Chicos Dentro del Cerro Uritorco A l empezar las vacaciones escolares de julio, una abuela va con seis de sus nietos a pasar unos días en la casa de unos parientes en córdoba, en una chacra que esta ubicada a pocos kilómetros de un cerro, varias hectáreas de extensión, muchos animales, a algunos solo conocían por TV. La abuela Betty le encarga a la mayor, Tamara, que cuide de Rodrigo y Micaela, por ser la mayor, ella dirige la batuta, como siempre, solían salir los tres más grandes porque los mellizos tienen 3 y otro de solo 2 años, salían a cabalgar y así llegan hasta el cerro cercano que ni sabían como se llamaba, como no tiene nada que envidiar a mi pobre angelito, Rodrigo sube el cerro, las chicas le pedían que baje que era peligroso y podía caer, pero no hacia caso y siguió subiendo, hasta que resbalo y para no caer, se sujeta de unos arbustos que se sueltan, logra hacer pie y no cae, pero deja al descubierto un agujero que los arbustos disimulaban, Rodrigo les avisa a sus primas que suben a ver, era la entrada de solo medio metro y se notaba que era profundo y en caída hacia el centro del cerro y apenas se veía a lo lejos algo verde y luminoso, no se animan a entrar por lo oscuro así que deciden volver al otro día con linternas y hasta alguna soga que podría haber en el galpón de la chacra. Tapan de vuelta el agujero con los mismos arbustos y se van, planeando la excursión. Regresan a la casa entusiasmados y ansiosos, especulando en lo que descubrieron y si habría sido habitado por indígenas o era cueva de osos o de ladrones y de qué cosas podrían encontrar allí, deciden no contar nada porque seguro que nos les dejarían volver a ese lugar y los dueños de casa no debían conocer o les hubieran contado, como les contaban de los objetos voladores que solían ver, que no eran aviones, avionetas ni helicópteros, eran redondos, como dos platos invertidos, uno frente al otro, y otros triangulares, historias que les contaban hace días con lujos de detalles y los chicos creían que los inventaban para ellos, aunque tenían las 1 esperanzas de que sean ciertas para poder ver uno, como los que muestran los noticieros cada tanto. Al otro día, a escondidas van al galpón y toman linternas, sogas, machetes y palos, por si llegara a haber serpientes y para espantar algún bicho o animal, consiguen permiso para salir a pasear por los alrededores con los caballos y que a lo mejor consiguen ver un ovni cerca del cerro. Van directo al cerro buscando explorar la cueva, ponen las riendas de los caballos bajo piedras pesadas y suben, sacan los arbustos, Rodrigo quería entrar primero por ser el hombre del grupo pero Tamara era la mayor y responsable de él y Micaela, así que ella va primero, entran en cuatro patas casi arrastrándose, con las linternas prendidas, a medida que entraban se iba ensanchando el túnel, fueron agachados un trecho, después podían caminar bien y la luminosidad se hacia más grande a medida que se acercaban, llegan y ven que eran las paredes del túnel que fosforecía, podían respirar normal, no faltaba oxigeno, dejaron una sola linterna prendida porque con la fosforescencia verde quedaba todo iluminado, no tenían miedo porque saben que los monstruos no existen y eso estaba abandonado aunque no veían suciedad, todo muy limpio, ven otras cuevas, en una había una larga mesa y sillas, entran y cuando quieren mover las sillas para sentarse notan que están pegadas al piso. Acá vivían muchas personas, especulo Micaela, regresemos, tengo miedo – no, sigamos un poco más, responde Rodrigo – veamos que más podemos encontrar, algo para llevar de recuerdo, así nos creen, dice Tamara – cuando salen de esa sala se topan casi chocando con tres seres parecidos a humanos pero de color gris, de sus estaturas, uno parecía todavía un niño, quedan asustados porque jamás pensaron en ver personas allí y mucho menos de ese color que sabían que no existe en la tierra – son Marcianos, dijo Rodrigo – no, somos de la constelación de Orión, de un planeta que no es visto desde la Tierra ¿como llegaron aquí? – subiendo el cerro resbale y me sujete en un arbusto que se aflojo y dejo al descubierto una entrada que creímos que era una cueva – ah, debe ser una de las de vigilancia para entrar o salir, asegurándonos que no haya humanos cerca – ¿Quiénes son ustedes y que hacen aquí en la tierra? – 2 somos científicos que estudiamos la evolución terrestre y el desarrollo humano, también buscamos la cura para nuestra enfermedad – ¿Que enfermedad tienen que no se pueden curar en su planeta? – el color de piel, la pigmentación, por eso cada tanto matamos un animal, en las vacas encontramos, mezclando sus ubres y lenguas, un tratamiento, pero aun no la cura definitiva – ¿No tienen vacas en su planeta? – no – ¿Existe vida en Marte? pregunta Micaela – si, pero no les dejamos venir a la Tierra – ¿Porqué? – porque tienen una enfermedad neuronal congénita y aprovechan que muchos terrestres quieren conocer a personas de otros planetas, les abducen y experimentan con sus cerebros, dejándolos primero en un estado de coma, como si fueran conejillos de india – ¿Quiénes son los que les prohíben venir y como lo hacen? – la comunidad intergaxtica, tenemos un escudo protector invisible alrededor del planeta y así controlamos todas las naves que entran y salen de la Tierra, para la comunidad, este planeta es aun primitivo, pero en camino a la evolución, nosotros respetamos a todo ser viviente – ¿A todo ser viviente? y porque matan nuestras vacas – ustedes las matan para comerlas, nosotros para encontrar la cura de mi planeta, medicinas que no tenemos – ¿Cómo saben cuando son de Marte? – conocemos sus naves y hay una contraseña diaria, les llamamos, el gran mal – ¿Porque les dicen así? – porque no respetan otras vidas inteligentes, los matan para encontrar su cura, les abren el cráneo y experimentan. Mientras hablaban se fueron caminando hacia las profundidades del cerro y de golpe ven a un costado un hangar con varias naves extraterrestres – ¿Quieren recorrer el planeta en pocos minutos? – siiii, dice Tamara, mira a Rodrigo y a Mica consultándoles con la mirada, ellos le dicen que si, pero preguntan ¿a que hora estarán de regreso y si no les secuestraran o harán algo malo? – no les haremos nada malo y regresaremos en pocos minutos ¿Qué parte de este mundo conocen por mapas? – Brasil, Italia porque parece una bota, la formas que tienen América y África – suban, vamos a dar una vuelta – (ya dentro de la nave, acomodados y sentados) – que rápido ascendemos – como se ve todo – que lindo mi país – se esta viendo todo el continente, miren, eso es brasil, 3 aquello es el norte de América y Centroamérica, se ve África y eso debe ser Europa, no podemos volar mas bajo a ver si se ven las ciudades – siii, miren como se ve el Cristo Redentor de Rió de Janeiro – que lindo que se ve todo – no regresemos todavía demos otra vuelta por Europa o Estados Unidos, que velocidad que tiene esto, ja, ja, ja – ¿de que te reís? – de la cara que pondrían si contamos que dimos la vuelta al mundo dentro de un ovni – aunque les juremos, no nos creerán nadie – miren como se ven las cordilleras – parecen jorobas de camellos – y apenas se distingue la argentina, todo es tierra y somos uno solo – estamos llegando – cuantas montañas – ¿Cómo se llama ese cerro donde entramos por tierra y salimos volando? – los terrícolas lo llaman Uritorco – ya aterrizamos ¿Cuándo podemos dar otra vuelta, señor?– no creo que se les pueda permitir otra vez, les pido en nombre de la comunidad intergaláctica que no vuelvan a entrar al cerro, alguien podría verlos y tendremos que tapar ese hoyo de vigilancia – muchas gracias por el viaje y su amabilidad, señor y hasta pronto – siii, esperamos volver a verlo, adiós – adiós señor – adiós, chicos, buena suerte. Les contaremos a la abuela – no, no nos van a creer, y pensaran que estamos locos. Fin Luís Alberto Benítez 4 5 6 7 8 9 10