TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 1 ARTÍCULO # 5 EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Las experiencias transpersonales son aquellas en las que la sensación de identidad se extiende más allá (trans) del individuo 0o de la persona y llega a abarcar aspectos de la humanidad, de la vida, del psiquismo y del cosmos que anteriormente eran experimentados como ajenos. La identidad habitual del yo, reducido a lo individual, deja paso a una “nueva identidad”. Hemos llegado a poder afirmar lo anterior por el descubrimiento de que tenemos acceso a otros estados de conciencia diferentes al mental o racional. Se los ha llamado – expresión poco afortunada- “estados alterados de conciencia” (EAC) – sería más adecuado hablar de “estados transpersonales”-, y han sido objeto de estudio y de experimentación en estos últimos años. Se ha inducido el paso a esos estados a través del uso, médicamente controlado, de sustancias psicodélicas, y se han comprobado los efectos que, en la misma dirección, produce la práctica meditativa. Lo que en todos los casos se ha verificado es que, en tales estados, la percepción de la realidad se modifica sustancialmente. Por decirlo de un modo simple: en tal percepción el individualismo, el dualismo y el materialismo se descubren radicalmente insostenibles. En cuanto se trasciende el pensamiento, en lugar del “yo” encapsulado en las fronteras de su propia piel, lo que se desvela es la Conciencia Unitaria, plena y luminosa, también inefable, de LO QUE ES. De ahí, que lo transpersonal vaya de la mano de la espiritualidad, en su sentido más genuino. La Psicología Transpersonal estudia todo este campo, surge en los años 60 –en l969, aparece el Journal of Transpersonal Psichology-, siendo Abraham Maslow, uno de los principales exponentes de la Psicología Humanista, quien apuntó la posibilidad de alcanzar un estado del ser más allá de la autorrealización. Estado que supone la trascendencia por el ser humano de los límites de la propia identidad y experiencia, alcanzando niveles TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 2 superiores de conciencia que, estando por encima de las necesidades e intereses materiales, tienen sobre éstos efectos muy positivos. Posteriormente, destacados terapeutas e investigadores fueron desarrollando sus principales conceptos. Entre ellos cabría destacar a Ken Wilber, Stanislav Grof, Frances Vaughan, Roger Walsh, Charles Tart, John Welwood, Michel Washburn, Mark Epstein, Deane Shapiro, Jorge Ferrer y otros. Hoy en día, el enfoque Transpersonal se ha expandido por os cinco continentes, irradiándose a través de Asociaciones y Centros de Estudios en distintos países del del mundo. En México la psicología transpersonal entra al aula universitaria en la Universidad Iberoamericana, gracias a las investigaciones y enseñanzas de la Dra. Ana Ma. González Garza. Su influjo ha ido creciendo hasta elpunto deque los congresos y convenciones que reúnen a quienes se adscriben a este paradigma, convocan a terapeutas, científicos, filósofos, líderes religiosos y educadores de las más variadas disciplinas. Lo cierto es que la psicología, desde sus orígenes, se había centrado en el estudio de lo patológico (neurosis y psicosis), y es con el surgir de la llamada “Psicología Humanista” (Maslow, K. Horney, Carl Rogers, Fromm, Frankl, Sutich, A. Rochais y otros), cuando se empieza a prestar atención a los aspectos sanos del psiquismo humano. En ese sentido, puede afirmarse que esa psicología humanista es la antecesora cronológica e ideológica de la psicología transpersonal, dado que, al hacer hincapié en investigar los aspectos más sanos del ser humano, y los modos de estimular el proceso de autorrealización, derivó su atención hacia los niveles espirituales. En sus inicios la Psicología moderna busca encontrar alivio al sufrimiento psíquico. Era comprensible que dirigiera su atención a las patologías que estaban en el origen de aquel sufrimiento, por eso la psicología descuidó, por así decirlo, la atención a lo más positivo del ser humano. Pero fue con la Psicología Humanista, como ya hemos dicho, cuando se empieza a focalizar la atención sobre el crecimiento personal. Lo cual exigía, a su vez, una mayor comprensión del ser humano en sus riquezas y potencialidades, como dinamizadoras del crecimiento. TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 3 Pero también ese acceso se empezaba a revelar insuficiente. En 1968 Abraham Maslow propugnaba una “cuarta fuerza” de la psicología –tras el psicoanálisis, elconductismo y la psicología humanista- una psicología transpersonal, unadisciplina que fuera más allá de las cuestiones de la autorrealización, y que diera razón de toda la dimensión espiritual del ser humano.Bien entendido que, en este campo, con el término “espiritual” se quiere aludir a ese nuevo estado de conciencia que trasciende el estado habitual. Hasta el presente, la psicología ha estado (está) centrada en la etapa “personal” (en el “yo”), concibiendo al ser humano en cuanto “persona individual”. Desde hace unos años, con la psicología transpersonal, se empieza a hablar, en este campo, de una nueva “conciencia” – o nuevo nivel de conciencia-, que permite percibir lo individual como absolutamente conectado con el todo. La experiencia de “transpersonalidad” consistiría en la percepción de sí mismo como una realidad no-diferente de la totalidad. Por lógica, la psicología transpersonal se encuentra íntimamente relacionada con la “negación del yo” en su pretensión de realidad individual subsistente por sí mismo y, a su vez, con la filosofía de la no-dualidad. Con estos planteamientos, lo que la psicología transpersonal busca es abrir pistas y ofrecer herramientas para acceder a esta nueva “conciencia”, en la que es superado –trascendido, integrado- el “yo personal” y se adquiere una conciencia no-diferenciada, holística. De esta conciencia holística se está hablando también desde otros ámbitos. Los mentores de la psicología transpersonal subrayan las convergencias de este planteamiento con otros dos accesos importantes a la realidad, que en principio, parecería que no tienen nada que ver entre sí: la meditación –tal como se entiende en Oriente- y, en general, la experiencias de los místicos de todas las tradiciones religiosas que han hablado siempre de la unidad de lo real, hasta el punto de percibirse de un modo no-diferenciado con la Divinidad; y la nueva física cuántica, que afirma con rotundidad la interrelación absoluta de la realidad, tal como se percibe a nivel subatómica: interrelación TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 4 entre los mismos quanta, pero interrelación también entre el observador y lo observado. Queda la sensación de que la visión individualista, característica de una conciencia acaparada por el yo, ha llegado a su auge y empieza su declive. En lugar de las partes separadas, se abre paso la prioridad de la interrelación entre ellas, la nueva CONCIENCIA DE UNIDAD… Parece que hoy lo “transpersonal” está apareciendo en todos los caminos del saber. Creemos que esto se debe a que nos encontramos, colectivamente, en el umbral de un nuevo estado de conciencia que, como siempre que ocurre, trae de la mano un nuevo “modelo de comprensión” o paradigma. Y todo modelo es congruente, es decir, afecta a todas las dimensiones. Por eso, no es en absoluto casual que, hoy, todo hable de interrelación, de red, de Unidad: desde la globalización (¡desarrollada todavía de una forma tan injusta¡) hasta Internet, desde la nueva física hasta la espiritualidad. No hay duda. Nos hallamos a las puertas de un “salto” hacia un nuevo estadio de conciencia, que revolucionará nuestros esquemas de comprensión hasta un punto que no somos capaces de imaginar. Lo que realmente está en juego es lo relativo a la “conciencia”. Como dice S. Grof, si queremos comprender el reino de lo transpersonal demos concebir la conciencia de una manera totalmente nueva: la conciencia también existe fuera, es independiente de nosotros y no se halla intrínsecamente unida a la materia. Los límites de ese vasto e ilimitado universo que percibimos ahí fuera no son más que los límites de nuestra propia mente. “Nuestro verdadero Yo- repetía Sri Aurobindo-(*) es un Yo que no sólo habita en nuestro cuerpo sino que mora en todos los cuerpos.” Es como si uno contuviera a todos los seres. No es extraño que los místicos, Jesús entre ellos, se hayan sentido realmente identificados con toda la humanidad. (*) Sri Aurobindo (Calcuta 1872 – Pondicherry 1950). Figura polifacética cuya vida transcurre a caballo entre los siglos XIX y XX, Sri Aurobindo fue político y luchador por la independencia de la India; un gran filósofo, integrador de dos civilizaciones: oriente y occidente; vidente, y descubridor de una nueva, misteriosa y ascendente geografía de esta tierra y de este universo; maestro de yoga y de nuevos caminos de acercamiento a la divinidad; poeta de delicados sonetos y de una extensa epopeya épica, Savitrí, compendio de su vasta experiencia. TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 5 Desde esta nueva perspectiva, se advierte que todos los límites existentes en el universo son ilusorios y arbitrarios y, consiguientemente, pueden ser trascendidos. Cuando nos identificamos con la conciencia cósmica, sentimos que somos capaces de albergar en nuestro interior la totalidad de la existencia y de comprender la Realidad que subyace a todas las realidades particulares. La Vacuidad Absoluta – Vacío, Nada, Silencio Primordial- está preñada potencialmente de todo lo existente. La analogía que nos proporciona la teoría cuántica ondicular de la física moderna puede ayudarnos a comprender, por un lado que el Vacío está constituido por un número infinito de “quantos”, es decir, de fragmentos que establecen la probabilidad de existencia de indeterminado evento y, por el otro, que al elegir una determinada realidad concreta, terminamos creándola en nuestra conciencia. Vemos entonces que hay no solo una relación, sino una asombrosa convergencia entre la Física cuántica y la Psicología transpersonal. Para empezar, hay que reconocer que el replanteamiento completo de nuestra comprensión del mundo físico fue el núcleo fundamental del dramático cambio en el siglo XX. La visión newtoniana-cartesiana consideraba la realidad compuesta de materia sólida, y al universo como una gigantesca máquina; en consecuencia, la conciencia parecía ser una simple secreción del cerebro. La materia se hallaría circunscrita en el interior de nuestro cráneo. Sin embargo, el descubrimiento de las partículas subatómicas, por parte de la física cuántica, desafiaba los principios newtonianos. Estos elementos subatómicos gozaban, por lo demás, de extrañas propiedades, como la “paradoja onda-partícula”. De ese modo, la vieja definición de materia fue reemplazada, a nivel subatómico, por la de “probabilidad estadística”, por la “tendencia a existir”. El universo, es en realidad, una compleja red de eventos y relaciones. Y la conciencia desempeña un papel activo en la creación de la misma realidad. La materia es intercambiable con la energía. De modo que el universo de la física moderna se asemeja más a un gran pensamiento que a una gigantesca TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 6 máquina (James Jeans); no es un conglomerado de objetos newtonianos, sino un sistema extraordinariamente complejo de fenómenos vibratorios, “sobre” un “vacío dinámico”. La materia y la vida. Como la materia y la conciencia, son abstracciones de una totalidad indivisa de la que nada puede separarse. En un libro sumamente interesante, Edwin Laszlo, a partir de los enigmas que plantea la cosmología, la física cuántica, la biología y la psicología, llega a afirmar que, a la vanguardia de la ciencia, “está emergiendo un nuevo concepto de mundo”. Y algo característico de esta novedad es que “todas las cosas están interrelacionadas.” No sólo es que estén unidas por flujos de energía, sino que también están enlazadas por flujos de información. Son registradas y aportan información las unas sobre las otras. El universo es un sistema coherente con un alto grado de integración, asemejándose a un organismo vivo. Y más adelante: “Todas las cosas del universo, afirma el astronauta E. Mitchell de la misión Apolo, tienen capacidad para “saber”. Hasta las moléculas “saben” combinarse en forma de células. La materia en la mecánica cuántica –cita a Freeman Dyson- “no es una sustancia inerte sino un agente activo, que está constantemente haciendo elección entre posibilidades alternativas… Parece como si la mente fuera en alguna medida algo inherente a cada elección.” Para terminar afirmando: “Todas las cosas que surgen y evolucionan en el universo presentan tanto un aspecto mental como un aspecto material. Ambos son aspectos complementarios de una realidad más profunda.” ¡Esto supone verdaderamente una revolución radical…! La nueva comprensión de la realidad física toca el núcleo mismo del cambio del siglo pasado. Y es que la imagen del mundo que nos presentan los físicos ha sufrido una mutación radical y de implicaciones tan vastas como para conmover los cimientos mismos de la ciencia. Pues la realidad desvelada, especialmente en el nivel subatómico, es tan paradójica que desafía toda descripción en términos y teorías tradicionales y pone en cuestión algunos de los supuestos fundamentales de la ciencia y la filosofía de Occidente. TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 7 Desde el ángulo tanto del misticismo como de la nueva física y de la psicología transpersonal, “al principio fue la Conciencia”. Así queda expresado en las conocidas palabras de Max Planck: “En mi carácter de físico y como hombre que ha dedicado su vida a la ciencia auténtica, a la investigación de la materia, me creo a salvo de la sospecha de ser un fantasioso irresponsable. Por ello, y a raíz de mis exploraciones en el campo atómico, declaro lo siguiente: No existe la materia en sí. Toda materia nace y permanece únicamente en virtud de una Fuerza que pone en vibración las partículas intraatómicas y las mantiene vinculadas semejando al más pequeño sistema solar del mundo. Siendo que en el Universo no existe fuerza inteligente ni fuerza externa (abstracta) alguna, debemos admitir detrás de la Fuerza mencionada la presencia de un Espíritu consciente, inteligente, o sea, que el fundamento esencial de la materia es dicho espíritu.” Las descripciones tradicionales se basaban en gran parte en conceptos filosóficos griegos y se describía el universo como atomista, divisible, estático, determinista y no-relativista. Estas descripciones necesitan ahora el suplemento de modelos que reconocen una realidad holista, indivisible, interconectada, dinámica, indeterminista y relativa, que no sólo es inseparable de la conciencia del observador, sino que además es función de ésta. Y esto viene unido a las investigaciones en el campo de la conciencia. De acuerdo con ellas, el anterior modo de comprender la conciencia humana – como reducida a la mente- no basta para explicar lo que ocurre cuando nos adentramos en estados no ordinarios de conciencia. A partir de aquéllas, por el contrario, hemos de concluir que el psiquismo humano trasciende las limitaciones espacio-temporales cotidianas; que forma parte de un continuo infinito de conciencia; y que el cerebro actúa como un vehículo de la misma. El modelo holográfico nos ayuda a comprender las relaciones existentes entre las partes y el todo. La parte deja de ser un fragmento de la totalidad para contener y reflejar – bajo ciertas circunstancias- la totalidad misma. Somos un microcosmos que contiene y refleja el macrocosmos. Somos campos de TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 8 conciencia ilimitados que trascendemos el tiempo, el espacio, la materia y la causalidad lineal. Desde la nueva física puede afirmarse que lo más básico en la existencia no es la materia, los átomos o los quarks, sino la conciencia. La realidad, entera, por lo demás, es un todo interconectado. La visión transpersonal del mundo parece encontrar apoyo tanto en la física moderna como en el misticismo oriental, que describe el universo como una dinámica e intrincada telaraña de relaciones que cambian continuamente. Las implicaciones de ese modelo son muy profundas porque lo que está en juego es nada menos que la conciencia. La conciencia es la dimensión central que sirve de base y de contexto a toda experiencia. Nuestra conciencia habitual se halla en un estado restringido por una actitud defensiva. Ese estado habitual se encuentra inundado por un flujo continuo de pensamientos y fantasías, en gran parte incontrolables, que responden a nuestras necesidades y defensas. “Todos estamos prisioneros de nuestra mente, repetía Ram Dass. Darse cuenta de esto es el primer paso en el viaje de la liberación”. Se trata de abandonar esta contracción defensiva y avanzar hacia el silencio de la mente. Si la capacidad de pensar es un don notable, la capacidad de no pensar lo es aún más. Nuestro estado habitual ofrece una percepción deformada de la realidad y no alcanza a reconocer esa deformación. La clave de todo ello está en despertar, es decir, en tomar conciencia del engaño de nuestro pequeño yo y su absolutización como identidad separada. La gente está mucho más encerrada y atrapada en su condicionamiento de lo que ella misma cree, pero es posible liberarse del él. Para ello, necesitamos des-apegarnos. En la medida en que creamos que nuestra identidad se deriva de nuestros roles, de nuestros problemas, de nuestras relaciones o del contenido de la conciencia, el apego resultará reforzado por la zozobra de la supervivencia personal. El proceso de desidentificación es de amplias proyecciones. Lo que sucede es que solemos estar tan identificados con nuestra mente que jamás se nos ocurre siquiera cuestionar aquello que nos decimos que somos. Sin embargo, TALLER DE DESARROLLO HUMANO TRANSPERSONAL ARTÍCULO # 5: EL HORIZONTE TRANSPERSONAL Pág. 9 sólo la des-identificación –reconociendo el lugar de la mente, pero sin reducirnos a ella- nos libera de la tiranía de nuestro pensamientos o estados anímicos, nos descubre la falsedad de la sensación de identidades separadas y nos permite abrirnos a la experiencia de Ser, o mejor, de que Todo ES. Mientras que, por el contrario, en nuestro estado de conciencia habitual, estamos identificados, es decir, nos encontramos, literalmente, hipnotizados, narcotizados, “dormidos”. Todo es, entonces, una tarea de despertar. Tarea que, bajo este ángulo del que hemos hablado, puede considerarse como una des-identificación progresiva respecto del contenido mental en general y de los pensamientos en particular. Cuando no existe una identificación exclusiva, queda trascendida la dicotomía yo/no-yo y la persona se vivencia a la vez como “nada” y como “todo”. Des-identificarnos, pues, es sinónimo de despertar. Si aprendemos a desidentificarnos del cuerpo, de nuestros sentimientos y de nuestros pensamientos, podremos descubrir un centro interno a nosotros, el Yo. Este Yo transpersonal, también conocido como “Testigo”, trasciende los altibajos de la vida personal y de este modo se encuentra en casa en el mundo de la luz, la calma y la paz. Este Yo – tal y como afirma Wilber- es idéntico en todas las personas, porque carece de todo atributo individual. Es inmortal y eterno y, aunque no pueda percibirse ni definirse objetivamente –no puede ser pensadosí que puede, no obstante, actualizarse, vivirse. -------