Batalla de Maratón

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Batalla de Maratón
La batalla de Maratón fue un enfrentamiento armado que definió el desenlace de la Primera Guerra
Médica. Ocurrió en el año 490 a. C. y tuvo lugar en los campos y la playa de la ciudad de Maratón, sita a
pocos kilómetros de Atenas, en la costa este de Ática. Enfrentó por un lado al rey persa Darío I, que
deseaba invadir y conquistar Atenas, y, por otro lado, a los atenienses y sus aliados.
Tras la revuelta de ciudades griegas en la actual costa de Turquía (entonces llamada Jonia), Darío decidió
castigar a la ciudad griega que había prestado ayuda a sus súbditos rebeldes. Después de tomar varias islas
griegas, la expedición persa desembarcó en la playa de Maratón. Tras cinco días cara a cara, las tropas
atenienses aplastaron a la infantería persa que huyó y se embarcó de nuevo con fuertes bajas. El ejército
griego se retiró rápidamente a Atenas para impedir el desembarco de la otra parte del cuerpo
expedicionario persa en uno de los puertos de la ciudad.
Esta victoria puso fin a la Primera Guerra Médica. Diez años después, tuvo lugar un nuevo ataque por
orden de Jerjes I.
Fuentes históricas
La fuente histórica principal de la batalla es el historiador griego Heródoto, que describe los
acontecimientos desde el origen de los acontecimientos a fin de preservarlos del olvido. Sin embargo, él
personalmente, no estuvo envuelto en los conflictos de la Grecia de su tiempo, ni tampoco en los que se
resolvieron en las Guerras Médicas, que tuvieran lugar cuando él nacía.
Los autores antiguos remontaban los orígenes de la Primera Guerra Médica a la ya mencionada revuelta de
las ciudades jónicas, inscrito de hecho en el vasto movimiento expansionista del Imperio persa. Darío I ya
había puesto el pie en Europa, con la conquista de Tracia y la sumisión del Reino de Macedonia, que fue
forzado a sumarse a la alianza persa. Sin embargo, la revuelta jónica llevaba una amenaza directa sobre la
integridad del Imperio, y Darío tomó la decisión de castigar a todos aquellos que se encontraban
implicados, como las ciudades del Egeo y de la Grecia continental. Atenas y la ciudad eubea de Eretria
enviaron 25 barcos en ayuda de las ciudades de Asia Menor. En 494 a. C., después de seis años de
conflicto, Darío terminó aplastando las ciudades rebeldes. Después, los persas sometieron por la fuerza o la
diplomacia las islas del mar Egeo. Numerosas ciudades continentales recibieron embajadas del rey persa
pidiendo su sumisión. Atenas y Esparta se negaron e incluso, según Heródoto, asesinaron a los emisarios.
Los persas enviaron una gran flota en dirección a Atenas, atracando en la playa que orilla la llanura de
Maratón, situada a 38 kilómetros de distancia de Atenas, de alrededor de unos cuatro km de larga y
apropiada para maniobras de caballería.
Heródoto nos indica que los persas desembarcaron en Maratón el 12 de septiembre de 490 a. C. y que el
enfrentamiento habría tenido lugar cinco días más tarde. El ejército ateniense, capitaneado por Milcíades el
Joven, el strategos (general) ateniense más experimentado en la lucha contra los persas, fue enviado a
bloquear las salidas de la llanura de Maratón para impedir el avance del ejército persa por tierra.
Fuerzas enfrentadas y tácticas
Los autores griegos cifran en unos 16.000 las fuerzas griegas, al mando de Milcíades. El armamento de los
griegos era el propio de una infantería pesada: los hoplitas atenienses y sus aliados platenses se protegían
con un casco, un escudo, una coraza y brazales de bronce. Usaban una espada, una larga lanza y asían un
escudo de piel con láminas de metal. Los hoplitas combatían en filas cerradas, sus escudos formaban
delante de ellos una muralla. Los esclavos atenienses fueron liberados poco antes de la batalla para servir
de infantería ligera y lanzadores de jabalina. Su número y papel durante la batalla son desconocidos,
debido a que las gestas de esclavos no eran juzgados dignos de ser relatados por los autores antiguos.
El ejército persa se cree que estaría compuesto por unos 60.000 hombres (los griegos exagerarán las cifras
hasta los 300.000 soldados).
Los atenienses no esperaron tras las murallas de su ciudad, sino que fueron al encuentro del enemigo.
Estaban en desventaja en Maratón: debieron movilizar a todos los hoplitas disponibles, y pese ello estaban
en inferioridad numérica (por lo menos uno contra dos). Además, se tuvo que desguarnecer la defensa de la
ciudad. Si fueran atacados por atrás, se dividirían las fuerzas, mientras que cualquier ataque contra ella no
encontraría resistencia. La derrota en Maratón también significaría la aniquilación total del ejército
ateniense. Los atenienses debían bloquear a los persas en la playa de Maratón, impidiendo que escaparan y
evitar ser desbordados por los flancos.
Los griegos derrotaron a los persas en esta batalla y provocaron que los supervivientes regresaran a la costa
turca. Heródoto estima en 6400, los cuerpos de guerreros persas contabilizados en el campo de batalla.
Siete naves fueron capturadas. Arroja un balance de 192 atenienses muertos. Por parte persa, se considera
que por cada baja griega había treinta en los ejércitos orientales.
Consecuencias, implicaciones y rédito
La batalla de Maratón se convirtió en un símbolo para los griegos y confirió un gran prestigio a Atenas. La
propaganda y la diplomacia atenienses utilizaron su victoria para justificar su hegemonía sobre el mundo
griego. Según Tucídides, los atenienses se vanagloriaban de haber vencido a los persas sin la ayuda de
ninguna otra ciudad. Los espartanos estaban considerados hasta 490 a. C. la mayor potencia militar griega.
De manera general, Maratón constituyó una justificación ideológica del poder ateniense, en particular
durante la fundación de la Confederación de Delos en 472 a. C. y de la transformación de esta alianza en
un verdadero imperio, que sometía a sus aliados a un tributo.
Conmemoración moderna de la batalla
La carrera de maratón fue inventada por el académico Michel Bréal para las pruebas de los Juegos
Olímpicos de Atenas 1896. Este sugirió, tras el congreso para la restauración de los Juegos Olímpicos de
1894, organizar una «carrera de Maratón», como dijo entonces, entre el lugar de la batalla al borde del mar
y la ciudad de Atenas.
La carrera se funda en las leyendas en torno a la batalla de Maratón. La tradición relata la proeza de
Eucles, enviado de Maratón a Atenas para avisar de la victoria y que murió de agotamiento unas horas
después de la carrera. Cuando se celebre la carrera olímpica en 1896, su primer ganador será el pastor
griego Spyridon Louis.
La otra hazaña fue la de Fidípides que recorrió 240 kilómetros para avisar a los espartanos del desembarco
persa en Maratón.
Maratón no fue una batalla decisiva frente a los persas, pero llenó a éstos de intranquilidad, ya que era la
primera vez que los griegos derrotaban a los persas en campo abierto. La victoria dotó a los griegos de una
fe con la que resistieron tres siglos los embates persas, durante los cuales florecieron su cultura y
pensamiento, que serían las bases para el posterior desarrollo del mundo occidental.
Cuestionario
1. Nombre del soldado ateniense que acude corriendo desde Maratón a Atenas para avisar a sus vecinos
de la victoria de sus tropas frente a los persas.
2. Fecha de la batalla (día, mes y año)
3. Nombre del rey persa
4. Año en que se celebran los primeros Juegos Olímpicos modernos y ciudad en que se celebrarán.
5. Nombre del principal historiador que nos da datos de esta batalla de Maratón
6. Nombre del general ateniense al mando de sus tropas en Maratón
7. Nombre del vencedor de la maratón de la Olimpiada de 1896
8. Por qué los historiadores griegos exageran las cifras de los soldados persas presentes en la batalla de
Maratón
9. Entre las filas griegas lucharon esclavos, ¿en qué consistió su trabajo en la batalla y por qué no hablan
de ellos los historiadores griegos?
10. ¿Qué distancia hay entre Atenas y Maratón?
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