Entrevista a Natalia Sanmartín Fenollera

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Entrevista a Natalia Sanmartin Fenollera por El despertar de la señorita Prim
Por Benito Garrido
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“Creen que añoran el pasado, pero en realidad su añoranza tiene que ver con el futuro.”
John Henry Newman
Con esta cita arranca la novela de Natalia Sanmartin Fenollera, una periodista que ha desarrollado la mayor
parte de su carrera profesional en el ámbito de la información económica, y que ahora se enfrenta al reto
literario. Ha estado al frente de las secciones de «Cinco Sentidos» y de «Vida Profesional» en el diario
económico Cinco DÃ−as, donde actualmente es jefa de «Opinión». El despertar de la señorita Prim
(Editorial Planeta, 2013) es su primer libro, “una novela luminosa para paliar los tiempos oscuros, un relato
exquisito sobre el amor, la amistad y la belleza de las pequeñas cosas”. Una historia que antes incluso de su
publicación en España, ya habÃ−a vendido los derechos de traducción a editoriales internacionales de
tanto prestigio como Mondadori en Italia, Thiele Verlag en Alemania, Grasset en Francia, o Atria Books en
EE. UU y Canadá.
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El despertar de la señorita Prim. Natalia Sanmartin Fenollera. Editorial Planeta, 2013. 352
páginas. 18,90 €
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AtraÃ−da por un sugestivo anuncio del periódico, Prudencia Prim, una mujer independiente y con varias
titulaciones, llega a San Ireneo de Arnois, un pequeño pueblecito lleno de encanto donde nada resulta ser lo
que parece. La señorita Prim ha sido contratada para organizar la biblioteca de un señor inteligente,
profundo y cultivado, pero sin pizca de delicadeza. A medida que conoce a sus habitantes, la señorita Prim
descubre que aquel lugar oculta un secreto peculiar: vive de espaldas al mundo moderno. Sus gentes forman
una colonia de exiliados de la confusión y agitación modernas que desean recuperar las tradiciones y volver
a lo esencial. Pese a las frecuentes batallas dialécticas con su jefe, poco a poco la bibliotecaria irá
descubriendo el peculiar estilo de vida de sus nada convencionales vecinos a la búsqueda del valor oculto
tras las pequeñas cosas.
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Entrevista:
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P.- ¿Por qué tantas editoriales internacionales han mostrado verdadero interés por tu libro?
Creo que confluyen varios factores:
- La historia es europea, transcurre en un pueblecito que está al norte de Francia, es un canto a la vieja
cultura y tradición europea, al estilo de vida que ha reinado durante siglos en Europa, no se trata de una
novela local, y además es fácil identificarse con la historia que se cuenta.
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- Obviamente trata de que vivimos en un mundo lleno de ruido (exterior e interior) y la idea de que en el
camino alocado que hemos emprendido durante los últimos años, no hemos sido conscientes de haber
perdido cosas esenciales. Con independencia de la crisis, hay algo en el estilo de vida moderno que no está
adaptado a la escala humana, que es estruendoso y desmesurado, que no funciona.
- Es una novela luminosa, que reivindica la búsqueda de tesoros como la belleza, el bien, la verdad, la
amistad, la cortesÃ−a, la literatura, la delicadeza, el tiempo, la educación... y sobre todo en un momento
oscuro como el que estamos viviendo.
- El último factor, el buen trabajo de un agente, esencial e indispensable para una novela inédita.
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P.- ¿Cómo surgió la señorita Prim y ese mundo tan luminoso de San Ireneo de Arnois?
Yo querÃ−a escribir la historia que a mÃ− me hubiese gustado leer, es más me hubiese gustado fundar San
Ireneo de Arnois, el tipo de mundo que, aunque todo esté idealizado como en un cuento. En el fondo, la
medida natural del hombre es más pequeña: para la reflexión, para las relaciones personales, para cultivar
el intelecto y el alma... reivindicar esas cosas sencillas pero profundas que son columnas vertebrales de la
naturaleza humana y de la vida en sociedad. A mÃ− me interesa mucho la tradición europea, no solo del
siglo XIX, sino también remontándome al siglo XIII, XI y a la antigüedad clásica, y creo que hemos
llegado a un punto en que pensamos que las soluciones a los problemas están siempre delante, y entonces
hacemos tabla rasa. A nadie se le ocurre hacer un ejercicio como es detenerse, mirar hacia atrás y pensar en
lo que hemos perdido por el camino. Hemos ido cortando lazos en lugar de ir sumando experiencias de forma
natural. AsÃ− los nuevos padres se esfuerzan en buscar compendios de pedagogÃ−a cuando quizá es más
sensato recuperar los modos y valores en que ellos mismos fueron educados, e ir sumando. Es como la
catedral que constituye una unidad armónica a costa de ir acumulando diferentes estilos en el tiempo. AsÃ−,
integrarnos en esa tradición forma parte también de nuestra identidad, de nuestras raÃ−ces y nos da una
base de la que en muchas ocasiones carecemos.
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P.- Libro que es como un alegato por olvidar el individualismo salvaje y recuperar los valores sociales
de las pequeñas sociedades.
Hay que intentar cambiar los puntos de vista: vivimos en un mundo donde las cosas parece que se ven desde
una sola perspectiva, donde ni siquiera conocemos el nombre de nuestros vecinos, donde el individualismo y
el estruendo impera, donde la ciudad parece el único camino ligado a la calidad de vida, donde no hay
tiempo para nada y se lleva una vida deshumanizante. No estoy diciendo que este cuento plantee el acabar con
las ciudades, sino el recuperar el valor de esos pueblos pequeños como núcleos urbanos que han ido
existiendo a lo largo de la historia, y que se han ido abandonando pero que durante siglos vertebró Europa.
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P.- Personajes muy reales que parecen respirar una atmósfera totalmente irreal.
Puede ser, de hecho, esta no pretende ser una novela realista, más bien un ideal. En la literatura de los
últimos años hemos primado reflejar la parte oscura de la naturaleza humana, mientras que yo pienso que
esa naturaleza está compuesta de una capacidad sublime para la belleza y para el bien, y también una
capacidad tremenda para el mal. Yo he elegido la primera capacidad de la conducta humana como
protagonista de mi libro: la generosidad, la gentileza, la cortesÃ−a, cuidar de alguien más que no sea uno
mismo, buscar el tiempo para dedicarlo a tus vecinos, para reflexionar, para cultivar la mente y el alma, para
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la trascendencia, para la búsqueda...
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P.- Tu libro es una huÃ−da de la monetarización del sistema, de la frustración que supone no hacer
lo que uno realmente quiere.
Nos hemos creado un nivel de necesidad material que nos obliga a seguir desarrollando actividades que no
nos gustan, pero que nos ayudan a mantener nuestro nivel de vida por encima de lo necesario. Hay gente que
trabaja diez horas al dÃ−a para retener ese estatus y en el fondo no disfruta de su familia. Es necesario cubrir
las necesidades de una forma digna que permita disfrutar, sin embargo hemos llegado a un punto en que el
éxito se mide por la monetarización de todo lo que tenemos, cuando no todo es material, sino que existen
muchas cosas fundamentales que no son tan materiales o tecnológicas.
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P.- Evasión de la actual realidad y reconciliación con ideales básicos se dan la mano en tu libro.
Buscaba abrir otra puerta, ofrecer otra visión. A mÃ−, escribirlo y más en el momento convulso que
vivimos me ha servido de escape: yo venÃ−a de la disparada prima de riesgo y del rescate bancario, y me
metÃ−a en San Ireneo de Arnois para merendar con la señorita Prim. SÃ− la evasión es algo que todos
buscamos a diario.
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P.- Del periódico económico Cinco DÃ−as, como jefa de opinión, a ser creadora de este especial
mundo literario...
Es que los periodistas económicos también somos seres humanos (risas). Normalmente cuando termino mi
trabajo, y cierro el diario, desconecto por completo. Y eso no quita que al dÃ−a siguiente esté al dÃ−a de
todo lo pendiente. Pero desconectar es algo necesario, y además antes de ser periodista soy lectora, necesito
leer. Creo que es una de esas cosas que se han perdido, sobre todo por parte de los niños que han crecido
con muchas imágenes pero no con libros. La lectura te lleva a nuevos mundos, aunque estén creados por
otros. En este caso, el creador en minúscula he sido yo, de un mundo diferente, de unos personajes; abrir esa
puerta y ponerse a escribir ha sido para mÃ− todo un placer, aunque haya tenido que quitar muchas horas al
sueño.
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P. ¿Qué lecturas te han ayudado a escribir El despertar de la señorita Prim?
El libro bebe mucho de lo que yo he leÃ−do. Tiene mucho de Elizabeth von Arnim, algo de Jane Austen, de
Salinger, me gusta la literatura inglesa en general. Pero mi mayor influencia no viene de la novela sino de tres
autores como C. S. Lewis, Ronald Knox, el cardenal John Henry Newman, y de los textos de patrÃ−stica de
los tres primeros siglos cristianos, y textos medievales de la escolástica de la que estoy perdidamente
enamorada. Esto te puede dar a entender que soy mitad señorita Prim y mitad Hombre del sillón. Necesito
rodearme de belleza, me gusta la poesÃ−a, me emociona la delicadeza y belleza de los paisajes, pero
también tengo una parte muy racional y escolástica
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P.- ¿Por qué uno de los protagonistas, el Hombre del sillón, no tiene nombre asignado?
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Por un lado es un guiño a Elizabeth von Arnim, que tiene un libro de 1898 que se llama Elizabeth y su
jardÃ−n alemán que es una verdadera delicia, y en el que ella retrata a su marido, un barón alemán con el
que no se llevaba muy bien, y al que llama todo el tiempo el hombre airado. Y por otro lado, el libro está
tratado desde el punto de vista de la señorita Prim, y esa es la forma que ella tiene de caricaturizar esa figura
tan estricta.
Con Prudencia Prim buscaba un personaje que pudiese ubicarse en cualquier escenario europeo, sobre todo
teniendo en cuenta, que el pueblo es resultado de la unión de gente de diferentes lugares. Ella es una mujer
moderna, titulada, llena de autosuficiencia, pero al mismo tiene encima una rigidez tremenda, con un gran
sentido del orden aunque luego se va flexibilizando.
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P.- Si tuvieras que darle una ubicación geográfica real a San Ireneo de Arnois, ¿dónde serÃ−a?
Creo que lo ubicarÃ−a en NormandÃ−a, un espacio bello y acorde con la historia.
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P.- En tu novela se respira el aire de la religión en la mayorÃ−a de sus páginas.
La religión está en todas partes aunque en la novela no haya utilizado términos teológicos o religiosos:
es un pueblecito a la sombra de una abadÃ−a benedictina, se celebra la Navidad, el converso tradicionalista de
misa en latÃ−n que protagoniza la historia (si ella busca la belleza, él ha llegado hasta donde está a
través de la razón, en una búsqueda de la verdad) y que en el fondo es un escolástico convencido...
aunque no utilice palabras concretas. De hecho, uno de los temas principales es la búsqueda de la
trascendencia, pero desde la tradición espiritual europea.
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P.- ¿Tienes ya nuevos proyectos que puedas comentar?
Por ahora ir viendo como se desarrolla esto que para mÃ− es una aventura que acaba de empezar, seguir con
mi trabajo en Cinco DÃ−as que también es muy absorbente e interesante, y poco más. No estoy
escribiendo nada ni planificando nuevas ideas, solo seguir adelante con mi vida tanto personal como
profesional. Poco a poco.
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