Primera Guerra Mundial Causas de la Primera Guerra Mundial a) Rivalidades entre Inglaterra y Alemania Alemania, una de las últimas naciones en unificarse y ponerse en marcha, tuvo que adaptar su desarrollo a las necesidades de un mundo que se había organizado sin ella y donde cada uno tenía ya su lugar y su papel definido, sus mercados reservados, su materia prima garantizada y sus proyectos de futuro elaborados. Para poder resistir la competencia y para vencerla, la concentración fue para Alemania una necesidad aún mayor que para los Estados Unidos, y lo mismo ocurrió con la coordinación de la ciencia y de la industria. Entre 1880 y 1914, gracias a esos imperativos y al triunfo del espíritu tecnocrático, Alemania consiguió llevar a cabo el salto más prodigioso que la historia ha conocido jamás. Pudo sentirse orgullosa porque, en ciertos terrenos, hacía la competencia a Inglaterra, madre de las naciones industriales, hasta en su propia casa. Siguiendo el ejemplo franco-inglés, Alemania se convirtió, a su vez, a la idea de la expansión en ultramar, fuese para la obtención de materias primas a buen precio o para extender sus mercados. Pero casi todo el planeta estaba ya conquistado y repartido, y Alemania no podía obtener su «lugar bajo el sol». Inglaterra se sentía amenazada más que cualquier otra nación por esta voluntad de desafío de Alemania, estimulada por el orgullo de un éxito sin igual. Desde 1895, Joe Chamberlain señalaba los «puntos negros» en el horizonte. En China como en Africa del Sur, Gran Bretaña tropezaba camino con la Alemania de Guillermo II. Después de 1900, sobre todo, el aumento de la potencia naval de Alemania, bajo la influencia de los pangermanistas, como el almirante Tirpitz, despertaba vivas inquietudes al otro lado del canal de la Mancha. Ferro.M.: "La gran guerra", pág. 48 – 9 1. Imagina que eres un industrial alemán en el período de preguerra. Explica las razones de resentimiento que tienes respecto a Inglaterra. 2. Ahora imagina que eres un industrial inglés. Explica tus temores respecto a Alemania b) Lo que dicen las naciones 1. Rusia: Si no se respeta la integridad territorial de Servia, intervendré contra Austria. 2. Alemania: Si Rusia pone un pie en Austria, apoyaré militarmente a ésta. 3. Inglaterra y Francia: Secundaremos a Rusia en su acción si interviene Alemania. 4. Japón: Enviaré dos escuadras al Mediterráneo y al Atlántico para apoyar a Inglaterra, si se ve envuelta en la guerra. 5. Rumania, Grecia y Montenegro: Apoyaremos a Servia si se atenta contra su independencia. 6. Bulgaria: Apoyaré a Austria, si intervienen Rumania y Grecia. 7. Austria: Ha declarado que respetará la nacionalidad de Servia, a la que solo quiere castigar. 8. Italia: Secundará a sus aliados, Austria y Alemania, en caso de estallar el conflicto europeo. 9. España: Permanecería, en todo caso, neutral. 10. Y, mientras las naciones preparan sus ejércitos, se siguen celebrando, en Viena, en San Petersburgo y en Berlín, conferencias, para que no se rompa la paz europea, merced a los buenos oficios de Inglaterra. Fuente: "LA TRIBUNA” Tomado de: Mira, J. y Otros: "Documentos de Historia del Mundo contemporáneo” Explica, en una sola frase corta, cómo influyó el sistema de alianzas en el comienzo de la Primera Guerra Mundial El comienzo de la guerra Por relatos incontables de testigos presénciales sabemos del entusiasmo que se adueñó de las masas en toda Europa, de la aprobación, a veces alegre, a veces ruidosa, o por lo menos silenciosa y decidida, a las medidas de los gobiernos. Tenemos fotografías de la partida de tropas adornadas con flores, de mujeres ovacionando, de soldados riendo en los vagones de trenes que estaban totalmente cubiertos de inscripciones seguras de la victoria. E. NOLTE: "La crisis del sistema liberal y los movimientos fascistas ", pág.29-30 Tomado de: MIRA. J. y OTROS: "Documentos de historia del mundo contemporáneo" Las trincheras: relatos de testigos Las horas se deslizan lentas, pero inexorables. Nadie puede tragar nada porque tenemos un nudo en la garganta. Siempre, siempre la idea angustiosa de si dentro de unas horas estaré aún en este mundo o no seré ya más que un cadáver horrible despedazado por los obuses. Sin embargo, se aproxima la hora H. No quedan más que treinta minutos, veinte, diez, las agujas del reloj avanzan constantemente sin que nada pueda pararlas; no separo de ellas los ojos y cuento... Con el bolsillo abarrotado de cartuchos y el fusil de un muerto en la mano, me levanto lentamente sobre las rodillas. Las 17,58, las 17,59..., las 18, abro la boca para gritar: «¡Adelante!», cuando me ciega un fogonazo rojo que me tira al suelo. Tengo atravesada la rodilla derecha, una herida en el vientre y otra en la mejilla. A mi lado, otros caen heridos, muertos... Ferro.M.: "La gran guerra", pág. 167 – 8 ¿En qué se diferenciaron las expectativas iniciales y la realidad de l a guerra? El fin de la guerra: Tratado de Versalles Artículo 231.los gobiernos aliados y saciados declaran y Alemania reconoce que Alemania y sus aliados son responsables por haberlas causado, de todas las pérdidas y de todos los daños sufridos por los Gobiernos aliados y sus naciones como consecuencia de la guerra, que les ha sido impuesta por la agresión de Alemania y de sus aliados. Artículo 232. Los Gobiernos aliados y asociados exigen [...] y Alemania adquiere el compromiso, de que sean reparados todos los daños causados a la población civil de las potencias aliadas y asociadas, y a sus bienes [...]. Imagina que eres un periodista alemán que está en Versalles, en 1919. Redacta una nota de opinión, dirigida a tus compatriotas, sobre las resoluciones del Tratado de Versalles. Todos los textos fueron extraídos de “Pensar la Historia 3” AA.VV.