www.iasdsanjudas.com FILOSOFIA ADVENTISTA SOBRE LA MUSICA La iglesia adventista del Séptimo Día surgió del cumplimiento de la profecía y con el propósito de ser un instrumento de Dios para la proclamación mundial de las buenas nuevas de salvación por la fe en el sacrificio expiatorio del Hijo de Dios y por obediencia a sus mandatos como preparación para el regreso de nuestro Señor. Las vidas de quienes aceptan esta responsabilidad deben ser tan distintas como lo es su mensaje. Esto exige que cada miembro este totalmente consagrado a los ideales y objetivos de la iglesia. Tal dedicación afectara a todos los departamentos de la iglesia y ciertamente influirá en la música usada para la iglesia para cumplir la misión que Dios le ha señalado. La música es uno de los mayores dones que Dios le ha dado al hombre y uno de los elementos más importantes de un programa espiritual. Es una de las avenidas de comunicación con Dios. “Es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón de la verdad espiritual” (la Educación p. 163. Tratándose de asuntos de importancia eterna, es esencial que se tenga claro el concepto del tremendo poder de la música. Tiene poder para elevar o degradar; puede ser usada al servicio del bien o del mal. “Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas; para avivar el pensamiento y despertar simpatía; para promover la armonía de acción y desvanecer la melancolía y los presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo”. (Ibíd. P. 163. Por lo tanto, aquellos que seleccionan la música para cumplir con los propósitos singulares de esta iglesia, deben ejercer el mayor discernimiento en su selección y uso. Para alcanzar estos ideales, necesitaran de sabiduría mas que humana. La revelación nos proporciona como guía los siguientes principios generales: La música debiera: 1. Glorificar a Dios y ayudarnos a adorarle en forma adaptable ( 1 Cor. 10:31). 2. Ennoblecer, elevar y purificar los pensamientos del cristiano (Fil. 4:8, PP p. 645). 3. Influir de manera efectiva sobre el cristiano para lograr el desarrollo del carácter de Cristo en su propia vida y en la de otros ( MS 57, 1906) 4. Poseer una letra que este en armonía con las enseñanzas bíblicas de la iglesia (R y H, 8 de junio, 1912) 5. Revelar compatibilidad entre el mensaje expresado por las palabras y la música evitándose una mezcla de lo sagrado y lo profano (Ez. 22:26) 6. Evitar los efectos teatrales y la ostentación vanidosa (Evangelismo, p. 137; RyH, 30 de Noviembre de 1900) 7. Dar preeminencia al mensaje del texto, el cual no debería verse disminuido por los elementos musicales (Obreros Evangélicos p. 370-1) 8. Mantener un equilibrio juicioso entre los elementos emocionales, intelectuales y espirituales (RyH, 14 de Noviembre 1989) 9. Nunca comprometer los elevados principios de la dignidad y la excelencia por querer alcanzar a la gente en el nivel donde se encuentra (Testimonios, T. 9 p.143; Evangelismo,p.137) 10. Ser apropiada para cada ocasión, cada lugar y cada publico (Evangelismo, p.333-4) [email protected] www.iasdsanjudas.com En la música de los diversos grupos culturales y étnicos se encuentran elementos de validez religiosa que pueden elevar espiritualmente; sin embargo, el gusto musical y las practicas de todos deberían conformarse al valor universal de un carácter semejante al de Cristo, y todos deberían luchar por alcanzar la unidad del espíritu y propósito que tiene el evangelismo, y no una mera conformidad. Deben evitarse cuidadosamente todos aquellos elementos mundanos en la música que no expresan los elevados ideales de la fe cristiana. Los principios enunciados servirán como criterios efectivos para la selección e interpretación de la música usada para cumplir los diversos fines de la iglesia. Ciertas formas musicales, tales como el jazz, el rock y sus formas afines, son consideradas por la iglesia como incompatibles con estos principios. Las personas responsables de las variadas actividades musicales de la iglesia, ya sea como directores o ejecutantes, no encontraran problema alguno en la aplicación de estos principios, en ciertas áreas son mucho mas complicadas por lo cual se hace la siguiente presentación detallada de los factores involucrados. I. MUSICA SACRA A. La música en el servicio del Culto Divino La adoración debería ser la actividad primaria y eterna del hombre. El propósito mas elevado del hombre es glorificar a Dios. Cuando el adorador se acerca a la casa de Dios para ofrecer un sacrificio de alabanza, debe ofrecerlo con la mejor música posible. Es esencial hacer una planificación cuidadosa de cada elemento musical del culto a fin de que los miembros de la congregación no sean meros espectadores, sino participantes. Los himnos usados en el servicio del culto deberían ser mayormente alabanzas dirigidas a Dios. Se deberían usar los grandes himnos de la tradición cristiana. Los himnos deben tener melodías fuertes, aptas para el canto y una letra digna. El pastor debería preocuparse de aumentar la calidad y el fervor del canto congregacional “Rara vez debieran cantar solo unos pocos” (Counsels on Health p. 481-2). La experiencia cristiana será grandemente enriquecida por el aprendizaje y el uso de nuevos himnos. Donde sea posible, un coro formado por músicos consagrados y bien preparados Podrá ayudar a crear un mejor clima de adoración, cantando himnos y corales del hondo significado espiritual y de alta calidad musical. La música instrumental, ya sea de piano o de órgano, debiera armonizar con los levados ideales del culto. Los números que se interpretan deben elegirse de entre los mejores materiales, siempre teniendo en cuenta la capacidad del ejecutante. La persona que acompaña musicalmente al canto congregacional tiene la pesada responsabilidad de mantener una elevada norma en sus interpretaciones, tanto cuando acompaña, como cuando toca los preludios, interludios y postludios. Si en el transcurso del culto se usaran solo vocales u otros números musicales, se deberían buscar cantos cuya letra tenga base [email protected] www.iasdsanjudas.com bíblica. Estos solos deberán estar dentro del alcance de las habilidades del interprete y se presentaran al Señor sin despliegues de recursos técnicos. La comunicación del mensaje debiera ser lo primordial. B. La Música en el Evangelismo La música usada en el evangelismo puede incluir cantos espirituales que no sean solamente himnos a Dios. Pueden usarse cantos que hablen del amor de Dios de los el hace por sus hijos o que testifican de nuestra aceptación de Jesús, de nuestro amor y aceptación por el y de nuestra decisión de servirle. No se debe transigir con los elevados principios de dignidad y excelencia que caracterizan a nuestro mensaje a fin de preparar a un pueblo santo para la segunda venida de Cristo. La música escogida para el evangelismo debería: 1. Dirigir al oyente a Jesús, quien es el camino, la verdad y la vida. 2. Preparar el camino para la presentación del mensaje de la palabra de Dios, o ahondar su exhortación, suscitando una respuesta de parte de los oyentes. 3. Ser interpretado por personas cuyas vidas están en armonía con el mensaje que presentan. 4. Ser el vehículo de la honda impresión de las verdades bíblicas que inspiran a realizar cambios positivos en la vida. 5. Ser presentados en forma ordenada y cuidadosamente planeada. 6. Ser sencilla y melódica, presentada sin destacar innecesariamente al interprete. 7. Dar preferencia a la predicación de la Palabra. Tanto énfasis como en la cantidad de tiempo que se le dedica. 8. Interesar en forma equilibrada al intelecto y las emociones: no solamente en cantar a los sentidos. 9. Ser significativa y comprensible, tanto en contenido como en estilo, para la mayor parte posible del auditorio. C. La música en el Evangelismo de los Jóvenes En lo único que atañe al trabajo entre los jóvenes, se aplica la mayor parte de las sugerencias ya presentadas. Sin embargo, es preciso considerar algunos aspectos particulares de esta área de trabajo. Los jóvenes tienen a identificarse estrechamente con la música de la cultura joven contemporánea. El deseo de alcanzar a estos jóvenes con el evangelio de Cristo a veces lleva a uso de ciertos estilos musicales no del todo deseables. En todos estos estilos, el elemento más problemático es el ritmo. De todos los elementos musicales, es el ritmo el que produce la respuesta física mas fuerte. Algunos de los mayores éxitos de Satanás han sido logrados a través de los estímulos hechos a la naturaleza física. Demostrando una clara percepción de los peligros de este modo de llagar a los jóvenes, la sra. E.G. [email protected] www.iasdsanjudas.com White declara: “Tienen un buen oído musical y Satanás sabe cuales órganos excitar a fin de animar, sostener, absorber y cautivar la mente para que no deseen a Cristo. Faltan los intensos deseos espirituales del alma por tener conocimiento divino y crecer en la gracia”. (Testimonies, T1 p. 497). Esta es una fuerte denuncia de la manera en la cual puede ser usada la música en directa oposición al plan de Dios. El jazz, el rock y las formas musicales afines son muy conocidas por las respuestas sensuales que crean en las masas. Por otra parte, hay muchas músicas tradicionales y folklóricas que pueden considerarse como legítimos estilos musicales. Algunas de estas formas constituyen vehículos aceptables del testimonio cristiano. Otras podrán ser aceptadas en un ambiente cristiano secular, pero no serian apropiadas para llevar el nombre del Salvador, Aun otras músicas tradicionales puedan estar totalmente al margen de la experiencia del cristiano, resulta claro entonces, que cualquier forma de música; tradicionales o “folklórica” debe juzgarse por los mismos principios generales que rigen otros tipos de música. “El ideal que Dios tiene para sus hijos esta por encima del alcance del mas elevado pensamiento humano” (La Educación, p. 16). Aquellos que se esfuercen por lograr este elevado ideal y que dirigen el evangelismo juvenil encontraran que al hacer un estudio cuidadoso de la música a usarse, recibirán en respuesta a sus oraciones la iluminación del Espíritu Santo. Además del problema del ritmo hay otros factores que afectan las cualidades espirituales de la música: 1. Estilo Vocal: Debiera evitarse el estilo ronco de los cantantes de la música rock o el estilo sugestivo y sentimental de quien canta en el club nocturno, así como toda otra distorsión de la voz humana. 2. Tratamiento armónico: Debiera evitarse el uso de músicas saturadas de acordes de séptima, novena, undécima y decimotercera. Estos acordes, usados en forma mesurada, generan hermosura, pero cuando se los usa excesivamente, crean una música sensual que distrae la verdadera calidad espiritual inapropiada del texto. 3. Presentación Visual: Todo aquello que llama indebidamente la atención al interprete, como ser el movimiento corporal excesivo o la vestimenta inapropiada, no tiene cabida en el evangelismo. 4. Amplificación: Se debe tener mucho cuidado para evitar la amplificación excesiva, tanto del instrumento como de la voz. Se debe ser sensible a las necesidades espirituales de aquellos que dan su testimonio musical como también a las de quienes han de recibirlo. Se debe seleccionar con cuidado el equipo de amplificación. 5. Presentación: El objetivo primordial de la presentación de toda música sacra debe ser la exaltación de Cristo y la exaltación del músico o meramente el entretenimiento de los oyentes. D. La música en el Hogar [email protected] www.iasdsanjudas.com 1. La educación musical debe comenzar cuando el niño es aun pequeño mediante: a. La presentación de los grandes himnos y cantos sacros dentro del marco alegre e informal del culto familiar. b. La formación del habito de oír buena música ya sea en la radio familiar o en cualquier equipo de reproducción de sonido que haya en la casa. c. La asistencia de la familia a conciertos cuyas normas estén acodes con la expuestas en este documento. d. El debido ejemplo y la influencia correcta de los padres. 2. Debería estimularse a los miembros de la familia a participar juntos en los cantos y en la ejecución de instrumentos musicales. Debiera estimulase a experimentar con la composición de poesías y música. Debiera establecer una discoteca familiar bien seleccionada. Debe reconocerse que Satanás esta empeñado en conquistar la mente y en que forma imperceptible puede efectuarse cambios de mentalidad que podría alterar las percepciones y los valores, tanto para el bien como para el mal. Por lo tanto, debe ejecutarse muchísimo en el cuidado en el control de lo que se escucha en la radio y en la televisión, evitando especialmente todo aquello que pudiera ser vulgar, seductor, barato, inmoral, teatral o que pudiera relacionarse con la rebeldía. 3. 4. 5. II . MUSICA SECULAR La música “ debidamente empleada,... es un precioso don de Dios, destinado a levar los pensamientos a temas mas nobles, a inspirar y elevar el alma” (La educación, pag 163). El estilo de vida de los adventistas del séptimo día, exige que cada cristiano practique un alto grado de discernimiento y responsabilidad individual en la selección de música secular para su uso personal o para la presentación publica. Tal música debe elevarse a la luz de la instrucción de Fil. 4:98 “Por lo demás hermanos todo lo que es verdadero, todo lo que es honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. También tendrá en cuenta la admonición dada por Elena G. de White en Testimonies For the Church, tomo 1, p.497: “Se me mostró que los jóvenes deben adoptar una posición mas elevada y hacer de la palabra de Dios si consejera y guía. Sobre los jóvenes reposa solemnes responsabilidades que ellos tienen en poca estima. La introducción de música en sus hogares, en lugar de incitar a la santidad y a la espiritualidad, ha sido el medio de distraer sus mentes de la verdad. Las canciones frívolas y las músicas populares del día parecen resultarle muy de su agrado. Los instrumentos musicales les han quitado el tiempo dedicado a la oración. Cuando se la emplea mal, es una terrible maldición”. [email protected] www.iasdsanjudas.com El cristiano no cantara canciones incompatibles con sus ideas de verdad, honestidad y pureza. Evitara todo aquello que haga que el mal aparezca como deseable o que el bien aparezca, pero de poca importancia. Procurara evitar las composiciones cuya letra tenga frases de poco contenido, mala poesía, palabras sin sentido, sentimentalismo frivolidad, todos estos elementos que puedan alejarlo del consejo y de la enseñanzas encontradas en la Biblia y en el Espíritu de Profecía. Estimare que los “Blues”, y el jazz, el rock, la música “beat”, así como otros estilos similares, no hacen bien al desarrollo del carácter cristiano pues abre las mentes a pensamientos impuros y llevan a una conducta impía. Tales músicas tienen una relación muy clara con las costumbres liberales de la sociedad contemporánea. La distorsión del ritmo, de la melodía y de la armonía, tal como se les usa en estos estilos, combinada con la excesiva amplificación, embota la sensibilidad y finalmente destruye el aprecio por lo que es bueno y santo. Debiera tomarse especial cuidado al usar una melodía secular con letra sagrada a fin de que la connotación profana de la música que elija, ya sea para oír o para interpretar, los principios presentados en esta Filosofía de la Música. El verdadero cristiano tiene la posibilidad de dar testimonio de su fe ante otros, por la selección de música secular que realiza en ocasiones sociales. Por el estudio diligente y la selección cuidadosa, buscara esos tipos de música que sean compatibles con sus necesidades sociales y sus principios cristianos. “Debe haber una conexión viva con Dios por medio de la oración; una conexión con Dios por medio de cantos de alabanza y gratitud” (Elena G. de White, Carta, 96 1898; Evangelismo, p. 498). [email protected]