sonrisa si te roe la tristeza, ven a
saborear mi perdón,
si el mal te ha hecho daño,
ven a coger mi amistad si el miedo te atenaza,
ven a compartir mi gozo si el dolor te ha herido,
¡ven a cobijarte bajo mi árbol!
Queremos encontrarte en nuestras cosas,
En la cultura, en la familia y en la escuela
Y gritar a una voz que te queremos.
¡Te invitamos a sentarte en nuestra mesa!
No dejes que seamos insensibles
Al inmenso dolor que nos rodea.
Danos entrañas de misericordia
Para compartir los gozos y las penas.
Aquí estamos, Señor,
Por si nos llamas,
Dispuestos a comenzar nuestra tarea
De la mano de María, nuestra madre,
La mujer siempre fiel, sencilla y buena.
Quédate, Señor, junto a nosotros
Que tu luz ilumine nuestra senda.
Mírame, Señor:
Como me lo pediste,
Soy un árbol que da buenos frutos
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