Enseñanza aprendizaje

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EL UNIVERSITARIO
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MISION SUCRE
ALDEA EL MOLINO
Tocuyito, Noviembre de 2011
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA EL UNIVERSITARIO
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MISION SUCRE
ALDEA EL MOLINO
METODO ENSEÑANZA APRENDIZAJE
Tocuyito, Noviembre de 2011
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Introducción
Las Ciencias de la Pedagogía se entrelazan para la formación y mejoría de un
sistema de educación eficiente a través de todo el mundo. Entre sus diversas
ciencias, que viene en auxilio para el estudio de la pedagogía y su efecto en los
estudiantes como seres humanos con el fin de lograr experiencias de enseñanzaaprendizaje duraderas.
.
4
Objetivo como categoría rectora de enseñanza aprendizaje
En el proceso docente educativo, los objetivos de enseñanza constituyen la
categoría didáctica rectora, son los que mejor reflejan el carácter social de este
proceso y lo orientan de acuerdo con los intereses de la sociedad. A ellos se
subordinan los otros componentes del proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque
todos se interrelacionan.1-5 Por lo tanto, es de gran importancia que los objetivos
sean elaborados correctamente.
En general, el personal docente comprende esta afirmación y elabora los
objetivos de enseñanza basándose en su experiencia, sin embargo a veces se
presentan algunas dificultades por falta de determinados conocimientos sobre el
tema. También existen diversos criterios e interpretaciones al respecto,6 que hacen
de los objetivos de enseñanza y en especial, de la determinación de su estructura, un
problema científico de naturaleza compleja. Con el desarrollo pedagógico alcanzado
en el sistema de educación cubano se ha podido profundizar en sus características
fundamentales, lo que permite al personal docente su comprensión y facilita su
elaboración.
Para definir los objetivos de enseñanza hay que tener en cuenta una serie de
aspectos, entre los que se destacan sus cualidades generales, las características de
sus componentes y la estructura de su formulación. Además, en el proceso de
elaboración de los objetivos de enseñanza, es conveniente seguir determinadas
etapas que ayuden a desarrollar este trabajo con mayor eficiencia.
Derivación Gradual de los Objetivos
Este aspecto expresa el carácter mediato e inmediato en el logro de los
objetivos. Permite, también, reconocer que los objetivos constituyen un sistema
rigurosamente articulado que se deriva de las necesidades sociales, culturales e
institucionales.
Cuando se diseña una carrera, se establecen las características
fundamentales que debe poseer el egresado de la misma, así como los aspectos de
la personalidad más importantes a desarrollar en los planos: ético, estético, filosófico,
profesional y físico, entre otros. Estas aspiraciones que pretende lograr la escuela o
institución se concretan en los objetivos educativos, que caracterizan y distinguen a
una carrera de otra y constituyen la guía que orienta el proceso de formación.
Existe una relación directa y sistemática entre los objetivos, por lo que
podemos distinguir los siguientes tipos: generales, de carrera o curriculares;
intermedios, por año o áreas del saber; de programa; particulares, de temas o
unidades, y específicos, de clase.
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A partir de las finalidades educativas, se determinan los de carrera. De los
curriculares se derivan los de cada grado, asignatura y unidad. Estos se expresan en
los programas y su estudio cuidadoso, unido al de otros elementos curriculares,
posibilitan al maestro la derivación de los objetivos de clase, que es su tarea
principal. Esta actividad no se puede limitar a copiar mecánicamente los objetivos
que aparecen en los programas, por el contrario, es necesario que el maestro analice
cuidadosamente la relación vertical y horizontal de este elemento rector y, sobre esta
base determinar los objetivos específicos de la clase y considerar los aspectos
esenciales de la materia objeto de estudio.
En la planeación didáctica del profesor se realiza una constante derivación del
subsistema de objetivos que abarcan inclusive los que se deben lograr en cada una
de las actividades que de ellos se desprenden. La derivación gradual de los objetivos
no se puede entender como la descomposición de estas acciones aisladas, por el
contrario, cada uno de los objetivos que surjan como producto de esta derivación,
tiene que ser considerado como un elemento del sistema rigurosamente articulado
que constituyen los objetivos de la educación.
Por ejemplo, pensemos en un objetivo terminal del nivel del bachillerato:
"Lograr el desarrollo de la competencia comunicativa de los estudiantes para
enriquecer su comportamiento social y su aprendizaje", éste es un objetivo con un
nivel de generalidad muy amplio, que implica el desarrollo de la habilidad para leer,
escribir, hablar y escuchar en cualquiera de los contextos, difícil de evaluar en sí
mismo, por lo que se requiere de los objetivos intermedios. Siguiendo el ejemplo, un
objetivo intermedio que apoyaría su logro sería el siguiente: "Lograr el dominio de las
estrategias de comprensión lectora, de manera que puedan comprender diferentes
tipos de textos".
Este sería un objetivo que atendería sólo una de las habilidades comprendidas
en el general, que sería la lectura, además es un objetivo que se debe desarrollar de
forma interdisciplinaria. Un objetivo de unidad que apoyaría el anterior podría ser:
"Analizar textos poéticos, y valorar el lenguaje utilizado y los recursos literarios". Este
objetivo de unidad, contenido en el programa de una asignatura, apoyaría al
intermedio sólo en el tipo de textos literarios, pero deberían enunciarse otros que
apoyen a los textos informativos, por ejemplo. Por último, el objetivo específico, que
ayudaría a lograr el particular, podría estar enunciado de la siguiente manera:
"Analizar en clase el poema " X " destacando las metáforas, las características de la
rima y las imágenes poéticas utilizadas por el autor".
Al docente le corresponde trabajar los objetivos de unidad y de clase, pero
para hacerlo, es necesario que establezca las relaciones que implica la derivación
gradual de objetivos.
La derivación gradual y sistemática de los objetivos no garantiza,
necesariamente, el logro de los mismos. Hay objetivos que se logran a través de la
relación interdisciplinaria, como son los relacionados con el desarrollo de actitudes y
valores, con la formación filosófica, el dominio del lenguaje, tanto oral como escrito y
la habilidad de escuchar, así como el manejo de la lengua extranjera, el dibujo, etc.
Otros hay que verlos de manera integral en los resultados del trabajo científico del
estudiante,
la
práctica
profesional
y
el
servicio
social.
6
La concepción del objetivo tiene que estar bien definida por parte del docente, así
como la consideración de que forman un sistema articulado y esta sistematicidad
debe reflejarse perfectamente en el planeamiento didáctico que realiza el profesor.
El hecho de que el docente posea un dominio del objetivo implica el
conocimiento de las relaciones entre ellos, sus características, los elementos que
poseen y el nivel de asimilación del contenido que manifiestan.
Todos los docentes deberían hacer un análisis reflexivo acerca de lo que una clase,
en particular, diseñada a partir del objetivo, aportará a la formación del sistema de
conocimientos, capacidades, habilidades, hábitos, actitudes y valores orientados a la
formación integral de estudiante, en cada grado o nivel educativo. Es importante
mencionar que el cumplimiento de los objetivos propuestos constituye el criterio
fundamental para lograr las finalidades educativas .
Características generales de los objetivos
A partir de las relaciones que la Sociedad establece con la Escuela, en la que
esta última se subordina a la primera se infiere que el objetivo desempeña ese papel
de intermediario, por lo que se constituye o elemento principal o rector del proceso,
determinando el contenido a enseñar y precisando, además, los métodos, medios y
formas organizativas de la enseñanza; que, dado el carácter de sistema del proceso,
influirán en el logro de los objetivos.
El objetivo es de todas las categorías del proceso docente - educativo la que
tiene un carácter más subjetivo, en tanto es aspiración, idea, propósito. Sin embargo,
en el objetivo está presente la dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo, la cual se
concreta en cuatro momentos fundamentales:
Cuando se formulan, es decir, cuando los encargados de la enseñanza
se hacen conscientes del propósito a alcanzar con los estudiantes y los
redactan.
2. Cuando determinan el contenido de la enseñanza a través del plan de
estudio, el programa, el texto, la preparación de la asignatura y el plan de
clase.
3. Cuando se desarrolla el proceso docente, al profesor actuar en función
de lograr el fin propuesto.
4. Cuando el estudiante realiza las tareas programadas, que es cuando el
propósito, la idea del profesor se convierte en acción objetiva, en actividad
práctica estudiantil; cuando lo subjetivo adquiere un carácter objetivo, al
transformarse en aprendizaje, en atributos de la personalidad del
estudiante.
1.
Como se apuntó, una de las funciones del objetivo es la de orientar el proceso
docente, la de precisar el sistema de conocimientos y la estructura u orden en que se
enseñarán dichos conocimientos. Ello influye, en alguna medida, en la lógica que se
seguirá en el desarrollo del proceso, en el método de enseñanza; lo cual determina el
7
modo en que aprenderá el estudiante y en última instancia su futura manera de
pensar y actuar. Las formas organizativas del proceso se adecuarán a la lógica
descrita anteriormente, para propiciar la asimilación o dominio del contenido y el
cumplimiento
de
los
objetivos.
En resumen, las características fundamentales de los objetivos son las siguientes:
Manifiestan las exigencias que la Sociedad plantea a la educación (lo
cual determina su carácter rector)
2. Orientan el proceso docente para transformar a los estudiantes según la
imagen del hombre a que se aspira.
3. Determinan el resto de los componentes del proceso docente en su
relación mutua.
4. Su formulación y realización de forma planificada es una condición
esencial para el éxito del proceso.
1.
Clasificación de los objetivos por su función.
Los objetivos se pueden clasificar de acuerdo con el grado con que aspiran a
modificar la personalidad del educando, es decir, por su función.
En este sentido existen los:
Objetivos educativos; que son aquellos que están encaminados a
conformar aspectos más trascendentales de la personalidad de los educandos
tales como sentimientos, valores, convicciones, etcétera.
•
Objetivos instructivos; que tienen menor trascendencia y están
vinculados con el dominio, por parte de los estudiantes, del contenido de una
asignatura.
•
Durante la organización del proceso docente es necesario, en primer lugar,
establecer los rasgos más generales y esenciales que deben caracterizar a los
egresados del nivel o tipo de educación, aquellos dirigidos a conformar los aspectos
más trascendentes de la personalidad del educando en el plano filosófico, político,
ético, estético, entre otros, los que denominamos objetivos generales educativos y
que le dan respuesta al problema planteado a la Educación: el encargo social. En
estos objetivos educativos se concretan las aspiraciones que la Sociedad tiene con
los futuros egresados de los diferentes niveles de Educación.
El sistema de objetivos generales instructivos expresan las características que
deben alcanzar los estudiantes que le faculten para resolver los problemas a su
alcance en el mundo circundante.
Características generales de los objetivos instructivos.
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Al intentar formular un objetivo instructivo, habrá que atender a varias interrogantes:
Pregunta:
A.
Respuesta:
¿Qué deben aprender mis estudiantes?
EL CONOCIMIENTO
¿Qué operaciones deben realizar con esos
LA HABILIDAD
conocimientos?
•
•
¿Hasta dónde debo exigir a mis alumnos?
•
¿Con qué herramientas deben operar?
•
¿Cómo darle seguimiento al aprendizaje?
LA ASIMILACIÓN
LA PROFUNDIDAD
LA SISTEMATICIDAD
A continuación analizaremos los elementos componentes de los objetivos
instructivos y su estructura correspondiente.
El contenido: conocimientos + habilidades.
Un objetivo no está completamente formulado cuando se declara que el
estudiante conozca una ley (por ejemplo), sino cuando se dice qué va a ser capaz de
hacer con esa ley: definirla, deducirla, aplicarla, extrapolarla, etcétera.
Desde el punto de vista didáctico el conocimiento está estrechamente ligado a la
habilidad, como otro elemento del contenido de la enseñanza. De ahí que al formular
los objetivos y expresar en él los modos de actuación del estudiante se deben
plasmar no sólo los conocimientos, sino también las habilidades, que de manera
interrelacionada permiten alcanzar dicho objetivo.
El objetivo contiene como núcleo o elemento fundamental a la habilidad. La
determinación del verbo que mejor refleja esa habilidad, adquiere en la práctica una
enorme importancia.
Hasta el momento hemos planteado dos de los elementos que deben aparecer
en el objetivo: el conocimiento y la habilidad. Sin embargo, la práctica escolar ha
indicado la necesidad de precisar las condiciones en que se apropia el estudiante de
este contenido; se hace necesario determinar, por tanto, los niveles de asimilación,
profundidad y sistematicidad del contenido.
El nivel de asimilación del contenido.
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Cada objetivo instructivo tiene que dejar explícito el nivel de asimilación de los
contenidos (conocimientos + habilidades) que se pretende lograr, es decir, el grado
de dominio de esos contenidos, entendiéndose por dominio la apropiación del
conocimiento y de las habilidades vinculadas a dicho conocimiento, en determinadas
condiciones.
Los niveles de asimilación son cuatro: de familiarización, reproductivo,
productivo y creativo. El análisis de la actividad externa o social de los estudiantes,
permite apreciar los distintos grados de dominio o de asimilación.
En el nivel de familiarización se pretende que los estudiantes reconozcan los
conocimientos o habilidades presentadas a ellos, aunque no los puedan reproducir.
El nivel reproductivo implica la repetición del conocimiento asimilado o de la
habilidad adquirida. Cuando el estudiante repite prácticamente lo dicho o lo hecho
por el docente, se dice que ha asimilado a un nivel reproductivo. Algunos autores le
asignan gradaciones a este nivel de asimilación, en dependencia de si la acción se
desarrolla con o sin modelos previamente establecidos, o si se llevan a cabo
pequeñas variantes del algoritmo que se toma como contenido a asimilar.
En el nivel productivo los estudiantes son capaces de utilizar los
conocimientos o habilidades en situaciones nuevas. Esto constituye una enseñanza
que lo prepara para saber usar lo aprendido en la solución de problemas.
El nivel creativo supone la capacidad de resolver situaciones nuevas para las
que no son suficientes los conocimientos adquiridos. En este caso no sólo no se
conoce el método para resolver el problema, sino que tampoco se dispone de todos
los conocimientos necesarios para resolverlo, por lo que se debe presuponer un
elemento
cualitativamente
nuevo
(al
menos
para
el
estudiante).
Como consecuencia, al formularse los objetivos se debe dejar claro, no sólo qué
conocimiento debe asimilar, sino qué acciones se van a ejecutar con dicho
conocimiento, es decir, qué nivel de asimilación le corresponderá. En todos los
casos, la enunciación del verbo no garantiza, la precisión del nivel de asimilación; es
necesario, entonces, redactarlo utilizando todas las palabras que expliciten dicho
nivel.
Niveles de asimilación del contenido.
Niveles de asimilación
Características
contenido
Familiarización
"nuevo"
del Situación planteada
Desconocida
10
Reproductivo
conocido
Conocida
Productivo
conocido
Nueva
Creativo
parcialmente conocido
"nueva"
Nivel de profundidad del contenido.
El nivel de profundidad es fundamental en la determinación de los objetivos; el
mismo concreta el nivel de esencia en que se asimila cada concepto, ley, teoría o
cuadro del mundo; el grado de complejidad o riqueza con que se domina cada
habilidad.
Un mismo concepto puede ser apropiado en un mayor o menor grado de
complejidad, formando parte de un sistema de carácter más esencial, con un mayor
o menor grado de abstracción. Esto es lo que hemos llamado nivel de profundidad.
El contenido del programa analítico de una asignatura puede variar en
extensión; es decir, la existencia de un mayor número de conceptos, leyes, teorías a
estudiar. Sin embargo, no se debe identificar esto con el nivel de profundidad. El
nivel de profundidad posibilita determinar las posibles variantes de programas de una
disciplina docente, de acuerdo con las distintas carreras o tipos de educación.
Nivel de sistematicidad del contenido.
El desarrollo exitoso de la enseñanza exige determinar correctamente los
objetivos en los diferentes niveles estructurales del proceso docente: carrera o tipo
de educación, nivel, año, grado, disciplina, asignatura, tema o unidad, actividad
docente o clase, y tarea.
Esta característica del proceso y en consecuencia de los objetivos se apoya
en el concepto de sistema es decir, en la integración del conjunto de elementos, cuyo
resultado es cualitativamente superior a la suma de dichos elementos.
En la práctica de la Educación se ha denominado a los sistemas de orden mayor,
generales y a los de orden menor, particulares o específicos. De tal modo, a los
objetivos de la clase se les suele llamar objetivos específicos; a los del tema o
unidad, particulares, y a los de la asignatura o grado generales.
De acuerdo con el principio de la derivación gradual de los objetivos: los
objetivos generales del egresado deben precisarse paulatinamente en el año o
11
grado, el nivel de enseñanza, la disciplina, la asignatura, el tema o unidad y la clase,
esto es, se derivan desde los generales hasta llegar a los específicos.
La derivación gradual de los objetivos no puede considerarse como la
descomposición de estos en acciones aisladas, por el contrario, cada uno de los
subsistemas que surgen como resultado de esta derivación, tiene que ser
considerado como un elemento de un sistema rigurosamente articulado que
constituyen los objetivos del futuro egresado. Esta derivación implica que los
objetivos más específicos se subordinan de los generales, pero de tal manera que el
conjunto de objetivos derivados interactúa también como un sistema.
Los objetivos de la disciplina, en su propia estructura, encierran, en alguna
medida, a la lógica de su ciencia o rama de saber y refleja también, en sus aspectos
más generales, la lógica del proceso que prevé la asequibilidad de dichos contenidos
durante su asimilación por el estudiante.
Los objetivos en que se declara un mayor nivel de asimilación y profundidad
se van obteniendo, en buena medida, como resultado de alcanzar sistemas de orden
mayor. Es decir, los objetivos generales de la asignatura reflejan la posibilidad, al
integrar todos los contenidos de la misma, de obtener resultados más ambiciosos.
El profesor, al desarrollar el proceso docente, debe lograr en los estudiantes la
integración y sistematización de los contenidos al finalizar las clases, el tema y la
asignatura, de modo tal que se vayan produciendo saltos de calidad en la
comprensión de la esencia de dichos contenidos.
Clasificación de los objetivos de acuerdo al nivel de sistematicidad.
Clasificación
Nivel
sistematicidad
de Evaluación
Documento
Objetivos generales Asignatura o grado Examen final de la Programa
de
la
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asignatura o grado
asignatura o grado
¿Plan
asignatura?
Objetivos
particulares
Tema o unidad
Evaluación parcial
Objetivos
específicos
Clase
Evaluación frecuente Plan de clase
de
Conclusión
El estudio de la categoría objetivo nos permite concluir que para que el
proceso docente sea eficiente y consciente, es necesario dirigirlo sobre la base de la
13
determinación científica de los objetivos, elemento rector del proceso dada la esencia
social del mismo, y al cual se subordinan el resto de las categorías del proceso.
Bibliografía
14
http://www.monografias.com/trabajos5/psicoedu/psicoedu.shtml
http://blog-de-estudiantes.blogspot.com/2008/11/webgrafa.html
http://www.alipso.com/monografias/conferencias/
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