Epistemología, política y ética platónica

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Tema − 3 La Filosofía de Platón
(427 − 347 a.C.)
La Constitución del Universo.
El último gran sistrema cosmológico en el periodo de la filosofía presocrática fue el atomismo mecanicista,
propuesto por Demócritos. Pero este método tuvo poca fortuna en el pensamiento griego posterior ya que los
grandes filósofos griegos − Platón y Aristóteles − lo rechazaron enérgicamente. Este rechazo se debió a dos
tipos de consecuencias:
• El conocimiento de la naturaleza resultaba imposible.
• Como el universo no es sino un producto imprevisto e imprevisible de tales colisiones y
combinaciones, resulta por tanto que el cosmos, el orden, proviene del desorden.
La explicación platónica de la naturaleza rechaza este último punto de manera radical: el orden no puede ser el
resultado azaroso del desorden. El orden solo puede provenir de una inteligencia ordenada. Platón retorna
pues a la idea de que hay una inteligencia ordenada, que el mismo Platón nombra como Demiurgo.
Esta inteligencia ordenada actúa sobre una materia eterna, que Platón denomina de muchas maneras utilizando
diversas metáforas. En este punto, Platón se aproxima al atomismo al admitir una materia eterna y
eternamente agitada de movimientos desordenados.
Junto a estos principios o causas Platon estable un tercer principio: Las ideas. Estas resultan necesaria en la
explicación platónica desde el momento que se introduce una inteligencia ordenada ya que todo ser inteligente
que fabrica o construye algo, lo hace de acuerdo con un plano o modelo siendo por tanto la función de
Demiurgo es la de plasmar las ideas en la materia.
La teoría de las Ideas
La doctrina central de la filosofía platónica es la teoría de las ideas, esta doctrina consiste en la afirmación de
que existen entidades inmateriales, absolutas, inmutables y universales independientes del mundo del
devenir.
El termino idea no debe inducir a error con su definición moderna, tratándose en este caso de realidades, mas
aun, de las únicas realidades en el sentido pleno, ya que de ellas deriva todo lo que hay de real en el mundo
físico.
La concepción platónica de la realidad es dualista: existe el mundo de las ideas, inmaterial e inmutable, y
existe el mundo físico.
En efecto, las ideas son las que imponen a la materia una estructura inteligible, una consistencia y una
estabilidad que la materia no posee. Así, los cuatro cuerpos elementales − fuego, aire, agua y tierra − por
ejemplo, alcanzan su consistencia y naturaleza propias cuando Demiurgo impone a la materia estructuras
geométricas precisas, conforme a ideas y formas geométricas.
La Realidad y el Conocimiento
• La Estructura de la Realidad: las ideas y el mundo físico.
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♦ Origen de la Teoría de las ideas
La pregunta por el origen de la teoría platónica de las ideas no puede
ser respondida de un modo definitivo y satisfactorio. En la filosofía presocrática encontramos, desde luego,
elementos que fueron incorporados por Platón como las estructuras y relaciones matemáticas como principio
de inteligibilidad del universo, los entes matemáticos que son ideas en la doctrina de Platón y el universo
cambiante que nos muestran los sentidos.
♦ Imitación y Participación de las ideas
Platón separo las ideas basándose en que las ideas no depender ni en su
ser ni en su verdad ni en su permanecía de las cosas sensibles. Pero si las ideas no dependen en su ser de los
seres físicos, estos si que dependen de ellas, para explicar esta relación Platón recurre a dos términos,
participación e Imitación.
La Imitación pone el acento en que las ideas son modelos que las cosas pretenden imitar sin conseguir jamás
igualarlas plenamente. Las ideas son, por tanto, ideales que no llegan a cumplirse perfectamente en el ámbito
de lo sensible. Por lo demás, Platón reconoció la dificultad de explicar de manera adecuada la separación de
las ideas y su relación con los seres sensibles.
♦ El Sistema de las ideas
El mundo ideal alberga ideas o formas de los seres físicos y también
ideas matemáticas. A él pertenece también el conjunto de los ideales morales y políticos a los que ha de
acomodarse la conducta individual y la organización de la convivencia social.
Para Platón, las ideas no son un conglomerado inconexo de esencias, sino que constituye un sistema en el que
todas se ensamblan y coordinan en una gradación jerarquizada cuya cúspide ocupa la idea del bien y este
como principio supremo, es expresión del orden, del sentido y de la inteligibilidad de lo real.
• Las Formas del Conocimiento
La antología platónica es radicalmente dualista, de una parte, las ideas, que son la
realidad autentica y de otra parte, los seres físicos, cambiantes y corruptibles, pero a estos dos niveles de
realidad le corresponden también dos niveles de conocimiento.
♦ Saber y Opinión
Platón distingue y contrapone dos formas de conocimiento, el saber ó
ciencia (episteme) y la opinión (doxa). Se trata de una distinción fundamental que Platón usa no solamente en
su estudio del conocimiento, sino también en otros ámbitos, como el político ya que los que se dedican a esto
se mueven en el nivel de la opinión y no en el del autentico saber.
Platón subraya que estas dos formas de conocimiento poseen características distintas y contrapuestas, así, una
opinión puede ser errónea, mientras que el saber excluye la posibilidad de error. En segundo lugar, las
opiniones son inestables, fáciles de cambiar, mientras que el saber es estable y firme. Estas dos diferencias
proceden de una tercera fundamental, el saber se basa en razones, mientras que las simples opiniones carecen
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de fundamento sólido.
En algunos diálogos, Platón afirma no solamente que se tratan de dos formas de conocimiento distintas, sino
que se refieren a objetos distintos. El saber tiene como objeto las estructuras inteligibles, las ideas, mientras
que la opinión tiene como objeto el mundo físico, sensible. La inestabilidad y la inexactitud de la opinión
proceden, en último termino, de la inestabilidad y la mutabilidad del mundo físico.
El conocimiento de las ideas y sus relaciones constituye el autentico sabe. Platón insiste en la dificultad de
conseguir este conocimiento, y señala los pasos que han de seguirse para alcanzarlo: primero, el estudio de las
matemáticas; una vez logrado el conocimiento suficiente de estas y a partir de él, puede iniciarse el lento
estudio del sistema total de las ideas, ascendiendo hasta su cúspide, el conocimiento del bien. Este ascenso,
mediante el cual se alcanza un saber absoluto y total, es denominado Dialéctica por Platón.
♦ Conocimiento Intelectual y Conocimiento sensible
En Platón, la oposición entre saber y opinión esta esencialmente
vinculada a la oposición entre el conocimiento intelectual y el sensible. Platón insiste en que solo el
conocimiento intelectual es capaz de caracterizar las ideas y los sentidos por su parte solamente nos ofrecen
impresiones e imágenes del mundo físico en constante devenir.
♦ La Doctrina de la anamnesis (o reminiscencia)
En su explicación de su estructura de la realidad, Platón trataba de
enlazar las ideas y los seres sensibles recurriendo para ello a las nociones de participación e imitación. Los
seres sensibles imitan las ideas, tratan de aproximarse a ellas pero solamente lo consiguen de un modo
deficiente. En el ámbito del conocimiento, Platón trata de conectar el conocimiento sensible con el
conocimiento racional.
Platón afirma en distintos diálogos que aprender no es más que recordar. Esta teoría se denomina Teoría de la
Ananmesis o de la reminiscencia.
Obviamente esta doctrina supone que el alma tiene en si misma el conocimiento de las ideas, conocimiento
que olvida al encarnarse en el cuerpo. Platón recurre a un mito para explicar como el alma conoce las ideas
antes de su entrada en el cuerpo.
La Doctrina Platónica del Alma
• El Dualismo Alma − cuerpo
La concepción platónica del alma como sustancia radicalmente distinta del cuerpo se
haya estrechamente relacionada con la teoría de las ideas de carácter Dualista. Con este dualismo general se
corresponde con el dualismo antropológico de Platón: el alma es afín a las ideas, mientras que el cuerpo
pertenece al mundo físico.
El dualismo constituye el núcleo esencial de la doctrina platónica del alma recogiendo ideas procedentes del
pitagorismo como por ejemplo:
• El alma, afín a las ideas, inmaterial y simple, es por naturaleza inmortal.
• La unión del alma con el cuerpo no es un estado esencial del alma, sino un estado accidental y transitorio
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caracterizándose como antinatural.
• Mientras permanece unida al cuerpo, las tareas fundamentales del alma es purificarse, preparandose para la
contemplación de las ideas. Esto se debe a que el alma se encuentra en estado de impureza, la cual viene
dada por la impureza del cuerpo que trata de imponerse al alma impidiéndole el desarrollo del ejercicio
intelectual. El alma, por tanto, ha oponerse al cuerpo y a sus demandas consistiendo en esto la autentica
sabiduría.
• Las Tres Partes del Alma
El dualismo no le reconoce al alma una función especifica más que la de el
conocimiento racional, ni más conflicto que el que enfrenta al alma con el cuerpo. Platón adopto una
concepción mas compleja del alma, distinguiendo en ella tres partes, razón (alma racional), el animo ( alma
irascible) y el apetito (alma concupiscible).
A la Razón, le corresponde controlar y ordenar el apetito. En el apetito residen los deseos irracionales y la
búsqueda de los placeres, que se oponen a la razón. El animo, es el coraje o fuerza, que abecés cede a las
exigencias del apetito, pero que debe convertirse en aliento de la razón en la tarea de someter y controlar las
demandas del apetito.
Esta concepción tripartita del alma resulta más rica y apropiada para explicar la complejidad del psiquismo
humano; sin embargo, con ella no se abandona el dualismo característico del pensamiento platónico. Platón
sigue considerando que, en sentido estricto y propio, el alma es la parte racional, solamente ella es inmortal,
las otras dos partes se añaden a esta, al unirse al cuerpo, desapareciendo cuando el alma se separa de este.
Ética y Política
• El Orden Moral
Platón atribuye a los conceptos éticos − políticos el estatuto de ideas o ideales cuya
realidad y validez objetiva es independiente de las opiniones que cada cual pueda tener acerca de ellas.
Partamos de que es posible definir la justicia de un modo objetivo, de acuerdo con la convicción socrático −
platónica, analizando la naturaleza humana. Según los sofistas, las únicas leyes naturales son la búsqueda del
placer y el dominio del mas fuerte, esta doctrina se basa, según Platón, en un análisis incorrecto de la
naturaleza humana, al tomar como modelo de comportamiento natural a los animales y a los niños,
olvidándose del elemento mas característico de la naturaleza humana. La razón. Un análisis de la naturaleza
humana que no tenga en cuenta la existencia de la razón ni su rasgo de facultad suprema no puede servir para
definir correctamente la justicia.
Así pues, para definir la justicia es necesario analizar correctamente la naturaleza humana, este análisis
comporta, según Platón, la distinción de tres partes en el alma. La justicia será, por tanto, el ordenamiento
adecuado de estas tres partes del alma. Tal ordenamiento tiene lugar cuando cada parte del alma ejerce la
función que le corresponde y posee la virtud que le es propia. La prudencia es la virtud propia de la razón, la
fortaleza y el valor es la virtud propia del ánimo, la moderación o templanza consiste en que el apetito y el
ánimo se sometan a los dictados de la razón. Cundo sus partes se comporta de este modo, el alma, es justa y
ordenada en su conjunto.
• El Orden Político
Platón es un pensador político. Su obra más importante y más conocida, la Republica,
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esta dedicada a diseñar el sistema político ideal.
♦ La Justicia en el Estado
La teoría política de Platón gira en torno a dos principios
fundammetales.
• La correlación estructural entre el alma y el Estado. Según Platón,
el estado posee la misma estructura tripartita que el alma humana individual. Tres son los grupos o clases
sociales de que se compone un Estado: productores dedicados a la actividad económica, guardianes
auxiliares dedicados a la defensa y el mantenimiento del orden y gobernadores o guardianes perfecto.
Estos tres grupo sociales se corresponde con las tres partes del alma: productores − apetito, guardianes
auxiliares − animo y gobernantes − razón.
• El principio de especialización funcional. De acuerdo con este
principio, cada individuo y cada grupo social ha de dedicarse a la función o tarea que le es propio.
De la conjunción de estos dos principios resulta la concepción platónica de la justicia, la misma para el Estado
que para el alma individual. La justicia en el estado se realiza cuando cada uno de los grupos sociales
desempeñan la función que les corresponde y la lleva a cabo de un modo adecuado, por poseer la virtud que le
es propia.
♦ El Gobierno del Sabio
La doctrina según la cual es la razón a la que corresponde por
naturaleza gobernar, lleva a Platón a concebir un Estado ideal que puede definirse como el gobierno de los
sabios, centrándose toda la doctrina de Platón en ello.
El gobierno corresponde a los que saben, los sabios y filósofos. Este principio platónico se basa en una
discutible identificación del saber teórico y el saber practico.
Al exponer la jerarquizacion de las ideas, señalamos que en la cima de todas ellas
se halla la idea del bien. El conocimiento del bien es la culminación de todo saber, tanto teórico como
practico: el saber teórico, porque el conocimiento del bien hace posible la captación del orden y de la
estructura de todo lo real; Del saber práctico, porque el conocimiento del bien proporciona las normas de toda
ordenación moral y política.
♦ La Educación
Platón piensa que la finalidad fundamental del Estado es de carácter
moral, promoviendo la virtud y la justicia, tanto individual como social. De este modo, se conseguirá una vida
feliz.
Platón concede una importancia fundamental a la educación, siendo esta competencia exclusiva del Estado y
organizándola en dos niveles.
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• Nivel primario, común a todos los ciudadanos, en este la educación
se lleva a cabo por medio de la gimnasia y de la música. Por medio de ambas disciplinas se pretende educar
no solo el cuerpo, sino también el carácter, inculcando hábitos y opiniones correctas.
• Segundo nivel, reservado para los futuros gobernantes. Se desarrolla
en: una primera fase, con un estudio detallado de las matemáticas para en una segunda y definitiva fase
abordar la dialéctica, culminando a trabes de ella en el conocimiento del bien.
Esta utopía platónica comporta otras medidas radicales, cuya finalidad es también de carácter moral. Así,
Platón proclama la igualdad absoluta entre ambos sexos, siendo las mujeres entrenadas y educadas del mismo
modo que ellos, teniendo las mismas oportunidades de llegar a guardines auxiliares y gobernantes. Se suprime
la familia y se elimina la propiedad privada para los guardianes auxiliares y los gobernantes. Estas dos últimas
medidas no tienen una función económica sino exclusivamente moral, se pretende que el egoísmo se apodere
de aquellos que regentan estos cargos, tratando de promover el sentimiento de comunidad entre ellos.
En obras posteriores, Platón suavizo sus opiniones, una vez que llego a la conclusión de que no es fácil
encontrar auténticos sabios gobernantes, sustituyendo el gobierno de los sabios por el gobierno de las leyes.
No obstante, Platón no renuncio a importantes principios, como que a la razón, le corresponde el gobierno,
que el fin propio del Estado y del gobierno es hacer mejor a los ciudadanos y, en definitiva, que la justicia es
condición ineludible para la felicidad.
Historia de la Filosofía 2º de Bachillerato
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