A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 8 de julio de 2008, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Hitters, Pettigiani, Kogan, Genoud, de Lázzari, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa A. 69.042, "Fisco de la Provincia de Buenos Aires contra SCAC Sociedad Cementos Armados Centrifugados S.A. Apremio". A N T E C E D E N T E S La Cámara Administrativo de con Apelación asiento en en La lo Contencioso Plata, declaró improcedente la queja interpuesta por la parte actora y sus letrados apoderados contra el rechazo del recurso de apelación deducido respecto de la resolución del juez de primera instancia que, al decretar el embargo requerido, lo hizo bajo la responsabilidad del accionante y de los letrados peticionantes. Disconformes letrados dedujeron con tal recurso pronunciamiento, los extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 12/17). La Cámara denegó su concesión (fs. 25/26), ante lo cual interpusieron la queja prevista en el art. Comercial (fs. 55/60). 292 del Código Procesal Civil y Tras requerir los autos principales, este Tribunal hizo lugar a la queja, declarando mal denegado el recurso de inaplicabilidad de ley (fs. 63/64). Para así decidir, puso de manifiesto que si bien, en principio, las decisiones relativas a medidas cautelares no revisten carácter definitivo en los términos del art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial, aplicable al caso en virtud de lo dispuesto en el art. 60 de la ley 12.008 -texto atribuir desde a según la que ley 13.101- decisión lo en impugnada decidido -en el el caso era referido cuanto dable carácter, establece la responsabilidad personal de los letrados apoderados de la Fiscalía de Estado por la medida trabada- podría generar un perjuicio de imposible o insuficiente reparación ulterior. Encontrándose consentida la providencia de autos (fs. 66/67), la causa se encuentra en estado de dictar sentencia, por lo que corresponde plantear y votar la siguiente C U E S T I O N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I O N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: I. Antecedentes. a) El 3-VI-2005 el Fisco provincial promovió acción de apremio contra SCAC Sociedad de Cementos Armados Centrifugados S.A., requiriendo a título cautelar el embargo de un inmueble y de fondos y valores (fs. 15/16, expte. 98285 que corre por cuerda). b) El 19-VIII-2005 el titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo nº 1 del Departamento Judicial La Plata, doctor Luis Arias, en lo que interesa al caso, ordenó se librara mandamiento de intimación de pago, citó de remate a la deudora y bajo la responsabilidad del accionante y del letrado peticionante decretó el embargo sobre el bien denunciado como de propiedad de la demandada (fs. 17/18, expte. 98.285 que corre por cuerda). c) Contra dicha resolución los letrados apoderados del Fisco interpusieron recursos de reposición con apelación en subsidio (fs. 19/20, expte. 98.285 que corre por cuerda), los que fueron rechazados mediante auto del 3-X-2005 (fs. 21, expte. 98.285 que corre por cuerda). d) Así las cosas, los letrados, por sí y por la actora, interpusieron recurso de queja ante la Cámara (fs. 6/8 del principal), órgano que lo declaró improcedente (fs. 10). A tal fin argumentó que el Tribunal ha admitido como excepción al principio de apelación limitada que rige en el proceso de apremio, la recurribilidad de resoluciones que generen un gravamen de difícil reparación ulterior, y que el pronunciamiento cuestionado no ocasiona agravio actual alguno al recurrente. e) Deducido extraordinario de por los inaplicabilidad letrados de ley recurso contra dicha resolución (fs. 12/17), la Cámara lo denegó (fs. 25), lo que motivó -como quedara expuesto líneas arriba- la interposición de una queja (fs. 55/60), que fuera admitida por este Tribunal (fs. 63/64). II. Fundamentos del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. En el aludido libelo impugnatorio los letrados señalan que la Cámara de Apelaciones ha violado o aplicado erróneamente los arts. 58, 199, 208, 242 inc. 3º, 384 y concordantes del considerando se Código hallan Procesal Civil conculcadas y las Comercial, garantías de propiedad, debido proceso y reserva legal (arts. 17, 18 y 19 de la Const. nacional). Denuncian, además, que el órgano a quo ha incurrido en arbitrariedad por el desvío lógico jurídico de entender que la resolución apelada no les causa agravio irreparable. supuesto de establecerse traba de Finalmente gravedad recaudos medidas (responsabilidad destacan institucional extra legales cautelares personal del a que por para existe cuanto, proceder favor representante del a un al la Fisco fiscal), se afecta la normal y efectiva percepción de la renta pública. Exponen que la resolución recurrida convierte en definitiva a la providencia de origen que les impuso la asunción de una responsabilidad no prevista por la ley, constituyéndolos en parte procesal de un pleito que resulta ajeno a sus intereses. Afirman que el agravio expuesto -contrariamente a lo sostenido por la Cámara- resulta actual y no puede repararse útilmente en otra etapa del proceso. Ello por cuanto no requiere para su consumación que se efectivice una condena en su contra a pagar daños y perjuicios, siendo suficiente que se les imponga transitar por el juicio en calidad de parte, al margen de que el resultado sea favorable o desfavorable a sus intereses. Destacan que la sinrazón del carácter de parte procesal que se les ha endilgado en primera instancia surge palmaria de las disposiciones de los arts. 199 y 208 del Código Procesal Civil y Comercial, en tanto establecen que la responsabilidad por la traba de medidas cautelares corresponde a quien es parte y ejerce el derecho que la ley le otorga para obtenerla, calidad que obviamente no reúne el simple apoderado. En impugnado, definitiva, declarando solicitan que la se case resolución el de decisorio primera instancia debe ser tratada por la Cámara. III. Desarrollo argumental y propuesta decisoria. Anticipo mi parecer favorable al acogimiento del recurso. El a quo en su sentencia de fs. 25 ha violado los arts. 199, 208 y 209 del Código Procesal Civil y Comercial y 17 de la Constitución presencia de un nacional, pronunciamiento ya que le que estamos genera a en los letrados recurrentes un perjuicio de imposible reparación posterior, imponiéndoles una obligación sin fundamento legal atinente. Ello así pues, en la hipótesis de quedar firme la decisión atacada y en caso de que fuese levantada la medida cautelar o repelida la pretensión liminar de la actora, los quejosos deberán responder con su patrimonio de las resultas del pleito, sin posibilidad de intentar, en tales condiciones, revertir la situación. De tal modo, queda en evidencia el gravamen que padecen los quejosos, perjudicados por la decisión judicial que los coloca en una situación más desfavorable a la que tenían con anterioridad a la sentencia (Ac. 67.628, "Parini de Toselli", sent. del 29-II-2000; Ac. 87.607, "Sánchez", sent. del 11-V-2005; L. 84.640, "Calderón de Loiza", sent. del 18-VII-2007). Por lo expuesto, corresponde hacer lugar al recurso deducido, revocándose el decisorio impugnado y -en virtud de las especiales circunstancias del caso- componer positivamente el litigio (doct. art. 289 inc. 2 del C.P.C.C.), resolviendo el fondo de la cuestión (Ac. 88.573, "Fundación Hematológica Sarmiento", sent. del 2-III-2005), estableciendo que la responsabilidad por todas las costas y daños y perjuicios que pudiere ocasionar la traba de una medida precautoria pedida sin derecho sólo es atribuible a la parte que la solicitare (arts. 199 y 208, C.P.C.C.). En atención a las circunstancias del caso, las costas se imponen por su orden (arts. 68 y 289 del C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: Adhiero al voto del doctor Hitters. Debe acogerse la queja traída, toda vez que resulta palmario que los letrados de la parte actora pueden sufrir un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior en el caso de tener que asumir a título personal la caución por el embargo solicitado en nombre de la parte que representan, y, eventualmente, tener que responder por las costas y los daños y perjuicios que pudiere ocasionar, en caso que el embargo solicitado hubiere sido requerido sin derecho. Ello así, desde que no es dable confundir la responsabilidad de la parte que tiene un interés propio comprometido en el conflicto que se ventila, con la de su apoderado en cumplimiento del mandato recibido (arts. 59 de la ley 5177 y 1946 del Código Civil). No debe perderse de vista que embargo por el resulta tipo de proceso presupuesto de para que seguir se trata, adelante el la ejecución encomendada. Máxime en un supuesto como el de autos en que la Provincia está exenta de brindar contracautela (arts. 13 del decreto ley 9122 y 200 inc. 1 del C.P.C.C.), sirviendo de pauta interpretativa orientadora de la sanción posterior de la ley 13.406 (B.O., 30-XII-2005), la que en su art. 5º expresamente hace extensiva aquella exención también a los apoderados. Por lo expuesto brindo mi adhesión en cuanto se propone acoger particulares la queja traída circunstancias de y, la en virtud causa, de se las propicia asimismo componer de manera positiva el litigio (arts. 292 y 289 del C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. La fundamentos señora del señor Jueza Juez doctora doctor Kogan, Hitters, por votó por los la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Genoud dijo: I. Adelanto que en mi opinión asiste razón al recurrente. La decisión de la Cámara actuante al declarar mal concedido el recurso de apelación por considerar que la decisión apelada no ocasiona un agravio actual al letrado, viola el art. 242 inc. 3º del Código Procesal Civil y Comercial Conforme la norma citada, a los fines de la admisibilidad del recurso de apelación, tratándose de una providencia agravio simple que no es necesario pueda ser que la reparado misma por la cause un sentencia definitiva. Afirma Colombo, al comentar similar disposición en el ordenamiento procesal nacional, que el interés para recurrir está determinado por el vencimiento en la cuestión debatida o, como en el caso, por el gravamen que causa una decisión, que no puede ser subsanado en la sentencia definitiva. A los fines de fundamentar la apelabilidad de una de las providencias contempladas en el inciso tercero del art. 243, conforme el criterio sostenido por el autor citado, debe denunciarse un agravio que emana de la injusticia de la resolución a consecuencia de errores del juez (Colombo, Comercial de Carlos la J., Nación, "Código Anotado y Procesal Civil Comentado", y Cuarta Edición, pág. 400). Toda vez que, de ser consentida, una providencia simple cause un agravio que no sea posible reparar en el curso de un juicio, cabe concluir que la misma es apelable. O, lo que es lo mismo, si el ataque mediante el recurso se hace indispensable para alcanzar una mejora en la posición en que ha dejado al recurrente la providencia en cuestión, estamos en presencia de uno de los supuesto aprehendidos por el art. Comercial 242 (ver inc. 3º Hitters, del Juan Código Carlos, Procesal "Técnica Civil de y los Recursos Ordinarios", pág. 348 y concs.). En mi entender, la decisión de la Cámara al declarar inapelable, y por ende no susceptible de revisión, la providencia que hizo personalmente responsable a la letrada recurrente por los daños y perjuicios que ocasione la medida precautoria en el caso de haberse pedido sin derecho (arts. 199 y 208 del C.P.C.C.) -a lo que se agregan los supuestos de los arts. 198 2º párrafo in fine y 207 del Código de rito (demora en la notificación del demandado de la inhibición dispuesta, caducidad de la medida por no haberse interpuesto la demanda en el plazo de 10 días de trabada)- omite considerar que bastará la ocurrencia de cualquiera de las circunstancias contempladas en los artículos citados para que el interesado quede expuesto al reclamo de los inhibidos, incluso con prescindencia y aún antes de llegarse a la culminación del proceso principal en el que se persiga el cobro de la deuda impositiva cuyo cobro se pretende afianzar. A los fines de resolver acerca de la apelabilidad de la decisión del Juez de Primera Instancia, cabe concluir que el agravio denunciado no es meramente conjetural o hipotético, sino actual, pues obliga al letrado del Fisco provincial a mantenerse vinculado a un proceso en el que se ventilan intereses que le son por completo ajenos, incluso más allá de su permanencia en los cuadros de la Administración cuyas instrucciones dice seguir al promover la acción, generando un vínculo jurídico con los demandados, inexistente antes del dictado de la providencia atacada. De allí que el remedio recursivo intentado es necesario a los fines de resguardar los derechos cuya protección y restablecimiento reclama la quejosa ante la alzada. II. Por los fundamentos expuestos, se hace lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, revocándose el decisorio impugnado, remitiéndose la causa a la Cámara recurso de de origen apelación a fin que de que fuera proceda denegado. a tratar Costas por el su orden atento las circunstancias del caso (arts. 68 y 289 del C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. El señor Juez doctor de Lázzari, por los fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votó por la dictándose la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, por mayoría, se hace lugar al recurso extraordinario interpuesto, por lo que se revoca el decisorio impugnado y se compone positivamente el litigio (art. 289 inc. 2º del C.P.C.C.), resolviendo el fondo de la cuestión, estableciéndose que la responsabilidad por todas las costas y daños y perjuicios que pudiere ocasionar la traba de una medida precautoria pedida sin derecho, sólo es atribuible a la parte que la solicitare (arts. 199 y 208 del C.P.C.C.). Costas por su orden atento las circunstancias del caso (arts. 68 y 289 del C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase.